N/A Lo mismo de siempre... toooodo el mundo HP es de J.K.R.
Capítulo 6 Explicaciones
Dumbledore los sacó a todos de su contemplación. Tomó la mano de Snape que ya había recobrado su aspecto habitual sin que nadie lo notara.
-Debemos irnos. Yo llevaré a Severus. Harry, tu te irás con tu padrino -dijo Dumbledore.
Por un instante Harry pensó que se iría con su padrino a alguna parte, pero Dumbledore pareció entender que no se había expresado con claridad porque agregó.
-Me refiero a que tú tomes su mano para que te puedas aparecer con él en Hogsmeade. De ahí todos nos iremos a Hogwarts.
Hicieron como Dumbledore decía y se aparecieron en Hogsmeade. Al instante Sirius se transformó en perro. Un carro como los que llevaban a los alumnos a principios de curso los llevó a los cinco hasta el castillo.
Cuando entraron, Harry notó que parecía frío y desierto. Se notaba la falta de los demás estudiantes y profesores. Todos fueron donde la señora Pomfrey. Harry se preguntó porqué la señora Pomfrey pasaría también el verano en el castillo, pero pensó que no era el momento para ponerse a indagar sobre su vida. Se prometió a si mismo averiguar eso más tarde.
Después de explicarle lo sucedido a la señora Pomfrey, Snape se quedó en la enfermería y los demás salieron y se dirigieron al despacho de Dumbledore.
-¡Arroz con leche! -dijo Dumbledore cuando llegaron a la gárgola de piedra. Subieron a su escritorio y ante un signo del director indicándoles unas sillas, los cuatro se sentaron. Sirius se transformó nuevamente en él y fue el primero en hablar.
-Albus, tengo que hablar con mi ahijado -dijo dirigiéndole a Harry una rápida mirada. Harry ya se lo estaba esperando.
-Esta bien, Sirius -le respondió Dumbledore, y luego se dirigió a Harry-. Pasarás la noche aquí y mañana regresarás donde tus tíos. No sabemos cuales serán los próximos movimientos de Voldemort así que sigue en pié lo de no salir de la casa. Espero que esta vez hagas caso -dijo esto último frunciendo el ceño-. Ve a tu sala común, la contraseña es "simple veritas". Sirius, acompáñalo.
Cuando Harry y su padrino ya llegaban a la puerta Dumbledore agregó:
-Ah... y usa el regalo de tu padrino, Harry.
Harry asintió y tras despedirse de Remus y del director salieron del despacho y bajaron por la escalera en espiral. Al llegar abajo Sirius se volvió a transformar en perro y ambos hicieron el camino a la sala común de Gryffindor en silencio. Una vez adentro, Sirius volvió a transformarse en él y miró a Harry. Harry lo miró y bajó la vista, sabía que ahora tendría que hablar con él, y ya no estaba Dumbledore para cambiar de tema.
Ante la sorpresa de Harry, su padrino no dijo nada, se acercó y lo abrazó por un minuto o más. Solo después habló.
-Tuve tanto miedo, Harry. Cuando Severus nos avisó que te habían capturado me temí lo peor.
-Lo siento -fue lo único que atinó a decir Harry.
-No basta con que lo sientas Harry. Tienes que estar más consciente de lo que haces. ¿Por qué te sacaste el anillo? ¿Dónde lo tienes?
-Yo... lo escondí en casa de mis tíos -le respondió Harry mirando el suelo. Luego no aguantando más la curiosidad se atrevió a preguntarle- ¿Cómo funciona el anillo?
Sirius sonrió, y Harry no se asombró demasiado cuando sacó un pergamino y lo tocó con su varita murmurando algo que Harry no alcanzó a identificar. Pero si se sorprendió cuando apareció en él el mapa de un lugar que no conocía. Se veía un puntito al centro con una etiqueta al lado que decía "pelícano". Sirius también miró extrañado el mapa, pero no dijo nada.
