Todo esto pertenece a JKRowling.

¡ADVERTENCIA! En la parte de Sirius, más abajo, pongo un GRAN SPOILER del HBP! Así que no me maten... advertidos! pero quedó bien la partecita, al menos suena chilo ¡sorry!

¡Tan grande que ya no vuelvo a poner otro! Será el único en éste fic!

Por si se lo quieren SALTAR y no leerlo (revelo quién es el HBP...) estará entre unos "–" y cursiva ¿entendido?

Capítulo VII

Los Tres Villanos de Ésta Historia

Minerva McGonagall se arrastró a lo que parecía ser un pasillo del séptimo piso, muy cerca del salón de los Menesteres sin percatarse de ello.

No, por supuesto que no... ¡claro que no se iba a dar cuenta!

Y eso que sabía que ahí estaba.

Pero su mente divagaba violentamente por otros lares.

Y uno de estos es, por ejemplo¿por qué jodidos tenía todo el cuerpo dolido como si estuviera el medio de una cruda? Le dolía terriblemente la cabeza, sus miembros flácidos apenas la cargaban mientras arrastrada una ridícula y gran látigo de látex como si fuera una cola. De por sí, en medio del quinto piso, donde se había quedado a dormir en un armario hecha una concha ya que su instinto gatuno le dijo que los-gatos-duermen-como-18-horas-vieja-con-insomnio, despertó en ese estado...

¡Y con ese traje! Era horrible ¡Hasta mal cosido! Y di suerte de que tenía algo parecido a bragas... eso y una venda color canela, para evitar que siertas partes, sin sostén, no columpiasen como globos desinflados.

Estaba ridícula; hacía un frío de los mil demonios y lo peor del caso ¡tenía una cruda!

¿Qué había hecho¿columpiarse como loca por las vigas del Gran Comedor a esas horas de la noche para su cuerpo de ochenta y tantos años¿Qué había, pasado?... ¡Qué!

Y recordó todo su altercado con SNAPEMAN y el Hombre Chocolate.

¿Tuvo que preguntar?

Aunque en algo, ahí perdido por su subconsciente le decía que hacía ciertas horas había dejado sin cerrar el aula de profesores... pero como dije 'subconsciente', no lo tomó de mucho.

Hubo un repentino ruido a lo lejos, asomándose con cuidado de que en aquel pasillo, frente a dos estatuas de dragones y al lado de una ridícula pintura de un troll bailarín, estaba activada la puerta de la 'misteriosa' sala de los Menesteres.

— ¿Quién sería? —se dijo con la curiosidad de u gato, activándose su instinto McTubelesto.

Se acercó a pasitos. Puso su mano en la manija de la puerta justo al instante de que el de adentro abría la puerta y jalaba la puerta por atrás, encontrando a cierta mujer gatos con ojitos saltones y pelo erizado. Los sujetos dentro de la Sala (que parecían... ¿cloacas?) la miraron por unos instantes. Minerva, que con el susto parecía que se iba a ahogar por la impresión, abrió la boca en par en par.

¡Horrible!

¡Imposible!

¡Ellos también!

Ya iba a darles a gritos cuando uno de los sujetos se le aproximó increíblemente rápido a zancadas apuntándole lo que sospechosamente parecía una varita cubierta con una tela. Unos destellos azules, una gemido ahogado y todo lo vio negro.

Por otra parte, Bombón... erm... digo, Hermione abrió los ojos, y lo primero que notó fue una hemorragia nasal que por si sola se había detenido; entró al baño (no había nadie ahí adentro) y se acercó al fregadero, comenzando a limpiarse, algo indignada ¡y molesta! por lo último que recordaba; un gritó de un odioso pelirrojo que la dejó KO de un partazo.

Pedazo de animal...

— ¡Hola, feminista!

Hermione dio un gritó. Se volteó, clavando una mirada profunda en Myrtle, que tenía traje de basilisco.

— Ah... eres tú...

— ¡No un buen gusto es verte por aquí! —dijo la gorda fantasma, risueña.

La mujer con ESCASO vestido dio un suspiro... sí, lo que necesitaba... una niña trasparente vestida del ser que la mató...

¿Y a este paso¿vería a la vuelta de la esquina a un Hufflepuff de sexto embutido de traje de Voldemort?

— ¿Esa es tu huella de la guerra?

— ¿Qué? —preguntó Hermione pasmada.

— Ya sabes ¡La Guerra!

Hermione parpadeó, no entendiendo el hilo de lo que decía ella. Parece, que la otra entendió el mensaje, pues bufó chiñada, como sólo ella podría hacerlo.

