Para
evitar problemas de autor y todo esos enrolló. La
idea de la historia es totalmente mía como los personajes aquí
mencionados con exacción de Salazar Slytherin. Él le pertenece
ha J.K.R. y a todos los demás que compraron los derechos.
Yo no estoy lucrando con esto, así que no estoy quebrando ninguna
ley internacional. No molesten, ni fastidien con ese punto.
Solo espero que se diviertan con la lectura, así como yo me
divertí escribiéndola en clase. Si quieren
pueden dejar su opinión que será bien aceptada. Cuídense
mucho Sak.
Los Herederos!!!
Por: Sakura_Corazón
Capitulo II
Salazar Slytherin. Terror y perdidas!!!
Un fuego intenso envuelve el castillo de dos torres. Todo es confusión, el ataque sorpresa ordenado por el Regente del Este los toma por total sorpresa. Dos grupos de compañías han iniciado un ataque frontal y por el flanco derecho contra el castillo de Lord Ian Slytherin. La razón… Ser mago, pero la realidad era por poder y venganza.
Afuera del imponente castillo, los soldados se debaten con sus espadas y ataques mágicos. Es toda una carnicería. Cuerpos mutilados y agonizantes.
Adentro no es tan diferente, varios soldados han entrado al castillo. Los dueños del castillo se encuentran en el gran comedor, los tienen sitiados. Hay varios muertos en el piso, todos caídos por el filo de espadas sedientas de sangre.
El pequeño de seis años se encontraba aterrado detrás de un hombre fornido. La mujer de rubios cabellos estaba tendida en el piso, respiraba con dificultad. El niño de cabellos rubios forcejea, ahora con el hombre para ir a donde la mujer, su madre. El hombre no le permite el ir donde su madre por seguridad, ese es su trabajo. El de cuidar y proteger con su vida si es necesario, al heredero de su señor.
Mama!!! –grita con su vocecita infantil, al tiempo que forcejea con el musculoso hombre de cabellos castaños- déjame ir Igan, están lastimando a mama. Papá has algo – le suplica a su padre. El padre se encontraba de rodilla en el frío piso de mármol, concentrándose en un hechizo.
Igan, -le grita el padre del niño al hombre- toma a Salazar y salgan del cuarto –tiene los párpados apretados y su piel traslucía sudor. La mano derecha, la que porta su vara mágica, brilla intensamente. Los labios se mueven recitando un conjuro.
La madre del niño con trabajo logra levantarse y se acerca a su esposo. – Llévatelo lo mas lejos que puedas–grita la mujer. Después de esto cae presa de un convulsionante ataque de tos. Hacia tiempo que había contraído una enfermedad nefasta.
El escudo protector cedía un poco cada minuto que pasaba. Los hombres blanden sus espadas, listos para atacar cuando cayera finalmente el escudo, lo cual sería pronto.
La mujer continua contraída por el dolor. Sus ojos verdes destellan intensamente. Sus labios anteriormente como rubíes están pálidos. Al igual que su esposo, perlas de sudor resbalan suavemente por su nívea piel. No es un panorama muy alentador.
Igan toma a Salazar en brazos y lo alza, el niño no deja de patalear. La madre se lo llama, el la mira suplicante, ella se despide de él, lanzando un ultimo beso. El pequeño derrama lagrimas de miedo, como si fueran gotitas de lluvia en una noche de crudo invierno, por sus ojitos verdes con un dejo de miel. El grita su nombre y el de su padre. Desaparece por una pared del comedor.
Ella se acerca a su esposo en busca de protección, él la recibe en sus fuertes y cálidos brazos. Ella se recuesta en el fuerte y reconfortante pecho de él, le da un tierno y dulce beso de amantes, cierra sus ojos suavemente ya no desea ver mas muertes y sangre. Su respiración sé hace pausada, adquiere el compás que su amado esposo impone.
Él la contempla detenidamente, grabando cada detalle y curva de su rostro; rostro por el cual una rebelde y solitaria lagrima rueda y se confundirse con el sudor.
Sabe el destino de ella y él suyo propio… solo la muerte. Parece que eso le deparaba a la gran mayoría de sus parientes. Solo tiene la esperanza que su hijo salga bien y viva plenamente la vida que se le negaría a ellos. Toma los brazos de su esposa y los junta con los suyos, de esta forma podrá participar en el hechizo.
El hombre lleva a cuesta al pequeño Salazar como si fuera un pequeño saco de trigo, se dirige hacia una de las salidas secreta del castillo. Es una de las pocas que se conservan sin ser descubiertas por los soldados.
Igan para un momento en el pasillo iluminado por la luz de la antorcha. Sus cabellos siempre pulcros y atados en una cola, están esparcidos por todo su rostro fino, el cual dejaba ver suciedad. Con cuidado baja al joven heredero, él cual todavía llora desconsoladamente.
Salazar para de llorar –dice en voz baja, pero firme. Él niño sorbe un poco los mocos y lo mira directamente a los ojos café claro, los cuales están embargado de tristeza.
Mami y papi vendrán pronto –le pregunta con su vocecita quebrada. El hombre no le puede ocultar la verdad. Un suspiro largo sale de sus delgados labios.
Salazar, hay cosas que pasan, y no se pueden evitar. Esta es una de ellas. –Al ver que iniciaría a llorar, lo abraza y le sigue hablando suavemente. No quería que sintiera el dolor que inunda su alma en ese momento.- Debes mantener la esperanza. A lo mejor si lo logran, pero primero debemos salir de aquí –termina de decir mirándolo a los ojitos del pequeño, el asiente, le toma la mano y los dos empiezan a caminar cautelosamente.
En el comedor, la situación es lamentable. La barrera que los protegió de momento ha caído. Los hombres avanzan en carrera contra El Lord y La Dama, como si fuera una jauría de lobos que ataca a un cervatillo.
La bella dama da sus ultimas oraciones y hechizos de protección para su esposo. Ella partía pronto a un largo viaje al otro mundo. El Gran Lord ruega ha los Dioses por el bien de su pequeño hijo.
Ian, amor, crees que lo lograra -pregunta con dificultad la dama. Su respiración se hace vez más superficial. Sus últimos momentos le llegaba.
Sí, Igan lo prometió. El se salvara. –responde en un susurro lleno de amor y ternura.- Estará bien.
Él la atrae contra sí, para darle su calor. La respiración se izo más lenta. Un ultimo suspiro sale de sus labios, como si fuera la brisa al apagar una vela. La suya se apaga. -
Vete tranquila. –sus labios temblaban. Después le da un tierno beso en la frente. Él contiene sus lagrimas. Abraza fuertemente el cuerpo inerte de la que fue su mujer, esposa, amante y amiga. Su vida ya no le representa nada porque luchar.
No se ha dado cuenta, pero ya los hombres están encima de él. Una espada le atraviesa el pecho por la mitad. Él tose, sangre sale de sus labios carmesíes. El hombre retira la espada del cuerpo del Lord, sin piedad. Lo traspasa nuevamente. Otras estocadas mas se le suman.
Él ríe fuertemente. Los hombres se asustan por esto. Ian con cuidado y sin dejar de reír acuesta a su dama en el piso frió y lleno de sangre. El final ha llegado. Una sonrisa sale de sus labios manchados de sangre. Ahora es él quien brilla.
Adiós, malditos bastados- Dijo en un susurro y con su ultimo aliento de vida grita:
¡¡¡ANIMA PYR!!!
Su cuerpo y el de su esposa desaparecen al instante. Solo se escucha el golpear de sus alianzas de oro, cuando caen al piso manchado de sangre. Las alianzas por dentro brillan fuertemente, unas palabras aparecen escrita en un lenguaje antiguo. "Amor eterno". Las vara de ellos también caen al piso, negras como la noche sin luna.
Una gélida brisa se inicio a formar, a medida que toma fuerza va barriendo todo lo que se encuentra a su alrededor. Ella se dirige hacia la luz blanca que apareció en el lugar donde el Lord y su Dama se encontraban. El centro de la habitación.
La luz inicio a brillar intensamente. Cada segundo que pasa aumenta mas y más. La brisa es ahora la de un tornado. Así como inicia para. Los hombres que están vivos todavía tratan de salir desesperadamente, pero es muy tarde. Las puertas de la habitación están cerradas, mejor dicho selladas.
Un vació se forma. Silencio… eso es lo que hay en la habitación. Un solo hombre en la habitación sabe el significado de las palabras lanzadas por el Lord. Su antiguo Señor. "FUEGO DEL ALMA".
Este hechizo es usado solamente por los locos o los que no tienen nada que perder en la vida. Ese es el caso. Ya lo había perdido. El hombre levanta un escudo protector.
La luz toma forma de una esfera traslucida al rededor, de centro rojo como el fuego y la sangre que se encontraba esparcida en la habitación. Los guerreros gritan por ayuda. Instantes después una honda expansiva inicia a atravesar gran parte del castillo. Las personas que fueron alcanzadas por la honda del hechizo, se quemaron y desaparecieron instantáneamente. Esa es la variante para el cuerpo físico, el alma es otra cosa. Mientras más corrupto o malvado fuera mas sufrimiento tendría, viviría perpetuamente entre las llamas y desolación, el peor de los infiernos se queda corto al lado de este hechizo.
