HARRY POTTER Y EL PRINCIPE DE SANGRE MEZCLADA

Disclaimer: TODO es de J.K.Rowling, a las editoriales, o a quien sea, sino puedo asegurar que Sirius estaría vivo y la Rata traidora muerta. Si algo en mi fic se parece al de otras personas que me lo digan porque puede ser que se me haya quedado la idea en el inconsciente, y tenga alguna similitud sin que esa sea mi intención.

¡YA HE ACABADO LOS EXAMENES! Siento el retraso, pero no acabe de estudiar hasta la semana pasada que tenía el último examen, y además por ello tenía hasta a las musas estresadas, y mi inventiva estaba bajo mínimos. Por ello mismo el capitulo no es demasiado bueno, pero que se le va a hacer.

Siento decir que no voy a contestar a los Reviews, quiero irme a dormir ya que todavía no estoy recuperada de no dormir por empollar. Mentira, otra cosa no se pero no soy lo que se dice una muy buena estudiante, pero es que padezco de insomnio por el estrés de los exámenes…

Quiero agradecer a Marc, a Marla, a marinaPotter, a Barby-Black, a Ginny84, a mikelodeon, a Caro (lamento decirte que soy de las que no soportan a Cho, así que no va a tener nada con ella), a Víctor, y a Vane.

Por cierto, ahora que lo estoy subiendo, estoy viendo que se me ha comido letras y signos de exclamación, así que... echarle imaginación si os encontrais en alguno de estos casos.

23 ¿QUIEN LA ENVIO?

Entró todavía anonado al Gran Comedor. No sabía que pensar. Algo le decía que Mark tenía alguna relación con su madre, y por lo tanto con él. No solo por el apellido y el color de los ojos que poca gente tenía, pero no podía llegar a imaginar que era porque a cada nueva hipótesis era más inverosímil que la anterior.

¿Harry- preguntó alguien sacándolo de sus pensamientos. Miro hacia delante y se encontró con la mirada preocupada de Remus Lupin.

- Lleva todo el camino así - dijo una voz detrás de Harry que hizo que se sobresaltara. Por lo visto Moody lo había estado siguiendo desde que salio de la sala común y él iba tan metido en sus pensamientos que no se había dado cuenta.

- Venga a almorzar - le dijo Remus sonriéndole mientras él se iba a sentar al lado de Ron. Molly Weasley estaba regañando a los Gemelos y la razón, supuso Harry era la túnica rosa que llevaba Percy.

Ojoloco Moody fue a sentarse en la mesa de los profesores y mientras le veía irse, Harry se dio cuenta de la gran cantidad de adultos que había en el comedor, y muchos de ellos le miraban de reojo. Incomodo comenzó a comer mientras se fijaba en la gente que estaba próxima e él. Delante se habían sentado Remus y Tonks, que en ese momento se estaba disculpando con Ginny por haberle tirado la salsa encima, estaban todos los Weasleys y Fleur al lado de su novio.

¡Qué esclava tan bonita- le dijo Tonks llamando la atención de algunas personas alrededor ¿Me la dejas ver?

- Claro - y justo cuando se la sacaba Remus se exclamo al haberla reconocido.

¿De donde has sacado la esclava- le preguntó el licántropo rápidamente.

- Ha sido un regalo, por lo que ponía en la tarjeta ha pertenecido a mi madre.

- Es verdad, no la solía llevar mucho, cuando seguro que la llevo fue en su boda, según recuerdo.

¿En la boda de mis padres? Entonces debe salir en el álbum de fotos.

¡Vaya- exclamó Ginny ¿Y quien te la ha enviado?

- No había ningún nombre en la tarjeta.

- Quizás fue Dumbledore, al fin y al cabo también te envió la capa de invisibilidad que perteneció a tu padre.

- Se lo preguntare luego, Remus. ¿Recuerdas algo más de la esclava?

- Una vez le pregunte a Lily por ella - dijo después de pensarlo - y recuerdo que me sonrió y me dijo que perteneció a su abuela, y que por eso le tenía tanto cariño. A tu bisabuela.

Una sonrisa asomo por los labios de Harry, una sonrisa que nadie le pudo quitar en varios días, no solo había pertenecido a su madre, sino que también era un objeto de su familia materna, una familia que no asocio en ese momento con su tía Petunia.


Pasaba las paginas del álbum de fotografías que Hagrid le regalo en primer año rápidamente. Hasta ese momento no se había dado cuanta de unas cuantas cosas que se referían al álbum: la mayoría de fotos eran de sus padres con más de 17 años, que era cuando comenzaron a salir, y en las que salían de más pequeños salían sin ningún amigo. Supuso que cuando se lo regalaron no querían que saliera Sirius Black, el que había traicionado a sus padres, cosa que le provocaba algo de angustia, porque solo salía en la foto de la boda de sus padres. Por suerte en ninguna aparecía Wormtail, ni siquiera en la de la boda.

Entonces era verdad que su madre la llevaba el día de su boda, pensó al observar atentamente las fotos, y también la llevaba en la foto en que sostenía a un diminuto Harry.


- Muchas gracias, Profesor Dumbledore.

¿Gracias porque- le pregunto el director.

- Por la esclava de mi madre.

- Remus ya me dijo algo de eso… - dijo enviando una mirada a la muñeca de Harry que lucia en ella la pulsera con forma de león de ojos verdes - Pero yo no la envié, y tampoco se quien te la puede haber enviado.

¿No me la envió usted- Sus temores se estaban volviendo realidad, Mark tenía algo que ver en esto, porque de ningún modo Tía Petunia podía habérsela enviado, por mucho de que fuera la única familia de su madre conocida.

