Notas de la Autora: Aquí está el primer capítulo que como ocurre en casi todos los inicios tiene poca acción. Aun así me gusta porque ya coloco a cada personaje donde debe estar: Unos en la Arena, otros en la Nube y otros que van para allá. A partir del siguiente capítulo la cosa empezará a animarse. Aunque no sea gran cosa, espero que este os guste de todas formas. Os aseguro que la historia promete!

Algunos Avisos: Este capítulo y los que siguen tienen algunos SPOILERS, así que si no sigues el manga puedes andar un poco perdido. La historia comienza 3 años después de que Naruto se vaya a entrenar con Jiraya (Atentos a la fecha que es importante!) Y... Para los más quisquillosos me he tomado la libertad de dejar a Gaara con vida, al fin y al cabo esto es un fanfic y soy yo la que tiene el poder de la inventiva. Habrá cosas basadas en el manga, otras en el anime y otras... Que salen directamente de mi cabeza. Aun así espero no desmoronar este mundo, y que os llegue a gustar tanto como a mí.

No os olvidéis de dejad vuestro comentario, vale? XD


CAPÍTULO 1

La carta y la misión

Eran principios de verano en la aldea de Konoha. El apacible sol de la mañana inundaba las calles de la villa, y una fresca y agradable brisa acariciaba las copas de los árboles. Todo parecía estar en paz y orden en aquel lugar. Las primeras horas de actividad se presentaban tan rutinarias como de costumbre. Una maravillosa rutina en la que los más pequeños jugaban en las calles, agradeciendo la pausa de academia que les proporcionaba el verano, los nuevos Chuunin y Jounin iban y venían de la aldea patrullando y haciendo misiones, y los más jóvenes Genins protestaban a sus maestros queriendo no hacer misiones absurdas del tipo: limpiar la ciudad, arreglar tejados o pintar el vallado de las casas.

Sin embargo, no todas las quejas de tener que realizar misiones aburridas provenían de los jóvenes Genins. En uno de los edificios principales de la villa, y en ese mismo instante, la Hokage Tsunade bostezaba ante los bloques de documentos apilados en la larga mesa, y contemplaba de reojo a su nuevo ayudante, tratando de ignorar en todo momento las grandes estupideces que decía, ya a esas horas de la mañana.

"Ey, Ey, Vieja Tsunade. ¿Qué te parece esta para mi, eh?" -sonrió un alegre Naruto, entregándole una especie de carta a la Hokage.

Tsunade fingió no escuchar al chico rubio y se limitó solamente a leer lo que le entregaba.

Naruto contempló a la mujer apoyando casi todo su cuerpo en la mesa, y dirigiéndole una mirada alegre y esperanzada.

"No." -suspiró ella finalmente.

Naruto hundió la cabeza entre sus brazos disgustado, y a continuación intentó debatir la respuesta.

"¿Y por qué no? La he catalogado como una misión muy sencilla de rango C. Hasta un Genin podría hacerla."

"Y está muy bien catalogada Naruto. Entrégasela al primer grupo de Genins que venga. Seguro que se alegran mucho." -sonrió Tsunade. - "Últimamente están algo descontentos con sus misiones y no hacen más que protestar." -miró a Naruto de reojo, el cual dejaba la tarjeta con la misión en un clasificador en el que ponía Genins D-C, algo deprimido. - "Creo que me recuerdan a alguien..."

Naruto miró a la Hokage con el morro torcido.

"Lo que pasa es que no quieres que salga de la villa."

"Cierto." -admitió ella.

"¿Y eso porqué? Ya he pasado el examen de Chuunin. ¡Te quejas de que faltan buenos ninjas para enviar fuera a hacer misiones, y a mi me tienes aquí aburrido haciendo tu trabajo!"

Tsunade rió ante tal comentario. Era cierto que el carácter del chico a veces llegaba a sacarla de quicio, pero en aquellos momentos agradecía tenerlo a su lado, ya que le hacía la mañana mucho más amena.

"¿Te parece aburrido el trabajo de un Hokage? Creía que querías convertirte en uno... O tal vez has cambiado de idea?"-preguntó con picardía.

Naruto dejó de discutir en ese instante, y se quedó todo parado y boquiabierto sin saber que decir...

"¡Por su puesto que quiero ser Hokage¡Deja de tomarme el pelo!"

Tsunade estalló a carcajadas.

"Además este no es el trabajo de un Hokage. Los Hokages también hacen cosas más importantes que repartir misiones."

"Desde luego. Pero no me negarás que repartir misiones es también un trabajo importante. Conlleva mucha responsabilidad y conocimiento sobre a quienes les puedes asignar qué determinada tarea."

"Aún así es muy aburrido." -rezongó Naruto. - "Menos mal que esta ya es la última." -agradeció, abriendo un último sobre color verde que había en una caja.

Tsunade sonrió satisfecha, y continúo trabajando: rellenando y matasellando documentos, hasta que una ruidosa risotada la volvió a distraer.

"¿Y ahora qué te ocurre?" -preguntó algo malhumorada.

