Disclaimer: Bueno ya lo sabéis, ni Slam Dunk ni sus personajes me pertenecen, bla...bla...bla.
Sumario: Hanamichi desea con todas sus fuerzas tener un hijo, pero el hecho de mantener una relación sentimental con Kaede, impide que les concedan la custodia de un niño y esto está minando su relación. Secuela de Hermanos. Ruhana, Sen-OC.
Elena: Perdón malinterpreté tus palabras, en cuanto a Hana y Kaede, las cosas no van a solucionarse de momento, sino que se pondrán peor.
Abuelitnt: A mí también me pareció un tema interesante, sobretodo con el revuelo que hay ahora en España sobre matrimonios gays. Es vergonzoso que hoy en día aún haya gente tan cavernícola, como para no entender que todos somos iguales.
CAPÍTULO 3
Hana y Kaori pasaron la noche en una pensión propiedad de la mujer de uno de sus compañeros, esta mujer ya estaba acostumbrada a ver a Kaori ensangrentada y llena de golpes, ella y su marido parecían una diana andante que siempre atraían problemas. Le sorprendió bastante verla con compañía pero no quiso preguntar, sabia que no sacaría nada, así que simplemente, les trajo vendas y el botiquín, además de comida caliente.
Kaede, para despejarse fue a dar un paseo por el parque, estuvo caminando en círculos durante toda la noche. Cansado se sentó en uno de los bancos. Alguien se sentó a su lado, reconoció enseguida ese olor, cuando giró su rostro para hablarle, casi le da un ataque.
Sí...Sí ya lo se. ¿Qué me ha pasado, quien ha sido, etc, etc, etc. No quiero hablar de eso estoy aquí por mi hermano. He escuchado su versión ahora quiero la tuya. Dijo Kaori, moviendo la mano en señal de agobio.
No te preguntaré que te ha pasado y nada porqué ya lo se. Dijo Kaede molesto por su actitud.
NANI¿Cómo que lo sabes¿Quién te lo ha dicho¿Tú sabes el lío en que te puedes meter? Exclamó horrorizada ella.
No puedo creerme hasta donde ha sido capaz de llegar. Dijo Kaede.
Oi¿De quien hablas? Preguntó Kaori, haciéndose la tonta.
Muy bien como quiera pero esto no se quedará así. Te lo prometo.
No te metas Kaede, no quiero que te hagan daño, ni a ti ni a Hana. Prométeme que dejarás el asunto en paz, yo se lo que me hago.
Kaede no dijo nada. Ella lo interpretó como que le había hecho caso, pero nada más lejos de la verdad. Al igual que Hana, él también iba a esperar a que bajase sus defensas para sacarle la verdad. Aunque ya casi estaba seguro de cual era.
Después de que Kaede le contara a Kaori todo lo sucedido, y que sentía, miedos celos y todo. Ella se quedó mirando al cielo. Esto iba ser más complicado de lo que ella esperaba en un principio.
Entiendo como te sientes, Aki también quiere tener hijos, dice que quiere disfrutarlos ahora que todavía es joven. Habla como si fuese un anciano. Que tipo más estúpido! Dijo Kaori.
Kaede creyó que ya había descifrado el misterio totalmente. Akira quería tener hijos de forma desesperada y seguramente Kaori, aún no se sentía preparada; al fin y al cabo aún eran muy jóvenes, pero por lo que parece ese estaba obsesionado y como no podía conseguir sus deseos por las buenas, lo hacía por las malas. Sabiendo que aunque la forzara, ella solo tenia que abortar para deshacerse del niño que aún no quería, le pegaba para que así, accediese a sus deseos. En esos momentos quiso matar al tipo, pero si ella seguía empeñada con su postura no podía hacer nada.
Yo también quiero tener un hijo pero Hana, está demasiado obsesionado. Los de protección de menores no dejan de ponernos trabas para adoptar un niño. Todo parece inútil. Dijo Kaede.
Mm! Ya veo...¿La persona que se ocupa de vuestro caso no será por casualidad Matt Peterson? Preguntó Kaori.
Sí, pero...
Me lo imaginaba, ese tipo es conocido por ser un homo fóbico en toda regla. Creo que podré arreglármelas para darle, como diría, un pequeño susto, que le ayude a recapacitar. Dijo ella maliciosa.
No hagas nada ilegal, se supone que persigues a los criminales y no que te conviertes en uno de ellos. Dijo Kaede.
Kitsune, hay muchos modos de 'persuadir'. Tú déjamelo a mí.
Ahora espera 10 minutos, Hana no tardará en aparecer, quiero que habléis, y cuando digo hablar, me refiero a hablar y no a discutir o gritar, por supuesto mucho menos peleas físicas. No creo que tu nariz soporte mucho más, cuñado. Bromeó ella.
Muy graciosa. De repente su cara se puso seria. Vuelve al hospital, no se como te las arreglaste para salir, pero es obvio que no te dieron el alta. La regañó Kaede.
No, el me encontrará y no quiero verle, es demasiado peligroso. Cuando se dio cuenta de lo que se le había escapado quiso abofetearse por ser tan descuidada.
