Los personajes de esta historia son propiedad de Rumiko Takahashi

Series: Ranma ½ e Inuyasha

"CURSED"

("Maldito")

Crossover escrito por Wheezambu

Traducido y editado por Ayame y Riosaku

Capitulo 4

- Empaquen toda la ropa que puedan necesitar- Les dijo Kagome - No se preocupen si es demasiada, se sorprenderán de lo rápido que tendrán que ir cambiándose-.

Akane y Ranma habían empacado sus mochilas para un viaje largo - ¿Dónde diablos crees que nos llevará? - Ranma le susurró a Akane.

La chica se encogió - ¿Por qué me preguntas a mí?-

Ya era muy tarde, cuando estuvieron listos para ir a la casa de Kagome, esta murmuraba para si misma cuando partieron – Maldita sea, necesito más provisiones para primeros auxilios, sobre todo la crema para las quemaduras que funciona muy bien. Espero que Mamá se acordara de comprar más insecticida. No soporto a los mosquitos de esa época, son enormes-

Ranma sacudió su cabeza – Lo que Kagome hace no tiene sentido – ellos se andaban con un ritmo muy veloz, Kagome esperaba estar en su casa antes de la medianoche.

Kagome miró a sus amigos -Esta bien- Dijo sonriendo - Mi mamá está acostumbrada a las cosas extrañas. Pasaremos la noche en mi casa y saldremos a primera luz del día. Dije que no pasaría más de una semana aquí y Ellos me deben estar esperando -

- ¿Quién te espera? - Akane preguntó.

Kagome siguió balbuceando sin notar la pregunta - Ranma, creo que tendrás que quedarte con Sota, por lo menos él no se alterará de saber que un demonio esta en su habitación. Ah, espero que mi abuelo esté durmiendo cuando lleguemos, no quiero estar toda la noche despierta tratando de impedir que realice sus exorcismos-

- ¿Exorcismos?- Ranma pareció horrorizado, no quería tener encima a ningún viejo recitando cosas extrañas - ¿De quién hablas¿Quién es este Sota¿Y por qué tengo que dormir en su habitación?-

- Hmmm - Kagome estaba distraída - Sota es mi hermano pequeño, es como un parásito. Él se estremece a la muerte cuando acampa - Su expresión se torno positivamente traviesa -Mi mamá es demasiado tranquila, pero la idea de que un hombre duerma en mi habitación es tentar mucho mi suerte-

Ellos habían llegado al templo- ¿Vives aquí? - Akane se impresionó - He venido a este lugar cientos veces, pero no sabía que estuviera habitado-

Kagome se sintió orgullosa. - Mi familia ha sido la guardiana de este templo por generaciones. Realmente es un lugar sagrado, pero por suerte no es muy conocido. En la temporada del turismo un oso puede vivir aquí realmente -

- Entonces¿has tenido instrucción como sacerdotisa?- Ranma quiso saber. La pregunta sorprendió a Kagome

Kagome hizo un ruido grosero – De ninguna manera, pero mi abuelo adoraría la idea. Se emociona demasiado por este viejo y polvoriento templo y vendiendo chucherías a los turistas. Él trato de hablar con mi pequeño hermano para que se uniera al sacerdocio, pero Sota no permitió que le afeitara la cabeza. Bueno,.no puedo culparlo por eso-

Ella llevo a sus amigos por el empinado camino principal del templo – ¿Pueden ver eso? Es mi casa. Al parecer todos están durmiendo, será mejor que entremos en silencio para no despertar a mi madre. Le explicaré todo por la mañana-

La chica los condujo silenciosamente por su casa hacia las escaleras de arriba - Esta es mi habitación - Susurró, encendiendo las luces –Pueden poner su cosas sobre la cama, despertaré a Sota para explicarle la situación-

-Kagome ¿Dónde esta el cuarto de baño? – Preguntó Akane, para luego seguir a la chica por el pasillo y desaparecer en la oscuridad.

