CAPITULO 8: EL RESCATE
Takuya y Kouji miraron sorprendidos a la recién llegada. Era Ai.
Es mentira lo que Hiroto les acaba de decir- dijo una chica de cabellos cortos y ojos color violeta. Takuya soltó a Kouji.
¿Qué es quieres decir?- dijo Takuya, cruzando los brazos- ¿y quién rayos eres tú?-
Kouji sonrió al volver a ver a Ai, que por poco y se olvidaba de Kouichi.
Lo que Hiroto les dijo no es verdad- dijo Ai- solo quiere ver si ustedes saben algo sobre el chico que escapó de la zona desértica anoche...-
¿Kouichi escapó?- dijo Kouji, abriendo los ojos como platos, y aferrándose de nuevo a los barrotes de la celda- ¿cómo?¿dónde está ahora?-
Lo siento, es lo único que les puedo decir- dijo Ai, dándoles la espalda- el chico está vivo, y... ¡oh, no!-
¿Qué sucedió?- preguntó Kouji, pero no tuvo que esperar a que Ai le contestara. Un fuerte brillo comenzó a rodear los dos Spirits de la Oscuridad. Kouji no pudo evitar sonreír- Kouichi...-
Ai salió, sin duda para avisar a Hiroto de lo que acababa de ver.
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A ver, explícame de nuevo...- dijo Kouichi, caminando cabizbajo- ¿porqué rayos acepté traerte conmigo?-
Kouichi, Nara y Tomoki habían sido transportados por un Pegasusmon hasta los bordes del bosque cercano al castillo de LordKnightmon. Caminaban lejos de la vereda, para no ser vistos por los digimon enemigos.
Porque Ophanimon te obligó- respondió la chica de largos cabellos castaños con toda la tranquilidad del mundo, acomodándose la correa de su morral sobre su hombro.
Ya decía yo- dijo Kouichi, poniendo los ojos en blanco- si no hubiera sido así, de ninguna manera te hubiera permitido venir con nosotros...-
Ya no se peleen los dos- dijo Tomoki- que parecen novios...-
¡Qué has dicho!- exclamaron los dos al mismo tiempo.
Ya, no se alteren y démonos prisa- dijo Tomoki a punto de estallar en carcajadas.
Esto me parece demasiado tranquilo- dijo Nara, mirando a su alrededor- ya estamos muy cerca del castillo de LordKnightmon... ¿no crees que debimos haber tenido ya alguna dificultad?-
Kouichi iba a decir que la mayor dificultad había sido ir escuchándola todo el camino, pero se contuvo. Además, estaba de acuerdo con ella en ese punto. Justo en ese momento, los tres escucharon un extraño graznido y el ruido de aleteos.
Algo se acerca- dijo Kouichi.
Es un Birdramon- dijo Nara, señalando la enorme ave en el cielo.
Demonios- dijo Kouichi.
Kouichi, Nara, escóndanse entre los árboles- dijo Tomoki- yo lo detendré, voy a digievolucionar-
Al mayor de los gemelos no le agradaba la idea de esconderse, pero no tuvo opción. El y Nara hicieron lo que les dijo Tomoki.
Spirit Evolution- exclamó Tomoki- ¡KUMAMON!-
Vamos, Kumamon- dijo Kouichi.
¡HIELO POLAR!- exclamó Kumamon. El ataque dio al Birdramon, pero no le hizo ningún efecto.
No es posible...- dijo Kouichi.
¡Ese digimon va a atacar a Tomoki!- exclamó Nara.
El Birdramon se lanzó en picada contra Kumamon, el cual no pudo hacer nada para esquivar el golpe. Kumamon volvió a ser Tomoki mientras el Birdramon volvió a elevarse para atacar de nueva cuenta.
Tomoki...- exclamó Nara. Salió de su escondite y corrió a recoger al chico.
¡No, Nara, no lo hagas!- dijo Kouichi. Miró a su alrededor. El Birdramon ya estaba sobre Nara y Tomoki. Kouichi tomó una piedra y se la lanzó- ¡no!-
El Digivice de Kouichi comenzó a brillar, y el chico pudo ver los dos Spirits de la Oscuridad dirigirse hacia él.
