Disclaimer: Bueno ya lo sabéis, ni Slam Dunk ni sus personajes me pertenecen, bla...bla...bla.

Sumario: Hanamichi desea con todas sus fuerzas tener un hijo, pero el hecho de mantener una relación sentimental con Kaede, impide que les concedan la custodia de un niño y esto está minando su relación. Secuela de Hermanos. Ruhana, Sen-OC.

N/A: Hola hacía tiempo que no se me veia el pelo pero ya estoy aquí, quiero agradecer a todos los que dejasteis reviews y a los que solo lo leyeron también, bueno aquí está la continuación espero que os guste.

CAPÍTULO 9

Kaori entró en un almacén abandonado, una vez dentro miró a fuera para asegurase de que nadie la hubiera seguido, se acercó a una pared y luego empezó a quitar unas maderas, dejando libre una palanca, accionándola, una pared falsa se abrió, dejando a la vista una sala con armas, munición, cuerdas, chalecos anti-bala, pero también había material para curar, comida y ropa. Una vez dentro de la sala, acciono otra palanca, cerrando herméticamente la pared falsa.

Se desnudó y se quitó los vendajes, dejando al descubierto su cuerpo lleno de cicatrices y de heridas a medio cerrar todavía con puntos en ellas.

Dos días! Dos días y el veneno habrá dejado de hacer efecto luego iré a por vosotros! Y esta vez será diferente! Exclamó apretando sus dientes mientras su mente viajaba al pasado.

FLASHBACK

Kaori salió corriendo de su casa, sin mira a nada ni nadie. Estaba tan ocupada reviviendo una y otra vez lo ocurrido, que ni se dio cuenta cuando llegó a su comisaría. La realidad la golpeó cuando uno de sus jefes, la llamó con un grito.

Anzai! Genial, ya estás aquí no hace falta llamarte. Prepárate para participar en un grupo de asalto. Tenemos a unos narcotraficantes en el puerto, están la mayoría de los más importantes de la ciudad, prepárate para salir! Vamos! Le ordenó su superior.

Casi como un robot, se cambió de ropa y reunió todo lo necesario.

Cuando llegaron a puerto, enseguida se colocaron en posición. Los francotiradores ocuparon sus posiciones en los barcos cercanos, al que ocupaban los narcos.

Una vez todos estuvieron preparados, miraron a Kaori, ya que siempre se ofrecía voluntaria para entrar la primera. Hasta que su compañero no la golpeó, no de forma muy suave en el brazo, no salió de su trance.

Cuando reaccionó miró de forma amenazante al que la golpeó. Luego sin decir nada salió del vehículo y corrió hacia el barco. Trepó por el áncora, cuando estuvo en el barco esperó a que todos sus compañeros estuvieran listos y luego, se adentró en el barco.

Eliminó uno por uno, a todos los gorilas que se encontró en su camino, ni tan siquiera pensaba solo se dejaba llevar, tal vez por eso no se dio cuenta cuando uno de los matones se le acercó por detrás hasta que fue demasiado tarde.

El tipo intentó clavarle un cuchillo, tipo los que llevan los militares, en el corazón. Se movió justo a tiempo, pero no pudo evitar que se lo clavara en el brazo.

El matón sacó su arma, forcejearon y el arma se disparó matando al gorila.

Mierda! Ahora todo el mundo sabrá que estamos aquí por mi culpa. Murmuró, entrando en razón. Fue una lástima que tuviera que poner la vida de sus compañeros en peligro para eso.

Del bando de los narcotraficantes solo quedaron vivos, dos de los jefes más importantes y algún que otro matón.

Por suerte, ningún policía murió, aunque la mayoría quedaron malheridos, entre ellos Kaori. Ella no quiso ir al hospital, y como nadie conocía la gravedad de su estado pues la dejaron. Esperó a que todos se marcharan y luego se dejó caer en el suelo. A su mente volvieron a hacer acto de presencia las palabras de Akira. Empezó a sollozar, poco a poco los sollozos se transformaron en un llanto desconsolado.

