Para evitar problemas de autor y todo esos enrolló. La idea de la historia es totalmente mía como los personajes aquí mencionados con exacción de Salazar Slytherin. Él le pertenece ha J.K.R. y a todos los demás que compraron los derechos. Yo no estoy lucrando con esto, así que no estoy quebrando ninguna ley internacional. No molesten, ni fastidien con ese punto. Solo espero que se diviertan con la lectura, así como yo me divertí escribiéndola en clase. Si quieren pueden dejar su opinión que será bien aceptada. Cuídense mucho Sak.
Advertencia: como las advertencias anteriores. Muy violento, contenido sexual no acto para menores. Sensibles out. Sin discriminación, solo protección.
Los herederos!!!
Por Sakura_corazón
Capitulo VI
Al Tercer Día, El Final No Importa.Los debilites ases del orgulloso dueño del cielo, pasan ligeros entres las cerradas nubes de es fatídico días. El austero interior de la tienda se baña por la agonizante luz que ahuyenta de manera tímida a las fantasmagóricas sombras. Dos fuertes cadenas ancladas a las robustas columnas de la tienda sostienen a una languidecida mujer. Ya lleva tres días en esta agonía.
El sonido de gotas cayendo al piso se escucha claramente. El ritmo es continuo, sin interrupción, vibrante, como una sinfonía magistral y bella. La poca luz que ahí permiten ver el espeluznante panorama. Un charco de sangre de considerable tamaño; ropas desgarradas, cortes y raspones por varias partes del voluptuoso cuerpo de ella.
La espalda de blancura inmaculada esta manchada de carmín, finas cortadas recorren todo el largo y ancho de la misma. La hermosa y larga melena roja como el fuego, fue brutalmente cortada y reducida a una mísera cabeza sin cabello, llena de cortes. El rostro fino y delicado, es lo único que no muestra daños, ni marcas del cruel trato.
Las gotas de sangre siguen cayendo de los profundos cortes de la espalda y muñecas. La tela gruesa que cubre la entrada a la infame tienda es bruscamente apartada. Por ella entra un hombre de temible aspecto, la cara cortada en varios puntos y el feo bigote no ayuda en nada. Parece un gigante. Su regordeta mano sujeta con excitación el mango del arma que porta. Un fino y cruel látigo de cuero curtido rematado en férreas punta de hierro.
Le golpea brutalmente el rostro, un hilo de sangre sale por su boca abierta. Otro mas cae. Ella lo mira con desprecio, sus ojos muestran determinación. Su alma grita al viento que resistirá y no será quebrada por un vil hombre.
Tensa el látigo entre sus regordetas y asquerosas manos. La levanta y son saña lo deja caer. Una y otra vez. Las horas pasan y el aire sigue siendo rasgado por el ir y venir del látigo en su perenne castigo. El sonido de los azotes se mezcla con débiles quejidos.
Entra otro hombre al cuarto. Su rostro contrasta notablemente con el panorama. De largos y lacios cabellos dorados, casi platinados; penetrante ojos azules. Intercambia unas palabras con el verdugo. Una sonrisa cruel cubre el rostro del último. Hace una reverencia y sale corriendo de la tienda.
El hombre hermoso la contempla. Camina como un gato, estilizado y grácil. Intercambia un par de palabras, lo único que consigue es la silenciosa respuesta de ella. Levanta los hombros en señal de no importar la negativa. Toma la estropeada silla y se sienta en silencio a contemplarla, colocas sus brazos a la altura de pecho y las deja ahí tranquilas. Ella le mira detenidamente, grabando cada facción, su mente lo único que tiene escrito en ese momento es venganza.
Entra el verdugo. La sonrisa no se ha ido de su rostro, en cambio es más grande. En su cintura tiene amarado el látigo del cual caen gotitas de sangre. Su mano lleva un mazo. Se acerca donde ella, la toma por el cuello y la alza. El hombre sigue sentado, disfrutando del espectáculo. Ella patalea y se retuerce para zafarse del agarre brutal. La tira contra el áspero piso. Ella cae pesadamente, pierde el aliento. Con esfuerzo lo trata de recuperar, pero no puede. Un violento y punzante dolor siente su pierna. Su garganta se seca de golpe, no puede gritar. Las lagrimas saltan de sus ojos castaños. Escucha como algo corta el aire. Otro golpear y más dolor.
Su mente esta embotada, trata de comprender lo que ha pasado. Miles de mensaje pasan de un lado a otro. Nunca en su vida lo había sufrido. Las terminales nerviosas están desbocadas gritando DOLOR. Dolor, como el miles de dagas incrustadas en su piel. Su autocontrol desaparece, no hay nada, solo el calvario en que se halla sumida. Dolor, calvario, martirio, es lo único que trasmite su mente, palpitante y constante, vivido. La mente colapsa, se derrumba del todo. Como la caída de una estrella en el ocaso de su vida. Lo ultimo que sus ojos cristalinos ven es la sórdida sonrisa del hombre hermoso.
El murmullo suave del correr de un río invade al bosque. En un claro se ve una pequeña cabaña, humo ligero sale por la chimenea. La voz de una fémina se escucha llena de vida. Un perro la acompaña saltando y haciendo mucho ruido.
Quieto Fido –dice alegre- sabes que mama esta enferma y no debes hacer mucho ruido, -el perro asiente y se va a seguir jugando por campo.- déjame prepara la comida e iremos a dar un paseo.
Sube los escalones y entra al pórtico. Deja la cesta que lleva en el piso y abre la puerta.
Madre –llama- ya llegue.
Hola Rowena –saluda una anciana de cabello blancos. Su mirada bonachona inspira mucho cariño.- como te fue.
Muy bien, el señor Linkinpa compro las colchas y de paso encargo otras dos mas, una para la pequeña Susy estará de cumpleaños, y la otra para Jenny que se casa con un joven del condado de Kent. –la anciana la escucha atenta. La joven subió la cesta a la mesa- También pase por el mercado y compre algo de verduras. Mira estas papas y zanahorias. –la anciana se acerca a la cesta y puede ver la calidad de las verduras- También conseguí algo de eneldo, y el buen John, -soltó una risita- mejor dicho su padre nos regala esta pieza de jamón ahumado.
La próxima vez que lo veas dale las gracias de mi padre. –indica. La anciana se ha sentado en una dura silla de madera de la cocina, cerca de la chimenea. Sus ropas son sencillas, son mujeres de campo. Una falda chocolate larga, la camisa crema. El cabello lo lleva trenzado, las igual que su retoño.
Hoy tomaremos una rica sopa, eso te ayudara. –dice, el buen humor se nota claramente. La mujer sonríe para sus adentros. -Déjame ir por agua al río y dentro de un rato estará echa. –ella le daba la espalda a su madre. De pronto, sin previo aviso un convulsionarte ataque de tos le da a su madre.- estas bien, déjame ayudarte –acercándose
No, aléjate –le dice jadeando, se lleva la mano a la boca. Otro ataque de seco y tísico de tos la invade. Gotas de sangre manchan la mano callosa de la mujer.- Rowena no te acerques.
Deja de ser tan necia y déjate ayudar –dice, su voz en vez de sonar molesta, ahí preocupación. Ella sale un momento de la habitación y regresa con una botellita de cristal- toma esto - la hace beber un liquido azulado.- vamos, bébelo todo. -esto le calma la tos.
No deberías hacer esas pociones. Te podrían perseguir –manifiesta algo preocupada. Rowena la conduce a su alcoba, con cuidado la acuesta.
