Titulo: We were young too.
Disclaimer: Pues no, éstos personajes no son mios (aunque eso no significa que no esté haciendo con ellos lo que me de la gana xD). El caso es que toda la peña, animales, cosas blablabla que aparecen en éste fanfic son propiedad de Kishimoto blablabla... y otras cláusulas en letra pequeña que no merece la pena poner.
Summary: Los Sannin recuerdan cierta anécdota de su juventud en la que entra unos mirones... una venganza... y unas terribles consecuencias... El plato está servido, señores.
Tema: General.
Un frío viento de finales de Otoño le entraba en los oídos. Le empezaban a doler ya que la cavidad interior de éstos órganos estaba acostumbrada al calor corporal. Tenía las manos congeladas y se sentía extrañamente cansado. Lo cierto es que tenía miedo. Le aterrorizaba pensar en lo que se habría convertido Sasuke. En lo que le habrían convertido.
Miró de refilón a Sakura, que en ese momento parecía más seria que de costumbre, al lado de su maestra Tsunade. La rubia tenía una mirada desafiante, fiera, de un odio que asustaba y a la vez de una tristeza profunda, insondable, fruto de un corazón roto.
Volvió la cabeza hacia adelante. Los latidos de su corazón se aceleraron al mirar al moreno (Sasuke) a los ojos.
.- Sasuke...- murmuró al fin con un deje de nostalgia en la voz. Jiraiya le puso una mano en el hombro, como para calmar su dolor... pero eso lo hizo enfurecer. Le hizo recordar lo débil que fue aquella vez... Cuando Sasuke decidió marcharse. Durante esos tres años había sentido que podía haber hecho algo para evitarlo. Sentía un gran peso en el corazón, un dolor que tardaría mucho tiempo en desaparecer, y que dejaría una profunda cicatriz para que recordara siempre que allí había estado.
El pálido rostro de Orochimaru esbozó una fea y extraña sonrisa torcida. A su lado tenía su mejor inversión, no iba a permitir que unos entrometidos eclipsaran sus brillantes planes como lo había hecho Sarutobi en su día. Abrió la venenosa boca para soltar unas palabras, pero Tsunade se le adelantó tronando.
.- ¡No permitiremos que te salgas con la tuya, Orochimaru! No esta vez...
.- Ésta vez... Será diferente, Tsunade-hime...- rió él, olvidando lo que segundos antes había querido decir y poniendo una pálida mano sobre el hombro de su subordinado.
Sakura no había despegado la vista de Sasuke desde que habían llegado. Su amor de la infancia le pareció de pronto alguien totalmente distinto con unas ansias de poder que no conocía y que sería justamente comparado con la peor de las alimañas. Sin embargo, se negó a sí misma creer en lo que estaba pensando. Quería seguir enamorada de ése chico reservado y pasota, ése crío con esa superioridad y ese orgullo que la tenían loca... pero, desde las nubes cayó en picado y se estrelló contra el suelo porque ése... ése no era ya el Sasuke que ella había conocido.
Se cruzaron en el aire miradas congeladas. Jiraiya miraba atentamente a Orochimaru. Ninguno de los presentes parecía darse cuenta de otra cosa que no fuera su propio odio, pero Naruto, por un momento, se preguntó qué estaría pasando por la cabeza de los allí reunidos.
Jiraiya agachó la cabeza con gesto nostálgico y cansino.
.- Orochimaru, eres un monstruo.- Dijo el Sannin de pelo blanco. El otro esbozó una mueca que, posiblemente quería parecer una sonrisa.
.- Siempre he sido así... Jiraiya... –apuntó la tétrica voz de Orochimaru. Las comisuras de los labios de Jiraiya se torcieron dejando paso a una sonrisa de total ironía.
.- Ju... Yo no lo creo... Tú no siempre has sido así... pero parece que no te acuerdas.
.- Te refieres a...- empezó Tsunade frunciendo el ceño.
.- Sí, a aquella vez... fuimos como hermanos.
.- Sí que lo recuerdo- dijo Orochimaru con cara de fastidio.- Lo recuerdo muy bien...
