Capítulo 6:

El corazón de Hijiri Minase estaba desgarrado en dos.

Un ángel de la muerte a su izquierda.

Un ángel de la música a su derecha.

Y la maldita balanza no se daba inclinado hacia ningún lado.

Aquellos pensamientos hacían que le doliese el pecho. ¿En serio se podía amar a dos personas, o simplemente estaba confundiéndose a sí mismo? Aunque el agua que caía de la ducha lamía su piel desnuda, eso no hacía que la sensación de suciedad se fuera… y la culpabilidad. Sabía que él contaba con el cariño de los dos, incluso podía ser que con algo más, y quizás disfrutaba sintiéndose objeto de deseo. Lo único que tenía claro era que no podía seguir así, o se volvería loco. Tenía que jugarse el todo por el todo, quizás así su corazón se decidiese... bueno, de todas maneras, solo había una manera de comprobarlo.


·-¡Por supuesto que podéis quedaros todo el tiempo que queráis!- le dijo Hijiri con una sonrisa- ya os he dicho que me encanta teneros en casa: vivir solo es un auténtico aburrimiento.

Tsuzuki suspiró aliviado en el recibidor de la casa de Minase. Se había pasado veinte minutos con el dedo a dos milímetros del timbre, preguntándose si llamar o no. Una cosa era que Hijiri les invitase, y otra muy distinta llamar y preguntar si se podían quedar. Su descaro tenía ciertos límites (, los tenía) que no quería sobrepasar...

La luna creciente había salido hacía poco. Tras acordar la fecha de su muerte, Kenichi les había suplicado que no le contaran nada a Hijiri. Era algo que ya tenían previsto, y tampoco les costaba nada cumplir la voluntad del muchacho. Sin embargo, Tsuzuki no podía evitar sentir pena por los dos...

·-Oye¿y dónde está Hisoka?- comentó Hijiri. Parecía que acababa de ducharse, porque su pelo aún estaba húmedo y su piel desprendía un suave y agradable olor a jabón.- has venido tú solo...

·-Me dijo que iba a dar un paseo.- Tsuzuki se encogió de hombros con aire desamparado. No le apetecía pensar en Hisoka ahora, porque le deprimía.- viene un poquito más tarde.

Hijiri lo miró de arriba abajo, en silencio.

·-Sigues preocupado por él¿verdad?- preguntó con delicadeza, ladeando la cabeza.

Tsuzuki se pasó una mano por el pelo y suspiró, cansado.

·-Supongo que un poco.- admitió el shinigami.- ya sé que Hisoka prefiere guardarse esas cosas para sí mismo, pero no puedo evitarlo...

Entonces, Hijiri hizo algo increíble. Sus manos temblaron durante un segundo y luego, lentamente, sin quitar la vista del suelo, se desplomó sobre Tsuzuki y lo rodeó con sus brazos. El shinigami pudo notar el olor a champú en sus cabellos, firmemente apretados contra él. Aquel movimiento le tomó por sorpresa y se reclinó sobre la puerta que tenía detrás.

·-¿Qué?- masculló, casi sin aliento.

·-Odio verte así.- la voz del violinista estaba prácticamente rota. Hablaba de carrerilla, como si se hubiese guardado aquellas palabras durante muchísimo tiempo- preocupado y angustiado... ¡a él no le importa eso! Si le importaras, tendría en cuenta tus sentimientos y no permitiría que estuvieses así... y también odio que pierdas el tiempo pensando en él, porque nunca te corresponderá... no te merece… y sin embargo yo...

·-Hijiri...

El joven lo apretó con toda su fuerza, tanta que sus brazos empezaron a temblar.

·-Yo nunca permitiría que estuvieses triste... a mí me importas porque...- Hijiri vaciló y rió amargamente- pensaba que ya lo había superado cuando te fuiste hace años, pero me estaba engañando a mí mismo. En realidad aún me tienes hechizado... - el violinista levantó la cabeza y miró a Tsuzuki a los ojos- aún te sigo amando.