Igan al escuchar el grito de su señor toma al niño entre sus brazos. Lo abraza contra sí y levanta un escudo protector. Solo implora a los dioses que fuera lo suficientemente fuerte para soportar el embate del conjuro, ya que él no es mago sino guerrero.
La onda atraviesa todo el castillo llevándose consigo a todos los guerreros, solo quedan los que tuvieron la fuerza y la gracia de crear un escudo de protección.
A Igan y Salazar los golpea fuerte, pero salen ilesos. El pequeño esta tranquilo, ya no llora constantemente como antes. Inician a caminar por el corredor este, el fuego no ha llegado a esa área.
Al final del pasillo se distingue un hombre, él cual los espera. Las ropas blanca le indican a Igan que es un mago. Como un balde de agua helada de la montaña comprende todo. Una traición. Una maldita traición. Él era nada mas y nada menos que el consejero de su Lord.
Claro. Por ello han entrado tan fácil al castillo.-deduce Igan.
Hola Igan –le saluda jovialmente el consejero- Dame a Salazar. Te es un estorbo, mas ahora que necesitas salir del castillo. –termina de decir con su voz parca, mientras avanzaba hacían ellos.
NUNCA –grita lleno de ira – ERES UN TRAIDOR WILLIAM. LO TRAICIONASTE. QUE TU Y TU ALMA SE PUDRA EN EL MISMO INFIERNO, MALDITO.-termina de decir escupiendo el piso. Esta es una seria ofensa.
Que feas palabras –dice sarcástico. Su dedo índice se mueve de un lado a otro, en señal de negativa.- debes cuidar mas tu boca, ella te traerá muchos problemas- un súbito movimiento de su mano, toma por desapercibido a Igan lanzándolo contra una de las paredes del pasillo.
Salazar corre a donde Igan. Con su escasa fuerza se aferrad al cuerpo del guerrero. El consejero se acerca al pequeño y lo toma con sus huesudas y decrepitas manos.
Solo tengo que matarlo Igan y habré terminado mi labor. –le dice tan calmado. Igan trata de incorporarse, pero no puede. El golpe que recibió le había quebrado una pierna. Tendrá que realizar una gran hazaña que caiga en la categoría de milagros.
Ha Igan se pasma al ver que el consejero de su inmaculada túnica saca una daga. Es hermosa como estas armas son. La empuñadura de plata brillante como la luna, con incrustaciones de rubíes, las cuales resplandecen a la luz del fuego. Ve al filo buscar el cuello del infante, como un vampiro la yugular para saciarse con el liquido escarlata.
Salazar no deja de forcejear con el hombre que lo retiene, hasta que su piel suave y tersa se estremece al sentir él frió, y el cortar delicado de la hoja plateada. Se queda quieto. La daga sigue moviéndose con un lento ritmo, como si fuera una doncella insinuándose libremente a su amado. A medida que pasa un rastro del liquido de la vida va manchando la nívea piel.
El consejero siente gran placer por esto. Él se alimenta del miedo de las personas. Es así como saca gran parte de su poder. Sus sentidos están mas que saciado, excitado se encuentran. Se acerca al cuello del infante. El olor de la sangre lo llama. Quería probarla.
Igan al ver lo que pasara, toma una decisión. La cual hará honor a la promesa hecha a su señor, pero incumpliría la hecha a su mujer. El regresar vivo donde ella y si pequeño hijo Ewan.
Sentía la tibia respiración de su captor en el cuello. Mira a Igan suplicando ayuda. A su alrededor una fina brisa cobra forma lentamente, sus bellos ojos verde-miel se tornan blancos. Se estaba bloqueado mentalmente.
El tiempo no pasa en su mente. Sentía como la hoja de la daga pasaba lentamente, como una serpiente en su recorrido por comida. Miedo. El calor de la sangre al escurrirse por la herida, como si fuera un río sinuoso. Pavor. El frió que dejaba el paso de la lengua por donde la sangre había creado su camino. Terror. Ya no sentía nada más. Cerro los párpados en busca de paz.
La opresión que sintió sobre su cuerpo desaparece. Al abrir nuevamente sus párpados, no hay ninguna daga en su cuello, ni aquella respiración tan perturbadora, ni mucho menos la lengua viperina que lo hostigaba.
El consejero esta en el suelo un poco aturdido, con algo de dificultad se levanta torpemente. Su presa se le ha escapado de sus manos. Como cazador esta ofendido. Había olvidado que el niño algún día seria mago y esa magia lo esta protegiendo. No podía ser, que él siendo un zorro viejo y sabio, un simple conejo se le escapara de sus garras.
Como perseguidor nuevamente se dirige a su presa. Se le tira encima con la daga por todo lo alto. Gritos de alerta se escuchan en el pasillo. El niño no reacciona por ninguna razón.
Iba en cámara lenta... Pasos... La daga baja como si fuera las garras de un poderos halcón acometiendo contra su débil presa... nunca llega a su objetivo. Una espada se atraviesa en su camino. El hombre grita iracundo.
La locura inunda mas la mente perturbada de él que una vez fue consejero del gran Lord Slytherin. Esa demencia desea la sangre del pequeño, se sintió poderoso con lo poco que saboreo. Esto es lo mas degradado que podía llegar un mago. Beber la sangre de otro mago.
Su mente se corrompe, extravía, se vuelve irracional e insensata, perdió la cordura. El beber sangre de mago era la razón, es bien sabido que al beberla perdía su yo interno, su alma.
Dulce y al mismo tiempo salado, era el sabor que le había dejado. Le gusto. Él olerla lo intoxicaba lentamente. Su mente esta seducida por el poder que ha sentido, perdida en un frenesí sin control. Aquella sensación le da supremacía, le llena todo su ser, daba poder.
Lo desea... La ansia... la quiere... mas y más.. Sangre, cálida, espesa, roja, deliciosa. Vida y muerte, poder desmesurado; tocando sus labios y dejándolos más carmesí de lo que eran.
Al ver la cara que tiene el ex-consejero, Igan se pone en el medio de ellos dos. No le quita la mirada. William parece un lobo, uno hambriento; mas bien sediento, sediento de sangre. Solo espera una oportunidad para atacar.
El dolor que sentía Igan lo esta abrumando sin misericordia. La vista la tiene un poco nublada. La pierna la tenia destrozada. No podía hacer mucho en ese estado. Necesita ver como esta Salazar, con su voz ronca, la cual demuestra algo miedo, le grito al niño.
¡¡¡SALAZAR!!! –el niño sale del trance en que encuentra. Lo miro confundido no se acordaba de nada. Descuido, dejo de ver al ex-consejero.
¡¡¡CORRE, TE HE DICHO QUE CORRAS!!!. ¡NO TE DETENGAS A MIRAR POR NADA...! –No puede terminar la frase cuando su cuello es destrozado por unas manos invisibles. A lo lejos el mago mueve sus manos. Algo de sangre sale por los gruesos labios.-
Corre, Corre –le dice ahogadamente. Igan inicia a caminar hacia William, él estrujaba cada vez mas el cuello imaginario. Igan lo aprisiona con sus musculosos brazos, le impediría lo mas posible el ir contra Salazar. William ya no esta recitando ningún conjuro, ahora tiene en su mano la daga. La entierra ponzoñosamente contra el cuerpo de Igan. Lo quería sacar de encima.
El pequeño parte, con sus piernas cortas esquiva los obstáculos que se le interponen. Ahora el castillo sé hace demasiado gigantesco. El ruido es ensordecedor. Llamarada es lo único que hay por todos lados.
Llamas rojas como rubíes, suben por las paredes devorando todo a su alrededor, simulando al mar cuando reclama sus arenas perdidas. El calor esta siendo insoportable. El crujir de la madera es espeluznante, parecían gritos de mujeres desesperadas.
Igan al ver que Salazar se alejo de donde se encontraba, inicio a despedirse de sus amores. William lo ataca con mas saña, su inmaculada túnica esta manchada de escarlata. Igan le hace caso omiso a los gritos que profiere William. Mientras se despide del mundo recitaba un pequeño conjuro de protección y al mismo tiempo de ataque. «Folie et mauvais état, pour laisser mon. Il protège mon cœur et cela que je veux ». « Pour pouvoir en mesure de mes Dieux. Il détruit mon ennemi» .- Al terminar de decir esto una luz celeste cubrió el pasillo.
El humo es cada vez más espeso y negro. La garganta al pequeño le arde y duele mucho. Todavía sangra por la herida provocada. Lenguas de fuego se pueden distinguir en el medio de todo ese humo. Las vigas del techo crujen fuertemente. Es inminente la caída del madero. Él pequeño avanza sosegadamente. Ya varias vigas han caído después que él pasara.
Varios pasos se escuchan claramente, llevaban un ritmo suave y rítmico. Parecía que paseara por el pasillo. Una brisa inunda el corredor llevándose al espeso humo, solo dejando las llamas danzar en su forma tan particular. En las llamas una forma aparece. El niño retrocede instintivamente. Hay un lobo. Lo más increíble es que era de fuego.