No te preocupes y descansa –la arropa con una gruesa colcha- yo preparare la cena. Sabes –cambiando la conversación- en el pueblo escuche que el regente del este le declaro la guerra al Oeste y Norte. – con un suave movimiento de caderas la joven sale de la habitación.
El calor de la chimenea, sumado al cálido confort de la cama la sumen en un sueño algo apacible. Su mente viaja a un pasado remoto. Un pasado algo peligroso para la joven que llama hija.
Un cuarto elegante se materializa. En la pared cuelga el escudo de la familia. Un gran oso negro. Una mujer yace en la cama, es la dama del castillo. Su cuerpo se ve frágil, esta todo sudado. Su abultado vientre denota que su embarazo esta por finalizar. Varias mujeres entran y salen de la habitación, unas llevan varias sabanas y vendajes. Otras trae agua caliente. Atrás de ella entra una, su cara bondadosa y curtida indica que es la partera. Las horas pasan.
Puje, señora mía, puje –dice calmada la matrona. La mujer puja- vamos bien. Otro puje mas y todo terminara. – un leve y apagado llanto se escucha en la habitación. – es una niña, Lady Amelie. El Lord estará contento y complacido por esto.
Mara escúchame –la llama- tiene la marca? –le pregunta algo aprensiva.
No, no la tiene señora –dice la matrona. En la habitación solamente están ellas dos. Como lo dicta la costumbre de esa época.
Dioses gracias. Llévatela. –dice. Su voz se nota la turbación que siente- dile al mi señor que nació muerta ó no nació. Ella debe vivir feliz y no como la hija de ese mal nacido. Concédeme este último deseo. –habla angustiada.
Pero, mi señora. Yo no podría hacerle eso al señor de la casa.-contesta la matrona.
Escucha. Lo que te digo y hazlo. No quiero que el futuro de ella se deshaga en mil pedazos por ser hija de él. Ya mi amado Allen esta en ese camino y no puedo sacarlo, pero ella. –la voz se le quiebra.- Ella debe ser feliz y poder vivir en paz. Debe serlo.
Dama Amelie por favor deje de decir tonterías. –interrumpe la dama
No son tonterías. Voy a morir y no podré morir en paz si sé que ella sufrirá.
Dioses. Que disparate más grande a dicho.-exclama la matrona.
La mujer menea la cabeza en señal de negativa. Ella sabe que morirá. Ella lo vio en su tasa de té, por los últimos seis meses. También interpretó parte del futuro de su pequeña y no le gusto en lo mínimo. Pudo verle mucho sufrimiento y desdicha si se queda al lado de su padre.
Mara, cumple lo que te pido –dice y en su último respiro se va, como si fuera un ave y se aleja en el horizonte lejano.
La matrona trata de revivirla, pero no puede. No sabe que hacer. La beba yace dormida profundamente. Toque en la puerta la saca de su pensamiento. Toma a la nena y la deposita en una cesta que ella lleva con vendajes, la cubre con cuidado. La puerta se abre de par en par. Por ella entra el Señor de todo. Su rostro no se ve contento.
Señor –inicia a hablar la matrona.- La Dama... como le miento y salgo viva –piensa.
Habla mujer, mi paciencia se agota
Señor, la dama Amelie murió –el rostro del hombre permanece igual. Solo un pequeño destello en sus ojos grises se percibe. Dolor es lo que se muestra.
El bebe –pregunta
No nació señor –informa temerosa – el bebe venia atravesados y no pude hacer nada para ayudarla. –se tira a sus pies y baja la cabeza en señal de sumisión- señor no pude salvarla. Lo intente todo, pero no pude. Lo siento mucho. Señor.- ella sigue gimoteando su perdón. El la mira con indiferencia.
Toma tus cosas y vete de aquí. En la salida se te proporcionará una bolsa con tu pago en plata. Ahora vete y no regreses. –ella se levanta presurosa y toma todo lo que llevo, incluyendo la cesta.
Un suave movimiento la regresa al presente
Mama estas bien -pregunta algo inquieta la joven ha quien llama hija.
Sí, mi niña. Me siento mejor –la joven sonríe- ya la cena esta lista. –ella asiente.
Aquí te la traje. Ven y siéntate para que la tomes. –la vieja se sienta. Rowena le da con cuidado y paciencia la sopa. –sabes mama, siempre he tenido una duda. –la mujer la mira y espera la pregunta- el porque de mi magia.
Ya no quiero comer mas –dice ignorando la pregunta realizada- Déjame descansar por favor, y ten cuidado ahora que salgas a dar tu paseo, mis huesos me duelen mucho, es que lloverá –la joven la mira y asiente. Sale de la habitación- Mi pequeña esa pregunta te será respondida pronto.-piensa. Sus ojos se cierran para descansar.
El ruido de metal golpeado por otro suena rítmicamente. Voces de diferente tonos y timbres se escuchan claramente afuera de la tienda. La cama cubierta de pieles abraza al joven Gryffindor cómodamente. Su respirar tranquilo da cierta tranquilidad al verlo. La mujer que lo acompaña contempla su rostro ante juvenil e vivaz, manchado con una adultez acelerada. Se podía ver que le habían arrancado la inocencia de cuajo. El correr del agua al torcer un paño se escucha, con cuidado lo coloca en la frente del joven.
Como te saco de aquí querubín. Mmm será algo titánico. Lo mimo que a la mujer. Con esa heridas que tiene. Es que son bestias estos hombres, en especial Allen y Liam. Espero que no le pase nada mas, porque esas herida son de suma gravedad. Saxen piensa como puedes sacar a dos personas. Que hago? Ya sé. –se levanta y se dirige a un baúl que esta a la cabecera de la cama. La habré con cuidado y saca de ella algo grande e invisible para los ojos de los humanos comunes y de los magos también. Lo posa sobre su regazo y este desaparece por arte de magia.- mmm creo que podré cubrí a un caballo con este y usare el hechizo de silencio. Si, creo que si funcionara. –una sonrisa se asoma en su rostro.
En otra tienda del campamento, el panorama a contemplar será inhumano. El hablar de dos hombre es escucha en la media luz que hunde la mayor parte de la tienda. Uno de los hombres sale y el otro se acerca con paso resuelta a la mujer que se halla encadenada. La cabella gacha le de un aura de gran fragilidad. La fuerte mano le golpea sin compasión el exquisito rostro a Naira.
Despierta! –dice taimado. Su rostro tiene una sonrisa sádica. Ella parpadea un par de veces. Con dificultad levanta la mirada. El rostro indefinido que ve entre bruma, cobra definición. Puede ver su cabello negro, y esa mirada arrogante y cínica que siempre lo acompaña. Deja caer la cabeza con pesar. Lo ha reconocido. Es Allen, una de las personas que más odia. Otro golpe desciende sobre su rostro. Levanta nuevamente su cabeza. Lo ve desafiante y llena de odio puro. Sus ojos castaños brillan con la intensidad de su odio hacia él.
Me gusta la intensidad de tu mirar, preciosa –le toma el rostro y lo sujeta firmemente. Ella trata de soltarse del agarre que la tiene presa. La otra mano de él, con malicia se posa sobre la rodilla y la aprieta fuertemente. Un grito de dolor sale de la garganta de ella. Una lagrima cae de su rostro y se mezcla con la sangre que viaja por el borde del labio inferior.
Sabes preciosa ese sonido me ha gustado mucho. Es un deleite escucharlo.-le dice cerca del oído- sabes, también me gusta escuchar las suplicas. Espero que sepas suplicar, tal vez pueda hacer alguna concesión y no sufrirás más.