"Nada." -rió Naruto divertido. - "Sólo que esta misión se la dejo al equipo de Konohamaru-chan." -murmuró con malicia.

"¿A Konohamaru?" -preguntó la Hokage sin comprender. - "¿Qué misión le has asignado?" -quiso saber algo asustada. Naruto le estaba sirviendo de gran ayuda, pero a veces actuaba como un auténtico insensato.

"Va a tener que ir a la caza de Tora..."

"¿A la caza de Tora¿Le piensas hacer capturar un tigre?" -se alarmó.

"Jajaja, sí a la caza del Tora-chan de Madam Shijimi" -aclaró Naruto. - "Ese pobre animal se ha vuelto a escapar."

Tsunade rió con ganas y aliviada.

"Pobrecillo. No me extraña que quiera huir de semejante mujer. Creo que deberíamos perder su carta, y hacerle un favor al pobre gato. Ya lleva muchos años intentándolo. Me asombra que aún esté vivo."

En ese instante se escuchó llamar a la puerta.

"¡Adelante!" - dijo Tsunade, dando permiso para entrar.

Tres personas irrumpieron en la sala. Se trataba de un grupo compuesto por dos Chuunin y un Jounin que acababan de regresar de una misión. El líder entregó un pergamino a Tsunade bajo la envidiosa y atenta mirada de Naruto.

"Me alegro de que ya estéis aquí. Habéis sido muy rápidos." -Los felicitó la Hokage, abriendo el pergamino para comprobar que todo estaba en orden. - "¿No ha habido ningún incidente?"

"Bueno..." -comenzó a decir la única chica del grupo. - "Chouji se atragantó con una patata y por poco se asfixia..."- explicó resueltamente.

El Chuunin que estaba a su lado nada más oír esto le dio un codazo a su compañera, la cual sacó la lengua en gesto divertido.

"Es cierto." -canturreó ella de nuevo. - "Si no llega a ser por Shikamaru, ahora mismo..."

"Ino..." -la calló el Jounin algo cansado. Desde el día en que habían partido a la misión hasta ese momento, sus dos amigos no habían dejado de pelearse de manera absurda. - "No, no hubo ningún incidente." -suspiró el chico al fin.

Tsunade sonrió contenta.

"Me alegro de que todo haya ido bien."- dijo ella. Luego se volvió hacia Naruto. - "Naruto, apúntalos en la lista de ninjas disponibles."

"¡Voooy!" -contestó este sacando unos cuantos folios de un fichero.

"Veo que sigues aquí de secretario calentando el asiento." -se burló de él Shikamaru acercándose a donde se encontraba el rubio. Naruto hizo como que no lo escuchaba. - "Espero que no seas demasiado cabrón asignándonos la próxima misión."

"Eso todavía me lo tengo que pensar..." -le contestó este. - "Pero de momento os tendréis que esperar a que haya alguna misión lo suficientemente borde, como para que alguien como tú pueda dirigirla." -le sonrió.

"¿Cómo?" -preguntó Shikamaru extrañado volviéndose hacia la Hokage. - "¿No hay ninguna misión por hacer?"

"Sí que hay." -sonrió ella. - "Pero no para vosotros. A no ser que queráis ayudar a los más pequeños a rescatar animales extraviados."

Naruto rió acordándose de Tora-chan.

"Creo que cambiaré de idea y en lugar de dejar que Konohamaru se encargue del gato, le daré la misión a Shikamaru..." -murmuró Naruto. - "Ya que hoy tiene ganas de trabajar, habrá que aprovecharse."

El Jounin puso los ojos en blanco y pasó del estúpido comentario de su amigo.

"¿Eso quiere decir que nosotros tenemos por fin algo de tiempo libre?" -preguntó Ino emocionada.

Tsunade asintió.

"Ya os avisaremos."

"¡Genial! Tengo unas ganas locas de ir a la peluquería." -exclamó Ino contentísima. - "He pensado en volver a cortarme el pelo y dejarme una melenita recta a la altura de la barbilla."

"´No lo hagas. Te quedará mal." - le soltó Chouji muy serio.

"¿Cómo que me quedará mal¿Qué quieres decir?" -le preguntó Ino enfadada.

"Solo eso. Estás más guapa con el pelo largo."

"¿Y tú que sabrás de eso?" -le espetó la chica, comenzando a discutir.

Shikamaru suspiró de nuevo mirándolos de reojo.

"Ya empiezan otra vez..." -murmuró, llevándose una mano a la cabeza.

Naruto siguió la mirada del chico hasta donde se encontraban Ino y Chouji discutiendo, y tras estudiar la cara de su amigo, cerró el fichero enérgicamente y lo volvió a guardar en el cajón.

"¡Terminé!" -anunció feliz, y de un salto se sitúo al lado del Jounin. - "Que te parece si dejamos a ese par a solas, y tu yo nos vamos a relajar a los baños mixtos..." - le susurró a Shikamaru, con un ligero brillo de perversión en la mirada.

Shikamaru lo miró de reojo para nada convencido.

"Prefiero irme a casa a dormir..."