La mirada del animal se posa sobre el niño. De su garganta sale un largo y agudo aullido. El pequeño se tapa los oídos. Otra viga se desprende y cae al piso con gran estruendo. Trata de alejarse del fuego y al mismo tiempo del lobo, pero otra gran viga cae frente a él. Esta rodeado por el fuego y cada minuto sé hace mas chico el espacio. Arriba de él se encuentra otra viga. La cual esta cediendo poco a poco.
Del medio de las llamas un hombre aparece. Sus ropas son de un verdes olivo oscuro. es un guerrero. El hombre al verlo sonríe ampliamente. Los ojos del pequeño no podían estar mas abierto de lo que están. La adrenalina inunda su lesionado cuerpo. Tiene miedo. Un grito sale de su garganta, el fuego lo ha quemado, lastimando profundamente su brazo.
El hombre se acerca a él con cuidado. Podía ver que esta muy lastimado, tanto física como espiritual. Ya se las apaña para encargarse de un crío de seis años.
Ya lo encontré, que piensas hacer Errol –le pregunta mentalmente el lobo, algo inquieto por lo que veía.
El niño esta alterado. Su ropa están chamuscadas y lo que más le inquieta es la sangre que mancha parte de la camisa.
Lo que tenga que hacer –le contesto. Su caminar era decidido.
Ten cuidado, acuérdate que sangre de mago corre por sus venas. –el lobo se aleja un poco de ellos.- Iré a vigilar. No creo que el hechizó que lanzo Igan fuera lo suficientemente fuerte contra William y más después de beber algo de sangre. Que estúpido. –Termino de decir el lobo mientras se alejaba.
No hagas ninguna tontería Frey –le dijo en señal de despedida momentánea.
De cuclillas se encuentra Salazar. Sus manos cubría los oídos, por su rostro lagrimas se mezclaban con el hollín que había. No lloraba, es un llanto silencioso. La viga cae con toda su fuerza. Tanto es el miedo que sentía que había creado un escudo sin darse cuenta. Esto le salva la vida, ya que al tocar el escudo, la viga se desintegro al instante.
Errol esta impresionado. No es cual quiera quien realiza ese tipo de escudos y más si era un niño pequeño.
En menudo lío me he metido –pensó.- Este chico esta perturbado.
Salazar, me escuchas –le pregunta acercándose con cautela de no tocar el escudo, y al mismo tiempo tratando de ser le franco.
El niño levanta la vista y ve al hombre de cabellos negro, largos, atados en la nuca por una cinta delgada. Barba espesa del mismo color. Sus ojos azules brillaban con el fuego. Tiene la nariz algo torcida y una pequeña cicatriz le recorre la mejilla izquierda. Espalda ancha, cintura angosta, brazos y piernas fuertes, fibrosas, bien formadas.
Salazar necesito que confíes en mi. Mi nombre es Errol y vengo de parte del Lord Lokë. De tu abuelo. –Lo mira atentamente, para ver algún tipo de señal o indicación de que podía acercarse. El niño lo mira con sus ojitos cansados, tristes, lleno de desconsuelo; baja la cabeza y la mete entre sus piernas. Errol alarga su mano y se percata que el escudo ha desaparecido.
Se acerca al crío y lo toma en brazos, se lo coloca en el pecho. El pequeño le pasa los bracitos alrededor del cuello, apoya su pequeña cabeza en el hombro. De pronto Errol escucha el sollozo del pequeño, siente las lagrimas tocar su piel.
Errol se siente mal por no poder haber llegado antes y tratar de ayudar un poco. Su señor lo había mandado después de recibir una segunda misiva de su hijo, por un intento de ataque contra ellos. Cuan cierto había sido.
El cansancio invade paulatinamente el cuerpo de Salazar. Un sopor inunda los músculos tensos, su cuerpo se va sumiendo en un sueño pesado. Sus párpados se cierran hundiéndose en un sueño profundo.
Errol revisa momentáneamente a Salazar. El corte del cuello es superficial, pero tiene miedo que el arma que lo causo estuviera cubierta de algún veneno. Frey aparece de pronto al lado de Errol.
Se acerca cinco hombres y entre ellos esta William. No esta contento. Debemos irnos. No podrás hacerle frente.- le dice el lobo. Un ruido los alerta. Eran pasos, se escuchan cerca.
El lobo inicia a correr por el pasillo, atrás le sigue de cerca Errol. Suben unas escaleras. Necesitan salir al patio o por lo menos a una de las torres. Pasillo, vuelta a la derecha, pasillo, izquierda, otro pasillo interminable, izquierda, una puerta, derecha. Luz.
Salieron a la segunda torre, la mas alta de todas. Errol cerro rápidamente la puerta, los hombres de William estaban cerca. Frey aulló fuertemente, a ese aullido se le unió un fuerte silbido.
Salazar abre fugazmente los ojos. Lo que pudo ver desde la torre es angustioso y deplorable. Cientos de cadáveres desmembrados, mutilados o muertos en el piso como si fuera un campo de flores recién abierta. No se podía ver el pasto. Giro su cabeza un poco, nuevamente ve al lobo. No dice nada. El sopor lo regresa al letargo y cae en inconciencia.
Golpes fuertes se sienten en la puerta. Errol ve que Salazar seguía dormido. Frey escudriña el cielo en busca de algo. Un aleteo fuerte se escucha en el ambiente. Golpes de hachas se inician a sentir en la puerta. El tiempo se le acababa. Otro aullido.
La puerta cede lenta, pero constate. Errol vigila que el pequeño respirara. Se veía pálido. Su siempre rosada piel, tenía un color blanco leche. Otro aullido mas se escucha en el ambiente. Esta vez fue contestado por uno más grueso y fuerte. A Errol se le ilumina el semblante. Estaba cerca su salvación.
Cede con gran estruendo la puerta. Los hombres entran como si fueran hormigas. William se distinguía del montón con su traje chamuscado, su rostro esta quemado. Errol y Frey están de pie en el filo del muro. Un solo paso y caerían al vacío de la noche.
Aúlla una vez más. Errol se le unió silbando. Calla al escuchar el desenvainar de las espadas. Vio el panorama. Tal vez quince o veinte hombres frente a él. Un mago loco por sangre. Y regalo final una torre llena de arqueros listo para alcanzar su blanco.
Sería una excelente fiesta, Frey, no lo crees. –le dijo a su amigo. Tenia una sonrisa en su rostro.
Frey solo jamaqueo su cabeza en señal de protesta.
Tienes que ser mas serio y responsable.-le dijo algo enfadado. La mirada del animal estaba posada todo el tiempo sobre él más peligroso de todos.- Amo en la otra torre esta nuestro viejo amigo Liam. Te acuerdas de él verdad. El que nos pateo el trasero hace tres meses en la competencia. – Errol le contesta con un movimiento afirmativo de su mano- ten cuidado – un fuerte rugido se escucho.
Si, ya lo vi – responde algo malhumorado y fastidiado – te parece si nos enfocamos en nuestro problema principal, a hora, ya arreglare las viejas cuentas después. –el animal asistente- Estas listo, Frey – le pregunta.
Siempre listo amo. – Frey muestra ferozmente sus dientes a los hombres para mantenerlo algo alejados.
Será a mi señal. -la sonrisa no había dejado el rostro del hombre- A hora a realizar distracción.
William, tiempo sin vernos –le saluda mordazmente –el clima esta perfecto para una lluvia plateada, que tu crees –al tiempo que señala la segunda torre.
Sería sublime verdad. El clima te podría escuchar –le responde en el mismo tono- un movimiento y llovería.
Ya lo creo!- él solo quiere ganar tiempo. El ex–consejero sigue hablando.
Veo que Lokë mando a su más querido guardaespaldas, ó debería decir asesino de familias inocentes. Muy apropiado de su parte. Lastima que no estés en mi equipo. Que dices? –le pregunta- Solo tendría que darme al pequeño. –Sus ojos siempre miel han alcanzado un color ambarino brillante increíble.
Muchas gracias, el ofrecimiento es atractivo y tentador, pero sabes que le tengo afecto al viejo. Además le soy fiel.
Lastima, pero de todas formas el niño no llegara a su destino – al escuchar estas palabras se perturba. Su sospecha estaba en lo correcto. Hay veneno de por medio.
Habla –dice secamente.
En que has pensado, veneno, por favor. -pone cara de tragedia- Errol, me conoces mejor que eso, hasta pensé que nuestros años de amistad valdrían algo. Únete a nuestra causa contra el vejete de Slytherin. Me siento ofendido y triste.
Errol no le quita la mirada de encima, mientras Frey sigue aullando. William seguía con su convincente charlar.
Sabes que prefiero mis métodos a larga distancia –sus manos inician a moverse. Parecía que conjuraba algo.- ya le veré la expresión al abuelo, cuando se entere que su hombre favorito –escupiendo esta palabra- mato con sus manos a su nieto predilecto. –una carcajada sonora inunda el ambiente. William se queda pasmado al escucharlo reír tan abiertamente.- Que es tan gracioso? – pregunta tratando de mantenerse ecuánime.
Tu hablar tan estúpido, William. Siento mucho echarte los planes por tierra, pero no será así –al terminar de decir esto. Saltan al vació. No sin silbar una vez más.
A la señal de William, una magnifica lluvia de flechas plateadas cae sobre ellos, pero no llegan a su destino final.
