Disclaimer: HP y sus personajes son propiedad exclusiva de J. K. Rowling.
Grey tower y sus habitantes le pertenecen a Raven Dragonclaw.
GaRrY: (ruborizada) gracias, aunque sólo soy la traductora. .
AsuSan Snape: espero que esto ayude a aclarar más las cosas.
tomoe: gracias.
Eámanë: gracias.
Kat basted: en este cap se responden algunas de tus preguntas, pero deberás esperar un poco para que se respondan todas .
Aliance: gracias, que bueno que te guste.
Nelly Esp: gracias, y no te preocupes porque planeo seguir con esta historia hasta terminarla. Quizá luego traduzca la segunda parte, Profecías Elementales, dependiendo de la opinión de los lectores.
Capítulo Cuatro: Despertar en un Nuevo Mundo
"¿Algún avance?"
"Lo siento, pero su estatus es el mismo."
Zylle se dejó caer en la cómoda silla negra. La oficina del Dr. Diamante, al igual que el resto del hospital, estaba bajo tierra. Por lo tanto, las ventanas eran innecesarias. La oficina estaba iluminada por el fuego azul de la chimenea, un tipo de fuego que nunca se extinguía. Sólo los Elementales de Fuego podían alterar el fuego de ese modo. No sólo nunca se apagaba, tampoco se calentaba demasiado, pero también enfriaba. Muchos de los hogares en el Pueblo Grey Tower usaban fuego azul en vez de aire acondicionado en los sofocantes meses de verano. La delicada alfombra color turquesa y verde agua contrastaba enormemente con las paredes de piedra. Un montón de fotografías, mayormente de la familia del doctor, colgaban de las paredes junto con varios diplomas y certificados. Gabinetes sostenían numerosos tomos médicos y textos de pociones. En conjunto, carecía del aspecto clínico de la oficina de un doctor. Eso no era inusual en el Hospital Santuario de Grey Tower: aquellos que trabajaban allí hacían todo lo que podían para que sus pacientes se relajasen. El antiguo reloj en el escritorio les decía que faltaban quince minutos para la medianoche, el 31 de Julio. Ambos estaban exhaustos por el trabajo, pero ninguno podía descansar. El insomnio era casado por cierto paciente actualmente en el hospital.
El doctor, luciendo mucho más viejo que ella era aunque en realidad sólo unos años mayor, peinó su pelo rubio con sus largos dedos. "Lo que no entiendo es por qué estás tan interesada en este niño. Trabajas demasiado, eso es seguro, y necesitas descansar. Entonces porqué sigues regresando?"
Esto le extrañó a la normalmente cínica mujer. ¿POR QUÉ le importaba? No era que el muchacho le fuera familiar ni que estuvieran relacionados de alguna forma. Ella sólo... sentía que tenía que estar ahí. "No lo sé, Anastasio. E-en verdad no lo sé."
Su viejo amigo le sonrió desde el otro lado de la mesa. "¿Está sonando tu reloj biológico, Zyllie?"
Ella lo miró con enfado. "No es gracioso, Annie."
Su molesta sonrisa se hizo más grande. "Ya se. Aunque puedo seguir con esto, pararé. Tú eres el Dragón Negro, primer líder del clan de los Dragones Arashi-Tenku mientras que yo sólo soy el Halcón Azul del clan de los Halcones Kiri-Kaminari. Estaría cometiendo suicidio."
"Aparte de todo esto, cómo esta él?"
"Lo trajiste justo a tiempo, un poco más tarde y estaría muerto."
Se encogió de hombros al recordar encontrarlo, y lo que le hubiera sucedido si no lo hubiera hallado. Por una vez me alegro de haber salido tarde del trabajo. "Entonces, está bien?"
"Estamos agradecidos que nuestras pociones y medicamentos fueran tan efectivos en el. Tan efectivos, que es casi un milagro. La mayoría de los cortes, huesos, y heridas internas fueron sanadas. Si lo miraras ahora, probablemente sólo notarías algunos moretones aquí y allá. ¿Sabías que usaba lentes? Bueno, sus ojos han mejorado un poco, pero aún los necesita."
