Taki, la chica de mis sueños
Capítulo cuatro: Sueños rotos
Genzo y Tsubasa siguen discutiendo sobre la delicada situación del fútbol japonés cuando entra Munemasa Katagiri, el presidente de la Federación, acompañado de una mujer aún joven...
-Buenos días Lily... –responde Oozora, reconociendo a la esposa de Wakabayashi. –Que sorpresa, ya no te vemos casi por aquí...
-Es que no he tenido ningún motivo para venir...
Tsubasa y Katagiri se dan cuenta de que los rumores sobre las fricciones entre el matrimonio Wakabayashi sí son más que chismes, entonces Tsubasa comenta...
-Nos vamos para que hablen a solas...
-No es necesario, lo que vine a decirle a... a Genzo sólo tomará unos minutos. Genzo, he venido a recordarte que el miércoles tenemos cita con el abogado. –dice Lily con voz seca. –No me dejes esperando como la vez anterior, mi tiempo es valioso y quiero acabar con esto rápido...
-El mío también. –responde Wakabayashi mirándola de reojo desde su asiento. -Allí estaré, sólo que espero que no llegues tarde. ¿Algo más?
-No, no hay nada más que tu y yo tengamos que hablar sin el abogado. Director Katagiri, Tsubasa... Buenos días...
Lily sale la oficina tan rápidamente como entró y su figura se pierde detrás de la puerta del ascensor. Tsubasa y Katagiri voltean a ver a Genzo que no parece mostrar ninguna reacción o emoción.
-¿Abogado¿Para qué... ? –pregunta Katagiri.
Genzo respira hondo y contesta.
-Para el divorcio. Ustedes son los primeros en enterarse que Lily y yo nos vamos a divorciar.
El entrenador y el director intercambian una mirada de estupor, pero el vicepresidente se mantiene indiferente.
-Pero... creí que solamente estaban pasando por un mal momento... –murmura Tsubasa ante la sorpresiva noticia.
-Pues ya ves que no. Las cosas han ido demasiado lejos hasta un punto que no se puede retroceder más. Supongo... que así es la vida ¿no? –dice dejando salir un suspiro de resignación.
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-¿Es por el hockey? –pregunta Hayate.
-No... antes quería engañarme a mí misma y creer que era por eso, pero la verdad no tiene nada que ver. –suspira la tigresa. -¿Viste a Atsuko, la piba con lentes que estaba hoy conmigo? Bueno, ella es compañera mía de la escuela también y tiene uno de los mejores promedio.
-¿Y tu mamá no quiere que juegues más? -pregunta tratando de adivinar el motivo de la pena de la muchacha.
-No, a veces le echa la culpa al hockey, pero hasta ahora no me lo trató de impedir. Además dice que tengo que hacer algún deporte porque sino no me voy a convertir en una pandillera o cosas así dice. La verdad hay días que me parece que le faltan un par de caramelos en el frasco...
-Pero si se preocupa es porque te quiere... seguramente quiere lo mejor para ti.
-¿Y si me quiere tanto porque se la pasa fastidiándome? Ahora seguro que me va a querer mandar a alguna escuela de refuerzo, cree que con más clases se va a solucionar todo en dos patadas...
Takiko se cruza luego de tirar un bollito de papel hecho con servilletas al cesto de basura. Hayate la observa, a pesar del carácter agresivo de la chica es obvio que necesita de alguien que la ayude un poco, entonces sugiere:
-Se me ocurrió una idea. Yo también tengo que empezar a estudiar para entrar en el instituto. Si quieres podemos estudiar juntos... después de todo, el examen es el mismo¿verdad?
-Hum... –entrecierra sus gatunos ojos. –Flaco, no sé...
-Sin ningún compromiso de nada. Sólo como amigos. No te voy a molestar ni voy a hacer nada incorrecto, te lo juro. Solamente te quiero ayudar, es todo.
