Nunca te abandonaré

VII.

Al principio nada más despertarse se extrañó de no estar en su cama, pero en seguida recordó donde estaba, por qué, y lo que había sucedido la noche anterior. Se preocupó al no estar Rukawa con él, pero entonces escuchó ruidos en la casa y se tranquilizó. Se estiró nuevamente en la cama con una amplia sonrisa en el rostro y rememoró segundo a segundo la que había sido la mejor noche de su vida.

Recordando la actitud antisocial de Rukawa en el instituto, supuso que había sido la primera vez para el kitsune. Ojalá hubiera también sido su primera vez, al menos con un chico. Él perdió la virginidad con Haruko a los dieciséis años, cuando aún no había admitido sus sentimientos por Rukawa, meses antes del accidente… Y su primera vez con un chico fue una noche de borrachera un par de años después, con Rukawa ya en la clínica, una de las pocas veces que Kouta le convenció para salir de marcha… Recordó amargamente lo mal que se sintió al despertar al día siguiente junto a un chico al que apenas conocía, sabiendo que había traicionado a la persona que amaba aunque no estuvieran juntos…

Y a pesar de eso, aquello sucedió más de una vez. Pero habían sido seis años… Seis años en los que, a pesar de no reconocerlo ante nadie, ni siquiera ante su madre, perdió la esperanza muchas veces. Y rogó por si un día Rukawa le preguntaba, que le perdonara sus 'infidelidades'.

- Hanamichi…

Sakuragi se incorporó de golpe. No había escuchado a Rukawa entrar en la habitación.

- Kaede… Buenos días – sonrió el pelirrojo. La imagen de su kitsune vestido sólo con bóxers y una camiseta le pareció encantadora.

- Te lo he preparado todo para que te des una ducha. Te esperaré para desayunar, pero date prisa. Tenemos que hablar.

Dicho esto Rukawa salió de la habitación dejando a Sakuragi confundido y asustado.

"Tenemos que hablar"

Por qué Rukawa había dicho eso?

Y por qué le había sonado tan mal?

xXx

Se duchó rápidamente y con el corazón encogido, sin dejar de pensar ni por un momento en las palabras de Rukawa. De qué querría hablarle? De lo de anoche?

Y si se había arrepentido de lo que había pasado entre ellos?

Se secó con la toalla que Rukawa le había preparado y se vistió con unos calzoncillos limpios que le había dejado encima de un taburete y la misma ropa que el día anterior. Salió del baño y entró en la cocina-comedor, donde estaba Rukawa sentado esperándole.

- De qué quieres que hablemos? – preguntó nada más sentarse enfrente suyo.

- … - Rukawa le ofreció un vaso de leche, pero Sakuragi no lo cogió.

- De qué quieres que hablemos? – repitió sintiéndose cada vez más angustiado.

Rukawa volvió a dejar el vaso de leche sobre la mesa y cruzó los brazos. Sakuragi notó que por primera vez al kitsune le costaba mantener la mirada, cosa que le asustó aún más.

- Me voy… – dijo finalmente el chico de ojos azules.

- Que… te vas? A dónde? – preguntó el pelirrojo desconcertado.

- A Estados Unidos.

Sakuragi sintió como si la sangre se le helara en las venas.

- A Estados Unidos…? – repitió.

- Sí.

- Ah… A vivir?

- Sí. Y a estudiar. He conseguido una reserva de plaza en la UCLA. Los cursos allá empiezan en octubre, así que tengo hasta entonces para sacarme el bachillerato.

Mientras Rukawa hablaba, Sakuragi pensó que quizás estaba teniendo una pesadilla. La mañana siguiente a su primera vez juntos y Rukawa le contaba que en seis meses se marcharía a Estados Unidos?

- Quiero estudiar fisioterapia – continuó Rukawa – Pero por supuesto mi objetivo principal es entrar en el equipo de baloncesto, los UCLA Bruins.

- Fisioterapia? – preguntó el pelirrojo con voz ausente.

- Sí… - bajó un poco la voz y añadió - Ya es duro tener que retirarse de la práctica profesional de un deporte por la edad, pero no tiene ni comparación con tener que retirarse aún más joven por una lesión… Quiero ayudar a que eso no suceda…

- Le cogiste cariño a Natsuya, verdad?

- Sí… - reconoció.

Sakuragi apoyó un codo en la mesa y se pasó la mano por la cara. Seis meses. Parecía bastante tiempo, pero como iba a disfrutarlos sabiendo que después Kaede se marcharía a Estados Unidos? Sabía que ese era su sueño desde primero de bachillerato, pero aún así no pensó que eso realmente llegara a suceder, y menos después de lo que habían compartido esa noche.