Y antes de que Naruto pudiera responderle y acusarle de aburrido, una voz femenina le llamó la atención.

"Naruto te traigo más trabajo..."

Los cinco se giraron para ver quién era. Se trataba de Shizune, que acababa de entrar en la sala cargada con una gran caja llena de cartas y papeles. Shikamaru al ver que pesaba bastante y la chica avanzaba tambaleándose, acudió en su ayuda y los dos juntos llevaron la caja a la mesa y la dejaron caer con un fuerte estruendo.

Shizune respiró profundo y se pasó la manga del yukata por la frente para secare el sudor.

"No me digas que... ¿Todo eso es trabajo para mí?" - le preguntó Naruto asustado.

Tsunade también se asomó a ver el contenido de la caja, y en su rostro apareció un claro signo de preocupación.

"Al parecer todo esto viene de fuera..." -murmuró la Hokage.

"¿De fuera?" -dijo Naruto sin comprender.

"Así es." -le contestó Shizune aún con sobrealiento. - "El correo se retrasó y aquí están todas las cartas y encargos de países cercanos al del fuego. Espero que no sean muy urgentes. Por lo que he oído escaseamos de Ninjas que podamos llevar fuera del país."

"Que desastre..." -comentó Tsunade, pasándose una mano por la frente algo desesperada.

"Ya me parecía extraño que no hubiera nada por hacer." -dijo Shikamaru decepcionado.

La Hokage lo miró entristecía. Añoraba los días de paz y relajación. No había muchos de esos últimamente. Desde que Akatsuki atacó en el país de la Arena todo era muy diferente. Y el trabajo y misiones por hacer se acumulaban demasiado rápido. Quizá fuera más de lo que Konoha podía soportar. Sin embargo, ella como Hokage de la aldea debía aparentar que la ciudad a su cuidado seguía fuerte y en expansión, ocultando al mismo tiempo cualquier tipo de debilidad. Esa era su mejor defensa. Aunque para lograrlo debía jugar con todas las piezas del tablero.

"Lo siento chicos, lo más probable es que tengáis que volver a marcharos hoy." - le aseguró Tsunade al Jounin. Shikamaru asintió conforme al igual que Chouji.

"¿Eso quiere decir que no tendré tiempo de ir a la peluquería?" -preguntó Ino indignada. - "Bueno no importa."

"Os ayudaremos con las cartas." -anunció Chouji. - "Acabaremos antes si somos más, y no tenemos nada mejor que hacer."

Así fue como los seis se pusieron manos a la obra, e iban abriendo cartas y separando y clasificando las misiones de los otros documentos. Naruto trabajaba rápido asignando las tareas, y si alguna era muy urgente y los ninjas debían partir cuanto antes, realizaba un Kage bunshin y sus copias se encargaban de avisar y reunir al personal indicado.

"Nos estamos quedando sin gente." -dijo el rubio algo agotado, tachando a tres personas más del papel. - "¿Se tiene previsto que alguien que este fuera llegue hoy?."

"Eso deberías saberlo tú, cerebro de pasta." -le espetó Shikamaru, hurgando entre los documentos.

"El equipo de Neji ya tendría que haber regresado ayer..." -murmuró Tsunade, abriendo otra carta más. - "Empiezo a estar algo preocupada."

"Seguro que están bien..." -le contestó Naruto, pero no pudo evitar pensar en Sakura que había partido en ese grupo hacía más de una semana. - "¡Mira¡Aquí hay una carta de la Arena!" - exclamó de pronto, tomando la carta en sus manos y leyendo el remite. - "La escribe el Kazekage... ¿Se habrá recuperado del todo¿Creéis que me mandará recuerdos?" -dijo todo contento y comenzando a abrirla. Y antes de que le hubiera dado tiempo si quiera de rasgar el papel, Tsunade se la quitó de las manos.

"Si es una carta del Kazekage, por mucho que la haya escrito Gaara, será para mí. Y dudo que te mande recuerdos..." -le contestó la mujer, que se había ceñido ya a la lectura.

Naruto torció el morro nuevamente enfurruñado y se dispuso a abrir otra carta. Esta en cuestión parecía que había llevado muy mal viaje. Estaba arrugada y olía a humedad. El chico miró el remite y leyó un nombre poco familiar: Seishiro Tanaka. Luego continúo más abajo y pudo divisar su procedencia: Aldea oculta de la Nube/País del Relámpago. Naruto se extrañó un poco y volvió a observar de nuevo la carta. Desde que la vieja Tsunade lo había llamado para trabajar con ella, todavía no había visto ninguna carta que llegara desde allí. Estuvo a punto de avisar a la Hokage antes de abrirla, pero esta se le adelantó hablando:

"Gaara nos vuelve a pedir ayuda para patrullar su ciudad... Necesita al menos cinco personas." -suspiró la mujer, y dejó caer su mirada en la de Shikamaru. - "No hace falta que partáis ahora mismo. Si queréis podéis hacerlo esta tarde."