Un descomunal dragón azul se interpone entre las flechas y ellos. A pesar de su envergadura nadie lo había visto. Su piel azul es como el cielo de la tarde. Se lanza en picada y atrapa a Errol y Frey en pleno vuelo. Salazar a pesar de la agitación continúa aletargado.
Te demoraste mucho – exclama exaltado – Me alegra verte, viejo.
Si, yo también, me alegro de verte Errol. –le expresa el dragón espiritualmente.- Hubiera llegado mas temprano, pero me encontré con problemas.
Problemas? –pregunta curioso Frey
Cazadores- expresa parcamente el dragón
El arquero tensa su arco. Tenia en mira al niño, con sus ojos fríos y calculadores. La flecha plateada brilla con los últimos rayos del sol. La brisa pasa lánguida. La suelta. Un silbido es escuchado, mientras impetuosamente rasga el aire en su paso veloz.
Cazadores, espero que los achicharronaras – comento Frey
Después terminaran de intercambiar ideas de cómo tratar a los cazadores. Zard date prisa que el pequeño tal vez este envenenado –le comunica algo urgente
Como digas. Pronto estaremos en casa, sujétense bien.–la velocidad aumenta apreciablemente.
El atardecer llega a su crepúsculo. Los colores rojizos, azules y dorado se mezclaban perfectamente en el cielo bañándolo de manera nítida y gloriosa.
Errol con cuidado acomoda al pequeño entre sus brazos como si lo acunara. Instante después de acunar a Salazar siente un fuerte golpe en el hombre donde se encontraba Salazar. Un ardor abruma su hombro, bajando rápidamente por el brazo para después desplegarse por todo el cuerpo. La vista se nubla paulatinamente. La flecha le había atravesado el hombro.
OUCH –es lo único que sale de la faringe del guerrero. Vuelve la mirada hacia el castillo. Ve a Liam despedirse con una sonrisa divertida. Los rubios cabellos del arquero brillaban contra el sol que tenia a su espalda.
Zard vamos a casa –murmura con atisbo de dolor. La flecha tenia veneno –Frey sujétate bien.
Amo, no vas a sacarla –le pregunta preocupado el lobo- puede...
Si lo tiene, pero la vida del pequeño es primero –le dice interrumpiéndolo- Zard no te detengas por nada... –no puede terminar lo que decía, al caer inconsciente sobre el pequeño.
Las estrellas brillan en el firmamento. Se podían ver lagrimas caer del cielo. Presagio de los dioses que algo pasaría o ha pasado. La luna redonda como una moneda de plata ilumina el camino para los aventureros que se atreven a desafiar a la noche lúgubre. Un poco alejada de ella, dos estrellas de la constelación de Draco brilla mas que todas.
El silencio de la noche es interrumpido por el interminable croar de las ranas del lago, ó el crik de los grillos llamando pareja. El viento pasa suave, casi sosegado por los juncos del lago, creando una extraña y casi silenciosa melodía. El crepitar del fuego se une a la sinfonía de la naturaleza. Las teas iluminan los pasillos, así como el patio de armas.
En la torre mas alta del castillo, hay varios vigías. Todos a la expectativa de cualquier movimiento extraño en la oscuridad. Listos para dar la voz de alerta.
Una nube pasajera tapa la luna. No se puede distinguir mucho en la oscuridad que hay. La brisa sopla liguera moviéndola suavemente. Como un despertar la luz de luna ilumina todo el bosque y gran parte del lago.
Los agudos ojos de los vigías escudriñan todo. Uno de ellos parpadea un par de veces, le parece ver algo en el cielo. Otra nube cubre nuevamente la luna. Frunce mas el ceño, enfoca algo en el firmamento. Como si los dioses supieran la importancia de la luna esa noche envían a la sutil brisa de primavera para mover la molesta nube.
El cielo nocturno revela lo que tanto deseaban ver. Primero es un punto, poco a poco se agranda hasta tomar la forma de un dragón. Uno azul, como el brillante cielo de la tarde.
Los vigías dan la voz de alerta tocando el cuerno. El patio de arma se llena de soldados. Se siente tensión en el ambiente. Unos hombres hablan en voz baja. Sus ropas son simples. Una camisa sencilla verde oscuro lo mismo que el pantalón. Botas altas y en el cinto una correa de cuero. Es el uniforme de uso diario. No hay ninguna arma de por medio. No es necesario.
El Lord entra con paso resuelto, atrás de él, lo acompañan sus consejeros más importante. Todo el mundo calla al verlo. Su mirada pensativa, indica que lo que suceda o vea en el patio dará paso a muchos problemas.
Los consejeros hablan entre ellos asuntos delicados. Por ello solo susurros es los que hay en el ambiente. El Lord camina de un lado a otro ansioso en espera del dragón y de Errol. Necesita respuestas.
Desde una de las ventanas del castillo, una mujer de avanzada edad observaba curiosa todos los movimientos de los soldados. Su mente trata de comprender lo que sucedía en el patio. Esa tarde había sido llamada por el gran Lord Lokë. No sabia para que. Ella una humilde curandera.
La mente del Lord es un maraña y revoltijo de pensamientos y sentimientos. Sucedía nuevamente. Primero su amado hermano Michael y su esposa Helena, que también era amiga de él. Morían violentamente en manos de un amigo en común.
Después el asunto del concilio y el encarnizado problema con Schawarzerbär. Esto lo tiene bastante preocupado, el concilio podría ser la respuesta a muchos problemas, pero al mismo tiempo podría ser un dolor de cabeza.
Ahora era la misiva que llego en la mañana de parte de su amado hijo Ian. Hablando sobre un posible ataque contra los que apoyaban al concilio. No sabia que pensar. Después a medio día llego otra misiva, esta fue traída por un mensajero herido en el lomo de Gil el dragón plateado de Ian. Una mala espina recorrió el cuerpo del Lord al ver a Gil en tan mal estado. Hay fue donde tomo la decisión de mandar a su mejor hombre para ver que pasaba. A Errol.
Sale de sus pensamientos al sentir el fuerte batir de las alas del dragón. Los soldados se acercan ansiosamente. En el lomo se ve el cuerpo de Errol. Sé apreciar claramente que le costaba respirar. Solo lo percibe él y su lobo negro. ¿Qué estaba pasando? -se pregunta Lokë.
Errol con dificultada baja del lomo de Zard. En sus brazos trae un pequeño bulto. Es Salazar. El aspecto de Errol no es muy bueno, parte de su ropa manchada de sangre fresca, la piel expuesta muestra mucho sudor, su respiración es corta y superficial. Los soldados se acercan a socorrerle, le quitan a Salazar y lo apañan ante de caer al suelo desvanecido. Ellos se alarman al tocarlo, su piel esta caliente y extremadamente sonrojada, casi roja. Una mancha oscura se manifiesta en parte de la cara.
Los dos son llevado inmediatamente con la vieja mujer que observo todo desde la ventana. Ella trabaja afanosamente toda la noche y gran parte de la madrugada. Las heridas del pequeño no son de mucha importancia. Salvo una cortada en el cuello, que le dejaría una delgada cicatriz, y el brazo que esta quemado superficialmente.
El más grave es el caballero. La perdida de sangre, la fiebre de aiprah, causado por el más potente veneno que había visto en sus años de curandera. Hace que la lucha por la vida del hombre fuera titánica. La mujer emplea todos sus conocimientos y lo logra. Le arrebata a la muerte esta alma.
Hola chicos y chicas!!!
Tanto tiempo sin escribir. Jejejeje. La inspiración esta algo perdida últimamente. Lo que estoy segura que este capitulo le gustara mucho.
Como se dieron cuenta es sobre Salazar Slytherin. Adoro este personaje. Que puede decir, si leyeron la anterior sabrán porque lo adoro. Este Serra el primero de 5 capítulos mas que hacen falta sobre su vida. Amores, desamores, traiciones, el vendito pergamino, su futuro y la relación con los demás herederos de las otras casa. Así que hay para rato.
Ahora pasare a contestar los reviews que me dejaron...
Lalwen de Black: mi chica loca y amigo… espero este capitulo te guste… ahí bastante de todo. Lo de las características entre Helena y Michael, es pura casualidad... mira que no me había dado cuenta hasta que me lo dijiste... cabeza la mía. Pero no ven lindo los nenes...
kalisto: muchas gracias por tus palabras de aliento… verdad que si, el corazón lloro cuando la mate. Espero que esta te gustara.
Mena: chica esa es la idea. Todo el mundo escribe siempre de lo mismo, si harry y voldy (abuelito mío), ho harry y draco, o todos los personajes de ahora, pero nadie ha hablado sobre los fundadores y quienes lo han hecho solo lo han hecho de Gryffindor. Me canse… Así que decidí escribir sobre Salazar… y me parece de lo mas divertido. Por ello espero que te guste mas este capitulo…
Anna Voig: Me sonrojo… gracias por el apoyo… solo espero que te guste este capitulo…
Gwen de Merilon: espectacular el final de tu historia… no te creas, me lo leí todito… no le piensas hacer continuación… dime para leerla y si esta avísame, no me la perderé por nada… sobre lo del Lord of the Rings, te confesare algo. Me fascina, pero no tome de inspiración al LOTR. Pero la verdad es que me hechiza la fantasía y todo lo relacionado en especial los dragones, son mis favoritos… ;-)
Melisa: chica muchas gracias por leer. Si lees nuevamente mi historia, por favor pon tu mail, para avisarte cuando haga update… y así no te pierdas nada… ;-)
Bueno y para los que leyeron y no dejaron Review muchas gracias… SAK. ;-)
Los Herederos!!!
