Capítulo 9: "¿Estabilidad?"
Sora no comprendía a que venía aquello. Estaba pálida y asustada, pero tenía que solucionarlo de inmediato. Debía aclarar aquello rápidamente antes de que él pensara algo equivocado. Sin embargo, pensar que anteriormente le había dicho que lo suyo había terminado... hacía que el miedo viniera a su cuerpo.
Necesitaba coraje, y mucho. Como lamentaba que no estuviera allí Taichi, su mejor amigo de toda la vida para darle ánimos como siempre lo hacía. Incluso de aquella vez cuando tenía la intención de declararse a Yamato, Taichi había estado con ella para darle el valor que necesitaba.
Pero no podía depender eternamente de su amigo para solucionar los problemas con Yamato, esta vez tendría que hacerlo ella sola.
Sin más y sorprendiendo a todos, se levantó de la mesa y se alejó de ella a toda prisa dejando a los padres confundidos.
-¿qué le habrá pasado? –preguntó Kurumi y su vista se posó en aquel simple ramo donde observó como el pequeño cogía la tarjeta y se la metía en uno de sus bolsillos- ¿por qué la guardas?
-Takeru... ¿qué es eso de coger las cosas de los demás? –le reprendió la madre viéndolo también.
-es que... es que... la verdad... es que en realidad... –y sin que nadie lo viera apagó la cámara durante un momento- el ramo realmente es para mí... el encargado debió de equivocarse de nombre... porque la tarjeta iba dirigida a mí... –sonriendo nerviosamente- es de una de mis amigas de clase...
Tk no podía hacer otra cosa. Debía salvar aquello ante los cuatro adultos. Si su padre supiera lo que ponía en la tarjeta entonces le daría más razones a su hermano confirmando sus sospechas de lo que Sora era en realidad... para el adulto, claro.
Pero el pequeño sabía que eso en Sora no podía ser cierto.
Recordó la caligrafía sonándole demasiado familiar. Debía hallar el misterio en ese asunto y luego hablarlo con su hermano.
-esto... –se excusó el pequeño rubio sin abandonar como siempre su cámara- voy un momento al lavabo...
-¿y es necesario que aún te lleves la cámara? –dijo Hiroaki alzando una ceja- si tanto la aprecias debería haberte comprado mejor un tamagochi... por lo menos es más práctico.
-¡papá! –exclamó su hijo ruborizado.
o.o.o.o.o
Mientras con Sora buscaba como una desesperada a Yamato rogando por todos los cielos que no se hubiera ido.
Le había buscado en aquel lugar donde ella le había pegado por primera vez.
Pero no estaba.
Y el restaurante no era tan grande.
-¿quizá esté en los servicios? Pero... –se detuvo algo roja- yo... ¿cómo podría saber si está allí¡Ya sé! –chasqueando los dedos- Takeru... tengo que pedirle que me ayude...
Y volvió nuevamente hacia donde estaba sus padres y los demás para pedirle ayuda a Takaishi, pero involuntariamente giró su cabeza donde escuchaba una risa un tanto familiar quedándose en blanco.
Le había encontrado.
Había encontrado a Yamato Ishida.
Pero lo que le sorprendía era la persona que estaba con él y lo que el joven portaba en su mano.
Y él... ¿por qué se reía sonrojado?
¿Qué pasaba allí?
Furiosa se acercó a él a que le explicara que hacía con una morena tan atractiva de impresionantes curvas.
-hola Yamato... –saludó fríamente la pelirroja.
-ah... Sora... –fue su única respuesta.
-vaya... veo que era verdad... –dijo la otra chica con extraño acento- bueno pues chao cariño y suerte... –se despidió aquella joven guiñándole el ojo a lo que Sora se puso más furiosa.
-veo que no has perdido el tiempo... ¿tan desesperado estabas? –ironizó Sora ya arrepentida de querer perdonarle.
-¿eh¿Qué quieres decir¿No me digas que has pensado que esa chica y yo...? –preguntó Matt incrédulo y al instante soltó una sonora carcajada ante la irritación de la chica- ay Sora... que equivocada estás...