Ranma se sentó en la cama de Kagome mientras esperaba. Frente a Él había un espejo grande, al ver su reflejo frunció el ceño. Sus orejas puntiagudas no eran tan notables gracias a su cabello, pero las marcas en los lados de su cara eran muy notorias - Parezco un maldito actor de Kabuki - Murmuró. Descubriendo los dientes por reflejo. –No me sorprende que los asustara, soy un fenómeno de pesadilla-

Deprimido, giró lejos del espejo y dio un vistazo alrededor de la habitación. No había nada que indicara que la habitación no perteneciera a una chica adolescente normal. Sólo Ella, una chica normal pudo detener la rabia de un demonio furioso. Él no podía recordar lo que había pasado, solo tenía el recuerdo de una sensación dolorosa cuando tuvo el fragmento en su manos, no pudo evitar estremecerse al recordarlo. Aquel frío, ese mal sentimiento y ese destello brillante de luz no eran un pensamiento agradable.

El todavía no podía creer que había perdido el control de esa forma. El rostro de Akane lucía una contusión horrible. Él ni siquiera recordaba el haberla golpeado, sin mencionar la rotura de cuatro costillas de su padre y la casi conmoción cerebral hecha a Soun Tendo. Miró las garras de sus dedos, todavía quedaban unas pocas huellas de la sangre de su padre, podía olerlas, sintiendo una pequeña emoción en algún lugar profundamente dentro de su cuerpo. De repente se sintió enfermo, pensando cuán fácilmente podía detectar la sangre de Akane también.

Ranma casi saltó fuera de su cuerpo cuando la ventana se abrió repentinamente detrás suyo - Maldita, Kagome – Llamaba una voz áspera - ¿En que jodido problema te metiste esta vez!-

Ranma estaba asombrado. Un extraño hombre salvaje acababa de entrar por la ventana de la habitación de Kagome, quedando congelado al notarlo y luego verlo fijamente. Ranma correspondió la mirada, con la boca abierta por la sorpresa. El tipo había dado una mirada alrededor. El tenía el cabello blanco plateado y muy largo y con extraños ojos dorados. Para terminar el tipo estaba vestido como los samuráis de las películas, completando su vestuario con un katana amarrada a la cadera.

- Hola – Saludo Ranma, notando que la expresión del joven iba tornandose oscura - Tú debes ser amigo de Kagome-

El extraño joven no contestó, pero olió el aire a cambio. Sus ojos se ensancharon y de su boca salió un gruñido – ¿Quién mierda eres tú!-

Ranma movió su mano nerviosamente para llevarla detrás de su cabeza - Soy Ranma Saotome – Dijo - Disculpa por esto-

El tipo sonrió desagradablemente, mostrando sus colmillos filosos idénticos a los de Ranma – ¿Disculparte? Eso es lo que Tú crees-


- Anda, Souta. Despierta ya - Kagome dio nuevamente un codazo a su pequeño hermano.

Él solo se giro para acomodar su cabeza en la almohada – Vamos, aún no es hora de que vaya a la escuela-

La chica le hizo cosquillas en su las orejas. –Te traje un nuevo amigo para jugar - Ella bromeo – Un verdadero demonio dormirá en tu habitación – Con ese comentario por fin logró ganar su atención

El niño se incorporó y frotó sus ojos -¿Quién es¿Es Inuyasha?-

Kagome retiro las mantas - No tonto, a este no lo conoces, le daremos asilo. Anda, vamos te lo voy a presentar – Pobre Ranma, ella sabía que su pequeño hermano quizás no lo dejaría dormir con todas las preguntas que le haría en lo que restaba de noche, pero no podría hacer nada por ayudarlo - Y también traje a una amiga con quien platicar, su nombre es Akane-

-Las Chicas son aburridas - Souta bostezó, saltando fuera de la cama - Quiero ver al demonio –

Kagome se dirigió al pasillo con su pequeño hermano. Ellos estaban casi en la puerta del cuarto cuando escucharon un fuerte ruido dentro de la habitación.