-¿¿¿Pelícano??? -preguntó Harry.
-¿Y que esperabas? ¿Qué pusiera "Aquí está Harry Potter"? -le preguntó su tío con una carcajada-. Piensa un poco, si este mapa cae en malas manos no querría ponerte en peligro. Por cierto, ¿no me dijiste que escondiste el anillo en casa de tus tíos? -preguntó con voz preocupada mirando el mapa.
-Ehhhhhh... si -le respondió Harry en tono inseguro. Su padrino lo miró a los ojos dándole a entender que esperaba una respuesta más específica, por lo que Harry continuó -Lo escondí en el motor de la aspiradora de mi tía Petunia.
Sirius miró a Harry con incredulidad y luego suspiró con resignación.
-Entonces ya sabemos que es lo que indica el mapa -dijo volviendo a mirar el pergamino, Harry lo miró sin entender-. Verás, el anillo contiene unas... sustancias que son atraídas fuertemente por los campos magnéticos. Probablemente tu tía usó la aspiradora y el motor atrajo el anillo. ¿En que parte de la aspiradora lo pusiste?
-Junto al motor -dijo Harry después de tragar saliva-. Pero lo pegué a las paredes de plástico con cinta aisladora, para que no se soltara -agregó.
-Pues al parecer no fue suficiente -le respondió su padrino-. En fin, supongo que en el servicio técnico muggle encontrarán el anillo. Espero que se lo devuelvan a tu tía. Si es así, procura pedírselo, Harry.
-No te preocupes, no creo que a los muggles les interese ese anillo. No parece una joya de valor -le dijo Harry tratando de restarle importancia al hecho. Luego tratando de desviar la atención de su padrino agregó: -¿Y que fue lo que murmuraste para que apareciera?
-Eso -le respondió Sirius poniendo especial énfasis en esa palabra- note lo voy a decir a ti. De todos modos tu no lo vas a usar, no te vas a perder de vista de ti mismo.
-Pero podría servirme para saber donde me encuentro -le respondió Harry tratando de convencerlo. Sirius se rió.
-No, porque esto me lo guardo yo -dijo tocando de nuevo el mapa con su varita (con esto volvió a quedar en blanco) y guardándoselo en el bolsillo.
Harry lamentó que su padrino no se lo dijera. Comenzó a recordar lo que había vivido las últimas horas y una duda le vino a la cabeza.
-Sirius... ¿cuales fueron esos planes que dijeron que había arruinado? -le preguntó. Ante la pregunta Sirius se puso serio.
-Ah... eso. Bueno, no sé si lo sabes, pero Severus es un ex mortifago. Pero hace años ya que es un espía encubierto para Dumbledore. Él supo que Voldemort tenía planeado secuestrarte y obligarte a transformarte en un mortifago. Es por eso que secuestró primero a tu primo, pretendía obligarte a llevar a cabo el ritual de iniciación bajo la amenaza de hacerla daño a Dudley si no aceptabas.
A Harry se le pusieron rojos los ojos recordando a su primo pero Sirius continuó.
-El plan era que, cuando te fueran a buscar, Severus se quedaría esperando la lechuza que los mortifagos le enviarían a Voldemort. Esperábamos que no consiguieran sacarte de la casa de tus tíos (ante esto su tío nuevamente frunció el ceño mirándolo a los ojos, ante lo cual Harry volvió a mirar al suelo). Severus interceptaría la lechuza de los mortifagos diciéndole a Voldemort que no te habían capturado y esperando instrucciones, y volvería a enviar la lechuza con un mensaje en el que dijera que SI habían conseguido raptarte para que Voldemort lo recibiera unos minutos más tarde. Entonces, se tomaría una poción que tenía preparada, con el fin de transformarse en ti y tomar tu lugar en la casa del bosque. Nos enviaría un mensaje a Hogwarts por la chimenea para que Dumbledore, Remus y yo fuéramos también rápidamente, por la red flu, a la casa del bosque a rescatar a Dudley mientras él se ocupaba de esperar a Voldemort.
