CAPITULO 5

Idrial POV

Teníamos la esperanza que después de acabar el funeral de Belthil, pudiéramos juntar los pedazos y tratar de comenzar otra vez, una nueva vida. Llegaría el momento en que el dolor no fuese tan absorbente, un momento en que Thranduil volviese de ese otro mundo-distante y aislado-al cual se había retirado. Yo no podía darme ese lujo, tenia que preocuparme, tenía que sopórtalo…pero Thranduil…podía ver las líneas de dolor en su hermoso rostro. Manifestaba una gran pesadumbre y al mismo tiempo, una tensión alarmante. Parecia vivir al borde de un precipicio. No había manera de acercársele.

Con Aranel y Legolas, en cambio, se portaba de manera diferente. Despedía a Ninniach, y luego derramaba en ambos expresiones de afecto de una intensidad desmesurada. Salvo el papel de padre y Rey, Thranduil parecía no existir, no para mí. Era casi como si hubiese levantado una barrera para protegerse de un futuro dolor.

Thranduil POV

Esperaba que Idrial, durante la ceremonia del funeral de Belthil, una escena de lágrimas o gritos, pero no hubo nada, se limito a estar ahí, con la mirada fija, sin ver a nadie en especial. Comprendía la situación de Idrial, ambos estábamos desvastados, vacíos. ¿Pero que mas podíamos hacer, una vez mas las responsabilidades del Reino , Aranel y Legolas nos mantenía en Arda. Y a Idrial algo mas…

¿Pero como olvidar¿como olvidar a Belthil en sus brazos, con la cabeza colgada hacia atrás, el puño apretado, los ojos abiertos... olvidar?

Es curioso como los fragmentos que forman aquellos momentos se mantienen tan claros en la mente. Todo, las imágenes, los sonidos, los olores, como si todos los sentidos se esforzaran en preservar el recuerdo solo para atormentar. ¿ como olvidar a Idrial gritando, enloquecida, aferrandose al cuerpo de Belthil, meciéndose hacia delante y hacia atrás, sujetando su cabeza contra el cuello roto¿ como olvidar su mirada de incredulidad? Aun podía oler las ortigas, las flores, las frutas, el tomillo silvestre… puedo ver a Legolas quieto, retorciendo una cinta de su túnica entre los dedos y llorando… puedo ver a Aranel saliendo de su escondite y agregar sus propios alaridos de horror.

¿Olvidar, lo milagroso es que un elfo conserve tales recuerdos y siga viviendo.

Normal POV

Si la propia vida de Thranduil se vio desecha¿como podía esperar que Idrial, sobre todo Idrial sobreviviera a esta catástrofe¿como era posible que sobreviviera, pero una vez mas, Thranduil sabia la respuesta… Idrial no podía encerrarse en si misma demasiado tiempo. Antes y después, la realizada acabaría por imponerse. Y lo hizo en formas imposibles de ignorar…

La serie de eventos que siguió después fue lo peor para la familia real, el Consejo Real empezó a investigar esta serie desafortunados eventos, se hablaba que la familia estaba maldecida, que los Valar los habían abandonado, el pueblo murmuraba aquí y allá. Thranduil e Idrial podían sentirlo, los murmullos… los susurros…la forma en que los miraban… y los murmullos que no paraban…

Incluso llegaron una o dos cartas anónimas, pidiendo que confesaran… ¿confesar que ?... ¡Oh, por los Valar!...

Pero el Consejo Real no pudo comprobar nada en concreto.

-No puedo… quedarme mas aquí- dijo por fin Idrial, atragantándose con las palabras- Tenemos que irnos-

Thranduil trato de abrazarla, pero esta lo aparto.

-Lo digo en serio¡No lo puedo seguir tolerando-

-Idrial, sabes que tenemos responsabilidades ante el Reino, no podemos irnos, no podemos abandonarlos…este es nuestro hogar…-

Las lágrimas corrían por sus mejillas y los brazos le colgaban sin fuerzas.

-Mi vida, Idrial, quédate,…quédate por lo menos hasta que…-

Pero Idrial se aparto de su lado y miro por la ventana, tenia la mirada apagada. Thranduil vio entonces las semanas de tortura que habían trascurrido y que iban a continuar.

-Todos han cambiado con nosotros, salta a la vista-

Era un error intentar escapar, Thranduil lo sabia, este era su hogar, su reino, su pueblo.

