HARRY POTTER Y EL PRINCIPE DE SANGRE MEZCLADA

(O lo que es lo mismo, un intento de hacer el 6 libro)

Decir que todos los personajes, nombres, lugares (etc.) son de J.K.Rowling, a las editoriales, o a quien sea, y que no gano dinero con esto, que lo hago por diversión. Si algo en mi fic se parece al de otras personas que me lo digan porque puede ser que se me haya quedado la idea en el inconsciente, y tenga alguna similitud sin que esa sea mi intención.

Gracias a los Reviews dejados por

Stybi: es normal que se resignen a hacer pequeñas cosas, la mayoría solo tienen 16 años, demasiado jóvenes para luchar, tienen miedo, es al menos lo que a mi me pasaría. Dumbledore, profesor, será siempre igual, con 100 años y pico, uno ya no cambia. Draco no pudo matar a Harry, porque realmente no quería matarlo, porque no lo odiaba suficiente, por mucho que uno odie, hay un gran paso hasta matarlo.

Sanarita31: como puedes comprobar este capitulo a tardado poco en salir, ahora voy bien de animo, y las frases salen solas.

27 - SAN VALENTIN

Entre muchas clases, Febrero llego a Hogwarts, y sus habitantes se preparaban para celebrar el día 14 con mucho esmero. Era una manera de olvidar todo lo que ocurría fuera, por un día, se iban a encerrar voluntariamente en el castillo no queriendo oír nada de la guerra. Pero aunque para esto todavía quedaban bastantes días, la gente estaba muy excitada por ello. Las chicas aprendían encantamientos para hacer la velada especial, los chicos aprendían encantamientos para hacer aparecer flores, sin darse cuenta que toda la euforia se convertiría en depresión cuando la fiesta pasara.

Harry no le daba mucha importancia a lo que lo rodeaba, sabia que pasaría ese día solo, miraba a sus dos amigos, Ron se había decidido a confesarse ese día, bien por él. Pero Harry procuraba pasar mucho tiempo en la biblioteca, y menos con sus amigos, tenia que preparase para luchar, fuera cual fuera el resultado de la lucha, debía dar lo mejor de si mismo. Si a él le pasara algo no quería que ellos sufrieran, a su lado solo sufrían, solo por estar a su lado eran perseguidos, quizás si los alejaba…

Eso es lo que se repetía, pero… tenia que proteger a sus amigos, pero a la vez no quería hacerles daño si algo malo le ocurría. Se sentía muy pequeño para un destino tan grande. Como podría un muchacho como él, esmirriado e inseguro, acabar con Voldemort, uno de los Señores Oscuros más tenebrosos que había habido.

Pero en el Ministerio… cuando Voldemort apareció… cuando le lanzo el Avada Kedavra… sino hubiera sido por la intervención de Dumbledore ahora estaría muerto. Le debía mucho… sin embargo una parte de él se negaba a perdonarlo, le había escondido mucho, pero también es verdad que si se lo hubiera dicho en primer año… de alguna forma hizo lo correcto, preparándole lentamente para la batalla final…dejándole enfrentarse a la sombra de Voldemort, porque desde luego cuando se enfrento a él en primero no tenia todo su poder… pero debería haberle hablado de la profecía en cuarto, justo después de que Voldemort renaciera con toda su fuerza.

Y Voldemort… en el Ministerio le poseyó tan fácilmente… fue suerte que pensara en Sirius y la felicidad de reunirse con él, y ese amor lo expulsara.

Al menos las clases de Oclumancia daban bastante resultado: no soñaba con el Lord, y a veces, cuando tenia emociones extremas (cuando estaba extasiado, enfadado o muy cansado) percibía sus emociones, alguna orden suya se colaba en su mente, o oía gritos de gente, y entonces intentaba recomponer la barrera de su mente, y no pensar en lo que Voldemort hacia, y auque costaba, lograba salir de su mente. Voldemort lo atraía, quería retenerlo en la mente, torturarlo psicológicamente, pero pensaba en Sirius, y luchaba por él.

Definitivamente las clases de oclumancia daban resultado, aunque no canalizara bien la magia del intruso. Dumbledore le había dicho que debía rechazarla, solo construir un espejo y dejar que la magia rebotara, pero a Harry no se le daban bien las metáforas, así que lo hacia literalmente: la mayoría de veces que conseguía expulsar a Dumbledore, este acababa tirado varios metros más allá, y hubo una vez el hechizo rebotó y acabó en la mente del mayor.