-Pero no entiendo -lo interrumpió Harry-. Si todo el tiempo supieron que Dudley se encontraba en aquella casa, ¿Por qué no fueron simplemente a rescatarlo antes?
-Porque eso le hubiera indicado a Voldemort que alguien lo había traicionado, y Severus podría haber sido descubierto. Su trabajo de espía es vital si queremos destruir a Voldemort, Harry. Por eso era preferible hacerle creer a ese miserable que sus planes habían dado resultado, que los había podido capturar a ambos, pero que tu primo había logrado escapar y que tú, después de que él te hubiera visto, lograras escapar también.
Harry asintió, pero todavía no le quedaba todo completamente claro.
-Pero, ¿Cómo hizo Snape para preparar la poción multijugos en las narices de Voldemort sin que nadie se diera cuenta? ¡Esa poción se tarda un mes para estar lista!
Harry se dio cuenta tarde de que había hablado demasiado. Cuando dijo eso último su padrino arqueó una ceja y lo miró suspicazmente.
-¿Cómo sabes cuanto se tarda la poción multijugos, Harry? -le preguntó su padrino frunciendo el ceño y como adivinando la respuesta.
Harry no vio motivos para inventar una mentira a su padrino, y de todos modos no se le ocurrió ninguna que sonara convincente en ese momento.
-Es que con Hermione y Ron la preparamos cuando estábamos en segundo -le respondió Harry. Sirius lo miró serio-. La necesitábamos de verdad -agregó Harry como disculpándose.
-A veces me preocupa que te parezcas tanto a tu padre, Harry -le dijo Sirius sonriendo esta vez (Harry también sonrió). Luego pareció recordar de qué estaban hablando y continuó: -Severus no tuvo problemas para preparar la poción ya que por órdenes de Voldemort tenía que prepararla para una mortifaga que se haría pasar por tu vecina. Cuando estuvo lista no tuvo más que apartar un poco para él, y diferenciarla cuando llegara el momento de ir a la casa del bosque.
Harry recordó los pelos que habían tenido que quitarles a Crabbe y Goyle cuando estaban en segundo y no pudo evitar preguntar.
-¿Qué usó Snape que fuera mío para diferenciar la poción? -preguntó Harry bajando la voz con aire de complicidad. No podía imaginarse a qué cosa de él podría tener acceso Snape.
-Dumbledore conserva algunos cabellos tuyos, Harry. Para usarlos en este tipo de eventualidades -le respondió su padrino.
-Pero ¿y de donde los sacó Dumbledore? -no pudo evitar preguntar Harry. Su padrino se rió.
-Se los pidió a los elfos que hacen tu cama, Harry -respondió Sirius cómo si fuera lo más obvio del mundo. Harry lo pensó y llegó a la conclusión que, en realidad, era bastante lógico.
-Bueno Harry, va a amanecer dentro de un par de horas. Creo que lo mejor será que duermas unas horas. Mañana volverás donde los muggles. Yo también necesito dormir. -le dijo Sirius bostezando.
Harry recordó la carta que les había dejado a sus tíos, tendría que inventar algo para justificar estar de vuelta en la casa. Pero recordó que Hedwig se había quedado encerrada en su dormitorio así que supuso que a sus tíos no les extrañaría verlo de vuelta, supondrían que él no se iría por el resto del verano sin llevarse su lechuza. 'Mañana pensaré en eso' pensó bostezando. Ambos subieron al dormitorio habitual de Harry y sus compañeros y se durmieron rápidamente.
Antes de lo que Harry hubiera deseado sintió la voz de su padrino que lo despertaba.
-Harry, despierta -le decía mientras le movía un hombro-. Tenemos que bajar a tomar desayuno.
Fueron las palabras mágicas. Solo entonces Harry se dio cuenta de que estaba hambriento y el sueño se fue a segundo plano. Rascándose los ojos se sentó en la cama y miró a su padrino que le sonreía. Deseó poder despertar así más seguido.
