Para evitar problemas de autor y todo esos enrolló.        La idea de la historia es totalmente mía como los personajes aquí mencionados con exacción de Salazar Slytherin, Godric Gryffindor, Helena Hufflepuff. Él le pertenece ha J.K.R. y a todos los demás que compraron los derechos.    Yo no estoy lucrando con esto, así que no estoy quebrando ninguna ley internacional.      No molesten, ni fastidien con ese punto.  Solo espero que se diviertan con la lectura, así como yo me divertí escribiéndola en clase.    Si quieren pueden dejar su opinión que será bien aceptada.  Cuídense mucho Sak.

Advertencia: Este capitulo, como el anterior contendrá escenas de sexo, splash e intento de violación.  También contiene escenas de excesiva crueldad y batallas sangrientas. Si no te gusta el sexo entre hombre, no lo leas. Si no te gusta la sangre, no lo leas. Si eres menos de edad en tu país no lo leas. Si eres muy sensible, no lo leas.     Si te sientes lo suficiente maduro y quieres corres con el trauma que te cause, entonces léelo, pero será bajo tu responsabilidad y no la mía.  Todo esto lo digo para que no fastidien o molesten. Sak.

Los Herederos!!!

Por Sakura_corazón

Capitulo V Alianzas viejas, Secuestro y Sin Sabores

Un gallardo caballo recorre el camino, como si fuera llevado por el viento. El jinete se sujetaba fuertemente a las riendas.     Sus sentidos están alertas a cualquier movimiento, no puede bajarla, será peligroso.

El rey sol desciende lentamente de su trono en el cielo, para dar dentro de unas horas paso a la reina luna.        Una aldea inicia a distinguirse detrás de los frondosos árboles.      Primero fue la torre de la iglesia, para continuar con los techos de las casas.   El cielo estaba algo nublado.       Azuza al caballo para ir más rápido.

Entro a la aldea con revuelo.        Las mujeres, hombres y niños lo miraron con curiosidad. No era común por esa área el llegar de jinetes y menos de esa forma tan abrupta.   Al llegar a la plaza. Ve a una mujer que cargaba una gran cesta de verduras.

        Donde puedo encontrar a Lord Hufflepuff –le pregunta sin saludar o bajarse del caballo.- es importante

        A esta hora señor, en su hogar –dice algo tímida.

        Donde, dime es urgente –le apremia a decir.

        Siga recto y en la panadería tome a la izquierda, siga 10 minutos y detrás del gran roble podrá ver el castillo. –señala con su mano la panadería que esta al lado de la iglesia.

        Ea –le grita al caballo- Gracias, mil gracias, mi bella daba –agradece ante de marcharse a toda velocidad.

Una hermosa doncella recolecta flores de la campiña donde se encuentra. Flores de diferentes colores y formas pintan de manera compleja e intrincada, pero al mismo tiempo simple y sencillo el paisaje. Así podría ser descrita la joven, de bellaza deslumbrante capaz de opacar a las rosas, margaritas, boca de dragón, malvas y claveles que llevaba en su regazo. Al levantar la vista advierte como se acerca un hombre a caballo. El hombre baja la urgencia de la carrera para hablar con la joven doncella.

        Buenos tardes, bella doncella –saluda desde el caballo- sabe si este camino lleva a la morada de Lord Hufflepuff- pregunta

        Quien es usted señor y porque esta preguntado por le Señor de estas tierras -pregunta sin vacilar o temer un momento.

        Ese no es un asunto que le atañe doncella –responde áspero- estoy por buen camino si o no, por favor responda -pide algo más suave.

        Sí, si esta en buen camino señor –al escuchar esto el hombre templa las riendas del caballo y le entierra los talones al costado haciendo que se levante en las extremidades traseras del animal. La doncella se aleja un poco para evitar ser magullada por el imponente animal.       Ella pierde el equilibrio y se va de espalda cayendo sobre su retaguardia.

        Muchas gracias por la ayuda –grita ya algo alejado de ella.

Como se atreve –piensa molesta- ya vera cuando nos volvamos a ver. Quien sé a creído para tratarme así, a mí.

Toma sus flores y se interna en el bosque.    El jinete llega al palacio.     Al identificarse como mensajero del Lord Slytherin y Lord Boisauvage le permitieron pasar a una sala privada.

El gallardo mensajero caminaba de un lado a otro por la habitación. Se pregunta él por que de la demora.    La puerta sé haber dejando entrar a un hombre de estatura promedio, pero eso no le quitaba la presencia y aire de dueño y señor de todo.    Sus ojos castaño oscuro reflejan mucha sabiduría. El mensajero realiza una referencia.

        Lord Joshua Hufflepuff, mi Lord le envía esto. -El mensajero le entrega la misiva y se alejo un poco para que la leyera cómodamente.

        Cuando sucedió todo esto –pregunta algo desconcertado

Ayer en la tarde mi Lord –responde prontamente

Ya veo. -meneo la cabeza- Dile al nuevo regente que contara con mi apoyo y el apoyo de mi gente.  Exprésale estas palabras de aliento del terrateniente de las tierras del norte-oeste. Cuéntale, que al despuntar el rey sol, al tercer días estaremos donde me pide estar y de esta forma enaltecer el acuerdo que mi familia pacto con su familia hace mucho años, será cumplido por mi parte. –el joven asiente emocionado por lo escuchado-  Muriel trae pergaminos, deseo mandarle algo.       Tú, mi valiente joven espera y descansa en mis aposentos.