Había sido un iluso. Para el kitsune, lo más importante seguía siendo el básquet, no él.

Quizás Kaede le había aguantado a su lado durante esos dos meses que habían pasado desde que despertara sólo porque no tenía a nadie más. De hecho, la noche anterior Kaede no le había dicho que le amara; simplemente no le rechazó, quizás porque se había sentido en deuda con él desde que se enteró que fue el único que no lo había abandonado a su suerte.

Quizás incluso le había entregado su virginidad sólo por eso.

Sintió que el pecho le dolía, cerró los ojos y respiró hondo para calmarse.

Pero Rukawa pronto le sacaría de su error.

- Hanamichi… - su voz le hizo abrir los ojos de nuevo.

- Qué? – preguntó más seco de lo que pretendía.

Sakuragi observó sorprendido que el rostro de Rukawa se demudaba, perdiendo su seguridad habitual, y que intentaba decir algo pero las palabras no le salían. Kaede Rukawa nervioso?

- V-ven conmigo…

- Eh? – la mente del pelirrojo se negó a comprender esas palabras.

- Ven conmigo a Estados Unidos… - repitió Rukawa mirándole fijamente.

Sakuragi no dijo nada, así que Rukawa continuó hablando, aún un poco nervioso.

- S-si los exámenes te salen bien habrás terminado la carrera… Sólo te quedará la especialización, y podrías hacerla en la UCLA… Podríamos compartir una habitación en una residencia o alquilar un piso entre los dos, como quieras…

- … - el pelirrojo seguía emocionado e incapaz de hablar.

- Y bien…? – preguntó Rukawa.

Y Sakuragi supo entonces que era el momento de considerar seriamente esa proposición, pero enseguida se dio cuenta de que no había mucho que pensar. La única persona que le mantenía atado a Kanagawa era su madre, quien a la vez no se decidía a irse a vivir con su novio porque él no quería irse también a vivir con ellos y ella no quería dejarlo solo. Sería una oportunidad para ambos de estar con sus parejas. Estudiar la especialización en otro país era una gran idea, y además tampoco se iba a ir por siempre, podría volver a Japón para ver a su madre cada pocos meses.

Rukawa esperaba su respuesta mordiéndose un labio, preocupado por el gesto serio que tenía Sakuragi, señal de que estaba pensando su propuesta. No tenía ni idea de que hacer en caso de que le dijera que no. Querría mantener una relación a distancia? Teniendo en cuenta que había estado seis años esperándole le parecía que sí, pero, y él? Soportaría no ver a Hanamichi durante meses, hablando sólo por teléfono?

De pronto Sakuragi se levantó y rodeó la mesa hasta quedar frente a Rukawa, le levantó agarrándole del cuello de la camiseta y le atrajo a él para besarle hasta que les faltó el aire.

- Eso es un sí…? – preguntó Rukawa cuando recuperó el aliento.

- Por supuesto – sonrió Sakuragi – No te vas a librar de mí tan fácilmente.

Rukawa también sonrió y le abrazó. Sakuragi le devolvió el abrazo con fuerza, estrechándole fuertemente contra si.

- Te amo… - musitó Rukawa por fin para alegría del pelirrojo.

- Y yo ti, mi vida…

Se separaron un poco sólo para besarse de nuevo.

- A qué hora empiezas a trabajar? – preguntó Sakuragi dejando sus labios para recorrerle el cuello con la lengua.

- A las ocho… - gimió Rukawa.

- Y ahora son las…?

- Las siete y cuarto…

- Nos da tiempo?

- Yo creo que sí…

Sakuragi alzó a Rukawa del suelo para que se abrazara a su cintura con las piernas y entró con él en el dormitorio.

xXx

Seis meses después…

Último aviso para los pasajeros del vuelo AJ-125 con destino Los Ángeles. Embarquen por la puerta cinco.

Último aviso para los pasajeros del vuelo AJ-125 con destino Los Ángeles. Embarquen por la puerta cinco.

- Es la hora, cariño.

Sakuragi abrazó a su madre con fuerza por última vez y cuando se separaron le dio un beso en la frente.

- Que os vaya todo muy bien – dijo el hombre que estaba a su lado.

- Gracias, señor Iwata.

- No me llames así. Llámame sólo Iwata o Chiaki, como quieras.

- De acuerdo, Iwata – sonrió Sakuragi.

El pelirrojo se inclinó respetuosamente hacia el novio de su madre. Rukawa se acercó un poco más a ellos y también se inclinó.

- Espero que me perdone por llevarme a su hijo tan lejos – murmuró el moreno dirigiéndose a la mujer.

