HARRY POTTER Y EL PRINCIPE DE SANGRE MEZCLADA
Decir que todos los personajes, nombres, lugares (etc.) son de J.K.Rowling, a las editoriales, o a quien sea, y que no gano dinero con esto, que lo hago por diversión. Si algo en mi fic se parece al de otras personas que me lo digan porque puede ser que se me haya quedado la idea en el inconsciente, y tenga alguna similitud sin que esa sea mi intención.
Gracias a Kary Anabell Black, a AryBlack, a GaBrY, a Kei-Kogodgy, y a Sacralo por dejarme reviews, es un gran alegria para mi encontrar que me dejais reviews.
5-LA VISITA AL CEMENTERIO
A Hogwarts, al cementerio de Hogwarts. A ver a Sirius… y a tus padres
Esas frases todavía resonaban en su cabeza. Desde que había vuelto estaba como ído. No quiso cenar y se fue directamente a la cama. Remus ya había avisado a los señores Weasleys que Harry estaría un poco alterado y que le dejaran estar sólo. Remus le dejaría unos días para reflexionar, para que se hiciera la idea.
Sus padres, vería la tumba de sus padres, allí estarían sus cuerpos, allí estaría todo lo que pudo tener y perdió. Y lloró. Vería lo que le fue negado, una vida con sus padres. Apagó su llanto pegándose a la almohada. Le faltaba aire para poder seguir llorando. Esa vida que nunca tendría, que le habían arrebatado. Se ahogaba, se asfixiaba. Al final tuvo que separarse de la almohada.
Recordó una foto en especial de su álbum. Cuando apenas era un bebé, y estaba junto a sus padres y su padrino. Su vida hubiera sido tan diferente, tan llena de amor, y no a base de golpes con los Dursleys. Gritó. Gritó con rabia, gritó con frustración, y en un intento de callar se mordió el labio que comenzó a sangrar.
La casa comenzó a temblar. Se comenzaba a descontrolar. Seguía llorando. Seguía sintiéndose vació. Seguía sintiendo rabia.
Se levantó de golpe y salió de la habitación. Bajó corriendo las escaleras y salió de la casa.
- ¡Harry! - gritó Ron al verle salir, pero el señor Weasley le impidió ir detrás de él.
Y corrió. Se alejó lo más que pudo de la Madriguera, que dejaba ya de temblar. Y tropezó. Y cayó. Y se quedó allí tumbado en la tierra llorando, con su magia descontrolada.
El viento soplaba descontroladamente, como en medio de un huracán.
Tu padre vive en ti, Harry
Recordó las palabras que Dumbledore le dijo en tercer curso.
Lo encontraste dentro de ti mismo
Pero esas palabras ya no lo consolaban. Hubiera deseado conocerlo, que le revolviera el cabello como hacen los padres con los hijos o que le explicase como se había de comportar un merodeador, y un abrazo de su madre, sentir sus brazos rodear su cuerpo.
Maldito Voldemort.
Maldito Wormtail.
La tierra temblaba, el viento era cada vez más fuerte, tan fuerte que le desgarraba la ropa, tan fuerte que era como látigos en su piel. Se hacia daño a si mismo, a su carne, en un intento de que su alma dejara de doler.
Se levantó dispuesto a seguir corriendo. Creía que todo esto lo tenía superado, el no tener a sus padres consigo, pero la muerte de Sirius lo había hecho remover sus recuerdos y sentimientos. Y ahora, una de las personas más cercanas a sus padres había muerto, Sirius le hacia recordar que una vez tuvo padres que le querían, que él mismo había tenido lo más cercano a un padre. Si cualquier cosa le inquietaba sabia que él estaría allí para lo que fuera. Y ahora ya no estaba.
Y miró al cielo, allí estaba la estrella de Sirius, pero de pronto se puso todo negro y sintió su cuerpo golpear algo bastante duro. Se había desmayado.
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
¿Dónde estaba?
Era todo negro, no sentía nada. Mentira, sentía el aire entrar y salir de su cuerpo. Respiraba. Estaba vivo. Sentía su cuerpo, sentía su cabeza, su corazón latir, los dedos de las manos, y los de los pies. Intento moverlos, pero no pudo. Quería ver, no podía, sus parpados le eran demasiado pesados para abrirlos. Comenzó a oír murmullos. Oía voces en su cabeza. No las reconocía, eran solo voces.
- Seguro que fue impresionante.
- ¿Crees que faltara mucho para que despierte?
- Debió de ser realmente… genial
- Eso lo dirás tu que no estabas, la casa temblaba, creía que se nos venia encima.
- He oído comentar a Dumbledore que desplegó toda su magia.