Muchas gracias, mi Lord, muy agradecido me encuentro por su ayuda. –se retira de la habitación, seguido por un guardia de le indica un cuarto para que descanse por mientras.

La joven de la campiña entra algo cargada por la puerta de la cocina.      Ve como todos los criados trabajan afanosamente en sus deberes.     Distingue a su nana.   Nota que esta algo perturbada, lo mismo que los demás que se encuentran en la cocina.  Se acerca con algo de cautela, no quiere asustarlos.       Se aclara la voz para que no noten su presencia. La nana la mira y dibuja una sonrisa algo triste

        Nana que pasa –pregunta preocupada, no es normal que este tan apesadumbrada.

        Por los Dioses, que ha regresado mi niña. –dice la anciana nana.  Su voz se escucha cansada y algo agobiada-        Tienes que ver a tu padre ante que parta –dice ahora algo alterada.- ve es importante, se encuentra en la biblioteca. 

La joven no duda un instante y se dirige a la biblioteca. Por los ventanales de castillo ve a los soldados preparar sus armamentos, a los consejeros y capitanes hablando entre ellos. También nota el partir de un jinete en un hermoso caballo moteado.        Lo reconoce, es él mismo que la hizo cae en la mañana por los pisos.      Su mente es un revoltijo de ideas.     

¿Que esta pasando? Porque nana esta tan alterada y los demás con esas caras tan sombrías y lúgubre.      Los consejeros están en el castillo, la reunión no transcurrirá en tres semanas.      Será que le paso algo a papá.      Oh divinidades que no suceda nada serio. No me lo perdonaría.    Papá espera ya llegue a tu lado –e inicio a correr por el pasillo.- ¿Qué esta pasando?

La puerta tallada se abre con un gran estruendo. La joven entra como una ráfaga de aire impetuosa y fuerte.      Miro a todos lados y cuando ve sentado en su sillón favorito un peso de su corazón desaparece.

        Padre mío todo esta bien –pregunta postrándose ante sus pies y abrazándolo fuertemente- porque le ajetreo afuera y ese mensajero que partió –se levante al mirar la mesa continua del sillón ve mapas y pergaminos extendidos y dispersados.    Ve con algo de aprensión la espada de su padre – y esto –tomando en las  manos- padre te pido que me digas lo que pasa. Por favor cuéntame padre.

        Mi bella niña, luz de mis días.      Hoy ha llegado un mensajero de parte de los regentes del norte y oeste, han solicitado ayuda para detener una masacre venidera.      Hoy al crepúsculo partiré con mis hombres a combatir.   Tengo que hacerlo por una vieja deuda que tenemos nosotros los Hufflepuff con los Slytherin.     Algo de lo puedes sentirte orgullosa es de nuestra lealtad hacia los amigos.   Siempre tenlo en mente. Mi estrella.

Dioses, ha sucedido lo que tanto temías.

Si, y lo peor de ello es que mi buen amigo y compañero de armas Lokë murió.  Lo bueno es  que esta Harold con el nuevo regente.   Lo ayudara bien.

No, no... que desgracia ha caído sobre su casa.     Que piensa hacer, no puedes ir así no más.   Sabes contra quien pelean.

Ya lo sé, estrella de luz.     Por ello no te preocupes, ya  lo esperaba.     Los tambores y  trompetas me llaman.

Por la puerta entre un gallardo capitán. Viste orgulloso su armadura negra con dorado.     

        Lord Joshua todo listo, podremos partir cuando lo disponga –dice.   Helga lo mira algo molesta. No desea que parta lo único que le queda de familia.

        Muy bien, puedes retirarte –indica. El capitán se retira. El silencio es tirante y algo inquietante. Cada uno tiene algo que decir, pero no se atreve. Cada uno tiene miedo, pero no lo admitirá. Cada uno, tantas cosas que decir y tan poco tiempo.

        Mi bello sol, es hora de partir. –le dice mientras la abraza- pequeña mía, si no regreso...-ella lo interrumpe

        Padre calla, no digas esas palabras. Te lo pido. Confió que regresaras. –en su voz hay angustia.

        Lo sé mi niña, pero no quiero estar en batalla sin que me prometas que serás feliz aunque no resida mas en este mundo. –algo pasivo.

        Pero, padre sabes  -le contiene el hablar, al colocar un dedo sobres sus sedosos labios.

        Promételo Helga –dice mirando directo a sus ojos claros.

Lo prometo por la sangre que recorre mis venas.

Gracias, ahora si podré ir en paz. -El Lord se separa de ella, no sin antes darle un tierno en la frente.

        Padre permíteme ir.  Por favor, no te seré un estorbo, mas bien un alivio para ti y tu alma. Permíteme ir a tu lado. –suplica vehemente

        No, No, No insista Helga. NO. NO. –grita contrariado

        Pero... papá.. –insiste

        He dicho que no. Helga la guerra no es un juego y menos un lugar para que tú, mi flor te encuentres. – se distancia al iniciar a caminar, dejándola con su tristeza.-  Lo siento mucho estrellita, pero es lo mejor para ti.  Si es lo mejor.  No deseo perder en una guerra otra vez a quien amo y quiero con toda mi alma y vida.-piensa

Helga queda estática en el medio de la habitación.        Ninguna lagrima circula su rostro de marfil, pero su mirar lánguido y sombrío dice que su alma grita mas de mil llantos. Su corazón se encoge al sentirlo ir, ruge desazón y angustia como una fiera colérica y rabiosa. Su familia, su única familia a partido.      Partió a una guerra, guerra sin cuartel, ni tregua.