Púdrete –es la respuesta que recibe. El menea la cabeza, y un golpe sale directo al abdomen. Un pequeño chillido de dolor se escucha. El golpe la deja sin aire. Sucesivos golpes recibe después de este. Ella trata de recuperar el aliento.
Sabes, lo que de verdad me gustaría escuchar son gritos, y cuando quiero escucharlos me gustan escucharlos. -Las dos manos se posan sobre las piernas rotas y las aprieta férreamente. Ella trata de aguantar, pero el dolor es demasiado y grita a todo pulmón. Fue un grito, que al mismo diablo se habría helado al escucharlo.
Mucho mejor. De verdad que sí. –ella jadea inquieta. Comprende que lo que viene no será nada bueno.- Naira, hagamos las cosas más fáciles y dime lo que quiero saber. No tiene que ser tan doloroso.-no contesta- Veo que tu terquedad será la que prevalecerá. Bueno no hay mucho para hablar contigo. Aunque tal vez –la mirada lasciva recorre el cuerpo- si me pueda divertir contigo. –su mano baja sinuosamente por encima del camisón semitransparente, manchado de sangre. Hasta llegar a sus piernas y separarlas bruscamente. Ella gime apagadamente por el dolor provocado en la acción. Su vista se vuelve nublosa por un segundo. El estar herida de esa forma no la ayuda en lo mas mínimo, y tampoco el hecho de estar encadenada de manos. La mano de él recorría con descaro y sin preocupación la piel de la mujer.
Es suave, tú piel es placenteramente suave. No se el porque pensé que no lo sería. –la mano recorría la parte interior del muslo. Se acerco al oído de ella y con su voz inclemente y fría pregunta- Eres Virgen? –ella no contesta, su rostro es una mezcla de miedo, odio y excitación negada. Él le toma la cara y hace que lo mire. Ella gruñe por el daño que le produce el agarre. La cercanía del rostro de él le produce escalofrió. Pude sentir sobre su piel, el tibio aliento. Ella trata de soltarse. Sus manos, el área de la muñeca sangraba por el continuo movimiento para liberarse.- Verband –dice. Los ojos de ella son vendados con una suave seda negra. Ya no la toca. Simplemente la contempla. La puede ver temblar ligeramente ante un roce de sus dedos. Ella sigue con sus intentos de soltarse. -No deberías hacer eso- saca una daga. Corta con cuidado el camisón que traía puesto. Su cuerpo golpeado sigue temblando. Contempla los moretones en el abdomen y los brazos. La sonrisa lasciva sigue en su rostro.
Vamos no forcejees que de todas maneras sucederán. Relájate –su pulgar recorre sus labios demarcándolo.- coopera, no te será tan malo si lo haces. –susurro en su oído.- Hazlo, déjate llevar por sus instintos.- él saca su vara mágica y apunta ha ambas piernas – reparus inmovile- las dos fracturas son reparadas- Mmm a lo que voy. –sus labios tocan la cálida piel de ella. Ella puede sentir el frío contacto de los labios en el cuello. Suave, sutil, débil, otros mas repartidos. Gime, se siente traicionada por su cuerpo. Él sonríe complacido por el gemido.
Es lo mejor, disfruta. Déjate llevar –susurra, los besos siguen siendo repartidos por todo el cuerpo –si quieres que pare, dime lo que quiero saber. Donde esta el Corazón del Dragón o dame las coordenadas para llegar al palacio de Howgart.
No, lo sé -dice a punto de suplicar- No, lo sé.
Respuesta equivocada – sigue jugando con su cuerpo. Una lagrima se escurre muda por su rostro pálido. No lloraría. La suelta de manera repentina. Su piel siente un increíble fluir de magia en el ambiente.
El caminar felino de Allen frente a Naira casi etéreo, sus manos se mueven con elegancia y precisión. El piso brilla intensamente. Aparece un escudo, su escudo. Del cinto de su pantalón toma la daga de oro que utiliza para realizar ciertos ritos. Un movimiento de su varita mágica transformar la radia silla en un suave y confortable lecho. La toma por el cuello y suelta le suelta las amarras que la sujetan. Trata de soltarse, pero se lo impide.
Es hora –estas palabras le paraliza el corazón. Sabe lo que le depara. Como si ella fuera una muñequita de trapo, es lanzada sobre la cama. Otras amaras aparecen, son de cuero.- porque tratas de escapar, acéptalo.- Después de esto no le dijo nada más y se dedico a lo que iba. Mordisqueo, estrujo, manoseo todo su cuerpo. La dorada daga resplandece un momento por el hechizo que le coloca, uno de fuego perpetuo. Con parcimonia y una mirada cruel empieza a delinear sobre su abdomen una figura. Mientras la daga le corta la piel como mantequilla, se la va cicatrizando. El olor de piel y sangre quemada es intenso. Naira trata de sobrellevar el sufrimiento, pero no consigue hacerlo. A los gemidos de dolor, le cede el paso los gritos de sufrimiento. Cuales son escuchados abiertamente por el campamento.
Basta, te lo pido. –suplica al fin Naira. Lagrimas ruedan libres. Él sigue sin inmutarse- Detente. Te lo pido. Por los dioses. Detente- la imagen de un tribal se forma. La hoja bailaba en una danza enmarañada y tortuosa por el área del ombligo. Un símbolo va surgiendo, una llama, mas bien un sol en todo su esplendor. Tira el arma al piso. Ella jadea de manera alterada.
Las fuertes manos de él la toma por la cintura. Besa la figura formada. Un escalofrió recorre el cuerpo de naira, se queda quieta. La respiración agitada de los dos se escucha claramente. Ella por forcejear y por miedo. Él por excitación y placer. La mano de él inicia a delinear cada corte, deslizándose al final a su parte más privada. El paso de la mano eriza todo los vellos del área, nunca ante alguien la había tocado de esa forma. Allen se deleita jugando un rato, sus labios la besa, ansiosas manos acarician la fisonomía ultrajada. Un gemido sale de los labios, un intruso a entrado bruscamente dentro de ella. Las lagrimas siguen cayendo, siendo silenciosas espectadoras de lo que sucede. Otro dedo entra y otro mas, círculos delinean. Los besos han subidos de intensidad, los labios se posan en el busto, los succionan y mordisquean. Ella no ha cesado de forcejear, ahora con mas vehemencia. Un vacío siente en sus entrañas cuando los dedos son retirados repentinamente. Se muerde los labios hasta hacerlo sangrar cuando lo siente entrar profundamente dentro de sí.
Movimientos profundos ejercen las caderas de él. Por cada embate que hay, una lagrima cae. Igual que un pedazo de su alma se desmorona como una estrella fugaz al caer en la tarde. Sus sueños con Errol se van derribando como si fueran hojas al caer en otoño. La perdida de la sangre por las muñecas y las cortadas en la espalda, la sume en un letargo y cae en la inconsciencia.
Vamos muñeca, esperaba mas de ti. ¡¡¡Enevarte!!!- exclama. Ella regresa a la conciencia. Su mirada vidriosa es patente. Ya no ofrece resistencia. Su cabeza mira aun punto fijo de la tienda. Ve un relicario en el piso. Las horas pasan con lentitud. Ella deja de contar las veces que él la penetrado con violencia. Solo quiere que se canse y termine de una vez. Los movimientos de él son más rápidos y profundos. Dos entradas mas y cayo rendido sobre el cuerpo de ella exhausto. Una mirada de satisfacción y placer infinito se matiza en su rostro.