Era difícil.

También le había dicho que había otra forma de "vencer" la Legeremancia. Debía dejar que el intruso entrara, pero debía mostrarle lo que el quería, incluso sueños, o simplemente podía inventarse una escena. Esto era lo que Tom había hecho, y era algo que solo sabían hacer los expertos, de ninguna manera Harry lo iba a conseguir. Bastante tenia ya con el método normal.

Y Malfoy…salía antes que nadie del aula, y no lo veía nada más que en clases y durante las comidas. Tenía bastantes cosas que aclarar con él, sus palabras, sus actos, su estúpida enemistad de seis años…

Y la estúpida musiquita de felices notas resonando por todo el castillo, y lo peor, era obra de Mafalda!


¡Genial! De todos los hechizos que se le podían resistir, este era el que más quería aprender.

- ¡Tranquilízate Harry! Si te pones tenso es evidente que no conseguirás que te salga bien el escudo.

- ¡Como si se pudiera estar tranquilo en un campo de batalla!

- De momento no estamos en ninguno…

- ¿Estas segura Hermione?

Y es que estaban practicando el "écu" un escudo para proteger a otras personas. Pero para probarlo, alguien había de intentar hechizar a sus compañeros, y los otros protegerlos.

Y no a todos les salía bien la barrera.

Luna Lovegood estaba toda cubierta por lo que parecía espuma por haber invocado mal el escudo, no había pronunciado correctamente, había dicho "écume". A Neville le había tocado intentar hechizar a sus compañeros, y aunque parezca increíble, lo había conseguido fácilmente: Ron, Padma, y Parvati estaban bailando la conga por el aula. Por otra banda varios escudos mal hechos habían hecho rebotar los hechizos lanzados (normalmente los escudos absorberían el hechizo), y Lavander, Serena, Hannah y Susan estaban chillando como locas nadie sabe porque, y para acabar estaba Justin que se había tenido que marcharse rápidamente cuando le había desaparecido la ropa.

Quizás una campo de batalla no, pero si que parecía un gallinero.

- ¡Mira Harry¡A Ginny y a Colin les sale! Y bueno, los escudos que hacen rebotar los hechizos (aunque las barreras estén mal hechas) pueden servir… así al menos Ernie, Smith y Eleanor pueden hacer algo.


Y finalmente con una mañana de cielo azul y frío invernal (evidentemente, estaban en Febrero) San Valentín llegó.

Harry dormía placidamente cuando un ruido lo sobresalto. Abrió los ojos inmediatamente, y se levanto de golpe.

- Ha sido Ron - le aclaró Dean - lleva ya una hora arreglándose para pedirle a Hermione que salga con él.

- ¿Cómo sabes que se lo voy a pedir a Hermione? - dijo Ron saliendo rápidamente del baño.

- Todo el mundo lo sospecha - dijo Seamus levantándose - y hoy era el día apropiado para pedírselo. Incluso hay apuestas.

- ¿QUÉ!

- Si, solo espero que no sea como el año pasado, todos apostaron, y al final no se juntaron.

- En el caso de que comiencen a salir hoy, yo habré ganado - dijo Dean.

- ¿QUÉ!

Ron termino de arreglarse, y convocó un ramo de margaritas blancas (era lo único que había logrado sacar de su varita) y Dean cogió el abrigo después de haber invocado no-se-sabe-que-flores para Ginny. Harry por su parte se dedico a remolonear un poco más en la cama, antes de levantarse finalmente. El único problema es que este día caía en lunes, y aunque el director había permitido decorar el castillo y todo eso, no había permitido cancelar las clases.

Cuando bajo a la Sala Común se encontró con que Ginny y Dean discutían.

- ¿Cómo se te ocurre regalarme Viscaria¡De todas las flores que me podías haber regalado tenían que ser Viscaria!

- Ginny…

- ¿Me estas engañando Dean? Porque esto es lo significan estas flores sabes…

- Ginny…

- ¿Dime que no es con Lavander? El otro día estabas flirteando con ella.

Harry y Ron realmente estaban confundidos, encontraban las flores bonitas, con sus colores rosados y lilosos, con sus cinco petalitos bien colocados¡mujeres!