"Es asombroso! Pero estoy preocupada acerca de su increíble recuperación. Él es sólo un niño normal, verdad?"
"Le hicimos algunas pruebas, porque esto también nos intrigaba. Es un mago, uno poderoso. Pero creemos que también tiene una fuerte habilidad Elemental. Aunque todavía no podemos probar su potencial porque todavía está en coma."
"¿Cuánto crees que seguirá así?"
"Depende. Los comas son engañosos. Tenía un severo trauma cerebral, así que eso puede causar problemas. Aparte de eso, sólo necesita que le traten un brazo roto, algunos moretones, y malnutrición. Eso sí, te puedo decir que nuestro chico misterioso sobrevivirá."
Sintió alivio instantáneo. Genial, estará bien! "Gracias a los vientos, eso es bueno. Anastasio, aún no te he agradecido por todo esto."
Anastasio sólo agitó su mano, "No importa, sé cómo t sientes: como un padre. Yo lo sé. Yo mismo tengo cuatro hijos. No, déjame, terminar," dijo, al ver que ella abría su boca para discutir. "Actuaste como cualquier madre de sangre roja lo habría echo. Algunas de las enfermeras ya han empezado a llamarlo el "hijo de Zylle", porque te preocupas tanto por él."
Eso era verdad. Zylle había venido al Santuario cada día para revisar como estaba el joven que había llevado. Había escuchado las risitas de algunas enfermeras por su comportamiento, pero lo ignoró. El chico era más importante. Aparte, ella no era del tipo de persona a la que le gustaba escuchar chismes.
De la nada, una enfermera rubia entro en la oficina. Probablemente dañó la hermosa puerta de caoba debido a su violenta entrada. "Doctor! Se despertó! El hijo de Zylle está despierto!"
Dándole a la enfermera una divertida mirada, el doctor dijo claramente, "¿En serio? No sabía que ella tenía un hijo, Betty."
Betty se ruborizó cuando notó la ya mencionada mujer sentada en la silla, mirándola imperiosamente, "OH, lo siento tanto, señorita Hawking! Es-es una broma de oficina! Por favor no se ofenda.
Suspirando, le dijo, "No te preocupes, Betty. ¿Dijiste que está despierto?"
"Sí, increíblemente ha estado despierto desde medianoche. Asustó a Anderson hace unos minutos."
Anastasio se levantó de su escritorio. "Bueno, vayamos a verlo. ¿Zylle? ¿Supongo que vendrás, verdad?"
Levantándose de su silla, le contestó sarcásticamente, "No, me iré a mi casa. ¡Por supuesto que iré!"
Desvió su mirada cuando escucho la puerta abriéndose. Había estado despierto desde medianoche (había mirado el reloj al despertarse) y había estado extremadamente aburrido hasta que un doctor entró en la habitación. Cuando el hombre lo vio sentado y observándolo en silencio, se volvió loco. Salió corriendo, gritando por una enfermera. Vaya doctor, aunque fue bastante gracioso cuando vio su expresión. Deseaba tener una cámara.
12:20, y según al calendario en la pared, el 31 de Julio. Le costó un momento encontrar sus gafas, pero con la ayuda de Hedwig fue capaz de encontrarlas. Con las gafas puestas, vio que estaba obviamente bajo tierra pues las paredes estaban hechas de piedra, y la temperatura era baja. El frío parecía provenir de las llamas en las lámparas de las paredes. Tiritó: la delgada bata de hospital que tenía puesta al despertar no estaba hecha para acumular calor. Notó que no podía moverse de la cama debido a que tenía un tubo inyectado en la muñeca. Ese tubo estaba conectado a un poste IV. Hedwig estaba sentada ahí, observándolo con preocupación. En todo caso no estaba con ganas de moverse. Esa era una cama muy cómoda.
