Nunca te abandonaré

V.

Aquel día era muy especial; no sólo porque irían a visitar el apartamento que Sakuragi había encontrado para que Rukawa lo viera, sino porque sería la primera vez desde que el moreno ingresara en la clínica que saldría de ella por su propio pie.

Llamó a su habitación, y después de escuchar un 'pasa' entró. Y por un momento se quedó paralizado y sin aire.

En lugar de unos pantalones de chándal y la camiseta blanca de la clínica, que era la ropa que solía vestir (hasta hace poco con la que le solían vestir las enfermeras), Rukawa se había puesto para la ocasión unos tejanos claros rasgados por las rodillas y una camiseta azul oscuro manga corta. Era un atuendo muy sencillo, pero a Sakuragi le pareció un modelo de revista. Un atractivo y deseable modelo de revista…

Sin contar el hecho de que en el momento que entró, se estaba abrochando los pantalones…

- Hola. Enseguida estoy – dijo Rukawa.

- V-vale.

Rukawa terminó de vestirse pasándose un cinturón y cogió un reloj de pulsera que había sobre la mesilla para ponérselo. Después se miró en un espejo que había en la pared y se pasó las manos por el cabello para peinarse un poco. Mientras tanto Hanamichi paseaba nervioso de un rincón a otro de la habitación.

- Se puede saber qué te pasa, do'aho? – preguntó Rukawa girándose un poco hacia él.

- A mí? Nada – respondió deteniéndose un momento con cara de inocencia.

Pero lo cierto es que no se sentía inocente para nada. Aprovechó que Rukawa estaba de espaldas de nuevo para contemplarle extasiado de arriba a abajo una vez más. Se veía realmente bien con esa ropa, y además había recuperado bastante peso en los últimos días y ya no estaba tan pálido. Pero aunque esas sencillas prendas le sentaran de muerte, su loco deseo era arrancárselas y tirarlo a él sobre la pequeña cama que estaba en medio de la habitación…

Sacudió la cabeza, intentando alejar esos pensamientos lascivos.

En lo que Sakuragi no había caído, era que Rukawa estaba contemplando su expresión por el espejo…

xXx

Salieron de la clínica y con paso tranquilo se dirigieron a la estación. Sakuragi estaba mucho más emocionado que Rukawa, pues de hecho para el moreno esos seis años que se había pasado casi encerrado habían transcurrido sin darse cuenta, aunque contemplaba con tristeza los cambios que habían acontecido en la ciudad. Pero para Sakuragi, estar paseando con él por la calle por fin era poco menos que fascinante.

En media hora llegaron al barrio de Sakuragi y se encaminaron al bloque de pisos donde habían quedado con la chica de la agencia inmobiliaria que les mostraría el apartamento. Al pelirrojo no le sentó nada bien la cara de atontada que puso la chica cuando le presentó a Rukawa…

El apartamento era muy pequeño: tenía una sola habitación, un baño y una cocina-comedor, pero era muy luminoso, estaba amueblado y parecía nuevo. Era un quinto piso pero había ascensor. Además estaba a sólo dos manzanas de la casa del pelirrojo.

- Te gusta…? – preguntó siguiendo a Rukawa por el piso.

- Sí – respondió el chico más bajo observando el dormitorio.

- Puedes mudarte de inmediato si quieres – le dijo la chica de la agencia.

Mientras Rukawa y la chica firmaban unos papeles, Sakuragi salió al balcón del comedor, se apoyó en la barandilla y se quedó pensativo mirando la silueta de la ciudad.

Qué pasaría a partir de ahora? Rukawa ya no viviría en la clínica, sino allí, a dos manzanas de su casa. Mucho más cerca de él. Y sin embargo, tenía el presentimiento de que a pesar de eso ya no le vería tan a menudo…

Unos diez minutos después escuchó la puerta de la calle. Luego Rukawa salió también al balcón, y le mostró orgulloso las llaves.

- Ya tienes casa… - murmuró Sakuragi.

- Sí… - Rukawa advirtió que Sakuragi estaba extraño - Te encuentras mal?

- Eh? Porqué lo dices?

- Tienes mala cara… - explicó el chico de ojos azules – Tienes ojeras, y te ves pálido…

- Ah… bueno, es que últimamente no duermo mucho, los exámenes cada vez están más cerca y tengo que estudiar…

Hanamichi no se dio cuenta de que había metido la pata hasta que escuchó la voz algo sorprendida de Rukawa.

- Y vienes a verme cada día?

- Oh bueno… - Sakuragi empezó a ponerse nervioso – Tengo tiempo para todo…

- Sí, claro, porque no duermes! De ahí las ojeras, no? Deberías estudiar por las tardes como todo el mundo, y no venir a la clínica.