— Hace muchas horas, en lo que su Misterss Señoridad estaba inconsciente afeura del baño, explotó la guerra. Afuera es un caos, no hay donde correr... no hay donde ocultarse...

Para entonces, Granger había perdido todo el color.

— ¿La Guerra...? —repitió despacio, como si el aire se hubiese puesto glacial— Te refieres... tú... dirás... ¿dice que ya empezó la Guerra...?

— Sí —lloró Myrtle, totalmente dramática.

Hermione soltó un chillido.

— ¡La... La Guerra! —gimió— ¿y Harry¿está bien?... ¿QUÉ HAY DE RON? DICES QUE YA EMPEZÓ LA GUERRA!

— ¡AFUERA ES UN CAMPO DE BATALLA! —gritó aun más fuerte que ella la fantasma— ¡GOLPES, PERDIDAS, CAÍDAS...! AQUÍ! EN HOGWARTS!

— Pero... —ella no podía hablar... ¡había empezado la Guerra!— ¿Y Dumbledore...? qué hay de él!

— ¡Se fue! Atacaron todo apenas su fue... ¿no sabes?

— Pero... ¿y Harry?

— Ron fue atacado por alguien por las piernas, una mujer loca y muy, muy fea, dando gemidos horribles, y este cayó sobre Harry inmovilizándolo. Sin varita, o algo que pudiera hacer, un hombre con máscara blanca se le acercó, tiró casi de una patada a Ron y se llevó a Harry a rastras, con cara agitada, hasta la entrada del castillo, y fueron atacados con un oso semi-gigante que tenía encima un mantel.

— ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Hermione cayó de rodillas con toda la cara contorsionada ¡Myrtle, desde arriba, sonrió complacida puesto que no había dicho ninguna mentira, asombrándose de que luego, un par de minutos (muchos minutos) Hermione pareció recobrar el sentido de la razón. Miró a la fantasma con cara de circunstancias.

— ¿Y Voldemort?

— ¿Se referirá al Hufflepuff de sexto que se disfrazó de él? —pensó Myrtle, y luego contestó—: está aquí¿por?

— ¿Dónde? —musitó silenciosa.

— Creo que se tiró a unos de segundo por las ventanas del segundo piso... y luego atacó a McLaggan (aunque no me quejo! odio a ese idiota). Pobre McLaggan... ya no recuperará su virginidad (si es que tenía) con ese calzón chino... muy triste, muy triste...

Hermione se enderezó, toda temblorosa y traumática. Lanzó otra mirada a la fantasma que por alguna razón parecía risueña. Claro, pensó la pelo revuelto, como ella está muerta... no le importará de que Voldemort atacara el castillo!

Sacó la varita del único lado de dónde había espacio para poner algo, su enmarañada y bien revuelta cabellera, donde tenía, si bien sabía, también las varitas de Ron y Harry. La empuñó furiosa, lívida, mirando al frente...

Aquél era el día...

Aquél era el día...

Aquél era el día...

Aquél era el...

— ¿Piensas quedarte así? —preguntó Myrtle cuando pasaron 15 minutos.

— Lo siento... estoy preparada... hoy es el día ¡Hoy es el día! Ahora o nunca, compañeros, amigos, mundo mágicos y mis papás! —gritó corriendo afuera, no sin antes pararse bruscamente, y mirar inquisidora a todos lados... tenía todos los nervios a flor de piel... las pupilas agrandadas... realmente... parecía un antiguo soldado-con-inteligencia-de-general que pasó un trauma luego de una guerra.

Una slytherin de primero, que era una de las pocas cuerdas que quedaban en el colegio (pues no tenía traje, sólo su capa negra) pasó casualmente por ahí.

¡Desmauis!

La slytherin cayó desmayada. Hermione alzó otro conjuro, y sus brazos y piernas se llenaron de cuerdas.

— ¡Esta guerra la ganaremos, es nuestra única oportunidad de ganar!

Y se fue por el pasillo, rápida y silenciosa, pegada a la pared...

Sirius Black, por otra parte, caminaba lentamente por una parte del colegio que estaba seguro que ni siquiera el celador vestido de gato conocía. Era un área tan secreta y oculta hecha especialmente por, según esto, Ravenclaw, que su atajo (subir a estatua con la imagen de un centauro y luego entrar por una rendijita de esas de ventilación arriba de esta, hasta aquel sector) era casi invisible, excepto para él, Lupin y la rata. Se había descubierto a la semana de la graduación, y no tuvieron tiempo para corregir el mapa, lamentablemente.