Las piernas no la sostienen mas y se derrumba al piso frió y duro de piedra.  Un pequeño llanto inicia. Un llano de rabia, ira, desazón, dolor.    Comprende las  palabras dicha por su padre, pero no deseas aceptarlas.  Aceptarlas seria admitir que él moriría.

Diosa concédele a esta hija tuya un deseo.   Solo uno te pido, permite que otro de tus hijos y uno preciado para mí regrese vivo.  Que regresa a mi lado. Permite que a quien amo con mi alma y corazón regrese a mi lado, por favor permítelo.  –ruega ferviente hasta quedar exhausta en el piso. 

Despacio camina por el cielo diurno el sol, con sus rayos ilumina lo que puede en esa mañana.   Oscuros nubarrones cubren todo el cielo.   Parece que los dioses manifiestan su dolor.   El bosque esta callado, el lago quieto y distante, las aves no canturrean su bullicio habitual.   

Una diáfana voz se alza en medio de este despertar sombrío. La voz es clara como el día, suave como el correr del agua por el rió, melodiosa como el cantar del ruiseñor.   Esta voz melancólica resonaba por todo el campo.  Frente a la dueña de la voz se levanta imponente una pira.     Las llamas se levantan altas e impetuosas como pueden ser ellas.        Se ve un cuerpo quemarse.  Otras voces se unen a la principal.       Un gallardo y hermoso joven de cabellos rubios miran atento con sus ojos verdes-miel como se consume el fuego. Su alma se quema paulatinamente, cada minuto que pasa la siente arder como los maderos.        El que yace en medio de la pira era su abuelo.      Su amado abuelo, casi la última familia que le quedaba.

Un hombre de cabellos negros esta a su derecha. Mantiene la mirada azul baja.        Sus ojos cansados reflejan pena.        Un buen amigo se ha ido, un compañero de arma cayo, un hermano de alma, un gran consejero, pero sobretodo como un padre para él.        Aquel padre que nunca tuvo, se fue.     Siente una palmada en la espalda, al levantar la vista puede ver a su futura mujer dándole ánimos con su encantadora sonrisa.  Entrelazan sus manos y vuelven la mirada a la pira.

Otro hombre lo acompaña, esta situado a la izquierda.   Atrás de él están sus dos nietas y una pequeña dormida en brazos de una de ella. Lo conoció de toda la vida, fuerte como un oso, rápido como una liebre, astuto y sagaz como el zorro, pero sobretodo ambicioso. Como lo extrañaría.

Delante de los hombres se encuentra una mujer.   Su porte de reina y su belleza algo marchita por los años, indica que es la esposa del difunto.       Su túnica de blancura inmaculada se mueve sutil al paso del aire al igual que sus cabellos blanco ondean libre.       Sus labios pálidos se mueven al compás de la melodía cantada.      Ella es quien lo lleva. Deja que su dolor por la perdida fluya en forma de notas armoniosas y cadenciosas. Suave y ligera, llena de esperanza y sentimientos de alivio, pero al mismo tiempo fría y cargada de tanto sufrimiento y desazón, reflejo directo de los sentimientos de todos los presentes.

Salazar, Errol y Harold alzan sus varitas mágicas.  Los demás espectadores hacen lo mismo.

Salazar inicia ha recitar un conjuro liberador. Su voz se escucha fuerte y viva:

Descansa libre de todo mal,

Camina el sendero de la luz,

Llega a nuestros dioses, y

 No permanezcas en esta tierra más.

De la punta de las varas una luz suave y sutil se forma. El fuego inicia a danzar en forma de espiral.  El velo que cumbre el rostro de la dama vuela y caen en el fuego.

De las cenizas fuimos forjados al inicio,

Y a las cenizas regresamos al final,

El fuego purifica al alma,

Como las lagrimas al dolor.

Lo que siguió no tiene descripción.       Un hermoso caballo de fuegos se forma ante ellos. En el lomo se aprecia a Lokë sonreír suavemente a su amada esposa.        Hay paz y tranquilidad en su rostro risueño.

Alma libre te convertirás

Sigue tu camino

No te pierdas en el valle,

 de la oscuridad y las sombras

Ella se desliza suavemente al suelo húmedo. El rostro de él cambia, hay preocupación por ella.  Trata de acercarse a ella.  Salazar contiene las lagrimas que quieren brotar de sus ojos.  Ella sonríe dulcemente, no desea que él se quede.        No, debe ser libre como el viento. Así fue como vivió.     Libre

Surca liberado el cielo,

Ve y prosigue con tu viaje,

No te preocupes por nosotros,

Nosotros estaremos bien.

Se levanta y le devuelve la sonrisa.      Ya no canta, las demás doncellas y damas son la que llevan el canto ahora. Salazar continua con el conjuro.   Lokë solo la ve a Adriana y ella solo lo ve a él.      Sus miradas dicen mas de un sentimiento.      Solo algo iba mas allá de la muerte, su amor.  