-Yo ya estoy listo, te espero en la sala común. Dúchate rápido para que bajemos a desayunar -y diciendo esto salió del dormitorio.
Harry bajó un rato más tarde, su tío lo esperaba sentado frente a una ventana. Al verlo llegar su tío suspiró y se paró.
-Esta sala me trae tantos recuerdos... -le dijo.
Harry no respondió nada, y ambos bajaron al gran comedor. Allí encontraron a Dumbledore, Snape, Remus y para alegría de Harry también Hagrid, sentados en la mesa de los profesores. Todos les sonrieron, menos Snape, quien les dirigió una breve mirada fría tras la cual volvió a concentrarse lo que estaba comiendo. Harry se alegró de ver que estaba mejor. Al menos había vuelto a ser el de siempre. 'Fue una suerte que el hechizo de Dumbledore funcionara a tiempo, sino la maldición "Avada Kedavra" lo habría matado', pensó Harry. Se sorprendió a si mismo alegrándose de que Snape no hubiera muerto, y recordó que nuevamente le había salvado la vida. Pensó que buscaría un momento para darle las gracias antes de irse. Dumbledore les hizo un signo con la mano invitándolos a sentarse con ellos, cosa que no tardaron en hacer. Harry le dio un gran abrazo a Hagrid.
-Es bueno verte bien -le dijo Hagrid sonriéndole.
-Yo también estoy feliz de verte -le respondió Harry.
Tomaron desayuno en un ambiente alegre, que contrastaba con los recuerdos de lo vivido tan solo unas horas antes. Snape no se unió a la alegría general, se limitó a comer en silencio.
-Remus te acompañará a la casa de tus tíos, Harry -le dijo su padrino-. Te acompañaría yo, pero todavía soy un delincuente prófugo -agregó. Harry se puso triste ante la perspectiva de separarse de su padrino nuevamente, pero Lupin le sonrió y se sintió mejor.
-Yo ya me tengo que ir -dijo Snape parándose.
-Ve -le dijo simplemente Dumbledore. Todos los demás se quedaron en silencio mientras lo veían alejarse.
Harry se preguntó si debería... , si podría... Y antes de que se diera cuenta de lo que hacía se encontró saliendo rápidamente del gran comedor. Alcanzó al profesor de pociones en la puerta del castillo, quien se detuvo al verlo.
-Gracias -le dijo Harry simplemente.
-No se siga metiendo en problemas, Potter -le respondió Snape. Tras lo cual salió y cerró la puerta sin mirarlo.
Harry se quedó un momento inmóvil. ¿Qué esperaba? Por un momento había imaginado que las cosas podrían ser diferentes entre Snape y él. Pero todo parecía estar volviendo a la normalidad. Bueno, si es que a su vida se le podía llamar "normalidad".
Al darse vuelta para volver al gran comedor vio que los demás ya habían salido. Aunque los cuatro parecían conversar, vio que Dumbledore y su padrino lo miraban. Se sintió un poco avergonzado. No sabía hace cuanto que habían salido ni si habrían visto su corta conversación con Snape. 'Bueno, y que importa si la vieron' se dijo a si mismo caminando hacia el grupo.
-Bueno Harry, nos vamos -le dijo Lupin.
-Nos vemos el 1º de septiembre, y recuerda lo que te pedí -le dijo Dumbledore, y tras despedirse de Lupin se alejó, en dirección a su despacho probablemente.
-Adiós Harry -le dijo su padrino abrazándolo-. Escríbeme si tienes cualquier novedad. Y recuerda tratar de recuperar el anillo. Y no te lo saques si lo recuperas. Esperaré tu lechuza para saber cómo te fue con eso -y tras decir esto último se alejó en la misma dirección que Dumbledore. Sólo quedaban Lupin, Hagrid y él.
-Los acompaño hasta la reja -les dijo Hagrid.