Sabes, esta ha sido una uno de las mejores secciones que he tenido en estos días. –el cinismo en su voz es palpable- que se repita prontamente.- se acerca y le besa con ternura la mejilla, y al oído le dice- un amigo mío te visitara mas tarde. –recoge su ropa y se la pone. Con su elegancia característica se para de la cama y se dirige a la salida- Ah, antes de que quiera escapar. Finite incanten.- El hechizo que le había curado las piernas se revirtió.
Ella ni parpadea por lo sucedido. Su mente esta bloqueada desde hacía mucho tiempo atrás, tal vez desde la tercera acometida. Su cuerpo maltrecho yace de costado. Las cadenas siguen en su lugar. Gotas de sangren caen con un ritmo continuo, un nuevo charco se ha formado. Una mueca de tristeza esta plasmada en su rostro.
Una mujer entra discretamente a la habitación. Al ver el panorama se acerca con cuidado. Le toca el rostro con sutil cuidado. Naira la mira son sus grandes ojos vencidos. La mujer con cuidado la sienta en al cama. No opone resistencia en lo mínimo. La limpia un poco y le cierras las heridas de las muñecas y la espalda.
Ven toma esto –haciéndola beber una poción.- Eso es. Muy bien. –su mano libre le acaricia lo que queda del cabello con calma.- ahora tomate esto. –le da otro franco que ella se toma sin protestar. Una vez que la termine, recuesta el cuerpo de ella nuevamente en la cama.
Porque? Porque los destrozas así.-sus manos tomaron la de ella con ternura- Madre tierra escucha a esta servidora. Cura su dolor físico, ayúdala a sanar. Toma parte de mi energía vital para darle fuerzas necesarias para vivir.- un tenue brillo verde las cubre. Las piernas son reparadas nuevamente. La mirada perdida de Naira no es muy alentadora para la mujer.- Descansa, solo puedo hacer esto por ti ahora. Solo te puedo dar fuerzas para que salgas del abismo que te ha sumido.-se levanta y sale de la habitación.
Negros nubarrones se avistan al horizonte. Las sutiles y lánguidas brisas son reemplazadas por fuertes ráfagas de aire frío. Los animales del bosque están resguardados en sus refugios, una inminente tormenta se desatara en la región.
Hace dos días que la batalla había iniciado. El plan ideado por Salazar completado por Ewan iba sin complicación. Llevan la de ganar. El ejercito del Lord Allen estaba siendo diezmado sin contemplación.
Las tropas de Lord Francis Hufflepuff habían llegado al tercer día como lo había prometido. Hufflepuff esta algo molesto por la decisión tomada por parte de Slytherin de no líder izar los ataques y dejarlos en manos de Lord Boisauvage. Boisauvage y Hufflepuff hablaron y él último comprendió el porque de la decisión. Pero aun así seguía molesto, "Un Lord nunca debe dejar su puesto" es su opinión.
Los arqueros y la infantería avanzan y recuperan terreno. Las aldeas que fueron atacadas anteriormente y estuvieron en mano de Lord Allen, están de nuevo bajo el dominio del Regente del Oeste. La caballería iba al final reforzando el avance. Enfrente a ellos iniciaba el desfiladero donde se realizaría el ultimo combate.
En la tienda de batalla, un cansado Lord Boisauvage daba ordenes juntos con Lord Hufflepuff.
Capital Elvian mande mas arqueros ha este punto –ordena Harold, su dedo señala una pequeña pendiente.
Sí, Señor.-sale de la tienda. Entra otro hombre, un mariscal.
Señor, las tropas están en su posición. Solo una pequeña escaramuza se formo en la colina contra los hombres del Regente. –informa.
Bien, envíele un mensaje al mariscal Waterwood, que establezca el perímetro y evite perderlo. Es imperativo. –el mariscal asiente y sale
Tú ve y trata de conseguir algo de información. –ordena Hufflepuff.
Uno salía y otro entraba a la tienda. Una situación similar se vive en el campamento enemigo.
Capitán, el enemigo ha tomado este punto y este punto. -señala en el mapa que esta plegado en la mesa-Hace no mucho. –informa el mariscal.
Bien, el plan esta marchando como debe. Leed todos están en posición.
Si, Capitán Liam –dice algo cortado-Señor, el reporte de perdida es alarmante. Mas del veinticinco porcinito de las tropaza sido capturada o han muerto. Debemos atacar ahora.
No, mi buen Leed. –dice tranquilo, sin importarle las muertes de los hombres- es como debe ser. El ataque se realizara esta tarde, una vez iniciada la lluvia. No sabrán que los golpeo -piensa contento para sus adentros.
Pero señor es una locura.
Tal vez, y es por ello que resultara -contesta Allen a sus espaldas- Mi buen Leed ten mas fe en mi plan. Ten Fe. – una carcajada cínica sale de su garganta.
En otra tienda una mujer de largo y dorados cabellos se pasea intranquila. Pudo escuchar los gritos de agonía de Naira. Su rostro pálido mira hacia el piso. Nunca espero que le hicieran eso. En el fondo no es tan mala persona.
Espero que ganes Allen, porque si acaso pierdes, mi vida sé ira al caño. Creo que no debí haberme ido con ustedes tan pronto. –su mente divaga en el pensamiento- Salazar vendría a rescatarme. No sería tan estúpido, aunque –sus dedos jugaban con un anillo de oro blanco.- tal vez sí.¿Si estaré enamorada de él, entonces porque lo traicione?. Yo... Dios no sé que hacer. Será porque es mago. Por ello no lo puedo amar. Entonces porque siento este vació en mi ser y porque pienso tanto en él.
Sonne, él es el enemigo. Acuérdate Sonne, su abuelo y su familia ordenaron la matanza de la aldea hace tantos años, por ello perdiste todo. Por ellos, tu familia cayo en decadencia y la desgracia. Por ellos tu familia no es nada ahora, los poderoso Engel des Mondes cayeron. Fueron los Slytherin los causante, nunca lo olvides. Ellos deben morir para pagar la ofensa que cometieron. Ellos son hijos del Diablo. –estas palabras retumban en su mente. Se las dice su abuela ante de morir
Si, pero... pero no fue él quien lo ordeno. No puedo imaginarlo ordenando esa atrocidad con su voz bondadosa. La forma en que frunce el ceño cuando algo le molesta. O toma mi mano, y ese mirar tan cariñoso. No, él no es un asesino. Él... él... él es Salazar, de quien me enamore. Dios, si estoy enamorada de él. Siento desazón y miedo. ¿Miedo? Miedo de perderlo. No, miedo de amarlo como lo hago. De sentir la esperanza palpitando en mi corazón, capaz de abrir mis viejas heridas para amarlo. De callar mis gritos de dolor con tus tibios besos. Dejare que su aroma a hierba fresa sea mi refugio para mi zozobra; su cuerpo será mi consuelo en las noches frías. De verdad lo amo, Lo AMO, AMO A SALAZAR SLYTHERIN –estas ultimas palabras las dice en voz alta. No se había percatado de la presencia del Capitán Silbernesblatt.
¿Lady Engel des Mondes de verdad lo ama? –pregunta con voz indolente. El corazón de ella da un vuelco. Sabe de quien es la voz. Al voltear lo puede ver, alto y hermoso como un dios griego. Su cabello casi plateado y ese mirar tan arrogante y orgulloso que le acompaña a todos lados.- contesta sinceramente y dependiendo de la respuesta, así será mi acción.
No es de su incumbencia Capitán Silbernesblatt. –Él la mira con sus ojos helados, ojos que le contesta sin miramiento, ni mesura.
Si es mi competencia Dama Engel des Mondes- Sonne se sobrecoge ligeramente, pero eso no es razón para demostrar temor.