¡Spirits!- exclamó Kouichi al obtenerlos- ¡Spirit Evolution!¡LÖWEMON!-
¿Qué sucedió?- preguntó Nara al verlo- creí que Kouichi no podía...-
Ya puede- dijo Tomoki al verlo- acaba de obtener los Spirits de la Oscuridad-
¿De la Oscuridad...?- dijo Nara.
¡METEORO DE LA OSCURIDAD!- exclamó Löwemon.
Bastó eso para que el Birdramon fuera vencido y Kouchi volviera a su forma habitual. Se acercó a Nara y le ofreció la mano par ayudarla a levantarse, pero ella lo rechazó.
Aléjate de mí- dijo Nara, un tanto temerosa- no me dijiste que eras la Oscuridad...-
¿No estuviste escuchando a Cherubimon?- dijo Kouichi- por supuesto que lo soy. Pero la Oscuridad no es mala...-
Nara lo miraba sospechosamente.
Me da miedo la oscuridad...- dijo ella.
Te lo pondré así- dijo Kouichi- cuando tú trabajabas para Mummymon, pensaba de ti lo mismo que tú piensas de mí...-
Nara sonrió, y aceptó la mano de Kouichi para levantarse.
Gracias, Kouichi- dijo Nara- ahora vamos por tu hermano y tus amigos-
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Los Spirits de la Oscuridad desaparecieron- dijo Hiroto, inspeccionando la vitrina donde estaban los Spirits- quiere decir que el otro bitonto no está muy lejos de aquí...-
A Kouji le dio un vuelco el corazón. Kouichi debía estar cerca.
Ai, quédate a vigilarlos- le ordenó Hiroto- si intentan escapar, o alguien aparece para ayudarles, me llamas de inmediato...-
Ai no respondió, solo asintió tímidamente, y se quedó de pie bajo la repisa de los Spirits. Kouji se quedó apoyado en los barrotes de la celda, sin poder quitarle la vista de encima a la chica.
Kouji, ¿tú sabes algo?- preguntó Takuya.
No, Takuya- dijo Kouji.
Kouji... Kouji, ¿puedes escucharme?- una voz comenzó a surgir del Digivice azul y blanco.
Kouji miró alternadamente el Digivice y a Ai un par de veces. Parecía que ella no se había percatado de la voz que surgía del artefacto. Se dio la vuelta y le indicó a Takuya que lo cubriera.
Te escucho, Kouichi- dijo Kouji.
¿Estás bien?- preguntó la voz de Kouichi- ¿están todos bien?-
Sí, todos aquí estamos bien, ¿y tú?- preguntó Kouji.
Tomoki y yo estamos aquí afuera- dijo la voz de Kouichi- aún estamos tratando de hallar una manera para sacarlos de ahí...-
Digievolucionen, y rompan el muro- le dijo Kouji- está muy alto, pero pueden ayudarnos a bajar-
Hubo un breve silencio.
Está bien- dijo la voz de Kouichi- aléjense del muro...-
Aléjense del muro- dijo Kouji. Takuya, Izumi y Jumpei se levantaron de inmediato y se pegaron a los barrotes. Tras una fuerte explosión, el muro se vino abajo, así como los barrotes de la celda, y en el hueco de la pared aparecieron Löwemon y Korikakumon.
Vámonos- dijo Löwemon, tomando a Takuya y a Jumpei y ayudándolos a bajar. Korikakumon hizo otro tanto con Izumi.
Kouji se volvió hacia Ai, quien miraba la escena asustada, aún sin decidirse a correr y avisar a Hiroto. Sin pensarlo dos veces, Kouji corrió hacia ella y la tomó de la mano.
¿Qué haces?- preguntó Ai.
Si no vienes con nosotros, estarás en problemas porque nos escapamos- dijo Kouji- ven...-
No, no iré con ustedes- dijo Ai- mi lugar es aquí... ¡suéltame!-
Kouji la ignoró y la acercó cada vez más al hueco en la pared. Para su mala suerte, Hiroto corrió hacia ahí al escuchar el ruido.
¡Minamoto!- bramó Hiroto- suelta a Ai en este instante y...-
Pero Kouji abrazó a Ai y saltó con ella hacia el vacío. El chico sintió como Ai se aferraba a él con fuerza al sentir que ambos caían. Por suerte, Löwemon los atrapó justo a tiempo y los dejó en el suelo.
