CAPITULO 18: TENSHIMON DEL CIELO
Takuya e Izumi salieron de la habitación donde se encontraban, y llegaron a un largo corredor. Unos segundos después llegó Kouji, y unos instantes luego se les unieron Kouichi y Nara, quienes habían salido de sus habitaciones.
-¡Chicos!- exclamó Takuya, aliviado de verlos- ¿están todos bien?-
-Por así decirlo- dijo Kouichi- ¿y ustedes?-
-Ophanimon perdió sus poderes- dijo Kouji tristemente- se sacrificó para salvarme...-
-También Cherubimon- dijo Kouichi.
-Extraño que los ángeles hayan venido a ayudarnos- dijo Takuya- entonces, es verdad que en este lugar se decidirá el futuro del Digimundo...-
-Así parece- dijo Kouichi- será mejor que nos demos prisa y busquemos esa lápida antes de que Lucemon llegue ahí primero...-
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Lucemon llegó al castillo de Destynmon, y éste y LordKnightmon se presentaron ante él.
-Caballeros de la realeza- dijo Lucemon- ¿aun no han recuperado los diez Spirits?-
-Aún no, señor Lucemon- dijo Destynmon- Ophanimon y Cherubimon se entrometieron en nuestros planes...-
-Pero no se preocupe más por ellos, ya han sido eliminados- dijo LordKnightmon.
-Menos mal- dijo Lucemon duramente- saben bien que detesto que siempre se entrometan en nuestros planes...-
-¿Cuáles son sus órdenes ahora, mi señor?- dijo Destynmon.
-Vayamos por ese Spirit de una vez por todas- dijo Lucemon- quiero terminar con la última amenaza contra mi victoria completa...-
-Sí, señor- dijo Destynmon.
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-¿Estás seguro que es por aquí, Takuya?- dijo Izumi, ahora cubierta por la capa de Nara, pues aún tenía mucho frío.
-Nos estamos acercando a la parte más profunda- dijo Takuya- y fue donde Gotsumon nos dijo que estaba la lápida...-
Kouji era quien corría por delante de todos. Algo le decía que Takuya tenía razón, y que se acercaban cada vez más a la lápida que buscaban.
-¿Y qué haremos una vez que...?- comenzó Nara, pero Kouichi la hizo callar tapándole la boca. Habían llegado a un enorme salón. Y no estaba vacío.
-Son Lucemon y los caballeros de la realeza- dijo Kouichi en voz baja. Kouji asintió. No solo estaban ellos, sino también Hiroto y Kisho, y entre ambos sostenían a una chica.
-Es Ai- dijo Kouji, apretando los dientes de enojo- esos malditos...-
-Suéltenme- exclamó Ai, forcejeando para liberarse. Era inútil. Hiroto y Kisho eran más fuertes que ella.
-Ahora, Ai, es hora de que cumplas con tu parte y nos entregues el último Spirit- dijo Lucemon.
-Nunca te ayudaré, malvado...- dijo Ai.
-No es una pregunta- gruñó Destynmon- obedece al señor Lucemon, niña...-
-Aunque quisiera, no puedo- dijo Ai- primero necesitan los otros diez Spirits...-
-Eso será fácil, preciosa- dijo Lucemon- algunos de tus amigos sobrevivieron, y sin duda vendrán a buscarte... es solo cuestión de esperar a que nos traigan los Spirits-
Ai miró a Lucemon con verdadero odio.
-No me mires así- dijo Lucemon.
-¡Suéltenme!-exclamó Ai.
-Tal vez si te oyen gritar vengan a salvarte con más rapidez...- dijo Lucemon maléficamente, haciendo sonreír a los dos chicos humanos que la sostenían.
-¡Ya déjenla en paz!- exclamó Kouji.
