La Memoria Del Corazón
Cap. 11
El Final de Todo.
Sus ojos pesaban mas que ninguna otra vez, todo a su alrededor estaba borroso, apenas y lograba observar los pequeños destellos de luz, que había en la pequeña, obscura y fría habitación donde se encontraba. Trato de moverse, pero se percato de que sus manos y sus tobillos estaban atados mágicamente. Entonces recordó, había sido atacada por "Hermione" y por Malfoy, no pudo defenderse y cayó en manos de sus plagiarios. Ahora, no sabia donde se encontraba, su mirada negra se dirigía por todo el lugar en busca de ayuda, pero inútilmente.
Escuchó ruidos tras la puerta, personas movilizándose, pudo distinguir entre tantas palabras "Las tenemos" "Feliz nuestro señor" "Potter caerá". El ritmo de su corazón aumento, al parecer habían tomado rehenes a mas personas, una táctica, una trampa para Harry.
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Un dolor en la cabeza la atormentaba, su ultimo recuerdo, un accidente, y ahora en un lugar que nunca imaginó y que nunca soñó. Se encontraba tumbada en el frió piso, manchada de sangre, sola.
-Elizabeth- lloro, buscada con su mirada castaña a aquel lindo ser que le dio hermosos días en su vida, sonrisas, miradas, alegrías, amor, compresión, todo. Por su mente cruzo la idea de que Elizabeth no hubiese sobrevivido al accidente.
-Si esta muerta es por mi culpa- se reprimió. Lentamente se sentó y abrazo sus rodillas – Harry, Harry- susurraba entre los sollozos de impotencia.
Un ruido proveniente de lo que parecía la puerta de la habitación la exaltó, la luz penetro al lugar. Un semblante alto, delgado apareció, su corazón se contuvo. Suspiro hondamente, él que pensó era una excelente persona, amigo, confidente, padre y esposo estaba presente frente a ella. Su mirada gris y castaña se fusionaron.
-Eres un cretino!- grita Atenea poniéndose en pie.
-Yo..yo tienes que entender que..-
-YO no tengo que entender nada Andrew – reflexiono por unos segundos – perdón, Draco Malfoy, porque ese es tu verdadero nombre, no puedo creer que yo cayera en tu trampa- Draco se acercaba lentamente.
-Se que tienes que reprocharme muchas cosas Tea, pero yo, yo nunca te mentí con respecto a mis sentimientos.- estaban lo suficientemente juntos como para contar las lagrimas que caían de los ojos de Tea.- Yo me enamore de ti. – le confeso.
-Oh si claro, te enamoraste de mi, pero se te olvida un detalle Draco- resalta mas su nombre- porque lo hiciste, ahora que lo pienso...Tu eras la persona que secuestro a Hermione, tu, todo es tu culpa, todo es culpa de Voldemort, entiende te enamoraste de mi por ordenes de tu señor. – Draco quería interrumpirla – No puedo creer que YO estuve enamorada de ti.
-Tea discúlpame, yo te amo, amo a Liz como mi hija, que es...-
-¿Cómo? – sus ojos delataban la sorpresa - ¿Liz no es tu hija? – Draco parecía meditar sus palabras – Contesta! ¿Dónde esta?
-Ella esta bien . – se limito.
-Contesta! – le volvió a reclamar
-No, no lo es pe... – se vio interrumpido.
-Estas diciendo que yo..yo soy..Hermione..
Draco se limito a no responder, y a darse cuenta que la familia que, por única vez había formado, se desborono en unos minutos, y de esto estaba seguro, no abría una segunda oportunidad. Voldemort obteniendo lo suyo, la quitaría del camino.
Por otro lado, Atenea se sentía confundida, Andrew o Draco, si le había hecho sentir algo en su interior, pero en el momento en que cierto chico de ojos verdes se cruzo en su camino, todo cambio. Su mirada la hacia estremecerse, el contacto, el estar cerca de el, era la sensación mas maravillosa que había experimentado, pero sentía que ya había ocurrido con otra persona que ...
Unos finos y delgados labios hicieron contacto, Draco la estaba besando como nunca antes él lo había hecho, ahora si podía asegurar que transmitían amor, que estaba arrepentido, que le perdonara. Pero, para Draco era el final de todo.
-Vamos, mi señor te esta esperando – la tomo por el brazo y la guiaba.