Kagome de inmediato se arrojó a abrir la puerta, pero se encontró con el cuarto vació. La ventana de la habitación estaba rota, parecía que algo había sido lanzado por ella

- Ah mierda –Murmuró, mientras empujaba a Sota fuera de su camino – No entres - Advirtió – Hay vidrios por todas partes-

Akane patinó al momento de detenerse y casi atropelló al niño – ¿Qué esta pasando¿Dónde esta Ranma!-

Kagome se asomo por el cristal roto de su ventana para poder mirar fuera de su recamara. Lo que vio hizo que se helara su corazón - ¡Mierda¡Mierda¡MIERDA!-Gritó, para luego girar y salir corriendo por la puerta, agarrando a una asustada Akane por el brazo y arrastrándola escaleras abajo.

-¿Kagome, qué pasa? – La voz de la madre de la joven llamó por el pasillo. La Sra. Higurashi tiraba su manta encima mientras seguía a su hija hacia la puerta de atrás.

- Perdón, Mamá - Kagome gritó sobre el hombro. - Yo arreglaré, lo prometo-

En el patio, Inuyasha fijaba al demonio en la tierra e intentaba matarlo a golpes. Ranma rodó para tratar de defenderse del maniático que lo estaba atacando mientras gritaba desesperado - Esto es un error -

El Inuyasha salvajemente soltó puñetazos - ¡Mi trasero que esto es un error¿Dónde está Kagome¿Qué le hiciste¡Maldita sea¡Te mataré maldito youkai!-

-¡Inuyasha no! - Kagome chilló, arrojándose al hanyou para detenerlo, no había tiempo para un aclarar el asunto. Ellos fueron a dar al patio de piedra.

Ranma trepó lejos de ellos, la sangre fluía por su nariz - Hijo de perra - Gritó enojado.

-¡Kagome¿Qué demonios estas haciendo!- Pregunto enojado el hanyou. La chica había aterrizado encima de Él y dominado sus puños con su propio haori. Por una parte se alegraba de ver que Kagome estaba viva, pero disfrazaba su sentir con la cólera.

- ¡Eres un asno estúpido! - Gritó Kagome directamente en su cara.- Él es un amigo, maldita sea-

- ¿Amigo¿De quién? – Exigió saber Inuyasha, tomándola por los brazos y levantándola, para empujarla a un lado y ponerse de pie, viendo de manera asesina a Ranma - ¿Desde cuándo tienes amigos youkai qué no conozco hembra?-

La chica se levantó y se colocó delante de Él -¿Qué estas tratando de decir!- Ella gruñó en Él.

Inuyasha se estremeció, Kagome podría ser temible, especialmente cuando estaba así de enojada -¿Qué querías que pensara! Desapareces por una semana y entonces cuando vengo a buscarte, hay un demonio extraño en tu dormitorio. Yo no sabía que fuera un amigo, pensé que Él te había raptado o había asesinado. Fui asustado al pensar que había llegado tarde-

Kagome se quedó en silencio, con una extraña expresión en el rostro -¿Estabas preocupado por mi?-

Él retrocedió, esperando que esto no significara un "sentado" - Por supuesto ¿Cómo diablos sabría que estabas bien?- Respondió aun no descifrando la expresión de la joven.

Kagome dejó salir una sonrisa, como cuando sale el sol después de la tormenta –Creo que no debo estar molesta. Lo siento Inuyasha, no sabía que esto te podría preocupar-

El hanyou la miró fijamente, apenas creyendo el cambio tan repentino de actitud de Kagome.