FLASHBACK
Era un tarde de invierno bastante fría. Un Orochimaru de unos 11 años había salido de casa para entrenar, pero lo cierto es que, ni le hacía falta, ni le apetecía... El caso es que, en vez de dirigirse a algún área de entrenamiento, sus pasos se perdieron entre las calles de una reciente Konoha y vagó durante un rato cómo un pálido fantasma errante. Al parecer, sus pies no estaban tan perdidos, pues le acabaron llevando a los baños públicos y pronto se descubrió observando el cartel e imaginando el calor de las aguas termales invadir su cuerpo.
Un flash del maestro Sarutobi le vino a la mente y su voz le recordó "Entrenad para la batalla, ésta es una época de guerras que... " bla bla bla. Ya estaba harto de oír esa misma milonga cada día. Quizá fue eso lo que le decidió a entrar... al fin y al cabo... ¿a quién le importan los consejos de ese?
Una oleada de vapor le rodeó durante su estancia en el lugar. Aún así, el efecto calmante del agua caliente no consiguió relajarle del todo y al final salió decepcionado y con menos ganas aún de ponerse a trabajar.
Hizo un gran esfuerzo para dirigir sus pies hacia el campo de entrenamiento, pero ése día (cómo muchos otros días mucho después), sus planes no salieron exactamente como él deseaba.
Quizá por culpa de ése destino que tanto adora Neji... quizá por casualidad... quizá porque oyó una risa apagada entre medio de unos arbustos... se encontró con su compañero de equipo (si podía llamarle de ése modo) espiando en el baño femenino y riendo con una risa casi imperceptible.
Orochimaru buscó entre los arbustos con la mirada, pero no pudo localizarlo. Finalmente, entrecerró los ojos.
.- ¿Qué haces Jiraiya?- dijo con un tono neutro en la voz.
La risilla se detuvo. De entre los arbustos, efectivamente, apareció Jiraiya con cara de fastidio.
.- No te importa.- dijo y se volvió a sumergir entre las pequeñas hojas.
No se rindió. Se acercó más a su compañero.
.- ¿Estás espiando?- Dijo. Jiraiya masculló algo que no quiso entender. Se acercó un poco mas.- Te van a descubrir.
.- ¡Nunca me han descubierto!- Susurro furiosamente Jiraiya.
Orochi no dijo nada. Se limitó a observar el "deplorable" comportamiento de su compañero. Se acercó hasta donde estaba él y se acuclilló del mismo modo. Jiraiya le miró de reojo y Orochi pudo sentir cómo su mirada pasaba desde sus pies a la cabeza varias veces.
.- ¿Qué miras?- soltó el moreno.
.- Nada- dijo Jiraiya volviendo la vista hacia los baños.
Pronto el chico se olvidó de él y esbozó una sonrisa pervertida mientras un hilillo de sangre salía de su nariz. Orochimaru, por su parte seguía atónito ante ese comportamiento.
Quizá por el destino... quizá por el azar... quizá por curiosidad... quizá porque era un niñato sin mucha personalidad... Quizá por eso decidió imitar a Jiraiya...
Ahora las pupilas alargadas de sus ojos también asomaron por las rendijas de aquel baño. Detrás les esperaban soporíferos vapores e intensos olores a perfumes femeninos. Cuerpos sudorosos y llenos de curvas que se desplazaban lentamente y que se sumergían en el agua para salir igualmente mojados y perfumados. Cabellos exóticos cayendo por los hombros estrechos y descolgándose por los pechos de las muchachas allí presentes. Extraños tocados despeinados pero extrañamente acordes con la anatomía de cada una de las féminas que los llevaban.
Orochimaru no pudo evitar esbozar una media sonrisa ante ésa visión, sin embargo, el "entretenimiento" de los dos chicos terminó de repente cuando vieron asomar por la puerta a, posiblemente, la última persona a quien quisieran ver...
.- ¡Tsunade-hime!- exclamó Orochimaru en voz baja.- ¿Qué hace ella aquí?- preguntó mientras miraba a Jiraiya con una expresión entre el miedo y el enfado.
.- ¿Y yo que se¡¡Hoy tendría que estar en su casa cuidando de su hermano!