Deseo ir donde estas,

Pero mi tiempo no se ha consumado aun,

Ve y prepara el camino;

Camino que seguiré en mi momento

El caballo de fuego se paro en sus cuartos traseros dejándose contemplar maravillosamente.     Con garbo desciende sobre la pira, e inicia a caminar lentamente para después irse alejando mas aprisa.  El camino que seguía era el del sol.   Ella se mantiene erguida y orgullosa, mirando al horizonte.     Su mirar se ve algo perdida, llena de congoja. Sus ojos siempre misteriosos y vivos, dejan ver un alma desnuda. Una alma triste, destruida, sin vida.    

Helena ya sé que sentiste cuando viste morir a Michael. Como hiciste para continuar luchando.  ¿Cómo, cómo? ¿Cómo combatiste tanto dolor y tristeza? Siento que mi alma se desgarra en miles de pedazos. Como lo lograre. Él levantarme todas las mañanas de la cama, cama vacía sin él. Y el respirar y no sentir el suyo a mi lado, es una agonía para mi corazón.-piensa- No escuchar su risa o sus palabras de aliento en mi oído.

El viento sopla, parece que murmura palabras de aliento para la viuda, solo para ella.       Amiga no te preocupe –le escucha decir- Todo saldrá bien.   Aunque no ha llegado tu tiempo todavía, pronto lo será y veras de nuevo a Lokë. No desfallezca tienes que serle apoyo a tu nieto, mi nieto.

Helena, Gracias.  Siempre has estado para mí amiga. –susurra.       Una fuerte mano le aprieta el hombro. Con cuidado le limpia las lagrimas derramadas.     

Abuela entre, ya acabo. –dice al oído suave.- Ven, necesitas descansar.

Ahí esta Salazar.        Su rostro cansado y ojeroso.        No ha dormido en dos noches y por lo visto serán mas sin dormir.      La anciana asiente y lo sigue sosegada.        Al lado de él llega Errol con Naira.        Errol le dice algo al oído. El rostro cambia un poco, una pequeña sonrisa se vislumbra.   Naira esta al lado de la Dama, le sirve de apoyo.        Errol nuevamente se acerca a Naira y le dice algo.  Ella asiente.      Después el se dirige a la noble dama.   Es una despedida.   Partirán en una horas. Ella le da su bendición y buenos deseos.

La tarde camina con dejadez y lentitud, como si supiera que su andar dará inicio a una cadenas de eventos crueles.        Se puede ver un ave de hermoso plumaje color marrón aterrizar en el borde de la ventana. El animal se queda quieto observando todo.      La mujer mira al pájaro; se escuchan sus pasos algo cansados.       El pequeño pergamino atado a su pata es retirado por las delicadas manos de la dama.     El halcón la mira con sus grandes ojos chocolate, esperando alguna indicación.

Espera Aruk –dice.      El ave le da la espalda y se acomoda en la cornisa de la ventana.    Ella se sienta y despliega el pergamino. Sus ojos azules leen ávidos el contenido.

Querida Sonne, esta noche pasaran por ti, prepárate.

Veo que no te arriesgaras. –murmura.     Se levanta y lanza el pergamino al fuego. – Puedes irte Aruk. –el animal graznó, desplegó sus alas y se lanzo al vuelo.     Ewan desde el establo lo ve partir.       Frunce el seño, siente que algo esta por pasar.

La dama se queda viendo por la ventana como el animal se alejaba en el crepúsculo.        El leve golpetear la saca de su cavilación.     La puerta se abre dejando ver a una doncella.       La joven doncella realiza una sencilla reverencia de respeto.        La dama no voltea a ver a la joven.      Todavía sigue con la mirada al poderoso halcón.

Lady Sonne, el Joven Slytherin desea verla en la biblioteca. –le informo de manera tímida.

Dile que al Señor de la región que iré. – la joven asintió.  Ante de salir por la puerta, la dama hablo con voz autoritaria.

No es joven Slytherin, sino Lord Slytherin no lo olvides –ella algo apenada por el error sale silenciosa del aposento, cerrando detrás de si la puerta.

Pretenciosa –murmura. Se aleja por el pasillo, sin percatarse que alguien las observara desde las sombras. El rostro de la mujer se vislumbra cuando la doncella se pierde al final del pasillo.       

Cuan ciertas y verdaderas son tus palabras chiquilla. Ya no se Joven sino Lord. -dice Naira en voz baja.      Mira la puerta de roble macizo, esta  apunto de tocar.   Cambia de opinión y se aleja.

El traquetear de madera al ser quemada se escucha sombría.  La suave brisa pasa por la ventada trayendo consiguió el frescor de la noche, a la habitación de paredes de piedra.   Salazar esta erguido en el borde de la ventana.     Su mirada esta abandonada en el paisaje que contempla.   La puerta a su espalda se abre dejando entra a una dama de rizos dorados.    Los cuadros colgados en la pared fueron tentados a mirarla, se contuvieron al reconocerla. La hermosa Sonne.

Ella camina con gracias hasta quedar al lado del hombre joven.       Su mano sé posas delicada sobre el hombro de él, lo va a sacudir para sacarlo de sus pensamiento, cuando advirtió que él le aprisiona la mano en señal de agrado. Un suspiro sale de los labios cansados de él.     El sol esta a punto de terminar su día.