-Vamos a esperar… al menos...-

¡No¡no quiero, quiero ir a donde la gente no murmure… quiero ir a Lothlórien-

Lothlórien era una buena idea, los familiares de Idrial estaban all�, la cuidarían en estos momentos tan críticos, pero tampoco quería dejarla ir¿como quedarse sin la mitad de su alma¿Cómo iba a sobrevivir, y la idea de abandonar el su Reino…

Pero ya no había paz. La situación no cambiaba, los rumores, los chismes…

Y así, la decisión fue tomada, Idrial partiría a Lothlórien una temporada, partiría en pocas semanas.

Así Idrial estuvo muy atareada empacando y arreglando cosas para su partida, Aranel y Legolas se quedarían, claro que podrían ir a visitarla, si los caminos eran seguros. La tarde antes de partir, estaba realmente agotada.

-Debes estar cansada- comento Thranduil, al prepararse para dormir juntos, juntos por última vez en semanas o meses-

-Desecha-

-Vamos, duerme, mañana puedes levantarte un poco tarde-

Y pronto, con la tibieza del Thranduil a su lado, Idrial se quedo dormida.

Idrial se despertó al sentir a Thranduil levantarse del lecho.

-Duerme un poco mas, es muy temprano, te traeré el te mas tarde-

Con el pensamiento que también se tenía que levantar, Idrial se quedo de nuevo dormida.

Despertó con una sensación de cosquilleo en la cara, al abrir lo ojos, no pudo sofocar un grito de terror, al ver cerca, muy cerca de ella, una gran araña, que se acercaba cada vez mas…

Habían trascurrido varias horas desde el incidente, La Guardia Real no tenia idea o excusa de cómo había entrado semejante animal a la habitación Real, pero lo cierto era, que si a algo le tenia pánico Idrial, eso eran a las arañas, extraña fobia para una elfa que viva en el Bosque Negro, pero este temor se había desarrollado antes de que ella y tales criaturas llegaran al Bosque Negro.

El sanador salio de la habitación Real, y encontró a un preocupado Monarca, caminando de aquí para allá.

Isa, amigo mió, dime¿como se encuentra Idrial-

Mi Rey Thranduil, Idrial se encuentra fuera de peligro, pero ha sufrido mucho, la tendré en observación dos o tres días- Dijo el sanador- pasaran semanas antes que ella pueda viajar, si todavía ese es su deseo, pero la emoción ha sido demasiado para ella, los recientes acontecimientos y esto, lo siento Thranduil-

… -

Lamento mucho lo del bebe, no pude hacer nada y… ¡Oh! En verdad lo siento mi Rey, pero la Reina no podrá darle mas hijos-

… - Thranduil se dejo caer pesadamente en una silla cercana-

Era inevitable, ha perdido mucha sangre, pero creo que lo que mas necesita ahora es verlo mi Rey,naturalmente esta deprimida y alterada, pero se recuperara sin problemas, su Fëar esta todavía unido a Arda-

Ya veo- exclamo Thranduil- Gracias amigo mío, en verdad gracias- Y con eso, Thranduil se dirigió a ver a su Reina.

Idrial Levanto la vista con asombro al ver entrar a Thranduil, este se acerco a su lecho y la tomo de la mano, susurrando un-lo siento-

Idrial no podía soportarlo, tenia que saber… tenia…

-Thranduil, mi amado, dime¿los niños lo sabían¿sabían que estaban esperando un hermanito-

Thranduil consternado por la pregunta, solo atino a decir- Aranel no, creo nunca se dio cuenta…

¿Y Legolas, lo sabia Legolas- Pregunto ansiosa Idrial

¡Oh, si, no se como, sensibilidad creo, pero siempre los supo, el mismo me pregunto el día de su cumpleaños…-

Durante las largas horas de su recuperación, que se volvieron días, Idrial no podía sacarse de la mente a Legolas, la visitaba constantemente, le hizo infinitas muestras de afecto, Idrial las aceptaba y trataba de devolverle los abrazos y besos, pero sentía que algo andaba mal… y contestaba todas esas muestras de cariño en forma burda. Legolas seguía en su mente, como un enigma…

Comenzó a pensar con intensidad en todos los detalles que habían ocurrido desde que Legolas entro en sus vidas. Las imágenes de los incidentes eran brillantes y nítidas en su mente. No eran imágenes nuevas. Todos los detalles estaban ahí, siempre ahí…los había ignorado¿Por qué, quizás por miedo, miedo a la conclusión inevitable a la que la llevaba su pensamiento… esas ideas que no la dejaban descansar…