Ambos se callaron y siguieron mirando por la rendija. Tsunade, quien acostumbraba a llevar el cabello recogido en una coleta alta llevaba ahora un extraño moño y algunos mechones caían caprichosamente por su espalda. La por entonces joven kunoichi hablaba con algunas de las chicas animadamente sobre vete tú a saber qué banales asuntos.
.- Si nos descubre estamos muertos... Sobre todo tú –dijo de pronto Orochi.
.- ¡A mi no me van a descubrir!-susurró Jiraiya.
.- No tendrías que estar tan seguro...
.- ¡Nunca me han descubierto¡Mis técnicas de camuflaje son lo mejor que hay!
.- Querrás decir, lo mejor que tienes- apuntó Orochi con voz repelente.
.- ¿A qué has venido?-Preguntó de repente Jiraiya. Orochimaru no contestó, simplemente le dirigió una mirada helada.
.- Inútil... –dijo al fin.
.- ¡Y tú imbécil!-chillo Jiraiya dándose cuenta demasiado tarde del fatal error.
Se quedaron muy quietos, escuchando... No se oía más que el rumor del agua golpeando la roca. Con mucho sigilo, Orochimaru miró a través de la rendija.
Por lo menos sesenta pares de ojos (incluyendo los de Tsunade) miraban justo hacia ellos. Apartó la vista y se apoyó en la pared, rígido... Un escalofrío recorrió su espalda.
Jiraiya, por su parte, le miro de reojo con gesto asustado... Ambos conocían el mal carácter de su compañera... Normalmente era Jiraiya el que recibía, pero seguro que si Orochimaru hacía algo digno de venganza, Tsunade lo pagaría con él también...
De repente una voz conocida desgarró el incómodo silencio e hizo que se erizaran los pelos de la nuca de ambos.
.- Perdí mi apuesta... No había un idiota espiando en el baño... ¡Habían dos!
De pronto la pared se desplomó detrás suyo. Los dos se giraron lentamente para descubrir la aterradora figura de Tsunade semidesnuda con los ojos encendidos de rabia y la cara tan roja que parecía que iba a reventar.
.- Tsu... Tsunade-chan...- empezó Jiraiya.
.- Tsunade-hime...- dijo, por el contrario Orochimaru.
Tsunade se crujió los dedos. "Vais a morir..." dijo.
Jiraiya y Orochimaru vieron su vida pasar delante de sus ojos. Imaginaron los diarios del día siguiente: "Dos ninjas asesinados de un puñetazo en la cabeza por espiar en los baños públicos"
Un sudor frío recorrió la espalda de Jiraiya que no sabía qué hacer... Nunca le habían pillado, siempre se había camuflado perfectamente y podía pasar desapercibido en cualquier lugar... Pero ahora... ¿Qué podía hacer¿Qué podía hacer? Iba a recibir una buena tunda esa vez... Era el fin...
Tsunade levantó uno de sus puños y...
.- Tsuna... Tsunade-hime...- Empezó a hablar Orochimaru de repente.- Tsunade-hime... Podemos llegar a un acuerdo...
.- ¡Oh...! Un acuerdo... Está bien, éste es el acuerdo: yo os mato y vosotros a cambio no volvéis a espiar los baños de las chicas. Fin de la cuestión.- sentenció Tsunade.
.- Querrás decir "yo NO os mato y vosotros no volvéis a espiar... "– apuntó Jiraiya.
.- ¡Yo OS mato y así no volveréis a espiar, porque ya estaréis a diez metros bajo tierra!- gritó Tsunade enfurecida. Ahora no sólo ella quería meterles una paliza, la mayoría de las chicas que había en los baños estaban detrás suyo asintiendo con la cabeza todo lo que decía la futura Hokage.
Ambos alumnos del Sandaime se miraron de reojo. En menos de un segundo Orochimaru fue substituido por un tronco y aparecieron cuatro Jiraiyas que se alejaron corriendo en diferentes direcciones con tal de dar esquinazo a las enfurecidas féminas.
Tsunade, como buena ninja hizo nueve copias, y mientras en grupos de dos perseguían a cada una de las copias de Jiraiya, la restante buscaba a Orochimaru.
