¡Hola a todos! Éste es mi primer fan-fic, no solo de Yami no Matsuei sino de todos. Nunca antes había hecho algo así y espero vuestra piedad y vuestros reviews… quizás sea demasiado pretenciosa estrenándome con un fic tan largo… en realidad ya lo tengo escrito y son unos 5 capítulos, los iré subiendo cuando tenga unas cuantas reviews y si éstas son positivas (no os voy a fastidiar subiendo cosas que no gustan), así que ya sabéis: si lo leéis y os gusta (y si no también), dadme vuestra opinión sincera y así podréis conocer el final… por cierto, perdonad por el título cursi, no se me ocurría nada…

Atención: Este fic se desarrolla unos añitos después de la saga el Trino del Diablo. No sé exactamente cual es la cronología establecida, ni el tiempo que pasa entre saga y saga… así que simplemente imaginaros que pasaron unos años desde entonces…

Disclaimers: Los personajes (perdonadme si parecen un poco alejados de su caracterización) y el contexto de la historia no son de mi propiedad. Son de Yoko Matsushita, loada sea (Mydri se inclina)

Ángeles de muerte y música

Tengo hambre...

Cállate, Tsuzuki.

Caía la tarde y empezaba a hacer frío: estaba terminando el invierno y, aunque durante el día ya hacía calor, el sol se lo llevaba consigo tan pronto como rozaba la línea del horizonte. Era un atardecer normal en la ciudad, la gente paseaba inmersa en sus tareas, ignorando que dos shinigamis caminaban entre ellos.

Mira Hisoka...- Asato Tsuzuki señaló a un pequeño establecimiento en la calle de enfrente- es una pastelería... ¡déjame parar un momento!

¡Ni hablar!- Hisoka Kurosaki cogió de la mano a su compañero, como si fuese una mamá antes de cruzar la carretera con su niño de 5 años- comprarás la tienda entera y no nos quedará dinero para el hotel.

Tatsumi ha sido muy rácano esta vez... cada día recorta más el presupuesto para las misiones- Tsuzuki hizo una mueca mientras su estómago crujía con hambre. Le gustaba Tatsumi, pero era tan estricto que a veces desesperaba.

Hisoka le soltó la mano de un tirón, se puso frente a él y se erizó como un gato, dispuesto al ataque.

¡SI WATARI Y TÚ NO HUBIESEIS DESTROZADO MEDIA OFICINA CON AQUEL ESTÚPIDO EXPERIMENTO, TATSUMI NO TE HABRÍA RECORTADO EL SUELDO Y AHORA NO TENDRÍAMOS QUE CONFORMARNOS CON UN HOTELUCHO DE MALA MUERTE!- los gritos del joven shinigami fueron tan altos que la gente que paseaba a su alrededor se les quedó mirando.

Ante los berridos de Hisoka, Tsuzuki se encogió y su labio inferior empezó a temblar mientras se ponía en forma chibi.

Lo siento...

El muchacho rubio chasqueó la lengua.

Anda, sigamos.- se sacó de la cazadora una foto del tamaño de la palma de su mano.

¿Qué es eso?

Una foto de Kenichi Sakurazawa.- contestó Hisoka simplemente.

Ah...- Tsuzuki asintió, totalmente en blanco.

¿Qué pasa?

Y... ¿quién es Kenichi Sakurazawa?

Tsuzuki... no me fastidies...

Hisoka se había puesto rojo de furia. Sus manos empezaron a temblar y se mordió el labio, conteniendo las ganas de...

¿Es tu novio?- inquirió Tsuzuki, obviamente malinterpretando el sonrojo de su compañero.

Asato sintió más que vio cómo la mano de Hisoka volaba hasta su nuca y le dislocaba las vértebras.

¡ES… LA MADRE QUE TE TRAJO AL MUNDO!- el muchacho tomó aire y paciencia y empezó a refrescarle la memoria a su compañero (que se había quedado con cara de "¿eh¿mi madre? Ahora sí que no entiendo nada…"). Seguramente, pensó Hisoka, el hambre estaba matando sus neuronas (llevaba media hora sin comer, lo cual era un récord para Asato)- Kenichi Sakurazawa es el muchacho cuya alma debemos llevar a juicio. Su nombre apareció en el kikesi hace dos meses pero aún no ha llegado al Más Allá.

¡Ah! Ya recuerdo.- Tsuzuki le robó la foto a su compañero- qué pena... es muy jovencito...

Hisoka contempló la foto y asintió. Se trataba de un chaval de unos 16 años, pelirrojo y con los ojos verdes y chispeantes. Sin saber por qué, en cuanto viera aquella foto, el muchacho había sentido lástima de él. El shinigami había supuesto que era porque sabía lo que era abandonar el mundo tan pronto...

¿Qué sabemos de él?

No mucho. Es de familia acomodada, vive con su abuela desde que hace dos meses sus padres y sus dos hermanas murieron en un accidente de coche. En el Ministerio suponen que él también debería haber muerto allí, pero algo le mantiene atado a este mundo.- Hisoka tomó aire- también sabemos que estudia en el instituto Hakuro y que…

¿Hakuro?- interrumpió Tsuzuki- Me suena ese nombre...

Claro que te suena, tonto.- Hisoka bufó- Es un prestigioso centro donde estudian los jóvenes genios musicales. Es muy conocido.

Ah, debe ser por eso.

Los dos shinigamis doblaron una esquina, solo para que Hisoka chocase de golpe contra un hombre joven. El chico en cuestión debía ir corriendo a toda pastilla, porque el encontronazo fue brutal: Hisoka perdió el equilibrio y se desplomó al suelo, con el cuerpo del otro encima. La foto de Kenichi y una bolsa que llevaba el otro salieron volando por los aires.

¡Qué daño!- Hisoka se frotó la nuca.

Lo... lo siento...

No pasa nada...

El shinigami abrió los ojos y, por un momento, creyó que se había caído bajo un espejo. Su voz se ahogó en el fondo de su garganta mientras sus propios ojos lo miraban desde arriba, abiertos como platos, aunque el rostro que los enmarcaba era bastante distinto, más afilado y pulido.

Hisoka...- murmuró el dueño de aquellos ojos, incrédulo. Pronto su expresión se deshizo en una sonrisa alegre mientras se levantaba y ayudaba al shinigami a incorporarse- Eres Hisoka Kurosaki¿verdad?

Tsuzuki había estado recogiendo la bolsa y la foto caídas. Pronto las volvió a dejar caer cuando vio a los dos chicos, uno enfrente del otro. El shinigami de ojos violetas lo reconoció enseguida.

¡Hijiriiii!- Tsuzuki saltó sobre el muchacho (más bien fue un placaje) y lo abrazó.- ¡Cuánto tiempo!

Continuará…

Comentarios: ¡Bueno, ya está¡Lo he empezado! Este capítulo es bastante soso, pero intentaré que los demás sean más llevaderos… jujuju… e intentaré meter algo de shonen-ai… por cierto… ¿os he dicho que ADORO a Hijiri? Me da pena tener que mostrarlo de mayor en este fic, me gustaría que lo vieseis siempre igual de jovencito que Hisoka… en fin, intentaré sacar provecho de eso…