-sí anda... mira creo que hice bien en decirte que lo nuestro se ha terminado... de hecho quiero finalizarlo completamente... ya me da igual lo que digan nuestras madres pero yo contigo ya no quiero estar...
-eh... eh... eh... –cogiéndola por la cintura con cariño- espera Sora… antes de nada arreglemos lo anterior… y luego solucionaremos este malentendido…
Llevándola al exterior del restaurante, aunque más bien la arrastraba.
Sora había observado que aquello que antes había visto en él lo guardaba en el bolsillo de la chaqueta.
-aquí estaremos más cómodos... –dijo Matt en el aparcamiento exterior del restaurante donde comenzaba a ponerse el sol y la vista era preciosa a lo que Sora se había olvidado de todo y se quedaba maravillada por lo que veía- oye Sora... –la joven al oír el nombre de su voz recordó todo y donde estaba- en primer lugar... quiero pedirte perdón... –alejándose un poco de ella para poder inclinarse a modo de disculpa- me porté como un estúpido... te insulté y a tu padre... lo siento mucho... Sora de verdad, perdóname... no quiero perderte... –con una mirada suplicante que a Sora le sorprendió completamente. Era la primera vez que veía en Matt esa clase de expresión, pero recordó a aquella chica y le sonó todo falso.
-pues bien que no tardaste en coquetear con otra... y aún por encima extranjera... –comentó indignada girando la cabeza.
-antes te he dicho que fue un malentendido... te lo explicaré... ella en realidad es una vendedora ambulante que anda de bar en bar, por las calles y sitios así...
-¿y por qué te llamó cariño¿Por qué te sonrojabas cuando ella te hablaba? –aún sin creerse todo aquello.
-respondiendo a lo primero hay gente desconocida que es así de cariñosa aún con extraños... y lo segundo era porque le conté mi problema y le compré algo... –sacando aquel objeto de su bolsillo que Sora antes había visto- le había dicho que quería dárselo a la persona que más amo... y ella me avergonzó... –algo rojo- ya sabes que soy un tímido. –añadió con una sonrisa, a lo que Sora sonrió también y se sintió como una estúpida- Sora... –siguió Matt pero esta vez serio- quizás tengamos 15 años, pero he aprendido que para el amor no importa la edad y me he dado cuenta de que este amor que siento por ti es fuerte... por eso... me gustaría pasar mi vida contigo... ¿qué dices? –mostrándole una pulserita de corazones muy bonita.
-claro que... –iba a afirmar la chica encantada, pero se acordó de aquel ramo de margaritas que más bien parecían haber sido sacadas de la tierra directamente. Las raíces aún estaban en ellas.- yo... –dudó ahora Sora sin saber si decirle aquello después de tal declaración.
-¿no... quieres? –preguntó Matt lentamente desilusionado.
-es que... yo... Matt... hay algo... –mirando hacia otro lado avergonzada- hay algo que debes saber... cuando te buscaba... antes... era para decirte una cosa... –decía nerviosamente y con miedo de cómo iría a reaccionar. Le daba pánico de que pensara algo así de ella.
-¿y qué es? –preguntó curioso Ishida.
-verás... recibí... –comenzó nerviosa- recibí un ramo de margaritas...
-¿margaritas? –se preguntó el joven confuso- no recuerdo haberle dicho que te mandara margaritas...
-¿cómo? –mirándole Sora confundida.
-pues que antes de encontrar a esa chica había visto también a un chico que vendía flores... y encargué un ramo de tulipanes...
-¿cómo?
Mientras en la mesa.
-¿Sora Takenouchi? –preguntó aquel chico nuevamente cargando una docena de tulipanes ante la sorpresa de los padres.
-esto... ahora no se encuentra... –comentó la madre.
-vaya... ¿no les importa entonces qué les deje esto aquí? aún tengo otros encargos. –dijo aquel muchacho un tanto apurado.
-oh sí, sí, sí claro... –afirmó Natsuko.
