Disclaimer: Bueno ya lo sabéis, ni Slam Dunk ni sus personajes me pertenecen, bla...bla...bla
Sumario: Hanamichi desea con todas sus fuerzas tener un hijo, pero el hecho de mantener una relación sentimental con Kaede, impide que les concedan la custodia de un niño y esto está minando su relación. Secuela de Hermanos. Ruhana, Sen-OC.
CAPÍTULO 1
Habían pasado 6 años desde que las dos parejas estaban juntas, Kaede, Hana y Akira habían obtenido una beca para estudiar en USA, Kaori no consiguió ninguna, tan pronto terminó el bachillerato ingresó en el cuerpo de policía y cuando su novio, su hermano y su cuñado se fueron de Japón ella pidió el traslado y se fue con ellos.
A los ojos de la gente todo parecía perfecto, Hana y Kaede, jugaban en el mismo equipo y el ser homosexuales no afectaba a sus carreras, su relación parecía ser lo más sólida que una relación puede llegar a ser, parecía que los rumores de gente no les afectaran, parecía que su historia de amor no se viera afectada por una sociedad que aún no había aceptado una relación entre dos personas del mismo sexo...Pero, ¿acaso puedes ser feliz si deseas tener un hijo con la persona a la que amas y por la que morirías pero el hacho de amarla es lo que te impide ser padre?
Al parecer Hana no...Y esto estaba afectando a su relación con Kaede, por mucho que ellos se esforzaran en hacer creer que ese problema no podía dañar su relación, el fantasma de no poder tener hijos de ninguna forma siempre les atormentaba. Aún así, preferían seguir como si nada, no hablaban de ello, por miedo.
Hana tenía miedo que Kaede, le recriminara que el pelirrojo no le quería lo bastante como para seguir juntos sin un hijo. Cosa que no era cierta. Era verdad que Hana deseaba con todas sus fuerzas ser padre, pero si eso significaba perder a Kaede, se resignaría, lo amaba. Pero aún así sabía que nunca sería feliz por completo sin un hijo.
Kaede por su lado tenía miedo que el hecho de no poder darle un hijo a Hana, o más bien que el hecho de que Hana estuviera con él, era lo que impedía el pelirrojo ser padre, provocara que Hana le dejara por una mujer, ya que al contrario que él, que era homosexual, Hana era bisexual, por lo tanto podía enamorarse de una mujer. Y la verdad es que si Hana le pedía terminar su relación por tener un hijo, tan solo con hacer feliz a Hana, Kaede lo haría.
Hana y Kaede estaban sentados en el sofá de su apartamento.
Habían revisado sus jugadas, con el video que el ayudante había grabado mientras entrenaban y en los diferentes partidos que habían jugado, para que vieran sus propios errores. Esto había relajado el ambiente, el básquet les hacía olvidar sus problemas, por eso desde que el problema de no poder tener hijos había aparecido en sus vidas, se pasaban el día entrenando, pero no servía de nada ya que no jugaban a gusto, sino casi por obligación.
El momento de paz tan solo duró hasta que apagaron el video y miraron la televisión. Era un programa debate, trataba de si a la gente le parecía "ético" que dos gays o dos lesbianas pudieran adoptar un hijo.
En la televisión...
Es inmoral, ¿que valores pretendemos inculcar a nuestros hijos? Deberían hacer una ley que prohibiese a esos degenerados corromper a los niños, esta gente son unos enfermos. Es más, cuando salga de aquí voy a incluir en mi testamento, que cuando muera no quiero que esa gente adopte a mi hijo. Dijo un señor de unos 50 años.
Pues a mi lo que me parece inmoral y enfermizo es negar a un niño a tener unos padres, y es la gente como usted la que corrompe la mente de los niños, incitándoles a despreciar a esas persona, porqué son personas como yo y como usted, aunque ahora que lo pienso mejor, usted no es un apersona sino un demonio. Dijo indignado un anciano de 70 años.
Hana no quería oír nada más, lanzó una figurita de cristal a contra la pantalla del televisor, se levantó y se fue a la cocina, estaba muy alterado y tenía miedo de que si se quedaba en la misma habitación que Kaede, pudiera empezar una discusión que provocara su ruptura.
Kaede permanecía sentado en el sofá, mirando la televisión, su mirada estaba llena de dolor, rabia y frustración, pero también había miedo y angustia.
No podemos continuar así, esto me está destrozando. Dijo Kaede. Reuniendo todo su valor se levantó, y se fue a la cocina a hablar con Hana.
Hanamichi tenemos que hablar, las palabras hacen daño pero el silencio mata. Dijo Kaede.
¿De que quieres hablar? Hana esperaba que con esta pregunta Kaede, se echara atrás con lo de hablar del TEMA.
Pero Kaede estaba decidido a terminar con una vez de esa angustia que les estaba desgarrando las entrañas desde hacía meses. Sabes muy bien de que debemos hablar Hana, sobre tener hijos, o más bien dicho de cómo continuar con lo nuestro sabiendo que no los tendremos. Dijo Kaede serio, pero tierno. Casi suplicante.
Hana no sabía que decir, estuvo callado unos minutos luego, derrotado se dejó caer al suelo.
Kaede se sentó a su lado y reuniendo todas sus fuerzas. Dime Hana, ¿de verdad deseas tener un hijo o solo buscas un motivo para alejarte de mí? Otros de los miedos de Kaede era que desde hacía dos meses un nuevo jugador se había incorporado al equipo, y parecía que este se había hecho muy amigo del pelirrojo. La verdad es que el quería empezar la conversación de otra forma, pero no pudo contener sus miedos.
Hana lo miró como si fuese la primera vez que lo viera. Kaede había dicho que era el silencio, lo que mataba, pero esas palabras parecía que estuvieran estrangulándole. Le costaba respirar, le dolía de excremente el pecho, sentía como si dentro de si todo se estuviera viniendo abajo. Pronto el dolor y la angustia, se transformaron en rabia e ira. Sin pensarlo golpeó a Kaede con todas sus fuerzas en la cara y el estómago. ¿Cómo te atreves a insinuar una cosa así? Sabes que te amo, aunque quizás el que esté buscando un motivo para dejar lo nuestro seas tu, así no habrá nadie que te impida marcharte a los Chicago Bulls. Exclamó enfurecido Hana.
Puede que tengas razón. Dijo Kaede sin pensar el que decía, cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. Hana se había ido y Kaede tuvo la sensación de que esta sería la última vez que lo vería.
Continuará...