La chica lo tomo del brazo y lo arrastró, hacia donde estaba el youkai sangrando – Él es Ranma - Dijo con una sonrisa. Una chica trataba de limpiar el rostro del demonio con un pañuelo – Y Ella es Akane-

- Ya es media noche – Dijo la Sra. Higurashi con tono molesto – Kagome ¿sería demasiada molestia si Tú y tus amigos entran a la casa antes de que los vecinos llamen a la policía?-

La cara de Kagome se sonrojo avergonzada – Lo lamento mucho. Solo fue un malentendido-

-¿Malentendido? No sueñes - Ranma gruñó. Retirando el pañuelo de Akane lejos de Él –Hubiera acabado con él en un minuto ¿Verdad?-

Akane le dio una mirada fría, dando vuelta lejos de Ranma - Lamento mucho este problema, por favor no se moleste con Kagome - Sonriendo para ganar la simpatía de la madre de Kagome - Mi nombre es Akane Tendo, su hija me hablado mucho acerca de usted Sra. Higurashi. Tenemos un pequeño problema en nuestras manos y Kagome es la única persona que nos puede ayudar. Estoy terriblemente avergonzada, por favor no piense mal de nosotros por lo que ha ocurrido-

La madre de Kagome inclinó la cabeza, con una sonrisa astuta en labios – Eres una señorita muy educada. Mi hija podría aprender algunas cosas de ti. No estoy enojada querida. Escuche el escándalo e imaginé que Inuyasha estaría cerca-

El hanyou se limpió el rostro, que era casi del mismo color que su ropa – Perdón –murmuró mirando hacia otro lugar que no fuera el rostro de la madre de Kagome.

- Lo se querido – sonriéndole al Hanyou - ¿Por qué no me acompañan a la cocina para prepararles algo caliente? Todo está en calma y no creo que dure mucho-


- Dios mío, tu madre es muy discreta – Akane le murmuró a Kagome cuando las chicas se vestían en la mañana – Mi papá estaría escuchando detrás de las paredes-

La Sra. Higurashi había hecho un bocado rápido durante la noche, y viendo la forma en que Inuyasha y Ranma habían engullido toda la comida, regreso a la estufa dos veces más, para preparar más. Finalmente, bostezó fuertemente y sacudió a Sota para que despertara ya que se había quedado dormido –Creo que deberían ir a dormir para que puedan descansar un poco. Chicas vayan a la cama ahora. Ranma, por favor siéntete libre de dormir en el sofá de la sala. Es mucho más cómodo que el piso en la habitación de Sota - Ella volvió la mirada hacia el hanyou de cabello blanco - En cuanto a ti… - sonriéndole ella sabía que no requería de una cama.

- Yo dormiré a fuera – Contesto Inuyasha inmediatamente, mirando fijamente a Ranma con desconfianza – Estaré afuera, por si alguien me necesita-

Kagome se dirigió hacia la ventana rota de su habitación. Sacando su cabeza, para sentir la brisa suave de la mañana sobre sus mejillas - ¿Me buscabas? - Una voz le preguntó agriamente.

La cabeza de Inuyasha se asomó colgada del techo – ¿Dormiste frente a mi ventana? –preguntó.

Inuyasha se tiró sobre un lado y se deslizó dentro de la habitación -Desde luego que lo hice – respondió –No estoy acostumbrado a confiar en nadie, ya lo sabes-

- ¿Siempre eres tan paranoico? - Akane preguntó, cepillando su corto cabello oscuro - o ¿debería sentirme privilegiada?-

Él resopló – No hablaba de ti muchacha. Yo hablaba de ese maldito demonio –

Kagome le dio una fuerte patada - Sí, Inuyasha siempre ha sido paranoico, no lo tomes personal Akane-

-¡Bah¡– dijo agitando su mano con un gesto desdeñoso y grosero - ¿Podemos irnos ahora? Tenemos cosas más importantes que hacer que estar ladrando entre nosotros-

- Bien, bien, vamos - Kagome suspiró colocándose a la espalda su enorme mochila.

Inuyasha se la arrebató y saltó fuera de la ventana -Entonces muévete que no tenemos todo el día – ordenó.

