Todo esto pertenece a JKRowling.

Antes que nada, una aclaración que se me pasó y seguramente los confundió. Acá supongan de que Wormtail fue capturado y Sirius fue asueto de todo y todo, y está en el colegio (a veces como perro, a veces no) ahí como colado, deambulando y todo eso n.n

Capítulo II

El resto de la Liga

— Esta cosa me aprieta —se quejó por novena vez el Hombre Chocolate.

— Cállate.

— Y odio el naranja...

— Es lo mejor que pude conseguir en tan poco tiempo.

— ¿Por qué el tuyo tiene gris mientras que yo parezco envoltura de MM's?

— ¿Quizás porque tuve poner a trabajar 20 elfos domésticos está mañana cuando curiosamente se acabó la tela y alguien decidió proponer comer dulces exportados de Hogmeade?

— ¿¡Sólo a 20! —exclamó insultado, mientras caminaban por los pasillos del colegio, de noche — ¿cuántos pusiste a trabajar en el tuyo? 70 ¿verdad?

— En realidad fueron 50 y ya cállate, que alguien nos puede oír.

— ¿¡Y QUIÉN DEMONIOS NOS VA OÍR, SI ESTÁN DORMIDOS PORQUE SON LAS 3 DE LA MADRUGADA?

— Um... ¿el niño que intenta hacer el mal, contaminando la comida de mañana?

— ... Espera... eso lo dices porque cuando estábamos en cuarto, yo, Sirius, Peter y James te pusimos poción multijugos con pelo de gato en tu bebida ¿verdad?

— ¡Mira, ahí hay alguien! —gruñó mientras corría por un pasillo.

— ... Me lo imaginaba...

Pero parece que el escape de SNAPEMAN fue acertada, pues un pequeño niño de primero de Hufflepuff lloriqueaba ido caminado de ahí y allá sin dirección fija.

— Me perdí... ¿cuál era el camino a mi sala? Hay... si me ven me van a expulsar y mamá se enojará... —gimoteaba.

Remus se enterneció por tal escena. Por un instante, se imaginó él, ayudando al pequeño y que luego de diera las gracias a su salvador. Ya iba a ayudarlo, ¡Oh, qué delicia! Cuando cierto hombre murciélago cayó del cielo, justo enfrente del espantado crío, cuando se irguió trasmitiendo un grito tan agudo que a todo mundo despertó, y lanzándosele encima, logrando que el niño chillara como loco y se perdiera por alguna parte.

Severus rompió en una carcajada que lo dejó sin aliento, frente a cierto licántropo que veía todo, más no creía.

— ¡¿Qué fregados hiciste! ¡LO ESPANTASTE!

— Sí, ¿no fue divertido? —dijo con una gran sonrisa a través del antifaz.

— ¿Pero qué te pasa? ¿Dónde fue todo eso de "hacer el bien"?

— Hice el bien... para el colegio, no para él. ¿Qué tal si estaba actuando e iba a rayar las paredes de nuestro edificio con spray?

— Era un niño de Hufflepuff de primero —masculló, acercándosele a Snape con pose de querer ahocarlo. Pero este sacó un chocolate.

— Ten tu paga por hoy. Mañana en la mañana hacemos ronda. Aun tengo que hacer clase. Adiós, Lupin.

Y desapareció como sombra por aun corredor.

Parado ahí sólo, y con chocolate en mano, lanzó un suspiro, y regreso a sus habitaciones, aun no creyendo de lo que estaba haciendo con el que creía que lo hacía.

TULU-LULU-LULU-LÚ

Más la mañana siguiente, todo estaba en orden, creo yo. Harry y Ron ya estaban en la mesa, y comentaba con cualquiese que le preguntasen (menos Slytherin) cómo fue que se encontraron noqueados en los pasillos rumbo a la enfermería de noche. La versión oficial, una viga se cayó pero nadie encontraba explicación al asunto de las cuerdas, donde más de un confundido cuadro alegó a que no habían visto u oído nada, sospechosamente también por inhalación de brillantina.

O eso creían todos, menos cierto profesor de pociones que otra vez había faltado a comer y de un licántropo querido por todo el mundo, que ya se veía algo desanimado por falta de sueño, y de no haber aun probado el mega chocolate que estaba adentro de su bolsillo. Vio de soslayo a Charles Burt, el niño que Snape asustó ayer, todo lívido y traumado, intentaba un vano intento de sostener firme su cuchara. Más la dejo, notándosele a leguas que tenía todo, menos hambre.

— ¿Qué creen que pase con Severus para que no venga a comer hoy tampoco? —escuchó que decía por ahí Minerva.