-por cierto¿quién de los dos –señalando a Hiroaki y a Haruhiko- es Hiroaki Ishida?
-¿eh? Yo...
-esto es para usted. –dijo el chico entregándole una nota.
Mientras las dos madres admiraban maravilladas aquel ramo de tulipanes. Su color rojo intenso hacía que las dos mujeres se pusieran un tanto románticas, justo como la flor simbolizaba.
El amor.
-es precioso¿verdad?
-y tanto... –Natsuko sintió como su ex soltaba un bufido- ¿qué ocurre?
-tu hijo... –contestó secamente como si eso fuese toda la explicación. Y malhumorado sacó su cartera dándole dinero al joven que aún estaba allí y esperando a que alguien le pagara.
o.o.o.o.o
-¿y una nota a tu padre para que le pagara las flores? –preguntó Sora incrédula.
-no tenía dinero... –se excusó nervioso con una mano detrás de su cabeza- además ya añadí que se lo devolvería poco a poco... a todo esto... ¿qué me decías del ramo de margaritas?
-ah sí... Matt no quiero que pienses mal pero... he recibido de alguien ese ramo y en la tarjeta ponía cosas como "Te quiero" y los momentos que pasaba con esa persona... y Matt yo te juro que no he estado con nadie... de veras Matt, te aseguro que no he estado con nadie... yo...
-eh tranquila... –interrumpió Matt muy sereno- ¿tú te crees que no recibo yo cartas diciéndome que tú me pones los cuernos con éste o con otro? pero yo no les hago caso, sencillamente porque no me lo puedo creer en ti...
-¿entonces...?
-no te preocupes por eso... solo hay una cosa de la que me preocupo... y es Joe... nadie más... que por cierto... ¿no sería suya la tarjeta? –preguntó de inmediato.
-no... era de Soujiro. El de tercero.
-¿creía que Soujiro tenía una novia formal? Aquí debe de haber gato encerrado... pero da igual... –sin darle importancia- lo importante es que tú estás conmigo y que tengo buen ojo para que los chicos me tengan envidia... –rodeándola con su brazo y arrimándola a él para poder ver aquel amanecer. La chica rió brevemente y se apoyó en él todo lo que pudo.
-¿sabes? –empezó Takenouchi acurrucada en él- este momento me recuerda a los que pasamos en el mundo digimon tú y yo...
-a mí también... ¿vamos mañana? –proponiéndole Matt a medida que la miraba.
-me encantaría –respondió Sora con una sonrisa y un ligero carmín viendo que como siempre que iban, había algo más que abrazos.
-por cierto Sora... ¿aún no contestaste a mi petición? Es decir, la de si te gustaría...
-estaría encantada... –cortó Sora arrimándose más a él.
o.o.o.o.o
En el lavabo donde estaba Tk dentro de uno de los compartimentos analizaba aquella tarjeta dándose cuenta de la verdad.
-lo que suponía... –afirmando con la cabeza- esta letra es casi idéntica a la de Davis... pero demasiado bonita y redondeada... recuerdo que la caligrafía de Dai es más bien torpe... por lo tanto debe de ser de una chica... de eso sin duda... y la chica... quizás sea June... sino¿quién podría ser? De todas formas tengo que hablarle de esto a Matt...
-oye chico... –dijo una voz de hombre al otro lado- que aquí la gente también tiene ganas... a ver si apuras un "poquito"...
-será cretino... –murmuró Tk- ahora verá...
Tk salió del compartimiento sonriendo satisfecho donde aquel hombre había estado esperado impaciente y le miraba con malos ojos.
-ya era hora mocoso... –argumentó aquel hombre desagradable. Entró pero salió de inmediato- maldito crío... que mal huele... pero que ha comido para que huela fatal... –con una mano taponando su nariz.
Tk caminaba felizmente. No era muy de su estilo lo que acababa de hacer, pero no tenía ningún digimon de esos asquerosos a mano para que lanzara un excremento o un digimon que dejase un olor apestoso, como era el ataque de RedVegiemon.
No tuvo más remedio que hacerlo al natural, reconociendo que con aquello se sentía más a gusto.
