La Memoria Del Corazón
Cap. 10
Intrigas y peligros
-Potter se la ah llevado Señor-
-¿cómo permites eso Malfoy, me has fallado, no se puede confiar nada en ustedes, no pueden hacer nada- exclamó altaneramente Voldemort.
-Yo yo lo...-
-Tu nada, tendré que hacer las cosas, por mi propia cuenta. – murmuró por lo bajo – Ahora Malfoy fuera de mi vista, ve a ayudar a Bella y quiero que me digas, ¿a dónde las llevo?-
-Al Hotel, mi señor- dijo temeroso, por haber fallado a su maestro. Dirigió su mirada hacia el frente.
-Y que esperas..Largo!-
Malfoy, volvió hacia lo que algún día considero su familia.
-Mi familia, soy estupido, yo no me pude haber enamorado, no.- Draco Malfoy con problemas amorosos, sin darse cuenta de cómo iba, y de lo que la servidumbre de su casa le dijese o mirara, se dirigió hacia lo que alguna vez fue una habitación matrimonial, estaba seguro que Potter se saldría una vez mas con la suya, siempre ganaba. Su reflejo en el espejo del tocador, le decía que debería luchar esta vez, Atenea, se enamoro de Atenea o de la sangre sucia. Sus manos tomaron el cepillo, que tantas veces habían sido el refugio de los cabellos de su "esposa" que el tomaba secretamente. – Esta vez, no me ganaras Potter- su ira era muy grande, necesitaba sacarla de ahí o explotaría, aventó el cepillo al espejo, tiro, desgarro, rompió, destrozo y lloro, se desahogo, saco todo, hasta sus propios recuerdos.
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-Te extrañe mucho- le decía Atenea frente al tocador, mientras cepillaba su cabello castaño, fijaba su mirada en su esposo a través del reflejo.
-Yo a ti, Tea – le dijo fríamente, se cubrió con las sabanas de la cama.
-Pues no lo parece- le dijo acercándose a la cama - Porque siempre me esquivas, no me gusta que te vallas y nos dejes aquí, Liz te necesita, yo te necesito – se recostó a un lado de Draco y lo miro fijamente.
-Lo siento, prometo estar mas tiempo con ustedes – capturo sus labios en un pequeño y dulce beso.
-Siempre es lo mismo- le dio la espalada, apago la luz de la lámpara que estaba a su costado y se dispuso a dormir.
-He..Tea yo yo en verdad lo siento- murmuro, mientras le daba pequeños besos en el hombro, lentamente Atenea, volvió su mirada y se besaron apasionadamente...
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-Liz ya te tomo mucho cariño- comentaba, mientras Harry fijaba su mirada, en la niña que dormía en el asiento trasero.
-Y yo a ella – pensó – Tea, puedo preguntarte algo.
-Claro –
-¿Por qué le pusiste Elizabeth?- Harry se concentro en el perfil que Tea le daba.
-Bueno, si te soy sincera – sus manos estaban ocupadas en el volante – fue por un sueño – reflexiono por unos minutos – ahora que lo pienso, no creo que fuese un sueño.
-¿Por qué lo dices?
-Bueno, yo solo escuchaba hablar a dos personas, un hombre y una mujer. Ella estaba recitando la gran lista de nombre que tenia, pero había dos que le gustaban, Lily y Elizabeth. – Harry la escuchaba atentamente – Pero, la otra persona, el chico, le decía que Lily no, porque era algo que le recordaría a un familia, algo así, ya no recuerdo bien, entonces, esta chica – Tea movía constantemente las manos – decidió ponerle Liz, y bueno yo también – sonrió.
-¿Ocurre algo Harry? ¿Harry?
-Lo que soñaste, las personas que soñaste fuimos Hermione y yo.
-Es imposible- murmuró
-No, si es posible, porque Tu, tu eres Hermione.
-Eso no puede ser posible-
-¿Por qué no? No recuerdas tu infancia, Atenea Farmer, esta muerta, tienes la apariencia de Hermione, y le pones a tu hija, que misteriosamente tiene el mismo color de mis ojos, Elizabeth, como Hermione y yo habíamos acordado, sin omitir que tienes recuerdos de la vida de mi esposa.
El resto del camino, Atenea no comento nada mas, pensaba todo lo ocurrido, era realmente extraño, ella tenia recuerdos de Hermione, pero algo le decía que no era ella¿o si?
Personas entraban y salían del hotel, algo que levanto el animo a Tea. Estacionaron el carro frente a la entrada, Tea, Harry y la pequeña durmiente Liz en brazos de Harry, se dirigieron a la recepción.