-¿Qué pasara con Liz?
-Ella estará bien, yo la cuidare.
Caminaron por largo pasillos obscuros, cientos de personas la miraban, Draco le apretaba el brazo para que apresurara el paso, se dirigieron a las afueras de lo que era el cuartel de Voldemort. Salieron a un amplio campo, radiado de gruesos árboles.
-Bienvenida, a mi humilde guarida, Atenea. – escucho de una voz que reconoció al instante, ya la había escuchado antes. – ¿Te han tratado bien?
-Eso que importa – soltó con odio en su voz.
-Señor será mejor que nos demos prisa – inquirió una mujer que Tea no había visto, pero se llevo una gran sorpresa al ver que era ella misma. Ahogo un grito.
-Tienes toda la razón, Hermione. Pero necesito a nuestra otra huésped. Crabbe – dijo a uno de los tantos mortifagos que ahora los rodeaba – ve por la señorita Ponnor y la pequeña Elizabeth – una sonrisa fría se trazo en su rostro.
Tras unos minutos, que para Atenea parecieron horas, Tannia llego a rastras con el mortifago sujetándola fuertemente, y su hija, llorando fuertemente en los brazos de otro mortifago, que mantenía su rostro oculto tras una mascara blanca.
-MAMÀ- grito cuando Liz, alcanzo a distinguir a su madre, trato de soltarse de su secuestrador, pero fue inútil. El mortifago lanzo una mirada hacia su señor.
-Déjala abrazar a su madre – le indico. Liz tan rápido toco el suelo, corrió en brazos de Tea.
-¿estas bien cariño? ¿te hicieron daño? – preguntó, la niña negó con movimientos de cabeza. En seguida la protegió con su cuerpo, la colocó detrás de ella. Elizabeth, solo presentaba contusiones, y pequeños raspones, a simple vista nada serio.
-Déjala ir por favor, ella no tiene nada que ver con esto- suplico, Voldemort trazo una sonrisa.
-Si, es lo que iba hacer, Crabbe, llévate a la pequeña sangre sucia. – ordenó.
-No, yo la llevare – se ofreció Draco – yo la cuidare – le susurró a Tea. Voldemort asintió sin ningún problema, por el momento, Tea sabia que su hija no correría riesgo alguno, cierta punzada en su corazón la hacia confiar, en su aun esposo.
-Ahora solo hay que esperar a nuestro otro invitado – Tannia, parecía no tener la suficiente fuerza para pronuncias alguna palabra, pero pensaba sobre la Hermione que estaba junto a Voldemort, encontrar una solución para lo que estaba pasando, tenían dos Hermione, una era la impostora y otra la verdadera, pero si la verdadera fuese la que esta al lado de la persona mas odiada por Harry, o si ambas fueran complemento. Ambas (Tea y Tannia), fueron amarradas a los troncos de los gruesos árboles. Solo les queda esperar lo peor, que Harry llegara a salvarlas, que alguna fuerza extraña les ayudara, que el amor y la valentía triunfaran sobre el mal. – Mientras tanto, mi querida Atenea, podrías tratar de recordar, cual es el misterioso poder de Potter? – la observaba con sus ojos rojizos- Oh, aun sigues sin recuperar la memoria, Hermione.
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Era tal su impresión, que sentía que todo a su alrededor daba vueltas. Llego a sentirse egoísta y pensar..¿Porque a mi? ¿Por qué tuve que ser el niño que vivió? Pero para Harry se le olvidaba un punto importante, después de la tempestad viene la calma, todo sacrificio tenia una recompensa, que deseaba ansiosamente.
El viento surco el ambiente, sus lagrimas cubrían su rostro, una vez mas Voldemort se había salido con la suya, tenia que encontrar la forma de llegar a su escondite, una pista que seguramente encontraría pronto.
Con sumo cuidado, se adentro a explorar el automóvil, sabría que pronto la policía muggle estaría ahí, así que debía darse prisa. Todos los cristales del auto estaban hechos añicos, encontró sangre en el lado del piloto.
-Hermione – suspiro. Siguió su exploración, fijo su vista en la parte trasera del auto, la niña tampoco estaba, pero, aun costado del asiento, encontró el bolso de Hermione, o Tea, eso no importaba ahora, sus dedos temblorosos se dirigían a este objeto, y sintió un fuerte movimiento, un vuelco en el estomago, una mirada turbia y un gran campo.