"Prefiero marchar cuanto antes y adelantar un buen tramo antes de que anochezca." -le dijo el Jounin. - "Pero nos faltarán al menos dos personas."

"¡Puedo ir yo si queréis!" -se ofreció Naruto contentísimo.

"De eso ni hablar." -Le prohibió la Hokage al instante.

"¿Pero se puede saber por qué? Ya casi no te queda nadie con quien puedas contar. Y no parece un trabajo difícil... Total, sólo hay que vigilar y listo." -le reprochó Naruto.

"Sabes de sobra por qué no te dejo salir de la aldea. Recuerda lo que pasó con Akatsuki la última vez que saliste sin Jiraya." -lo reprimió la mujer.- "Gaara estuvo al borde de la muerte, y tú no fuiste más que un impedimento para la misión. ¿Es que no comprendes lo peligroso que es para todos que puedas caer en manos de Akatsuki¿Tanto te cuesta asimilarlo¡Si te mando ahí fuera no sólo tú puedes morir, también tus compañeros pueden hacerlo!" -le soltó de golpe Tsunade, algo enfadada y dando un fuerte manotazo en la mesa. Sin embargo, al ver la cara del chico comprendió que había sido demasiado brusca con él.

Naruto se había quedado inmóvil como si alguien le hubiera tirado un buen jarro de agua fría por encima. Todos lo miraban apenados. Pero tanto ellos como el propio Naruto sabían que Tsunade llevaba razón.

Finalmente el chico rubio sonrió apenado.

"Lo comprendo." -admitió con voz queda. - "Mi misión es asignar las tareas a las personas más idóneas. Y debo tener en cuenta que en este momento yo no estoy entre ellas. Lo siento." -dijo agachando la cabeza, y cogiendo el papel dónde se encontraban apuntados los nombres de los ninjas aún disponibles.

"Naruto..." -comenzó Tsunade. - "Lo siento mucho..."

"Da igual!" -sonrió de pronto, aparentando que no le importaba lo más mínimo. Aunque en el fondo su corazón sangraba herido. - "Que os parece... ¡Hinata-chan! Ella tiene el Byakugan, y en este momento se encuentra en la aldea entrenando. Os puede ser muy útil."

Shikamaru asintió complacido y sonrió a su amigo. Admiraba esa forma que tenía de afrontar los problemas fuera cual fuera la situación.

"Kiba y Shino también están disponibles." -prosiguió Naruto sin levantar la vista del papel.

"Con cinco ya nos basta." -concluyó Shikamaru. - "Iremos a buscar a Hinata y Kiba y partiremos cuanto antes." -anunció, dirigiéndose a Tsunade.

La Hokage asintió conforme, y Naruto tachó los nombres de Kiba y Hinata de la lista.

"Hasta la vista." - se despidió el Jounin, levantando la mano y saliendo de la sala junto a sus compañeros.

Naruto volvió a dejar el papel, y se centró de nuevo en la carta de la aldea de la nube. Esta vez se fijo en el destinatario y se sorprendió al comprobar, que aunque estaba dirigida hacia el Hokage de la aldea, iba a nombre de Sarutobi. Esta vez sí que iba decidido a entregarle la carta a Tsunade y advertirla, cuando nuevamente fue interrumpido.

No había pasado ni un minuto desde que el equipo de Shikamaru abandonaba la sala, cuando esta vez cuatro personas más, entraban sin previo aviso. Una de ellas avanzó con extraordinaria velocidad, como un torbellino verde, y se plantó delante de Naruto observándolo muy de cerca con sus gigantescos ojos redondeados. El chico sólo pudo echarse un poco para atrás para intentar esquivar el inevitable contacto visual .

"¡Rápido¿Cuál es nuestra próxima misión?" -le espetó de golpe el recién llegado.

Naruto intentó sonreír, o al menos enseñó los dientes, mientras una pequeña gota bajaba por su frente. No tenía ni idea de dónde aquel chaval podía sacar tantas energías...

"Buenos días... Lee..." -fue todo lo que pudo decirle, al tiempo que extendía hacia él la carta que llevaba en mano para ganar algo de espacio vital. Lee interpretó mal el gesto de Naruto y le quitó la carta de las manos y la comenzó a leer. El rubio hizo ademán de recuperarla, pero quedó totalmente embobado al ver a su compañera acercarse hacia él.

"Buenos días, Naruto-kun" -lo saludó sonriendo una alegre y hermosa Sakura, dejando en el suelo una mochila que hacía servir de botiquín. Neji y Tenten también se acercaron a la mesa donde se encontraba la Hokage y el chico rubio.

"Sentimos el retraso." -se disculpó Neji a Tsunade. - "Tuvimos algunos problemas al llegar a la frontera."

Tsunade asintió.

"Lo importante es que estáis todos bien, y la misión se haya completado satisfactoriamente."

Neji también asintió.

"Naruto, hay algo pendiente que pueda hacer alguien de este equipo?" -le preguntó entonces Tsunade. El chico salió de su hipnosis momentánea y se acordó de Lee.