-Vaya, vaya- dijo LordKnightmon- ya vino el príncipe azul a rescatarte-
-Menos mal- dijo Lucemon con una sonrisa malévola- pero LordKnightmon, ¿dónde están tus modales?- se volvió hacia los chicos- ¿porqué no pasan a acompañarnos?-
Los cinco entraron a la habitación, dudosos.
-Buenas noches, chicos humanos- dijo Lucemon- espero que hayan disfrutado su estancia en el castillo de Destynmon...-
-Disfrutar no es exactamente la palabra que yo buscaría- dijo Takuya frunciendo el entrecejo.
-Sin embargo, ahora necesito la ayuda de ustedes cinco- dijo Lucemon- necesito los diez Spirits para conseguir el que está aquí, justo abajo de nosotros... y da la casualidad de que ustedes los tienen...- sonrió- solo tienen que dárnoslos y tal vez consideraré el dejarlos con vida...-
-En tus sueños- dijo Izumi.
-En ese caso, lo siento bastante, pero tendré que tomarlos por la fuerza- dijo Lucemon- Destynmon, LordKnightmon...-
-¿Y crees que no tenemos manos para defendernos?- dijo Kouji, sacando su digivice. Los otros lo imitaron.
-El Viento con el Fuego- dijo Izumi.
-¡Hyper Spirit Evolution!- exclamó Takuya- ¡KAISERGREYMON!-
-El Agua con el Resplandor- dijo Nara.
-La Oscuridad con el Resplandor- dijo Kouichi.
-¡Hyper Spirit Evolution!- exclamó Kouji- ¡MAGNAGARURUMON!-
-Mucho más fácil- dijo Lucemon- los diez Spirits en solo dos de ustedes...-
Kaisergreymon comenzó a pelear contra Destynmon, y Magnagarurumon contra LordKnightmon. La pelea se veía muy pareja.
-¿Dónde rayos está esa lápida?¿lo sabes?- dijo Izumi. Alzó la mirada y vio a Ai aún tratando de soltarse del par de chicos- Nara, tenemos que alejar a Ai de Hiroto y el otro tipo...-
Nara la miró asustada.
-No puedo- dijo Nara.
-¿Porqué no?- preguntó Izumi.
-Ese... ese chico es mi exnovio...- dijo Nara.
-¿Y eso que tiene que ver?- preguntó Izumi.
-No puedo- dijo Nara- tengo miedo de...- pero no acabó su frase, porque Izumi le dio una fuerte bofetada en la mejilla, que casi la hizo caer al suelo.
-¿Qué rayos te sucede?- dijo Izumi- te creía más valiente. ¿Cómo es posible que no hayas tenido miedo de tirarte a un enorme foso lleno de agua, o pelear contra tantos digimon malvados, y tengas miedo de acercarte a un chico y darle su merecido?-
Nara al principio miró a Izumi sorprendida. Se llevó la mano a su mejilla adolorida, y sonrió.
-Tienes razón- dijo Nara- gracias, Izumi...-
Las dos chicas corrieron hacia donde los dos chicos retenían a Ai.
-Nara, ¿acaso vienes a pedirme perdón?- dijo Kisho con una sonrisa- mira que es muy tarde para...¡aaaaaaaaaaah!-
Nara se había acercado y para Kisho parecía tener la más inocente de las intenciones, hasta que ella le dio un buen rodillazo en un sitio donde nunca lo olvidaría. El chico se dejó caer al suelo lloriqueando.
-Izumi, ¿qué...? ¡Auch!- exclamó Hiroto tras recibir un buen golpe de Izumi en el rostro.
-Vaya, gracias, chicas- dijo Ai, sonriendo al verse libre.
-Vámonos de aquí- dijo Izumi.
-¡No tan rápido!- dijo Lucemon, atacándolas. Pero un digimon se interpuso en su camino.
-¡Seraphimon!- exclamaron las tres chicas al mismo tiempo.
-¿Qué haces aquí?- dijo Izumi.