-menos mal que paré la cámara, sino... –dijo aliviado Tk, imaginándose si Kari le viera hacer eso y ya no digamos su hermano.
Llegó a la mesa y observó como su padre estaba de muy mal genio y las dos madres seguían alabando un ramo de tulipanes que allí misteriosamente había aparecido.
-¿y eso? –preguntó el joven sentándose.
-pues parece que tu hermano ha obsequiado a Sora con este hermoso ramo.
Tk sonrió felizmente. Eso era buena señal. Miró de reojo al padre de Sora que parecía fastidiado. Al parecer esperaba que las cosas no fueran tan bien.
Tk se preguntó si cuando se presentara a los padres de su futura novia también le miraría así. De todas formas tomaría una sabia decisión. No invitar a su hermano ni a Sora. Les conocía perfectamente como para vengarse de él de la misma manera que él estaba haciendo.
-"¿acaso creen que soy estúpido? –cogiendo el postre de su hermano que aún estaba sin empezar, y sin pedir permiso comenzó a comerlo- Seguro que querrán vengarse... pero yo ya lo tengo pensado... pobres ilusos..." –terminando su segundo flan en el día y miró a los cuatro presentes- ¿y Sora y Matt¿Dónde se han metido ellos dos solos?
Esas dos últimas palabras llamaron la atención de todos, aunque de dos personas especialmente.
-maldito sinvergüenza... –murmuró Haruhiko- como le toque un pelo a mi hija...
-perdone... –saltó Hiroaki- pero mi hijo no es un sinvergüenza y segundo es su hija la que le sedujo...
-uy... que me da la impresión de que he metido la pata... ¡caca! Y yo con la cámara aún apagada... –y le dio al play rápidamente- "bien... ya pueden seguir..."
-¿cómo se atreve¿Acaso está insinuando que mi hija...?
-Haruhiko basta ya... –intentó calmarle su mujer.
-es una buscona... –declaró el padre de Matt con firmeza.
-¡Hiroaki! –le reprendió Natsuko.
-¿a qué va a correr sangre? –comentó Tk divertido- ahora sí que va a correr sangre... –decía Tk emocionado- ¡dios! Tai y los demás van a comerse las uñas de no haber estado aquí para ver el doble impacto en vivo y en directo...
-pues su hijo es un maldito seduce mujeres... de hecho me sorprende que mi hija le haya escogido como novio... para eso estaba mucho mejor con Joe que es más educado y mucho mejor que su hijo...
-dudo mucho que algún chico quiera a su hija... una buscona y marimacha... hasta he de pensar que es lesbiana...
-que fuerte... –añadió Tk- ya soltaron la bomba... lo que tenían guardado desde el principio... ya lo han soltado...
-bueno¡basta ya! –sentenció Kurumi- que falta de consideración por favor...
-¿es que no entendéis que estáis hablando mal de dos adolescentes? Es más... de vuestros propios hijos... –replicó Natsuko indignada.
-y vosotros peleándoos como dos chiquillos... –finalizó Kurumi.
-yo ya lo digo... –empezó el padre de Sora- nunca aceptaré a Yamato en mi familia... ni tampoco a su padre...
CONTINUARÁ...
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Notas de la autora:
Creo que en la última parte me emocioné como Tk... me he pasado¿no? Bueno, los padres se han pasado¿no os parece? Y al mismo tiempo, un poco cursi también...
Aclaro que el ramo de margaritas que Sora recibió es sacado de la hierba literalmente con la raíz incluida. Y respeto a los tulipanes¿alguien sabía que simbolizaban el amor? Que mejor que mejor para esta situación¿verdad?
Bueno, pues faltan muy pocos capítulos para el final. A ver si consigo librarme de este fic de una vez, así que procuraré actualizar (por lo menos éste) más a menudo.
Me gustaría saber, en vuestros reviews quien pensabais quien era el autor o autora del ramo de margaritas, que por cierto, espero recibir muchos ya que me animan sobre todo cuando tengo los nervios a flor de piel por el examen.
JA NE!