"¡Ah¡La carta!" -exclamó de golpe, haciendo que todos lo observaran extrañados. Aunque la mirada de Naruto se volvió hacia Lee, y debido a esto, las miradas del resto también recayeron en él.

Rock Lee se había quedado prácticamente petrificado. Sostenía el papel en la mano tembloroso, y sus ojos muy abiertos releían cada palabra a cual de ella más inquietante. Totalmente ajeno al mundo que lo rodeaba, los continuos avisos de sus compañeros no lograban hacerlo volver en sí. Hasta que un fuerte golpe en la nuca lo sacó de su ensimismamiento. Neji, tras suyo, y listo para asestarle otro golpe si era necesario, lo observaba preocupado.

"¿Qué?" -fue todo lo que logró articular. Dejando que la carta se le resbalara de las manos y cayera al suelo. Naruto aprovechó este instante para recuperarla.

"¿Te encuentras bien Lee?" -le dijo Tenten medio abrazándolo. - "Nos has asustado. Te has quedado muy blanco y no decías nada."

"¿De verdad?" -preguntó incrédulo.

Tenten asintió algo tristona.

Tsunade se acercó a él para inspeccionarlo y asegurarse de que se encontraba bien, bajo la atenta mirada de su discípula Sakura. Pero Lee rechazó este gesto.

"Estoy perfectamente. Ha sido solo que estaba demasiado concentrado leyendo la misión que Naruto me ha entregado." -El chico bajó la vista. - "Me cuesta asimilar que tengamos que ir a ese lugar y a realizar ese tipo de misión ahora mismo. Aún con todo, yo me ofrezco voluntario llevarla a cabo." -añadió enérgicamente.

Tsunade miró a Lee sorprendida, y después a Naruto, carta en mano. Aunque esta última mirada fue más bien asesina.

"Naruto..." -comenzó la Hokage intentando mantener la calma. - "¿Qué tipo de misión les has asignado? Te tengo muy dicho que no puedes entregar ninguna sin mi consentimiento."

El chico rubio miró a Tsunade enfadado y acto seguido a Lee.

"¡Yo no he entregado ninguna misión¡Fue este imbécil que me quitó la carta de las manos!" -se defendió, acusándolo con el dedo. - "Ni siquiera sabía que se trataba una misión."- aseguró - "Creía que era una trampa por todo ese rollo que decía de que era para Sarutobi, y porque viene de la aldea oculta de la Nube, y nosotros nunca recibimos ningún encargo que provenga de ahí." -concluyó exaltado.

Todos se habían quedado muy callados y contemplaban a Naruto con los ojos muy abiertos. Sakura se llevaba una mano a la boca asustada, y miraba al resto de los presentes expectante. Dos de las personas que estaban en la sala se habían llevado la peor parte de esta confesión, las cuales no se podían sacar eso de: Aldea oculta de la Nube de la cabeza. Neji todavía tenía el corazón en un vuelco después de haber escuchado otra vez el nombre de aquel lugar...

Tsunade fue la única que se movió y lo hizo para quitarle de un fuerte estirón la carta que Naruto llevaba en la mano. Después, muy seria y bajo la curiosa mirada de todos, comenzó a leerla.

Neji escudriñaba la cara de la Hokage con suma atención. Cualquier movimiento de sus pupilas y expresión de su rostro bastaría para darle algún detalle de lo que se encontraba pensando. Aunque eso fue también bastante fácil de deducir por cualquier otra persona de las que se encontraba allí reunida. A medida que la mujer iba leyendo, su cara se convertía en un libro abierto. Sus ojos color miel, se abrían alarmados por momentos, y comenzaba a morderse con fuerza el labio inferior. Poco a poco, sus manos comenzaron a temblar, tal y como había sucedido en un principio con Lee. Su respiración se iba acelerando, y su tono de piel cada vez se iba volviendo más pálido, al tiempo que un sudor frío recorría su frente.

"Tsunade -sama..." -se alarmó de pronto Shizune, la cual había estado trabajando en otra cosa, al ver a la mujer en aquel estado.

Pero la Hokage no reaccionó y tan solo siguió leyendo.

"Lee... ¿Qué es lo que dice la carta?" -le preguntó entonces Neji con interés.

El chico abrió la boca para contestarle. Pero en ese momento, Tsunade dejó caer la carta encima de la mesa, y cerró los ojos. Su lectura había concluido.

"¿La has leído entera?" -fue todo lo que pudo decir por el momento, dirigiéndose a Lee.

El chico asintió enérgico.

"¿Qué es lo que ocurre Tsunade-sama?" -insistió Shizune, clavando en ella una mirada penetrante.

Naruto tragó saliva algo asustado.

En todos sus compañeros se reflejaban las caras de desconcierto.

Finalmente la Hokage se humedeció los labios y se dispuso a hablar algo temblorosa.

"Shizune..." -comenzó. - "¿Recuerdas a Kaori?"

La chica miró confusa a la mujer sin comprender muy bien lo que le estaba preguntando.

"Kaori... Esa chica fue contigo a la academia. Si mal no recuerdo te enfrentaste con ella en tu examen de Chuunin." -prosiguió Tsunade, bajo la intensa mirada del resto que contemplaban impacientes y expectantes a las dos mujeres.