-Buenas noches Claudia.-
-Oh buenas noches Sra Powell, que sorpresa. – saludo cordialmente.
-Si, pienso quedarme esta noche en el hotel, tienes alguna habitación-
-No lo siento, con la conferencia que se va a dar en Berlín, tenemos todo saturado. – comento rápidamente ya que el teléfono empezó a sonar – permítame- Tea asintió.
-Harry, creo que regresare a Casa, todos los hoteles estarán igual – inquirió algo molesta.
-¿Por qué no te quedas en mi habitación? –
-Perdón, no como crees y tu? – la gran cantidad de turistas la estresaban
-Mira, la habitación es grande, puedo quedarme en el sillón, por eso no te preocupes, lo importante es que ustedes estén bien. – Tea parecía meditarlo, Harry sostenía a la niña, le preocupaba su hija, finalmente acepto.
-Solo, por esta noche, estoy segura de que encontraremos una habitación libre para mañana, de acuerdo Harry.- ordeno que su equipaje se llevara a la habitación que alquilaba el huésped Potter.
-Bien. – deseaba que no se desocupara ninguna habitación. Tomaron el ascensor, caminaron por un largo pasillo, hasta llegar a la habitación. Harry dio a Tea la llave, para que ella abriera, ya que la niña en brazos le impedía abrirla.
Tea inserto la llave, y dio paso a Harry. Cerro la puerta.
-Harry, Cariño, te estaba espe...- guardo silencio al ver que no venia solo.
-Que haces aquí Tannia – Harry miraba como Tea la observaba, y cayo en cuenta que su vestimenta, de Tannia, era algo provocativa – No puede ser- pensó. – Tannia por favor has salir de mi habitación.
-Pero, Harry, ni siquiera me vas a preguntar como entre- se acerco seductoramente.
-Harry, de verdad, podemos regresar a casa, no te molestes, y dame a Liz. – Harry dirigió su mirada a la de Tea, algo opaca, diría que hasta triste.
-NO, la única que se tiene que ir de aquí es Tannia. Así que por favor.- Harry llevo la niña hacia el sillón, y la deposito delicadamente, extendió ahora sus manos libres hacia la puerta.
-Harry, cariño yo yo..
-Arreglaremos las cosas, con Tea de testigo ¿de acuerdo? – suspiro – En primera, Tannia yo no te amo, ese beso fue un error – Tea lo miro sorprendido – Yo no te di alas para que pensaras que yo quería algo serio contigo, en verdad lo siento. En segundo, sabes que a la persona que realmente amo es Hermione y ni tu ni nadie lo podrá cambiar. – Tea se sintió dolida, Tannia empezó a llorar, y salio corriendo sin antes amenazarlo.
Suspiro de nuevo – Yo siento que hayas presenciado eso pero lo que oc..
-No tienes que explicarme nada – fue lo ultimo que se comento en ese día.
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Caminaba por una gran y alumbrada avenida, solitaria por ser altas horas de la madrugada, solo había tomado un abrigo después de salir de la habitación de Harry. Lloraba amargamente, como fue tan estupida, para no fijarse que Harry no la amaba, realmente pensaba que la gente no es tan inteligente como ellos creen, una prueba, ella misma. No sabia exactamente de donde había sacado esa idea de que Harry quería lago serio con ella, pero ese beso, alimento un sueño, el sueño que empezó el día que la conoció.
Su destino era, olvidar, olvidar caminando, pedida en sus pensamientos, pudo sentir que un frió la asechaba, y rápidamente las luces de la avenida se apagaron.
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-Mi señor, ya la tenemos – exclamó Bellatrix con una sonrisa en su rostro.
-Muy bien Bella, realmente excelente –
-Solo nos falta la sangre sucia y su hija –
-De eso, mi querida Bella, me encargare personalmente. – Las risas inundaron el tenebroso lugar.
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Las tardes en la Cuidad de Berlín, mostraban una preciosa y estupenda puesta de sol, desde la habitación del señor Potter. Harry había salido por todo el día, no dijo a donde iba, cuando Atenea se lo pregunto.
"Asuntos de trabajo" – en cierta forma le molesto que no confiara en ella, llego hasta pensar que los asuntos no eran de trabajo, si no de Tannia. Y era verdad.
Estar encerrada sin hacer nada la frustraba, Liz se divertía frente al televisor, ¿cómo despejar mi mente? Trabajando. –Claro- pensó, solo iría por su computadota portátil, unos papeles y estaría de vuelta en menos de una hora, Harry no se enteraría. Descolgó el teléfono que estaba a un costado de la cama, y llamo a recepción para pedir que su automóvil estuviera listo.