Que quieres que te digas, si escuchaste lo que pienso de Salazar –trata de decirle seria e arrojada, pero le sale al revés; su voz se escucha intranquila.
Vaya, pensé que había escuchado mal. –Sonne baja la mirada. Liam la toma por la quijada y la obliga a míralo a los ojos lleno de tanta maldad. Si alguna vez había visto al diablo, era ahora. No al diablo rostro rojo, cuernos y cola. Si no al Diablo de bellos ojos azul perversos, y crueldad desmesurada traspirada por su piel de porcelana.- sabes que te deparara cuando le diga a Lord Allen de tu traición – sintió el rozar de sus labios al hablar. – dame una solución Dama Engel des Mondes –ella desvió la cara.
Has lo que tengas que hacer Capitán Silbernesblatt no te tengo miedo. –contesta traicionada por su voz y cuerpo tembloroso. Liam sonríe.
No me tienes miedo. Interesante. –da media vuelta y se dirige a la salida de la tienda.- Por cierto, Lord Schawarzerbär desea hablar contigo en la tienda de tácticas. Le la da espalda y sale de la tienda, no sin antes decirle las mas frías palabras para una dama enamorada.
¡Él morirá a manos de Allen! Ya lo veraz.
El rostro de ella se prendió en furia contenida. Ahora, sí tenia la certeza de haber cometido mucho mal contra la familia Slytherin. Una desamparada lagrima corrió por el rostro, con maestría se limpio. Tomo su capa y salió de la tienda con su porte de reina. Sí, se dirigía a la muerte, lo realizaría con dignidad.
Sin percatarse Lady Engel des Mondes es vista por Errol. Él cual la vio salir de la tienda sin escoltas, y comprendió todo. Eso era lo que Naira lo quería decir esa noche. Que había una traidora. "Errol se que suena paranoico, pero creo tenemos un traidor dentro de nuestro circulo. No se quien es, pero es cercano. Lo puedo oler, pero no percibir. Y otro cosa siento dentro de mis entrañas que algo muy grande pasara y lo que mas temo es que alguien de nosotros no regresara con vida" recordó lo dicho esa noche.
Oye, muévete –le dice Saxen bajo; sacándolo de su cavilación.- no te detenga en esta arrea, están los capitanes y el estado mayor de Allen.
Muéstrame el camino. –la mujer inicio a caminar.
Vaya, vaya. Pero miren a quien tenemos aquí. –la dulzona voz de Liam se escucha claramente.- Errol tiempo sin verte.
Lo mismo digo Liam –contesto sin volverse.- vas atacarme por la espalda como hiciste la ultima vez que nos encontramos ó puedo esperar un ataque justo.
Eso te lo dejare saber en su momento.- dirige su mirar a la mujer- Saxen, nunca pensé que nos traicionarías juntándote con esta gente. Allen te extrañara mucho, ya lo creo.- en forma mordaz le dice- pero creo que su nueva mascota pelirroja –escuchar estas palabras le hizo hervir la sangre a Errol- le será mas divertida que tú.
No te metas con ella Liam, el problema es conmigo. –lo interrumpió. La voz sonó salida del averno. – Saxen llévate a Naira y sal de aquí. –el tono que utilizo no admite un reproche. Se la paso con sumo cuidado.
Errol no me dejes –implora Naira- no me dejes. Por favor no.
Lo siento –un tierno beso en el frente, es la despedida; saca su espada y varita mágica. La vara la lleva en la izquierda y la espada en la derecha.- váyanse.
Es inútil que la protejas tanto, al final será de Allen. Aunque esa ya sucedió. –le dice malicioso- no me crees, pude escuchar sus gritos y fue muy excitante. –Errol solo lo contempla impávido. Un gruñido suave sale de la boca de Liam- además ella morirá, como todos los demás que combaten en esta guerra.-saca su espada, la blande en el aire de manera amenazadora, y saca su vara mágica también. Caoba negra, 25 centímetros, escamas de Leviatán- Creo que aquí terminara el duelo que iniciamos hace mucho tiempo. No era la forma que esperaba, pero así será.
Los soldados de al rededor se dieron cuenta de lo que pasaba y los rodearon en un circulo. A Saxen la tomaron por los brazos. Ella que quedo quieta. Naira no reaccionaba en lo mínimo, solo contempla a Errol. Saxen pronuncio unas palabras y las soltaron.
Por que callas, vamos, mi paciencia se acaba. No quieres iniciar, bueno te daré un motivo. –le dice excitado – Ya sé, soldados mátenlas, ahora. –exclama
Los soldados desenfundan las brillantes espadas de hierro, y se lanzan sobre las dos mujeres. De pronto la cabeza de un soldado cae al piso, junto con el resto de su cuerpo. Los demás soldados se quedan estáticos, contemplando lo sucedido. Una mueca de espanto cubre sus rostros y retroceden unos pasos.
Si yo fuera tú, no hubiera pensado siquiera obedecer esa orden –dice inconmovible hacia los despojos - Liam, ya te dije que las dejes en paz. -extiende su mano izquierda y con la varita conjura un hechizo de protección sobre ellas.- tú, toma a Naira y sal de aquí.
Pero –De pronto al lado de él surge un animal, es un lobo negro. Saxen se alarma al ver esto. Un animal creado puramente con energía mágica, nunca pensó ver alguien con tanto poder. Hubiera jurado que Allen y Liam eran los únicos en tener esas cantidades, pero ahora al ver esta manifestación, tendrá que replantearse toda su opinión sobre los magos. Al ver mejor a Errol, se percata que el cuerpo de él esta cubierto por una tenue aura azulada. Nota que el animal las esta mirando boquiabierto.
ELLAS NUNCA SALDRÁN DE AQUÍ VIVAS. –exclama iracundo Liam, salta sobre ellas como un tigre hambriento. La espada cae pesadamente. Errol la intercepta e inicia a batalla. Hechizos y contra hechizos. Golpes de espada a diestra y siniestra. Todo se vale. Liam cae al piso por una patada al abdomen. Se levanta al instante para esquivar un hechizo que iba hacia su cuerpo.
Errol, por los Dioses, Naira –exclama Frey al ver el estado en que se encuentra Naira- Liam. Bueno vendrá una muy buena rumba.
No, tú no te quedaras conmigo. Te iras con ellas. –le dice.
Pero, Errol es un suicido quedarte con Liam y todos esos soldados. Déjame quedarme contigo. Te seré de mucha ayuda –Frey salta encima de un soldado para proteger a Naira. Lo mata. Saxen esta conmocionada. Nunca había visto algo igual.
No, te iras con ellas, cuando estén ellas a salvo... –esquiva una estocas y salta. Otro soldado cae muerto.- Trata de encontrar a Salazar. Dile que Sonne es una traidora.
Que, Sonne. Como. –consternado. Un soldado lo ataca, Frey desaparece y reaparece por detrás del soldado. Lo empuja y les traba las fuerte mandíbulas en su brazo y se lo quiebra. Salta donde otro soldado que lo ataca, lo mata.- eso es imposible Errol- se coloca al lado de Saxen, la estudia momentáneamente. Ve a Naira, menea la cabeza molesto. Un fuerte aullido sale de sus fauces. Su negro pelaje cambia de color y textura. Se vuelve fuego. Los soldados retroceden. Muestra sus dientes, grandes y afilados. -
Frey no es momento, márchense. –grita Errol al verlo en ese estado. Saxen mira al animal algo asustada, ya no sabe que esperar.- Frey no me obligue a bloquearte, necesito que te enfoques en tu misión, ahora y ya váyanse.