-Rápido, vayan por ese Spirit...- dijo Seraphimon, justo antes de desaparecer en un rayo de luz para convertirse en Patamon.
Ai asintió y corrió hacia la lápida.
-¡No, no lo obtendrán!- exclamó Lucemon- Destynmon, LordKnightmon, olvídense de ellos y ataquen a la chica...-
-¡No!- exclamó Magnagarurumon. LordKnightmon trató de atrapar a Ai con su lazo, pero Izumi la empujó para impedirlo.
En ese momento, llegaron corriendo Jumpei, Tomoki, Tooya, Karou y Satoshi, completamente normales.
-¡Ustedes!- exclamó Lucemon- ¿cómo rayos...?-
-¿Cómo es que...?- comenzó Kouichi, sorprendido de verlos bien y no convertidos en piedra.
-Seraphimon nos despetrificó con una de sus técnicas, y lo seguimos hasta aquí- dijo Jumpei- ahora, Kouji, si eres tan amable...- añadió mostrándole su digivice.
Kouji y Takuya volvieron a su forma normal, y devolvieron los Spirits a sus dueños. Los diez chicos hicieron un círculo alrededor de Ai y de la lápida.
-Prepárate, Lucemon, a conocer el poder de los diez guerreros legendarios- dijo Takuya.
-¡Ahora, chicos!- dijo Izumi.
-¡Spirit Evolution!- exclamaron todos.
-¡AGUNIMON!- exclamó Takuya.
-¡KAZEMON!- dijo Izumi.
-¡KUMAMON!- dijo Tomoki.
-¡BEETLEMON!- exclamó Jumpei.
-¡WOLFMON!- dijo Kouji.
-¡LÖWEMON!- dijo Kouichi.
-¡MIZUMON!- dijo Nara.
-¡HAGANEMON!- dijo Karou.
-¡KIMON!- dijo Satoshi.
-¡TSUCHIMON!- exclamó Tooya.
-¡No!- exclamó Lucemon- ¡deténganlos!-
Los caballeros de la realeza se lanzaron hacia ellos. Los diez guerreros legendarios extendieron sus brazos. Una fuerte luz blanca salió del centro del círculo, donde se encontraba Ai.
-¡Trueno Celestial!- dijeron los diez guerreros legendarios al mismo tiempo, utilizando juntos la técnica de Susanomon. Una enorme nube se formó sobre ellos. Cuando los caballeros de la realeza trataron de atacarlos fueron alcanzados y fulgurados por los rayos que salían de ella. Lucemon absorbió los digicodes de sus súbditos y digievolucionó.
-Tontos...- dijo Lucemon- ahora me he hecho más poderoso...-
Los guerreros legendarios lo ignoraron. Su atención estaba enfocada en el centro del círculo. La lápida blanca que estaba en el suelo comenzó a brillar, ahora de un color dorado.
-Ahora, Ai, tómalo- dijo Wolfmon.
-No pierdas el tiempo, la puerta está abierta- añadió Löwemon.
Ai sonrió y se arrodilló frente a la lápida dorada. Pudo notar que tenía un pequeño hueco que reproducía perfectamente la forma de su mano, y la colocó ahí.
-Ai Fujiwara- dijo una voz que parecía provenir del interior de la roca- recibe el Spirit del Cielo...-
Un Digivice totalmente blanco apareció frente a ella, y lo tomó. Luego la lápida se rompió en mil pedazos, y luego se volvió a unir, combinando sus colores dorado y blanco, tomando la forma de un Spirit, el cual entró al Digivice.
-¡Digievoluciona!- exclamaron los guerreros legendarios.
-¡Ultimate Spirit Evolution!- exclamó Ai- ¡Tenshimon!-
Tenshimon era un hermoso ángel femenino de cabellos negros, alas blancas y ojos color violeta. Llevaba una ligera armadura dorada, y un largo bastón del mismo color con una cruz y una perla blanca en la punta superior.
