CAPITULO 13: LA HISTORIA DE NARA

-¿Qué quieres decir con que Nara y Kouichi cayeron del tren?- preguntó Takuya, mientras Tomoki corría a avisar al Trailmon para que se detuviera- ¿qué rayos hacían allá arriba?-

-Lo que oíste- dijo Izumi- estábamos peleando, y fueron golpeados y se cayeron...-

El Trailmon se detuvo.

-Vamos rápido, Takuya, tenemos que encontrarlos- dijo Izumi, bajando del Trailmon de un salto- será mejor que Kouji y los demás se queden con Ai...-

-No podremos con ellos si no pueden andar, Izumi- dijo Takuya- mejor que uno de los chicos nos ayude-

-De acuerdo- dijo Izumi- hay que darnos prisa-

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Satoshi acompañó a Izumi y a Takuya a buscar a los dos chicos que habían caído del Trailmon. Siguiendo los rieles pronto los encontraron. Nara estaba a dos metros de los rieles, y Kouichi había rodado unos cinco metros más. Los dos estaban inconscientes.

-¿Crees que estén bien?- preguntó Izumi a Takuya. Este asintió levemente.

-Pues más vale que así sea- dijo Takuya- además, no han mostrado su Digicode, creo que están bien...-

-¿Qué hacemos?- preguntó Satoshi- ¿los llevamos?-

-Creo que será lo mejor- dijo Takuya- no podemos perder mucho tiempo aquí, o nos descubrirán-

-Bueno, Takuya, tú eres el más grande- dijo Izumi- llévate a Nara. Satoshi y yo llevamos a Kouichi, porque es el más pesado...-

Así lo hicieron. Takuya alzó a Nara en brazos, mientras que Satoshi e Izumi levantaron a Kouichi por los brazos y lo llevaron hacia el Trailmon arrastrando sus pies.

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-¡Kouichi!- exclamó Kouji al ver a su gemelo en ese estado- ¿qué le sucedió?-

-El y Nara cayeron del Trailmon- dijo Takuya- pero no te preocupes, no parecen seriamente lastimados... parece que van a estar bien...-

Izumi estaba a punto de llorar.

-Fue mi culpa, Takuya- dijo Izumi- ¡maledetta me! ¿Por qué tuve que ser tan...?-

-No fue tu culpa, Izumi- dijo Takuya, alzando una ceja- además, no es como que se van a morir, van a estar bien, fue solo un golpe...-

-Sí, Kouichi ya demostró una vez que es resistente a los golpes en la cabeza- dijo Tomoki, casi riendo.

Kouji sonrió. Al menos estaba seguro de que Kouichi se pondría bien. De otra manera, habría mostrado su Digicode. Las cosas eran mucho más simples en el Digimundo que en el mundo real. Se volvió y vio que Ai estaba sentada en la orilla del vagón, sola, con la mirada perdida.

-¿Qué te pasa, Ai?- le preguntó Kouji, sentándose junto a ella.

-Kouji, ¿crees que estuvo bien que viniéramos?- preguntó Ai, mirándolo a los ojos.

-¿Por qué lo dices?- preguntó Kouji.

-Porque...- comenzó ella- mira lo que le pasó a tu hermano y a Nara por mi culpa...-

-No fue tu culpa, Ai- le dijo Kouji- la culpa la tiene ese Lucemon. Además, Kouichi se decidió a venir también, conociendo los riesgos mejor que nadie...-

-Pero... ¿qué no es muy peligroso que se expongan todos solo para...?- comenzó Ai. Kouji la tomó de la mano.

-Recuerda lo que dijo Ophanimon, Ai- dijo Kouji- se necesita que estemos los diez y tú para encontrar el Spirit, y Lucemon lo sabe muy bien- sonrió- si sabe lo que le conviene, no se atreverá a lastimar a ninguno de nosotros...-

Ai sonrió levemente.

-¿Van a estar bien?- preguntó Ai.

-Por supuesto- sonrió Kouji.

-Lástima que no supe que estaban pelando- dijo Jumpei en voz alta, cruzándose de brazos- yo le hubiera dado una paliza a ese Kabuterimon-

Karou rió, imaginándose de seguro a Jumpei siendo golpeado por el digimon que los había atacado. Satoshi no dijo nada, se limitó a mirar por la ventana, y Tooya no le quitaba la mirada a Ai, cosa que a Kouji le molestaba bastante.

-Vamos, Jumpei, sé realista- le dijo Tomoki- si Kouichi no pudo con él, mucho menos tú...-

Jumpei hizo una mueca.