FIN
N/A ¡Espero que les haya gustado! Déjenme reviews ^_^
Capítulo 6 Explicaciones
Dumbledore los sacó a todos de su contemplación. Tomó la mano de Snape que ya había recobrado su aspecto habitual sin que nadie lo notara.
-Debemos irnos. Yo llevaré a Severus. Harry, tu te irás con tu padrino -dijo Dumbledore.
Por un instante Harry pensó que se iría con su padrino a alguna parte, pero Dumbledore pareció entender que no se había expresado con claridad porque agregó.
-Me refiero a que tú tomes su mano para que te puedas aparecer con él en Hogsmeade. De ahí todos nos iremos a Hogwarts.
Hicieron como Dumbledore decía y se aparecieron en Hogsmeade. Al instante Sirius se transformó en perro. Un carro como los que llevaban a los alumnos a principios de curso los llevó a los cinco hasta el castillo.
Cuando entraron, Harry notó que parecía frío y desierto. Se notaba la falta de los demás estudiantes y profesores. Todos fueron donde la señora Pomfrey. Harry se preguntó porqué la señora Pomfrey pasaría también el verano en el castillo, pero pensó que no era el momento para ponerse a indagar sobre su vida. Se prometió a si mismo averiguar eso más tarde.
Después de explicarle lo sucedido a la señora Pomfrey, Snape se quedó en la enfermería y los demás salieron y se dirigieron al despacho de Dumbledore.
-¡Arroz con leche! -dijo Dumbledore cuando llegaron a la gárgola de piedra. Subieron a su escritorio y ante un signo del director indicándoles unas sillas, los cuatro se sentaron. Sirius se transformó nuevamente en él y fue el primero en hablar.
-Albus, tengo que hablar con mi ahijado -dijo dirigiéndole a Harry una rápida mirada. Harry ya se lo estaba esperando.
-Esta bien, Sirius -le respondió Dumbledore, y luego se dirigió a Harry-. Pasarás la noche aquí y mañana regresarás donde tus tíos. No sabemos cuales serán los próximos movimientos de Voldemort así que sigue en pié lo de no salir de la casa. Espero que esta vez hagas caso -dijo esto último frunciendo el ceño-. Ve a tu sala común, la contraseña es "simple veritas". Sirius, acompáñalo.
Cuando Harry y su padrino ya llegaban a la puerta Dumbledore agregó:
-Ah... y usa el regalo de tu padrino, Harry.
Harry asintió y tras despedirse de Remus y del director salieron del despacho y bajaron por la escalera en espiral. Al llegar abajo Sirius se volvió a transformar en perro y ambos hicieron el camino a la sala común de Gryffindor en silencio. Una vez adentro, Sirius volvió a transformarse en él y miró a Harry. Harry lo miró y bajó la vista, sabía que ahora tendría que hablar con él, y ya no estaba Dumbledore para cambiar de tema.
Ante la sorpresa de Harry, su padrino no dijo nada, se acercó y lo abrazó por un minuto o más. Solo después habló.
-Tuve tanto miedo, Harry. Cuando Severus nos avisó que te habían capturado me temí lo peor.
-Lo siento -fue lo único que atinó a decir Harry.
-No basta con que lo sientas Harry. Tienes que estar más consciente de lo que haces. ¿Por qué te sacaste el anillo? ¿Dónde lo tienes?
-Yo... lo escondí en casa de mis tíos -le respondió Harry mirando el suelo. Luego no aguantando más la curiosidad se atrevió a preguntarle- ¿Cómo funciona el anillo?
Sirius sonrió, y Harry no se asombró demasiado cuando sacó un pergamino y lo tocó con su varita murmurando algo que Harry no alcanzó a identificar. Pero si se sorprendió cuando apareció en él el mapa de un lugar que no conocía. Se veía un puntito al centro con una etiqueta al lado que decía "pelícano". Sirius también miró extrañado el mapa, pero no dijo nada.
-¿¿¿Pelícano??? -preguntó Harry.