Caminó por el desolado pasillo que poseía una capa impresionantemente gruesa de polvo y alimañas pequeñísimas acurrucadas en los apostillos agujeros de las mohosas paredes.

¿Eres su imaginación o el lugar parecía más enorme de lo que recordaba?

Bueno, era lógico que lo viera quizá el cuádruple de largo y alto desde hace unos 17 años, pues no fueron ni tres días de inspección superficial, ocupados, Lupin con la ceremonia, James con Lily y Peter coleccionado/robando todo lo que podía, para ser notado; él había sido el único curioso que lamentó aquello... y ahora podría hacerlo.

Total, Lupin ya lo dejó¿no?

Sí... Lupin...

"–" Y todo por un maldito "príncipe" traidor mezquino y sangre sucia que estaba loco hasta las encías... esa mente retorcida ¡Con qué insistencia hacía ese cretino bastardo la vida imposible a él y a su ahijado si tuviera la oportunidad!... ¡Ya le partiría la madre si estaba ahí...!

¡Ja! Y si eso era Snape ¡Él sería un rey, verdad? "–"

Patético, murmuró. Ni siquiera estaba ahí y ya comenzaba a divagar imaginándoselo volcado y con todos los huesos rotos gracias a una gran manada de centauros...

Caminó ido, dolido, por los pasillos, sin notar siquiera que el pasillo, sólo era uno e iba totalmente paralelo al castillo; sin ninguna pared a los lados, espejo o retrato.

Sirius se detuvo un instante. Tenía la visión surrealista de un pasillo sin principio, oculto hasta la penumbra, como al fin. Se sintió un tanto nervioso, así que se embozó más en su gabardina café claro, ya que por alguna afición decía que le agradaba más la ropa muggle que la de los magos.

Iba ido, en las mismas, mientras caminaba por el interminable sendero, hasta que un grito un tanto lejano retumbó en eco. Sirius levantó la cabeza a la dirección del grito, y corrió unas decenas de metros más. Ahí, desde la mitad de la pared hasta casi el techo, una especie de espejo semi trasparente que dejaba ver todo desde el otro lado, como si estuviera polarizado con un curioso gris opaco.

La que lanzaba el grito era nada más y nada menos que McTúbela, aun en ese desairadle taje. Sirius reconoció el pasillo... dos dragones... desde su lado parecía que se habría una puerta...

Él veía desde el cuadro del Troll Bailarín el pasillo del salón de los Menesteres. Golpeó el espejo, y se sobresaltó porque troll de la pintura lo miraba a los ojos (McGonagall debería de ver sólo el troll voltearse y mirar para abajo...)

McTúbela, parece claro, había despertado luego del ataque los dos sujetos que salían de la sala.

¡Por supuesto! Pensó Sirius ¡Ya sé dónde estoy¡Estoy dentro de las paredes de Hogwarts!

McTúbela intentó enderezarse, pero los dos sujetos la tenían acorralada. Uno de ellos, que sería una mujer grande y obesa en un traje atrevido y ¡verde! Le había amarrado a uno de los dragones con su látigo. El otro sujeto, mientras tanto, había cerrado ya la puerta al salón (y sí, era un lugar parecido a unas cloacas...) y miraba divertido a la mujer gato; era enano... muy, muy enano, con un traje de smoking, una varita disfrazada de paraguas, monóculo, pelo blanco, guantes grises, con un gran sombrero de copa.

— Ayy... no... al menos el mío sí fue original y sorpresivo ¬¬ —se defendió McTúbela observando a una imitación de la Hiedra Venenosa y el Pingüino.

Como contestación la Hiedra apretó de un jalón a la mujer gato, que se le salió el aire.

— Sí, y cómo se te ve mejor que el mío ¡No sabes de moda!

— Teóricamente, nosotros tampoco, querida —dijo el Pingüino fumando de una pipetita, que soltaba pompas de jabón.

— ¡Deja de hablar así! —repitió por enésima vez la Hiedra exasperada.

— Lo siento, mi queridísima HieSprout.

— Flitgüino... temo que ese traje te está cortado la circulación al cerebro.

— Pero no lo hace... querida —masculló, mientras se limpiaba el monóculo.

— Le dije que no debía de escoger a ése... habla muy raro en la película muggle esa ¬¬

Flitgüino le dirigió una mirada penetrante, que rápidamente cambio con la de la pobre profesora de Trasfiguraciones.

— ¿Sabes por qué te atamos?

— No —murmuró enojada.

— ¡Ja! —exclamó sarcástica HieSprout.