- Que mal carácter tiene mi hermana, las mujeres dan miedo cuando se enfadan.

Llegaron al Gran Comedor que estaba abarrotado de gente, corazones volaban por los pasillos, la estúpida música de Mafalda resonaba por todas partes, y esta se dirigía rápidamente hacia el Gryffindor de ojos verdes.

- ¡Harry¡Amor mío¿Dónde esta mi anillo?

- ¿Qué anillo?

- El de compromiso, amor - dijo batiendo rápidamente las pestañas

- ¿De que demonios hablas Mafalda? - dijo Harry en un tono bastante alto llamando la atención de las acarameladas parejas que estaban a su alrededor.

- Del que me prometiste comprar - dijo mientras hacia un puchero

- ¡Harry¿Cómo se te ha podido olvidar comprarle un anillo a tu novia? - dijo Ron riéndose, aunque por otra parte tenia una mirada triste.

- ¿Queréis callaros? - dijo Harry siseando bajito para que sólo lo oyeran ellos.

- Al menos, invócale una flores…

- Ron, te la estas buscando…

- ¡Oh! Me voy a mi mesa, pero quiero mis regalos por la noche, en una cena romántica a la luz de las estrellas…

- A la luz de las estrellas, si lo que quieres es que sea en los terrenos perfecto, en medio de la nieve, así te mantendrías calladita… -pero no pudo acabar la frase porque Mafalda le dio un besito en la boca antes de marcharse corriendo a la mesa de las serpientes.

- ¡ARGGG! - y fue corriendo mientras en el Gran Comedor resonaban las risitas de todos, menos la de Hermione que no se encontraba allí.

Historia de la Magia paso aburrida para todo el mundo, pero también fue desesperante para dos chicos, uno tenia que aguantar las risitas de Lavander y Parvati por el beso de una niñita de primero, el otro trataba desesperadamente por hablar con Hermione, y trataba también de regalarle el ramo de margaritas, pero la chica era la única que atendía a clase, y no le hacia caso.

No fue mejor en Herbologia, donde además compartían clase con los Ravenclaws. Las risitas se multiplicaron, y definitivamente Ron no pudo hablar con Hermione, no era cuestión de pedirle para salir delante de McGonagall, que explicaba en este momento como trasformar dos sillas para que pasasen a formar una mesa.

Hermione desapareció a la hora de la comida después de haber tragado la comida, después se enteraron de que tenia que entregar un proyecto de aritmancia y le contaba mucha parte para la nota, así que se estaba esforzando más de lo normal.

- Me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere… - Ron iba quitando pétalos a las margaritas, dejando un rastro en el suelo - me quiere, no me quiere…

- Ron, me voy a pociones.

- Me quiere, no me quiere, me quiere…

- ¡Ronald!

- ¿Qué quieres?

- Me voy a pociones, y no les quites todos los pétalos a las margaritas, o no podrás dárselas a Hermione.

- Ya. Adiós. - y Harry salio del comedor - no me quiere, me quiere, no me quiere…

Llego al aula, pero por extraño que parezca, todavía no había llegado el profesor, y Hermione tampoco estaba, y no podía hablar con Malfoy delante de todos, así que se sentó con Susan.

- ¡Buenos tardes Harry!

- Teniendo en cuenta de que tocan pociones no crean que sean muy buenas…

- Si, pero mejor dejemos el tema, no quiero perder puntos para Hufflepuff, por dar mi opinión sobre la clase de Pociones.

- Yo ya estoy acostumbrado.

- ¿Qué le pasaba a Ron? todos se estaban extrañando de que estuviera deshojando las margaritas.

- No se las ha conseguido entregar a Hermione, y el pobre ya no sabe que hacer.

- Espero que tenga más, no creo que impresione mucho a Hermione un montón de margaritas deshojadas. Aunque realmente no se que le podría impresionar a ella.

- Yo tampoco - en ese momento entró Hermione y momentos después Snape.

La clase de Pociones acabó con un par de explosiones, nada grave, aunque el mal humor de Snape ese día seria legendario, había bajado más de 100 puntos a Gryffindor, 77 a Hufflepuff, 34 a Ravenclaw, y aunque parezca increíble 2 a Slytherin, era claro que San Valentín no le gustaba. Y los chicos se dirigían ahora a Cuidado de Criaturas Mágicas Avanzadas.