-¿Y que esperabas? ¿Qué pusiera "Aquí está Harry Potter"? -le preguntó su tío con una carcajada-. Piensa un poco, si este mapa cae en malas manos no querría ponerte en peligro. Por cierto, ¿no me dijiste que escondiste el anillo en casa de tus tíos? -preguntó con voz preocupada mirando el mapa.
-Ehhhhhh... si -le respondió Harry en tono inseguro. Su padrino lo miró a los ojos dándole a entender que esperaba una respuesta más específica, por lo que Harry continuó -Lo escondí en el motor de la aspiradora de mi tía Petunia.
Sirius miró a Harry con incredulidad y luego suspiró con resignación.
-Entonces ya sabemos que es lo que indica el mapa -dijo volviendo a mirar el pergamino, Harry lo miró sin entender-. Verás, el anillo contiene unas... sustancias que son atraídas fuertemente por los campos magnéticos. Probablemente tu tía usó la aspiradora y el motor atrajo el anillo. ¿En que parte de la aspiradora lo pusiste?
-Junto al motor -dijo Harry después de tragar saliva-. Pero lo pegué a las paredes de plástico con cinta aisladora, para que no se soltara -agregó.
-Pues al parecer no fue suficiente -le respondió su padrino-. En fin, supongo que en el servicio técnico muggle encontrarán el anillo. Espero que se lo devuelvan a tu tía. Si es así, procura pedírselo, Harry.
-No te preocupes, no creo que a los muggles les interese ese anillo. No parece una joya de valor -le dijo Harry tratando de restarle importancia al hecho. Luego tratando de desviar la atención de su padrino agregó: -¿Y que fue lo que murmuraste para que apareciera?
-Eso -le respondió Sirius poniendo especial énfasis en esa palabra- note lo voy a decir a ti. De todos modos tu no lo vas a usar, no te vas a perder de vista de ti mismo.
-Pero podría servirme para saber donde me encuentro -le respondió Harry tratando de convencerlo. Sirius se rió.
-No, porque esto me lo guardo yo -dijo tocando de nuevo el mapa con su varita (con esto volvió a quedar en blanco) y guardándoselo en el bolsillo.
Harry lamentó que su padrino no se lo dijera. Comenzó a recordar lo que había vivido las últimas horas y una duda le vino a la cabeza.
-Sirius... ¿cuales fueron esos planes que dijeron que había arruinado? -le preguntó. Ante la pregunta Sirius se puso serio.
-Ah... eso. Bueno, no sé si lo sabes, pero Severus es un ex mortifago. Pero hace años ya que es un espía encubierto para Dumbledore. Él supo que Voldemort tenía planeado secuestrarte y obligarte a transformarte en un mortifago. Es por eso que secuestró primero a tu primo, pretendía obligarte a llevar a cabo el ritual de iniciación bajo la amenaza de hacerla daño a Dudley si no aceptabas.
A Harry se le pusieron rojos los ojos recordando a su primo pero Sirius continuó.
-El plan era que, cuando te fueran a buscar, Severus se quedaría esperando la lechuza que los mortifagos le enviarían a Voldemort. Esperábamos que no consiguieran sacarte de la casa de tus tíos (ante esto su tío nuevamente frunció el ceño mirándolo a los ojos, ante lo cual Harry volvió a mirar al suelo). Severus interceptaría la lechuza de los mortifagos diciéndole a Voldemort que no te habían capturado y esperando instrucciones, y volvería a enviar la lechuza con un mensaje en el que dijera que SI habían conseguido raptarte para que Voldemort lo recibiera unos minutos más tarde. Entonces, se tomaría una poción que tenía preparada, con el fin de transformarse en ti y tomar tu lugar en la casa del bosque. Nos enviaría un mensaje a Hogwarts por la chimenea para que Dumbledore, Remus y yo fuéramos también rápidamente, por la red flu, a la casa del bosque a rescatar a Dudley mientras él se ocupaba de esperar a Voldemort.