- No Harry.

¿Y no me estará ocultando nada, verdad?

Dumbledore solo soltó un suspiro, cuando parecía que Harry volvía a confiar en él, incluso con el regalo de navidad, había algo que los volvía a llevar hacia atrás.

¿Por qué me regalaste los calcetines- pregunto el director desviando el tema.

- En primero me dijo que nunca le regalaban calcetines - y Harry alzó los hombros para restarle importancia, pero era totalmente consciente de que Dumbledore no le había contestado la pregunta, aunque cuando la formulo tampoco esperaba respuesta.

- Será mejor que comencemos.

Así Harry se situó en medio del círculo mágico y se sentó sobre sus piernas como Dumbledore le había dicho. No hacia ni un mes que había comenzado ese nuevo sistema, y estaba seguro de que el círculo no era para nada bueno. Le costaba mucho cerrar la mente en este nuevo nivel de Legeremancia. De pronto Fawkes comenzó a cantar, y las runas que habían en el círculo mágico se comenzaron a iluminar.

- Legeremens - dijo sin siquiera usar la varita, y los recuerdos de la corta vida de Harry comenzaron a pasar por la mente de ambos.


Harry se encontraba en la lechuceria después de haber enviado a Hedwing con un regalo para Susan porque era su cumpleaños, el 2 de enero. Le había costado decidir que le había de regalar. Al final, con la ayuda de Ginny, le regalo una pulsera.

Había pensado en regalarle un colgante, pero quizás ella pensaba que lo hacia por compromiso, ya que en navidad ella le había regalado uno. No podía regalarle unos pendientes porque no sabía si tenía agujeros en las orejas. No podía regalarle un anillo, porque vendría a decir algún tipo de compromiso que no tenían, que había algo más de lo que realmente había. Y no podía enviar un ramo de flores porque se helaría en el trayecto ya que estaba nevando.

Ni siquiera sabía porque se estaba preocupando tanto por ello, no dejaba de ser una amiga.


Y los días pasaron con un suspiro, y Harry abrazo a Hermione ya que volvía a estar con ellos, y les comentaba en esos momentos como le había ido las vacaciones de navidad celebrándolo con sus padres y sus abuelos. Saludo también a los hermanos Creevey que pasaban ya hacia el comedor a cenar.

No estaba del todo centrado en lo Hermione les explicaba ahora. Tenía dos asuntos más urgentes ahora, y acababa de ver el primero. Mark salía ahora con un grupito de primero hacía el Gran Comedor.

¡Me voy a cenar- dijo yéndose tras Mark, pasando por el retrato de la Dama Gorda.

- Pero Harry… - pero él ya no les escuchaba.

¡Mark- dijo Harry corriendo para alcanzarlo - tengo que hablar contigo a solas - dijo de forma seria.

- Claro - y se encerraron en una habitación vacía.

- Seré directo… como me equivoque estaré haciendo el ridículo, pero… ¿Tienes algo que ver con quien me envió esta pulsera- dijo enseñándole la esclava que llevaba en la mano.

- Yo… no te lo puedo decir.

- Eso quiere decir que si. Otra cosa ¿Tienes algo que ver con mi madre- ante esto Mark palideció.

- Yo… papa no pensó que lo descubrirías… Papa dijo que hablaría contigo en verano.

¿Eso es que si?

- No te lo puedo decir - Mark parecía apunto de llorar.

¡NECESITO SABERLO- pero Mark echo a correr y no apareció en toda la cena.


- Harry estas extraño - le dijo Hermione al verlo llegar al Gran Comedor - te marchas antes que nosotros, y cuando llegamos aquí no estas.

- Tenía que hablar con una persona - dijo buscando a esa persona en la mesa de Gryffindor.

¿Alguna chica- le preguntó Ron mientras comía ¿Alguien que te tenía que dar las gracias por un regalo de cumpleaños?

- No - contesto secamente, no le gustaba hablar de ese tema, y menos el tono con el que lo había dicho Ron.

¿Seguro?

¿De que estáis hablando- pregunto Hermione curiosa.

- De que Harry necesito ayuda para escogerle un regalo para Susan - contesto Ginny.

- Este mes tenemos partido contra Ravenclaw, tendremos que entrenar duro - dijo Harry intentando desviar la conversación.

- No cambies de tema - le dijo Hermione duramente.

Pero Harry no le hacia ningún caso, algo le había llamado más la atención: Draco Malfoy salía sólo del Gran Comedor. Y Harry se levanto y se fue tras él dejando a sus amigos mosqueados.

¡Malfoy- grito Harry logrando que el otro se detuviera y se diera la vuelta.

¿Qué quiere de mi el Gran Harry Potter?

- Saber porque me intentaste matar. Encontré la Mano de la Gloria después de al pelea.

¿Y que tiene que ver conmigo- dijo irónicamente.

- Quizás que se que tu la querías, y que querías que tu padre te la comprara en Borgin y Burkes. - ante lo cual Malfoy perdió el poco color que tenía.

- Potter, no creo que al director le haga mucha gracia que sepas cosas de tiendas que están en el callejón Knockturn. Si me disculpas - dijo dándose la vuelta rápidamente y emprendiendo la retirada.

Pero Harry no lo iba a dejarse ir sin haber aclarado algo más, así que lo cogió del brazo, y vio como hacia una extraña mueca, y con un solo golpe se soltó del agarre que tenía Harry y se fue rápidamente (N/A: pero sin perder la elegancia).

- Que extraño - y entonces se dio cuenta que tenía algo pegajoso en la mano.

Era sangre.