Me alegra que estés aquí, Lady Sonne –dice. Su voz se oye algo abatida.- de verdad me alegra.

Mi señor Slytherin, sus palabras me complacen escucharlas. El saber que le soy de utilidad en estos duros momento, es para mi un aliciente.        Siento que podré pagar mi deuda con su familia y con usted.

Lady Sonne, deseo pedirle, que no vuelvas a utilizar mas para dirigirse a mi, el señor, Lord o cualquier otro apelativo de superioridad.   Por favor. Y sobre la deuda, eso esta saldado hace mucho tiempo atrás. –manifiesta

Como desees Salazar –una tímido gesto de afirmación baña sus facciones.- deseabas decirme solo esto, o hay algo mas. –Salazar se aleja de la cornisa y se ha cerca a un cuadro en particular, el que esta sobre la chimenea. Sonne lo sigue y hace lo mismo al lado.       

Sabes quienes son las personas del retrato -le pregunta.        Ella posa su mirada al retrato que señala con el dedo índice.       Puede observar a dos personas. Un caballero de imponente armadura y una elegante, y dulce dama, los dos se están posando con sendas sonrisas, las manos entrelazadas y sus rostro deja ver lo enamorados que están uno del otro.     

No, aunque supongo que será algún familiar cercano. Porque, debo saber quien son ellos? -pegunta algo interesada.

No, solo por curiosidad.       Te diré que es el hermano de mi abuelo.       Su nombre es Michael Slytherin y la dama es Helena Stanwall.           Ellos murieron tiempo después de que el retrato fuera terminado. –el la observa detenidamente

Dios que cosa tan triste!.

Déjame terminar.       El murió protegiéndola a ella y ella murió por protegerlo a él.    Y yo moriré  por protegerte a ti. –declara viéndola a los ojos.

Que has dicho? –suelta impresionada.  Él ligeramente se poden de rodilla frente a ella. Le toma la mamo.

Lo que escuchaste, que moriré por protegerte a ti. No soy adivino para saber que hay dentro de tu corazón, pero si se que hay dentro del mío, y eso es amor por ti. –ella iba a decir algo, cuando él le pone delicadamente el dedo en sus pálidos labios para acallarla- Permíteme seguir. –asiente con sus ojos- No se cuando sucedió o como sucedió, pero sucedió.    Y aquí estoy dejándote mi corazón, mi alma y mi propia vida, porque a decir verdad, no tengo una si no estas tu a mi lado.     Es algo precipitado, pero deseo que conserve este anillo como muestra de mi devoción por ti Sonne.

Ella esta sin habla.     En la mano que tenia entre las suyas con amor le coloca el anillo en el anular.  Ella lo contempla a él un momento y después la anillo.    Es de oro blanco, esta labrado con tribales celtas como es la costumbre en ese momento.        En el centro puede ver una exquisita esmeralda incrustada.     Una obra de arte.

Salazar, yo... yo no se que decirte

Entonces no me digas nada, hasta que lo sientas necesario.   No pienso forzarte a que me des una respuesta ahora.       No seria justo contigo.        Será mas adelante, cuando todo esta locura que reina en nuestra vida se calme.

Ella lo mira, su rostro adquiere un matiz de tristura, él lo interpresa con emoción.     Una sonrisa cándida y llena de amor se dibuja en el rostro de él. Se levanta del piso y le planta un cálido y dulce beso en la mano, para después darle uno en los labios.       Labios que respondieron con fogosidad y reclamo por el cariño y amor que deseos necesitan sentir, para saber si lo que realizaría después de esto sería lo correcto.     La duda nació.

Se separan, los brazos de él están en su entallada cintura de ella y los de ella entre el cuello.   Un notorio sonrojo se nota en los pómulos redondos de ambos.      Él iba a tomar la palabra, cuando el tocar de la puerta los regresa a la severa realidad.  Una guerra por delante y una triste traición.

La noche llega inexorable.   El frió otoño extiende sus brazos alcanzando todo lo que puede a su alrededor. Las fogatas están encendida dando algo de calor a los cuerpo que se reúnen a su alrededor.    Fuerte y grandes centinelas cuidan y vigilan meticulosamente las tiendas de sus capitanes y el campamento en general.

La tienda principal no se ve ningún movimiento inusual. Los capitanes se encuentran planeando los siguientes movimientos y estrategias a utilizar.    Cada uno da su opinión, exponen y disciernen cual es la mejor de todas.  Liam se sienta tranquilo en un rincón, sobre un exquisito almohadón.      Su mente en ese momento divaga en algo sucedido esa tarde con Godric.

Una sonrisa ladina de satisfacción surca su rostro pálido.        Su corazón saltaba de emoción, pero un sin sabor se asomaba tímidamente en la penuria.    Tal vez muy pequeño para ser tomado en consideración. Como un lobo, mostraba sus dientes blancos.     Los soldados lo miran curioso, pero sin acercarse mucho.        No es muy conveniente enfadarlo.        El se hundía cada vez mas en sus pensamiento.

