Notas de Autor:      Para evitar problemas de autor y todo esos enrolló.         La idea de la historia es totalmente mía como los personajes aquí mencionados con exacción de Salazar Slytherin, Godric Gryffindor, Helena Hufflepuff & Rowena Ravenclaw.  Ellos le pertenecen ha J.K.R. y a todos los demás que compraron los derechos.     Yo no estoy lucrando con esto, así que no estoy quebrando ninguna ley internacional. No molesten, ni fastidien con ese punto.      Solo espero que se diviertan con la lectura, así como yo me divertí escribiéndola en clase.     Si quieren pueden dejar su opinión que será bien aceptada. Cuídense mucho Sak.

Los Herederos!!!

Por Sakura_corazón

Capitulo X

Instintos Animales

Suddenly something has happened to me

As I was having my cup of tea

Suddenly I was feeling depressed

I was utterly and totally stressed

Do you know you made me cry

Do you know you made me die

El castillo se alza descomunal en medio de la colina.       Los soldados caminan apático de un lado a otro.     La efervescencia que regularmente se manifiesta, no se advierte este día.      Las miradas lánguidas y pesimista se ven en cada esquina. Adentro del castillo es lo mismo con excepción de una habitación...   La biblioteca.      Dentro de sus paredes se escucha una calorada y fuerte discusión.

- Errol eres un estúpido, como lo dejaste solo. –brama el hombre de cabellos castaños y mirada hosca.  A su lado una mujer de cabellos castaño y ropa militar lo mira intensamente.     Sus ropas sucias indica que ha regresado de una misión.

- Tú no estabas en el lugar cuando paso, no tiene derecho a recriminar por lo sucedido.- se defiende diciendo el agredido con las palabras.    Su cara esta roja como un tomate de la irritación que siente al escuchar las palabras del Lord.

- Eso no es excusa, el chico es él heredero de esta región, tú deber es dar la vida por él.      Dioses, eres su guardián. –iracundo exclama- ¿sabes cuál es la pena por esta estupidez que has cometido?.

- No me estés amenazando Harold, -contesta exaltado- sé cuales son mis deberes. –un hombre joven le agarra el brazo para que no haga ninguna insensatez.       Sus ropas son iguales a las de Errol.

- No, no los sabes, -sentencia- si lo hubieras sabido, Salazar estaría aquí y no estaría yo discutiendo contigo tú irresponsabilidad e incompetencia.

- Abuelo cálmate por favor –dice la mujer que lo acompaña de manera calmada.  Su rostro muestra impaciencia por lo que sucede en al habitación.

- No me vengas con que me calme Fionna, Salazar debió haber regresado con ellos.     No se como pudo confiar en ti Errol   Sabes lo que significa la desaparición de un regente, por no decir su muerte.      Lo sabes maldita sea, claro que no.      Esto acaecerá una lucha más cruenta que la que hemos pasado en nuestra vida. Todo por tú negligencia al rescatar a una mujer y un chaval que podría ser parte del plan para matarnos a todos, como hicieron con Ian, Megan, Arthur y otros mas que han muerto por culpa de ellos.

- Mide tu palabras Harold, mi respeto hacia ti es grande, pero tiene un limite. –responde molesto McColt.- si no has olvidado la mujer que salve es Naira y ella es la única hija del Lord Arthur McCook y por lo tanto esta bajo mi responsabilidad como guardián también. – Ewan se mete entre su maestro y el Lord Harold.

- Abajo los ánimos caldeados señores. –dice el joven algo alarmado al ver las miradas de enfado y cólera que se cruzaban sin descaro - el enemigo esta afuera y no aquí adentro.

- Harold comprende su situación. - intervine la suave voz de la mujer madura.     Con cariño posa su mano sobre el hombro del hombre. - No sea tan duro con él, observa el panorama con que sé encontró al llegar.      El amor de toda la vida herido.     Su corazón fue el que indico el camino a seguir y no la razón.   No puedes ser tan rígido por este hecho. – le hace notar al hombre; él trata de replicar, pero ella se lo impide continuando con su idea - Además mi viejo amigo, mi nieto Salazar no es ningún niño, y él también sabía lo que hacía al ir.