- ¿Por qué no usas la puerta como una persona normal? – gritó Kagome a su espalda. Akane la miro confusa. Kagome movió su cabello a través de su hombro y sonrió -¿Ves lo que digo? No tiene ninguna consideración por nadie-

Ellas bajaron felizmente la escalera, Kagome hizo una pausa para poder besar a su madre en la mejilla – Estaré de vuelta pronto - prometió.

Su madre hizo rodar los ojos – Ya he escuchado eso antes-

Akane y Kagome se detuvieron afuera. Inuyasha y Ranma se fulminaban con la mirada el uno al otro, queriendo reiniciar la pelea de anoche. La tensión había llenado el pequeño patio por el carácter de los demonios. Kagome encogió sus hombros y se colocó entre los dos jóvenes – ¿Quieres saludar el suelo? - dijo, dándole palmadas sobre el pecho a Inuyasha.

Akane se puso en frente de Ranma, con postura firme - No más peleas - dijo severamente. Él le frunció el ceño, mostrando una pequeña contusión en el ojos derecho –Hablo en serio, Ranma. Se que todavía estas molesto, pero por el momento no puedes hacer nada-

Inuyasha sonrió burlonamente - Tienes un ojo agradable, Apuesto que quieres devolverme el favor, pero no puedes-

- Espera y verás - Ranma contestó con frialdad, dio la media vuelta lejos del hanyou deliberadamente - ¿Kagome, dónde está este lugar al que quieres que vayamos?-

Ella soltó el aliento en una lenta exhalación, no se dio cuenta de lo había estado haciendo –Háganlo fácil chicos por favor ¿porque no tratan de llevarse bien?- Inuyasha sacudió su cabeza y anduvo con paso majestuoso, dirigiéndose al lugar donde se encontraba el viejo pozo.

Ranma y Akane siguieron a Kagome al pozo - Bueno, esto es un poco difícil de explicar. Esto sonará extraño, aun no sabemos porqué, pero el pozo actúa como una especie de portal. No todos pueden usarlo, pero quizás si cruzan junto conmigo e Inuyasha, podremos hacer que ustedes dos puedan ser capaces de pasar al otro lado-

- ¿Al otro lado de qué? - Ranma preguntó, mirando detenidamente a lo profundo del pozo.

Kagome sonrió - A la época de las guerras civiles, el Sengoku Jidai, aproximadamente quinientos años en el pasado-

-¿Queeee! - Tanto Ranma como Akane se desconcertaron por la declaración

-Debes estar bromeando – dijo Ranma, Akane cabeceó afirmativamente - ¿Cómo un viejo pozo podría llevarnos al pasado?-

Kagome dio un paso delante de Inuyasha tirando de su largo cabello -¿Ustedes no pensaran que Él era de aquí ¿verdad? – Inuyasha gruñó y la ignoró mirando aún a Ranma con su mirada amarilla de desconfianza – No es importante como funciona - Ella les dijo – Y tampoco quiero saber como funciona, pero he estado cruzando por aquí por mas de un año. Se que suena loco. Pero lo que ocurrió anoche también suena loco ¿no?-

Ranma y Akane aún dudaban - Inuyasha dobló sus brazos sobre su pecho y miró de forma favorable a los dos adolescentes con una expresión condescendiente - A mi me tiene sin cuidado si lo creen o no - dijo en un tono despreocupado - Ve a casa si tienes demasiado miedo para brincar y verlo por ti mismo- dijo dando una mirada desafiante a Ranma quien gruñó en respuesta. Akane lo miró sorprendida por el sonido y retrocedió lentamente lejos de Él. La sonrisa de Inuyasha llegó a ser totalmente desagradable - ¿Te asusta entrar ahí mocoso?-

-Yo no me espanto de nada - Ranma dijo - Te estaré esperando del otro lado – el chico salto por el aire cayendo en la boca del pozo.