Como si un relámpago hubiera cruzado por su mente, Shizune recordó a la chica de la que le estaban hablando.

"Es cierto." -dijo bajando la vista entristecida. A su mente volvían imágenes dolorosas. - "Se casó con ese clan de la aldea de la nube y fue asesinada el día que..."

"Lo sé." -la cortó, sin poder evitar el mirar de reojo al joven Hyuuga. Shizune también se dio cuenta de ello y lamentó su torpeza.

"Entonces... ¿Qué es lo que ha ocurrido?" -volvió a preguntar Shizune.

Esta vez Tsunade habló para todos:

"Seishiro Tanaka, la persona que me envía la carta, era un antiguo amigo de Sarutobi... Debe desconocer que haya fallecido."- dedujo la Hokage entristecida, mirando el remite de la carta. - "Vigila desde hace tiempo al Clan Kioku al que Kaori se unió en matrimonio. Se encargaba de la seguridad de Kaori hasta su muerte... Y ahora su trabajo consistía en vigilar a su única hija."

Shizune abrió los ojos sorprendida.

"¿La hija de Kaori¿Tuvo descendencia?" -preguntó casi eufórica. - "Pero si eso es una noticia estupenda! Deberíamos ir a informar a..."

"Kakashi está en una misión importante con un grupo de Anbu." -zanjó Tsunade. - "Además, todavía no he terminado." -prosiguió con el semblante muy serio.

La mirada de Naruto pasaba de la Hokage a su secretaria con rapidez. ¿Qué ocurría ahí¿No entendía nada¿Por qué metían ahora a Kakashi en el asunto?

"Su hija se casaba el fin de semana pasado con un importante clan de la aldea de la Nube. Pero debido a razones desconocidas, la novia asesinó a varias personas de ese clan antes de que comenzara la ceremonia. En consecuencia y como venganza, todo el clan Kioku fue asesinado. La chica logró escapar... Ahora la están buscando por traición y asesinato. Probablemente cuando la encuentren acaben con su vida." -explicó.

Shizune se llevó una mano a la boca, reflejando una clara sensación de impotencia.

"¿Asesinados por venganza¿Entre clanes de una misma villa?" -preguntó Sakura horrorizada. - "¿Qué clase de monstruos harían una cosa así?"

"En el país del relámpago son así, es su forma de vida." -aclaró Lee. - "Y más si tenemos en cuenta de que hablamos del Clan Arashi, el más importante y conocido de la aldea oculta de la Nube."

Los ojos de Neji se abrieron sobresaltados al escuchar esto último. Y Tsunade lanzó una mirada asesina al Chuunin que vestía de verde. Había estado omitiendo el nombre del Clan por el bien de todos. No obstante Lee no había reparado en ese detalle.

"Pero el asunto no acaba ahí..." -continuó la mujer, intentando evitar los ojos del Hyuuga. - "El señor Tanaka asegura que cuando la chica era todavía una niña, fue poseída por un demonio de dos colas... Cree que el bijuu de nibi está en su interior."

Naruto abrió la boca sorprendido.

"Entonces... Esa chica es otro Jinchuuriki?" -preguntó el chico alarmado.

Tsunade negó con la cabeza.

"Solo es seguro que un demonio de dos colas, que posiblemente sea nibi, poseyó su cuerpo. Pero aunque ella sea el contendor del bijuu, en ningún momento ha sido sellado en su interior." -le contestó Tsunade.

"No lo entiendo." -bufó Naruto cruzándose de brazos.

"En cualquier caso, ese rumor o lo que sea sobre el bijuu se ha extendido durante estos días y ha llegado a oídos de Akatsuki..." -Todos los allí presentes cruzaron sus miradas nerviosas. Se habían enfrentado a ellos en la misión en la Arena hace unos meses. Eran demasiado fuertes. - "... Y la tarea que nos encarga el señor Tanaka consiste en ir al país del relámpago, buscar a la chica y traerla de vuelta a la aldea de Konoha, ya que aquí están sus raíces y la única familia que le queda. Todo ello, sin que caiga en manos de ninguno de sus perseguidores."

Todos tragaron saliva nerviosos. Era una misión muy sencilla o muy difícil. Todo dependía de quien encontrara a la chica primero. Naruto se rascó la cabeza confuso... No sabía si catalogar la misión como una de rango C, B o A... Era demasiado complicado.

"Yo lideraré la misión." -se ofreció Neji decidido, interrumpiendo los pensamientos de Naruto.

"No." -le contestó la Hokage con frialdad. Ante la sorprendida mirada de los Chuunin. - "Para esta misión hay que pensar con la cabeza. La aldea de Konoha es enemiga de casi todo el país del Relámpago. En cuanto un Ninja de nuestra villa cruce su territorio será muy probable que muera asesinado."

Los ninjas ahí reunidos empalidecieron al instante al escuchar estas últimas palabras.

