Hola!
Bueno esta vez no tarde tanto jejejeje
Rosely, me alegro que te haya dado risa el capitulo jej es lo que busco... ademas de confundirlas que tambien lo logré por lo visto jajajajajja, gracias por leer!
Biankradcliffe, no t mueras jeje pero lo de Ron... bueno, ya se va a saber, obvio.. pero no digo cuando je.. gracias por leer!
Mica, bueno, gracias por seguirlo aca... y si, creo que ya estamos llegando... je, besos!
Kmi, jaj gracias por hacerte el tiempo para pasarte, de verdad q gracias! y no te preocupes si andas sin tiempo, como siempre, a mi me pasa lo mismo je. Me sorprende que te lo hayan borrado cuatro veces el ff! es mucho! pero bueno si lo publicas aca yo te ayudo jajaja besos!
Maripotter, jajaja si soy muy mala jeje, pero bueno soy asi P por otro lado tardo tanto porque en el colegio me dan pruebas todo el año, y no son muy faciles que digamos, y estudiar me toma casi todo el tiempo, por eso :S Lo de ron no lo contesto jajaja espero que te des cuenta a medida en q pasa el ff, aunque no quiero ser pesimista pero creo que cada vez va a ser mas confuso jeje. Por ultimo creo que todas envidiamos a ginny y queremos a ese harry jajajajjaja besos!
Aca sigo chicas, no desesperen P
CAPITULO IX: La ayuda de Harry.
-¡HOMBRES! –murmuró fastidiada. Definitivamente ese no era su día. Pensando en eso estaba cuando entro en su habitación una lechuza blanca como la nieve.
-¡Hedwig! Oh dime que traes buenas noticias, sino no se que me pasaría... –decía la chica mientras desataba la carta que traía el animal. –Ve a tomar un poco de agua que hay en un tazón en la cocina¿si? –le dijo viendo como salía volando, tras acariciarla un poco. –A ver Harry... ¿qué me traes?... –murmuró Hermione. Con la carta en la mano se sentó en el borde de la cama deshecha y la abrió. Sorprendida, vio que no había más que un renglón escrito en el pergamino:
Hermione, Ron se dio cuenta. Encuéntrame en el Caldero Chorreante, ahora.
Harry.
-¿Se dio cuenta de qué? –se preguntaba Hermione mientras se ponía un jean y una remera para ir al encuentro de Harry.
-¿Le costaba demasiado poner una línea más explicándomelo?- pensó, saliendo de su casa a toda prisa. Cuando llegó al Caldero Chorreante, vio que Harry estaba sentado de espaldas en una mesa del fondo. Caminó hacia él.
-Harry. –dijo poniéndose enfrente del chico y sentándose.
-Gracias por venir, Herms.
-No hay de qué. Ahora¿me podrías explicar de qué es lo que se ha dado cuenta Ron?
-¿No te diste cuenta?
-Eh... ¿no?
-Hermione, se dio cuenta de... ti.
La castaña se quedó dura.
-¿De mi? –preguntó.
-Sí. –respondió Harry.
-¿Y tu como sabes?
-Porque se apareció en La Madriguera totalmente trastornado.
-¿Entonces?
-Yo sabía que te había ido a ver.
-¿Y...?
Harry señaló su cabeza con el dedo índice y sonrió.
-¿La usaste? –Hermione se refería a su tan preciado poder de entender la mente de otras personas. Harry asintió.
-¡AYY QUE EMOCIONN! –chilló Hermione bastante fuerte por lo que varios en el lugar se voltearon a ver qué pasaba.
-Shhhhh¡Herm! –la calló Harry. –No te emociones.
-¿QUE¿Porqué? –preguntó la chica desilusionada.
-Hay una mala noticia...
-¿Ahora me lo dices?
-¿Cuándo querías que te lo diga?
-Bueno, déjalo¿qué es?
-Ron no lo acepta.
-¿Cómo que no lo acepta?
-Mira, entre que no esta del todo convencido de lo que siente, y que sabe que esta de novio con Joanne... no quiere sentir nada hacia ti.
-¡Con razón se fue así de mi casa! Pero... ¿porque no me lo dijo?
-¿Si fueras tú se lo dirías?
-No...
-Ya ves...
-Ay Harry... no aguanto más...