Entonces¿lo admites¿Por qué sigues con él¿Huh? Preguntó Kaede furioso.
¿Cómo que por que? Pues porqué lo amo¿qué pregunta más estúpida? Se defendió ella.
Pero¿no te das cuenta de lo que dices? Ese hijo de puta va a matarte.
No lo creo, no se que sabes de mi situación pero te aseguro que ahora mismo, yo no soy la que corre más peligro. Además es culpa mía. Dijo triste Kaori.
¿Pero que estupideces estás diciendo¿Como va a ser culpa tuya, lo que ese tipo te ha hecho? Dijo alterado Kaede.
Tú no sabes nada, así que cierra el pico! Le espetó Kaori.
¿Cómo vamos a saberlo si ni siquiera nos hablas de ello? Dijo Hana apareciendo antes de hora.
Basta! Esto es algo que debo solucionar yo y vosotros no os meteréis por el medio. Iba a marcharse pero Hana le agarró el brazo, entonces ella se retorció de dolor, y algunos de los puntos se rompieron, como en la noche anterior, reabriendo las heridas.
Kaede reconoció el sonido. Kaori por Dios! Recapacita esto es una locura.
Hana la soltó. Sabía que intentando retenerla solo le haría daño. Como también sabía que su hermana era lo bastante retorcida y manipuladora como para sin ningún problema dejarse dañar, haciéndoles sentirse culpables para salirse con la suya. Hana nunca entendió como pasaba de ser una chica, bueno ahora mujer tierna, a ser un demonio frío, maquiavélico y calculador, capaz de todo por salirse con la suya. El hecho de que se hubiera escapado del hospital en su estado y aún así tener las fuerzas para buscarle lo demostraba.
Kaori viendo como su hermano se rendía por el momento, sonrió de forma pícara y se fue como si nada hubiera pasado.
Déjala su compañero está escondido detrás de unos árboles y la vigila. Dijo Hana cuando vio que Kaede quería ir tras ella. Además tenemos que hablar.
Kaede asintió y volvió a sentarse en el banco. Antes de que Hana abriera la boca lo hizo él.
Antes que perderte preferiría renunciar al básquet para siempre. Dijo Kaede sin mirar al pelirrojo.
Lo se. Pero tus palabras me dolieron y me enfurecí, no sabía que decía. Respondió Hana.
Parece que tener un hijo te importe más que yo. Dijo el zorro, confirmando los temores de Hana.
Se que te he dado esa impresión, pero no es cierto. Yo te amo, pero me siento incompleto.
Y por sentirte incompleto me rechazas, más de una vez te he buscado y has actuado como si yo fuese una plaga. Jamás pensé que a estas alturas de nuestra relación te avergonzarías de estar conmigo. Dijo triste y dolido Kaede.
No me avergüenzo de ti pero...Comenzó Hana, pero Kaede le interrumpió.
Pero estar conmigo te impide sentirte 'completo'. No puedo estar con alguien que siempre que me acerco me rechaza Hana. Dijo Kaede levantándose.
¿Qué estas diciendo? Preguntó asustado Hana.
Quiero decir que mientras no aceptes que no se puede tener todo, tú y yo hemos terminado. Estoy harto de tus rechazos. Voy a recoger mis cosas y me iré a un hotel, no abandonaré el equipo. Espero que algún día te des cuenta de lo irracional que eres, con eso de tener hijos. Dicho esto Kaede se marchó dejando a un Hanamichi, temblando, le costaba respirar, la cabeza empezó a darle vueltas y se desmayó.
Minutos después estalló una tormenta, las gotas de lluvia mojaban al pelirrojo pero este no despertaba.
De camino a casa Kaede notó una punzada en el pecho, pero no le hizo caso y siguió caminando.
En el parque el pelirrojo despertó cuando notó que alguien lo cargaba en brazos, creyó reconocer una voz que le decía que todo iría bien, pero perdió el conocimiento enseguida.
Horas más tarde se despertó en una cama que no era la suya, delante suyo estaba Akira Sendoh, el marido de su hermana, el maldito que la había golpeado hasta tal punto de mandarla al hospital.
Akira le miraba con preocupación, pero Hanamichi no se dejaría engañar por su fachada, eso jamás. Con torpeza intentó levantarse y golpearle, pero solo sirvió para que cayera al suelo. Al estar tanto tiempo bajo la lluvia había enfermado y estaba ardiendo en fiebre.
Akira atribuyó su reacción a eso, no tenía ni la menor idea de los verdaderos motivos que impulsaron a Hanamichi a atacarle. Y por el estado del pelirrojo, hasta dentro de unos días no lo sabría, ya que este estaba muy enfermo.
Kaede ya había recogido su ropa y la mayoría de sus cosas, antes de salir por la puerta del que había sido su apartamento echó un último vistazo. Cada lugar, cada rincón le provocaba recuerdos de cuando él y Hanamichi eran felices.
Todo ha acabado. Hana siempre querrá ser padre, seguramente al no estar conmigo le concederán la custodia de algún niño. Espero que seas feliz Do'aho, mi Do'aho, mi Hana; porqué yo se que sin ti, yo no lo seré jamás.
Continuará...