- Abuelo trata de ponerte en su lugar.    Sé que estas molesto por lo de Salazar, pero que eso no te haga perder una amistad de años – manifiesta la cazadora de sueños que ha entrado a la habitación al escuchar la discusión desde el pasillo. - ¿Por qué crees que me arriesgue tanto en el conjuro? – expresa tratando de suavizar los ánimos. – Porque creo en el amor que ellos dos se profesan mutuamente y el resultado ha sido bueno.   Naira ha regresado donde debe estar.        Con nosotros.     Y todavía no hay que perder las esperanzas Salazar esta vivo.  En algún lugar, pero vivo y eso es lo que importa.

- Si amigo – dice Lord Joshua.       Harold se ha dejado arrastrar a un sillón de la estancia. Su nieta mayor esta a su lado. – Hay que tomar decisiones y Errol tomo la que considero que era la correcta en ese momento. No lo justifico, pero lo comprendo.      Además tu nieta dice que esta vivo Salazar hay que creerle, ella es la cazadora de sueños, no tú o yo.     Así que no descargues tú ira e impotencia contra Errol - es interrumpido abruptamente por el golpear en la puerta de la habitación.

La persona que golpea la puerta entra de manera impropia al recinto.        Es una mujer joven, su rostro muestra preocupación y nerviosismo. Se dirige al Lord Hufflepuff.  Hace una reverencia y le entrega un sobre.     Retrocede unos pasos y se queda en la habitación.

- Disculpen la intromisión de esta manera, pero es importante que lea esto Mi Lord – dice la joven.       Todos las miran con signos de interrogación por su indiscreción al entrara a la estancia de manera tan abrupta.

- ¿El mensajero es de mi reino? – cuestiona mientras abre con curiosidad la carta.

- No mi lord, es un campesino quien ha traído el mensaje.        Esta afuera esperando su respuesta – el rostro del lord Joshua cambia de sorpresa a molestia y después a preocupación a medida que lee el mensaje.  La Dama Adriana se acerca al hombre para saber que esta pasando.

- ¿Qué ha dicho mujer? – manifiesta algo sorprendido Lord Harold adelantándose a su amigo.

- El campesino espera indicaciones de parte del Lord Hufflepuff. – responde con aplomo la mujer.  La tensión crece mas de lo que debe en la habitación.     Al terminar el Lord de leer la carta, la arruga con su mano de manera molesta.

- Trae al mensajero – ordena el Lord Joshua.

- ¿Qué pasa Joshua? – pregunta Adriana.

- Es de mi hija Helga, simplemente me pide que siga a quien ha traído el mensaje.

Le pasa el papel arrugado.   Ella lee y comprende.   Lo mira con ojos interrogantes de mas información, desea saber que hará ante lo que ha pasado.   Toma la decisión de apoyarlo enteramente.

- Si necesitas hombres tomas lo que sean necesario – ofrece la mujer.       La expectativa crece entre los congregados en el cuarto por estas palabras.  Todos tiene una interrogante ¿Qué esta pasando?.  Las puertas se abren en todo su esplendor y por ella entra un hombre de gran altura y cabellos blancos como la nieve.  Su mirada alegre nuestra algo de nerviosismos.     Con pasos firmes sigue a la doncella que lo ha guiado a la estancia.

- Lord Hufflepuff – habla la doncella – él es quien ha traído la nota.

- Buenos días –saluda tímido.       Con curiosidad observa la habitación y quienes están en ella.    Ve a tres mujeres, de las cuales dos son mellizas.        Una tiene tatuado el rostro, la otro lo mira elocuente en busca de alguna segunda intención.    La otra mujer, de mirada amable, pero cansada.      Lo observa.

- ¿Qué significa esto? – pregunta el Lord mostrándole la misiva.        El joven ve un hombre casi de su alto y cabellos rubios.   Su mirada muestra contrariedad y un atisbo de algo que no define bien.

- Lo que leyó señor – responde – Lady Helga me pidió que trajera este mensaje para su persona.