Aquellos ojos, verdes y brillantes como las esmeraldas más exquisitas... seguían siendo los de un niño de 16 años que ama por primera vez en su vida.

Seguían siendo iguales a los de Hisoka.

Bueno, no exactamente iguales...

·-Hijiri -Tsuzuki sostuvo la barbilla del otro con las manos, y mirándole a los ojos le dedicó una sonrisa tierna y compasiva.- yo te quiero. Mucho más de lo que te imaginas. Ya te lo he dicho, significas mucho para mí. Durante todos estos años que hemos estado separados, te he llevado en un rincón de mi corazón, y puedes dar por seguro que una parte de mí siempre estará pensando en ti.

·-Entonces...

Asato puso un dedo sobre los labios de Hijiri, para acallar su vocecita, y siguió hablando. Si dejaba que Hijiri le interrumpiese ahora, no podría volver a reunir el valor suficiente para explicarle aquello.

·-Pero hay una persona a la que necesito mucho más... y que me necesita mucho más.- le explicó con una dulzura triste, mientras tomaba los brazos del joven y los separaba lentamente de su cuerpo.- y tú también tienes a alguien que necesita que estés a su lado más que nada en este mundo.

El labio inferior de Hijiri empezó a temblar y su mirada cayó al suelo. Tsuzuki casi pudo oír el chasquido de su alma al resquebrajarse, aunque su rostro no expresó nada más que un aturdimiento angustiado. El propio corazón del shinigami también estaba dolorido... odiaba demasiado hacerle daño a alguien a quien amaba tanto... pero sabía que, si no le contaba la verdad, terminaría hiriéndolo más profundamente. Una diminuta parte de él deseaba estar siempre a su lado y hacerle feliz, pero sabía que eso era imposible.

·-No estoy seguro de que Kenichi me necesite...- susurró Hijiri, en voz demasiado baja. Casi parecía que pensaba en voz alta, sus labios se movían muy poco. Alzó la vista para mirar al shinigami, y ahora gritó desesperadamente- Tsuzuki¿es que no lo entiendes¡Tengo miedo! No sé lo que está pasando entre Kenichi y yo... él no debería obsesionarse conmigo, debería romper con todo lo de su vida pasada y empezar de cero, y yo temo que al estar junto a mí no pueda evitar recordar y... también me aterra que esté confundido sobre sus sentimientos. Es demasiado joven para saber lo que pasa en su interior, quizá cree que es amor cuando en el fondo solo quiera usarme para lamerse las heridas... y tengo miedo de hacerle daño... o de hacerme daño a mí.

Esta vez fue Tsuzuki el que lo acunó entre sus brazos y le acarició suavemente los cabellos húmedos.

·-No te martirices.- le aconsejó- Tú mismo dijiste que no era bueno. Limítate a obedecer a tu corazón mientras puedas, o quizá luego te arrepientas.

Se quedaron un ratito así, escuchando el silencio solo roto por el tic-tac del reloj y algún suspiro entrecortado de Hijiri. Tsuzuki le rascaba la cabeza y le susurraba en voz baja para consolarle, y al rato pudo notar como Hijiri esbozaba una sonrisa débil.

·-Gracias... gracias por escucharme. Ya estoy mejor.- el violinista cerró los ojos y suspiró, ensoñador- eres un hombre maravilloso, fuerte y amable. Me hubiese gustado tanto ser alguien especial para ti...

·-Y lo eres.- Tsuzuki le besó en la frente- Pero recuerda que te mereces a alguien mejor que yo.

Una risita se desprendió de los labios de Hijiri.

·-Eso es imposible, tontaina...


Tu amabilidad duele¿sabías?

Porque aunque me sostienes entre tus brazos, me acaricias, me miras, me sonríes, me dices que me quieres… todo eso sigue sin significar nada más que una piedad hueca, y no la quiero. Aunque creo que será mejor para todos que aprenda a conformarme con eso.

Eres tan dulce… me resultaría más fácil si fueses una persona fría.