-Pero no entiendo -lo interrumpió Harry-. Si todo el tiempo supieron que Dudley se encontraba en aquella casa, ¿Por qué no fueron simplemente a rescatarlo antes?
-Porque eso le hubiera indicado a Voldemort que alguien lo había traicionado, y Severus podría haber sido descubierto. Su trabajo de espía es vital si queremos destruir a Voldemort, Harry. Por eso era preferible hacerle creer a ese miserable que sus planes habían dado resultado, que los había podido capturar a ambos, pero que tu primo había logrado escapar y que tú, después de que él te hubiera visto, lograras escapar también.
Harry asintió, pero todavía no le quedaba todo completamente claro.
-Pero, ¿Cómo hizo Snape para preparar la poción multijugos en las narices de Voldemort sin que nadie se diera cuenta? ¡Esa poción se tarda un mes para estar lista!
Harry se dio cuenta tarde de que había hablado demasiado. Cuando dijo eso último su padrino arqueó una ceja y lo miró suspicazmente.
-¿Cómo sabes cuanto se tarda la poción multijugos, Harry? -le preguntó su padrino frunciendo el ceño y como adivinando la respuesta.
Harry no vio motivos para inventar una mentira a su padrino, y de todos modos no se le ocurrió ninguna que sonara convincente en ese momento.
-Es que con Hermione y Ron la preparamos cuando estábamos en segundo -le respondió Harry. Sirius lo miró serio-. La necesitábamos de verdad -agregó Harry como disculpándose.
-A veces me preocupa que te parezcas tanto a tu padre, Harry -le dijo Sirius sonriendo esta vez (Harry también sonrió). Luego pareció recordar de qué estaban hablando y continuó: -Severus no tuvo problemas para preparar la poción ya que por órdenes de Voldemort tenía que prepararla para una mortifaga que se haría pasar por tu vecina. Cuando estuvo lista no tuvo más que apartar un poco para él, y diferenciarla cuando llegara el momento de ir a la casa del bosque.
Harry recordó los pelos que habían tenido que quitarles a Crabbe y Goyle cuando estaban en segundo y no pudo evitar preguntar.
-¿Qué usó Snape que fuera mío para diferenciar la poción? -preguntó Harry bajando la voz con aire de complicidad. No podía imaginarse a qué cosa de él podría tener acceso Snape.
-Dumbledore conserva algunos cabellos tuyos, Harry. Para usarlos en este tipo de eventualidades -le respondió su padrino.
-Pero ¿y de donde los sacó Dumbledore? -no pudo evitar preguntar Harry. Su padrino se rió.
-Se los pidió a los elfos que hacen tu cama, Harry -respondió Sirius cómo si fuera lo más obvio del mundo. Harry lo pensó y llegó a la conclusión que, en realidad, era bastante lógico.
-Bueno Harry, va a amanecer dentro de un par de horas. Creo que lo mejor será que duermas unas horas. Mañana volverás donde los muggles. Yo también necesito dormir. -le dijo Sirius bostezando.
Harry recordó la carta que les había dejado a sus tíos, tendría que inventar algo para justificar estar de vuelta en la casa. Pero recordó que Hedwig se había quedado encerrada en su dormitorio así que supuso que a sus tíos no les extrañaría verlo de vuelta, supondrían que él no se iría por el resto del verano sin llevarse su lechuza. 'Mañana pensaré en eso' pensó bostezando. Ambos subieron al dormitorio habitual de Harry y sus compañeros y se durmieron rápidamente.
Antes de lo que Harry hubiera deseado sintió la voz de su padrino que lo despertaba.
-Harry, despierta -le decía mientras le movía un hombro-. Tenemos que bajar a tomar desayuno.
Fueron las palabras mágicas. Solo entonces Harry se dio cuenta de que estaba hambriento y el sueño se fue a segundo plano. Rascándose los ojos se sentó en la cama y miró a su padrino que le sonreía. Deseó poder despertar así más seguido.