Por toda Konoha se oían gritos de indignación de la nieta del primero y Orochimaru, escondido encima de un árbol observaba la brutal búsqueda rezando para que no le encontraran.
Ciertamente, no había nadie mejor que Jiraiya para ocultarse... pero tampoco era usual la constancia de Tsunade que, una por una, fue eliminando las copias de Jiraiya.
Por fin, Tsunade acorraló al chico de cabellos blancos.
.- ¡No te pienso perdonar que me vieses desnuda!- chilló.
.- ¡No te miraría desnuda ni aunque fueras la última mujer del mundo¡¡Tabla de planchar!- replicó él, lo cual hizo que la muchacha se enfadara aún mas.
.- ¡IMBÉCIL!
De pronto, ambos empezaron a pelearse a puñetazo limpio mientras Orochimaru observaba entre el espeso follaje del árbol.
.- Te encontré... –dijo una voz a sus espaldas.
Antes de que pudiera girarse, un puño se había incrustado en su cara. Cayó dolorido unas ramas mas abajo. La copia de Tsunade saltó encima suyo, pero le clavó un kunai y desapareció entre un denso humo. Orochimaru suspiró de alivio, se frotó la mejilla dolorida, miró con una media sonrisa hacia el suelo... y la sangre se le heló en las venas. Jiraiya estaba atado y amordazado en el suelo y Tsunade había desaparecido.
.- Mierda- murmuró. Dio unos pasos por encima de la rama. Escuchó atentamente... – Tsunade... Yo... no soy como ése inútil...
No hubo respuesta. No estaba en condiciones de buscar, sólo podía esperar su ataque. "Desde abajo..." pensó. Guardó el kunai que había utilizado contra la copia y se puso en guardia.
.- Tsunade-hime...- dijo ésta vez mas seguro de si mismo y con una sonrisa en la cara - Te estoy esperando...
De repente, Tsunade apareció desde abajo, tal como Orochimaru había previsto, y se lanzó hacia él directamente. Orochi la esquivó con toda la facilidad del mundo y, justo cuando pasaba por delante, le dio un capón. Tsunade cayó sobre el suelo frotándose la nuca, y él bajó y desató a Jiraiya.
Pronto, Tsunade volvió a la carga...
.- Tsunade¿no tienes frio?- rió de repente Jiraiya.
.- Tsunade-hime, tápate, que vas a pillar un resfriado...- dijo ésta vez Orochimaru.
Sí, la pobre muchacha se había quedado sin la poca tela que cubría su cuerpo. Claro, había salido de las aguas termales sin otra cosa encima que no fuera esa toallita, y al luchar en el árbol se le había quedado enganchada.
En fin... al final, Tsunade tubo que retirarse del combate (mas roja que un tomate) y sin más remedio que aguantar las carcajadas de sus dos compañeros. Pero, por supuesto, ése no es el fin de la historia.
Aquella noche pasó fría y hermosa. Los sueños se mezclaron en las cabezas de los habitantes dormidos, pero Tsunade permaneció despierta, pensando una venganza. La venganza adecuada para ellos, pues la humillación que había sufrido aquel día era demasiado grande como para dejarlo correr.
Así fue cómo revisando sus libros de la academia y hurgando entre las armas y otros útiles de su abuelo, aparecieron los primeros signos de lo que sería 40 años más tarde.
La noche fría dejó paso a una hermosa mañana soleada. Jiraiya salió de casa con la sonrisa puesta y silbando alegremente. El suceso del día anterior le había puesto de buen humor e incluso había decidido ser un poco mas amable con Orochimaru, ya que le había desatado y le había salvado de las garras de Tsunade (aunque también fue culpa suya que empezaran a perseguirle).
El caso es que el muchacho de cabellos blancos, se acabó encontrando con su pálido compañero de camino al punto de reunión habitual. Orochimaru parecía tan malhumorado y serio como de costumbre y por todo saludo le lanzó una fría mirada de superioridad.
Jiraiya estuvo a punto de cruzarle la cara, pero se contuvo y, tal como se había prometido, intentó ser lo más amable que pudo.
.- Buenos días.-saludó. Orochimaru ni le miró. -¡Hey! He dicho buenos días.