"No es que no confíe en ti, o no te considere capaz de llevar a cabo la misión." -le dijo a Neji, colocando una mano sobre su hombro y clavando su pupila en la blanquecina del chico. - "Si alguien viera tus ojos... Estaríais todos muertos. Ya sabes de qué hablo..."

El joven Hyuuga no dijo nada. Pero asintió levemente y se retiró muy serio de la sala, bajo la atenta mirada de sus compañeros.

"¿Por qué has hecho eso vieja Tsunade?" -la reprimió Naruto enfadado. - "¡Casi no nos queda gente para realizar las misiones¡Neji era perfecto!"

"Lo sé..." -le calló la Hokage algo malhumorada. - "Os enviaré a todos vosotros." -dijo entonces refiriéndose al grupo de Chuunin. - "Sé que acabáis de volver, pero como dice Naruto escaseamos de gente. No sois muchos, y a causa de lo que he hablado antes, no podréis llevar a la misión ningún tipo de símbolo que indique que sois de Konoha. Es más..." -puntualizó. - "No quiero que nadie sospeche siquiera que sois ninjas. Viajaréis como un grupo de amigos que está de vacaciones... No quiero ver chalecos, ni bandanas, ni vendajes innecesarios o kunais a la vista... ¿Lo habéis entendido?"

Todos asintieron conformes.

"De esa forma estaréis más protegidos." -explicó la mujer. - "Y una cosa más..." -añadió haciendo recaer su mirada en la chica pelirrosada. - "Sakura por favor, vigila bien a Naruto. No quiero que haga ninguna estupidez."

"Eso está hecho." - sonrió la chica.

Pero Naruto se había quedado helado. Pasaba su mirada de Tsunade a Sakura confundido.

"Yo..." -dijo señalándose. - "¿Yo... voy a ir?"

Tsunade asintió apenada.

"No nos quedan muchas opciones...Y un grupo de tres sería muy pequeño para ese tipo de misión. Además¿No querías eso? Llevas toda la semana mareándome con el mismo tema."

La boca de Naruto se fue haciendo cada vez más ancha hasta que se convirtió en una gran sonrisa de oreja a oreja, que acabó en una estridente carcajada.

"¡VOY A IR¡POR FIN UNA MISIÓN¡MI PRIMERA COMO CHUUNIN!" -vociferó como un loco. - "¿Lo has oído verdad Sakura-chan? Ey, ey Lee! No te me pongas así vestido de astronauta saltamontes para la misión, si quieres pásate por mi casa y te dejo ropa normal." -rió emocionado.

"Pero Tsunade-sama..." -intervino Lee, entre todo el jaleo que había organizado su amigo e ignorándolo por completo. - "Aunque ahora seamos un grupo de cuatro Chuunin... ¿No sería conveniente que viniera al menos un Jounin con nosotros¿Por qué no deja venir a Neji?"

La Hokage negó con la cabeza.

"No enviaré a Neji al país del Relámpago y mucho menos a la aldea oculta de la Nube. Pero sí estás en lo cierto... No os vendría mal que os liderara un Jounin." -La mujer le quitó la hoja de personas disponibles a Naruto, y este paró de canturrear. Después de mirar un buen rato la lista, el rostro se le iluminó decidido y tomando un rotulador rojo, tachó su nombre de la lista. - "Ya os he encontrado el líder perfecto." -sonrió ella.

Naruto volvió a coger la lista e inspeccionó todos los nombres en busca del que había tachado Tsunade. Cuando encontró la persona a la que había escogido, sintió como el alma se le caía a los pies.

"¿ÉL?" -preguntó horrorizado. - "¿POR QUÉ HAS TENIDO QUE ELEGIRLE PRECISAMENTE A ÉL?"

Sakura se asomó por encima de Naruto y leyó el nombre divertida.

"Anda... Vamos a ir a buscarle y le explicamos todo." -dijo tomando al disgustado Naruto por el brazo.

"Que tengáis mucha suerte." -les deseo Tsunade preocupada. Viendo como los cuatro Chuunin salían por la puerta de la sala.

Algo lejos de allí pero en la misma aldea de Konoha, Hyuuga Neji recorría las calles sin dejar de pensar en la carta y la misión. Tsunade llevaba razón, por la seguridad del equipo no podía permitir que fuera al país del Relámpago, sin embargo...

Apretó fuertemente los puños con rabia acordándose de los Arashi. No estaba seguro de haberles llegado a ver la cara. Todavía era muy pequeño cuando todo aquello ocurrió. Había estado toda su vida acusando a su propia familia, pero aunque la tradición de su clan se llevara la gran parte de la culpa, los Arashi fueron los que iniciaron todo... Quienes intentaron secuestrar a su prima y quienes pidieron el cuerpo de su padre.

Quería ir allí, quería tener la oportunidad de verles... Quería venganza.

Intentó tranquilizarse. No podía hacer eso. La Hokage se lo había prohibido y debía respetar su decisión. Si se le ocurría ir allí terminarían matándolo.