Por: Sakura_Corazón
Capitulo II
Salazar Slytherin. Terror y perdidas!!!
Un fuego intenso envuelve el castillo de dos torres. Todo es confusión, el ataque sorpresa ordenado por el Regente del Este los toma por total sorpresa. Dos grupos de compañías han iniciado un ataque frontal y por el flanco derecho contra el castillo de Lord Ian Slytherin. La razón… Ser mago, pero la realidad era por poder y venganza.
Afuera del imponente castillo, los soldados se debaten con sus espadas y ataques mágicos. Es toda una carnicería. Cuerpos mutilados y agonizantes.
Adentro no es tan diferente, varios soldados han entrado al castillo. Los dueños del castillo se encuentran en el gran comedor, los tienen sitiados. Hay varios muertos en el piso, todos caídos por el filo de espadas sedientas de sangre.
El pequeño de seis años se encontraba aterrado detrás de un hombre fornido. La mujer de rubios cabellos estaba tendida en el piso, respiraba con dificultad. El niño de cabellos rubios forcejea, ahora con el hombre para ir a donde la mujer, su madre. El hombre no le permite el ir donde su madre por seguridad, ese es su trabajo. El de cuidar y proteger con su vida si es necesario, al heredero de su señor.
Mama!!! –grita con su vocecita infantil, al tiempo que forcejea con el musculoso hombre de cabellos castaños- déjame ir Igan, están lastimando a mama. Papá has algo – le suplica a su padre. El padre se encontraba de rodilla en el frío piso de mármol, concentrándose en un hechizo.
Igan, -le grita el padre del niño al hombre- toma a Salazar y salgan del cuarto –tiene los párpados apretados y su piel traslucía sudor. La mano derecha, la que porta su vara mágica, brilla intensamente. Los labios se mueven recitando un conjuro.
La madre del niño con trabajo logra levantarse y se acerca a su esposo. – Llévatelo lo mas lejos que puedas–grita la mujer. Después de esto cae presa de un convulsionante ataque de tos. Hacia tiempo que había contraído una enfermedad nefasta.
El escudo protector cedía un poco cada minuto que pasaba. Los hombres blanden sus espadas, listos para atacar cuando cayera finalmente el escudo, lo cual sería pronto.
La mujer continua contraída por el dolor. Sus ojos verdes destellan intensamente. Sus labios anteriormente como rubíes están pálidos. Al igual que su esposo, perlas de sudor resbalan suavemente por su nívea piel. No es un panorama muy alentador.
Igan toma a Salazar en brazos y lo alza, el niño no deja de patalear. La madre se lo llama, el la mira suplicante, ella se despide de él, lanzando un ultimo beso. El pequeño derrama lagrimas de miedo, como si fueran gotitas de lluvia en una noche de crudo invierno, por sus ojitos verdes con un dejo de miel. El grita su nombre y el de su padre. Desaparece por una pared del comedor.
Ella se acerca a su esposo en busca de protección, él la recibe en sus fuertes y cálidos brazos. Ella se recuesta en el fuerte y reconfortante pecho de él, le da un tierno y dulce beso de amantes, cierra sus ojos suavemente ya no desea ver mas muertes y sangre. Su respiración sé hace pausada, adquiere el compás que su amado esposo impone.
Él la contempla detenidamente, grabando cada detalle y curva de su rostro; rostro por el cual una rebelde y solitaria lagrima rueda y se confundirse con el sudor.
Sabe el destino de ella y él suyo propio… solo la muerte. Parece que eso le deparaba a la gran mayoría de sus parientes. Solo tiene la esperanza que su hijo salga bien y viva plenamente la vida que se le negaría a ellos. Toma los brazos de su esposa y los junta con los suyos, de esta forma podrá participar en el hechizo.
El hombre lleva a cuesta al pequeño Salazar como si fuera un pequeño saco de trigo, se dirige hacia una de las salidas secreta del castillo. Es una de las pocas que se conservan sin ser descubiertas por los soldados.
Igan para un momento en el pasillo iluminado por la luz de la antorcha. Sus cabellos siempre pulcros y atados en una cola, están esparcidos por todo su rostro fino, el cual dejaba ver suciedad. Con cuidado baja al joven heredero, él cual todavía llora desconsoladamente.
Salazar para de llorar –dice en voz baja, pero firme. Él niño sorbe un poco los mocos y lo mira directamente a los ojos café claro, los cuales están embargado de tristeza.
Mami y papi vendrán pronto –le pregunta con su vocecita quebrada. El hombre no le puede ocultar la verdad. Un suspiro largo sale de sus delgados labios.
Salazar, hay cosas que pasan, y no se pueden evitar. Esta es una de ellas. –Al ver que iniciaría a llorar, lo abraza y le sigue hablando suavemente. No quería que sintiera el dolor que inunda su alma en ese momento.- Debes mantener la esperanza. A lo mejor si lo logran, pero primero debemos salir de aquí –termina de decir mirándolo a los ojitos del pequeño, el asiente, le toma la mano y los dos empiezan a caminar cautelosamente.
En el comedor, la situación es lamentable. La barrera que los protegió de momento ha caído. Los hombres avanzan en carrera contra El Lord y La Dama, como si fuera una jauría de lobos que ataca a un cervatillo.
La bella dama da sus ultimas oraciones y hechizos de protección para su esposo. Ella partía pronto a un largo viaje al otro mundo. El Gran Lord ruega ha los Dioses por el bien de su pequeño hijo.
Ian, amor, crees que lo lograra -pregunta con dificultad la dama. Su respiración se hace vez más superficial. Sus últimos momentos le llegaba.
Sí, Igan lo prometió. El se salvara. –responde en un susurro lleno de amor y ternura.- Estará bien.
Él la atrae contra sí, para darle su calor. La respiración se izo más lenta. Un ultimo suspiro sale de sus labios, como si fuera la brisa al apagar una vela. La suya se apaga. -
Vete tranquila. –sus labios temblaban. Después le da un tierno beso en la frente. Él contiene sus lagrimas. Abraza fuertemente el cuerpo inerte de la que fue su mujer, esposa, amante y amiga. Su vida ya no le representa nada porque luchar.
No se ha dado cuenta, pero ya los hombres están encima de él. Una espada le atraviesa el pecho por la mitad. Él tose, sangre sale de sus labios carmesíes. El hombre retira la espada del cuerpo del Lord, sin piedad. Lo traspasa nuevamente. Otras estocadas mas se le suman.
Él ríe fuertemente. Los hombres se asustan por esto. Ian con cuidado y sin dejar de reír acuesta a su dama en el piso frió y lleno de sangre. El final ha llegado. Una sonrisa sale de sus labios manchados de sangre. Ahora es él quien brilla.
Adiós, malditos bastados- Dijo en un susurro y con su ultimo aliento de vida grita:
¡¡¡ANIMA PYR!!!
Su cuerpo y el de su esposa desaparecen al instante. Solo se escucha el golpear de sus alianzas de oro, cuando caen al piso manchado de sangre. Las alianzas por dentro brillan fuertemente, unas palabras aparecen escrita en un lenguaje antiguo. "Amor eterno". Las vara de ellos también caen al piso, negras como la noche sin luna.
Una gélida brisa se inicio a formar, a medida que toma fuerza va barriendo todo lo que se encuentra a su alrededor. Ella se dirige hacia la luz blanca que apareció en el lugar donde el Lord y su Dama se encontraban. El centro de la habitación.
La luz inicio a brillar intensamente. Cada segundo que pasa aumenta mas y más. La brisa es ahora la de un tornado. Así como inicia para. Los hombres que están vivos todavía tratan de salir desesperadamente, pero es muy tarde. Las puertas de la habitación están cerradas, mejor dicho selladas.
Un vació se forma. Silencio… eso es lo que hay en la habitación. Un solo hombre en la habitación sabe el significado de las palabras lanzadas por el Lord. Su antiguo Señor. "FUEGO DEL ALMA".
Este hechizo es usado solamente por los locos o los que no tienen nada que perder en la vida. Ese es el caso. Ya lo había perdido. El hombre levanta un escudo protector.
La luz toma forma de una esfera traslucida al rededor, de centro rojo como el fuego y la sangre que se encontraba esparcida en la habitación. Los guerreros gritan por ayuda. Instantes después una honda expansiva inicia a atravesar gran parte del castillo. Las personas que fueron alcanzadas por la honda del hechizo, se quemaron y desaparecieron instantáneamente. Esa es la variante para el cuerpo físico, el alma es otra cosa. Mientras más corrupto o malvado fuera mas sufrimiento tendría, viviría perpetuamente entre las llamas y desolación, el peor de los infiernos se queda corto al lado de este hechizo.
Igan al escuchar el grito de su señor toma al niño entre sus brazos. Lo abraza contra sí y levanta un escudo protector. Solo implora a los dioses que fuera lo suficientemente fuerte para soportar el embate del conjuro, ya que él no es mago sino guerrero.