.- ¿Qué quieres?- preguntó el moreno sin mirarle aún. Jiraiya frunció el ceño.
.- Sólo te saludaba.
.- ¿A santo de qué?
.- ¡A santo de nada¡¡Solo te estaba saludando¡Lo que suele hacer la gente cuando se encuentra!
.- Ah. – respondió Orochimaru inexpresivamente.– Pues hola.
Siguieron andando en un silencio incómodo. Jiraiya estaba empezando a hartarse de esa situación. Miró a Orochimaru cuyos pensamientos parecían estar ahora en un lugar muy lejano.
.- ¿Siempre estás así de hablador?- preguntó irónicamente Jiraiya.
.- Nadie te ha pedido que andes a mi lado, así que si te molesta que no hable no es mi problema.
Jiraiya se contuvo visiblemente. Se quedaron unos minutos más en silencio.
.- Que bueno lo de ayer ¿eh? –dijo Jiraiya recordando la humillación de Tsunade.
Por primera vez en lo que iba de mañana Orochimaru sonrió. Y quizá por primera y última vez en su vida, esa sonrisa fue una sonrisa sincera, sin maldad ni ironía, simplemente, una sonrisa que venía desde el corazón.
.- Sí...- asintió.
.-¡Oh¡Milagro¡El señor "soy rebelde porque el mundo me ha hecho así" ha sonreído!- exclamó el otro. Orochimaru frunció levemente el ceño y bajó la vista.
.- Hey, vente hoy también a espiar a los baños conmigo- propuso Jiraiya afablemente. El moreno lo miró con los ojos abiertos de par en par.- ¿Porqué me miras así?
Orochimaru tardó en encontrar una respuesta.
.- Es que...
.- ¡Buenos días!- exclamó una voz amenazadora detrás suyo interrumpiendo al pálido Orochi.
.- Tsu... ¡Tsunade-chan...! –Exclamó Jiraiya escondiéndose parcialmente a la espalda del otro. La muchacha se acercó con paso decidido.
.- Hola Jiraiya... ¿Cómo estáis?- preguntó alegremente.
Orochimaru y Jiraiya se miraron.
.- Tsunade-chan... – empezó Jiraiya-
.- ... hoy estás sospechosamente alegre. – terminó Orochi.
.- ¿Yo? Anda... ¿Y porqué tendría que estar enfadada?
Orochimaru y Jiraiya se volvieron a mirar.
.- Por lo de ayer- respondieron a coro.
.- ¿Lo de ayer...? Ahhh... decís lo de los baños públicos ¿no? Lo de que estabais espiando ¿no? Lo de que os perseguí para daros una paliza ¿no? Lo de que me dejasteis desnuda en medio de la calle ¿no?
Los otros dos se miraron de nuevo con cara de circunstancias.
.- Sí, Tsunade-hime... a eso nos referimos.- asintió el moreno.
.- Tsunade-chan... ¿Te has vuelto loca?
.- ¿Yo¿Loca¿Por qué lo dices?
.- Eeeh... bueno, normalmente estarías de un humor de perros o nos querrías matar o algo así... – aclaró su compañero de cabellos blancos.
.- Y además... hablas raro... – concluyó Orochi.
.- Aaaahhh... ¿Os sorprende que no esté enfadada? Bueno... pero eso es porque yo ya no soy una cría como vosotros y se perdonar...
Los dos chicos se miraron de nuevo, esta vez con las cejas muy levantadas.
.- ¿Seguro que no estás enfadada?- se aseguró Jiraiya.
.- Claro que no, hombre- dijo Tsunade sonriendo y pasando los brazos sobre los hombros de ambos.- Mirad, para que veáis que no estoy nada enfadada con vosotros os invito a tomar un Ramen o... o lo que vosotros queráis.
.- ¡Vale!- asintió Jiraiya con alegría.- ¿Qué dices, Orochimaru?
.- No me fío...
.- Bah, hombre, que no os voy a envenenar- dijo Tsunade riendo. Ambos la miraron con aire desconfiado.- ¿De verdad creéis que yo haría eso?
.- Si- dijeron a coro.