-Bienvenido, Harry, Bienvenido.
Inmediatamente, se vio rodeado de los mortifagos, no le dio tiempo de protegerse, y fue despojado de su única arma, su varita.
-Harry- escucho su nombre, busco de donde provenía esa familiar voz, y encontró a su bella dueña, atada al árbol, a un costado Tannia. Se preocupo al ver que no estaba Elizabeth.
-Déjalas ir Voldemort, ella no tienen que ver en esto –
-Oh, claro que tienen que ver Harry, bien ya que están todos los presentes – Harry observo una vez mas, pero ahora a los Mortifagos, Malfoy y Bellatrix no estaban, Crabbe, Goyle, los reconoció al instante, los demás tenían las mascaras en sus rostros, y allí, aun costado de su peor enemigo, Hermione. Con una mirada opacada, llena de odio, volvió a confundirse.
- ¿Qué poder escondes Potter? Tendrás que decirme o ella – señaló a Tea – sufrirá, junto con la pequeña.
-Sabes que la respuesta la tenia Hermione, ¿por qué no se lo preguntas? –
-Creo que tenemos a la chica equivocada, Hermione no lo sabe, la que lo sabe es Atenea Powell.
-Pero ella no tiene nada que ver con el mundo mágico – intervino Tannia.
-Tu te callas – ordenó Voldemort.
-¡Crucio! – exclamo Hermione. Tannia ahogo un grito. Los mortifagos sonreían.
-Atenea, tienes que decirme, cual es el poder de Harry – se acerco a la susodicha, tomo su rostro entre sus largos y fríos dedos blancos, Tea forcejeó.
-No la toques! – exclamo Harry.
-Ah, no te gusta que le toque ni siquiera un cabello a tus mujeres ¿cierto? – Ahora, bajo sus manos por el cuerpo de la chica. Atenea empezó a sollozar. Harry corrió a socorrerla, pero fue interceptado por los mortifagos, lo tomaron por los brazos.
-Bien, bien, Atenea, tengo mis tácticas, no quisiste decírmelo por las buenas, ahora serán por las malas –
-Yo no lo se, no se ni que me estas hablando – reclamo.
-Oh querida, si lo sabes, solo tienes que recordar. – Apunto a Harry con su varita, Hermione apunto a Tannia.
-¡Crucio! – gritaron ambos. Harry y Tannia se retorcían del dolor.
-No...No...No... – sollozaba Atenea, cerraba sus ojos, no quería escuchar, no quería estar ahí. – No lo se!
-¡Crucio!
-Tea,.. no..no le di..gas..No ..yo...no imp..
-¡Crucio!
Tannia y Harry tenían la respiración entre cortada, Tannia que se encontraba a un costado de Atenea se veía sumamente afectada. Harry parecía resistir mas.
-Bien, ¿cuál es ese poder?
-No..No lo se – tartamudeo.
-Hermione – la chica asintió – Ve por Draco y Elizabeth.
-NO! – gritaron Harry y Atenea.
Por supuesto, no se hizo lo que ellos quería, Draco, Hermione y Elizabeth ingresaban una vez mas al campo, Draco se coloco a un costado de Harry con la pequeña en brazos. Frente a voldemort y Atenea, mientras que la mortifaga Hermione se colocaba a un lado de su maestro.
-Ya aniquílelo señor, estoy segura que el poder que guarda potter no servirá de nada- inquirió Hermione.
-Aquí, el que da las reglas soy yo. – dirigió una mirada de repulsión a Hermione, ella se comprendió que debía guardar silencio. – Una vez mas Atenea, DIME!
-Le estoy diciendo la verdad – lloraba – no se nada. – pero esa respuesta no valió para Voldemort. Apunto su varita hacia la niña. Y grito...
-Crucio!
Los siguientes segundos en el que rayo de dirigía hacia su hija, cerro completamente los ojos, ahogo un grito. Draco quedo perplejo, nunca se había imaginado la clase de hombre que era su señor oscuro, acabar o dañar con la vida de una niña inocente era demasiado, sus reflejos se vieron opacados por el pensamiento de "no podré salvarla de esta", esperaba que la maldición llegara, dañando e incluso matando a la pequeña y lastimándolo a el, pero no llego. Harry la había protegido con su cuerpo.
