Ante todo mil disculpas por la tardanza, el trabajo ( hubo muchas guardias extras en el hospital, tip, trabajo en uno), las fiestas de fin de año, mas fiestas, etc, etc, en fin, aqui estamos. basta ya!! aqui vamos!!
pd. chequen esta historia que he puesto en otra seccion en micelaneos en book cross overss, please??
CAPITULO 3
¿Es maldad algo que eres?
¿O algo que haces?
-Morrissey
De alguna manera, la pareja real se sobrepuso en los años que siguieron. Tenían que salir adelante, las responsabilidades ante el reino no podían esperar, tenían que arreglárselas de un modo u otro.
Todo su pueblo fue extremadamente amable con ellos, principalmente sus amigos y familiares cercanos. Se sorprendieron, aun hundidos por el dolor, por lo preocupación y consideración que les demostraban, no era para menos, la pareja real podía sucumbir de tristeza. Hacían todo lo posible por que la pareja real sobrellevara la perdida de Golasgil, no dijeron mucho pero demostraban simpatía y afecto de otras mil maneras. Principalmente Ninniach, que trabajo mas que nunca renovando el palacio y cuidando a los niños.
Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, nadie podía ayudarlos realmente, porque nada podía devolverles a Golasgil.
Recuerdos e imágenes de los pequeños, los asaltaban en la noche, los sacudían en medio del olvido del sueño, eran golpes que producían un dolor casi físico. Ni aun en el sueño elfico, se liberaban completamente, tan a menudo soñaban con ellos, que si no era Thranduil, era Idrial la que se despertaba por el temblor del cuerpo junto al suyo. Pero durante el día, su recuerdo estaba siempre presente, siempre.
Pero tantas esperanzas.
Nunca más.
Pero Idrial pensaba más de lo que Thranduil se imaginaba. Durante un tiempo percibió una sensación de resentimiento hacia Legolas, ¿era eso posible en un elfo? Era evidente – para ellos y el resto del reino- lo que había ocurrido aquel día: Legolas había ido hasta el borde del Lago y se había caído. Golasgil se había ahogado por tratar de salvarlo. Por salvarlo, se recordaba así misma Idrial, le había salvado la vida al precio de la propia. De alguna manera, la idea de su coraje le hizo más fácil soportar su muerte, si es que eso era posible.
Pero comprendió que no era razonable, era el dolor lo que había hecho surgir esos sentimientos. Tenia que quitarlos de su mente y corazón.
¿Como culpar a Legolas, un elfito de un año? De la misma manera podía culpar a Aranel y Belthil. Si no hubiesen trepado al árbol, si Aranel no se hubiese caído, habrían estado cerca y la tragedia se habría evitado.
Pero después… Golasgil, tan aventurera como era, sabia nadar ¿como pudo ahogarse?, cierto que en medio del pánico y su corta edad todo podía pasar, pero no, no, la culpa era suya, era difícil de aceptar, ¿pero no acaso Thranduil se lo reprochaba?, los cambios de humor, actitud, su mirada. Ahora tenia que vivir con la culpa a cuestas. Había descuidado a Legolas y Golasgil.
¡Oh dulce Erú, había tantas conjeturas! , ¡Que falta de sentido, que inútil era todo!, ningún examen profundo, ninguna auto recriminación podía alterar la situación. Los pensamientos, las situaciones, todo, todo debía terminar.
Golasgil estaba muerta, resultaba imposible de comprender, mas para un elfo, pero así era. En adelante tenían que vivir para los que quedaban.
Idrial sabia que con el tiempo Thranduil se recuperaría, era un mal momento, pero lo vencerían, juntos, como siempre. Talvez una vez asimilados los recuerdos, en cuanto tuviesen un respiro, volverían a ser los de antes, casi perfectos.
-¿Estas segura?-
-Si- respondió Idrial, y tengo que reconocer que no me lo había imaginado.
El calido sol de verano posaba sobre sus hombros y hacia brillar la taza de te y la copa de vino de Thranduil, las ramas de los árboles, cerca del balcón, parecían trasparentes contra la luz.
-Pero Belthil y Legolas siempre se han llevado bien- dijo Thranduil.
-Lo sé. Pero no últimamente-
Estaban terminando de planear una sencilla fiesta por el décimo cumpleaños de Legolas, una reunión muy simple y familiar, así lo había sugerido el mismo Legolas.
Idrial pregunto a Thranduil si había notado alguna diferencia en la conducta de Belthil. Thranduil frunció el ceño, pensando, su relación había mejorado mucho en los últimos años, estaban a gusto y mas armoniosos, con ellos y con los niños. Thranduil se pregunto por un momento si ese cambio no había sido producido por su anhelo e imaginación, pero no, no había señales de tensión en el dulce rostro de Idrial, solo se veía preocupada.
-¿Que quieres decir?-
-Es difícil de explicar- respondió Idrial- pienso que puede estar… celosa, quizás le duela la atención que recibe Legolas por ser el menor de la familia. No se. No puedo pensar en otra explicación para su conducta-
-¿Que clase de conducta?, no la veo distinta-
-Bueno, quizás este exagerando, pero viene… a cada momento viene con algunas historias-
-¿Qué historias?-
-Historias, cuentos. Constantemente lo acusa de cosas. Cosas crueles…-
-Oh, vamos, no lo creo-
-Mira, no estoy exagerando- respondió rápidamente Idrial-si solo hubiese ocurrido una vez o dos, no habría problema, pero sucede a menudo-
-¿De que lo acusa?-
-Bueno… dice que es cruel con ella. Dice que le lastima, que le dice cosas horribles, que destruye sus cosas, pequeñeces como esas-
Thranduil levanto la copa de vino y se acerco al balcón.
