CAPITULO 11
Idrial necesitaba ayuda.
Thranduil aun amaba a Idrial con todo el corazón.
Era la mitad de su alma y por esto no podía entender su actitud, sobre todo, contra Legolas.
Decidió hablar con Elrond.
Tras horas de plática, Elrond, a su vez, decidió hablar con Idrial también.
Idrial trazo un nuevo plan, pero necesitaba ayuda. Alguien debía de creerle. Elrond había solicitado hablar con ella. Sabia que Thranduil ya le había estado con el. Pero estaba decidido, si no conseguía ayuda aquí, entonces tendría que acudir a alguien más, y ya sabía con quien.
La plática no fue lo que esperaba, tras largas horas de discusión, tras largas horas de contarle todo lo que había en su corazón, Elrond dudaba de la veracidad de sus palabras. Elrond termino por decirle que su corazón se sentía culpable por la muerte de sus demás hijos, y no queriendo asumir esta responsabilidad, se la había dado al más pequeño de estos, le dijo también que era tiempo de perdonar y ser perdonada. Que Thranduil aun la amaba y quería a su amada Idrial de regreso.
-Pero Legolas no es mi hijo- afirmo Idrial- No lo es y nunca lo será- Y con esto partió del estudio, dejando a un pensativo Elrond.
Así, con el pensamiento que estaba sola y que la vida de su hija dependía de ella, Idrial puso su última esperanza en Lothlórien.
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-¿Lothlórien¿Iremos a Lothlórien?- pregunto excitada Aranel.
-Si mi querida, y te gustara mucho, estoy segura- respondió Idrial.
De pronto se produjo un silencio. Idrial palpo la preocupación en el rostro de su hija.
-Aranel…no quise asustarte la otra noche.- dijo Idrial- No seria capaz de hacerte daño. Lo sabes-
Después de un instante de vacilación, Aranel asintió.
-Jamás. Jamás te haría daño- continuo Idrial –No me crees capaz¿no es cierto?-
-No-
-Bien. Te quiero mucho. ¿Me perdonas por haberte asustado de esa manera?-
-Si Nana-
Idrial se inclino y extendió los brazos. Aranel se acerco, le abrazo e Idrial beso su frente, cuando la soltó, Aranel se quedo un momento apoyada contra Idrial, y ella supo que todo estaría bien entre ellas. No quería pensar que pasaría si perdiera su amor y confianza.
-Veras como nos divertiremos- dijo Idrial para hacer desaparecer los temores de su hija.
Aranel se volvió a relajar.
-Vamos- apresuro Idrial- nuestra comitiva nos espera.
-¿Comitiva?- pregunto emocionada Aranel
-Si, una guardia real de confianza, podremos viajar seguras- respondió Idrial mientras jalaba a Aranel-¿Ves? Ya esta todo listo- señalo Idrial a un par de elfos de su confianza y cuatro caballos.
-¿Y Ada y Legolas?-
-Nos alcanzaran en dos días- alentó Idrial- Y mientras tanto podremos comprar algo lindo-
-¡Un vestido!- grito Aranel con alegría mientras montaba su caballo.
Idrial solo sonrió. Sabía la debilidad de Aranel. Siempre había sido muy femenina desde pequeña. No perdiendo tiempo, monto también su caballo y partieron a todo galope.
Mirando a Aranel mientras cabalgaban, Idrial se juro que nada le pasaría. No lo permitiría. Estaba decidida a impedir que ella y Legolas volviesen a vivir juntos, porque mientras estuviesen juntos, Aranel siempre correría peligro. Mas adelante, quizás, pudiesen volver a casa, al Reino del Bosque Negro, después de todo, Aranel era la heredera por derecho al trono. Además, con toda seguridad, Thranduil vería por su conducta, que sus palabras no podían tomarse a la ligera. Tendría que hacerle caso, tendría que hacer un esfuerzo para creerle. Y tendría que abandonar a Legolas. Así como Idrial no había tenido alternativas, tampoco ella se las daría a Thranduil.