- Pues a los de la orden no les hizo mucha gracia, consiguió romper todas las barreras, no saben como lo hizo, se han pasado días para volverlas a colocar
- Sigue cubierto de vendas - parecía la voz de Ron
- Pensé que me daba algo cuando vi a Remus llegar con él en brazos, tan lleno de sangre y tierra - esa voz era la de Ginny.
¡Eran las voces de sus amigos!
Quería verlos, quería hablar con ellos, volvió a probar de abrir los ojos y lo consiguió. Pero sólo veía blanco. Nada más que blanco. De pronto el blanco fue adquiriendo colores y formas. Allí estaba Ron y Ginny hablando con Fred y George. Cogió aire como reuniendo fuerzas y probó de levantarse.
- ¡Eh! Que el inválido ya esta consciente
- A-a-ayud-ayudarme - consiguió decir con esfuerzo.
- ¡Será mejor ir a avisar a Dumbledore de que ya has despertado! - dijo la señora Weasley que oyó su voz y fue a ver.
- ¡No quiero verlo!
- Bueno, igualmente le iré a avisar
Quedaron en silencio un momento, pero sólo un momento, los gemelos no solían pasar mucho tiempo callados.
- Oye, Harry, has de enseñarnos a hacer temblar la casa
- Debió ser una pasada por lo que cuentan
- Lo mejor fue Mafalda - dijo Ginny.
- ¿Qué pase con Prewett? - preguntó Harry que ya se había acostumbrado a llamarla por su apellido.
- Cuando la casa se puso a temblar se puso a chillar "terremoto", "terremoto" y se puso a correr como una loca, así - y Ron se puso a imitar a Mafalda corriendo con las manos hacia arriba y gritando "terremoto", "terremoto".
- ¡Ron! haz el favor de dejar descansar a Harry, que esta malito - y realmente no estaba descansando mucho porque se estaba revolcando por la cama de risa al igual que todos los presentes.
- ¡Espera! ¡Espera! Que Ron no te ha explicado lo mejor - decía Ginny entre risas
- ¡Dejad de reíros de Mafalda!
- Entonces se metió en la cocina y vio la mesa y se metió debajo temblando y murmurando "que la casa no se hunda", "que la casa no se hunda", y eso que la casa ya no temblaba.
- ¡Todos fuera que Harry ha de descansar! Y dejad de reíros de la pequeña
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
- Harry, has de tocar el translator - que en este caso era una goma de borrar muggle con forma de ovejita (N/A: ¡¡¡yo tengo una!!!) - y sí, por si te lo preguntas el translator lo eligió Dumbledore. 15, 14, 13…
Harry dudo. Sabía que cuando lo cogiera no habría vuelta atrás. Que se iba a enfrentar a su soledad, a no tener a Sirius con él, ni a sus padres.
- 8, 7, Harry, 4…
Y lo cogió. Fuera lo que fuera, él se iba a enfrentar, ya no era un niño, quizás nunca lo había sido, sintió el tirón en el estómago. Era hora de enfrentar la realidad que le azotaba desde la muerte de Sirius. Y Remus le estaba ofreciendo la solución para poder seguir con su vida adelante.
Aterrizó delante de las gárgolas del despacho del director. ¿No lo habría traído Lupin a verlo, no?
- Harry, se que no quieres verlo, de momento, no es aquí, sígueme.
Derecha, izquierda, izquierda…
- La mayoría de personas son enterradas en los cementerios de sus pueblos. Algunas personas especiales o con un apego especial al colegio se entierran aquí, como seria el caso de los directores.
- Mis padres… - tardó un par de pasillos en contestar
- Ja-James y Lily - silenció - están aquí por ti. Bueno, no exactamente, están aquí por luchar contra Voldemort. Todos los pertenecientes a la Orden del Fénix y que murieron están aquí.
Entraron por un pasillo bastante oscuro en el que Harry nunca había reparado, en realidad no solía pasar por esa zona. No tenia ninguna clase por aquí, pasaba a veces al ir a buscar a Hermione a Runas Antiguas. Más adelante comenzaba a haber vidrieras de los fundadores y de hechos de importancia en su vida. Al final había una puerta de madera tallada con el emblema de Hogwarts.
Cuando fueron a abrirla, Harry no sentía la fuerza necesaria para hacerlo. Sentía un hormigueo en su estómago. A la vez triste y a la vez alegre. Triste porque estaban muertos, alegre porque por fin vería sus tumbas, allí donde descansaban sus huesos.
Nada más tocar la puerta, esta se abrió sin hacer esfuerzo y salieron al exterior. Había una pendiente bastante fuerte, con escaleras desiguales, y con un muro con arcos en una banda.
Llegaron a una reja de hierro enorme de retorcidas formas. Nada más poner la mano en la verja, esta se abrió, al igual que había pasado con la puerta de madera, y les dejo el paso libre al cementerio de Hogwarts.