- ¿Ya le has regalado algo a Susan? - le pregunto Hermione, estaban un poco más apartados del resto, y la Hufflepuff caminaba unos metros delante de ellos.

- No. Me cae bien y ya esta.

- ¿Seguro?

- En realidad no. Me cae bien y estoy muy a gusto hablando con ella, pero no se si estoy enamorado. No lo estaba cuando salía con Cho, y ella… no se si estaba enamorada realmente de mi, Cedric hacia poco que… y poco después salió con Michael Corner…

- Tienes miedo Harry - era una afirmación, Hermione le sonrió entonces - no te preocupes de más, estoy seguro que cuando sea el momento te aclararas.

- ¿Y tu Hermione¿Planeas salir con alguien?

- ¿Yo? - dijo la chica sonrojada - nadie me ha pedido algo así.

- ¿Ni Krum?

- Víctor es un amigo, no comenzarás tú también como Ron cada vez que recibo una carta suya.

- No, pero estoy segura que si prestas algo más de atención a tu alrededor, y dejas de encerrar tu nariz en los libros, veras algo.

- ¡Harry¿Cómo puedes decirme algo así?

Pero el chico había parado de golpe y mirada horrorizado hacia delante. Había un montón de gatos. A Harry no le gustan mucho los gatos, se había hartado de ellos cuando le tocaba quedarse con la señora Figg de pequeño. Pero estos gatos tenían algo extraño. Algo muy extraño.

Sonreían.

Y ver un montón de gatitos sonrientes daba grima, así que se fueron a sentar lo más lejos que pudieron de los mininos. Ron no tardo mucho en llegar con su ramo de margaritas, la mitad de las cuales no tenían pétalos, y además están sedientas de agua, con lo cual no tenían muy buen aspecto.

- Hermione, tenemos que hablar. - dijo seriamente el recién llegado

- ¿Pasa alguna cosa Ron¡Oh! Tendrá que ser después, Hagrid ya esta aquí.

- ¡Buenos días chicos! - dijo el semigigante - hoy vamos a estudiar a los Gatos de Chesire.

La clase acabo, y Ron insistió en hablar con Hermione, y Harry se fue para dejarlos solos, así que junto con Susan, Hannah, y Justin emprendió la vuelta al castillo.

- ¡Espérenme! - era Ron que subía apresurado.

- ¿Y Hermione? - le pregunto Harry, aunque los Hufflepuff escuchaban atentos.

- Tiene clase de Aritmancia Avanzada, y hoy a de entregar un importante trabajo que cuenta el 25 de la nota, y bla, bla, bla, y se ha ido con Anthony.

- Esto… ¿Piensas pedirle para salir con esta ropa, y con esas flores? - le dijo Susan.

- ¿Qué tiene de malo? Un momento… ¿Cómo sabes que le voy a pedir que salga conmigo?

- Bueno, nosotros también apostamos - dijo Justin - lastima si se lo pides hoy, yo aposté 15 Sickles a que se lo pedías el último día de curso.

- ¿Por qué yo? - gimió lastimosamente el pelirrojo. Pero entones Susan le cogió el ramo y se lo desapareció - ¡MI RAMO!

- ¿Eso era un ramo! Haz aparecer otro cuando la vuelvas a ver, pero estoy segura que ninguna chica querría nada contigo si le entregas un ramo como ese.

- ¿Por qué yo?

Justin y Hannah se fueron solos para celebrar San Valentín, y Susan decidió que era un buen momento para que Ron consiguiera invocar otro tipo de flores, así que se fueron a la Sala de los Menesteres.

- ¡Vuelve lo a probar! - dijo al ver que aquellas flores no eran lo más apropiado para regalarle a una mujer, habían salido cardos.

- ¡NOOOO! - esta vez habían sido espigas de trigo.

- Vamos mejorando - al ver que eran rosas amarillas.

- ¡Son rosas! Le voy a regalar estas rosas a Hermione, las rosas siempre gustan, ya no puedo más…

- Regálaselas, pero siendo una persona tan lista estos segura que Hermione sabrá que significan infidelidad y celos.