Kagome y Akane se apresuraron para observar dentro de las profundidades del pozo

- Realmente pudo atravesar - Kagome respiró aliviada.

Akane la miro - ¿Por qué estas tan sorprendida? - La muchacha se encogió de hombros

- No funciona para todos los youkais, sólo Inuyasha ha podido cruzar a nuestro tiempo, aunque eso es bueno, no quiero ni pensar en lo que pasaría si alguno de ellos llegara a cruzar, Tokio sería un infierno..

- ¿Qué hay de mi¿Fracasaré al tratar de cruzar al otro lado? - Akane se había puesto un poco nerviosa. Estaba muy oscuro y sórdido, ella podía distinguir apenas el fondo. – "Seguramente hay arañas o algo más" - pensó.

Kagome frotó su brazo confortándola – Brincaré contigo. Pienso que si sostengo tu mano, también podrás pasar – Ella no le contó todo acerca de la época de Inuyasha, como había estado sellado y había robado sus fragmentos de la perla. Tocando su bolsillo, el diminuto fragmento era seguro por ahora.

-Uh - Akane retrocedía lejos de ella – Quizás no sea tan buena idea. Quiero ayudar a Ranma, pero no estoy muy segura de ir a un mundo diferente ¿Qué tal si no podemos regresar? Mi familia no sabrá que pasó-

- Akane – dijo Kagome un tanto preocupada - Juro que será rápido. No pienses demasiado en ello, es lo mejor-

La joven se avergonzó –Es sólo que me espantan los lugares obscuros y cerrados - ella admitió. Y tampoco podía obligarse a mirar de nuevo en aquella profundidad, giró lejos de su amiga escondiendo su rostro sonrojado.

Un par de brazos fuertes la agarraron por la espada levantándola sobre el suelo - ¿Eh!- ella gritó.

El Inuyasha se rió – ¡Keh! No seas miedosa- Kagome miró fijamente cuando el hanyou brincó al pozo y cayó dentro. Lo último que escuchó fue el grito de terror de Akane antes de nuevamente el silencio.

Kagome se precipitó a la orilla del pozo y miró dentro --Adivino que era una manera de manejar la situación- Refunfuñó, lanzando su mochila y la de Akane mucho antes de saltar sobre el borde ella misma.


Akane se aferro de los brazos del Hanyou cuando caían. Su risa aún resonaba en sus oídos. Primero caían, luego flotaban en una luz, entonces caían de nuevo siendo abordados por una ligera oscuridad. Ella miraba fijamente con incredulidad cuando las paredes del pozo se hicieron sólidas alrededor de ellos otra vez y lo primero que pudo oler fue el aroma silvestre del entorno.

Inuyasha toco suavemente el piso, un poco diferente a cuando Ella toco la tierra firme debajo de ellos – Ves que no tenías de que preocuparte - él sonrió abiertamente.

Akane movió su cabeza para mirar hacia arriba, estaba completamente abierto encima de ellos y podía ver un hermoso cielo azul. Sintió que su cuerpo se tensaba cuando el hanyou se puso en cuclillas y salto fácilmente a fuera de pozo.

Mirando fijamente alrededor y aun sostenida débilmente del hanyou, notó que estaban en un pequeño claro cubierto de hierba, los árboles exuberantes los rodearon y podía oír a las aves por el bosque – No lo puedo creer - dijo débilmente. Su cabeza estaba mareada por la experiencia, Sí Inuyasha no la estuviese afirmando, hubiera sufrido un colapso por el golpe de la transición.

-¡Inuyasha? - Una anciana se inclinaba frente ellos, la expresión de su rostro arrugado era de desaprobación, el hanyou frunció el ceño -Por favor, no me digas que secuestraste a esa chica de la época de Kagome. Es muy impropio que hagas algo así-

- Yo no rapté nadie anciana loca – y diciendo esto, dejó caer a la chica bruscamente. Akane se tambaleó contra el pozo, sus las rodillas no parecieron querer sostenerla.