La hermosa digimon flotaba aún sobre los diez guerreros legendarios, y se volvió para encarar a Lucemon.
-Muy impresionante, Ai, muy impresionante- dijo Lucemon al verla- pero no será suficiente para vencerme...-
-Eso es lo que crees, Lucemon...- dijo Salamon, convirtiéndose en Ophanimon al recibir un rayo de luz que emergía de Tenshimon.
-...por fin, el Spirit del Cielo ha sido liberado...- dijo Lopmon, convirtiéndose en Cherubimon.
-...y es hora de que pagues por tus crímenes- dijo Patamon, convirtiéndose en Seraphimon.
-No lo creo- dijo Lucemon, conjurando una esfera de luz y una de oscuridad- tendré ese Spirit a como dé lugar...-
-No podrás vencerme, Lucemon- dijo Tenshimon- es hora...-
-¿Hora de qué?- dijo Lucemon, fastidiado.
-De que los guerreros legendarios unan todos sus poderes- dijo Tenshimon- y tú desaparezcas para siempre del Digimundo, para que jamás vuelvas a amenazarlo...-
-Me gustaría verte intentándolo- dijo Lucemon.
Los diez guerreros legendarios se miraron entre sí y asintieron.
-Recibe el poder del Fuego- dijo Agunimon, enviando a Tenshimon un rayo de luz roja- para el ardiente valor de los protectores del Digimundo y de nuestro mundo nunca se apague...-
-Recibe el poder del Viento- dijo Kazemon, enviando un rayo color morado- para nunca detenernos...-
-Recibe el poder del Hielo- dijo Kumamon, enviando un rayo blanco- para que la fuerza siempre ayude a los protectores de los dos mundos...-
-Recibe el poder del Trueno- dijo Beetlemon, enviando un rayo amarillo- que su energía nunca falte...-
-Recibe el poder de la Luz- dijo Wolfmon, enviando un rayo de luz azul- para que la luz de la amistad guíe su camino...-
-Recibe el poder de la Oscuridad- dijo Löwemon, enviando un rayo color negro- que sana las heridas y descansa la vista para la próxima pelea...-
-Recibe el Poder del Agua- dijo Mizumon, enviando un rayo color aqua- para que lave las impurezas a su paso...-
-Recibe el Poder del Bosque- dijo Kimon, enviando un rayo color verde- para que la victoria de hoy permita que todos los digimon sean libres y tengan un hogar...-
-Recibe el Poder de la Tierra- dijo Tsuchimon, enviando un rayo marrón- para que de ella vuelva a crecer todo lo bueno en el Digimundo...-
-Recibe el Poder del Metal- dijo Haganemon, enviando un rayo plateado- el elemento trabajado por hombres y digimon jamás vuelva a ser usado para atacarse entre sí...-
-Recibe el Conocimiento- dijo Seraphimon.
-Recibe el Amor- dijo Ophanimon.
-Recibe la Fuerza- dijo Cherubimon.
Lucemon miraba la escena, horrorizado. Tenshimon sonrió al recibir los poderes de los guerreros legendarios y de los tres ángeles, y se volvió a Lucemon.
-Lucemon, prepárate a ser vencido- dijo Tenshimon.
-Jamás- dijo Lucemon- ¡Luz y Oscuridad!-
-¡Rayo de Justicia Celeste!- exclamó Tenshimon. Un rayo de luces de varios colores salió de la punta del báculo de Tenshimon, y fue a dar directo al pecho de Lucemon, atravesándolo de lado a lado, mientras éste daba un alarido.
El digicode de Lucemon se expuso, pero se fragmentó y desapareció por completo.
-¡Sí!- exclamaron todos.
-Por fin- dijo Ophanimon- el Digimundo y el mundo de los humanos estará a salvo para siempre de Lucemon-
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Después de que todos volvieron a la normalidad, Ai terminó muy cansada. Los ángeles los habían transportado al castillo de Cherubimon. La chica durmió el resto de la noche y todo el día siguiente, hasta que por fin Izumi y Nara permitieron que Kouji la despertara porque ya se había preocupado.