-Ey... vamos... que todo se va a solucionar... cuando te vea de novia con Ron me voy a acordar de este momento y sabes que me voy a burlar así que no me provoques je, je... –Harry sonrió tratando de levantarle el ánimo a su amiga.
-Sí... gracias Harry... por todo... y por salvarme ayer... –Hermione sonrió amargamente.
-No tienes de qué agradecerme, hice lo que pude.
-Lo sé... bueno, cambiemos de tema¿qué tal tu con Ginny?
-Oh... –a Harry se le iluminó la cara. –Casi. –susurró.
-¿Casi! –Hermione estaba muy contenta. -¡Ay Harry que lindo!
-Sí pero en realidad es casi para mí... porque todavía no le dije nada.
-¿No le dijiste lo que sentías?
-No...
-¿Y que esperas?
-Bueeno... por eso... casi... –Harry rió divertido.
-Jajaja, esta bien.
-Herm.
-¿Qué?
-Eh... bueno, supongo que fue antes de que todo esto de hoy pasara..., eh... Molly, quiso que te avisara que quiere hacer una cena en La Madriguera... y te invita, claro.
-¿Una cena¿Con quién?
-Y pues... connn... todos. –dijo Harry vacilando y riendo nervioso.
-¿Quiénes son "todos", Harry? –le preguntó la chica impaciente.
-Bueno, ella, Arthur, Fred, George, Ginny, yo, tú..., Ron..., Joanne... y nadie más creo.
-Aha...
-...
-...
-¿Y bien? –dijo Harry con las cejas arqueadas.
-¿Y bien qué?
-Vas a ir¿no?
-Claro que no.
-¿NO¿Porqué?
-No lo sé, no tengo ganas.
-¡Vamos, te esta invitando!
-Ya lo sé pero no tengo ganas de ir igual.
-Vamos, estaremos todos juntos¡como en los viejos tiempos!
-No ganas ningún punto con eso, Harry.
-¿Y como se supone que tengo que hacer para convencerte?
-No tienes que hacer nada porque simplemente no tienes posibilidades de convencerme. No voy a ir y listo.
-Ya vas a ver como vas. –dijo Harry en tono amenazador.
-No. –Hermione rió. –NO iré.
-Si no vas le digo a Ron que te vaya a buscar.
-No vendrá.
-¿Quieres apostar?
Hermione vaciló un momento y entre tartamudeos logró defenderse.
-¿Y tú porque tan empeñado en que yo vaya¿Eh¿Porqué? –preguntó.
-No lo sé en verdad. Creo que por una parte yo pensé que ibas a decir que sí querías ir, y por haber estado equivocado te obligo, o sino porque me parece una tontería que no vayas, sea por lo que sea. Ahora dime tú porqué cuernos no quieres ir.
-Porque no me voy a sentir cómoda. ¿Te parece poco?
-Sí, demasiado.
Hermione lanzó un bufido de impaciencia.
-Mira, piénsalo¿si? No pierdes nada. –le dijo Harry serio. –Hoy es... miércoles¿verdad?
Hermione asintió con pesadez.
-Bueno, la cena sería el viernes, así que tienes tres días para pensarlo, contando hoy y el viernes, porque es a la noche. Yo me tengo que ir ya. Tienes hasta el viernes a la mañana, mejor... sí. Y yo te voy a ir a buscar.
-¡Oye¿porqué me acortaste el tiempo? –dijo la chica indignada mientras veía cómo su amigo se ponía de pie.
-Porque si vas, tienes que tener toda la tarde libre para producirte. Eres mujer.
La chica lo miró con el ceño fruncido, más indignada todavía.
-Acuérdate, el viernes a la mañana voy a tu casa y tienes que estar decidida¿si? –Harry sonrió y le dio un beso en la frente a su amiga.
-Esta bien. Solo... déjame pensarlo.
-Es lo que hago... pero... por favor ve... hazlo por mí... –Harry sonrió aún más. Hermione, sosteniendo con una mano su cabeza, lo miraba exhausta.
-Adiós, Harry. –murmuró.
-Bueno, bueno, ya me voy entonces, adiós. –Harry se alejó de su amiga sonriendo y antes de perderse de vista la saludó a lo lejos.
-Payaso. –murmuró su amiga sonriendo amargamente.