OYE TÚ MUÉVETE –le grita a Saxen al ver que un soldado la atacaba por la espalda. Saxen empuja a Naira al piso para evitar que a ella la lesionen, solo espera la estocada. Saca sus sais, pero el guerrero la desarma hiriéndole el brazo. Cae al piso de rodilla. Toma la otra sais y se la tira, pero el soldado la esquiva, saca su tercera y se la clava en el pie. El hombre grita por el dolor y la patea - FREY –grita Errol al verla en el piso. El animal percibe todo el panorama y comprende; de su boca sale una bola le fuego y carboniza al soldado. Errol se acerca a ella - Saxen es tú nombre, no. Te encuentras bien– ella asiente por las dos preguntas. - toma a Naira y márchate de aquí, Frey te acompañara.- ella hace lo que dice.
Me llevare a Godric, y creo que me uniré a ustedes –le dice decidida
Platicaremos eso después, ahora vete. Frey es hora, protégelas bien. – le ordena a Frey. Con gran habilidad se libera de dos soldados. Saxen le mira con admiración por las acciones que realiza, comprende que tal vez sería la última en verlo.
Frey te las dejare a tu cuidado- tira la espada al cielo, golpea al soldado que lo ataca con un bizarro golpe en el rostro. Mueve su varita en circulo y grita - tnallirb thgil –una cegadora luz explota enfrente de los soldados dejándolos ciegos de manera fugaz. Toma la espada y se la clava en el pecho a un soldado, la saca y se dirige con determinación a donde Liam. Los soldados que lo intentan atacar salen despedido por los aires. El rostro de Errol es poema para los demonios. Furia, rabia, pasión, cólera y sobre todo venganza es lo que describe su rostro.
Saxen, aprovecha la distracción creada por Errol. Agarra a Naira lo mejor que puede y se escabulle del tumulto que se había formado. Los hechizo iban y venían de un lado a otro. Pudo ver con el rabillo del ojo como Errol se debatía con Liam y otros soldados al mismo tiempo. Era magnifico verlo pelear, su agilidad y rapidez. En ese momento lo admiro, y tomo la decisión final de unírseles a ellos y su causa, y dejar para siempre a Allen.
De verdad que me ha impresionado Errol, tu estilo de combate a mejorado mucho desde la última vez.
Terminemos esto de una vez Liam. Tengo cosas que hacer –dos soldados mas caen muerto al osarse en atacar a Errol. –creo que tu y yo no podremos pelear cómodamente aquí, así es que no te importa – Etal nichu maltel disstuor madelun cuardo – al terminar de decir estas palabras de la varita mágica salió una luz roja que impactó contra el piso.
Uf, me muero de miedo –le dijo sarcástico Liam. De pronto el piso se estremeció fuertemente, Liam miro donde había impactado el rayo y observo como la tierra se volvía acuosa. Del punto iba creciendo en forma de cuadrado, era barrera. Al llegar a los 15 metros para e inicio a subir de manera vertiginosa hasta perderse en el cielo. Todo tembló de nuevo, las tiendas y los cuerpos esparcidos en el piso desaparecieron. El cielo dentro del cuadrado cambio radicalmente, se tornó apocalíptico. Los rayos caían de manera impetuosa. Las ráfagas de aire pasaban irreflexivas.
Te calle la boca, mejor. Combatamos.
Como quieras. –con un grito de guerra de parte de los todo inicio.
Salazar observa de lejos la batalla que se había formado. Vio como la pared dimensional se formaba y sellaba a su amigo Errol junto con Liam dentro de ella. También advirtió como Naira era llevada por una mujer imponente junto a Frey a otra tienda, y también las vio salir de la tienda con un joven. Es Godric –piensa al ver joven.
Con cuidado se encamino hacia la tienda principal, había visto como escoltaban entre dos guardias a Sonne, verla así le encogió el corazón. La observo pálida y algo temerosa. Saco su varita mágica y la portaba en la derecha. De la tienda escuchaba claramente una discusión.
No te atrevas a hacerlo –escucha la voz de su amada, puede percibir en sus palabras temor.
Claro que lo haré –exclama furiosa la voz de un hombre. Un grito de consternación, seguido de una luz cegadora.
Salazar desenvaina su espada, con un rápido movimiento desgarra la tela de la tienda y entra por ella. Una sorprendida cara de Allen lo observa al llegar. Lo siguiente que paso fue rápido y sin mucho pensar. Allen saco su espada, pero Salazar fue mucho más rápido y con dos atinados golpes en su cuerpo, lo despoja de su espada.
¿Quién eres? –pregunta fastidiado, desde el piso y con las dos espadas apuntando a su pecho.
No te importa. Que le hiciste a Lady Engel des Mondes? –pregunta molesto.
Ah, joven Salazar Slytherin. –le dice al reconocerlo.- o mejor dicho Lord Slytherin. Como esta tu abuelo –sonsaca de manera irónica
Que le hiciste a Sonne –ignorando las palabras ponzoñosas del Lord.
Solo lo que se merece una zorra como ella. –un brutal golpe impacta el divino rostro de hombre.
No vuelvas a pronunciar esas palabras sobre ella. –irritado le contesta. Allen se limpia la sangre que brota de forma abundante de la nariz.
Crees que me importa tú opinión imberbe mocoso. –después de estas palabras escupe al piso un cuajo de sangre mezclada con saliva. Trata de levantarse, una patada lo tira de nuevo al piso.
Te quedas ahí. –camina al lado de Sonne. La mira con preocupación. La fina cortada en la mejilla sangra frugal. – Sonne estas bien. –él la mira a los ojos y se sobrecoge por el vacío que ve en ellos.
Te dije tiene lo que se merece. Además no sé para que te preocupes tanto por esa mujer, al final del día te traicionara como siempre hacen ellas –estas palabras están cargada de ponzoña.
Te he dicho que te calles –estaba a punto de tomarlo por el cuello de la capa, cuando por la entrada de la tienda aparece un mariscal. El oficial al ver a su señor en el piso, saca su espada y ataca sin mesuras al joven Slytherin. Salazar con maestría se lo saca de encima.
No dejes que escape –exclama Allen enfurecido. Salazar sin piedad atraviesa la garganta del oficial y lo mata; con su varita exclama.
Raleper – El Lord Schawarzerbär sale despedido por los aires para dar contra el duro piso. Carga en brazos a Sonne y sale de la tienda. Coloca en sus carnosos labios dos dedos y chifla. Segundos después un caballo negro aparece, pero los soldados le impiden llegar al lado de su amo. Al ver que no podría valerse del animal para escapar, le grita palabras incomprensibles para los humanos. El animal se suelta de los soldados y escapa.
Con desconfianza se escabulle e ingresa al bosque aledaño. Puede escuchar los gritos de los soldados. No le importa, solo corre. Entre sus fuertes brazos, lleva bien asidos su mayor tesoro. Para un momento para recobrar el aliento, de pronto un grito le hela la sangre. Es afilado, brutal y violento, como su un demonio hubiera despertado de un letargo. Agarro a Sonne por su mano y se la llevo a rastras. La lluvia pronosticada llega implacable.
El cuerpo del hermoso de Liam yace en el piso. La sangre cálida brota como un manantial de las dos cortas fatales, lo hace sin apuro; lento como el insinuante vaivén de las mujeres en busca de amor; alargando la agonía del hombre. El bello rostro esta intacto, solo desentona la sangre escurriéndose de las comisura de los labios. La respiración se hace mas dolorosa, los estertores anuncia que la incipiente muerte esta mas que cerca.