-A donde vamos ma? – pregunto Liz, mientras Atenea la vestía. – Vamos a ver a papá Harry. – Tea la miro sorprendida.
-Harry no es tu papá.
-Si que lo es, a ti te gusta, tu le gustas, se han besado, los eh visto, eso hacen los papas, y tu ya no haces eso con papá Andlew. – Chica lista, piensa Tea. Evitando el comentario de "como su papa" porque ni ella misma sabia quien era.
-Te molesta eso Liz?
-No, cleo, yo quedo mucho a Harry.
-Bien lista, vamonos. – tomo su bolso y salieron.
Cuando llegaron a su casa, sin ningún inconveniente en el trayecto, se apresuro a recoger los papeles que tenia pendientes, nerviosa por el comentario que el mayordomo había mencionado " El Sr Andrew, la estaba buscando ayer, parecía molesto" Se dio cuenta que estaba cometiendo un error al haber ido.
La noche cayo, Liz, estaba en el asiento trasero, sentada dormida, esa niña duerme mucho, piensa cuando la ve por el retrovisor. Un frió la invade, no evita que los escalofríos lleguen a su cuerpo y él esta ahí. Dentro, sentado a un costado.
Intento frenar cuando se dio cuenta que una persona tan pálida y delgada, vestida con una capa negra, estaba a su lado, pero los frenos no funcionaban.
-¿quién es usted? –
-Oh cielos, donde están mis modales, son el afamado Voldemort, y no necesito que se presente, la conozco perfectamente. – su fría y característica sonrisa se hizo presente.
-Déjeme en paz, que es lo que quiere- intentaba controlar la velocidad del auto, pero no podía.
-Es simple, necesito que vengan conmigo.- dijo señalando a la niña, Tea lo comprendió, la niña no estaba durmiendo...
-NO, que le hizo! –
-Mantenga la vista hacia el frente, si no quiere que suframos un accidente fatal.- Voldemort, hizo un movimiento extraño con su pálida y delgada mano, y desapareció. Regreso su mirada al camino que transitaba, muy tarde.
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-¿Dónde esta Atenea? – cuestionaba un Harry preocupad a Claudia.
-Dijo que iría a su casa, por unos papeles y que regresaría pronto – Harry se llevo las manos hacia su rostro, corrió hacia un lugar apartado, desapareció y apareció en la casa de los Powell.
No esta su auto – pensó lo peor.
-Busco a la señora Powell – le respondió al mayordomo cuando le abrieron la puerta.
-Ella, se acaba de marchar.- Harry volvió a correr, salio hacia la amplia avenida. No podía volver a perderla, no, estaba seguro que no lo soportaría.
Detuvo a un automóvil que pasaba en esos momentos, con algo de magia persuadió al muggle para que le diera el auto. Manejaba a una gran velocidad, la cicatriz comenzó a quemarle, y se detuvo al ver que parte de la protección de la carretera estaba destruida. Bajo del automóvil, y vio el accidente. Un auto, se había estrellado en un árbol.
Se acerco lo mas rápido que pudo.
-Hermione! Atenea! Elizabeth! – no respondían, manchas de sangre en el interior, cristales esparcidos por todas partes, pero no había nadie en el interior.
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' Mátenme! Piedad! Bueno, gracias por sus lindos comentarios...:
Jildael Minraelistis: Recuerda que después de cada golpe duro de la vida, hay una recompenza, que sin duda harry tendra. Gracias por tus comentarios y trato de sobrepasar esa etapa en la que estas '.
Potter5: Ho0ola, bueno, creo que el malo sera Voldemort, eh aquí algo por lo que Malfoy es bueno, el amor, lo va hacer cambiar, aun que deb... mejor sigue leyendo XD no puedo adelantar nada, y si soy mala muajaja.
Pipu-Radcliffe: Ho0ola, bueno, sorpresa, tras sorpresa, el fic es raro, porque lo escribo, yo escribo raro...jajaja, gracias por tu comentario. '
EmmaRiddle: Si, lo se es corto, pero mi cerebro no da mas..jaja, espero que este que esta mas largo sea de tu agrado. Gracias '
Ireneginnypotter: Gracias por tu cometario, y espero que la sigas.
Femmy Gracias, y bueno, no tarde tanto o si? '
Arissita: Ehh, jeje esa Aio, pasando links, aquí un cap con mas intrigas que nada, dramatismo XD, y espero sea de tu gusto, gracias por seguir este fic. '
Bueno, espero sus criticas, y sus maldiciones porque estoy segura que morire.., el siguiente cap, tratare de hacerlo en fin de semana, ya que el lunes regreso a clases uu. Cuidense y dejen Review!