Hola chics! Bueno, aquí os voy a poner un fan fiction que trata sobre Row Weasley y su diario (como bien dice el nombre ). Ya sabeis que estos personajes son de J.K.Rowling y de la WB! No son míos! Mas kisiera yo! jeje. Bueno sin más preámbulos, aquí va el primer

capítulo de la historia! Espero que os guste y que dejéis reviews!


CAPÍTULO 1

Estaba deseando que viniera Harry a nuestra casa a pasar lo que queda de verano. Cuando de repente, apareció por la puerta.

¡Buenos días¿Qué tal el verano¿Ha venido Hermione? – me preguntó Harry.

Al oír ese nombre, me ruboricé –espero que Harry no se haya dado cuenta- pensé. Después, me decidí a contestarle:

¡Buenos días! El verano, bien. Y sí, Hermione está aquí, llegó por la tarde.

OK. Una pregunta¿por qué te has ruborizado cuando he nombrado a Hermione?- Me preguntó de repente.

¡Por las barbas de Merlín! Se ha dado cuenta.- Pensé.

Pues…-balbuceé (no sé si contárselo, bueno, mejor se lo cuento)- es que, mira, te lo tengo que contar. Hace mucho que Hermione me… como te lo puedo decir… pues Hermione…

¡Arranca ya!- exclamó Harry.

Pero de pronto, se abrió la puerta. Era Hermione junto a Ginny.

¡Hola Harry!- exclamó Hermione y le dio un beso en la mejilla.

¡Hola Harry!- saludó Ginny.

¡Hola!- exclamó Harry.

¿Qué tal el verano?- preguntó Hermione.

Pues como siempre, con mis insoportables tíos, y mejor no hablo de Dudley¿y tú?- contestó Harry.

Mis vacaciones… bien, este año he ido a España. Es un país precioso, con muchas culturas, tradiciones,…- comentó Hermione.

Yo estaba escuchando toda esta conversación, aunque la verdad, no la estaba prestando mucha atención. Mi mente estaba hipnotizada por la belleza y por la maravillosa voz de Hermione.

Seguía ensimismado con Hermione, cuando de repente volví a la realidad.

¡Despierta, Ron!- gritó Ginny.

¿Qué? Ah, sí… ¿Qué decíais? –pregunté un poco abochornado.

Nada, solamente que volvemos a la habitación, ya os veremos en la cena.-dijo Hermione.

Acto seguido, las dos chicas salieron de la habitación.

Pero¿qué te pasa? Por favor, cuéntamelo.- suplicó Harry.

Vale, te lo contaré, pero no se lo digas a nadie, confío en ti.-dije.

¡Por supuesto! Puedes confiar en mí, yo no diré nada a nadie.- aceptó Harry.

Mira, la verdad es que estoy enamorado de Hermione, es decir, que me gusta muchísimo y cuando oigo hablar de ella o la veo… me ruborizo y me quedo hipnotizado con ella.- le conté.

Por una parte me sentía desahogado, pero¿y si se le escapaba y se lo contaba a Hermione?- espero que no- pensé.

¡Lo sabía¡Es que lo sabía!- exclamó Harry.

¿Cómo que lo sabías?- pregunté extrañado.

Es que, mi querido amigo, se te notaba mucho por tu comportamiento. Bueno, Hermione no sé si sentirá lo mismo por ti.- contestó Harry.

No lo quiero saber… aunque me encantaría ser su novio…- dudé.

Es que en temas de chicas, yo no soy el más indicado para dar consejos. Porque fíjate lo que pasó con Cho-Chang.- comentó Harry.

Tienes razón, me gustaría contárselo a una chica para que me ayudase¿pero a quién?- pregunté.

La verdad es que… solo se lo podrías contar a Ginny. Con ella hay confianza y encima tiene experiencia con estos temas.- objetó Harry.

Tienes razón, aunque no estoy muy convencido… pero bueno. Se lo diré.- sentencié.