Pero aun así se preguntaba¿Qué pasaría se negara? En tal caso, nunca volverían. ¿Y que pasaría si Aranel no volvía a ver a su padre? Idrial aparto de inmediato ese pensamiento, pero parecía empeñado en reaparecer. ¿Qué ocurriría? Aranel se enfadaría, incluso podría llegar a odiarla. No comprendería su motivo. Idrial suspiro y aferro las riendas. Era mejor que Aranel aprendiese a vivir sin Thranduil, antes que perder la vida.
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Thranduil estaba desconsolado. Tarde había descubierto la huida de Idrial, llevando a su hija con ella - ¡Con engaños!- exclamaba indignado el Rey elfo.
Estaba decidido, el mismo iría a Lorien por si hija. Y si Idrial no quería ayudarlo, entonces estaba Valinor para recibirla. Pero el regresaría con su hija.
----Más Tarde-----
- Ada¿Me buscabas?- pregunto Legolas entrando al estudio de Lord Elrond.
-Así es Legolas- respondió el Rey elfo-Legolas, Ion nín- comenzó- temo que debo dejarte solo, pero no temas ,no será por mucho-
- ¿Es por mi nana, no es verdad¡Por favor Ada, haz que regrese mi hermana!- sollozo Legolas abrazando a Thranduil -Prometo ser buen hijo…-
- No Legolas, esto no ha pasado por tu culpa,- tranquilizo Thranduil con unas pequeñas palmaditas en la espalda de su hijo- es tu Nana que no se encuentra bien… esta enferma y necesita ayuda-
-¡Seguro la Dama Galadriel puede ayudarla!- exclamo Legolas contento, dicen que es una elfa de gran sabiduría-
-Es verdad, pero me temo que tu Nana esta mas allá de toda ayuda posible. No por menos, le ayudaremos con todo lo que este a nuestro alcance- exclamo con dolor Thranduil apartándose ligeramente de Legolas, y mirándolo a los ojos –¿Verdad?-
-Todo lo que yo pueda hacer Ada- respondió Legolas -¿Cuándo partimos?-
-De eso quería hablarte Legolas, veras, viendo que tu presencia solo parece alterarla mas, he decidido ir solo. Esperaras por mí aquí en Rivendell-
-¡Pero Ada, quiero ayudarle y quiero ver a Aranel- protesto Legolas abrazando de nueva cuenta a su padre, Thranduil deposito su mentón en la cabeza de Legolas.
-Lo se Legolas, pero es mejor así. Prometo regresar con Aranel-
-¿Prome…prometes regresar por mi?- susurro Legolas.
-Eres mi Ion, y nada ni nadie te apartara de mi lado, eres lo mas preciado para mi- contesto Thranduil también con un susurro.
Después de algunos momentos, Thranduil se aparto gentilmente de Legolas, levantando el pequeño mentón de su hijo, limpio con su dedo las lagrimas que se habían derramado.
-Ahora se un buen elfo, y espera noticias mías. Honra tu nombre y linaje-
Legolas asintió con una sonrisa.
Thranduil partió esa misma tarde.
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Aragorn encontró a Legolas tendido en la cama, llorando inconsolablemente. Era una escena tan triste que Aragorn se juro que haría lo imposible por aliviar la pena de su elfo, fuera cual fuera esta.
-Limaré¿entonces es cierto lo que me dijo mi Ada?- pregunto Aragorn acercándose a la cama, como respuesta recibió a un tembloroso elfo en sus brazos.
-Si, mi… Ada… me ha dejado solo…-
-¡Oh! Legolas, no estas solo, estoy aquí contigo- consoló Aragorn dando pequeños besitos en las húmedas mejillas.
-¡Oh! melda, lo se – respondió Legolas abrazando mas a Estel - es solo que todo parece derrumbarse, mi Nana me odia y no volveré a ver a mi hermana- continuo entre sollozos - ¿Y si logra convencer a mi Ada de no verme nunca mas¡me moriría de lo pena!-
-Tu padre te ama mucho Legolas, no temas, tu madre necesita sanar su Fëar, es todo, veras que todo va estar bien-
-Aun así, no me dejo ir con el, tal vez no los vuelva ver nunca- suspiro Legolas
Después de pensar un rato, confortando al elfo, Aragorn por fin hablo.