La anciana dio una mirada apacible en la chica -¿Es eso verdad, niña¿no eres su presa¿estas aquí por tu libre elección?-

- No, no soy su presa – dijo ella, todavía pasmada por todo.

Inuyasha se justificó – Anciana, no secuestre a nadie. Me enfermo cada vez que piensan que soy un especie de pervertido anormal, la próxima vez que me acuse por algo así será mejor que este preparada-

- De todas formas - dijo Kaede, ayudando a la chica a ponerse de pie - Mi nombre es Kaede, soy la sacerdotisa de este pueblo ¿Dónde está Kagome? pensé que ya había regresado-

- Aquí estoy- la chica respondió, tratando de salir del pozo. Inuyasha no hizo ningún movimiento para ayudarle esta vez con su carga pesada. Todavía estaba enojado por las acusaciones de Kaede. Kagome limpió el sudor de su frente – Veo que ha conocido a Akane – Kagome sonrió y la sacerdotisa le devolvió su sonrisa de forma cariñosa.

- Sí. Es la primera vez que traes a una amiga ¿Cuál es el objetivo de su visita?-

Los ojos de Kagome se ancharon ampliamente buscando por los alrededores - ¡Ah por Dios! casi lo olvido – dijo - ¿Dónde esta Ranma? Él salió del pozo antes que Ustedes-

Inuyasha frunció el ceño – Él no estaba aquí, cuando llegamos – murmuró y oliendo el aire busco al joven youkai – Vamos – dijo gruñendo, mientras se dirigís al bosque, las chicas lo persiguieron, tratando de mantener su paso tan rápido.

Kaede suspiró y tomo el camino de regreso al pueblo –"Los jóvenes de ahora" – pensó

-Pensar que este pueblo fue pacifico alguna vez-


Ranma sintió que sus pies estaban en una tierra ligera - ¡Wow¡Qué viaje! -murmuró, mirando a los alrededores del pozo. Las hermosas flores crecían por el bosque cubriendo toda la zona, haciendo más difícil hallar un camino. Notó que había un pequeño camino para tomar y expresando otra vez -¡Wow!- comenzó a caminar a través de la exuberante vegetación que lo rodeó. El joven youkai sintió que su corazón daba un pequeño salto de felicidad en su pecho. Balanceando sus piernas de lado a lado comenzó a explorar el pequeño claro.

El sonrió inconscientemente, gozando la vista y el aroma del lugar. No se había dado cuenta hasta ese momento cuán grueso y contaminado era el aire en Tokio. El joven youkai respiró profundamente, llenando los pulmones con el olor fresco del bosque verde. Nuevamente rió, el sentimiento del fresco aire lo mareaba. De repente sus orejas se movieron ante un sonido, sin pensarlo dos veces comenzó a rastrearlo.

Lo que escucho fue el sonido de un conejo al esconderse en la maleza. El pequeño corazón de la criatura le advirtió la presencia de un depredador cerca. Sin darse cuenta sus orejas se había afinado ante el movimiento del conejo, el olor del animalito se sentía sabroso en sus fosas nasales. Brincó hacia el diminuto animal, sus garras escarbaban con júbilo en la suave hierba verde.

Falló y percibiendo nuevamente el olor del conejo lo siguió en lo profundo del bosque. Su cuerpo entero se sentía vivo con la persecución, se abalanzó como un perrito feliz hacia el conejo asustado, tomándolo esta vez y sosteniéndolo arriba, mientras festejaba alegre su éxito. Pudo haber roto su cuello y comérselo crudo pero una rama se rompió detrás suyo y un olor nuevo cosquilleó por su nariz.