-¿Qué quisiste decir con eso?- preguntó el chico, visiblemente enfadado. Todos, incluso Ai e Izumi, se echaron a reír al ver su expresión.

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Kouichi despertó un par de horas más tarde. Estaba adolorido, y no podía recordar que había sucedido. Pasaron algunos segundos antes de lo recordara.

-¡Nara!- exclamó el mayor de los gemelos, incorporándose casi de un salto.

-No te preocupes, ella está bien- dijo Kouji, quien estaba sentado junto a él en el mismo asiento, echado hacia atrás y con los brazos cruzados, sin mirar a su hermano- ahí está-

-¡Kouji!- dijo Kouichi. Miró a Nara, y se sintió aliviado- ¿qué pasó?-

-Tú y tu amiga nos dieron un buen susto- dijo Kouji, volviendo su vista hacia Kouichi- Izumi dijo que se habían caído del Trailmon... no te preocupes por Nara, aún no ha despertado, pero estará bien- sonrió- solo puedo decirte que tú fuiste el que se dio el golpe más fuerte...-

Kouichi sonrió también.

-Parece que tengo suerte para los golpes- dijo Kouichi, un tanto apenado.

-Para recibirlos- dijo Kouji, dando un leve codazo a su hermano gemelo en las costillas.

-¿Y cómo están todos?- preguntó Kouichi.

-Todos están dormidos en el otro vagón- dijo Kouji- Takuya está haciendo guardia de aquel lado. Hace unas horas salimos de la zona oscura, y nos dirigimos ahora a la zona del hielo...-

-¿Izumi derrotó a Kabuterimon?- preguntó Kouichi, y Kouji asintió.

-Al amanecer llegaremos al mercado de Akiba- dijo Kouji- de ahí tendremos que seguir a pie hacia la aldea de los Gotsumon...-

Kouichi asintió y miró hacia donde Nara yacía aún inconsciente. Luego volvió la vista a su gemelo.

-¿Porqué no duermes un rato, Kouji?- dijo Kouichi- yo ya dormí bastante...-

-Pero no tengo sue...sueño- dijo Kouji, siendo delatado por un bostezo.

-Sí, claro, y yo soy el rey de Inglaterra- dijo Kouichi, palmeando la espalda de su hermano- yo ya me siento mejor...duerme un rato, hermanito, te hará bien...-

-Detesto cuando tomas tu rol de hermano mayor...- dijo Kouji, poniendo los ojos en blanco.

-¿Y que querías?- dijo Kouichi- soy tu hermano mayor...-

-Por solo tres minutos- dijo Kouji, cruzando los brazos y mirando hacia otra dirección- y solo porque tuviste suerte...-

Kouichi sonrió.

-Vamos, confía en tu hermano mayor...- dijo Kouichi, palmeando de nuevo la espalda de su gemelo. Kouji hizo una mueca, pero sonrió e hizo lo que su hermano le dijo.

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Nara despertó varias horas más tarde, cuando ya estaban a punto de llegar. Al principio estaba algo alterada por lo que había sucedido, pero pronto se tranquilizó al ver que todos estaban bien.

Los chicos llegaron a la estación del mercado de Akiba casi al amanecer. Datamon accedió a ayudarlos a esconderse en el centro de control del mercado hasta que anocheciera, para poder acercarse a la aldea de los Gotsumon sin ser vistos por los espías de Lucemon.

Kouji miró por la ventana del centro de control.

-¿Qué miras, Kouji?- preguntó Kouichi.

-Ese castillo- dijo Kouji, señalando una enorme estructura que se veía a lo lejos- debe ser el castillo de Destynmon...-

-Estamos muy cerca- dijo Kouichi- demasiado cerca de ese ser maligno...-

-Y Ai está con nosotros...- dijo Kouji.

-Eso es bueno, Kouji- dijo Kouichi- al menos ella sigue a salvo...verás como todo se soluciona pronto...-

-¡Me muero de hambre!- lloriqueó Tomoki.

-No seas llo...- comenzó Takuya, hasta que lo interrumpió el sonido de su propio estómago, y se rascó la cabeza- yo también tengo hambre...-

-No se preocupen- dijo Datamon- yo iré al mercado y les traeré alguna comida...-

Datamon salió, y los chicos se quedaron solos.

-Estoy aburrida- se quejó Izumi, recargándose y dejándose caer sobre el suelo.