Rukawa observó como Sakuragi se mordía los labios y miraba al suelo sin decir nada. Sabía que le estaba ocultando algo, y aunque empezaba a sospechar qué era, se dijo a sí mismo que era imposible, que tenía que haber otra causa para ese extraño comportamiento.

- Dime la verdad – le ordenó.

- Eh? Qué verdad? – preguntó aún más nervioso.

- Por qué te comportas así conmigo?

- Así como?

- Así de amable!

Los ojos castaños se abrieron más de lo normal, sorprendidos.

- Y por qué no puedo ser amable contigo? – preguntó Sakuragi.

- Porque nunca lo fuiste! – exclamó Rukawa - Siempre te metías conmigo, me insultabas, me hacías la vida imposible! – Sakuragi se sintió más que avergonzado al recordar eso – Pero ahora resulta que eres el único que… - la voz se le quebró un instante – el único que ha permanecido a mi lado todo este tiempo… Y quiero… necesito… saber por qué…

Una ráfaga de viento alborotó un poco el largo cabello de Rukawa. Sakuragi no pudo evitarlo y alargó el brazo hacia él para acariciarle el pelo y peinarle con una caricia, hundiendo los dedos entre sus cabellos, notando complacido el estremecimiento que eso provocó en el kitsune.

Se miraron unos segundos fijamente, ambos intentando averiguar lo que pasaba por la mente del otro.

Sakuragi dio un pequeño paso hacia él…

Y entonces Rukawa cerró los ojos…

El corazón de Sakuragi se aceleró como nunca, mientras se preguntaba si Rukawa quería que le besara o eran imaginaciones suyas… Continuó acariciándole el pelo durante unos segundos y luego se decidió y acercó su rostro muy lentamente…

- Recuerdo esta sensación… - susurró Rukawa entreabriendo los ojos.

- Qué…? – preguntó el pelirrojo deteniéndose con sus labios a dos centímetros de los del kitsune.

- Recuerdo que me acariciabas el pelo…

Y de repente, el rostro confundido de Rukawa perdió totalmente el color y sus ojos azules se volvieron vidriosos justo un momento antes de cerrarse.

Sakuragi contempló horrorizado como Rukawa se desmayaba en sus brazos.

- Rukawa!

Se arrodilló en el suelo, sosteniendo al kitsune con el brazo izquierdo contra su pecho, y lo zarandeó más fuerte de lo que pretendía.

- Rukawa! – siguió gritando – Rukawa, despierta!

Le palmeó suavemente la cara, mientras sentía su corazón aún más acelerado que segundos antes y un frío estremecimiento congelándole el alma. Nunca antes se había sentido tan asustado.

- Rukawa… Rukawa, por favor… - gimió.

No, no podía ser, aquello no podía estar pasando… Rukawa no podía caer inconsciente… no otra vez, no ahora que lo había recuperado… No entendía lo que le pasaba, qué clase de estudiante de Medicina era? Vio como sus propias lágrimas caían sobre el rostro blanco del muchacho que sostenía inerte en sus brazos, estaba llorando, como no hacerlo, sólo de pensar en perderlo de nuevo se sentía morir por dentro…

Pero apenas un minuto después de desmayarse Rukawa abrió los ojos de nuevo, aunque un poco idos.

- Rukawa… - susurró Sakuragi con el corazón en un puño.

- Qué ha pasado…? – preguntó pasando una mano por su frente, y notando por el camino algo húmedo en sus mejillas.

Enfocó su mirada en el chico que le sostenía, y vio sus lágrimas y como cambiaba su gesto de preocupación a uno de alivio. Sakuragi le abrazó y Rukawa supo que se había desmayado y que le había asustado. Iba a devolverle el abrazo cuando Sakuragi se levantó obligándole a hacer lo mismo.

- Volvamos a la clínica – dijo mientras le ayudaba a caminar hacia la puerta.

- Tan pronto? Pensé que… que iríamos a comer juntos…

- Otro día. Quiero que el doctor Tsukihiro te haga un reconocimiento.

- Y no me lo podrías hacer tú…?

- No, yo todavía no soy médico, y además es él el que ha llevado tu caso desde que ingresaste allí.

Rukawa suspiró. Sakuragi lo oyó y supuso que era por obligarle a volver a la clínica, pero al mirarle de reojo vio un leve rubor en su rostro.

O eran imaginaciones suyas?

Nada más llegaron a la clínica Sakuragi pidió ver al doctor Tsukihiro con tanto énfasis que las enfermeras se apresuraron a llamarle. El médico se encontró con ellos en su despacho y después de que le contaran lo que había sucedido hizo pasar a Rukawa a la consulta contigua con él.

Unos cinco minutos después salió solo, limpiándose los lentes con la bata.