Godric, Godric.   Mi dulce Godric.  Tan delicado y fino.    Te quebraste como una graciosa muñeca de porcelana al caer sobre el frió piso.       Tu alma parece un espejo roto, sin ilusiones que se reflejen en el.  Y que decir de tus ansias y ánimos por lo correcto y derecho. Donde deje tus convicciones, creo que las bebí de tus labios. Labios lleno de deseos y pasiones. Y las lagrimas que derramaste, por ella se fueron deslizando suave como un río tus anhelos y sueños.     Te escucho llorar apagadamente todavía.      Escucho como me suplicabas que te dejara, parecías un niño chico.        Veo el horror y miedo en tus ojos azules.      Me complace verme reflejado en ellos, y saber que soy el causante de ello, llena mi esencia.       Y tus gemidos de aflicción cuando te disfruté lenta y sin contemplación tu cuerpo virgen.    Todavía siento tu cálido cuerpo abajo del  mío.    Siento la aprensión que te cause. Tus músculos tensos y contraídos de temor.      Una delicia, y que hablar de tu piel tersa, suave, delicada, dulce, con ese conjuro que magnificaba cada roce y caricia que te daba.   Lastimas que estabas tan tenso, lo hubieras disfrutado. Pero creo que tiempo actuará para que lo goce.   Si, el tiempo producirá  que me desee con locura y pasión.     Haré que sus labios griten mi nombre como si fuera al ultimo que amaras, y tus manos recorrerán mi cuerpo llenas de ansía para complacerme.    Y yo tengo todo el tiempo del mundo para ello.

Una mano lo mueve dulcemente.  Él levanta la mirada y ve que es su hermano.

Dígame Lord. –dice inmediato.

¿Que tal vas con Gryffindor.? ¿Se unirá a nosotros?.-interroga

En esta compaña no.   Estoy en ello, mi señor, ya he quebrado sus defensas, pero el joven es algo duro de roer.

Muy bien.   Ven necesito que veas unos mapas y des tu opinión. –dice tranquilo.- Veo que ya lo gozaste.  Tu rostro te delata tan fácil hermano. Que bueno que te conozco, los demás juran que estas acondicionadote para la batalla.- piensa

        Capitán Allen, acaba de llevar esta misiva de los vigías del Noroeste. –se la entrega.

        Interesante –dice tranquilo- adivina quien se acaba de meter en el baile.

        No me digas que Hufflepuff. –manifiesta

        Sí, Lord.    El mismo.  Por lo que veo, las viejas alianzas están surgiendo.  ¿Que opinas de ellos? –su vista esta posada en el mapa que es encuentra desplegado sobre la mesa.

Mmm, eso ya lo habíamos contemplado. –señala- el plan seguirá como lo teníamos planeado.    Haremos creer que entramos en el desfiladero y esa será su perdición.

Así será. Mariscal Lead están los soldados en posición en el bosque. –pregunta a uno de los hombres presente.

Sí,  Capitán Silbernesblatt. –afirma- Están en posición desde hace tres días.     Esperan ordenes.

Muy bien.–dice contento- Lord Schawarzerbär solo esperó su señal, para iniciar la partida.

Será en dos días.-indica.

Ya escucharon, -dice Liam ha sus capitanes.- vayan y preparen lo que hace falta. En dos días la sangre correrá. Pueden retirarse.

Los capitanes se retiran a sus aposentos.     Solo quedan en la tienda Allen y Liam.  Allen lo mira algo reído.      Sus pupilas de luna lo contemplan divertido.       Puede ver que su hermano esta contento y feliz.    Hacia mucho tiempo que no lo veía así.     

Saxen entra a la tienda, en sus manos lleva una bandeja llena de alimentos.    Con cuidado lo coloca en la  mesa y se sienta en una silla que se encuentra en el aposento, no sin antes ir al lado de su amo y darle un beso.

        Veo que estas contento,-dice- cuéntame te fue bien con el chico. 

        Mejor que bien, lleno mis expectativas mas de lo que esperaba. –le dirige la mirada a la mujer que lo mira molesta- no es tu culpa mi bella dama. Tarde o temprano él caería en mis redes.

        No debiste hacerlo Liam. –dice fastidia-        es un niño al lado tuyo.

        Mi hermosa Saxen no me digas que la carita de ángel te conmovió.  –mordazmente comenta- ha mi me parece de lo mas divertido.

        Además no te sientas utilizada. –manifiesta Liam- Me divertí mucho anoche contigo.

        Como te atreves –exclama.  Con asombrosa agilidad se levanta y saca de sus fundas las sais y se las pone en el cuello de Liam. Allen mira todo tranquilo.- dímelo en mi cara que no hiciste lo que pienso.

        Tu sabes que paso, así que no hagas la santa ahora –con un movimiento la desarma y la aprisiona con sus fuertes brazos.- nos divertimos y pasamos bien.    No te moleste por lo del chiquillo.        Tu sabias bien que lo quebraría.  Tu amado señor me lo cedió. –la carra le cambia a ella.  Comprende que ha obrado mal. Deja de hacer fuerza.

La suelta, sabe que no lo atacara.        Se sienta tranquilo en el cojín. Su rostro es un poema de éxtasis y placer.        Ella toma sus armas y las guarda.        Se sienta a las piernas de su amo.       Él con cuidado le acaricia su cabello.     Acerca sus labios a su oreja y le habla suave.

        Ya no te moleste por ello.   Si quieres puedo hablar con Liam para que lo cuides tú, mientras nosotros batallamos.       Mira hasta sí quieres hablare con él para que sea tuyo.  