Y siguieron siendo torturados, Tannia y Harry, ante los ojos de Tea, y Elizabeth.
-El tiempo se termina mi señor- susurra Hermione a un costado de Voldemort. Como respuesta obtuvo una mirada rojiza.
-Bien, Me arriesgaré - le dio la varita de Harry a Hermione – Entrégasela.
Hermione camino hacia Harry, Tea seguía llorando, Draco mantenía a la niña protegida con sus brazos. Café y Verde se fusionaron, pero esta vez fue distinto.
-Prepárate para morir, Cariño – le dijo cerca de su odio. Volvió su mirada hacia Harry, y lo apunto con su varita.
-Nunca pensaste que te lastimaría, pero estas muy equivocado Cielo, ¡Crucio! – Voldemort sonreía abiertamente, los mortifagos estaban en la expectación.
-Tu..Tu no eres Hermione – dijo Harry jadeando por consecuencia de la maldición.
-Oh cariño, no digas eso, acaso ya no me quieres ¡Expelliarmus! –
-Harry! – grito Atenea. – Ya Hermione, regrésale su varita. – pidió Voldemort. Hermione solo se la aventó.
-Bien Potter, prepárate para tu muerte. – Y empezaron los rayos, maldiciones y luces por todos lados.
Draco corrió con Elizabeth tras los árboles.
-Harry! Cuidado! – gritaba y sollozaba Tea.
Tannia sentía como alguien estaba detrás de ella, pero cual fue su sorpresa al ver a Draco con Elizabeth, tratando de desamarrarla.
-Gracias – dijo masajeándose las muñecas.
-Anda, ve a ayudar a Harry. – le susurro Draco. Mientras el entregaba su varita.
Atenea, se sentía impotente, si ella sabia como ayudar Harry, tenia que encontrar la forma de hacerlo, pero no recordaba nada, los gritos de los presentes la alteraban, ver a Harry peleando su vida con Voldemort la aterraba, alcanzo a Ver a tannia enfrentándose con Hermione... Y su mente se nublo a causa de un terrible dolor. ¡Harry! ¡Harry!
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-Umm No te parece que le faltan decoraciones a las paredes Amor, parecen muy solitarias-
-Lo que tú digas Cielo, vamos y compramos los cuadros que tú quieras- propuso, un feliz, y radiante Harry, que abrazaba a Hermione por atrás mientras daban los últimos detalles a lo cual sería su pequeño, o bien, de pequeño no tenia nada, pero sería su nido de amor.
Giró el cuerpo delgado de Hermione, quedaron frente a frente, verde y ámbar se miraron, se combinaron para dar paso, a construir una pintura de amor. Un beso, ¿Cuánto puede transmitir un beso? Amor, cariño, compresión, tantas cosas maravillosas. Un roce de labios, que parecía tonto, pero a Hermione le gustaba hacer sufrir a su futuro esposo, una sonrisa, pero ahora no podía escapar de esos labios exquisitos.
Harry la tomo de la cintura, atrayéndola, y evitando más roces que Hermione hacia, una pequeña mordida en sus labios, se necesitaban uno no podía vivir sin el otro, se acoplaban perfectamente a todo. Pero del beso pasaron a otra cosa.
-Te gustaría estrenar de una vez nuestra cama?-cuestiona Potter.
-Sr Potter! que insinúa?- responde sorprendida, pero sin quitar la sonrisa pícara que es el encanto de ella hacia Harry. La más bella de las sonrisas.
-Que quiero hacer bebés?
-No me responda con otra pregunta! – mira su reloj- ya se lo que quieres hacer- harry se siente feliz- quieres comer en la habitación! Ya tienes hambre, bien, pues pidamos algunas pizzas.- Harry parece desesperarse, aunque Hermione sea la chica más inteligente, para él parecía que su amor tenia momentos de no saber nada.
-Bueno si..tengo hambre, pero de ti- le responde atrapándola en un abrazo sin dejarla escapar, y subiéndola hacia lo que seria para el la gloria.
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-Harry tengo que decirte algo importante –
-¿Qué pasa Hermione? – Harry se preocupo por el tono de voz que uso su esposa. Ambos sentado en el sillón de su calida casa.
-Yo..yo..talvez y la idea no te guste y te enojes conmigo.- le respondió con tristeza, bajando su rostro.