La tigresa se rasca la cabeza como si estuviera pensando y después contesta:
-'ta bien. ¡Pero apenas te vea con alguna actitud rara, te doy dos piñas y el raje!
-No te arrepentirás, te lo prometo. –dice Daichi mientras mira el reloj. –Tigresa, tengo ya que irme; mi mamá y yo tenemos turno con el médico. Luego te busco. ¡Chau!
Takiko se queda mirando al muchacho que se va en su bicicleta a toda velocidad mientras se pregunta por qué cuernos le dijo que sí a ese chico¿acaso es tan desesperante su situación escolar?
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Daichi estaciona el coche (de Tsubasa, porque propio no tiene) en el estacionamiento de la sede de la Federación; de casualidad encuentra un lugar frente a la entrada, ya que un auto se está yendo en esos momentos. Mira por el retrovisor y nota que el auto en cuestión no es otro que el Toyota rojo de Lily Wakabayashi, pero ella pasó frente a él sin siquiera reconocerlo.
Desde la sala de recepción del piso de arriba de la JFA, Misaki mira como el pobre auto de su ex-compañero de la selección hace unas extrañas maniobras para estacionarse, cosa que no le deja de llamar la atención.
-Misaki, no sabías que ya estabas aquí. Pensé que vendrías recién para la reunión de las cuatro. –dice una voz detrás suyo, la de Tsubasa.
-¿Tsubasa? –se da vuelta. -¿Estabas aquí entonces?
-Claro. ¿Dónde más?
-¿Y entonces quién está conduciendo tu auto?
-Ahí tienes tu respuesta. –dice Tsubasa señalando la puerta del ascensor, de dónde sale su hermano menor.
-¡Tsuby, Tarito¿Me extrañaron? –dice el sonriente muchacho abriendo sus brazos para darle un abrazo de oso que Tsubasa rechaza y Taro padece, desacomodándosele los lentes.
-La verdad, la verdad... –empieza a decir Misaki pero Daichi otra vez lo interrumpe.
-¡Yo sé que sí, Tarito! –exclama dándole una palmada en el hombro que lo hace.
-¿Y a qué debemos el "honor" de tu visita? –lo interroga su hermano mayor.
-A qué venía... ¡ah! Quería ver si me podías prestar el auto, es que
-Bueno, la verdad es que... –dice Tsubasa, pero también es cortado...
-¡Yo sabía que no iba a haber ningún problema! –da otra palmadita. -Oigan, la que vi pasar recién en el estacionamiento¿no era la señora de las cuatro décadas?
-¿Quién? –Misaki mira a Daichi sin entender.
-Se refiere a Lily... –explica Tsubasa. -Sí, era ella...
-No sabía que había venido... hace mucho que no la veía por aquí –comenta Taro. -Que extraño que se haya marchado tan pronto y sin pasar a saludar...
-Es que no vino de visita de cortesía... –el entrenador baja la voz. –Wakabayashi y Lily se van a divorciar...
Misaki lo mira incrédulo y debe ajustarse los lentes nuevamente; como si la sorpresa fuera visual pero no dice nada, en cambio Daichi...
-¿Se divorcian¡No te lo puedo creer Tsuby! Creí que nunca lo dejaría... Bueno, siempre hay una primera vez para todo en la vida... –dice con una gran sonrisa.
Daichi le brillan los ojos, Tsubasa entrecierra los suyos; él sabe que la debilidad de su hermanito menor son las latinas y que siempre le tuvo ganas a Lily, pero que nunca se atrevería a hacer nada porque es bien conocido por todos que Wakabayashi es un hombre realmente muy celoso... pero ahora... ¿quién le garantizaba que no intentaría algo?
-No te pongas tan feliz, Daichi. Todavía no se han divorciado y nada garantiza que lo hagan realmente, así que ojo con lo que tu cabecita loca piense... Ahora, si no te molesta retirarte, hay gente que sí tenemos que ganarnos la vida trabajando...