Rápido, Nara, quítales los brazaletes- dijo Löwemon, mientras que se convertía en Kouichi de nuevo.
Ya voy, ya voy- dijo Nara- en serio, Kouichi, para no querer que te acompañara, das muchas órdenes...-
Nara abrió los brazaletes de todos con su extraño artefacto. Tras agradecerle, todos corrieron a refugiarse al bosque. Los gemelos se abrazaron levemente.
¿Estás bien, Kouichi?- preguntó Kouji- estuve muy preocupado...-
Estuve bien- dijo Kouichi con una sonrisa- dentro de lo que cabe...- miró a Nara- ella me ayudó a escapar... Kouji, ella es Nara. Nara, él es mi hermano Kouji...-
Sí, ya la conocía- dijo Kouji, frunciendo ligeramente el entrecejo- creo que fue la chica que me dio una paliza cuando mamá me obligó a hacer las pruebas para el equipo de natación...-
Nara sonrió, un tanto apenada por la manera que Kouji lo había planteado, pero Kouichi se echó a reír.
Bueno, ve el lado positivo- dijo Kouichi- no querías entrar al equipo...-
Cierto- dijo Kouji, echándose a reír también.
Luego, el menor de los gemelos se volvió hacia Ai, quien seguía aferrada a su mano.
Tranquila, Ai, todo está bien- dijo Kouji, apretando ligeramente su mano.
¿Y ahora?- preguntó Takuya- ¿qué haremos?-
Vamos al castillo de Ophanimon- dijo Kouichi- ella nos está esperando ahí... igual que Bokomon y Neemon-
Vamos- dijeron todos.
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¿Dices que se llevaron a Ai con ellos?- preguntó LordKnightmon.
Sí, señor- dijo Hiroto- traté en vano de detenerlos...-
Está bien así, Hiroto- dijo LordKnightmon- será útil que ella vaya con los elegidos...-
Pero señor- dijo Hiroto- le quitaron en brazalete detector...-
No importa- dijo LordKnightmon- ellos no saben que Ai está ligada al señor Lucemon más que con ese estúpido brazalete...-
¿Y que haremos, señor?- dijo Hiroto.
Alerta a Destynmon- dijo LordKnightmon- y prepara a todos los demás jefes para la batalla contra los diez guerreros legendarios... además, aún tenemos los Spirits del Agua, Bosque, Tierra y Metal-
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¿Y porqué al castillo de Ophanimon?- preguntó Izumi por décima vez. Iba de mal humor, pues los chicos ahora prestaban bastante atención a las dos chicas que acababan de unirse a su grupo. Nara era muy alegre y habladora, y en general los hacía reír a todos. Ai, en cambio, caminaba cabizbaja, muy seria y callada, como si algo le preocupara.
Kouji y Kouichi caminaban unos pasos atrás de los demás.
¿Y bien, hermanito?- dijo Kouji de pronto, codeando a su gemelo con una sonrisa astuta- ¿de dónde salió esa chica?-
Antes de que hagas conclusiones apresuradas- dijo Kouichi- ya te dije que ella me ayudó a escapar de la pirámide. Me di cuenta después que trabajaba para Ophanimon. Y fue ella la que nos ordenó a mí y a Tomoki que la dejáramos acompañarnos...-
Ya veo- dijo Kouji, aún con la misma sonrisa- se ve que es muy... alegre-
Ya lo creo que sí- dijo Kouichi- nada que ver con tu nueva amiga...-
Kouji alzó la mirada para ver de nuevo a Ai, y asintió.
No sé que sucede- dijo Kouji, y apretó los puños- si ese Hiroto le hizo daño de alguna manera, te lo juro que lo voy a...-
Kouichi no pudo reprimir una risita.
¿Qué es tan gracioso?- preguntó Kouji.
Nada, hermanito- dijo Kouichi con falsa inocencia.
Kouji iba a insistir, cuando todos se detuvieron.
¿Qué pasó?- preguntó Kouji.