- Cómo está? – preguntó Sakuragi levantándose tembloroso de la silla donde se había sentado a esperar.

- Está bien, se está vistiendo.

- Pero qué le ha pasado!

- Tranquilízate, ha sido una simple lipotimia.

- Una… lipotimia? Está seguro?

Inmediatamente sintió arder sus mejillas. Cómo se atrevía a dudar de su criterio? Pero afortunadamente el veterano médico no se ofendió.

- Sí. No tiene nada que ver con el coma ni con posibles secuelas. Una bajada de tensión, eso es todo.

Aunque las palabras del doctor Tsukihiro le aliviaron, al momento se sintió nuevamente avergonzado.

- Yo… Debería haberlo sabido, haberle atendido como debía… Pero me asusté… Está claro que no sirvo para médico si no sé reconocer una simple lipotimia…

- No digas eso, Sakuragi – el anciano le sonrió cariñosamente – Es perfectamente normal que te asustaras y no alcanzaras a reaccionar, después de todo lo que has pasado… Pero no debes preocuparte, Rukawa está perfectamente, y no sería lógico que recayera en el estado que lo tuvo como un vegetal todos estos años.

- Espero que tenga razón… porque yo… yo no lo soportaría… No soportaría perderlo otra vez… - murmuró el muchacho en voz muy baja.

xXx

Por la tarde no hubo manera de convencer a Rukawa para que se quedara descansando en su habitación.

- Necesitas reposo… - insistió Sakuragi.

- Ya he reposado – gruñó mientras rebuscaba en el armario.

- Qué buscas? – preguntó el pelirrojo.

- Unos pantalones cortos de deporte.

- Para?

- Para hacer deporte – bufó Rukawa poniendo los ojos en blanco.

- Cómo que para hacer deporte? – preguntó Sakuragi levantándose.

- Quiero ir a jugar un rato. Necesito saber mi nivel actual.

- Pero…

- Sakuragi – interrumpió el moreno – Sólo quiero ir a practicar unos tiros, de acuerdo? Si tan preocupado estás porque me vuelva a desmayar, acompáñame y punto.

- …

Sin nada más que objetar, Sakuragi acercó la silla al armario y se subió en ella. Rukawa no entendió lo que pretendía hasta que le vio abrir las puertas del altillo y sacar una bolsa negra bastante grande.

- Aquí están tus cosas de deporte – dijo dejando la bolsa en la cama.

Rukawa se apresuró a abrirla y encontró varias camisetas, pantalones, su bandana negra y un balón.

- Y éste balón? – preguntó – No es el que tenía.

- No sé donde está tu balón – dijo Sakuragi – Este… te lo regalé yo por tu cumpleaños…

El moreno se le quedó mirando.

- Por mi cumpleaños…?

- Sí… - Sakuragi desvió la vista y se sonrojó un poco – Cuando cumpliste la mayoría de edad hace dos años… - explicó.

Rukawa no dijo nada más, sólo sonrió un poco y seguidamente se colocó la bandana y empezó a quitarse los vaqueros dejando al descubierto los bóxers negros que llevaba, lo que hizo sonrojar a Sakuragi un poco más. Se puso unos pantalones cortos grises y le ofreció otros blancos al pelirrojo.

- Quieres que yo también juegue? – preguntó sorprendido.

- Pues claro. O es que se te ha olvidado lo poco que sabías? – le retó Rukawa con una mueca divertida.

- Teme kitsune! Yo era y sigo siendo un genio del baloncesto!

- Demuéstramelo entonces – dijo el moreno tirándole los pantalones a la cara.

xXx

Tuvieron suerte y la cancha callejera a la que acudieron estaba vacía. Para calentar se pusieron a practicar tiros en salto haciendo turnos. Hanamichi contemplaba preocupado a Rukawa, que estaba fallando casi todos sus tiros, rogando porque no se desanimara. Pero el chico de ojos azules tenía el gesto de siempre, y poco a poco fue cogiendo un buen ritmo y cada vez le entraban más tiros. Media hora después de empezar, el número de aciertos de Rukawa ya había superado a los del pelirrojo.

- Un uno contra uno? – preguntó Rukawa colocándose en posición.

- Por supuesto – dijo el tensai, intentando disimular la emoción que le produjeron esas palabras que tanto deseó oír en los dos años que compartieron equipo.

- A veinte?

- Que sea a treinta.

Apenas Sakuragi se colocó frente a él, Rukawa se lanzó hacia la canasta con tanto arrojo que el pelirrojo no pudo hacer nada para detenerlo, y encestó con un tiro en bandeja.

- Antes eras más rápido – se burló Rukawa.

- Ey, yo también hace seis años que no juego! – se defendió Hanamichi.