Un doctor con canoso pelo rubio entro a la habitación, evidentemente feliz, y llevando una libreta. Una mujer de cabello oscuro en un traje de negocios azul entró después de él, pareciendo ansiosa. Con sólo mirarla, podía decir que ella no era así normalmente. Aunque se sintió mejor ahora que ella estaba aquí. Hmm... era ella su madre? Eso explicaría la seguridad a su alrededor y por qué ella se preocupaba por él. El doctor le hablo antes, mientras que la mujer se quedó en el fondo. "Hola, joven! Veo que al fin te has despertado! Así que, cómo te sientes?
Lo consideró por un momento. "Bien, supongo. Me duele un poco la cabeza, pero eso es todo."
Escribiendo rápidamente, el doctor asintió. "Eso es comprensible, has estado en coma por tres días." Entonces Tom estaba en lo correcto, su cuerpo SÍ estaba en coma mientras estuvo el Lethe. "Ahora, joven, necesito hacerte algunas preguntas." Uh, oh. ¿Cómo puedo explicar esto...? "Primero que nada, cómo te llamas?"
Inclinando su cabeza para mirar las impecables sábanas, dijo, "No lo sé. N-no lo recuerdo..."
El doctor intercambió una mirada con la mujer. "Nada? Nada en absoluto?"
Ahora que lo pensaba... "Bueno... puedo recordar cosas del colegio y... hechizos? Por qué se hechizos?" Demonios! Debió haberle preguntado a La Dama más preguntas antes de despertarse. Encontrándose con la intensa mirada del doctor, le preguntó, "Sabe usted? Quien soy yo, me refiero. Y ella es-," apuntó a la silenciosa mujer. "-mi mamá?"
Al decir esto, el doctor comenzó a reírse como histérico mientras el rostro de la mujer se ponía roja como un tomate. El doctor seguía riendo al decir sus siguientes palabras. "No, lo siento, no se quien eres. No es gracioso, pero... bueno, tu preguntaste si ella era tu madre..." no pudo seguir porque le dio otro ataque de risa.
La mujer gruñó al infortunado médico antes de darle su atención. "No, yo no soy tu madre, pero soy quien te encontró y te trajo aquí. ¡Cállate, Annie!"
El doctor (Annie? Su nombre era Annie? Qué estaba pensando su madre?) dejó de reírse lo suficiente para hacerle una mueca a la mujer. "Lo siento, pero es una broma de oficina... una muy divertida... no me llames así."
"Tú lo pediste."
"Mi niño, esta dama es Zylle Hawking, mientras que yo soy el brillante Dr. Anastasio Diamante."
Sonrió, "Oh, ahora lo entiendo, Annie es tu apodo."
Dr. Diamante giró hacia Zylle. "Te odio." Ella sólo sonrió y se encogió de hombros. "De acuerdo, recuerdas cosas que has aprendido. Algún lugar? Personas?"
Rápidamente, busco en su mente por algo que pudiera recordar. Debe haber algo. No puedo haber perdido todo en Lethe! Entonces le llegó. Una imagen. "Un perro. Un perro negro y grande. Eso es todo."
"Algo más reciente?"
"Dolor," murmuró. No quería recordar eso. "Mucho dolor."
"Hmm," murmuró el doctor neutralmente. Zylle lo miraba con lástima en sus ojos. Entonces ella notó a su guardián, ahora sentada en la cabecera de su cama. "Cómo entró esa lechuza?"
Dr. Diamante levantó la vista de su libreta. "Lechuza? De qué estás hablando? Una lechuza no puede ent-oh. ¿Cómo entró esa lechuza?
Zylle se acerco a la cama, caminando con gracia hacia él y la lechuza nevada. Acercó su mano al animal, quien la mordisqueó cariñosamente. "Parece amistosa." Sonriendo cálidamente a él, mientras acariciaba el ave, le preguntó, "Es una amiga tuya?"
Le regresó la sonrisa con una propia. Se sentía bien sonreír. De algún modo, el entendía que normalmente era infeliz. Al menos sabía que podía confiar en ella: Hedwig hubiera reaccionado de mala forma si no fuera así. "Sí, su nombre es Hedwig."
"Lindo nombre para un ave."