-Si es tan malo, encontraremos una solución a todo linda – le alzo el mentón delicadamente. – Dime que ocurre-
-Estoy embarazada- soltó sin respirar.
Harry se quedo estático.
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-¡Feliz Cumpleaños mi Hermione!- Harry abrazaba a su delicada chica, mientras la besaba con pasión, deseo y ternura.
-Toma tu regalo, espero que te guste.
-No debías de molestarte amor.
-umm no importa vamos ábrelo.- Tomo la cajita que Harry le ofrecía.
-Oh Harry es hermoso- Hermione lloraba de la emoción. Ambos tomaban haciendo en el sillón mas grande de un departamento.
Como agradecimiento, Hermione lo beso, hasta que sus pulmones resistieron y..
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-¿Quiero que te cases conmigo? Eres mi complemento Hermione, te necesito siempre a mi lado.
Las lagrimas inundaban su rostro, se sentía la mujer mas feliz del mundo, que su corazón explotaría de felicidad, que en un momento cualquier de su futuro, sabia que su corazón seria la memoria de un amor.
-Si! Quiero ser tu esposa.
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-Soy Hermione Granger- sonrió al chico de orbes verdes que tenia enfrente.
-Soy, Harry, Harry Potter- extendió su mana para estrecharla a una calida y suave.
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Harry?- dijo Hermione
Hermione, ¿Dónde estas?- preguntó preocupado.
Harry, necesito que vengas rápido estoy en casa.
¿Te sientes mal? ¿Están bien?
Si, si, no te preocupes, lo eh encontrado Harry, ven rápido
Voy para allá, pero por favor no vuelvas a salir sola sabes que no me gusta.
Lo sé, lo sé, cariño perdóname, un beso, te amo
-Yo más.
Colgó el teléfono, y se dirigió hacia la cocina, tenia en mente asaltar el refrigerador. Unos ruido la hicieron detenerse en el trayecto. Buscaba su varita entre su bolso, pero no estaba, seguramente la había dejado a un costado de la mesa de noche en la habitación.
-Sangre sucia – exclamo cierta voz que arrastraba las palabras. – No intentes nada, no te lastimaremos, solo dinos que es lo que sabes sobre el poder que esconde Potter – Draco la tomo por el cuello.
-Sabes perfet..amente que no te lo diré nunca!- su respiración era muy difícil, Draco la apretaba mas.
-Llevémosla con nuestro señor, el sabrá hacerla hablar – opino Bellatrix.
-Aun así, no se los diré- Y un solo segundo de distracción es importante. Hermione machuco fuertemente el pie de Draco, se soltó y corrió hacia la sala. Sintió que su colgante fue arrebatado de su cuello.
-Que no escape! – Los hechizo la seguían, pero ninguna la golpeaba, pero cual fue su sorpresa al ver a otro mortifago en la sala, lo vio alzar un jarrón con las rosas que Harry le acababa de traer, y lanzárselo...
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Y lo recordó todo.
-¡HARRY! EL AMOR! El amor de tu corazón.-
Ho0o0o0o0olaaaaaaaaa!
Si me tarde mucho, bueno, créanme que la escuela no es buena inspiración. Espero que sea de su agrado, ya el capitulo que viene será el ultimo. Y si quieren una epilogo háganme saber su opinión y sus ideas, porque me estoy quedando seca. D
Bien, respondamos los lindo rr :
Pipu-Radcliffe: tan feo estuvo, espero haber arreglado todo eso, jeje, bueno, haré lo posible por actualizar lo mas pronto. Cuídate.
SpyWitch: Sorry por la tardanza. Espero que también te agrade este cap.
Arissita: Pienso que no seguiría escribiendo el drama, me llega duro. Liz, claro es una lindura. Y bueno, que te pareció este cap, también muy dramático ' o normalon? Cuídate
Jildael Minraelistis: Yo también necesito superar el trauma, creo que el remedio es un buen fic HHr, claro! Que lo leeré, o si quieres mándamelo a mi correo a agrégame, si no puedes subirlo. Espero que no hayas sufrido tantooo0o por mi tardanza.
LunaNis: Gracias por leerme, que alegría que te guste mi trabajo, también eh escrito comedia uu creo que la hago mejor en la comedia. Espero tu rewiev.
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Cuídense! Y espero estar pronto con el final.