Cambiaron las posiciones y Sakuragi atacó esta vez. Sabía que a Rukawa no le haría gracia que superara su defensa, pero no le pareció justo no jugar al cien por cien, así que puso todo de su parte para lograr encestar, y lo consiguió con un tiro en salto después de realizar un amago perfecto. Rukawa no dijo nada.

El duelo siguió parejo, pues ninguno de los dos conseguía detener al otro y por lo tanto encestaban en todas las jugadas. Iban 30 a 29 y le tocaba atacar a Sakuragi. Si encestaba habría empate, y si no, Rukawa ganaba.

Sakuragi intentaba deshacerse de todas las maneras del marcaje de Rukawa, pero este ya no caía en sus amagos. Sin embargo cada vez se acercaba más a la canasta, y decidió probar un mate y sorprender a Rukawa, pero él también saltó casi a la vez con una mano extendida para impedírselo. Fue tanto el ímpetu que ambos le pusieron, Sakuragi en encestar y Rukawa en impedírselo, que para que el pelirrojo lograra su objetivo tuvo que llevarse por delante al kitsune.

Ambos cayeron con un ruido sordo sobre el duro pavimento, Rukawa de espaldas y Sakuragi encima.

- Estás bien? – preguntó Sakuragi alzándose un poco para dejar de aplastar al moreno.

- Sí… - gimió Rukawa con los ojos cerrados sobándose la nuca.

De pronto a Sakuragi le faltó el aire.

Estaba encima de Rukawa.

Como tantas veces había deseado.

Y las ganas de besarle se dispararon en su interior. Se inclinó un poco, pero aunque esa mañana le había parecido que el kitsune también lo deseaba, seguía teniendo mucho miedo de su reacción.

Rukawa abrió los ojos y se encontró con el rostro de Sakuragi y su mirada intensa a escasos centímetros y con su cuerpo casi pegado al suyo, y el corazón le empezó a latir muy fuerte.

En ese momento escucharon ruidos y al girar las cabezas vieron unos niños entrar en la cancha.

- P-puedes levantarte…? – preguntó el pelirrojo volviendo a la realidad.

- N-no si tú estás encima… - balbuceó aturdido.

- Oh, c-claro… perdona…

Sakuragi se levantó y ayudó a Rukawa a hacer lo mismo tendiéndole una mano.

Mientras se sacudían la ropa para quitarse la suciedad del suelo, Sakuragi recordó que era la segunda vez en un mismo día que casi perdía el control. A ese ritmo ni su corazón ni su cuerpo iban a resistir mucho más sin hacer suyo al chico de ojos azules.


N/A: Holass! Por fín terminé este capítulo! Es que lo empecé ya hace días pero no había manera de darle un final, al final me decidí por hacer caso a Sumomo, y mandarlos a jugar juntos a baloncesto un rato XD. Perdón por no haber contestado antes a los reviews de esta historia, a partir de ahora lo haré siempre, y aquí están:

Kaehana9: ola! como habrás leído aún no se decide, y cuando se decide siempre pasa algo, o Ru se desmaya o les interrumpen XD

Shadir: 'ponerse pesada la pista'… dirás que la pesada soy yo… pero me podrías decir que significa ese refrán? XDD

Vanne: weno, es que no quiere sentirse tan solito jejeje piensa que ahora ha de comenzar casi de cero, y es normal que quiera tener cerca a Hana… y quién no… (babas)

Abuelitnt: exacto, inconscientemente Rukawa recuerda casi todo lo que ha pasado estos años, pero digamos necesita algo así como 'estímulos' para que los recuerdos salgan a flote… Qué pasará cuando recuerde el beso? jo jo jo…

KKinomoto: wola! Como le estaba comentando a Abuelitnt, poco a poco recordará más cosas… aunque para darse cuenta de los sentimientos de Hana, no le hará falta recordar nada, como habrás leído en este capítulo, el pelirrojo empieza a ser muy evidente jejeje.

Astrea: de nadaa! Si ya dan juego de vecinos, imagínate viviendo juntos… aunque no en este fic de momento XDD Besos y gracias por el review! Cúidate tú también! Ah y muchas gracias por el mail! Era exactamente eso

Besos y hasta el próximo capi!

Khira

PD: por cierto, os acordáis de la imagen doujinshi que comenté en la que basé el capítulo 'algo diferente' en mi fic "Un tesoro enterrado"? Pos era esta:

http/img41.imageshack.us/img41/9940/hanarukiss01cw.jpg

No hay manera de que salga la dirección completa! En fin, entre el 'http'y el primer 'img41' van dos puntos y dos barras, no solo una... no sé si se me va a entender... si miráis primero una dirección cualquiera, la de fanfiction por ejemplo, sabréis a que me refiero.