- Esa no es la respuesta que esperamos de un mensajero – manifiesta Harold con su voz exaspera.       Nota ahora al hombre de corpulento cuerpo y cabellos castaños claros.

- Yo no soy mensajero y por ello hablo como hablo señor – le responde de igual manera – esto es un favor que le hago a la dama, simplemente.

- Joven – interrumpe la agradable voz de Lady Adriana.    La anciana le sonríe abiertamente.

- Mark McDell. Venerable Dama – hace una reverencia en señal de respeto. La levantar la vista ve algo que le llama notablemente la atención.   Ante sus ojos esta un cuadro de un joven, el porte de confianza que irradiaba es increíble.    Los rubios cabellos atados en una coleta baja.        Y esa mirada de astucia y conocimientos.       Era él, lo que le dijo Rowena es verdad, el joven que esta acostado en la casa de su amiga si es el Regente del Oeste.

- Joven Mark lo que desea saber el Lord Harold, es porque usted ha traído la misiva. – al escuchar la voz de la mujer hablando lo saca de sus pensamientos.-  Debe comprender que estamos en una tranquilidad relativamente frágil.        Por ello es la desconfianza, los enemigos que tenemos se pueden valer de muchas formas para hacernos caer. Entiende verdad.

- Sí mi señora.    Disculpe si mis palabras han sido rudas, no es mi intención.     Lady Helga esta en casa de una amiga cercana.   De la curandera Rawenclaw.

- En casa de la curandera Rawenclaw.    Ella no murió hace unas semanas. – inquiere la dama

- No señora, quien murió es la curandera y no su hija.      Y es con ella que esta Lady Helga.

- Esta herida o algo le paso, ¿cómo fue a dar al hogar que mencionas? – desea saber el Lord.

- No esta herida y nada le ha pasado.    La dama fue llevada por un conocido.

- ¿Por qué pide que vaya la curandera?

-  Por que no es para ella, sino para él – levanta la mano y señala el cuadro que esta colgado en la rugosa y fría pared de piedra.  Todos giran ha mirar cual cuadro señala.        Con sorpresa ven el del joven heredero

- ¡SALAZAR! – exclama la dama.

- ¿Cómo? – interroga Errol que se levanta de la butaca al notar hacia donde señal el hombre.        Mark se sorprende al verlo.      El temple y su forma de moverse lo asombra, lo mismo que la intensidad de sus pupilas color azur. Nota que el rostro esta algo demacrado, pero no lo quita presencia.   Le recuerda a alguien.

- Fue sacado del rió –inicia a explicar- hace como dos semanas atrás. Rowena lo ha estado cuidado todo este tiempo.      Hasta que llega Lady Helga y nos informo la verdadera identidad del joven.

- Ewan prepara una escolta de 5 hombre.        Ve a buscar a Nana y que se prepare, vendrá con nosotros – ordena Errol de manera inmediata al escuchar el relato del hombre.

- Tú no iras a ningún lado Errol. – manifiesta Harold de manera tajante – tienes que descansar, de la gracia de ayer no te has repuesto del todo.  Fionna tomaras su lugar en la incursión.

- Pero – trata de rebatir lo dicho.   Mark observa todo el barullo que sé a formado.       Ve como la mujer del tatuaje sale del recinto seguido de un muchacho joven de manera apresurada.

- Perfecto, iré a preparar todo abuelo– afirma la aludida lo dicho y sale de la habitación.

- Sí Errol, todavía no estas fortalecido del todo – observa la mujer mayor – además Naira despertara pronto y creo que tú le serás de mucha ayuda.

- Esta bien, pero preparare todo para la excursión. – indica y sale detrás de Fionna.

Lady Adriana intercambia unas palabras con Lord Harold y Lord Joshua.      Los rostros de ellos muestran complacencia por lo que escuchan.    Ella sonríe y el hombre de cabellos castaños se despide.  Mark observa todo detenidamente ahora que no le están poniendo mucha atención.     Las paredes vestidas con hermosos cuadros y otros adornos.    El piso revestido con pieles, los muebles de acabados rústicos.     No se percata que se acerca la dama, hasta que esta le toma la mano suavemente entre las suyas.