La onda atraviesa todo el castillo llevándose consigo a todos los guerreros, solo quedan los que tuvieron la fuerza y la gracia de crear un escudo de protección.
A Igan y Salazar los golpea fuerte, pero salen ilesos. El pequeño esta tranquilo, ya no llora constantemente como antes. Inician a caminar por el corredor este, el fuego no ha llegado a esa área.
Al final del pasillo se distingue un hombre, él cual los espera. Las ropas blanca le indican a Igan que es un mago. Como un balde de agua helada de la montaña comprende todo. Una traición. Una maldita traición. Él era nada mas y nada menos que el consejero de su Lord.
Claro. Por ello han entrado tan fácil al castillo.-deduce Igan.
Hola Igan –le saluda jovialmente el consejero- Dame a Salazar. Te es un estorbo, mas ahora que necesitas salir del castillo. –termina de decir con su voz parca, mientras avanzaba hacían ellos.
NUNCA –grita lleno de ira – ERES UN TRAIDOR WILLIAM. LO TRAICIONASTE. QUE TU Y TU ALMA SE PUDRA EN EL MISMO INFIERNO, MALDITO.-termina de decir escupiendo el piso. Esta es una seria ofensa.
Que feas palabras –dice sarcástico. Su dedo índice se mueve de un lado a otro, en señal de negativa.- debes cuidar mas tu boca, ella te traerá muchos problemas- un súbito movimiento de su mano, toma por desapercibido a Igan lanzándolo contra una de las paredes del pasillo.
Salazar corre a donde Igan. Con su escasa fuerza se aferrad al cuerpo del guerrero. El consejero se acerca al pequeño y lo toma con sus huesudas y decrepitas manos.
Solo tengo que matarlo Igan y habré terminado mi labor. –le dice tan calmado. Igan trata de incorporarse, pero no puede. El golpe que recibió le había quebrado una pierna. Tendrá que realizar una gran hazaña que caiga en la categoría de milagros.
Ha Igan se pasma al ver que el consejero de su inmaculada túnica saca una daga. Es hermosa como estas armas son. La empuñadura de plata brillante como la luna, con incrustaciones de rubíes, las cuales resplandecen a la luz del fuego. Ve al filo buscar el cuello del infante, como un vampiro la yugular para saciarse con el liquido escarlata.
Salazar no deja de forcejear con el hombre que lo retiene, hasta que su piel suave y tersa se estremece al sentir él frió, y el cortar delicado de la hoja plateada. Se queda quieto. La daga sigue moviéndose con un lento ritmo, como si fuera una doncella insinuándose libremente a su amado. A medida que pasa un rastro del liquido de la vida va manchando la nívea piel.
El consejero siente gran placer por esto. Él se alimenta del miedo de las personas. Es así como saca gran parte de su poder. Sus sentidos están mas que saciado, excitado se encuentran. Se acerca al cuello del infante. El olor de la sangre lo llama. Quería probarla.
Igan al ver lo que pasara, toma una decisión. La cual hará honor a la promesa hecha a su señor, pero incumpliría la hecha a su mujer. El regresar vivo donde ella y si pequeño hijo Ewan.
Sentía la tibia respiración de su captor en el cuello. Mira a Igan suplicando ayuda. A su alrededor una fina brisa cobra forma lentamente, sus bellos ojos verde-miel se tornan blancos. Se estaba bloqueado mentalmente.
El tiempo no pasa en su mente. Sentía como la hoja de la daga pasaba lentamente, como una serpiente en su recorrido por comida. Miedo. El calor de la sangre al escurrirse por la herida, como si fuera un río sinuoso. Pavor. El frió que dejaba el paso de la lengua por donde la sangre había creado su camino. Terror. Ya no sentía nada más. Cerro los párpados en busca de paz.
La opresión que sintió sobre su cuerpo desaparece. Al abrir nuevamente sus párpados, no hay ninguna daga en su cuello, ni aquella respiración tan perturbadora, ni mucho menos la lengua viperina que lo hostigaba.
El consejero esta en el suelo un poco aturdido, con algo de dificultad se levanta torpemente. Su presa se le ha escapado de sus manos. Como cazador esta ofendido. Había olvidado que el niño algún día seria mago y esa magia lo esta protegiendo. No podía ser, que él siendo un zorro viejo y sabio, un simple conejo se le escapara de sus garras.
Como perseguidor nuevamente se dirige a su presa. Se le tira encima con la daga por todo lo alto. Gritos de alerta se escuchan en el pasillo. El niño no reacciona por ninguna razón.
Iba en cámara lenta... Pasos... La daga baja como si fuera las garras de un poderos halcón acometiendo contra su débil presa... nunca llega a su objetivo. Una espada se atraviesa en su camino. El hombre grita iracundo.
La locura inunda mas la mente perturbada de él que una vez fue consejero del gran Lord Slytherin. Esa demencia desea la sangre del pequeño, se sintió poderoso con lo poco que saboreo. Esto es lo mas degradado que podía llegar un mago. Beber la sangre de otro mago.
Su mente se corrompe, extravía, se vuelve irracional e insensata, perdió la cordura. El beber sangre de mago era la razón, es bien sabido que al beberla perdía su yo interno, su alma.
Dulce y al mismo tiempo salado, era el sabor que le había dejado. Le gusto. Él olerla lo intoxicaba lentamente. Su mente esta seducida por el poder que ha sentido, perdida en un frenesí sin control. Aquella sensación le da supremacía, le llena todo su ser, daba poder.
Lo desea... La ansia... la quiere... mas y más.. Sangre, cálida, espesa, roja, deliciosa. Vida y muerte, poder desmesurado; tocando sus labios y dejándolos más carmesí de lo que eran.
Al ver la cara que tiene el ex-consejero, Igan se pone en el medio de ellos dos. No le quita la mirada. William parece un lobo, uno hambriento; mas bien sediento, sediento de sangre. Solo espera una oportunidad para atacar.
El dolor que sentía Igan lo esta abrumando sin misericordia. La vista la tiene un poco nublada. La pierna la tenia destrozada. No podía hacer mucho en ese estado. Necesita ver como esta Salazar, con su voz ronca, la cual demuestra algo miedo, le grito al niño.
¡¡¡SALAZAR!!! –el niño sale del trance en que encuentra. Lo miro confundido no se acordaba de nada. Descuido, dejo de ver al ex-consejero.
¡¡¡CORRE, TE HE DICHO QUE CORRAS!!!. ¡NO TE DETENGAS A MIRAR POR NADA...! –No puede terminar la frase cuando su cuello es destrozado por unas manos invisibles. A lo lejos el mago mueve sus manos. Algo de sangre sale por los gruesos labios.-
Corre, Corre –le dice ahogadamente. Igan inicia a caminar hacia William, él estrujaba cada vez mas el cuello imaginario. Igan lo aprisiona con sus musculosos brazos, le impediría lo mas posible el ir contra Salazar. William ya no esta recitando ningún conjuro, ahora tiene en su mano la daga. La entierra ponzoñosamente contra el cuerpo de Igan. Lo quería sacar de encima.
El pequeño parte, con sus piernas cortas esquiva los obstáculos que se le interponen. Ahora el castillo sé hace demasiado gigantesco. El ruido es ensordecedor. Llamarada es lo único que hay por todos lados.
Llamas rojas como rubíes, suben por las paredes devorando todo a su alrededor, simulando al mar cuando reclama sus arenas perdidas. El calor esta siendo insoportable. El crujir de la madera es espeluznante, parecían gritos de mujeres desesperadas.
Igan al ver que Salazar se alejo de donde se encontraba, inicio a despedirse de sus amores. William lo ataca con mas saña, su inmaculada túnica esta manchada de escarlata. Igan le hace caso omiso a los gritos que profiere William. Mientras se despide del mundo recitaba un pequeño conjuro de protección y al mismo tiempo de ataque. «Folie et mauvais état, pour laisser mon. Il protège mon cœur et cela que je veux ». « Pour pouvoir en mesure de mes Dieux. Il détruit mon ennemi» .- Al terminar de decir esto una luz celeste cubrió el pasillo.
El humo es cada vez más espeso y negro. La garganta al pequeño le arde y duele mucho. Todavía sangra por la herida provocada. Lenguas de fuego se pueden distinguir en el medio de todo ese humo. Las vigas del techo crujen fuertemente. Es inminente la caída del madero. Él pequeño avanza sosegadamente. Ya varias vigas han caído después que él pasara.
Varios pasos se escuchan claramente, llevaban un ritmo suave y rítmico. Parecía que paseara por el pasillo. Una brisa inunda el corredor llevándose al espeso humo, solo dejando las llamas danzar en su forma tan particular. En las llamas una forma aparece. El niño retrocede instintivamente. Hay un lobo. Lo más increíble es que era de fuego.
La mirada del animal se posa sobre el niño. De su garganta sale un largo y agudo aullido. El pequeño se tapa los oídos. Otra viga se desprende y cae al piso con gran estruendo. Trata de alejarse del fuego y al mismo tiempo del lobo, pero otra gran viga cae frente a él. Esta rodeado por el fuego y cada minuto sé hace mas chico el espacio. Arriba de él se encuentra otra viga. La cual esta cediendo poco a poco.
