Secuestrada
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Antes que nada, quería decirles que tuve un pequeño error en el capitulo anterior. En el instante en el que están el el bosque y Shu mete loas manos en el pantalón de Yuki, puse que las metía en los de Meiko. ¡Perdón!. Bueno ahora seguiré con el capitulo.
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Meiko, Meiko ¿dónde estas?. Los padres de la pequeña estaban buscándola por el bosque, sin obtener resultado alguno, lo que ellos no sabían es que Meiko se encontraba en el coche de un hombre, vestido de negro.
El coche era un coche de gama alta, de color negro, que recorría la carreta a mas de 200 km/hora. El hombre de negro no tardo ni una hora en llegar al lugar donde tenia que entregar a la pequeña, pero el no entendía porque tenían que meter a esa niña en sus asuntos, era demasiado pequeña. El lugar era un almacén abandonado, parecía que de un momento a otro iba a derrumbarse. Tan solo estaban, además de la niña y el hombre, dos personas más. Una mujer alta, de pelo castaño y ojos verdes; y un hombre regordete, con un gran bigote algo desaliñado. El hombre de negro se acerco a ellos con la niña en brazos, la mujer se acerco y cogió a la niña en brazos y la metió en coche que compartía con el hombre regordete.
Veo que has hecho bastante bien tu trabajo Brian, -dijo el hombre regordete-.
Ahora páguenme y me iré -respondió el hombre de negro-.
Aquí esta –dijo la mujer sacando un maletín, pero en vez de tener dinero tenia un arma escondía-
¿Y mi dinero, ¿Dónde esta mi dinero?.
Creía que los muertos no necesitaban dinero –gritó la mujer castaña-
Pero yo no estoy muerto
Todavía –dicho esto la mujer saco la pistola y le pego un tiro a la cabeza al hombre de negro-
La mujer empezó a reír y se metió en el coche, que resulto ser una gran limusina. El hombre regordete entró detrás de ella y descolgó el teléfono móvil y marco un numero de teléfono.
¿Diga, respondió una voz al otro lado del teléfono.
Soy yo, tenemos a la niña y nos dirigimos ahí.
¿Le habéis pagado al bueno de Brian?
Claro que si, le hemos dado lo que se merece.
Mientras tanto Yuki Eiri y Shindo Shuichi seguían buscando a su pequeña desesperadamente por el bosque.
Ya habían pasado seis horas y todavía seguían gritando desesperados. Shuichi estaba llorando, sentado de cuclillas y con la cara escondida en las rodillas. Yuki estaba arrodillado ante él. Le estaba hablando pero sin ningún resultado, ya que Shu no estaba escuchando.
Por dios Shuichi, mírame. – Shu levantó su cara y se encontró con los ojos del rubio, estaban inundados de lagrimas pero todavía no había derramado ninguna.
Yuki –dijo titubeando Shu- yo tengo la culpa de todo, si no hubiera sido por mi Meiko no hubiera desaparecido.
Suichi no digas eso – Yuki estaba gritando, tenia los puños cerrados y su mirada dejaba entrever una mirada de tristeza y rabia a la vez- No es tu culpa Shuichi, no es culpa de nadie, no llores, ¿crees que a Meiko le gustaría verte llorar?
Yuki...
Las lagrimas resbalaban por las mejillas de Shuichi, solo deseba morirse, no podía creer que hubiera dejado que su hijita se perdiera. Mientras Shu estaba absorto en sus pensamientos Yuki había llamado por teléfono. Media hora después un gran helicóptero blanco aterrizo donde ellos estaban. De el bajo un hombre vestido con una gabardina negra y un sombrero del mismo color.
El hombre se acerco a donde estaba Yuki y le dio un fuerte abrazo, acto seguido cogió le cogió del brazo y lo llevo a un lugar donde Shu no les pudiera oír.
Yuki, ¿te encuentras bien?.
Como quieres que me encuentre, mi hija ha desaparecido.
He movilizado a mis mejores agentes, y ya la están buscando.
Te agradezco todo lo que estas haciendo Tohma.
No tienes porque, sabes que haría todo por ti. Por cierto, ¿cómo se encuentra Shuichi?
Mal, creo que ha entrado en shock, no habla, y se culpa de lo que ha pasado.
Quieres que hable con él.
No hará falta.
Yuki –en esos momentos el móvil de Tohma sonó y este se aparto discretamente para contestar-
Yuki volvió con Shuichi, y lo cogió en brazos. El pelirrosa se había quedado dormido y Yuki lo llevo al coche y lo recostó en la parte trasera. Él se sentó en la parte delantera y arranco el coche para ir al departamento.
En el departamento Yuki acostó a Shu en la cama y el se fue a dar una ducha, para despejar la cabeza. Cuando termino, se acostó junto a Shu y se durmió abrazándolo
Mientras tanto una mujer castaña se encontraba en su habitación, en un pequeño piso donde escondía a la pequeña Meiko. La niña estaba dormida en una habitación contigua a la de la mujer.
La mujer no podía creer lo que había hecho, había participado en este acto diabólico, y lo que es mas, lo había cometido contra alguien a quien quería. La mujer se levanto de la cama y se dirigió a la habitación de Meiko. Una vez allí se agacho delante de ella y le retiro el flequillo de la frente.
La niña despertó y miro fijamente a la mujer.
¿Eres tu tía?
Duérmete otra vez cariño, que necesitas descansar.
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Hasta aquí este capitulo. Lamento mucho haberme demorado tanto con este capitulo, pero es siguiente lo subiré mas rápido. Bueno jeje quien sea la misteriosa mujer morena. Secreto.
Ahora responderé a los reviews.
A Mel: Gracias por dejar review. Me gusta sorprender, nadie se imaginaria a Yuki como agente secreto u.u. Espero que sigas leyendo estos capitulos.
A Rikku-tomoe: Bueno ya me dijiste que te parecia por el msn, pero gracias por dejar review. Bueno no se que hacer con la niña, quiero que sufra un poco muajaja que mal soy.
A Tsuki EiraPues no, Tohma no es el malo, voy a hacer que se porte bien con Yuki y con Shu, pero creo que nos va a dejar una sorpresita mas adelante.
Muchas gracias a todos por leer. Nos vemos pronto.