- ¿Joven Mark cómo cree que este mi nieto? – desea saber, las pupilas mieles lo miran ansiosa de información.        La calidez que siente Mark en sus manos es única, como cuando su madre lo tomaba entre sus brazos y lo arrullaba.

- Mi señora creo que no muy bien. Lady Helga esta muy preocupada por su salud.        Por ello insistió tanto para que partiera ayer mismo en la tarde.

- ¡Dioses, espero que no sea nada grave! – los ojos de la anciana se humedecen.        Siente como el hombro es oprimido de manera reconfortante por la mano amiga.

- Lady Adriana no se angustié mas, pronto estará en casa para que lo consienta – manifiesta con ternura Lord Hufflepuff, sin saber que no regresaría el joven animoso que conocen, sino uno arisco– se lo prometo por mi honor, lo traeré cueste lo que me cueste.

- Gracias – la dama se limpia el rostro.  Los observa y ve cuan preocupados están todos ellos por el joven que esta bajo el cuidado de su amiga. A pesar de no saber la historia que hay en la familia, puede ver todo el amor y el afecto que se profesan.

- Llévame a donde esta mi hija y el joven Salazar, muchacho – indica el Lord.     Su voz esta despejada.

- Si señor – de esta forma salen a buscar al joven heredero del regentado del Oeste.

La bóveda celestial esta copada por nubes oscuras. El día llega de manera rápida.       Desde una de las ventanas la mujer observa todo los movimientos realizados por los soldados en el patio de armas. Ve como entran y salen jinetes y soldados. Uno le llama la atención, es un campesino.     Sus ropas lo hacen resalta de entre todos.

Trata de no pensar, mas no puede.        Lleva días en esa habitación sin saber nada de Godric y muchos menos de Naira y Errol.      Una sirvienta algo vieja todo los días venia para ver si necesita algo y atiende sus necesidades de alimento y ropa limpia. De vez en cuando le trae noticias de cómo avanza la situación que hay en el ambiente, nada relevante a decir verdad.

Un suspiro de contrariedad sale de sus labios carnosos.   Sus largas pestañas parpadean de manera sutil.

- ¿Allen donde estás? – se pregunta – siento la ruptura de nuestro lazo espiritual, el cual se resquebraja a pedazos.    ¿Estas muriendo Allen?.       Eso si seria algo nuevo en ti.        Demasiado nuevo para ti.

- Tú crees que eso pase Saxen. – se escucha en el ambiente la crispada voz de un hombre.  Saxen se voltea sobre exaltada y ve la figura etérea de Allen en la alcoba.        Él la mira de manera agria.- Crees que estoy muriendo.

- Allen – exclama al verlo.    Las pupilas chocolate de ella destallan cada parte de él.

And you don't seem to understand

A shame you seemed an honest man

And all the fears you hold so dear

- ¿Quién mas podría ser?      Ya sé, tal vez Errol o el nuevo guardia – escupe mas agrio de lo que esta.  Ella lo mira con recelo.

- ¿Qué te sucedió? – le señala el área del rostro que esta maltratada con severas cortadas y quemaduras.     Ya no es la hermosa cara que siempre contemplo.

- Slytherin me dejo así – la voz se suaviza un poco, pero mantiene un grado de resentimiento – nuestro encuentro fue muy interesante, es mas, te puedo decir que supero con creces mis expectativas sobre él.

Will turn to whisper in your ear

And you know what they say might hurt you

And you know that it means so much

And you don't even feel a thing

- ¿Ganaste? – ella lo observa, su corazón palpita vehemente por la contradicción de emociones que siente al verlo en ese estado tan deplorable.       A pesar del mal estado de su cuerpo, ahí esta él.    Su porte altivo y arrogante, dueño de todo, no se lo quita nadie, ni la muerte.

- No, puede decirle a tus amigos que el mocoso vive – decepción se escucha en su voz al escuchar lo que dice la mujer.       Ya no hay la confianza, y eso le molesta.

¿Estas bien? – pregunta sin miramiento.