- ¡Volvamos a probar! - dijo Ron refunfuñando, mientras Harry se reía por detrás, tenían casi todo el suelo lleno de flores raras.

- Para declarar amor hay que dar una rama de durazno

- Malditos Hufflepuffs, y maldita profesora Sprout por ser su tutora - murmuraba el pobre chico por lo bajo.

- Aunque también podemos probar con mirtos…

- Yo quiero mis margaritas

- Pensándolo bien… las margaritas amarillas grandes también se pueden considerar una declaración de amor…

Harry ya no podía más, ya estaba llorando por la risa, no tanto por lo que Susan decía, sino por la cara de quererla asesinar de Ron, y ahora los dos comenzaban a discutir la insensibilidad del chico, Susan al final se harto y decidió irse enfadada.

- ¡Espera Susan! "orchideus" para no te vayas enfadada - dijo Harry entregándole un clavel blanco.

- ¡Oh! Harry, no tenias porque molestarte, me quedare un ratito más, a ver si consigo que este saque unas flores adecuadas - y volvió a entrar - por cierto¿Sabes que significan están flores?

- No

- ¡Ji, ji, ji! Significan amor ardiente - Harry se puso rojo en cuestión de segundos - pero también significan Ingenuidad y talento, creo que esto te va más¡Y en cuanto a ti, Ron, sigamos!


La hora de la cena llego, faltaban bastantes parejas, y Ron terminaba de arreglarse con lo que Susan le había recomendado. Había sido un problema encontrar algo azul celeste que combinara con sus ojos… al final la ropa se la dejo Dean, que como futuro cuñado (por aquello de que salía con Ginny) y la razón más importante, si se juntaban ganaría la apuesta, decidió que nada de lo que Ron tenia en su baúl valía la pena, ni tampoco nada de Harry.

Así que mientras muchos comían en el comedor Ron estaba buscando a Hermione, ya que la habían visto en la biblioteca en el Mapa del Merodeador. Le hubiera gustado ver la declaración, como a todos los cotillas de Hogwarts, pero sabía que eso era algo íntimo de ellos dos.

Hermione entró pausadamente en el Gran Comedor, mientras Harry la veía estupefacto. ¿Cómo podía estar así de tranquila después de que uno de sus amigos se le hubiera declarado?

- ¿Dónde esta Ron?

- No lo se, se suponía que estaba contigo - le respondió la chica - Por cierto¿No ha estado un poco raro hoy? - dijo mientras se servia algo de carne en su plato - a llevado unas margaritas todo el día encima, y deshojadas… ¡Oh¿Se las quería regalar a alguien? Vaya…

- Si ahora iba a buscarla, ha intentado todo el día de hoy hablar con ella, pero no lo ha conseguido.

- Vaya…- dijo con voz algo queda - ¿Y tu sabes quien es ella?

- Puede ser que lo sepa - disfrutando de ver a Hermione-intento-no-parecer-interesada-Granger.

- ¡Ah¿Quién es? - dijo dejando el tenedor en la mesa y mirando fijamente a Harry.

- No seria un buen amigo si te lo dijera, eso es algo que Ron tendría que hacer - el chico se estaba divirtiendo viendo las reacciones de la chica - eso te lo ha de decir Ron. Come rápido, y vayamos a la Sala Común a esperarlo.

Pero las cosas no salieron del todo bien para Harry, estaba saliendo del Gran Comedor con Hermione, y con un buen grupo de Gryffindors que querían ver el momento en el que Ron encontraría a Hermione, y le confesaría su amor eterno.

Pero alguien lo intercepto.

Alguien pequeño.

Alguien pequeño, de cabello claro y ojos azules que le miraban enojados.

- Ahora no…

- ¡Quiero.mi.anillo. ¡Yo nunca te prometí eso! - protesto Harry

- ¡Me da igual¡Yo quiero mi anillo!

- ¡No vas a tener ningún anillo Mafalda!

- Pero… pero… - dijo comenzando a hacer pucheros, mientras una lagrimita asomaba por su ojo - yo realmente… yo quería un… - una lagrimita cayo por su mejilla.

- 10 puntos menos a Gryffindor por hacer llorar a una Slytherin - Snape había tenido la buena suerte de entrar en ese momento al Gran Comedor, y por lo bajo murmuro - aunque sea una busca-problemas como esta.