Sentía que tenia que guardar todos esos pensamientos para ella, no podía decirle a nadie y menos a Thranduil. Se podría asustar… de ella. Hubiera creído que esas ideas eran desvaríos de una mente enferma… Pero no era su imaginación, ella había sostenido a Belthil en sus brazos poco después de su partida a la Sala de Mandos…había visto sus ojos sin vida mirar al sol sin un parpadeo… Y había visto la cinta que sostenía en la mano, en un apretado puño... la cinta de la túnica de Legolas.

¿Cómo era posible? Esas cosas no pueden suceder, su vida era real, no una relato de horror o fantasía (como este-), era una elfa normal, con una vida normal, salvo que tres de sus hijos habían muerto trágicamente¿coincidencia, Quizás. Coincidencia era una palabra para explicar un hecho improbable, pero no lo explicaba…Idrial trato de aferrarse a cualquier cosa, quizás sus pensamientos, sus dudas, eran resultado de su recuperación…

Con mas voluntad, con todo lo sucedido recientemente, Idrial quería ir a Lothlórien, talvez a Rivendell, donde también tenia familia, quería sanar, quería respirar, quería buscar consejo, talvez Lord Elrond o la Señora Galadriel podrían ayudarla…

Al partir aquella mañana, Idrial se despidió de su familia, de su dulce Aranel, de su amado Rey y por ultimo de Legolas.

¡Vuelve pronto, te extrañaremos¿talvez podremos visitarte- exclamo tristemente el pequeño Legolas

-Talvez- fue la fría respuesta de Idrial, Legolas no contesto. Tenía los labios apretados. Idrial se dio cuenta que los ojos azules de Legolas estaban húmedos de lagrimas que pugnaban por brotar, y de pronto cayo en la cuanta de su frialdad, debido a sus sospechas que había permitido que surgieran, pero esto le había cerrado el camino. Por completo.

Idrial se arrodillo y se inclino hacia delante para que sus cabezas quedaran a la misma altura. Era solo un pequeño elfo. Triste. Asustado.

¿Qué sucede, Legolas…pequeño…-

-Madre...- susurro Legolas

¿Qué sucede- volvió a decir Idrial – Dime –

Y Legolas, súbitamente y a punto de echarse a llorar, dijo muy deprisa

¿No me quieres ya-

¡Oh! Legolas- dijo Idrial- y lo abrazo y apretó contra ella¡Claro que si¡Te amo-

Idrial le acaricio el cabello y sintió la fragilidad de su cuello. Parecía tan pequeño en sus brazos, tan vulnerable. Pensó en su conducta. Había sido intolerable.

-Perdóname-dijo-no me he portado bien-las lágrimas de Legolas le humedecían las mejillas

-Te quiero mucho Mama-

-Ya ha pasado… ya, ya...- Se abrazaron un largo momento y se separaron, se secaron las lagrimas, sonrieron. Idrial se dio la vuelta y vio a Thranduil que los observaba fijamente, pero complacidamente. Se acerco a ellos con una sonrisa, beso a Idrial, un beso prolongado y calido. El alivio se le manifestaba en el rostro, en la voz.

-Vuelve pronto, mí alma-

-si-

Al irse alejando Idrial con su Guardia Real pensó- ya ha pasado todo-aquellas ideas, aquellas sospechas insanas eran todas enfermizas. No volvería a permitir que la asaltaran de nuevo. Tenía una familia, a Thranduil, a Aranel. Y a Legolas también.

Legolas…

Volvió a ver su rostro bañado de lágrimas¿como pudo ser tan cruel? No se repetiría. Ya había pasado. Definitivamente. Nada. Ya ha pasado todo. Esto era la realidad.

La palabra "pronto" es demasiado relativa en la vida de un elfo, y así, sin darse cuenta, pasaron años desde la partida de Idrial. Había estado en Lothlórien y Rivendel, compartiendo la hospitalidad de sus señores, buscando paz y consejo. Había logrado la primera en parte, pero los consejos no le daban la ansiada calma que buscaba, ni aun el mismo espejo de Galadriel había podido ayudarla a aclarar sus dudas, su mente, su corazón.