-Mejor que sea así- dijo Nara, quien estaba sentada frente a la rubia- no será nada agradable si Destynmon y LordKnightmon nos encuentran...-

Kouichi asintió y se separó de la ventana, mientras Kouji seguía mirando por ella, con Ai de pie a su lado. En ese momento Datamon volvió con una bolsa llena de comida.

-¡Comida!- exclamó Tomoki- ¡por fin!-

-Tranquilo, Tomoki, te vas a atragantar...- le dijo Izumi- come despacio...-

Kouichi sonrió al ver eso y tomó dos manzanas. Dejó una en las manos de Nara y se dejó caer, quedando sentado junto a ella.

-Gracias- sonrió ella.

-No hay porqué darlas- dijo Kouichi, mordiendo su manzana.

-Me pregunto que se sentirá volver al mundo real- murmuró Nara- es decir, me parecerá muy pequeño y simple comparado con todo esto...-

-Posiblemente- dijo Kouichi- al menos volverás a tu vida tranquila, tal y como la dejaste cuando te fuiste...-

Nara asintió en silencio y se volvió hacia otro lado, evitando la mirada de Kouichi.

-¿Qué tienes?- le preguntó el chico.

-Nada- dijo ella, aún mirando hacia otro lado. Kouichi no insistió más.

-Por cierto- dijo Kouichi- nunca te lo pregunté... ¿cómo llegaste al Digimundo?-

Esta vez, Kouichi se dio cuenta que Nara decididamente desvió su mirada y evitó la de él, girándose sobre sí misma y dándole la espalda.

-Nara, ¿qué sucede?- preguntó Kouichi, poniendo una mano en el hombro de ella- ¿dije algo malo?-

La chica sacudió la cabeza ligeramente. Kouichi la rodeó, para quedar cara a cara con ella. Algunas lágrimas habían comenzado a resbalar por sus mejillas. Kouichi tomó las manos de Nara.

-¿Por qué lloras?- le preguntó él. Nara alzó su vista, solo para asegurarse de que los demás no estuvieran mirando. Todos estaban muy ocupados. La chica volvió sus ojos verdes a los azules de Kouichi.

-Esto fue lo que pasó el día que vine al Digimundo- dijo Nara- ese día, yo había ido a la práctica del equipo de natación, como todos los días...-

x-x-x FLASHBACK x-x-x

-Nara, tu novio te esta esperando afuera...- dijo una chica. Nara puso los ojos en blanco.

-¿Ese sujeto no me va a dejar en paz nunca?- murmuró, cepillándose el cabello disgustada. Lanzó el cepillo a la maleta, junto con todas sus cosas, y salió de los vestidores.

-¡Nara!- dijo un tipo alto de cabellos castaños- ¿porqué tardaste tanto?-

-Porque sí- respondió ella de mal humor. Nara se dirigió a la salida de la escuela, con el sujeto caminando detrás de ella.

-¿Porqué estás enojada?- le preguntó el chico- ¿alguien te molestó?¿quieres que golpee a alguien?-

-¡Que no, por enésima vez!- dijo Nara.

-Vaya, que genio- dijo el hombre- yo solo preguntaba...-

-Kisho, si quieres seguir saliendo conmigo, deberás dejar de comportarte así...- le dijo Nara.

El chico ignoró el reclamo y siguió caminando tras ella. Un par de minutos más tarde, Nara escuchó a su novio riendo a carcajadas.

-¿Qué es tan gracioso?- preguntó Nara, alzando una ceja.

-Mira a ese flacucho que va corriendo- dijo Kisho, señalando a un chico- debe ser un ratón de la biblioteca, porque salió de la práctica del coro- se tronó los nudillos- creo me voy a divertir un poco...-

Nara cruzó los brazos, al ver que su novio se proponía a hacer una maldad.

-Déjalo, Kisho- dijo Nara- lo conozco... es el hermano gemelo de Kouji Minamoto-

-¿En serio?¿El "niño bonito" por el que todas las taradas de la escuela babean?- dijo Kisho, alzando una ceja, y luego se echó a reír- ya lo recuerdo, ese Kouji Minamoto fue el chico al que le diste una paliza cuando quiso entrar a tu equipo, ¿no?- soltó una carcajada- ¿acaso los perdedores nacen en pares?-

Nara lanzó una mirada fría a Kisho y siguió caminando.

-¿Quieres que te acompañe a casa?- preguntó Kisho.