- No digas tonterías. Sé que lo cuidarás bien.

Para su sorpresa, la madre de Hanamichi también le abrazó al igual que había hecho con su hijo. Rukawa se quedó tan desconcertado que tardó unos segundos en corresponder el abrazo.

- Sé que eres un gran chico – dijo ella cuando se separaron - Si no, mi hijo no estaría loco por ti.

Ambos, Rukawa y Sakuragi, se sonrojaron un poco al oír esas palabras.

Cinco minutos más tarde, los dos chicos se encontraban ya en el avión, sentados y con los cinturones abrochados, a punto de despegar.

Hanamichi miró de reojo a su novio y vio que se estaba retorciendo las manos de los nervios.

- Tranquilo – susurró cogiéndole de una mano y acercándola a sus labios para besarla.

- No me gustan los aviones – musitó Rukawa.

- Ya…

Aunque nunca habían hablado de ello, Rukawa supuso que Sakuragi estaba enterado del accidente de avión que les costó la vida a sus padres. Miró a través de la ventanilla las luces del aeropuerto mientras sentía los dedos del pelirrojo entrelazándose con los suyos.

- De verdad que te apuntarás conmigo al equipo de baloncesto? – preguntó con voz ausente.

- Ya te dije que sí. Les demostraremos a los americanos lo que somos capaces de hacer juntos! – exclamó Sakuragi mientras se acomodaba mejor en el asiento.

El avión comenzó a moverse y Sakuragi sintió como Rukawa le apretaba fuertemente la mano. Le miró y vio que tenía los ojos cerrados y respiraba algo agitado.

- Tranquilízate Kaede, por favor – pidió un poco preocupado.

Rukawa abrió los ojos azules y le miró.

- Te amo, Hanamichi.

Sakuragi sonrió por la repentina declaración de sentimientos y con la mano libre le acarició una mejilla.

- Lo sé. Yo también te amo, Kaede.

- Lo sé…

Acercaron sus rostros y comenzaron a besarse, y no dejaron de hacerlo hasta que el avión hubo despegado y se estabilizó en el aire, rumbo a América, a través del pacífico.

Owari


N/A: Hola a todas… Pues aquí os traje el último capítulo de esta historia… menos mal que al menos he acabado ya una de las 4 que tenía en marcha XD. Espero que os haya gustado y no os olvidéis dejarme un review! A veces me han dicho que no sirve de nada dejar un review cuando el fic ya está terminado y no así, un review ahora ya puede incluir una opinión global de la historia y esto me es muy importante.

Hablando de reviews:

Kaehana9: como bien dicen, a la tercera fue la vencida…

Elena: yo tuve que hacer lo mismo XD

Paulyta: hola! espero que te haya gustado el final. Muchos besos y cúidate tú también!

Astrea: no sería yo? seguramente tengas razón XD Lo de que Rukawa admitiera que se puso celoso en la preparatoria me pareció una buena manera de contar que el zorro también sentía algo por Hana por aquel entonces, si bien ha sido ahora que se ha enamorado. Aunque es cierto que al contar la historia desde el punto de vista de Sakuragi no han quedado muy claros los pensamientos de Ru. Bueno, si quieres que comentemos cualquier cosa por el msn, ya sabes, es que ahora no sé que duda resolverte exactamente. Besitos y gracias por el review!

Inuyashaluchi: etto… me explicas lo de 'al mejor estilo pendejo de la propaganda de jugo tang'?

Saku1986: me alegra que te guste el fic, y supongo te habrá gustado el futuro que les he preparado a estos dos, ambos van a jugar de nuevo a básquet y además juntos, y si Ru no consigue llegar a ser profesional al menos ya ha se ha decidido por una carrera… Muchos besos y gracias por el review!

Vanne: claro que no, hay que aprovechar para vestirlo a mi gusto jejeje. Y sí, con unos simples vaqueros y un jersey cuello en pico: estaba más que exquisito, era todo un manjar!

K Kinomoto: no tranquila, de momento nadie va a interponerse en su relación, ni que lo intenten, que Hana crujiría los puños jejeje. Bueno, en realidad no porque ya no es un macarra, pero ya se le ocurriría algo para espantar posibles moscones XD Espero también te guste el capítulo final. Besos!

Balucita: sí, sólo este cap más, espero que te haya gustado el fic en general, muchos besos wapa!

Enide: gracias, pero me sorprende lo que dices, porque en este momento hay fics buenísimos que se están publicando ahora, aún así, gracias de nuevo. Besos y gracias por el review!

Nos leemos en otras historias.

Besitos!

Khira

PD: Aclaraciones: UCLA son las siglas de la Universidad de California-Los Ángeles