Harry avanzo unos pasos, pero se detuvo al ver que Remus no le seguía. Se dió la vuelta y se lo encontró con la mirada perdida hacia el frente. A él también se le hacia difícil estar allí.
- Remus…
- Lo siento Harry, me perdí en mis pensamientos.
Avanzaron por un pasillo de estatuas de mármol blanco de lo que parecían ser ángeles muggles, pero sin alas.
Al llegar al final de las estatuas el camino se dividía en dos por la presencia de una construcción gótica, lo que parecía ser un mausoleo de enormes vidrieras y gárgolas con forma de serpientes, leones, tejones y águilas.
- Es el mausoleo de los fundadores, ahí descansan Godric Griffindor, Helga Hufflepuff y Rowena Ravenclaw. En un principio también tenia que descansar Salazar Slytherin, pero por razones ya conocidas no esta - dijo Remus al ver que Harry se había quedado mirando el mausoleo - será mejor que sigamos.
Siguieron caminando por el camino de la izquierda, entre tumbas y todo tipo de cruces: cruces griegas, cruces cristianas, cruces celtas y frases de "te recordaremos" o "siempre contigo". Harry iba mirando a derecha a izquierda distraído hasta que una tumba le llamo la atención: "Phineas Nigellus. Slytherin. Director de Hogwarts. Muerto en…". Harry miró las tumbas de alrededor y en ninguna estaba Sirius.
- ¿Por qué Sirius no esta aquí? ¡Tendría que estar con su familia! - gritó Harry
- Sirius y él… Sirius y su cuadro no se llevaban muy bien. No nos hubiera perdonado poner su tumba aquí.
- Pero era su familia - gimoteó Harry. Él no tenia familia, hubiera dado cualquier cosa por estar junto a su familia.
- Sigamos, ya sabes como era Sirius, ya sabes la opinión que tenia sobre su familia y ya sabes que cuando se escapó de casa se fue con el que él creia que era su familia.
Y paro frente a tres tumbas de reluciente blanco.
- Sirius no me hubiera perdonado si no hubiera puesto su tumba aquí.
Y allí estaba la tumba de Sirius Black, junto a la de James Potter y la de Lilian Potter. No lloró. Simplemente su mente trataba de asimilar la información. ¿Estaba ante lo que parecía que estaba? Y no aguanto más. Se tiró contra el pecho de Remus y se descargó, las lágrimas no paraban de salir. Y lloró. Lloró por no tenerlos con él, llor de frustración, por no poder hacer nada, lloró por tantas cosas, mientras que Remus intentaba hacerse el fuerte y aguantaba sus lágrimas como podía.
OoooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO
- ¡Orchideus!-Remus depositó las flores en las tres tumbas.
Harry ya se había calmado un poco aunque seguía mirando las tumbas con ojos vidriosos.
- La tumba de Sirius, pero no esta el cuerpo de Sirius.
- No, no esta, pero no hace falta.
- ¡¿Qué quieres decir con que no hace falta?!
- Él ya esta en el cielo
- ¡¿Qué?!
- Hay una estrella que se llama así.
- Eso ya lo sé - le dijo Harry que cada vez entendía menos la conversación.
- Supongo que no sabes como son las ceremonias funerarias mágicas
- Eh… no
- L os cuerpos de tus padres tampoco están aquí exactamente.
-¡¿Qué?!
- Déjame acabar, Harry, están sus cenizas. Los cuerpos de las personas que han muerto se incineran al anochecer, justo cuando salen las estrellas, para que su espíritu se eleve junto con el humo que desprenden los cuerpos, para que vayan hacia el cielo, para que velen por nosotros desde el cielo, pero en el cielo ya hay una estrella con su nombre, así que Sirius estaba en el cielo desde que le pusieron ese nombre.
- Pero… el cuerpo de Sirius… el velo… él…
- No fue tu culpa
- Si que lo fue. No solo lo de Sirius, también lo de mis padres. Todo por la maldita profecía
- ¡Harry! No vuelvas a decir eso. Cuando tú naciste, fuiste una gran alegría para tus padres todo y que sabían la profecía. Sabían que Voldemort te buscaba, y que eso los ponía en peligro, y aún así te querían, eras lo más importante que tenían. Al igual que te quería Sirius, y por eso fue a buscarte al ministerio, y justamente por eso murió.
- Pero…
- Pero nada, Harry. Te querían tanto que tu vida era más importante que la suya, dieron su vida para que tú vivieses, y eso es lo que debes hacer.
- Pero yo no quería que muriesen por mi…
- Ya lo se, Harry. Sólo dime una última cosa Harry ¿Por qué fuiste al ministerio de magia?
- Porque creía que Sirius estaba allí, pero todo era mentira…
- Pero tu creías que era verdad y no podias saber lo contrario, fuiste porque Sirius estaba a punto de morir ¿Por qué?
- Porque no podía dejarle morir
- ¿Por qué?