El doctor rió de nuevo. Parecía ser el tipo de persona que disfrutaba de la vida, y era una persona muy alegre. "Era de esperarse que tu y esa ave se llevaran bien. Eres una Elemental de Viento."
Ella le sacó la lengua a él de forma infantil. "Bueno, a ti te gusta ir al acuario, Sr. Elemental de Agua."
"Touché, Zylle. Touché.
"Eh... qué es un Elemental?" Esto le interesaba. Lógicamente, un Elemental podía controlar un elemento. Pero aprendió en... alguna clase en algún lugar, que nadie podía hacer eso. Era como magia concentrada sin una varita. Imposible. Hablando de mi varita, ¿dónde está? Espera, es verano. Nada de magia.
Los dos adultos parecían incómodos súbitamente. "Te lo explicaremos más tarde. En realidad no necesitas saber," Zylle dijo. El doctor asintió vigorosamente. Así que, podía confiar en ellos, pero no querían decirle lo que eran. Obviamente, el Dr. Diamante y Zylle no eran un brujo a bruja respectivamente, pero otra cosa. Pero qué? No había notado que el Dr. Diamante estaba hablando de nuevo. "- probablemente estarás aquí por una semana. En cualquier caso queremos hacerte algunas... pruebas adicionales para cerciorarnos que estás bien. También, necesitamos encontrar a tus guardianes y decidir si son." El doctor se esforzó por encontrar una palabra que no sonara ofensiva, pues no sabía toda la situación actual. "-adecuados para cuidarte. Si no, está todo en manos del estado." Zylle parecía triste por esto, pero el doctor continuó. "Ahora, debes descansar." El doctor asintió con su canosa cabeza antes de irse, mientras Zylle le dio una despedida más verbal ("Buena suerte, y por favor mejórate").
Apoyando su cabeza en las mullidas almohadas, le dijo soñolientamente a su fiel lechuza, "Bien, Hedwig, La Dama tenía razón. Este es un nuevo mundo ahora." Lo último que escuchó entes de sumirse en un profundo y pacífico sueño fue el ulular de aprobación de su lechuza.
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N/A: gracias a todos los que leen esta traducción. Mientras más reviews, más pronto pondré los nuevos caps .
GaRrY: (ruborizada) gracias, aunque sólo soy la traductora. .
AsuSan Snape: espero que esto ayude a aclarar más las cosas.
tomoe: gracias.
Eámanë: gracias.
Kat basted: en este cap se responden algunas de tus preguntas, pero deberás esperar un poco para que se respondan todas .
Aliance: gracias, que bueno que te guste.
Nelly Esp: gracias, y no te preocupes porque planeo seguir con esta historia hasta terminarla. Quizá luego traduzca la segunda parte, Profecías Elementales, dependiendo de la opinión de los lectores.
Capítulo Cuatro: Despertar en un Nuevo Mundo
"¿Algún avance?"
"Lo siento, pero su estatus es el mismo."
Zylle se dejó caer en la cómoda silla negra. La oficina del Dr. Diamante, al igual que el resto del hospital, estaba bajo tierra. Por lo tanto, las ventanas eran innecesarias. La oficina estaba iluminada por el fuego azul de la chimenea, un tipo de fuego que nunca se extinguía. Sólo los Elementales de Fuego podían alterar el fuego de ese modo. No sólo nunca se apagaba, tampoco se calentaba demasiado, pero también enfriaba. Muchos de los hogares en el Pueblo Grey Tower usaban fuego azul en vez de aire acondicionado en los sofocantes meses de verano. La delicada alfombra color turquesa y verde agua contrastaba enormemente con las paredes de piedra. Un montón de fotografías, mayormente de la familia del doctor, colgaban de las paredes junto con varios diplomas y certificados. Gabinetes sostenían numerosos tomos médicos y textos de pociones. En conjunto, carecía del aspecto clínico de la oficina de un doctor. Eso no era inusual en el Hospital Santuario de Grey Tower: aquellos que trabajaban allí hacían todo lo que podían para que sus pacientes se relajasen. El antiguo reloj en el escritorio les decía que faltaban quince minutos para la medianoche, el 31 de Julio. Ambos estaban exhaustos por el trabajo, pero ninguno podía descansar. El insomnio era casado por cierto paciente actualmente en el hospital.