— ¡Suéltenme!

— ¡Claro que no! Tú eres nuestro primer trofeo! Nuestra primer víctima!

— ¿Me debo de sentir orgullosa?

HieSprout perdió rápido la cordura, como lo era su personaje, y sacó de sus llantas una maceta con un palo de madera para arañar tipo-marca-de-gato, que McTúbela babeó un par de minutos, deseosa de poner sus garras ahí.

— ¡No me pueden comprar! —se limpió la baba, o al menos lo que pudo de ella, recordando quién era...

— Lástima, pero entonces, supongo que tenemos que aniquilarte —murmuró obscuramente Flitgüino, recargado de su varita, que perfectamente se pasaría por su altura un gran y grueso bastón de paraguas.

— ¡Sí! —chilló emocionada HieSprout cuando McTúbela bufó exasperada como un gato ¿qué le harían¿encerarla en un armario¿colgarla de cabeza desde una cuerda en alguna parte de la torre de astronomía?

Pero nadie, nadie, ni Sirius, desde el otro lado de la pintura, HieSprout o la misma McGonagall se esperaba que Flitgüino, sin siquiera pronunciar

palabra o ademán amenazante le apuntó con la varita, levitándola con brusquedad tras una ventana que se rompió en el acto, quedando perfectamente en posición para una caída libre y mortal de 70 metros.

Sprout chilló aterrada ante los gritos de Minerva, y Sirius intentaba traspasar el espejo a golpes, como si así lo lograra ir en su ayuda en aquél instante.

— ¡Filius, para, se va a morir! —dijo la histérica de Pomona mientras Minerva aun estaba estática afuera del colegio.

— ¿Te vas a unir? —dijo como última proposición Flitwick a Minerva, la cual gritó todos los sinónimos de "Sí, por supuesto" y sí "¡Perdóname la vida!"

Con un movimiento de la varita-paraguas del enano Minerva flotó con brusquedad por la ventana rota, cayendo asentó rudamente contra el piso. Miró con terrible miedo al enano que se había dado la vuelta, pasando de largo a la mujer con traje verde. Pomona corrió en ayuda de ella. La levantó (todavía temblaba) y lanzó una mirada al maestro de encantamientos.

— ¡Dijiste que sólo era un juego, nada más, casi la matas de un susto!

— Y lo hubiera hecho, literalmente, de haber dicho "No" —dijo tranquilo.

— ¿Qué? —chillaron tres voces (pero la de Sirius no se apreció).

— Vamos. Quiero visitar a cierto "Superhéroe" Nocturno —anunció Flitgüino mirando a las dos mujeres, que le miraba de hito a hito, como si estuviese loco.

— Pero... —empezó Pomona.

— ¿No me van a obedecer? —siseó Flitgüino, como si no fuera él mismo. McGonagall y Sprout se miraron mutuamente, y aun juntas, pues Sprout la abrazaba, caminaron lentamente detrás del enano, que lideraba la marcha.

Al otro lado de la pared, Sirius no les quitó el ojo hasta estar seguro que la última esquina del traje de Sprout se perdió a la vista. Eso no había sido bueno ¡para nada! Tenía que salir de ahí... y de alguna forma detener a ese maniaco de Filius y a Snape, pues Filius fue campeón en el Torneo de Magia hace varios años, y Snape no era tampoco buen mago... nada bueno resultaría de eso.

Tenía que salir de ahí ¡Y sepa que más! El destino lo dira...

Pero volteo a todos lados... ya no sabía de qué lado había venido y cuál no ¡No había ni una vil puerta, joder! Corrió desesperado por la dirección derecha aun ante la mirada sorprendida del Troll Bailarín. Se detuvo ¿el camino se dividía en dos¿cuál tomar?

¡Ark! Cual sea! Y tomó la izquierda.

Una vez ahí... un camino largo y sin fin hasta la oscuridad.

Se agarró los pelos:

— ¡Maldición!

Y notó a lo lejos otro espejo gigantesco, que daba a la entrada del colegio. Asomó la cabeza al vestíbulo, sin notar nada "sospechoso" ahí, o al menos nada "sospechoso" en términos de caos de la escuela. Golpeó con su frente el cristal, y este dio un chirrido, como si hubiese activado un switch. Un sonido de roca rodar justo a su espalda. Se volteó en el acto, mirando con admiración una puerta que se había materializado de la nada. Antes de hacer algo la miró ceñudo, y en eso, descubrió con un poderoso escalofrío que el emblema de Ravenclaw estaba enmarcado de zafiro, oro y plata arriba de esta.