.- ¡Por favor¡Esto es patético! A ver... ¿queréis o no queréis que os invite a algo? Además, falta un buen rato para la hora en la que nos encontramos siempre- Tsunade no obtuvo respuesta.- ¡Muy bien! Ya veo que seguís siendo unos enanos... Teneis la misma edad mental que mi hermanito, pues ala, ahí os quedáis...
.- Está bien, está bien...- dijo Jiraiya.- Va, Orochimaru, vamos a tomar algo, que Tsunade-chan invita.
Así los tres fueron a un puestecito provisional dónde servían ramen y cuatro cosas mas. Tsunade sonrió para sus adentros. "Ya los tengo" pensó.
Jiraiya pidió un bol de ramen y una botella de sake. El ramen lo consiguió. Tsunade y Orochimaru quisieron comer lo mismo, aunque Orochimaru seguía sin fiarse... Y con mucha razón pues, efectivamente, Tsunade les iba a echar una sustancia en polvo en los platos.
Jiraiya quiso empezar a comer rápidamente pero Orochimaru le detuvo y se quedó mirando fijamente el plato.
.- ¿No coméis?- preguntó Tsunade intentando disimular. Él la miró inexpresivo.
.- Es que... No me gusta mucho el caldo... Tu plato tiene menos, Tsunade-hime... ¿Me lo cambias?
Obviamente, no se fiaba de la repentina amabilidad de su compañera y por eso le pedía que le cambiara el plato, pues si estaba envenenado, ella no comería. Pero Tsunade lo tenía todo previsto...
.- ¿Qué te pasa, Orochimaru...¿No te fías de mi?- Preguntó la muchacha con una mirada pérfida. A continuación cogió el plato de Orochimaru y masticó unos cuantos fideos.- Veiz... ñum, ñum... fuenizimos.
Orochimaru arqueó una ceja, observó el plato de Tsunade, lo cogió confiadamente y se puso a comer al mismo tiempo que Jiraiya. Tsunade observó atentamente cómo devoraban los fideos hasta asegurarse que no dejaban nada en el plato.
Después, pagó Tsunade y siguieron andando tranquilamente.
.- Mmmm... ¿No creeis que éste ramen sabía raro?-Dijo Jiraiya cuando ya llegaban al punto de encuentro habitual.
.- Si.- asintió Orochimaru- ¿Tú no has notado nada?
.- Yo no- sonrió Tsunade.- Tu plato estaba muy rico.
.- Igual los han cocinado mal...- dijo Jiraiya.
.- O igual... –dijo Tsunade.- Les han echado un condimento especial...- y con esto comenzó a reír.
.- ¡Tú...¡¡Sabía que habías hecho algo!- gritó Orochi.
.- ¿Qué¡Pero si cogiste de su plato¡Se hubiera envenenado a ella misma!
.- ¡Un ninja debe anticiparse a las anticipaciones!- dijo Tsunade apartándose del alcance de ambos.- ¡Sabía que Orochimaru no se fiaría, por eso sólo envenené mi plato y el del pervertido¡Estaba convencida de que me haría comer del suyo!
.- Mierda...- masculló Orochimaru sintiéndose impotente. Tsunade rió.
.- ¿Y qué hace éste veneno?- preguntó Jiraiya quien se había puesto tan blanco como su pelo.
.- No te voy a dar el placer de saberlo hasta que no notes sus efectos... ¡Ésta es la venganza que les cae a los pervertidos como vosotros! – y así siguió riendo.
.- Será... –dijo Jiraiya callándose la fea palabra que iba detrás.
.- Mierda... ¡Mierda, mierda, mierda!- soltó el moreno.
.- Bueno ya cállate ¿no? Si tienes diarrea, vete al lavabo.
.- ¡Esto me pasa por hacerle caso a un inútil como tú!- acusó Orochimaru.
.- ¡Qué¡¡Tú fuiste el que cayó en su trampa¡¡Además, si tú no la hubieses puesto en pelotas nada de esto pasaría!
.- ¡Tú eres el que se puso a espiar en los baños femeninos!
.- ¡Pero fue tu culpa que nos descubrieran!
.- ¡Y una mierda¡Tú chillaste!
.- ¡Y tú hiciste que yo chillara!