Justo en ese momento cayó en la cuenta de lo que acababa de pensar. Lo que le había prohibido Tsunade era en realidad ir a esa misión y poner en peligro la vida de sus amigos. No había dicho nada de...

Se paró en seco. Ahora un sudor frío recorría su frente. Era una decisión muy importante. Quizá muriera en el intento, pero estaba seguro de que su rabia podría con todo aquello. Lo necesitaba.

Más animado y con paso decisivo avanzó sin pausa. Notaba como la adrenalina fluía en su interior. Un buen rato después llegó a la puerta de la casa Hyuuga. Se sorprendió un poco al ver reunidos a Ino, Chouji, Shikamaru y Kiba junto a la entrada.

"Buenos días Neji-kun" -canturreó Ino, sonrojándose al verlo.

"Buenos días." -contestó él. Luego interrogó a Kiba con la mirada.

"Venimos a buscar a Hinata. Se viene a una misión a la aldea oculta de la Arena. Sólo estaremos allí unos días." -informó este. Akamaru ladró corroborando lo dicho.

Neji asintió conforme.

"¿No va Shino con vosotros?"

Kiba rió divertido al oír la pregunta.

"Nos lo encontramos hace escasos minutos cuando veníamos para aquí. Le acaban de dar su primera misión como Jounin y estaba un tanto alterado."

Neji esbozó una pequeña sonrisa.

"Cuida bien de Hinata-sama, por favor." -se despidió entrando en la casa.

"No te preocupes. Estará bien."

Una vez en el interior, caminó a lo largo de los amplios pasillos de madera. Se cruzó con varios miembros de su familia con los que intercambio breves miradas. Y después se dirigió hacia las instalaciones del bouke donde se encontraba su dormitorio.

Vació lo poco que le quedaba en la mochila que había llevado en su anterior misión y se dispuso a rellenarla con cosas nuevas y algo de ropa. A continuación se dio una ducha rápida, se vistió velozmente y perdió algo más de tiempo peinando su larga melena que dejaría secar al aire. Cuando terminó de hacer todo esto, revisó una vez más sus cosas y salió de la habitación en busca de lo más importante...

Sin obtener permiso alguno, Neji entró en las instalaciones del souke y más en concreto en el dormitorio de Hiashi-sama. Lo que quería se encontraba allí. Abrió varios cajones de uno de los armarios pero sólo encontró ropa... Finalmente y algo desesperado temiendo que lo pillaran en el lugar indebido, utilizó el byakugan y dio con ella: La katana que había pertenecido a su padre y ahora se encontraba en posesión de su hermano gemelo.

El joven se colgó la espada a la espalda al igual que la mochila y se dispuso a salir de la habitación apresurado. Pero cuando se dio la vuelta vio a Hiashi que se encontraba bajo el marco de la puerta.

"¿A dónde vas con eso?" -le preguntó con severidad.

Los ojos de ambos se encontraron durante varios segundos. Sus miradas estaban cargadas de ira.

"Tengo una misión que cumplir... En la aldea oculta de la Nube." -contestó Neji finalmente, acercándose hacia la puerta y al lugar donde se encontraba su tío. No se sorprendió en absoluto ante tal confesión, lo veía en su rostro.

"No permitiré que vayas de ningún modo." - lo detuvo, posando una mano sobre su hombro cuando iba a cruzar el umbral de la puerta.

"Tengo edad para tomar mis propias decisiones Hiashi-sama. Aunque no lo permitas no podrás impedirme que lo haga." -contestó fríamente sin ni siquiera mirarlo.

Justo en ese instante una suave voz los interrumpió. Hinata con otra mochila al hombro se disponía a salir de la casa para reunirse con su grupo.

"¿Qué ocurre aquí?" -preguntó al ver a su padre y a su primo en aquel estado de tensión. Luego reparó en la mochila de Neji y en la katana que llevaba colgada. - "¿Te vuelves a ir Neji-oniisan?" -preguntó con dulzura.

Neji se volvió hacia su prima y asintió sonriendo.

"Me voy al país del relámpago, a la aldea oculta de la Nube. Una misión de rescate." -le informó abandonando ya la sala, y dejando a los dos miembros del souke en la puerta de la habitación.

Hinata se llevó una mano a la boca asustada y luego cogió a su primo por la manga del yukata que llevaba, intentando retenerlo.

"Neji..." -comenzó la chica negando fuertemente con la cabeza. - "No vayas a ese sitio, por favor..."

El chico se dio la vuelta y contempló los ojos llorosos de la joven.

"No me pasará nada." -le aseguró. - "Si para cuando regreses no he vuelto, dile a Hanabi que cuide de ti." -sonrió. - "Cada día que pasa se vuelve más fuerte."

Una vez dijo esto, reanudó su marcha y salió por la puerta principal de la casa. Dejando a ambos: Hiashi y Hinata con el corazón encogido. La joven revisó el rostro de su padre atemorizada, y este pasó su brazo por sus hombros estrechándola contra si. Cuando vieron a Neji alejarse los dos compartieron ese extraño sentimiento: La horrible sensación de que esa era la última vez que volverían a verle.


Fin del primer capítulo.

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