I am falling,

I am fading,

I have lost it all

- No tienes derecho a realizar esa pregunta Saxen.  Tu sabes la respuesta a la pregunta– responde mustio de emoción.    Sus ojos plata líquidos la miran peligrosos.

- Sabes que me preocupo por ti – revela confidente, tratando de cobrar la intimidad que alguna vez tuvieron.

- Si lo hicieras de verdad, nunca me hubieras traicionado como lo hiciste. – Allen se acerca a Saxen.     El timbre de su voz se altera, recobra la irritación del inicio. – Por los Dioses te fuiste con mi enemigo, y encima te llevas una posesión mía (refiriéndose a Godric), sin contar que también eres mía. Sabes lo que te espera por la osadía de haberte revelado.        Demonios por tú osadía mi hermano esta muerto.

And you don't seem the lying kind

A shame that I can read your mind

And all the things that I read there

Candle-lit smile that we both share

- Lo sé Allen, tu padre y tú me dejaron bien claro lo que le sucede a los traidores.       Crees que he olvidado como mataron a mi hermano frente a mis ojos – Saxen lo desafía con sus ojos oscuros.- y sabes algo, no lamento para nada lo de tu hermano, pero si lamento lo que te sucede a ti.

- Puras patrañas. Sabes porque estoy aquí y quieres que te perdone.- apuntó de explotar exclama. Le toma por la barbilla con fuerza, ella permite que esto suceda.    Los ojos de Saxen lo siguen desafiando sin recato.  Ya esta cansada de vivir como vive.

And you know I don't mean to hurt you

But you know that it means so much

And you don't even feel a thing

- No necesito que tú me perdones Allen, pero tú si necesitas mi perdón.    Necesitas escucharlo, escucharlo de mis labios. Por ello estas aquí, verdad. – responde segura, sabe porque lo que dice.    Allen la suelta molesto consigo mismo y se aleja un poco de ella.  Saxen pasa su mano por el cabello negro de su antiguo amante.       Continua exponiendo su pensamiento. La suave voz de la fémina adquiere un cariz de indignación - Crees que no me di cuenta cuando entraste al mundo de los muertos un instante después de la explosión de magia que ha sacudido el ambiente.        Crees que no sufro por lo que te sucede.        Allen eres un iluso por no darte cuenta de lo que paso entre nosotros dos.     Y si te diste cuenta, muy bien lo ocultaste.

- Saxen – susurra abatido por la derrota que se cierne sobre en él.     Un silencio hiriente los envuelve hasta que la mujer nota un brillo incipiente tiñe las pupilas de plata de su amante.    Y de esta forma inicia a bañar de manera extraña la irreverente desolación que abate su corazón al caer en cuenta que posiblemente si la llego a amar de verdad.      Cae en cuenta de algo que la aterroriza y comprende porque esta ahí su alma.

- Vas a morir de verdad, Allen.      Por ello estas gastando tus energías para hacer esta proyección para hablar conmigo– musita suavizada por la verdad que sé esta revelando ante sus ojos de manera espontáneaUn suspiro decepcionado sale de los delgados labios del hombre.      Ella lo mira, trata de comprender lo que sucede, porque decidió habla como lo ha hecho.

- Una pregunta Allen – le pide, el hombre asiente con su cabeza afirmativamente.       Necesita saberlo, necesita confirmar lo que piensa, necesita cortar de raíz la estúpida luz de esperanza que se levanta de manera insidiosa en su corazón.

- ¿Acaso verdad alguna vez si me amaste de verdad, de corazón? – Pregunta deseando saber la verdad detrás de todos los sufrimientos pasados.    Confesión que nunca se sabrá, porque así lo indica el destino ya trazados por las acciones tomadas.

I am falling,

I am fading,

I am drowning,

Help me to breathe

- Eso ahora nunca lo sabrás – el corazón de ella se desfallece un instante. Comprende que solo es una quimera ilusión de su corazón   Ella ahoga el resentimiento con su alma y lo hace callar.  Él se acerca mas a ella y la abraza, ella se deja.       Le devuelve el abrazo buscando algo del cálido sentimiento que hubo entre ellos alguna vez, mas solo el frío del rencor la reconforta.        Entierra su cabeza en el frió pecho de su antiguo amante.