-Conozco un camino- comenzó- un camino que pocos saben, podríamos llegar a Lórien en poco tiempo y sin ser vistos-
Legolas levanto la cabeza, limpiándose las lagrimas con su brazo.
-¿De verdad?-
Viendo la reacción del dulce elfo en sus brazos, Aragorn continuo-
-Si, si tanto deseas ver a tu Ada, podríamos ir, pero si solo me prometes algo-
-¡Lo que sea!-
-Que solo harás eso, mirarlo de lejos, averiguaremos como están las cosas, talvez puedas hablar con tu hermana, no creo que nos delate, pero eso es todo. Regresaremos de inmediato para que nadie se percate de nuestra ausencia. Diremos, dado los recientes eventos, que iremos a pasar unas noches cerca del lago- dijo Aragorn, las ideas iban surgiendo en su mente, trazando un plan.
-Eso seria maravilloso Estel, gracias melda- contesto Legolas dándole un beso ¿Cuándo partimos?-
-Esta misma noche. Debo asegurar unas cosas primero. Espérame en los establos- Y con otro beso Estel se despido apresurado.
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Establos.
-Así que nuestro querido hermanito y tu van de paseo- escucho Legolas a sus espaldas mientras acicalaba a su caballo.
-¡Elrohir, Elladan, que agradable sorpresa!- respondió Legolas al ver a los gemelos.
-Apuesto a que pasaran toda la noche contando viejas historias- comento inocentemente Elladan acercándose un poco mas, seguido de cerca por su hermano.
-Tomándose la mano como dulces enamorados- mofo Elrohir.
Legolas decidió ignorarlos por el momento, ya habría tiempo de ajustarle las cuentas a esos dos. Con lo que no contaba el Príncipe, fue con cuatro brazos que lo sujetaban, tirándolo en la suave paja.
-No sentimos un poco…- susurro Elladan a una puntiaguda oreja
-Ofendidos- termino Elrohir, del lado contrario.
-Hemos buscado un momento de privacidad contigo desde tu llegada…-
-Pero parece que nos esquivas cada vez, solo tienes ojos para Estel…
-Siento mucho haberos ofendido- exclamo indignado Legolas, tratando de liberar su muñecas- pero creo que ahora quedamos a mano-
-¿A mano¿Por tumbarte en la paja?-
-Creo que necesitaras más que eso para salvar esta ofensa- termino Elrohir mientras ya buscaba con su boca los otros labios, y Elladan empezaba a desatar la suave túnica de Legolas.
-¡No!- exclamo firmemente Legolas forcejeando nuevamente.
-¿Qué demonios creen que están haciendo!- rugió Aragorn, en esos momentos entrando a los establos.
-Jugando una broma con Legolas…-
-…Estel, no te enfades, es solo un juego- exclamaron los gemelos sorprendidos, levantándose de la paja rápidamente.
-A mi no me parecía solo un juego- contesto Estel, mientras se abría paso entre sus hermanos, para tenderle una mano al rubio elfo olvidado en la paja.
-Sabed esto- dijo Aragorn, con un ruborizado Legolas a su lado –Que mi Ada y el Rey Thranduil han consentido en mi cortejo para con el Príncipe Legolas-
Dos exclamaciones de asombro.
-Así que os agradecería, mostraran su respeto a esta decisión –
-Lo sentimos mucho Estel…-
-… no lo sabíamos-
-Estoy seguro que si- respondió Aragorn, no se dejaría engañar por sus hermanos, los conocía bastante bien.
-Bueno, ahora nos despedimos, Ada nos ha dado permiso de acampar cerca del Lago- dijo Aragorn a modo de despedida para sus hermanos, preparando sus caballos.