Ya era hora de volver a casa. Bokomon se abrazó de la cintura de Takuya.
-¡No se vayan!¡No se vayan!- dijo Bokomon- ¡los voy a extrañar mucho!-
-Eso ya se los dijiste la última vez- dijo Neemon.
-¡No seas insensible, Neemon!- gritó Bokomon, estirando y soltando el pantalón de Neemon.
-No sé como podemos agradecerles lo que han hecho por nosotros- dijo Ophanimon- los once...-
-Y especialmente ustedes seis- dijo Cherubimon- que ya han estado aquí dos veces...-
-No es nada- dijo Tomoki, un tanto apenado.
-Ya hemos enviado a todos los chicos humanos traídos por los sirvientes de Lucemon de vuelta al mundo de los humanos- dijo Seraphimon- incluyendo a Hiroto y Kisho...-
-Cuando lleguen, no recordarán nada- dijo Seraphimon.
-Y es hora que vuelvan ustedes- dijo Ophanimon, abriendo un portal- volverán en el mismo instante en que llegaron aquí, y no recordarán nada de lo ocurrido...-
-¿No recordaremos...?- comenzó Ai.
-Es injusto- dijo Nara- ellos sí recuerdan lo sucedido la última vez que vinieron...-
-Eso fue porque pasaron por un portal creado por Lucemon, que no se sujetaba a estas reglas- explicó Cherubimon- esta vez es diferente...-
Nara mandó una mirada llena de tristeza a Kouichi, y Ai hizo otro tanto con Kouji. Este último la abrazó por la espalda.
-No se preocupen- dijo Kouichi- nosotros no las olvidaremos...-
-¿Lo prometen?- dijo Ai, mirando a Kouji.
-Lo prometo- dijo Kouji.
-Yo también- dijo Kouichi.
-Oye, Kouichi, solo una cosa- dijo Nara- mañana en la escuela... aleja a Kisho de mí, por favor, porque sé que voy a estar muy asustada...-
Kouichi sonrió.
-Lo haré- dijo él.
Los chicos asintieron y comenzaron a entrar al portal. Primero Karou, Tooya y Satoshi. Luego Nara y Ai.
-Ustedes seis conservarán la memoria de lo sucedido- dijo Cherubimon.
-Oh, genial- dijo Jumpei de mal humor- recordaré que pasé un par de horas convertido en piedra...-
Ignorando el último reclamo de Jumpei, los chicos entraron al portal. Primero Izumi, Takuya, Tomoki, Jumpei y Kouichi. Kouji se volvió antes de entrar y sonrió.
-Gracias por todo, Ophanimon- dijo el chico antes de internarse en el portal.
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Kouji y Kouichi aparecieron en la sala de su casa, justo frente al televisor.
-¿Hijos?¿Ya se durmieron?- se escuchó la voz de la señora Kimura desde arriba. Los gemelos apagaron el televisor, botaron lo zapatos en la puerta y subieron a toda prisa a su habitación.
-Ya estamos en la cama- dijo Kouichi- que duermas bien, mamá...-
-Igualmente, hijos- dijo la señora Kimura.
Los gemelos se miraron entre sí con una sonrisa. Se cambiaron y cada uno se metió a su cama.
-Recuerda que mañana tienes que ir a la práctica de mi banda...- dijo Kouji.
-Rayos, lo había olvidado- dijo Kouichi-buenas noches, Kouji- sonrió- que duermas bien...-
-Buenas noches, Kouichi- dijo Kouji, sonriendo también- que sueñes con los angelitos... que yo haré otro tanto...-
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CONTINUARÁ...
Un capítulo más para el fin. Paciencia, ya casi termina.
Abby L. / Nona