- Yo me enamore de ti.        Yo te ame. Fui una ilusa en hacerlo, soy una ilusa al continuar haciéndolo – confiesa quebrada.

I am hurting,

I have lost it all

I am losing

Help me to breathe

- Lo siento – se disculpa el hombre en vos baja.     

Los ojos de ella se dilatan al escuchar estas palabras, con mas fuerza aprieta la imagen etérea contra su cuerpo.    No lo quiere dejar ir, pero sabe que debe hacerlo.        Tiene que hacerlo, ya no puede dar vuelta atrás.     Levanta la mirada y ve los dos luceros plateados que la cautivaron al final de su historia, mirándola, hay en ellos profunda tristeza y amargura contenida.      Él la besa como nunca la beso y desaparece instantes después como si nunca hubiera estado en la habitación.    Saxen cierra sus hermosas pestañas para contener las lagrimas que pujan por salir para gritar al mundo su dolor, no obstante son solo de ellas y de nadie más, y les quita el derecho al limpiarlas con su mano desnuda.   Sé lleva la mano al abdomen, palpa la sangre que brota de la herida infringida.

- Desgraciado.

El tocar de la puerta la regresa de manera abrupta a donde esta de verdad.

- Puedo pasar – la voz de un joven se escucha afuera de las puertas de la habitación.

- Adelante - dice cansada.    Se limpia con la manga de la túnica la inútil lagrima que escapa.       Con dificultad se voltea y recuesta contra el alfil de la ventana.    Contempla el horizonte con sus colores tan particulares.   Reprime el llanto que puja por salir y guarda la compostura. Se refugia en su mascara de frialdad adquirida desde hace mucho tiempo.

- Buenas noches Dama River – saluda el joven guardián – mi nombre es Ewan Foxtroll. Errol me pidió que la viniera a ver para saber si se le ofrece algo, o simplemente para conversar.

La mujer calla.    Sigue viendo al horizonte ignorando lo dicho por el joven, sus pupilas están captando toda la hermosura del amanecer.     El sol ya se ha dejado atrás ha su hermana, la solitaria luna en un espectacular amanecer, que como un niño nacido abre sus ojos para observar todo.

- Dama River – llama de nuevo Ewan.     Con sigilo se acerca al no verla reaccionar por el llamado. No le gusta lo que siente su cuerpo, ese frío solo le trae malos recuerdos, recuerdo de la muerte rondando como un buitre cerca de su presa para arrebatar le a la vida uno de sus hijos. – Dama River, esta bien.

Pone su mano sobre el hombro de la mujer.    Lo retira inmediatamente al sentir la frialdad que ahí en el cuerpo de la exuberante mujer.       La mira con preocupación, trata de comprender que esta pasando en la habitación.      Ella gira su rostro hacia donde se encuentra el alarmado mozo que la visita.   Ve al joven apuesto en su medida, y de manera sencilla cae esa mascara que tanto le costo crear y mantener, le dedica la más cálida sonrisa que su rostro a podido ofrecer en mucho tiempo.     Cierra sus párpados y con esfuerzo habla.

- Slytherin esta vivo, dile esto a Errol – después se desploma como pluma ante los ojos preocupados del guardián, quien la apaña entre sus brazos delgados.        Descubre con horror la sangre que chorrea del abdomen de la mujer quitándole la vida lentamente.     Su corazón palpita alarmado.

- Soldados – grita con fuerza- traigan a la curandera. - La toma en brazos y sale de la habitación.

El correr del rió se escucha de manera clara y vibrante, a pesar de la triste mañana que los abraza de manera indiferente.        Los caballos trotan por el camino de manera continua.     Las hojas de los grandes olmos y roble caen graciosamente sobre el camino que siguen los hombres.   A la cabeza se observa a Mark, la gruesa capa azul gastado lo reconforta un poco del frío insistente.     Es seguido por el Lord Joshua y Lady Fionna, los cuales observan con curiosidad escondida todo su alrededor.    Los demás hombres están en la retaguardia en formación de dos, todos ellos vestido con su ropa militar y armados hasta los dientes.   El silencio que hay en el grupo es tangible.