.- Hey, hey... Vaya ánimos de buena mañana...- dijo una voz conocida detrás suyo.- Es normal que Jiraiya y Tsunade se tiren los trastos pero no me lo esperaba de ti, Orochimaru.
.- Sarutobi-sensei... – murmuró el aludido bajando levemente la cabeza.
El tercer Hokage había llegado justo cuando los dos chicos discutían. Miró a Tsunade que estaba un poco más alejada con una sonrisa traviesa en los labios, le hizo señas para que se acercara. La muchacha se situó al lado de su maestro.
.- ¿Y bien¿Qué es lo que provoca ésta disputa?- quiso saber el maestro, lo cual provocó una avalancha de atropelladas explicaciones que no le ayudaron a entender la causa de la pelea. –De uno en uno, por favor... A ver, Orochimaru ¿qué ha pasado?.
.- Tsunade nos ha puesto veneno en la comida.
El rostro del Tercero se endureció y miró fríamente a la acusada.
.- ¡Era una venganza¡Ellos me dejaron desnuda en la calle y me espiaron en los baños!
.- ¡Qué mas quisieras, tabla de planchar!- gritó Jiraiya airado.
Tsunade se lanzó hacia él, pero Sarutobi la frenó.
.- A ver, Tsunade... explícamelo desde el principio.
.- Pues... ellos me espiaron en los baños públicos... y yo los descubrí y quise escarmentarles, pero entre los dos se pusieron de acuerdo y me quitaron la ropa... –dijo Tsunade con fingidas lágrimas en los ojos.
.- ¿Qué?- gritó Jiraiya.-¡Fue un accidente, embustera!
.- No he acabado.- cortó ella molesta.- Así que.. como me dejaron desnuda en plena calle planeé invitarles a Ramen y ponerles un veneno que afecta durante un tiempo a algunas facultades... Pero creí que no se lo tragarían, Sartobi-sensei...
.- ¡Eso no es verdad¡Lo tenías todo planeado!- gritó, ésta vez Orochimaru.
Sandaime alzó la mano para acallar al pálido Gennin y acto seguido lo miró gravemente, como si le doliera profundamente en el alma lo que iba a decirle a continuación.
.- Jiraiya, Orochimaru... Sabéis cuales son los tres tabúes ninja ¿verdad?- Jiraiya negó con la cabeza.
.- El dinero, el sake y las mujeres pero eso no significa que...- empezó Orochimaru cuya explicación fue detenida por la implacable mano de su maestro.
.- Exactamente. Los tres tabúes ninja son el dinero, el sake y las mujeres. Debéis evitar caer en cualquiera de los tres, pues esas tres cosas crean puntos débiles más peligrosos que cualquier arma.
.- Pero si eres un salido... –soltó en voz baja Jiraiya.
.-¡SILENCIO¡El respeto a los compañeros y compañeras es lo más importante en el camino del ninja¡Y vosotros lo habéis incumplido además de caer en una trampa tan obvia!
Un pesado silencio cayó como una losa de acero sobre ellos. Mientras Orochimaru miraba al suelo con una leve expresión de enfado, Jiraiya miraba descaradamente a Tsunade quien estaba a punto de estallar en carcajadas. Sarutobi, por su parte estaba realmente enfadado y decepcionado, especialmente con Orochimaru, que era el niño de sus ojos.
El mastro se giró indignado, dando la espalda a ambos y lamentándose de su poca vergüenza.
.- No me lo esperaba... de verdad que no me esperaba algo así de vosotros...
.- Sarutobi-sensei...
.- ¡No!- interrumpió el hombre que, de repente se sintió muy cansado.-
Orochimaru... tú eres quien más me ha decepcionado.
Si las miradas matasen Tsunade habría caído muerta allí mismo gracias al joven moreno. Entonces empezó una perorata que duró más de una hora sobre los valores ninja, las épocas de guerra en las que se encontraban y los pocos juegos que podían permitirse.
Por fin, Sarutobi, con unos cuantos reproches más se fue decepcionado y convencido de que sus alumnos no llegarían a nada en la vida.
Bueno, hasta aquí llega el primer capítuo. Prometo que en el segundo (y último) habrá más acción.
Hasta el momento... Reviews, onegai...
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