De todas maneras te lo agradezco, porque creo que la balanza empieza a inclinarse.


·-¡Hola!

El shinigami se dio media vuelta para mirar a su compañero. Su respiración se hacía vaho nada más abandonar sus labios y el viento mecía su pelo rubio con suavidad. Tsuzuki fue hasta él y le dio una palmadita en la espalda. Hisoka estaba apoyado contra la barandilla del parque, mirando su reflejo tembloroso en el estanque. Sobre ellos brillaba la luna.

·-O sea que estabas aquí...- dijo el mayor, feliz por haberlo encontrado- ¿te has fijado en la hora que es?

Hisoka miró el reloj sin muchos ánimos, sus ojos se abrieron un poco al percatarse de la posición de las agujas.

·-Ah, vaya...- gruñó- estaba en mis cosas y me olvidé de la hora...

·-Vamos, volvamos ya... Hijiri estará preguntándose dónde nos hemos metido.

·-Sí.

Te voy a contar un secreto, Hisoka.

A veces, cuando es de noche y todos os habéis ido, yo me quedo solo, tumbado sobre la cama de mi cuarto, no puedo dormir, y me asaltan los recuerdos. Entonces, en esas noches en vela, me asfixio en la oscuridad de mi pasado, y desearía estar muerto de verdad. Ya sabes a lo que me refiero... desaparecer y descansar en paz. Muchas veces me siento tentado de terminar con todo...

Pero entonces me acuerdo de ti, y de tus ojos preciosos, y pienso que ya queda poco para que amanezca, sea de nuevo hora de volver a la oficina y pueda verte otra vez, con tu adorable carita de sueño, enfurruñado porque te cuesta madrugar, y me saludes con un gruñidito, resplandeciendo como siempre...

...Porque resplandeces¿sabes? Hay personas que poseen un brillo especial en la mirada, algo mágico que los demás no tenemos... son personas únicas y especiales, maravillosas. Solo he conocido a dos así durante toda mi larga y patética existencia, y una de ellas eres tú.

Cuando no puedo dormir y deseo acabar con mi vida, pienso en ti, y ya me siento mejor.

Es raro¿no?

Continuará...

Comentarios: Uagh! Cada vez hago los capítulos más grandes, espero que no os canséis de leer... tenía muchas ganas de escribir todo esto (casi me da la sensación de que el resto del fic es una excusa para poner esto) la parte entre Tsuzuki e Hijiri me dejó algo descolocada, esto me está saliendo más dramático de lo que tenía pensado. Y el monólogo final de Tsuzuki... hmmm dudaba en dejarlo hasta el próximo episodio, pero finalmente lo he puesto en este, a ver qué os parece. Se acerca el final, jujuju... supongo que el próximo capítulo será el último, o quizá queden dos como máximo, no me queda cuerda para más y tengo un montón de nuevas ideas correteando por mi cabecita loca. Y cada vez hago los comentarios más largos, pronto ocuparán más que el propio fic :S

Senko-Kun: ¡Espero que este capítulo te guste, lo he hecho pensando en tí, ya ves que Tsuzuki es el protagonista absoluto o! Es que como yo congenio mejor con Hisoka, a veces me olvido un poquitín de este adorable bombón. No importa, uno para tí, y otro para mí ;) A ver si te sube la moral y puedes seguir con tu fic de YnM !

Aliena-Wolf: últimamente el servidor está tonto y falla más que una escopeta de feria, a mí también me comió varias reviews :S , pero no importa, gracias por tomarte la molestia de reescribirla, y por tu precioso comentario (-o-) en mi otro one-shot, me alabas en exceso ju ju ju. Lo de Hijiri ya lo ves en este capítulo, es un poco raro, no sabe decidirse… sé que ha resultado bastante irreal, debería currármelo más porque no hace honor al personaje ni a las expectativas causadas… ¿realmente se pueden querer a dos personas¡Con lo agotador que resulta amar a una sola, espero que no!