Del medio de las llamas un hombre aparece. Sus ropas son de un verdes olivo oscuro. es un guerrero. El hombre al verlo sonríe ampliamente. Los ojos del pequeño no podían estar mas abierto de lo que están. La adrenalina inunda su lesionado cuerpo. Tiene miedo. Un grito sale de su garganta, el fuego lo ha quemado, lastimando profundamente su brazo.
El hombre se acerca a él con cuidado. Podía ver que esta muy lastimado, tanto física como espiritual. Ya se las apaña para encargarse de un crío de seis años.
Ya lo encontré, que piensas hacer Errol –le pregunta mentalmente el lobo, algo inquieto por lo que veía.
El niño esta alterado. Su ropa están chamuscadas y lo que más le inquieta es la sangre que mancha parte de la camisa.
Lo que tenga que hacer –le contesto. Su caminar era decidido.
Ten cuidado, acuérdate que sangre de mago corre por sus venas. –el lobo se aleja un poco de ellos.- Iré a vigilar. No creo que el hechizó que lanzo Igan fuera lo suficientemente fuerte contra William y más después de beber algo de sangre. Que estúpido. –Termino de decir el lobo mientras se alejaba.
No hagas ninguna tontería Frey –le dijo en señal de despedida momentánea.
De cuclillas se encuentra Salazar. Sus manos cubría los oídos, por su rostro lagrimas se mezclaban con el hollín que había. No lloraba, es un llanto silencioso. La viga cae con toda su fuerza. Tanto es el miedo que sentía que había creado un escudo sin darse cuenta. Esto le salva la vida, ya que al tocar el escudo, la viga se desintegro al instante.
Errol esta impresionado. No es cual quiera quien realiza ese tipo de escudos y más si era un niño pequeño.
En menudo lío me he metido –pensó.- Este chico esta perturbado.
Salazar, me escuchas –le pregunta acercándose con cautela de no tocar el escudo, y al mismo tiempo tratando de ser le franco.
El niño levanta la vista y ve al hombre de cabellos negro, largos, atados en la nuca por una cinta delgada. Barba espesa del mismo color. Sus ojos azules brillaban con el fuego. Tiene la nariz algo torcida y una pequeña cicatriz le recorre la mejilla izquierda. Espalda ancha, cintura angosta, brazos y piernas fuertes, fibrosas, bien formadas.
Salazar necesito que confíes en mi. Mi nombre es Errol y vengo de parte del Lord Lokë. De tu abuelo. –Lo mira atentamente, para ver algún tipo de señal o indicación de que podía acercarse. El niño lo mira con sus ojitos cansados, tristes, lleno de desconsuelo; baja la cabeza y la mete entre sus piernas. Errol alarga su mano y se percata que el escudo ha desaparecido.
Se acerca al crío y lo toma en brazos, se lo coloca en el pecho. El pequeño le pasa los bracitos alrededor del cuello, apoya su pequeña cabeza en el hombro. De pronto Errol escucha el sollozo del pequeño, siente las lagrimas tocar su piel.
Errol se siente mal por no poder haber llegado antes y tratar de ayudar un poco. Su señor lo había mandado después de recibir una segunda misiva de su hijo, por un intento de ataque contra ellos. Cuan cierto había sido.
El cansancio invade paulatinamente el cuerpo de Salazar. Un sopor inunda los músculos tensos, su cuerpo se va sumiendo en un sueño pesado. Sus párpados se cierran hundiéndose en un sueño profundo.
Errol revisa momentáneamente a Salazar. El corte del cuello es superficial, pero tiene miedo que el arma que lo causo estuviera cubierta de algún veneno. Frey aparece de pronto al lado de Errol.
Se acerca cinco hombres y entre ellos esta William. No esta contento. Debemos irnos. No podrás hacerle frente.- le dice el lobo. Un ruido los alerta. Eran pasos, se escuchan cerca.
El lobo inicia a correr por el pasillo, atrás le sigue de cerca Errol. Suben unas escaleras. Necesitan salir al patio o por lo menos a una de las torres. Pasillo, vuelta a la derecha, pasillo, izquierda, otro pasillo interminable, izquierda, una puerta, derecha. Luz.
Salieron a la segunda torre, la mas alta de todas. Errol cerro rápidamente la puerta, los hombres de William estaban cerca. Frey aulló fuertemente, a ese aullido se le unió un fuerte silbido.
Salazar abre fugazmente los ojos. Lo que pudo ver desde la torre es angustioso y deplorable. Cientos de cadáveres desmembrados, mutilados o muertos en el piso como si fuera un campo de flores recién abierta. No se podía ver el pasto. Giro su cabeza un poco, nuevamente ve al lobo. No dice nada. El sopor lo regresa al letargo y cae en inconciencia.
Golpes fuertes se sienten en la puerta. Errol ve que Salazar seguía dormido. Frey escudriña el cielo en busca de algo. Un aleteo fuerte se escucha en el ambiente. Golpes de hachas se inician a sentir en la puerta. El tiempo se le acababa. Otro aullido.
La puerta cede lenta, pero constate. Errol vigila que el pequeño respirara. Se veía pálido. Su siempre rosada piel, tenía un color blanco leche. Otro aullido mas se escucha en el ambiente. Esta vez fue contestado por uno más grueso y fuerte. A Errol se le ilumina el semblante. Estaba cerca su salvación.
Cede con gran estruendo la puerta. Los hombres entran como si fueran hormigas. William se distinguía del montón con su traje chamuscado, su rostro esta quemado. Errol y Frey están de pie en el filo del muro. Un solo paso y caerían al vacío de la noche.
Aúlla una vez más. Errol se le unió silbando. Calla al escuchar el desenvainar de las espadas. Vio el panorama. Tal vez quince o veinte hombres frente a él. Un mago loco por sangre. Y regalo final una torre llena de arqueros listo para alcanzar su blanco.
Sería una excelente fiesta, Frey, no lo crees. –le dijo a su amigo. Tenia una sonrisa en su rostro.
Frey solo jamaqueo su cabeza en señal de protesta.
Tienes que ser mas serio y responsable.-le dijo algo enfadado. La mirada del animal estaba posada todo el tiempo sobre él más peligroso de todos.- Amo en la otra torre esta nuestro viejo amigo Liam. Te acuerdas de él verdad. El que nos pateo el trasero hace tres meses en la competencia. – Errol le contesta con un movimiento afirmativo de su mano- ten cuidado – un fuerte rugido se escucho.
Si, ya lo vi – responde algo malhumorado y fastidiado – te parece si nos enfocamos en nuestro problema principal, a hora, ya arreglare las viejas cuentas después. –el animal asistente- Estas listo, Frey – le pregunta.
Siempre listo amo. – Frey muestra ferozmente sus dientes a los hombres para mantenerlo algo alejados.
Será a mi señal. -la sonrisa no había dejado el rostro del hombre- A hora a realizar distracción.
William, tiempo sin vernos –le saluda mordazmente –el clima esta perfecto para una lluvia plateada, que tu crees –al tiempo que señala la segunda torre.
Sería sublime verdad. El clima te podría escuchar –le responde en el mismo tono- un movimiento y llovería.
Ya lo creo!- él solo quiere ganar tiempo. El ex–consejero sigue hablando.
Veo que Lokë mando a su más querido guardaespaldas, ó debería decir asesino de familias inocentes. Muy apropiado de su parte. Lastima que no estés en mi equipo. Que dices? –le pregunta- Solo tendría que darme al pequeño. –Sus ojos siempre miel han alcanzado un color ambarino brillante increíble.
Muchas gracias, el ofrecimiento es atractivo y tentador, pero sabes que le tengo afecto al viejo. Además le soy fiel.
Lastima, pero de todas formas el niño no llegara a su destino – al escuchar estas palabras se perturba. Su sospecha estaba en lo correcto. Hay veneno de por medio.
Habla –dice secamente.
En que has pensado, veneno, por favor. -pone cara de tragedia- Errol, me conoces mejor que eso, hasta pensé que nuestros años de amistad valdrían algo. Únete a nuestra causa contra el vejete de Slytherin. Me siento ofendido y triste.
Errol no le quita la mirada de encima, mientras Frey sigue aullando. William seguía con su convincente charlar.
Sabes que prefiero mis métodos a larga distancia –sus manos inician a moverse. Parecía que conjuraba algo.- ya le veré la expresión al abuelo, cuando se entere que su hombre favorito –escupiendo esta palabra- mato con sus manos a su nieto predilecto. –una carcajada sonora inunda el ambiente. William se queda pasmado al escucharlo reír tan abiertamente.- Que es tan gracioso? – pregunta tratando de mantenerse ecuánime.
Tu hablar tan estúpido, William. Siento mucho echarte los planes por tierra, pero no será así –al terminar de decir esto. Saltan al vació. No sin silbar una vez más.
A la señal de William, una magnifica lluvia de flechas plateadas cae sobre ellos, pero no llegan a su destino final.
Un descomunal dragón azul se interpone entre las flechas y ellos. A pesar de su envergadura nadie lo había visto. Su piel azul es como el cielo de la tarde. Se lanza en picada y atrapa a Errol y Frey en pleno vuelo. Salazar a pesar de la agitación continúa aletargado.
Te demoraste mucho – exclama exaltado – Me alegra verte, viejo.