-Sí, sí, ya sé, me voy, me voy... ¡Hasta pronto Tarito; y a ver cuando tu esposa me invita a comer algo de ese rico teriyaki que prepara!
-Azumi no tiene tiempo de cocinarte, Daichi. Como es la representante de Tino, está muy ocupada con los papeles de la renovación de su contrato en NOB... y aunque lo tuviera no la dejaría que te invitase... –responde molesto.
-Bueno, no importa... ya me iré a comer unos tacos a la casa de Lily... seguramente ha de necesitar un buen amigo que la consuele en estos momentos tan difíciles.
-¿Eh? Que te dije de acercarte a la casa de...!
Pero Daichi no responde nada y sólo saluda con cara de ganador mientras se cierra la puerta del ascensor, dejando a Tsubasa con la palabra en la boca y a Misaki escuchando atónito como el auto se marcha a gran velocidad. El entrenador juvenil exhala un largo suspiro.
-Está bien, Misaki, dilo...
-¡Es que...¡Es lo veo y no puedo creerlo¿Qué le ha pasado a Daichi? Siento decir esto porque es tu hermano, pero... Daichi es la decepción de esta nueva generación...
-No te preocupes Misaki, no soy ciego como para no darme cuenta; por eso le sugerí a Roberto que lo entrenara... quizás todavía pueda hacerse algo...
-Es que no es sólo su estado físico. De verdad no lo entiendo, Tsubasa... Cuando era más joven... estaba tan llenos de sueños, de ganas de triunfar, pero desde que volvió de Portugal... ha cambiado tanto que... es como si fuera otra persona...
Tsubasa mira a su amigo de infancia y sin demostrar demasiada emoción contesta:
-Bueno... quizás sea... que no todos los sueños están destinados a cumplirse...
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Pero Misaki no es la única persona en sentirse decepcionado hoy...
Sanae y Daichi esperan impacientes en el consultorio del doctor, este abre unos informes que traen el nombre del muchacho...
-¿Y doctor, ya tiene los resultados de Hayate? –pregunta Sanae con expresión apenada.
-¿Qué dicen? –pregunta el chico ansioso.
-Bueno... según los resultados de la perimetría computarizada y el fondo de ojos, confirman el examen preeliminar del otro doctor que consultaron... la causa de los dolores de cabeza de Hayate no es más que el resultado que una miopía aguda...
Sanae y su muchachito se miran, pero es ella la que se atreve a preguntar:
-O sea que...
-Que Hayate no ve bien de lejos señora Oozora... No te preocupes muchacho, es muy normal que a tu edad se descubran estas cosas... no es nada del otro mundo... con unos lentes se te pasarán los dolores...
-Es que usted no entiende... –dice Sanae. –Hayate es miembro del equipo de fútbol de la secundaria Shibakouen y juega en el medio campo... imagínese que no puede usar lentes para jugar, sería muy peligroso...
-Claro que sé lo que hace este muchacho ¿o cree que no vi su apellido? Pero no existe otra solución... además de que si no lo hace, los dolores de cabeza seguirán e incluso su vista seguirá disminuyendo...
Hayate escucha sin decir nada lo que habla su madre: piensa en los entrenamientos de su equipo y en las veces que estuvo a punto de anotar gol y falló, incluso en momentos importantes, cómo en el último torneo dónde el equipo estuvo a punto de perder la clasificación de Tokio por un error suyo; si no fuera porque Daibu llegó para asistirlo... pero en el nuevo campeonato su hermano no podrá jugar por el accidente de bicicleta y seguramente todos sus compañeros de Shibakouen depositarán la carga en él... el estigma del apellido Oozora. Luego de meditar un poco dice:
-Doctor, perdone que interrumpa pero... yo tengo entendido que la miopía se puede operar ¿verdad? Es decir, si me opero pronto... quizás pueda estar listo para el Torneo Nacional entre secundarias... si empiezo ahora...
