Hola! muchas gracias a Shopie Grint y a Desire Black por sus reviews! significan mucho para mí, en serio! bueno, sé que dejé este fic un poco abandonado, pero aquí les dejo el segundo cap. es corto, sólo tiene 5 cap. así que se terminará rápido.
Bueno, pues eso, muchas gracias! y espero que sigan disfrutando de la historia!
Disclaimer: los personajes, caracteres y lugares que aparecen en este fic, son propiedad de J.K.Rowling, ella tiene los derechos de publicación, yo me limito a hacer historias sobre ellos que no tienen porqué coincidir con su trama.
Capítulo 2: El extraño sueño de Ginny
En cuanto la cabeza de Harry cayó en la blanda almohada, se durmió de inmediato, abrazado a Ginny.
No llevaban más que un rato durmiendo, cuando Ginny empezó a agitarse, incómoda. Un estremecedor grito, salido de sus labios, despertó a Harry.
Ginny lloraba, desesperada. Harry la zarandeó un poco.
Ginny- susurró- Ginny, despierta, es una pesadilla.
Pero Ginny no abría los ojos.
Harry la zarandeó con más violencia y gritó:
¡Ginny!
Ella, lejos de despertarse, se zafó de Harry, estremeciéndose violentamente.
¡No!- gritó- ¡Apártate de mí, es mi bebe, no lo tendrán! Quieren matarme. ¿Dónde está Harry?
Estoy aquí- repuso él tomándola de la mano- contigo. ¿Quién quiere matarte, Ginny?
¿Quién quiere quitarte el bebé?
Ellos- gemía la pelirroja, angustiada- quieren quitarme a mi niño.
Harry trató por todos los medios de despertarla, incluso le arrojó un cubo de agua, pero todo era inútil. Ginny estaba en un extraño estado de somnolencia del que no podía despertar.
Entonces, Harry la cogió en brazos.
Voy a llevarte al hospital San Mungo- dijo- tenemos que ir en coche, porque así no podemos ir en escoba, y menos con polvos Flu.
Harry se puso un par de vaqueros y una camisa a cuadros, sobre los boxers.
Luego, le puso a Ginny el vestido que había llevado ese mismo día.
Rápidamente, puso a Ginny en el asiento trasero del Audi negro que ambos poseían y se puso al volante.
La diferencia entre un coche muggle y el automóvil de Harry, era que, éste último podía ir por la línea recta más corta entre dos puntos, fuese carretera, campo o mar, sin que nadie lo advirtiese.
Así que en cinco minutos estaban en San Mungo.
¿Les ha gustado¿Qué le pasará a Ginny¿Les gustaría saberlo? Pues ya saben... reviews... por favor...