Se acercó, observando una pequeña leyenda en medio de la puerta de madera de fina caoba, como si no hubiesen signo de desgaste o de vejez en ella.

"Para mi futuro Rey"

Mil disculpas mías por poner aquél SPOILER. Parece inecesario que lo ponga¿verdad? Sin embargo, pienso para futuro, digo ¡siento si le perdí a muchos la sorpresa, pero me encantó poner aquélla frase que no me pude resistir, aparte, de que bien alerto al principio de este cap la advertencia hasta lo hice notar con cursivas y todo ese rollo!

Mil disculpas si le arruiné aquélla parte, pero conste que advertí (y, repito, a mi me encantó la expresión! 3). Tardé un poco de actualizar éste capítulo (lo escribí éste día xD sí, fue rápido) pero espero que sea uno por semana y ya sé al fin! Cómo terminarlo, pero esperemos, esperemos...

Notaran de que este capítulo no es tan cómico como los otros; pero me inclinó más a lo dramático y angustioso que cualquier cosa que espero no les parezca muy oscuro, lo digo por Flitwick, claro ¡Y al fin sabrán el traje de Sirius! Ven? El tendrá algo de su talle 3 ya vean fan de Sirilo lo que se pone, aunque no es un disfraz precisamente. Ya, ya contesto los reviews, ahí les va...

MeilinSnape. Acabo de terminar el libro ¡Me encantó y estoy algo shockeada, pero me encantó, encantó, ENCANTÓ! T.T Pobre Calcetín... snif, lo voy a extrañar.

Sí, pobre de Remus! Ya verás de él en el siguiente cap, y ojalá te guste! Ahora Snape tiene mano izquierda y mascota 'domestica' un bien portado centauro aunque no creo que le dure, ya voy a terminar el fic (sí! Digo, es el primero que terminaría siendo largo) y lo de Hagrid no se lo recrimines xD házmelo a mi, que me reí un buen al escribirlo, era una idea secundaria que me imaginaba al empezar el fic sin ningún fin práctico, pero siendo comedio eso no importa mucho. ¡Gracias por el review!

Kate. Pues no te puedo decir qué se será de Sirius, pero como se ve es muy deducible su siguiente paso ¡Gracias por el review!

Witchmin. Lo sé. Remus no se merece NADA de lo que le pasa ¡como ser licántropo el bonito! Pero así es la cosa, y es un personaje sumamente encantador para estar molestándolo y torturando, jejeje... y cuál triángulo amoroso? Si te refieres a Harry-Ron-Luna pues no más digo que Harry no está muy al gusto de meterse. Espero te guste éste cap también ¡Gracias por el review!

Seelenschmerz. ¡Me encantó tú crítica! Me dio risa cuando dijiste eso de la tragedia en la comedia, y acá con Flitgüino hay otro más ¡Pero me inclino más a eso que a otra cosa! Veo algo nuevo esto del humor x) nunca he sido buena y te agradezco el halado ¡Gracias por el review!

Edysev. Ñeee…. Sobre Sirius, dudo MUCHO de que esté cuerdo todavía…. Pero te diré quienes sí: Remus, Harry, Neville, Sirius, la niña de Slytherin que Hermione noqueó, Collin Crevey (el muchacho que cuelga de la torre de astronomía, Neville lo dice...), Hagrid, la enfermera, Sibyll (?), OjoLoco y creo Albus, pues no están en toda la grilla para empezar x)

¡Gracias por el review!

Miko Dani. Yey! Sí, le veo cute a Neville (es de mis favoritos de la saga, junto Severus, Remus & Sirius!) y los tres villanos, son los principales que le dan calilla a SNAPEMAN y/o Remus más adelante. Sin embargo, intenté poner más de cinco personajes con roles destacable para que no lo localizaran a los tres, pero veo que fallé, yo los veo muy obvios xD a ver si logro engañar a uno (Viene Rowling, los de la Warner y el fantasma de Bob Kane a demandarme por derechos y plagios al autor, como una severa humillación a sus creaciones) Pero.. pero... (Bob Kane ¡Demanda a Adam West! ¬¬) Y nah! Para mi que antes se muere de infarto el viejo Dumby para llegar a su despacho y ponerse el calcetín (Imagina si ve a SNAPEMAN-Maravilla corriendo por ahí como un loco ¡El causante de 'La Guerra'. Si Dumbledore no lo mata... ¡te aseguro que Ojoloco sí 3)

Bueno, a ti no te quité la sorpresa por el Spoiler que se coló acá ¡Gracias por el review!