        Esta bien mi señor –dice complacida

        Eso me gusta, quita esa cara triste.     Prefiero verte sonreír –ella saca su mejor sonrisa y se la dedica- dime como te fui hoy con la poción.

        Estará lista para mañana en la mañana, cuando llegues re la inscurción. –contesta

        Muy oportuno.    Contigo todo es bueno. –la levanta del piso donde esta sentada y posa en sus piernas fuertes.        Ella se acomoda tranquila sobre el regazo de él, pasa sus brazos delgados y le rodea el cuello.

        Liam si no te es problema, sal de aquí –ordena.     Ella le mordisquea la oreja juguetonamente. Liam se levanta he inicia a salir – Deja al muchacho Gryffindor tranquilo por ahora.   Quiero que vayas a tu tienda, te tengo un regalo. –Liam lo mira, su rostro muestra curiosidad- ve, la sorpresa que encontraras te deleitara.

        Si, mi Lord –responde. Da media vuelta y sale de la tienda.

La noche florece callada y silenciosa.    La luna no se aprecia esplendorosa como ella suele distinguirse en las noches.        Densos nubarrones la cubre, haciendo la visibilidad escasa.    Sombras juegan con la vista de los vigías, que no distingue muy bien lo que ven.   El frío inicia a entrar por la piel de los cansados hombres. Son estas noches, que los vigías no le agradan.

Unas sombras se mueven rápida y sin contratiempo por el bosque.  Llegan a un claro, se detienen.    Contemplan el castillo que se alza como una gran mole.      Sus grandes torres se distinguen al igual que los soldados que realizan la vigilancia.  El líder de la incursión mira a sus acompañantes.   Con señas le habla y ellos comprenden lo dicho.    Al cambiar de guardia, ellos corren hacia la muralla.   Se pegan a ella, inician a recorrerla en busca de algo.    Lo encuentra. Con cuidado toca dos piedras de la muralla y una puerta de piedra se abre.

Entran.      Sus pasos son livianos, pareciera que no tocara el piso.  Sutilmente uno de ellos murmura lumus.       La tímida luz que se forma le ilumina el interminable pasillo.      Se detiene un momento.     El líder despliega un arrugado mapa.  Ve las inscripciones en la pared, mira el mapa y comprueba donde están. Lo pliega y guarda.     Da otras indicaciones y se dividen.    Dos van al norte, a los aposentos de la familia; él otro va hacia el área de la biblioteca.

Pasos rápidos utilizan para avanzar.     Llegan a otra inscripción, pasa su mano y la pared se desliza. Entran a una habitación. La chimenea esta prendida y ven a una dama de rubios cabellos sentada en un sillón.       Ella los mira, una sonrisa se vislumbra en su rostro.  Los hombres la saludan inclinando su cabeza.

Se va con ellos.  Regresan nuevamente al pasillo por donde entraron.      Caminan un poco mas, ella le susurra algo al líder. Él asiente. Se detienen ante otras inscripciones.    La mujer pasa la mano y la pared se desliza. Entran a otra habitación. Una mujer de cabellos rojos duerme algo intranquila.     No se ha dado cuenta de la entrada de los intrusos.    Uno de ellos se acerca con la varita en mano.        El otro busca algo entre las pertenencias de ella.   Lo encuentra y lo toma.   En eso, ella se levanta.       Todo el mundo se queda estático.       

        ¡Que demonios...!-grita, pero no termina lo que iba a decir.

Sommeil –exclama el hombre cerca dé ella.

La mujer se asomo al escuchar el barullo. Ve que la sacan de la cama y se la pone al hombro.    El otro hombre en la habitación lleva la espada de ella y su vara mágica. Escucharon voces acercase.       Eran mas de dos.        Todas de hombre.     Tomaron todo y se fueron.   Una vez sellada la puerta, se dirigieron al punto de encuentro.

La puerta del cuarto de Naira se abrió de par en par.      Un hombre de cabellos negros entra y al ver que ella no estaba dio voz de alerta.     Todo el mundo se puso en movimiento para su búsqueda.       Al revisar los de más cuarto se dieron cuenta que también faltaba Sonne. Lo que siguió fue confusión total. Una pequeña explosión se dio en el área de la biblioteca.  Los hombres corrían de un lado a otro para tratar de sofocar el fuego que se extendía rápidamente.

A la orilla del castillo cuatro personas salían sigilosamente.    Se internan al bosque. Ahí cuatro corceles lo están esperando. Se montan y parten.   La incursión salió según lo  planeado esa tarde.

El aurora inicia a insinuarse tímida y decaída en el cielo plomizo de ese amanecer.    El castillo de Lord Slytherin es un revoltijo.   En una sala ahí dos hombres discutiendo enajenadamente.

        Como es posible que entraran al castillo y nosotros no nos diéramos cuenta –exclama furioso Salazar.- me lo pueden explicar.  Porque yo no sabia de esos pasadizos.

        Cálmate Salazar –dice suave Harold- Todo los castillos de los regentes y terratenientes tiene  estos pasajes.        Todos totalmente diferente, por lo que me sorprende que pudieran entrar.        Alguien de adentro debió haber ayudado.

        Eso no me ayuda saberlo ahora. –expresa perturbado- Ha ellas las tenemos que rescatar. Creo saber donde están.       Harold tu quedaras a cargo del ataque. Errol inicia a preparar –es interrumpido.