— A quién le importa ese loco —le contestó, aun recargado sobre su mano.

— Moony ¿qué te pasa? —preguntó Sirius luego de engullirse su tostada con un cuarto de kilo de huevo, jamón, salchicha, salsa y tocino.

— Nada, Padfoot. Supongo que no pude dormir bien anoche.

— ¿Y por qué? —continuó curioso.

— Murciélagos. No dejan de moverse ni de callarse toda la noche —dijo en doble sentido. Si le hubiese mirado Sirius directamente a los ojos perdidos de Remus, habría encontrado todo mensaje revelado en ellos, más como se ahogaba pues un hombre no tiene la habilidad de tragarse las cosas de golpe como un perro, concentraba toda su atención en encontrar el vaso más próximo con zumo de calabaza.

— ¡Señor Black, ése es el mío!

— Pero no lo estaba bebiendo ¿verdad? —contestó con una sonrisa encantadora.

Remus le miró algo divertido, y sacó el chocolate por la noche de servicio. Apenas lo abrió, Sirius le miró una rápida mirada de soslayo.

— ¿Desde cuándo compras esa marca?

— Desde hace dos días, me parece. Está bueno... ¿quieres un poco?

Apenas dijo eso, Black se levantó como si viese un espanto.

— ¿Me ofreces chocolate... a mi, Remus Lupin? —casi se le abalanza encima, indiferente a las miradas de todos— ¿¡Qué te pasa! ¡Tú no eres Remus! ¡Ofreces chocolate! En mi vida te he escuchado eso, ni en el colegio —y agregó, macabro— sé muy bien lo que es meterse con tus chocolates amigo, y desde entonces ya no lo he hecho ¡y eso que soy Sirius Black! ¿pretendes que me trague ese chiste de que sin nada en particular me ofrezcas algo de tus chocolates?

— Sí, exacto.

— ¡Bueno! —y lanzó el manotazo, arrancándole casi la mirad de la gran barra.

— ¡PERO NO TANTO, DAME ACÁ!

— ¡Quién se lo encuentre se lo queda! —se lo metió a la boca entero. Parpadeó— oye, está delicioso!

— No más por eso trabajo... —murmuró.

— ¿Y dónde lo compraste, Moony? Ya se me antojó otro ¡yo también quiero más!

A Lupin el mundo se le vino abajo.

— En... ¡El callejón Diagón!

— ¿En la tienda del señor Mathes?

— No... de un amigo del primo tío de él. Le llegó un embarque especial y como soy cliente frecuente... me regaló alguno que otro.

Sirius embozó una gigantesca sonrisa, y le miró en redondo.

— Hay, Moony... sé cuando mientes, y eso es una mentira. Si no me quieres decir ¡qué más! Cuando habla contigo de esas gemas cafés no hay nadie que se meta en tu obsesión. Sé muy bien que si me dices soñaras a que me los como todos y mejor te evito la pena ¿sí? Aunque me hubiera gustado uno... ¡oiga, Filius, ése es mi vaso!

— ¡Mentira, me lo robaste!

— Padfoot —murmuró Remus, haciéndole que el aludido perdiera su vaso— como estoy loco, mañana te regalo uno, ¿bien?

— Si eso quieres... —canturreó, levantándose con el toque de inicio de clases del jueves.

TULU-LULU-LULU-LÚ

Remus se sentó algo cansado en su escritorio, sin ver siquiera cuando los alumnos de las cuatro casas de primero entraron a paso rápido y animoso hasta sus lugares favoritos. Como eran muy pocos los de Ravenclaw y Slytherin ese año los junto una vez a la semana, para compararlos a la primera clase que les tocaba a comparación de cómo los dividió y enseñó la semana pasada, y pulirlos o estabilizarlos por si una casa iba más baja o alta que otra. Pasó lista y no pudo suprimir detenerse en el nombre de Charles Burt, que estaba paradójicamente frente a él, rodeado de sus dos amigos, que seguían preguntándole de su encuentro de anoche. Suspiró y ordenó de que abriesen sus libros y empezaran a leer, pues no tenía ganas de hacer una práctica por hoy. Era el tema de los seres mágicos y nocturnos que vivían en cuevas o lugares grande y refinados como sótanos de castillos y casas embrujadas.

El Snorkack de Asta Arrugada se cree que es una bestia extinta y hasta fantasiosa en el mundo de los magos, sin embargo, estudios recientes han revelado una colonia reciente en las altas montañas más elevadas de Suecia, así, haciendo que el mito de este precioso animal no volador pariente del dragón se combatiese en leyenda. Últimamente, magos científicos y expertos en los estudios de dragones han sido enviados por una organización a la protección de las criaturas en peligro de extinción. Regresaron con éxito, con dudosas averiguaciones. Tal parece, que bien podría ser este legendario animal que en algún tiempo se comió a una aldea de muggles en el siglo II, con otra especie de dragón colacuerno o una antigua cabaña de vampiros suecos, que han debido mudarse hace mucho tiempo...