- Harry… snif… un anillo…

- Otros 10 puntos menos para Gryffindor

- snif…anillo…

- Confórmate con una flor "orchideus" - y le dio un clavel rosado.

- ¡Oh Harry! - y las lagrimas desaparecieron de inmediato - ¡Vamos progresando! No sabia que significara eso para ti, un clavel rosado, significa preferencia¡Me prefieres por encima de las demás mujeres!

Pero Harry no se quedo a escuchar el resto de las tonterías que diría la niñita, simplemente huyo, y el resto de Gryffindors le siguió. No sabía exactamente como, pero Mafalda siempre lo dejaba en ridículo delante de todo Hogwarts. Y sobretodo…

- Hermione ¿Todas las mujeres saben el significado de las flores? (N/A: realmente no, pero parece que en este fic si)

- Claro que si - replico Lavander - es parte de ser chica (N/A: repito, realmente no, yo lo estoy mirando en un libro)

- ¿Qué demonios hacéis todos aquí? - les pregunto a Hermione, cuando vio que estaba todo sexto y también parte de quinto.

- Apuestas - respondió sencillamente Neville.

- ¿Tu también Neville? - pregunto Harry mirándole sorprendido.

- ¿Creo que alguien sabe algo que yo no¿Harry me lo podrías explicar? - dijo mirándole sospechosamente.

- ¡Que raro que alguien sepa algo que tu no! - exclamo Parvati

- ¡Yo tampoco se nada! Me he enterado esta mañana que habían hecho una apuesta, y no se todos los detalles - intento excusarse el chico.

Pero ya estaban delante de la Sala Común de Gryffindor, y entraron solo para encontrarse un montón de margaritas amarillas grandes con los pétalos esparcidos por el suelo de la Sala Común.

- "Orchideus" - dijo Ron sentado en una butaca - me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere, me quiere…

- ¡Ron! - exclamó Hermione - se puede saber que haces aquí en medio de la Sala Común quitándole los pétalos a… ¿tu sabes el trabajo que tendrán los elfos domésticos para recoger todo esto!

- ¿Y tu¿Se puede saber donde has estado? Por la mañana en la biblioteca, después no me has dejado hablar en Historia de la Magia ¡eras la única que prestaba atención! Después Transformaciones, es verdad que delante de McGonagall no se puede hablar… a la hora de la comida has desaparecido, yo no he tenido Pociones así que tampoco no he podido tener tu atención (claro que tampoco lo hubiera intentado delante de Snape) en Cuidado de Criaturas Mágicas he estado apunto, pero tenia que llegar Hagrid y desviar tu atención de mi con los gatitos felices, y entonces pienso "esta es la mía, ya no quedan clases", olvide que tu tenias aritmancia, y te vas con Goldstein, tengo que aguantar a Bones, y sus consejos para dar buena impresión a una chica ¡Me quería hacer escribir un poema¡Un poema! Suerte que Harry la ha convencido que soy tan bueno con eso como Ginny…

- ¡EY! - exclamo la aludida

- …le pido ropa prestada a Dean, convoco las margaritas amarillas ¡AMARILLAS! Como si las blancas no sirviesen… vemos en el Mapa que estas en la biblioteca, me voy hacia allí, y no estas, te busco por toda la biblioteca, me desespero y tiro las margaritas al suelo, con tan mala suerte que Fawcett resbala y me coje y nos caemos los dos dándonos contra una estantería¡Hemos acabado en la enfermería! Y Cuando te veo, estas aquí tan tranquila, hablándome sobre elfos domésticos ¡ELFOS DOMÉSTICOS!

- Yo…

- ¡No me digas yo de esa manera¡ESTOY ENAMORADO DE TI DESDE CUARTO, REUNO EL VALOR PARA DECLARARME, Y… y… y… - Ron parecía apunto de ponerse a llorar.

Y Hermione Granger decidió hacer lo único que se lo ocurrió para subirle la moral al chico.

Y lo beso.

Y un Gran ¡Ohhhhh! resonó por toda la Sala común.

Y Dean ya se veía cobrando la apuesta.

Y a un escarabajo debajo de un sillón le brillaron los ojos de venganza. El problema era que a los escarabajos normales no les brillaban los ojos.


bueno, por hoy ya esta, y si no me equivoco creo que realmente es más largo que el ultimo capitulo.