-Belthil es mucho mayor que Legolas, no pienso que eso sea posible, además ,ella se esta haciendo toda una dama, esta en la etapa de rebeldía, si es que eso es posible, pasa tanto tiempo con sus hierbas y el sanador, que casi no socializa con nadie-además, pienso que tienes razón, últimamente Legolas se ha llevado mucha de nuestra atención, ha iniciado sus clases de arco y espada, ha iniciado su clases formales con su tutor, su cercano festejo y nada que decir que es muy popular en el reino, especialmente con las chicas-
-Belthil no puede evitarlo, es una sanadora nata, por eso me extraña su conducta-
-No te procures Idrial, es solo una etapa, le pondremos más atención-
-Si, tienes razón, tal vez soy desasido indulgente-
-Y ahora, referente a la fiesta de Legolas…-
-Bien, creo que eso es todo ¿verdad?, iré a ver a Belthil- comento Thranduil al momento que se levantaba del cómodo sillón-
- Creo que está arriba jugando-
-¿No es mayor para eso?-
-Esta acompañando a Legolas-
Thranduil llego a la puerta de la sala de juegos, pudo ver a Legolas sentado en la roja alfombra, estaba cruzando la puerta cuando vio como Belthil levantaba el puño cerrado y golpeaba con fuerza el hermoso rostro de Legolas. Thranduil se sorprendió tanto, que se quedo quieto, vio que Legolas se inclinaba hacia atrás, tambaleándose por el golpe. No grito, ni lloro. No emitió sonido alguno. Simplemente se puso de pie y se dirigió hacia Belthil, mientras esta retrocedía hacia una de las ventanas del cuarto, entonces Thranduil grito:
-¡Belthil!-
Un silencio angustioso lleno la habitación, ambos elfos retrocedieron para mirar a Thranduil y este se percato de la dureza de su voz resonando aun en el cuarto. Thranduil avanzo furioso hacia Belthil.
-¡¿Cómo puedes hacer esto?, es menor que tu!-
Belthil miro a su Ada con tristeza y extrañeza en sus ojos, las lágrimas brotaban de sus ojos, las palabras entrecortadas por los sollozos.
-Ada… Ada… me ha hecho daño… Legolas…me ha pegado y me ha dicho cosas horribles… Ada…-
-¡No me mientas Belthil, acabo de verlo todo!-
-¡Lo ha hecho Ada, es verdad!-
-¡No quiero oír más!, baja a cenar, hablaremos mañana-
Belthil se alejo corriendo, sus sollozos se alejaron.
Thranduil se volvió a Legolas. Estaba llorando. Se había sentado al lado de la ventana. Se lamentaba en voz baja, con el rostro humedecido por las lágrimas.
-¿Legolas, como ha ocurrido esto?-
Legolas tenía los labios apretados y la barbilla le temblaba.
-Contéstame- suspiro Thranduil, casi en un murmullo.
Legolas vacilo un momento y luego dijo en voz baja, -Belthil, lo ha hecho Belthil, las cosas horribles… ella…- con una mirada implorante en sus ojos, como si supiese que no le iban a creer, por un momento clavo sus azules ojos con los de Thranduil, y luego corriendo, se acerco a Thranduil con los brazos extendidos. Thranduil lo abrazo y beso en la mejilla, muy cerca de sus rojo labios –tan dulce, pensó Thranduil- y donde aun se veía la huella de la mano de Belthil, roja, y cruel como sus acciones.
-Eres un elfo muy valiente. No llores- dijo Thranduil mientras secaba sus lagrimas con ligeros besos, - todo acabo ya, no volverá a ocurrir-
-Baja, es casi hora de la cena- le susurro al oído Thranduil, Legolas confirmo levemente con su cabeza, y se adelanto a su padre, al cruzar la puerta, giro y con temerosa voz susurro – gracias, Ada, por creer en mi-
Mientras se acercaban al comedor, Thranduil pensaba en lo que había ocurrido, por fin, se dijo, todo saldría bien, Belthil se había dado cuenta que no podía engañar mas a sus padres y dejaría en paz a Legolas. Al entrar al comedor, Idrial, Aranel y Legolas estaban sentados ya en la mesa.
-Belthil no tenía hambre, así que la he mandado a su habitación, esta de muy mal humor, se rehusó a sentarse al lado de Legolas, y cuando insistí, armo un alboroto-
-Te lo explicare después-dijo Thranduil
-¿Ha pasado algo?-
-Más tarde te contare, tal vez si le pido que baje….-
-No, tiene que aprender- interrumpió Idrial. -Bien, Oh, olvide el vino, Legolas, serias tan amab…-
Pero Legolas ya estaba ofreciendo el vino a Thranduil, -tan considerado- pensó Idrial.
-Ada, aquí esta tu vino, es tu preferido- dijo Legolas ofreciendo una sonrisa a su padre, sus dientes lucían muy blancos contra sus mejillas rosadas-para ti- dijo al momento de ofrecer la copa a Thranduil.
-Ah… Gracias, muy amable Ion nin - dijo Thranduil acariciando la cabeza de Legolas, su cabello era suave y sedoso, y Thranduil recordó por segundos lo sucedido, pero al mirar la sonrisa de Legolas, solo vio cariño ahí.
-Muy amable Ion nin- repitió thranduil
Y para no ser superada, Aranel comento:
-Legolas es el amor de todo el mundo-
Belthil no podía dormir, solo escuchaba las crueles palabras que resonaban en su cabeza una y otra vez.
-¡Largate de aquí bruja, no toques mis juguetes, sal o te sacare yo mismo, miembro por miembro si es necesario!-