¿Crees que ganaste Errol?. –él aludido lo mira desde donde se encuentra, la profunda cortada del costado le dificulta la movilidad.- escucha lo que te digo, en esta vida no hay casualidades, solo lo inevitable. Por algo sucedió estoy y veraz que al final de todo nosotros ganaremos. Siempre lo hacemos. –después de esta palabras, dos espasmos lo asediaron, los dramáticos intentos de retener el aire en sus pulmones y murió el guerrero de plata.
No importa lo que hagan al final, como tu lo dijiste en la vida no hay casualidades solo lo inevitable. –las piernas le fallan y se desploma al piso. Una estúpida sonrisa adorna su rostro. Tosió. Las paredes dimensiónales desplomaron vertiginosamente una vez que las piernas de Errol tocaron el piso - Bueno, este será mi final.- pro el rabillo del ojo vio como los soldados se acercaban a ellos. Gritos de ira inundaron el ambiente. Con las pocas fuerzas que le quedan crea un escudo de energía. – Ten Fe. –fue la frase que vino a su mente en ese instante- Tener fe en algo que no creo es difícil, mas no imposible. No creo en los milagros, pero si sucede uno ahora los creeré para siempre.-dijo para si mismo.
ERROL!!!!! –el grito rasgo el aire como miles de cuchillas. El batir de dos potentes alas desgarra la atmósfera tensa. El caballero levanta la mirada sin creer lo que sus ojos azules ven con gran alegría. Es su vieja amiga Aysel, esta sentada sobre el lomo de Zard.
La ráfaga de fuego ardiente salió de la fauces del dragón calcinado a todos los hombre que se encontraran en el perímetro. La frágil figura de la mujer se levanta sobre la espalda del dragón. El cabello blanco revolotea con garbo sobre el rostro de mirada severa. Los hombre en el piso la contempla embrujados con su extraña belleza. Un grito de batalla desentona el extraño ambiente creado, toma impulso y se lanza al vacío; un par de giros impresionantes realizado con gracia, para instante después estar en el suelo con la espada desenfundada.
Errol levántate – le dice mientras lo ayuda a incorporarse. Al mismo tiempo, el dragón realiza una espiral transversal, he inicia de destruir el campamento con sus ráfagas de fuego. Los soldados corre de un lado a otro. Los mas aguerrido tratan de enfrentar al dragón, inútilmente. Los demás huyen viles perros cobardes que son.
Los milagros existen. –susurra, las piernas le falla y cae al piso.
Errol no me falles y levántate- le dice algo impaciente. En tono mas bajo le dice– te necesito de pie para salir de aquí. – sin mirar mueve su espada y cae el cuerpo de un insolente que se atrevió atacarlos.
ZARD VAMOSNOS –silba la mujer. El dragón gruñe, las potentes alas baten sin miedo el aire.
Ya voy Aysel –el dragón se posa sobre la tierra. Un arquero escondido en el follaje del un árbol tensa el arco, su concentración es absoluta, desea lograr el tiro perfecto. Una bola de fuego lo cubre. El arquero no se había percatado de que otro dragón llego al escenario presente.
AYYYYYYYY - Grita cayendo al piso
Hola, he llegado tarde – se escucha la pregunta en el ambiente. Un inmenso dragón dorado se posa con calma y tranquilidad al lado de ellos. La sonrisa ufana en su rostro es palpable. Siguió parloteando – si fue así, no importa, por lo menos me lleve uno.
Nunca es tarde para calcinar a los insensatos estos, Gil – le contesta Zard, un movimiento de su cola y aplasta a un soldado impertinente. Aysel coloca a Errol sobre el lomo de Zard.
Que bueno, le creare la distracción para que salgan de aquí. –las alas doradas inician a moverse con fuerza. Aysel se monta sobre Zard y acomoda a Errol en su regazo. La fatiga a envuelto a este último sumiéndolo en un letargo doloroso.
Gracias – dice Aysel al gran dragón que combatiendo contra los hombres.
Ya vete de aquí Zard –indica Gil. Zard bate sus alas y se eleva del suelo. Con suma rapidez sale de su alcance y desaparece en la nublada bóveda crepuscular. Instante después de ellos desaparecer la bóveda nublada se desgarro en un llanto intenso.
Las frías gotas de lluvia caen sin misericordia sobre ellos. Su corres es rápido y con precisión. Cerca se escucha un rió correr estrepitosamente. El ambiente esta sumido en una bruma pesada, ahogante. A lo lejos se distingue el trotar de un caballo. Un pequeño claro se aprecia, después un precipicio se abre dando paso a una cascada torrencial. Se detiene para recobrar el aliento. La respiración agitada por el esfuerzo, se escucha en el ambiente. Un ruido fuerte pone a Salazar en alerta. Sus ojos verde-miel brillan efímeramente para regresar a su tono diáfano. Toma a Sonne por la cintura y la jala hacia uno arbusto cercano. El tapa la boca y se esconden.
Un caballo blanca aparece. Camina despacio, su jinete lo controla a la perfección. La mirada austera de emociones la puede observar Salazar nítidamente, desde donde esta escondido, apresar de la inclemente lluvia. Observa la melena negra como noche sin luna llena, escurriendo como petróleo liquido por el rostro de marfil, fino y etéreo. Lo mira con odio y rencor. Observa que los ojos grises como plata del jinete están al acecho, de cacería como una vil ave de rapiña, y ellos son la presa.
Los casco hiriendo al suelo con gracia, esto lo alerta de la cercanía a ellos. Atrae mas contra sí, el menudo cuerpo de la mujer. La respiración de ellos se hace una sola. Temerosa y rítmica. Los minutos pasan en agonía. Ella esta ausente de su alrededor, él siente la fiebre que consume rauda a su amada Sonne. La intensidad de la lluvia ha bajado, mas la crudeza de la noche se acrecienta con pasos agigantados. Escuda el desmontar del jinete. Es lo mas claro que ha escuchado desde que salió del campamento.
Toca instintivamente su espada, esta asida en la cintura por una correa negra de cuero. La palpa, esta en su sitio. Rígida y dura, lista para salir de su fina funda y cumplir con su misión. Algo pasa, no advierte la cercanía del Lord Schawarzerbär hasta que es tarde. La fuerte mano lo apresa por el cuello de su ropa y lo arrastra fuera del provisional escondite. Lo tiro con fuerza contra el piso lodoso. Dio tres vueltas y quedo viendo al cielo. Parpadea un par de veces, hasta que una fuerte patada lo regresa al momento aterrador que vive. Trata de levantarse, no lo consigue. Siente como algo invisible lo alza y lo estrella contra un árbol. Una y otra, y otra vez. Escucha la riza sarcástica del jinete. La mano invisible que lo sujeta, lo suelta repentinamente, cae al piso como un plomo. Sus manos y rodillas dan contra el piso y se sostiene para no caer más. Las nauseas que siente dan paso a un vomito, el sabor agrio de la bilis le recuerdo lo amargo de la situación en que se encuentra, lo mismo que la sangre. Aprieta fuertemente sus párpados al encajarse contra su abdomen la bota de Allen. La dama contempla todo desde el lugar que esta tirada.
Vamos pequeño Slytherin. Espero mas del hijo de Ian. –dos golpes dan contra el estomago- vamos levántate- dice imperioso. Al ver que no se levanta, descarga contra el abdomen con mas saña en sus patadas - he dicho que te levantes.- con esfuerzo Salazar lo hace. – esto es por el golpe que me diste hace un rato – le propina un gancho directo a quijada echándolo nuevamente al piso. El Lord se acerca con confianza al cuerpo de Slytherin, un par mas de puntapié le propino. – esperaba mas de ti –manifiesta.