El doctor, luciendo mucho más viejo que ella era aunque en realidad sólo unos años mayor, peinó su pelo rubio con sus largos dedos. "Lo que no entiendo es por qué estás tan interesada en este niño. Trabajas demasiado, eso es seguro, y necesitas descansar. Entonces porqué sigues regresando?"
Esto le extrañó a la normalmente cínica mujer. ¿POR QUÉ le importaba? No era que el muchacho le fuera familiar ni que estuvieran relacionados de alguna forma. Ella sólo... sentía que tenía que estar ahí. "No lo sé, Anastasio. E-en verdad no lo sé."
Su viejo amigo le sonrió desde el otro lado de la mesa. "¿Está sonando tu reloj biológico, Zyllie?"
Ella lo miró con enfado. "No es gracioso, Annie."
Su molesta sonrisa se hizo más grande. "Ya se. Aunque puedo seguir con esto, pararé. Tú eres el Dragón Negro, primer líder del clan de los Dragones Arashi-Tenku mientras que yo sólo soy el Halcón Azul del clan de los Halcones Kiri-Kaminari. Estaría cometiendo suicidio."
"Aparte de todo esto, cómo esta él?"
"Lo trajiste justo a tiempo, un poco más tarde y estaría muerto."
Se encogió de hombros al recordar encontrarlo, y lo que le hubiera sucedido si no lo hubiera hallado. Por una vez me alegro de haber salido tarde del trabajo. "Entonces, está bien?"
"Estamos agradecidos que nuestras pociones y medicamentos fueran tan efectivos en el. Tan efectivos, que es casi un milagro. La mayoría de los cortes, huesos, y heridas internas fueron sanadas. Si lo miraras ahora, probablemente sólo notarías algunos moretones aquí y allá. ¿Sabías que usaba lentes? Bueno, sus ojos han mejorado un poco, pero aún los necesita."
"Es asombroso! Pero estoy preocupada acerca de su increíble recuperación. Él es sólo un niño normal, verdad?"
"Le hicimos algunas pruebas, porque esto también nos intrigaba. Es un mago, uno poderoso. Pero creemos que también tiene una fuerte habilidad Elemental. Aunque todavía no podemos probar su potencial porque todavía está en coma."
"¿Cuánto crees que seguirá así?"
"Depende. Los comas son engañosos. Tenía un severo trauma cerebral, así que eso puede causar problemas. Aparte de eso, sólo necesita que le traten un brazo roto, algunos moretones, y malnutrición. Eso sí, te puedo decir que nuestro chico misterioso sobrevivirá."
Sintió alivio instantáneo. Genial, estará bien! "Gracias a los vientos, eso es bueno. Anastasio, aún no te he agradecido por todo esto."
Anastasio sólo agitó su mano, "No importa, sé cómo t sientes: como un padre. Yo lo sé. Yo mismo tengo cuatro hijos. No, déjame, terminar," dijo, al ver que ella abría su boca para discutir. "Actuaste como cualquier madre de sangre roja lo habría echo. Algunas de las enfermeras ya han empezado a llamarlo el "hijo de Zylle", porque te preocupas tanto por él."
Eso era verdad. Zylle había venido al Santuario cada día para revisar como estaba el joven que había llevado. Había escuchado las risitas de algunas enfermeras por su comportamiento, pero lo ignoró. El chico era más importante. Aparte, ella no era del tipo de persona a la que le gustaba escuchar chismes.
De la nada, una enfermera rubia entro en la oficina. Probablemente dañó la hermosa puerta de caoba debido a su violenta entrada. "Doctor! Se despertó! El hijo de Zylle está despierto!"
Dándole a la enfermera una divertida mirada, el doctor dijo claramente, "¿En serio? No sabía que ella tenía un hijo, Betty."
Betty se ruborizó cuando notó la ya mencionada mujer sentada en la silla, mirándola imperiosamente, "OH, lo siento tanto, señorita Hawking! Es-es una broma de oficina! Por favor no se ofenda.