No se dio cuenta cuando una sombra se le acercó y le clavó una especie de dardo en el cuello. Su cabeza empezó a dar vueltas. Antes de desmayarse oyó una voz, que parecía la de un hombre, no estaba segura. Pero logró entender una de las últimas oraciones.

Si sobrevives al veneno, cosa que dudo, te estaremos esperando aquí dentro de una semana. Hahahahaha!

Esto fue lo último que oyó. Luego ya se despertó en el hospital, con un montón de tubos conectados a su cuerpo. Akira estaba a su lado durmiendo en su regazo.

Su compañero estaba de pie.

Con una voz aparentemente inocente Kaori le pidió que se acercara. Lo agarró por el cuello.

Dime que me ha pasado y en que estado estoy. Y pobre de ti que le despiertes.

El hombre, suspiró, aún en esas condiciones la mujer daba un miedo espantoso cuando se enfadaba. Así que no tuvo más remedio que contarle lo del veneno. Y cuando esta le pidió que le trajera su móvil, lo hizo.

Ella ya tenía toda la intención de escaparse del hospital, no quería hablar con Akira, además no podía arriesgarse a que esos tipos supieran donde estaba. Entonces sonó el móvil, era Kaede. Se escondió como pudo en el cuarto de la limpieza y contestó, hablando muy bajo. Sabía que ni Kaede ni Hana, sabían nada de su estado ya que seguramente, su superior había pedido a Akira que no hablara.

Cuando oyó que Hana se había marchado, abandonó su plan de robar un uniforme de enfermera y salió a lo bruto, administrando suero, que había sacado de la habitación donde se guardaba los medicamentos en esa planta, a todo el mundo que se cruzó en su camino intentando detenerla, para ser más exactos a 3 celadores.

Luego cogió un taxi para ir al parque, sabía que su hermano estaría allí. Siempre que el pelirrojo se peleaba con Kaede, terminaba en el mismo sitio. El taxi lo pagó con un dinero que ella había robado al propio taxista sin que este se diera cuenta.

No le costó mucho encontrar al pelirrojo.

FIN DEL FLASHSBACK

Debo prepararme, quizás será mejor que pida refuerzos, al menos que estén allí una hora más tarde que yo. Pensaba ella mientras atendía sus heridas.

Sí, seguramente no se esperan que vaya con compañía. Dijo en voz alta. Sin perder tiempo llamó a su compañero.

¿Si? Contestó una voz.

¿Ryan eres tú? Tu voz suena rara. Dijo Kaori.

Sí, estoy un poco resfriado¿dónde estás?

¿Cómo que donde estoy? Pues en el mismo lugar que siempre memo!

Sheesh! Bueno, a lo que iba, dentro de dos días tengo una cita con esos tipos en el puerto, y quiero que me ayudes.

... Nadie le contestó.

Oi¿Me escuchas? Preguntó molesta.

Err...Sí. ¿Qué quieres que haga?

Tú prepárate, ven más o menos a las 10 de la noche. Pero ven tu solo. Cuanta más gente, peor. Y ni se te ocurra decir nada de esto, al jefe, a mi hermano y mucho menos a Akira. ¿Te enteras?

Si, no te preocupes.

Más te vale, porqué sino haré de tu vida un infierno, si es que salgo viva, claro. Y aunque la palme! Mi espíritu te atormentará hasta el fin de los tiempos. ¿Me oyes?

Al pobre hombre le salió una gota de sudor en la cabeza más grande que un balón de básquet. Err...Sí...No te preocupes, no diré nada a nadie.

Bien! Ahora quiero dormir, y recuerda...

Sí, ya te he dicho que no te preocupes.

Kaori se fue a dormir pensando que todo iría de acuerdo a su plan. Si es que presentarse en un sitio sin saber nada de nada, es tener un plan.

Pero a la noche siguiente se llevaría la sorpresa de su vida.

Continuará...