-No gracias- dijo Nara fríamente- sé llegar yo sola...-

-Como quieras- dijo Kisho- me dijeron que esta noche habrá una fiesta en casa de Hiroto...¿te veo ahí o paso por ti?-

-No iré- dijo Nara- mañana hay escuela-

-No me interesa, tú irás conmigo- dijo Kisho- iré por ti a las diez, y más vale que estés lista...-

-A mí no me hables en ese tono- dijo Nara, alzando ligeramente la voz- no le pertenezco a nadie y salgo si quiero, y esta noche no deseo salir...-

-Pero eres mi novia- dijo Kisho, tomándola del brazo- me perteneces...-

-Que no- dijo Nara, retirando su brazo- y si de verdad piensas así, yo creo que será mejor terminar con esto de una vez por todas...-

Kisho pareció sorprenderse, pero se repuso casi de inmediato.

-¿Qué, acaso me estás engañando con ese Minamoto?- dijo Kisho. Nara no se contuvo y le dio una bofetada.

-¡Cómo te atreves!- gritó ella- ¡el único aquí que ha engañado al otro eres tú! Es más, ni siquiera he cruzado más de dos palabras con Kouji Minamoto...- sacudió la cabeza- ¡desaparece de mi vista y de mi vida de una vez por todas!-

-Como quieras, bruja- dijo Kisho tranquilamente, cruzando los brazos- pero te advierto que esto no se quedará así... muy pronto te arrepentirás-

x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x

-Esa noche, Kisho fue a mi casa y entró, porque mi hermano mayor había dejado la puerta abierta- dijo Nara- me encerré en mi habitación para evitar que me hiciera daño... y fue cuando lo vi, el símbolo de Ophanimon en la pantalla de mi computadora... Kisho abrió la puerta y no sé como, pero me precipité dentro... la siguiente cosa que supe es que estaba en un mundo extraño...-

x-x-x FLASHBACK x-x-x

-¿Qué rayos es este lugar?- dijo Nara mirando a su alrededor.

-¡Aquí estás!- gritó Kisho, atrapándola por la espalda. Nara se libró de él dándole un codazo, y siguió corriendo. Vio un lago y sin pensarlo dos veces se tiró en él. Nadó hasta el otro lado y salió. Buscó con la vista a Kisho, pero éste apenas iba a la mitad del lago.

La chica aprovechó y se internó en el bosque. Se refugió entre unos arbustos. No pudo contener las lágrimas.

De pronto, escuchó pasos. Sintió como si su corazón se detuviera de pronto al ver que alguien se detuvo junto a ella. Pero para su fortuna, no era Kisho, sino un hermoso pegaso dorado.

-Eres una chica humana, ¿cierto?- le dijo el pegaso. Nara asintió, aliviada.

-¿Quién eres tú?- le preguntó ella.

-Mi nombre es Pegasusmon- respondió el otro- soy mensajero de la señora Ophanimon, uno de los tres ángeles del digimundo...-

x-x-x FIN DEL FLASHBACK x-x-x

-Pegasusmon me cubrió con una capa color marrón que llevaba en su lomo, la misma que yo tenía cuando me conociste en la pirámide de Mummymon- dijo Nara, limpiándose las lágrimas, y mostrándole la capa dentro de su morral- y me llevó con Ophanimon. Ella me propuso que la ayudara, y acepté...-

Kouichi escuchaba su historia, sorprendido.

-El día que vine al Digimundo fue el peor de mi vida- dijo Nara en voz baja- solo que... no quería recordarlo...-

-Lo siento- dijo Kouichi- no quería hacerte recordar nada desagradable...-

Nara lo miró a los ojos y sonrió.

-No lo sientas- dijo Nara- me siento aliviada de haberte contado esto...- sonrió- y todo porque el idiota de Kisho creyó que lo engañaba con tu hermano...-

-¿Y todavía sientes algo por...?- comenzó Kouichi.

-¿Estás loco?- dijo ella, cruzando los brazos con aire indignado- ¿por ese gorila sin cerebro?-

Kouichi sonrió. No sabía porque pero, por unos segundos, le había parecido más importante los sentimientos de la chica hacia Kisho que el futuro del Digimundo. Nara, por su parte, tomó de nuevo su manzana y le dio una mordida.

Kouichi iba a decir algo, cuando Kouji llegó hacia donde estaban ellos, seguido de Ai. Ambos estaban pálidos.

-¿Qué sucede, Kouji?- preguntó Kouichi al ver a su hermano en ese estado.

-Destynmon y LordKnightmon- dijo Kouji- vienen hacia acá...-

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CONTINUARA...