De su funda saca la hermosa espada. La toma con sus dos manos y levanta sin contemplación, la deja caer. Le sonido de metal golpeando se escucha. Salazar a duras penas puede con el peso que Allen le esta infligiendo a la espada. Otros golpes mas se escuchan. Allen se cansa y le propina un pisotón en su abdomen. Salazar aguanta y toma algo de lodo y se lo lanza a la cara, dándole de lleno. Con agilidad lo tira al piso. Eso le dará un respiro momentáneo. Con algo de dificultad se levanta y dirige hacia Sonne, la ayuda levantarse. Al volverse esta Allen mirándolo como un lobo listo para matar a su presa.
Muy tierno lo que veo –dice divertido. Toma parte de su capa y limpia el lodo restante de su cara.- Salazar dime algo, porque haces esto. Solo responde mi pregunta.
Tu nunca lo comprenderías. El amor creo que no es una palabra que esta en tu vocabulario, o nunca la has oído. –responde
Amor, un sentimiento muy peligroso. Creo que es de doble filo. Lo averiguarás algún día, o a lo mejor nunca. –escuchar esto lo desconcierta un poco- Sabes, no debería estar hablando así como así de ese sentimiento, estas tan seguro que ella te ama. –dice señalándola.
Sí lo estoy. –consto seguro. Con la mano izquierda cubre a Sonne detrás de sí.
Seguro, entonces por que no le has dicho tu secreto. –se acerca a ellos con calma, la espada la lleva en posición de ataque.
De que estas hablando. –pregunto Salazar.
Tu sabes dé que estoy hablando. Ella es muggel, se lo has dicho. –Salazar retrocedió algo sorprendido por esto. Allen comprendió, no se lo había dicho. Una ladina sonrisa se dibujo en el rostro. - Lady Sonne usted lo sabe?
Saber que –brota como un susurro, casi inaudible de los labios pálido de la dama–Salazar que debo saber.
Por ahora nada Sonne –responde frío. Esta sopesando la idea de abrir la algún portal, pero eso sería muy peligroso.
Mi bella dama, veo que su prometido no se lo dirá. Déjeme decírselo.- dice utilizando una voz dulzona.
No te atrevas Allen –brama Salazar
Salazar que pasa. –pregunta inocente Sonne.
Lo que pasa es que no quiere que sepa su secreto. Es un vil y cruel mago. –con estas sencillas palabras el mundo de él se acabo.
It starts with one thing
I don't know why
It doesn't even matter haw hard you try
Keep that in mind
I designed this rhyme to explain in due time
All I know
ERES UN MAGO. DIOS SANTO –grita histérica- ALÉJATE DE MI ENGENDRO DEL DIABLO. APÁRTATE NO ME TOQUES. ALÉJATE. COMO PUDE DEJARME TOCAR POR UN MONSTRUO. - la sórdida sonrisa se vislumbro en el rostro de Allen.
Time is a valuable thing
Watch it fly by as the pendulum swings
Watch it count sown to the end of the day
The clock ticks life away
Its so unreal
Sonne cálmate –le pide Salazar. Lo que nunca espero Salazar fue lo que paso. Lady Engel des Mondes de los pliegues de su ropa saca una daga labrada cuidadosamente, y con rápido movimiento la desaparece dentro del cuerpo del Lord Slytherin. Un ahogado grito sale de la garganta de Salazar.
Watch the time go right out the window
Trying to hold on
But didn't even know
Wasted it all just to
Watch it go
I kept everything inside and even to I tried
It all fell apart
What It meant to me will eventually
Be a memory
Of a time when
Esto es lo que te merece aberración de la naturaleza – la saco y la volvió a clavar.
Sonne –murmuro triste. Da unos pasos así atrás y se desploma al suelo. Su mano se toca la herida y palpa la sangre que brota de las heridas de forma abundante. Por el rabillo del ojo observa como Sonne se esconde aterrada detrás de Lord Schawarzerbär.
I tried so hard
And got so far
But n the end
It doesn't even matter
I had to fall
To lose it all
But in the end
It doesn't even matter
Señor por favor haga un favor a este mundo y mátelo. Seres como el no deberían contaminar nuestro aire con su aliento. –manifiesta algo alterada todavía. Allen se acerca a Salazar, se arrodilla para verlo directo a los ojos. Puede ver el verde-miel que baña al iris de manera penetrante, como un campo de trigo ante de ser maduro totalmente. Observa como se oscurece poco a poco hasta quedar totalmente verdes.-
Qué se siente ser apuñalado por lo que más idolatras y amas en esta vida. Fue por ello te dijo lo que te dije hace un rato, el amor es un arma de doble filo.- Salazar le reta ferozmente con la mirada. Iba decir algo, pero no puede un intenso dolor le contrae el costado.- creo que es hora que cumpla lo que la dama pidió. –sin piedad levanto la espada y la deja caer para partirlo en dos.
Yo no voy a morir aquí Schawarzerbär –con las escasas que le quedan desenvaina la espada y detiene de momento la rumbo de la filosa hoja. Allen fastidiado por esta acción lo golpea con el revés de espada. – no voy a morir –susurra pasa sí mismo.
Vamos niño, déjate matar tranquilo. Prometo que será rápido y sin dolor. –lo tratando de levantarse para enfrentarlo- No hagas que tu agonía sea larga –le dice antes de clavarle profundamente la espada en el brazo.
No –articula sin ser escuchada- no, no. – Sonne mira todo lo que pasa. La histeria y comportamiento violento ha desaparecido. Solo esta ahí. Sus ojos opacos, muestran matices de intentar brillar. Parpadea dos veces. Otro no inaudible. Allen se da cuenta de que el efecto del conjuro esta por terminar.
Esto es lo que te mereces por desafiarme tan abiertamente –le dice mentalmente.
No lo mates, por favor, no lo hagas. Seré tu esclava para siempre, pero no lo mates. –le dice desesperada. Él la ignora.
Bella dama, sus deseas serán cumplido tal como lo ha pedido. Este mundo será limpiado de esta escoria –manifiesta del modo más espeluznante posible. Levanta con ímpetu la espada. No hay nada que lo detenga en ese momento. Se ha asegurado de ello, la espada es lejos de su alcance. Lo ve indefenso y sin protección.
La espada se desliza con gracia por el aire, como un bailarín de ejecutando una complicada danza por el escenario. El final se acerca con los pasos de un veloz guepardo. La muda expresión de terror en el alma de Sonne pasa a su controlado cuerpo.
Maldición! –grita iracundo. Un escudo de contención se forma en el ultimo instante. Salazar respira con dificulta, una diminuta sonrisa se forma con pesar en sus labios. – YA MUERETE. ¡¡¡AVADA KEDAVRA!!! –la luz verde surge irreflexiva y colérica como un dragón en celos. El hechizo impacta de lleno contra el escudo, el cual se sostiene a duras penas. La ira y rabia contenida en su cuerpo de Allen es grande, dándole al hechizo una fuerza mayor de la usual. Primero es un murmullo, para luego pasar a ser un estruendo terminando en un golpe seco. Después sigue una gran explosión.
Que demonios! –exclama el caballero al percibir la cantidad de magia desprendida de la explosión. La onda expansiva lo golpea lanzándolo lejos. Sonne sigue el mimo camino. Salazar sale despedido por los aires, al estar cerca del borde la cascada cae por ella y se pierde en la bravura del rió.
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Termine!!!!!! Ufff.
Alguna duda o comentario dígnense a hacerme llegar por medio de un mail o un review. Son recibido con amor.