- Porque era como un padre para mi, porque siempre estaba a mi lado, porque…- la voz de Harry se quebr
- ¿Por qué? - siguió preguntándole Remus
- Porque le quería
- Al igual que él a ti. ¿Fue por eso que pusiste tu vida en peligro, Harry, todo y que sabias que podrías morir?
- S-si
- Entonces Harry deberías entenderle, porque es lo mismo, si fueras tu el que hubiera muerto, Sirius estaría aquí, llorando, desesperado por no haberte salvado, culpándose de ello, o buscando venganza por tu muerte, yendo detrás de Bellatrix Lestrange, de Voldemort o de quien fuera, aunque la muerte de esas personas no te devolviera a la vida, seguiría culpándose siempre, ¿Es lo que hubieras querido?
- No, no me gustaba ver a Sirius triste, cuando estaba contento su alegría era contagiosa, y era lo mejor que había en el mundo
- A él tampoco le gustaba verte triste, se preocupaba mucho por ti ¿Crees que le gustaría verte triste, que siguieras culpándote de su muerte, que no te estuvieras preparando para la siguiente broma a hacerles a los Slytherins?
Silencio
- No
- Entonces Harry ¿Qué vas a hacer ahora?
- Pero… pero yo no quiero olvidarlo
- ¡Yo no he dicho eso! Las personas que se quieren nunca se olvidan, yo nunca olvide a James y Lily, ni voy a olvidar a Sirius, pero el tiempo sigue pasando, y nosotros hemos de ir con él, es lo que todos hubieran querido. Hay muchos problemas, lo sabes, si nos quedamos lamentando sus muertes, en el pasado, no podremos hacer nada por lo que pasa ahora, ni por lo que va a pasar, y no podremos evitar más muertes de otras personas a las que queremos, y eso si que seria muestra culpa.
- Seguiré adelante…pero… pero por hoy… seguiré llorando.
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Era el 31 de agosto y al día siguiente iban a partir hacia Hogwarts. La señora Weasley les recordaba de empaquetar toda la ropa y los libros que ella había ido a comprar al callejón Diagon. Ron intentaba encontrar sus deberes de pociones entre todas sus cosas esparcidas por la habitación. Al día siguiente irían a Hogwarts, a casa, y no habían olvidado que también verían a Hermione.
- Hedwing ha ido a dar una vuelta, y no creo que le gustara demasiado si la "empaqueto" ahora. Entonces, ya he acabado - le dijo Harry a Ron, que ya había encontrado sus deberes de pociones y buscaba ahora los de transformaciones.
- Espera, ayúdame a "empaquetar" a Pig
- Preferiría no jugar a atrapar la Snitch con tu lechuza.
- Pero yo sólo no puedo con la lechuza hiperactiva esa.
- Déjalo para mañana.
Y en eso tocaron la puerta.
- ¡Se puede pasar! - gritó Ron mientras comenzaba de nuevo la búsqueda de deberes.
- ¿Qué quieres Prewett? - le dijo Harry a la recién llegada.
- Puedes llamarme Mafalda, Harry, ahora ya nos conocemos bastante - dijo esto batiendo las pestañas muy rápidamente, como intentando seducirlo.
- ¿Qué? - preguntó Harry horrorizado porque una niñita se le estuviera insinuando.
- Tía Molly dice que os deis prisa a iros a dormir, que mañana nos hemos de levantar temprano. ¡Adiós, Harry!
Cuando Mafalda desapareció hacia su cuarto, Harry se giro a preguntarle a Ron que le había pasado a esa niña cuando se lo encontró doblado contra la pared aguantándose la risa.
- ¿Ron?
- Ja, ja, ja, debe tener miedo, ja, ja, ja, de que vuelvas a enfadarte, y, ja, ja, ja, y que derrumbes la casa, y por eso esta amable, ja, ja, ja…
Genial. Comenzaba sexto e iba a tener que evitar que una niñita de primero le acosándole. Menudo comienzo de curso.
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Bueno 5 capitulo listo.
Ya han ido a ver a Sirius, sigo sin entender como Rowling fue capaz de matarlo.
Por si alguien se ha hecho un lío con la descripción del cementerio, tengo colgado unos dibujos, las direcciones están en el profile. Muy tonta de mí hice el dibujo en un Din-a3, y mi escáner solo acepta un tamaño algo mayor a un Din-a4, y se me ha quedado medio dibujo fuera. Es por eso que he tardado un poquito más en actualizar, por estar dibujando.
Bueno, el próximo capitulo si que se van hacia Hogwarts. Ya tengo lista la canción del sombrero Selecionador. Realmente la poesía no es lo mío, mejor me dedico a otra cosa. Estuve dos días haciendo rimas, y la mitad no suenan bien.
Ahora si que me despido:
Bye Bye y hasta la próxima.