Su familia había ido a visitarla un par de ocasiones, sobretodo en Lothlórien, pero los caminos se estaban haciendo más peligrosos, y por lo tanto, menos frecuentes sus visitas, pero ella no se había decidido a regresar.

Se encontraba en Rivendel cuando recibió la noticia que su familia vendría a verla, después de todo, empezaba el verano…

La Familia Real llego a Rivendel a la semana siguiente, habían estado solo una vez como familia en ese lugar hace muchos años, y esta era como la primera vez para sus hijos.

Hasta que el Rey Thranduil y sus hijos fueron recibidos por Lord Elrond e Idrial, esta se vino a dar cuenta de cuanto tiempo… del verdadero tiempo que había pasado…

Aranel era ya toda una Dama, elegante y orgullosa, frágil y delicada, una digna heredera de Thranduil e Idrial. Thranduil no había cambiado ni un ápice desde la ultima vez que lo vio, es mas, lo veía lleno de vigor, mas joven, si eso es posible para un elfo, elegante e imponente, pero Legolas... ¡Oh! Dulce Elbereth, Legolas fue su mayor sorpresa, lo sabia lindo en su infancia, eso fue lo primero que la cautivo, pero ahora…había pasado justo su mayoría de edad ( ceremonia a la que no asistió), pero lo que mas sorprendió a Idrial fue su belleza, alto y de fina figura, de grácil movimiento, su larga cabellera rubia como el sol, su cara de finos y hermosos rasgos, pero indiscutiblemente masculinos, su tez blanca y perfecta, su largo cuello, y esos brillantes ojos, de un azul como Idrial jamás había visto, era todo un Príncipe elfo, era perfecto, nuca pensó ver a otro elfo mas hermoso aun mas que la nieta de la Dama Galadriel.

Y todo esto y mas, fue lo que vieron muchos pares de ojos curiosos en un balcón cercano.

-Maegovanen Thranduil Oropherion- exclamo Lord Elrond, dando la bienvenida a sus huéspedes.

-Maegovanen Elrond Pheredil- respondió a su vez Thranduil, acercándose al medio elfo para un efusivo abrazo- ha pasado algo de tiempo mi buen amigo-

-Siglos, me temo amigo , pero vamos, pasa, mira quien esta aquí-

Y siguiendo la mirada de Elrond, Thranduil se topo con los hermosos ojos de Idrial. Sin necesidad de palabras, solo se acercaron y abrazaron, inmersos en su dialogo interno.

-Maegovanen Lord Elrond, me presento, mi nombre es Aranel- dijo gentilmente la Princesa-Ya que veo que mis padres están un poco ocupados por el momento- sonrió.

-Maegovanen Aranel, ciertamente te recuerdo, cuando viniste por primera vez a mi casa, hace muchos años, todavía en brazos de tu madre- respondió Lord Elrond con una leve reverencia , luego mirando a Legolas, que era imposible de ignorar, pregunto ¿ Y quien es el apuesto joven elfo-

-Lord Elrond, tengo el gusto de presentarle a mi hermano menor-

-Maegovanen, mi nombre es Legolas mi Lord- agrego graciosamente Legolas

¡Oh, si tu madre me ha hablado de ti mi Príncipe-dijo Elrond, no apartando la vista de esos hermosos ojos- bienvenidos a ambos a Rivendel, espero su estancia sea placentera- acentuando la palabra Placentera con los ojos en Legolas.

-Gracias mi Lord- respondieron ambos al mismo tiempo y rieron mas.

-Bueno, veo que ya se han presentado- dijo Thranduil, acercándose junto con Idrial

-Encantadores Príncipes Thranduil, Idrial, los felicito-ahora sus habitaciones están listas, un sirviente les acompañara, descansen, estoy seguro que tiene mucho de que hablar, los veré en la cena de bienvenida- comento Elrond.

-Gracias amigo mió, será un placer, y de nuevo gracias por todo- respondió Thranduil.

¿Habías visto elfo mas hermoso Ró- pregunto una voz en susurros en lo alto del balcón.

-Nunca, Dan, me ha quitado el aliento- respondió otra voz igual de suave

-Apuesto a que me saludara a mi primero- agrego una tercera voz

-J�, eso mismo dijiste esta mañana de Arwen-susurro la primera voz.

-Si, pero no lo había conocido a él, apuesto a que me sonreirá a mi primero-

-Ni lo sueñes Estel- respondieron las dos voces idénticasél es nuestro-

-Eso lo veremos…-