Si, yo también, me alegro de verte Errol. –le expresa el dragón espiritualmente.- Hubiera llegado mas temprano, pero me encontré con problemas.
Problemas? –pregunta curioso Frey
Cazadores- expresa parcamente el dragón
El arquero tensa su arco. Tenia en mira al niño, con sus ojos fríos y calculadores. La flecha plateada brilla con los últimos rayos del sol. La brisa pasa lánguida. La suelta. Un silbido es escuchado, mientras impetuosamente rasga el aire en su paso veloz.
Cazadores, espero que los achicharronaras – comento Frey
Después terminaran de intercambiar ideas de cómo tratar a los cazadores. Zard date prisa que el pequeño tal vez este envenenado –le comunica algo urgente
Como digas. Pronto estaremos en casa, sujétense bien.–la velocidad aumenta apreciablemente.
El atardecer llega a su crepúsculo. Los colores rojizos, azules y dorado se mezclaban perfectamente en el cielo bañándolo de manera nítida y gloriosa.
Errol con cuidado acomoda al pequeño entre sus brazos como si lo acunara. Instante después de acunar a Salazar siente un fuerte golpe en el hombre donde se encontraba Salazar. Un ardor abruma su hombro, bajando rápidamente por el brazo para después desplegarse por todo el cuerpo. La vista se nubla paulatinamente. La flecha le había atravesado el hombro.
OUCH –es lo único que sale de la faringe del guerrero. Vuelve la mirada hacia el castillo. Ve a Liam despedirse con una sonrisa divertida. Los rubios cabellos del arquero brillaban contra el sol que tenia a su espalda.
Zard vamos a casa –murmura con atisbo de dolor. La flecha tenia veneno –Frey sujétate bien.
Amo, no vas a sacarla –le pregunta preocupado el lobo- puede...
Si lo tiene, pero la vida del pequeño es primero –le dice interrumpiéndolo- Zard no te detengas por nada... –no puede terminar lo que decía, al caer inconsciente sobre el pequeño.
Las estrellas brillan en el firmamento. Se podían ver lagrimas caer del cielo. Presagio de los dioses que algo pasaría o ha pasado. La luna redonda como una moneda de plata ilumina el camino para los aventureros que se atreven a desafiar a la noche lúgubre. Un poco alejada de ella, dos estrellas de la constelación de Draco brilla mas que todas.
El silencio de la noche es interrumpido por el interminable croar de las ranas del lago, ó el crik de los grillos llamando pareja. El viento pasa suave, casi sosegado por los juncos del lago, creando una extraña y casi silenciosa melodía. El crepitar del fuego se une a la sinfonía de la naturaleza. Las teas iluminan los pasillos, así como el patio de armas.
En la torre mas alta del castillo, hay varios vigías. Todos a la expectativa de cualquier movimiento extraño en la oscuridad. Listos para dar la voz de alerta.
Una nube pasajera tapa la luna. No se puede distinguir mucho en la oscuridad que hay. La brisa sopla liguera moviéndola suavemente. Como un despertar la luz de luna ilumina todo el bosque y gran parte del lago.
Los agudos ojos de los vigías escudriñan todo. Uno de ellos parpadea un par de veces, le parece ver algo en el cielo. Otra nube cubre nuevamente la luna. Frunce mas el ceño, enfoca algo en el firmamento. Como si los dioses supieran la importancia de la luna esa noche envían a la sutil brisa de primavera para mover la molesta nube.
El cielo nocturno revela lo que tanto deseaban ver. Primero es un punto, poco a poco se agranda hasta tomar la forma de un dragón. Uno azul, como el brillante cielo de la tarde.
Los vigías dan la voz de alerta tocando el cuerno. El patio de arma se llena de soldados. Se siente tensión en el ambiente. Unos hombres hablan en voz baja. Sus ropas son simples. Una camisa sencilla verde oscuro lo mismo que el pantalón. Botas altas y en el cinto una correa de cuero. Es el uniforme de uso diario. No hay ninguna arma de por medio. No es necesario.
El Lord entra con paso resuelto, atrás de él, lo acompañan sus consejeros más importante. Todo el mundo calla al verlo. Su mirada pensativa, indica que lo que suceda o vea en el patio dará paso a muchos problemas.
Los consejeros hablan entre ellos asuntos delicados. Por ello solo susurros es los que hay en el ambiente. El Lord camina de un lado a otro ansioso en espera del dragón y de Errol. Necesita respuestas.
Desde una de las ventanas del castillo, una mujer de avanzada edad observaba curiosa todos los movimientos de los soldados. Su mente trata de comprender lo que sucedía en el patio. Esa tarde había sido llamada por el gran Lord Lokë. No sabia para que. Ella una humilde curandera.
La mente del Lord es un maraña y revoltijo de pensamientos y sentimientos. Sucedía nuevamente. Primero su amado hermano Michael y su esposa Helena, que también era amiga de él. Morían violentamente en manos de un amigo en común.
Después el asunto del concilio y el encarnizado problema con Schawarzerbär. Esto lo tiene bastante preocupado, el concilio podría ser la respuesta a muchos problemas, pero al mismo tiempo podría ser un dolor de cabeza.
Ahora era la misiva que llego en la mañana de parte de su amado hijo Ian. Hablando sobre un posible ataque contra los que apoyaban al concilio. No sabia que pensar. Después a medio día llego otra misiva, esta fue traída por un mensajero herido en el lomo de Gil el dragón plateado de Ian. Una mala espina recorrió el cuerpo del Lord al ver a Gil en tan mal estado. Hay fue donde tomo la decisión de mandar a su mejor hombre para ver que pasaba. A Errol.
Sale de sus pensamientos al sentir el fuerte batir de las alas del dragón. Los soldados se acercan ansiosamente. En el lomo se ve el cuerpo de Errol. Sé apreciar claramente que le costaba respirar. Solo lo percibe él y su lobo negro. ¿Qué estaba pasando? -se pregunta Lokë.
Errol con dificultada baja del lomo de Zard. En sus brazos trae un pequeño bulto. Es Salazar. El aspecto de Errol no es muy bueno, parte de su ropa manchada de sangre fresca, la piel expuesta muestra mucho sudor, su respiración es corta y superficial. Los soldados se acercan a socorrerle, le quitan a Salazar y lo apañan ante de caer al suelo desvanecido. Ellos se alarman al tocarlo, su piel esta caliente y extremadamente sonrojada, casi roja. Una mancha oscura se manifiesta en parte de la cara.
Los dos son llevado inmediatamente con la vieja mujer que observo todo desde la ventana. Ella trabaja afanosamente toda la noche y gran parte de la madrugada. Las heridas del pequeño no son de mucha importancia. Salvo una cortada en el cuello, que le dejaría una delgada cicatriz, y el brazo que esta quemado superficialmente.
El más grave es el caballero. La perdida de sangre, la fiebre de aiprah, causado por el más potente veneno que había visto en sus años de curandera. Hace que la lucha por la vida del hombre fuera titánica. La mujer emplea todos sus conocimientos y lo logra. Le arrebata a la muerte esta alma.
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Hola chicos y chicas!!!
Tanto tiempo sin escribir. Jejejeje. La inspiración esta algo perdida últimamente. Lo que estoy segura que este capitulo le gustara mucho.
Como se dieron cuenta es sobre Salazar Slytherin. Adoro este personaje. Que puede decir, si leyeron la anterior sabrán porque lo adoro. Este Serra el primero de 5 capítulos mas que hacen falta sobre su vida. Amores, desamores, traiciones, el vendito pergamino, su futuro y la relación con los demás herederos de las otras casa. Así que hay para rato.
Ahora pasare a contestar los reviews que me dejaron...
Lalwen de Black: mi chica loca y amigo… espero este capitulo te guste… ahí bastante de todo. Lo de las características entre Helena y Michael, es pura casualidad... mira que no me había dado cuenta hasta que me lo dijiste... cabeza la mía. Pero no ven lindo los nenes...
kalisto: muchas gracias por tus palabras de aliento… verdad que si, el corazón lloro cuando la mate. Espero que esta te gustara.
Mena: chica esa es la idea. Todo el mundo escribe siempre de lo mismo, si harry y voldy (abuelito mío), ho harry y draco, o todos los personajes de ahora, pero nadie ha hablado sobre los fundadores y quienes lo han hecho solo lo han hecho de Gryffindor. Me canse… Así que decidí escribir sobre Salazar… y me parece de lo mas divertido. Por ello espero que te guste mas este capitulo…
Anna Voig: Me sonrojo… gracias por el apoyo… solo espero que te guste este capitulo…
Gwen de Merilon: espectacular el final de tu historia… no te creas, me lo leí todito… no le piensas hacer continuación… dime para leerla y si esta avísame, no me la perderé por nada… sobre lo del Lord of the Rings, te confesare algo. Me fascina, pero no tome de inspiración al LOTR. Pero la verdad es que me hechiza la fantasía y todo lo relacionado en especial los dragones, son mis favoritos… ;-)
Melisa: chica muchas gracias por leer. Si lees nuevamente mi historia, por favor pon tu mail, para avisarte cuando haga update… y así no te pierdas nada… ;-)
Bueno y para los que leyeron y no dejaron Review muchas gracias… SAK. ;-)
