HARRY POTTER Y EL PRINCIPE DE SANGRE MEZCLADA
Disclaimer: TODO es de J.K.Rowling, a las editoriales, o a quien sea, sino puedo asegurar que Sirius estaría vivo y la Rata traidora muerta. Si algo en mi fic se parece al de otras personas que me lo digan porque puede ser que se me haya quedado la idea en el inconsciente, y tenga alguna similitud sin que esa sea mi intención.
Bueno, este capitulo tambien es corto, porque es la continuación del anterior.
25 - LOS RECUERDOS DE DUMBLEDORE
Harry odiaba Oclumancia. Odiaba ver y ver siempre sus mismos recuerdos nada agradables, aunque por otra parte parecía que volvía a cogerle el truco, cada vez que Dumbledore activaba el circulo mágico lograba sacarlo cuando entraba en algo demasiado comprometido, normalmente estos tenían que ver con el ED y sus planes secretos. Seguro que Dumbledore sabía que algo tramaba, pero esperaba que no supiera que era exactamente.
Odiaba sentirse tan agobiado y tan indefenso, y era por eso que luchaba con todas sus fuerzas cada vez que Dumbledore pronunciaba la palabra Legeremens. Y por eso Dumbledore hurgaba cada vez más adentro de la mente del chico, porque sabía que era la única manera de hacer que Harry se revolviera en contra y dominara la Oclumancia.
Legeremens - se veía a Harry en su alacena, a Harry luchando contra el basilisco, a Harry besando a Cho, a Harry apuntando a Sirius, a Harry delante del espejo que conducía al pasadizo secreto que estaban remodelando, y eso era algo que Harry no quería que el otro viese.
¡Protego! el encantamiento escudo hizo efecto, y el hechizo de Dumbledore se volvió en su contra, y la mente de Harry llegaron unos recuerdos que no eran suyos.
Dos niños jugaban con una pelota y una bella mujer tendía la ropa delante de una casa rural vieja y destartalada. Ella era preciosa, pero tenia el cabello escondido debajo de un gorro blanco, y el vestido negro lleno de remiendos al igual que el delantal, vestid como las mujeres del siglo pasado.
Y entonces le vio los ojos, eran de un azul tan profundo que parecían querer atravesarle el alma, y unos segundos después el rostro de la mujer se comenzó a distorsionar y a verse el de Dumbledore.
Pero el quería seguir viéndola, así que se metió más en la mente de Dumbledore y la imagen volvió a ser nítida, entonces un hombre llego, pero ella no lo vio y la llamo "Diotima", y ella se giro con una gran sonrisa, y los niños fueron a saludar al que era su padre. Era una familia feliz.
Harry - y todo acabo, estaba en medio del circulo con Dumbledore mirándolo enfadado.
Lo siento, Profesor - dijo mirando al suelo, pero el director se quedo callado, sólo siguió escudriñándole - será mejor que me vaya.
Si, será lo mejor.
Ahora resultaba que Dumbledore se había enfadado porque había visto sus recuerdos, lo que le faltaba, pensaba Harry mientras iba hacia su Sala Común, él podía ver las humillaciones a las que había sido sometido de pequeño, y por las cuales Dumbledore no movió ni un dedo, y él se introducía en su mente y veía a su familia que era feliz y se enfadaba.
Realmente odiaba Oclumancia.
Se preguntaba entonces, si su madre se debía ver tan bonita y alegre estando enamorada, si recibiría así a su padre cuando llegara, si… no debía pensar esto, no debía imaginar hipotéticas situaciones, porque sólo perdía el tiempo sin hacer nada útil.
Doblo una esquina y se encontró cara a cara con uno de sus dolores de cabeza. Draco Malfoy iba cargado con varios libros y sin sus guardaespaldas, una ocasión única para Harry. Al reconocerlo Malfoy siguió andando sin siquiera insultarlo.
Malfoy - lo llamo Harry haciendo que se detuviera - tenemos que hablar.
¿De que Potter? - dijo dándose la vuelta.
Aquí no, sígueme.
¿Por qué lo habría de hacer?
Creo que a mucha gente le gustaría saber quien ha estado intentando asesinar a un estudiante.
Tu no eres un estudiante normal y corriente, eres Harry Potter, el-niño-que-vivió.
No estamos hablando de eso - dijo Harry molesto.
¿De que estamos hablando?
De que primero me intentas matar, me lanzas el avada, te vas de vacaciones y regresas sangrando - dijo rápidamente Harry, y vio claramente a Malfoy palidecer - Maldita sea ¡QUIERO SABER QUE ESAT PASANDO!
¿Quieres saberlo? No Potter, tu eres el Gran Héroe haciéndose la victimilla, es mejor que sigas ignorando la mayoría de las cosas.
¿Qué quieres decir?
Que si te dedicaras a pensar sabrías cual es la razón de que tenga unas malditas heridas que no se pueden curar - en realidad Harry lo sabía, sabía que las heridas eran por no haberle conseguido matar, era algo que había deducido en unas de sus noches de insomnio después de pensar y pensar.
No tienes porque seguirlo.
¿No¿Por qué no habría de hacerlo¿Por qué me ha herido¿Por los Crutacius¿Tendría que pasarme a tu bando¿Y dejar entonces que mate a mi madre¿O a mi Padre? - hablaba en un murmullo, con ese tono tan característico suyo de arrastrar las palabras.
No quería decir eso.
Seguro. Pero no puedes salvarme. Soy hijo de Mortífago, como la mayoría de los Slytherins ¿Piensas salvarnos a todos? Ni siquiera tu complejo de héroe podrá con todos. Yo me preocuparía más por ti, aunque la veda de caza ya no este abierta, tu vida sigue estorbándole, y pronto morirás. O aunque no te pueda matar, sabe como hacerte débil
¿Qué quieres decir, Malfoy?
Tus amigos Potter - y se fue cargando con los libros antes de que Harry asimilara las palabras.