-¡Es verdad! –exclama Sanae. –Doctor, yo sé que suena pedante decir esto pero... el dinero no es problema, incluso si debemos viajar...
El médico se ríe con esa risa de aquellos médicos que quieren hacer parecer como que todo está bien cuando no es así y contesta:
-Calma... no es así de fácil... es verdad que existen las operaciones con rayo láser, no se puede operar hasta que el cuerpo haya completado su formación y eso no será hasta al menos los veinte años... La operación es sencilla pero... sólo existen un 70 por ciento de probabilidades de que sea exitosa...
-¿Y si falla? –pregunta Hayate.
-Quedarías ciego...
-Hayate, hijo, no podemos arriesgarnos tanto... –dice Sanae, pero su hijo no la escucha. –Discúlpelo doctor, nos retiramos... vamos Hayate, tomaremos un taxi...
Julio de 2005
Hola a todos again! De vuelta muchas gracias por sus reviews, la verdad no dejan de sorprenderme, ya que he recibido mensajes de gente que normalmente no lee mis fics¡estoy súper emocionada! Veo que tienen muchas dudas sobre algunas cositas que puse por aquí (me gusta, me gusta, ñaca ñaca) y habrá mas! Pero todo a su tiempo... Ojo que hay spoitlers!
Alisse: para responderte a mis preguntas estoy utilizando la línea temporal de la historia de la que surgió Tino y que hasta ahora no pude escribir... para hacerla corta; los mundiales son en años pares... el último, el de Chile, fue en el 2018 y Tino no jugó porque aún era de los juveniles (estaba en el borde de la edad); si ya lo están preparando y además hablan de que en el próximo sí va a jugar y será en el 2022... (no sé aun en dónde sugieran un lugar ) así que tienes tiempo con el $$$. ¿Cuándo aparecen Misaki & cía? Lamento decepcionarte pero no saldrá demasiado ya que la historia de este fic no está demasiado centrado en él... aunque como es el entrenador de la selección juvenil se lo verá al menos en ese aspecto, en cuanto a su hijo Tino, como dijimos está entrenado en Argentina, más precisamente en Newells Old Boys... pero aparecerá en determinando momento; al igual que el resto de los hijos de todos claro que si el público demanda la presencia de ellos... (igual entre nos Alisse, tengo una sorpresa sobre la familia Misaki)
Lily: Si! Genzo es el Vice... y será pronto el director (un poco joven pero bueh, en Japón no tienen que aguantar a Julio Grondona la gente de Argentina seguro me entiende). Fue difícil pensar que haría cada uno en su retiro y como ya Misaki y Tsubasa son entrenadores y a él como que no lo veía para eso... además la idea se me ocurrió del Rock & Roll y Soccer dónde el padre de Noriko tiene ese puesto... y que pensaste
Conti¿Parecida a Taki¿En serio? Pues fíjate que puede ser; yo no baso mis personajes en gente real pero hace poco conocí a una chica que coincide bastante con la descripción de Maria da Graça y yo al personaje lo inventé 100 (incluso tenía mis dudas con ella; pensé que sería poco creíble, pero la realidad me demostró lo contrario...).
Bueno chicas, espero que esto les aclare sus dudas cualquier cosa ya saben... en el foro o en mi mail Ah, ya casi me olvido: en el futuro van a ir apareciendo personajes de otras series (así como lo del profesor Kinomoto) y quizás lugares, a las que vayan respondiendo correctamente cuáles son y de dónde seguramente recibirán algún premio, sólo manden un privado o un mensaje a mi casilla con el subjet: LOS SECRETOS DE TAKIKO (se me ocurrió de las guías de El código Da Vinci je je je), no lo hagan en los foros o en porque es público y sino se copian las respuestas! EN ESTE CAPÍTULO YA PUSE UN DATO, a lo mejor es un poco difícil pero quiero ver que hacen...
Besotes y feliz y atrasado Día del amigo!
Vicky