Se supone que aquí nos esperarían los Pegasusmon- dijo Tomoki- ¿no es verdad?-
Tiene razón- dijo Nara, volviéndose a Kouichi- ¿porqué no están aquí?-
Kouichi se encogió de hombros. Todos miraron a su alrededor. No había ninguna señal de que los Pegasusmon estuvieran cerca de ese sitio. Jumpei encontró algo.
Oigan, chicos, miren- dijo Jumpei, señalando un puñado de hiervas quemadas- aquí hubo una pelea...-
Tal vez los Pegasusmon se fueron, para que los digimon que estuvieron aquí no nos descubrieran cuando llegáramos- dijo Takuya.
Tal vez- dijo Izumi, pensativa.
Deberíamos acampar- dijo Kouji, mirando el cielo- ya está oscureciendo...mañana temprano, podemos digievolucionar y llegar más rápido al castillo de Ophanimon-
Todos estuvieron de acuerdo con la idea de Kouji, sobre todo Jumpei porque ya estaba cansado de caminar y con mucha hambre, aunque eso no era novedad.
Busquemos donde refugiarnos- dijo Kouichi, mirando las oscuras nubes en el cielo, que ya habían cubierto a las tres lunas y opacado su luz, amenazando con comenzar una tormenta.
Eh... ¿qué les parece esa cueva?- sugirió Izumi, señalando una abertura en una roca.
No, es muy pequeña- dijo Kouji tras revisarla- no cabremos los ocho ahí dentro-
¿Y esa cabaña?- preguntó Nara, señalando una casita de madera junto a un enorme lago- no parece estar habitada...-
Echémosle un vistazo- dijo Takuya. Los chicos se acercaron a la cabaña y la inspeccionaron.
Yo estoy de acuerdo- dijo Kouichi, una vez que la revisaron y, en efecto, estaba vacía.
Yo también- dijo Tomoki.
Pues vamos entonces- dijo Kouji, abriendo la puerta al mismo tiempo que comenzaba a llover- dense prisa si no quieren mojarse...-
Todos entraron de prisa a la cabaña. No bien estuvieron todos dentro, comenzó una fuerte tormenta. Takuya comenzó a buscar algunas mantas entre las alacenas, mientras los gemelos encendían el fuego en la chimenea.
Que clima tan horrible...- murmuró Tomoki, mirando la tormenta por la ventana.
Es por culpa de Lucemon- dijo Nara- él está controlando el clima del digimundo a su antojo...-
Una vez que él y Kouichi encendieron el fuego, Kouji se sentó en el suelo junto a Ai. La chica había estado muy callada, y parecía tener la mirada perdida.
¿Qué sucede, Ai?- preguntó Kouji- ¿acaso querías quedarte en el castillo de LordKnightmon?-
Ai lo miró fijamente, para luego sacudir la cabeza.
Entonces, ¿porqué te ves tan triste?- dijo Kouji- si ya eres libre...-
Yo no soy libre de él- dijo Ai en voz baja- nunca lo seré...-
¿De quien?- preguntó Kouji- ¿de Hiroto?- Ai sacudió la cabeza- ¿de LordKnightmon?-
Ai no respondió. Kouji puso su mano en el hombro de ella.
No tengas miedo, yo no dejaré que ni él ni nadie más te haga ningún daño mientras esté contigo...- dijo el chico antes de levantarse y ofrecerle su mano para ayudarla. Ella lo miró, dudosa, y luego aceptó su mano.
Hora de dormir, chicos- dijo Takuya una vez que él e Izumi terminaron de acomodar las mantas que habían encontrado en el suelo. Todos se acostaron, de izquierda a derecha: Ai, Nara, Izumi, Tomoki, Kouichi, Kouji, Takuya y Jumpei.
Buenas noches- dijo Kouichi con un bostezo, acomodándose de lado y cerrando los ojos con una sonrisa- que duerman bien...-
Que sueñen con los angelitos- dijo Kouji mientras se tendía sobre la manta, poniendo sus manos en su nuca y la vista en el techo.
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Duerme, Ai, mi bello ángel de la noche- murmuró Lucemon, en la oscuridad de su castillo, iluminado solamente con una antorcha- mientras tu mente se transporta al reino de los sueños, mi poder sobre ti crece aún más...-
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CONTINUARA...