Suspirando, le dijo, "No te preocupes, Betty. ¿Dijiste que está despierto?"
"Sí, increíblemente ha estado despierto desde medianoche. Asustó a Anderson hace unos minutos."
Anastasio se levantó de su escritorio. "Bueno, vayamos a verlo. ¿Zylle? ¿Supongo que vendrás, verdad?"
Levantándose de su silla, le contestó sarcásticamente, "No, me iré a mi casa. ¡Por supuesto que iré!"
Desvió su mirada cuando escucho la puerta abriéndose. Había estado despierto desde medianoche (había mirado el reloj al despertarse) y había estado extremadamente aburrido hasta que un doctor entró en la habitación. Cuando el hombre lo vio sentado y observándolo en silencio, se volvió loco. Salió corriendo, gritando por una enfermera. Vaya doctor, aunque fue bastante gracioso cuando vio su expresión. Deseaba tener una cámara.
12:20, y según al calendario en la pared, el 31 de Julio. Le costó un momento encontrar sus gafas, pero con la ayuda de Hedwig fue capaz de encontrarlas. Con las gafas puestas, vio que estaba obviamente bajo tierra pues las paredes estaban hechas de piedra, y la temperatura era baja. El frío parecía provenir de las llamas en las lámparas de las paredes. Tiritó: la delgada bata de hospital que tenía puesta al despertar no estaba hecha para acumular calor. Notó que no podía moverse de la cama debido a que tenía un tubo inyectado en la muñeca. Ese tubo estaba conectado a un poste IV. Hedwig estaba sentada ahí, observándolo con preocupación. En todo caso no estaba con ganas de moverse. Esa era una cama muy cómoda.
Un doctor con canoso pelo rubio entro a la habitación, evidentemente feliz, y llevando una libreta. Una mujer de cabello oscuro en un traje de negocios azul entró después de él, pareciendo ansiosa. Con sólo mirarla, podía decir que ella no era así normalmente. Aunque se sintió mejor ahora que ella estaba aquí. Hmm... era ella su madre? Eso explicaría la seguridad a su alrededor y por qué ella se preocupaba por él. El doctor le hablo antes, mientras que la mujer se quedó en el fondo. "Hola, joven! Veo que al fin te has despertado! Así que, cómo te sientes?
Lo consideró por un momento. "Bien, supongo. Me duele un poco la cabeza, pero eso es todo."
Escribiendo rápidamente, el doctor asintió. "Eso es comprensible, has estado en coma por tres días." Entonces Tom estaba en lo correcto, su cuerpo SÍ estaba en coma mientras estuvo el Lethe. "Ahora, joven, necesito hacerte algunas preguntas." Uh, oh. ¿Cómo puedo explicar esto...? "Primero que nada, cómo te llamas?"
Inclinando su cabeza para mirar las impecables sábanas, dijo, "No lo sé. N-no lo recuerdo..."
El doctor intercambió una mirada con la mujer. "Nada? Nada en absoluto?"
Ahora que lo pensaba... "Bueno... puedo recordar cosas del colegio y... hechizos? Por qué se hechizos?" Demonios! Debió haberle preguntado a La Dama más preguntas antes de despertarse. Encontrándose con la intensa mirada del doctor, le preguntó, "Sabe usted? Quien soy yo, me refiero. Y ella es-," apuntó a la silenciosa mujer. "-mi mamá?"
Al decir esto, el doctor comenzó a reírse como histérico mientras el rostro de la mujer se ponía roja como un tomate. El doctor seguía riendo al decir sus siguientes palabras. "No, lo siento, no se quien eres. No es gracioso, pero... bueno, tu preguntaste si ella era tu madre..." no pudo seguir porque le dio otro ataque de risa.
La mujer gruñó al infortunado médico antes de darle su atención. "No, yo no soy tu madre, pero soy quien te encontró y te trajo aquí. ¡Cállate, Annie!"
El doctor (Annie? Su nombre era Annie? Qué estaba pensando su madre?) dejó de reírse lo suficiente para hacerle una mueca a la mujer. "Lo siento, pero es una broma de oficina... una muy divertida... no me llames así."