Charles Burt levantó la mano.

— ¿Sí? —invitó Lupin.

— Yo he visto uno.

— ¿Un snorkack?

— No, un vampiro.

— ¿Y en dónde?

— Aquí, en este colegio...

Se hizo un murmullo general, que Remus esperó a que se calmara.

Ahí, el niño explicó a todo el mundo su visión del encuentro, y que, efectivamente, un vampiro quería atacarlo. Más de una niña chilló por eso, y otros quedaron expectantes, a las palabras de su profesor.

— Señor Burt. Es imposible que haya visto un vampiro aquí en el colegio pues tiene muchos hechizos mágicos contra ellos, que aunque sea joven y recientemente cambado, puede resultar perjudicial para el alumnado.

— Pero...

— Sea lo que sea, lo que le saltó encima no fue un vampiro. Cabe la posibilidad de una broma, como un maestro disfrazado de Batman.

— Pero tenía cuernos...

— Alguien vestido de Batman —concluyó, siendo el chisme de la clase.

— Si hay alguien vestido de Batman, entonces yo me vestiré de Batichica.

— Y yo del Hombre Chocolate... —ironizó el licántropo.

De repente, un gryffindor se levantó.

— Mi casa es roja y soy el más rápido de mi clase ¡Soy Flash, entonces! ¿verdad, maestro Lupin?

— Sí... —murmuró ido, sin prestar atención.

— ¡Y yo soy Linterna Verde! —exclamó un Slytherin, que todo el grupo miró, más no le importó.

Una chica de Ravenclaw se levantó.

— Yo soy la Mujer Maravilla.

— ¡Yo Duckman!

— ¡Han Solo! Paff.. paff.. toma esto Chewbacca —golpea al de al lado.

— Auch. No, yo soy Darth Vader whajaajaj!

— ¡En mis sueños yo soy Superman!

— ¡O un hombre lobo! Auuuuu!

— Tonces yo Lex Luthor, pues soy calvo.

— Eso es porque te rapaste...

— ¡Calumnia!

Y el sonido de quieres eran se hizo cada vez más y más alto, tanto que quitaron a Remus de su ensimismamiento.

— ¡Alto, silencio! ¡Siéntense! —todos se sentaron— sí, sí, sí, ustedes son todos ellos ¡igualitos! Pero silencio ¿bien?

— ¿En serio somos ellos? —preguntó uno por todo el grupo.

— Sí, seguro.

— Entonces... ¿podemos vestirnos así, verdad?

— Sí, ajá...

— ¿Enserio...?

— ¡Sí!

Sonó el timbre.

Todos se levantaron y en menos de 30 treinta segundos ya estaban afuera. Llegaron toda la horda de primero (TODOS! Las 4 casas! Sin peleas!) y apenas estuvieron en el salón principal, justo cuando los demás grupos cambiaban de clase, gritaron en coro a viva voz, tan alto y claro que todos, hasta los de Adivinación escucharon:

— ¡SE ADELANTÓ HALLOWEEN, TENEMOS QUE USAR DISFRACES TODA LA SEMANA!

De repente Remus abrió los ojos.

— ¡No!

TULU-LULU-LULU-LÚ

¡Gracias a todos por los reviews! aunque temo que no se me da mucho la comedia, haré lo que pueda xD

Meilin Snape. ¡Listo! Acá el otro capítulo, ojalá te guste y lo de tu mamá... jejeje, io no puedo hacer nada ¡Gracias por el review!

Witchmin. Pues según esto por causa de una poción, aunque hasta yo dudo seriamente que haya sido eso. Ya sabes, de por si es un completo paranoico y algo explotó y lo tiene como héroe de cuento barato de historietas ¡Gracias por el review!

Devi. ¡Gracias por el review!

Edysev. En realidad es "Hombre Chocolate" aunque ni yo sé por qué se pone ese nombre (o si SNAPEMAN se lo puso) acá el segundo ¡Gracias por el review!

Prongs. Jejeje, ya corregí el error, acá ya lo puse. Es que se pasó (por lo general, cuando escribo de Harry Potter siempre pongo lo mismo, y lo agarro más por costumbre que otra cosa) neeeeh... XD me vas a matar al ver el disfraz de Ron, o el se mata, lo primero que ocurra y sí, están en sexto, aunque eso lo digo en el 3ro o 4to. ¡Gracias por el review!