Elladan y Elrohir, avergonzados, no les quedo otro remedio que pedir disculpas otra vez y despedirse.
-Ya tendremos otra oportunidad Ro- comento despreocupadamente Elladan, aunque un poco frustrado.
-Estoy seguro que así será El- contesto Elrohir con una sutil sonrisa.
Lothlórien
Idrial no había tenido en cuenta las fuerzas de sus sentimientos cuando enfrento a Thranduil. La debilidad en sus piernas, la angustia en su corazón…
-Tráela a casa Idrial, por favor. Debes hacerlo- volvió a rogar Thranduil.
-No puedo- respondió Idrial
-¿Qué quieres decir?-
-No lo haré mientras Legolas siga ahí. Aranel estaría en peligro, y no estoy dispuesta a correr mas riesgos, Te he dicho lo que pienso –lo que se- pero no quieres creerme-
-¿Cómo quieres que te crea?- vocifero Thranduil - ¿Quién puede creer algo así, ni el Espejo de Galadriel ha mostrado algo, no te ha creído-
-¡No es que no me crea, es que no puedo comprobar nada ante ella!- grito a su vez Idrial- Es la verdad, por fantástica que parezca, es la verdad- suspiro Idrial.
-No Idrial, no lo es. No puedes hablar así, es una locura-
-¿Piensas que estoy loca?- dijo Idrial en tono adolorido.
-Claro que no- respondió rápidamente Thranduil- pero tendrías que…-
-¿Qué¿Qué crees que debo hacer?-
-Necesitas ayuda. Habla con Galadriel y Elrond el tiempo que desees-
-¡Estoy hablando contigo!- volvió a gritas exasperada Idrial, llena de amargura- Ya lo intente antes, pero no me escuchaste…-
-Estoy seguro que Galadriel puede ayudarte, tomate todo el tiempo…-
-Me voy, si eso es todo lo que tienes que decir, no tiene caso- interrumpió Idrial, levantándose para salir del salón.
-¡Espera¿Tienes idea de lo que me estas haciendo¿no te importa?-
-Lo se- contesto Idrial- pero esta en juego la vida de Aranel-
-¡Tienes que devolvérmela!- bramo Thranduil exasperado- sabes que puedo llevármela de todos modos, pero quiero que seas tu la que abras los ojos a esta locura-
-Lo haré… cuando aceptes que Legolas se vaya-
-Ya lo hemos discutido…-
-¡No me interesa lo que tú hayas dicho antes, ahora te digo que no te devolveré a Aranel hasta que Legolas se haya ido, solo entonces…-
-¡Por los Valar¿Cómo puedes se tan cruel? No pienses en mi¡Piensa en lo que le haces a Aranel!-
-Es lo que hago, la estoy protegiendo. No creas que me agrada- respondió Idrial con más calma- ahora esta a salvo. Y lo seguirá estando mientras se quede conmigo-
-¡También es mi hija!- dijo Thranduil, el tono de su voz iba en aumento.
-Si Thranduil, y también lo eran Golasgil y Belthil – con el recuerdo de sus hijos, Idrial grito furiosa- ¡Deshazte de el¡es un moustro¡Tenemos que deshacernos de el!-
Thranduil quedo en silencio.
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-¿Los has visto?- pregunto Aragorn en un susurro.
-Si melda, parece que están bien. No he visto a Aranel, pero he hablado con una de sus doncellas, al parecer ella cree que esta de visita-
-¡Vaya¿Entonces tu hermana no sabe la verdad?- pregunto consternado Aragorn
-Ha eso ha venido mi Ada, confió en el y ahora estoy mas tranquilo- contesto Legolas con una hermosa sonrisa.
-Bien- respondió Aragorn, contento que su elfo volvía a brillar como antes- porque debemos partir, acamparemos esta noche en los bordes de Lórien, partiremos por la mañana a Rivendell, con suerte, nadie no ha echado de menos-
Legolas solo asintió con la cabeza. Volteando una ultima vez para contemplar los solemnes árboles de Lórien. Una sonrisa cruzo sus labios.