El joven youkai giró, su cuerpo se ponía en cuclillas mientras dejaba caer al afortunado conejo quien escapó saltando lejos de Él. Una chica apareció entre los árboles, una hermosa chica. Ranma sintió sensaciones muy extrañas y agradables que corrían por sus venas. Ella lo miró sin ninguna expresión en su rostro. La chica vestía su acostumbrada vestimenta negra y apretada, luciendo su figura y sus piernas encantadoras. Él sonrió vacilantemente y se acercó hacia Ella.

Sin esperar Ella tiró su gran boomerang de su espalda y habló con una expresión bastante seria – Te estas acercando demasiado youkai-

Ranma detuvo su avance cautelosamente ante el arma que esta tenía. Su olor era molesto, en algún sitió la mente de Ranma entendió las reglas del juego. Tenía que decirle su nombre y que no quería hacerle daño. Pero al parecer el discurso no ayudaría mucho. Sus ojos se enfocaron en el rostro de la chica, quien enrojecía incómodamente ante la mirada fija y enfocada en ella.

- Sólo guarda tu distancia - Sango le advirtió, mientras retrocedía.

El Youkai la miraba tan penetrantemente, que la hizo sentir muy vulnerable. Nunca se había topado con un Youkai como Él, parecía casi humano, con un buen aspecto y unos ojos azules intensos. Por supuesto las marcas en sus mejillas serían lo de menos, si los colmillos y garras de sus manos no lo hicieran obvio.

Ranma se sentía fascinado. El olor de la piel que provenía de la chica lo hizo marear y al mismo tiempo excitarse desde que lo percibió. No quería hacerle daño, quería estar un poco más cerca, para sentir el olor que irradiaba, como el sol del verano. Dio un paso al frente y ella retrocedió. Su postura estaba a la defensiva, Sango sabía como cuidarse sola. Aunque esto la inquietara, no mostraba ningún rastro de temor en sus ojos. Bajó el mentón con una mirada seria en su rostro.

Él se arrastró más cerca, escuchando el sonido su sangre que se precipita en su cuerpo

– No tengas miedo – susurró –No tengo intención de hacerte daño-

Sango apretó su arma entre sus manos – Se que no me harías daño - dijo suavemente.

Él se abalanzó de repente, moviendo más rápido de que ella hubiera esperado. Incapaz de hacer un movimiento limpio, ella lanzó su bumerang con todas sus fuerzas retirando su brazo y golpeando a Ranma de lleno en el rostro. El youkai retrocedió aturdido por el golpe, un delgado hilo de sangre corrió por su nariz.

- ¿Qué hice? – La voz de Sango sonó aturdida y esta vaciló antes de hacer una pausa ante el letal youkai. Pudo notar las contusiones en el rostro de este, como si alguien lo hubiera utilizado como maniquí de entrenamiento. Después de que el apartó la mirada fija, la cual no se mostraba lasciva o intencional sobre Ella, Sango llegó al a conclusión de que el se veía mas como un chico que un Youkai.

Ella se acerco un poco, no dejando caer su guardia durante un instante. Mantuvo su arma preparada, ya que no sería el primer Youkai que había tratado de jugar a la compasión para ganar terreno - ¿Cuál es tu nombre? - ella exigió severamente - ¿Por qué viniste aquí en busca de problemas? Debes saber que no permitiré que dañes a ningún aldeano-

Un sonido fuerte interrumpió su interrogación, el joven youkai miro en la dirección de donde provenía sin emitir ningún sonido, viendo a Kagome, Inuyasha y una chica extraña que venían llegando. Para sorpresa de Sango, las dos chicas se arrodillaron al lado del youkai y una de ellas intentó limpiar la sangre en su rostro.

Inuyasha silbó suavemente, junto con una mueca complaciente viendo el rostro dañado del Youkai – Veo que ya te estas haciendo amigo con Sango – riéndose entre dientes.

Continuará…

Wheezambu


Editora y traductora

Riosaku y Ayame

Esperamos y el capitulo les haya gustado, dejen sus reviews,sean para nosotras o el autor; nosotras veremos que los lea.