        Salazar no es muy sensato tu proceder. Eres el nuevo regente y tienes que proteger a tu gente. –manifiesta irritándose Harold

        Y como quieres que proteja a mi gente, sí ni siquiera puedo proteger a los que quiero primero.   La mujer que amo fue secuestrada y una muy buena amiga también. Conque cara quieres que me dirija a mí ejercito, y les diga vamos luchar contra alguien que fácilmente y en mis narices hizo lo que hizo.   ¿Cómo quieres que lo haga? –le contesta.

Errol esta de pie, mirando por la ventana.     Su mente esta perdida y muy lejos.      Solo tiene algo en ella, un nombre –Naira.   Naira como esta.        Quien te tiene Naira.  Morirá el maldito que ponga las manos encima.     Lo juro por el Dios de la Guerra y Venganza.      Espera amor estaré pronto a tu lado, no pierdas la esperanza. Te amo sobre todo.

        Errol convence a Salazar a no realizar esa insensatez que planea realizar. -pide Harold.

        Como quieres que le diga que no la realice, si yo la voy a realizar.-manifiesta Errol- Tienes razón Harold es la mayor estupidez que realizaremos, pero quienes somos nosotros para decidir no hacerla.   No es nuestra conciencia la que manda, sino nuestro corazón. –Harold iba a protestar, pero Errol siguió hablando-       Que harías en nuestro lugar. Te tragarías tu amor por la bella Anna y la dejaría a manos de tus enemigos.-pudo ver como cambio un poco su rostro-  Claro que no. Apuesto que irías a buscarla con tus mejores hombres.

        Por favor Lord Harold, se lo pido.  Además yo no seria de mucha ayuda, apenas estoy iniciando. –se acerco al Lord. Puso una rodilla en el piso.  Harold se sorprendió por este gesto - por ello le pido que tome el control.       Mi abuelo siempre confió en usted y yo confiare en las sabias decisiones de mi abuelo.

        Esta bien. Ven levántate.-dice resignado- Tu gente no debe verte de rodilla ante otro lord. Tienes mucho que aprender mi joven muchacho.       Ve, yo me encargare de todo.

Gracias, muchas gracias.     Errol prepara todo. –Errol asiente- Crees que sea conveniente que Ewan venga. No quiero exponerlo a un daño.

Sí, él esta preparado. –responde antes de salir por la puerta.  Esa noche sería una de las mas largas para su vida.

El amanecer salió algo tímido este día. Los caballos pastan tranquilo en la planicie.  En el campamento el ajetreo es lo usual.    Los hombres iban y venía de una lado a otro. Tenían todo listo para el ataque del día siguiente.

EL Lord y su comandante en jefe están hablando en el campo con sus mariscales y otros tenientes.    En la tiendo principal, la exuberante mujer del Lord se acerca con cautela al joven que yace echo un ovillo en el piso.

        Godric –le llama suave.       El no se mueve.  Ella se acerca mas a él.

        Godric, por favor háblame –dice algo intranquila.- Dioses, que le hiciste Liam.-piensa

Lo contempla. Su cuerpo apenas cubierto por las sabanas se ve frágil, débil y lastimado.   Al acercarse mas, ve rastro de sangre en la parte baja de la espalda y en las piernas.      Ella se sobrecoge un poco por lo visto; también al ver las marcas de mordidas y arañazo que recorren parte de su espalda y tórax, observa pequeños moretones plasmados en el área de los brazos.     Menea la cabeza en señal de desaprobación.

Toma otra sabana y lo abriga un poco mas, él se mueve apenas.     Dice algo muy bajo para que ella lo escuche. Una sonrisa triste se dibuja en el rostro de ella, con sutil cuidado le acomoda el cabello que tiene desordenado. Le ve el rostro bañado de lagrimas tibias. Lo contempla cuidadosamente.    Él tiene los ojos cerrados fuertemente y todavía bajan diminutas gotas cristalinas de ellos.    Saxen trata de tocarle la cara para limpiar las lagrimas.  Godric rehuye el  contacto.

Godric déjame ayudarte -dice con voz tierna- No te pienso hacer daño, lo prometo.

Él no hace ningún movimiento ó ruido.  Saxen alarga su mano lentamente, no quiere asustarle y mucho menos que él la lastime. En el estado que el se encuentra puede pasar cualquier cosa. Ella lo sabe y es por ello que toma sus precauciones.     La posa levemente.    Siente el temblar de él al contacto.      Trata de rehuir de nuevo.    Ha ella no le importa esta reacción.     Con cuidado se sienta, y coloca la cabeza sobre su regazo.     Él hace algo de fuerza, trata de levantarse.    Ella con palabras dulces le habla.

        Ya Godric, tranquilo.   Nada te pasara conmigo.     Ven. No te pasara nada, no conmigo. Tranquilo. Descansa.        Ya pequeño, calma.

Momentos después, se recuesta algo receloso en su regazo.   Ella le pasa la mano por el cabello con delicadeza. Él en ningún momento ha abierto sus ojos.   Le sigue hablando dulce al oído.

        Todo mejorar Godric, ya lo veraz  - siente las tibias lagrimas que caen es su regazo.- Llorar es bueno.  Llora todo lo que quieras.   Ya nadie te lastimara de nuevo.   Yo te protegeré, lo prometo. –lo cubre mas con sabanas.