-Yo ya estoy listo, te espero en la sala común. Dúchate rápido para que bajemos a desayunar -y diciendo esto salió del dormitorio.
Harry bajó un rato más tarde, su tío lo esperaba sentado frente a una ventana. Al verlo llegar su tío suspiró y se paró.
-Esta sala me trae tantos recuerdos... -le dijo.
Harry no respondió nada, y ambos bajaron al gran comedor. Allí encontraron a Dumbledore, Snape, Remus y para alegría de Harry también Hagrid, sentados en la mesa de los profesores. Todos les sonrieron, menos Snape, quien les dirigió una breve mirada fría tras la cual volvió a concentrarse lo que estaba comiendo. Harry se alegró de ver que estaba mejor. Al menos había vuelto a ser el de siempre. 'Fue una suerte que el hechizo de Dumbledore funcionara a tiempo, sino la maldición "Avada Kedavra" lo habría matado', pensó Harry. Se sorprendió a si mismo alegrándose de que Snape no hubiera muerto, y recordó que nuevamente le había salvado la vida. Pensó que buscaría un momento para darle las gracias antes de irse. Dumbledore les hizo un signo con la mano invitándolos a sentarse con ellos, cosa que no tardaron en hacer. Harry le dio un gran abrazo a Hagrid.
-Es bueno verte bien -le dijo Hagrid sonriéndole.
-Yo también estoy feliz de verte -le respondió Harry.
Tomaron desayuno en un ambiente alegre, que contrastaba con los recuerdos de lo vivido tan solo unas horas antes. Snape no se unió a la alegría general, se limitó a comer en silencio.
-Remus te acompañará a la casa de tus tíos, Harry -le dijo su padrino-. Te acompañaría yo, pero todavía soy un delincuente prófugo -agregó. Harry se puso triste ante la perspectiva de separarse de su padrino nuevamente, pero Lupin le sonrió y se sintió mejor.
-Yo ya me tengo que ir -dijo Snape parándose.
-Ve -le dijo simplemente Dumbledore. Todos los demás se quedaron en silencio mientras lo veían alejarse.
Harry se preguntó si debería... , si podría... Y antes de que se diera cuenta de lo que hacía se encontró saliendo rápidamente del gran comedor. Alcanzó al profesor de pociones en la puerta del castillo, quien se detuvo al verlo.
-Gracias -le dijo Harry simplemente.
-No se siga metiendo en problemas, Potter -le respondió Snape. Tras lo cual salió y cerró la puerta sin mirarlo.
Harry se quedó un momento inmóvil. ¿Qué esperaba? Por un momento había imaginado que las cosas podrían ser diferentes entre Snape y él. Pero todo parecía estar volviendo a la normalidad. Bueno, si es que a su vida se le podía llamar "normalidad".
Al darse vuelta para volver al gran comedor vio que los demás ya habían salido. Aunque los cuatro parecían conversar, vio que Dumbledore y su padrino lo miraban. Se sintió un poco avergonzado. No sabía hace cuanto que habían salido ni si habrían visto su corta conversación con Snape. 'Bueno, y que importa si la vieron' se dijo a si mismo caminando hacia el grupo.
-Bueno Harry, nos vamos -le dijo Lupin.
-Nos vemos el 1º de septiembre, y recuerda lo que te pedí -le dijo Dumbledore, y tras despedirse de Lupin se alejó, en dirección a su despacho probablemente.
-Adiós Harry -le dijo su padrino abrazándolo-. Escríbeme si tienes cualquier novedad. Y recuerda tratar de recuperar el anillo. Y no te lo saques si lo recuperas. Esperaré tu lechuza para saber cómo te fue con eso -y tras decir esto último se alejó en la misma dirección que Dumbledore. Sólo quedaban Lupin, Hagrid y él.
-Los acompaño hasta la reja -les dijo Hagrid.
FIN
N/A ¡Espero que les haya gustado! Déjenme reviews ^_^
