DISCLAIMER: No poseo a ninguno de los personajes que aparecen en los libros de la saga de Harry Potter, esos pertenecen a J.K.Rowling. Ya quisiera tener algo tan bueno. Si de casualidad hay algo que se parezca a la realidad u otros libros o hechos ya existentes, es pura coincidencia, y por lo tanto tampoco los poseo.

Espero que les guste, manden sus reviews.

Con el paso del tiempo, Ron se alejaba con mayor frecuencia para estar con Luna. Así que Harry y Hermione andaban más tiempo juntos, pero ninguno se animaba a declararse por temor a ser rechazado.

Para las fiestas de Navidad Harry iba a quedarse en el colegio pues Ron iba a viajar con su familia para visitar a Charly. Hermione había decidido quedarse también.

Hermione: No, este año no voy con mi familia. Quiero ponerme al día en mis estudios.

Yo: Nunca ha sido buena para mentir.

Ron¿Tú, atrasada? Entonces yo aún debería estar en sexto.

Hermione: Por si no lo has notado, yo llevo más cursos que ustedes y me han dejado más tarea (respondió irritada). (Pensando) Además¿quién acompañaría a Harry en Navidad?

Harry¿No piensan pelearse para navidad¿Verdad que no?

Esto logró una sonrisa en sus rostros, y Hermione y Ron se dieron la mano.

Harry no pudo evitar sonreír también (pensando) - Siempre lo mismo. Pero qué bueno que ella se queda, así no tendré que extrañarla.

El día antes de Navidad, cuando casi todos los alumnos ya se habían ido, Hermione se acercó a Harry.

Hermione: Sígueme Harry.

Harry¿A dónde me llevas?

Pero ella guardó silencio y simplemente le dio una sonrisa que hizo que él se sonrojara un poco.

Se detuvieron en una zona familiar en el sétimo piso. Cuando Hermione caminó 3 veces frente al cuadro conocido, apareció una puerta. Los dos entraron, Hermione con una gran sonrisa y Harry ahogando un grito de asombro se quedó boquiabierto.

Hermione¿Verdad que es impresionante?

Harry, aún sin palabras, solo asintió con la cabeza. Era la feria más impresionante que hubiera visto jamás. El techo estaba encantado como el del gran comedor y se podía ver la nieve arremolinándose en un cielo neblinoso. Tenía numerosos puestos con toldos a rayas del mismo color, blanco con guinda, adornados con motivos navideños, y con muchos juegos en ellos. También habían carritos con helados, algodones de azúcar y pop corn. Y para su alegría, no hacía frío y podían comer los helados con deleite. Lo único que le faltaba a este lugar era gente, aunque no la necesitaban porque todo funcionaba mágicamente.

Jugaron bastante mientras se adentraban en la feria. Cuando llegaban al fondo, el cielo ya había oscurecido bastante y todas las luces se prendieron en hermosos faroles de colores y los dos quedaron sorprendidos por su belleza nocturna.

Hermione: Nunca estuve aquí de noche. En realidad solo estuve una vez de casualidad y no pude jugar porque tenía prisa.

Harry¿De casualidad, cómo es eso?

Hermione: Bueno, un día que iba a clases de aritmancia y uds. Estaban en prácticas de Quidditch, pasé por aquí. Como tenía un poco de tiempo decidí probar que pasaba si caminaba tres veces diciendo que estaba aburrida. Cuando abrí la puerta apareció esta feria y la recorrí rápidamente. Así que ya debemos estar por llegar.

Harry¿Llegar a dónde?

Hermione (señalando hacia el frente): Aquí.

Era una casa encantada con un tren fantasma cuyos rieles se perdían en una densa oscuridad. Los dos se subieron en un carro y automáticamente empezó a avanzar. Dentro de la casa todo era muy real. Esa es una ventaja cuando todo es hecho con magia y no por los hombres. Pero como Harry había vivido experiencias aterradoras y Hermione era muy objetiva, ninguno se asustaba de verdad. Pero de pronto Hermione gritó y se abrazó a Harry.

Hermione¡Quítamelo, quítamelo!

Harry¿Qué cosa, qué tienes?

Era un tentáculo inmenso sobre el hombro de ella, así que Harry lo quitó con gran esfuerzo. Él trataba de calmarla cuando ambos se dieron cuenta que seguían abrazados. Un calor subió por su cuerpo hasta su rostro débilmente iluminado por las luces fantasmagóricas de la casa. Cruzaron una intensa mirada y Harry no pudo aguantar más y la besó.

Hermione, que estaba apretándolo muy fuerte, soltó su abrazo para hacerlo una caricia, llevando una mano hacia los cabellos de Harry.

Abruptamente, el carro se detuvo, ya había terminado el recorrido. Recién se dieron cuenta de lo que hacían y se separaron. Bajaron en silencio.

Hermione (de repente): Mejor nos vamos al gran comedor antes que se acabe la cena de Noche Buena.

Los dos salieron de la mano corriendo alegremente hasta el gran comedor. Cenaron juntos y luego fueron a la sala común donde se confesaron su amor tiernamente entre caricias, para despedirse con un largo beso cerca de la medianoche.

Harry no podía creerlo, estaba inquieto de tanto gozo que no podía dormir así que tomó su capa invisible y salió a caminar.