"Tú lo pediste."
"Mi niño, esta dama es Zylle Hawking, mientras que yo soy el brillante Dr. Anastasio Diamante."
Sonrió, "Oh, ahora lo entiendo, Annie es tu apodo."
Dr. Diamante giró hacia Zylle. "Te odio." Ella sólo sonrió y se encogió de hombros. "De acuerdo, recuerdas cosas que has aprendido. Algún lugar? Personas?"
Rápidamente, busco en su mente por algo que pudiera recordar. Debe haber algo. No puedo haber perdido todo en Lethe! Entonces le llegó. Una imagen. "Un perro. Un perro negro y grande. Eso es todo."
"Algo más reciente?"
"Dolor," murmuró. No quería recordar eso. "Mucho dolor."
"Hmm," murmuró el doctor neutralmente. Zylle lo miraba con lástima en sus ojos. Entonces ella notó a su guardián, ahora sentada en la cabecera de su cama. "Cómo entró esa lechuza?"
Dr. Diamante levantó la vista de su libreta. "Lechuza? De qué estás hablando? Una lechuza no puede ent-oh. ¿Cómo entró esa lechuza?
Zylle se acerco a la cama, caminando con gracia hacia él y la lechuza nevada. Acercó su mano al animal, quien la mordisqueó cariñosamente. "Parece amistosa." Sonriendo cálidamente a él, mientras acariciaba el ave, le preguntó, "Es una amiga tuya?"
Le regresó la sonrisa con una propia. Se sentía bien sonreír. De algún modo, el entendía que normalmente era infeliz. Al menos sabía que podía confiar en ella: Hedwig hubiera reaccionado de mala forma si no fuera así. "Sí, su nombre es Hedwig."
"Lindo nombre para un ave."
El doctor rió de nuevo. Parecía ser el tipo de persona que disfrutaba de la vida, y era una persona muy alegre. "Era de esperarse que tu y esa ave se llevaran bien. Eres una Elemental de Viento."
Ella le sacó la lengua a él de forma infantil. "Bueno, a ti te gusta ir al acuario, Sr. Elemental de Agua."
"Touché, Zylle. Touché.
"Eh... qué es un Elemental?" Esto le interesaba. Lógicamente, un Elemental podía controlar un elemento. Pero aprendió en... alguna clase en algún lugar, que nadie podía hacer eso. Era como magia concentrada sin una varita. Imposible. Hablando de mi varita, ¿dónde está? Espera, es verano. Nada de magia.
Los dos adultos parecían incómodos súbitamente. "Te lo explicaremos más tarde. En realidad no necesitas saber," Zylle dijo. El doctor asintió vigorosamente. Así que, podía confiar en ellos, pero no querían decirle lo que eran. Obviamente, el Dr. Diamante y Zylle no eran un brujo a bruja respectivamente, pero otra cosa. Pero qué? No había notado que el Dr. Diamante estaba hablando de nuevo. "- probablemente estarás aquí por una semana. En cualquier caso queremos hacerte algunas... pruebas adicionales para cerciorarnos que estás bien. También, necesitamos encontrar a tus guardianes y decidir si son." El doctor se esforzó por encontrar una palabra que no sonara ofensiva, pues no sabía toda la situación actual. "-adecuados para cuidarte. Si no, está todo en manos del estado." Zylle parecía triste por esto, pero el doctor continuó. "Ahora, debes descansar." El doctor asintió con su canosa cabeza antes de irse, mientras Zylle le dio una despedida más verbal ("Buena suerte, y por favor mejórate").
Apoyando su cabeza en las mullidas almohadas, le dijo soñolientamente a su fiel lechuza, "Bien, Hedwig, La Dama tenía razón. Este es un nuevo mundo ahora." Lo último que escuchó entes de sumirse en un profundo y pacífico sueño fue el ulular de aprobación de su lechuza.
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N/A: gracias a todos los que leen esta traducción. Mientras más reviews, más pronto pondré los nuevos caps .