A la hora de la cena, bajamos a cenar y Hermione se sentó al lado mío- ¡qué guapa! Tengo que ser amable con ella.- pensé.

¿Me podrías pasar el pastel de carne?- me preguntó dulcemente Hermione.

¡Por supuesto!- exclamé e inmediatamente se lo acerqué.

Gracias.- me agradeció.

De nada.- dije.

No se comentó nada en la cena, excepto pequeñas conversaciones sobre ir a comprar los libros y demás objetos al callejón Diagon que tendría lugar al día siguiente.

Al terminar la cena, subimos rápidamente a las habitaciones y nos fuimos a dormir.

Aquella noche tuve un sueño maravilloso: Hermione me abrazaba y me besaba. Aunque al final, Draco y sus secuaces, llamaron sangre sucia a Hermione. Entonces, empuñé mi varita y… ¡Me desperté!

Así que Draco no se llevó su merecido, aunque solamente fuese en sueños.

A la mañana siguiente, me desperté, me vestí y bajé hacia la cocina. Todo el mundo estaba durmiendo excepto mi madre, que preparaba el desayuno.

¡Buenos días, hijo¿Ya te has levantado?- me preguntó mi madre.

Sí, es que no tenía demasiado sueño. ¿A qué hora nos vamos a ir al callejón Diagon? –pregunté.

Nos iremos después de desayunar. Pero no creo que sea tarde. –contestó mi madre.

Más tarde, alguien bajó por las escaleras y entró en la cocina. Era Hermione.

¡Buenos días! –exclamó Hermione.

¡Buenos días! –dijimos unísono mi madre y yo.

Ron¿me podrías ayudar hacer la lista de lo que tengo que comprar? –preguntó Hermione.

Sí, vamos al salón, allí estaremos más cómodos. –respondí.

Cuando llegamos al salón, nos pusimos a elaborar la lista. Mientras ella escribía lo que tenía que comprar, yo me fijaba en su letra.- la tenía tan bonita y tan redondita…

Al rato, los demás bajaron a la cocinar. Entonces, nos fuimos a desayunar los maravillosos manjares que mi madre había cocinado.

Cuando terminamos de desayunar, nos pusimos en marcha. De uno en uno, íbamos cogiendo un puñado de polvos flu y los tirábamos a la chimenea gritando: -¡Callejón Diagon! Al llegar allí, nos cercioramos de que estábamos todos bien y que habíamos llegado. (Es que en el que primer verano que pasamos juntos, Harry apareció en el callejón Knockturn en vez del callejón Diagon).

En el callejón Diagon estaba repleto de magos y de alumnos de Hogwarts. Primeramente, fuimos al establecimiento de Túnicas para Cualquier Ocasión de la señora Malkin para comprar alguna túnica nueva, ya que las que teníamos eran demasidado cortas, (esta vez yo estaba muy ilusionado porque era la primera vez que me las compraba nuevas, ya que siempre me las he comprado de segunda mano por el dinero). Más tarde, fuimos a la tienda de animales mágicos para comprar una lechuza a Ginny y de paso, para comprar más chucherías de lechuzas. Por último, fuimos a comer al Caldero Chorreante. En el Caldero Chorreante estuvimos recordando la estancia de Harry que tuvo lugar el verano antes de empezar el tercer curso. Pero, Harry se puso un poco triste, porque también recordamos a Sirius Black (su padrino, que murió el año pasado). Después de comer, volvimos mediante los polvos flu a casa, ya con las compras hechas.

Al llegar a casa, preparamos los baúles, ya que mañana tendríamos que emprender un nuevo curso.

Aquella noche, nos fuimos a dormir temprano para que no nos costase madrugar tanto.


BUENO, ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO EL 1ER CAPITULO! A MI ESTA HISTORIA ME ENCANTA. ESPERO VUESTROS REVIEWS!