Lady Fionna mira su alrededor con desconfianza.     Se encuentra intranquila, perturbada.     Le moleta a más no poder lo que huele.      Ese olor a muerte podrida, fétida y asquerosa que siempre la sigue en las batallas, ahora la ha seguido desde que sale del castillo.       Esto no le entusiasma para nada él haber reconocido ese hedor.        Es como si la muerte la estuviera esperando en la casa a la que marcha.        Esta no era la primera vez que la siente de esta manera, mas bien ya son viejas amigas ellas dos.   De pronto una punzada aguda en su abdomen la obliga a morderse el labio para no gritar. Se dobla sobre si misma un momento y con avidez desea recobrar su postura, no tiene ganas de estar dando explicaciones.       Lo logra con éxito, pero es muy tarde, su fiel caballo siente el estremecimiento de su ama y se detiene.   Fionna de manera inmediata lo hace tomar el paso de nuevo.    No desea que nadie se preocupe por ella, ahora hay otras prioridades más importantes.        Con maestría y autocontrol retoma su erguida posición sobre su fiel compañero.

- ¿Fionna estas bien? – inquiere el lord al ver que disminuye la marcha.

- Si Lord Joshua – responde con pasmosa claridad.   Su mano izquierda sujeta con destreza la rienda de su corcel.       Lo guía de manera impecable.       El rostro lozano mira todo a su alrededor seguro, mas las ventanas del alma gritaban a volumen el pétreo dolor que sientes.       Con delicadeza guía la mano libre ha donde le duele y presiona para aminorar el malestar que la hiere inmisericorde.- solo que vi algo que me llamo la atencion

- Segura, no creo que... – es interrumpido bruscamente el hombre.    La clara voz de la mujer lleva un mensaje bien claro.

- Lord Hufflepuff estoy bien, tenemos cosas más importante que hacer ahora. – responde llana.    Aprieta los talones sobre el abdomen del caballo y se aleja del Terrateniente del Noroeste.

El claro en el medio del bosque le da la cordial bienvenida de manera austera.    La casa sé muestra modesta ante los ojos de los visitantes. El pórtico deja ver las sucias paredes de madera cubierta por pequeños puntos de líquenes colgantes.  El ladrar del perro le reclama la atención del hombre de cabello blanco.      Un gesto de contrariedad adorna su bronceado rostro.  El pasto laxo es cubierto por las pisadas de los hombres al desmontar sin ningún problema.  El pequeño terrier se acerca excitado a Mark.  El sonido sordo de algo que ha caído se escucha con estrépito, le sigue otro y el golpear de palabras agonizantes.    Mark entra con premura a la casa seguido del Lord, la dama y la vieja nana.  Los demás hombres se quedan afuera por expresa orden del terrateniente, vigilando cualquiera eventualidad que se dispusiera acaecer esa tarde.

Se abren paso por la pequeña sala y llegan al ultimo cuarto, donde los sonidos cada vez se hacen más fuertes y estrepitosos.      El lord ve con preocupación el cuerpo tumbado en el piso de Diana y mas adelante en el pasillo ve con temor el de un hombre que es escolta de su reino.

Mark abre la puerta de golpe y entra bruscamente a la habitación.     Lo que ve no le agrada en lo mínimo.     Fionna entra detrás de Mark y mira con preocupación hacia el centro de la habitación a Salazar.       Ve a una mujer de cabellos negros y mirada preocupada.    Asocia lo dicho por quien lo guió y comprende que es la dueña de la casa, que es Ravenclaw.     Repara como el brazo derecho de Salazar pasa sobre cuello delgado de la mujer y que las manos de ella se afierran contra el brazo para poder respirar.  Al otro extremo de la posición de Salazar y Rowena en el piso de madera áspera nota que se encuentra la frágil figura de Helga recobrándose de una caída.    Respira con apuro y tiene en la mano su varita.

- ¿Qué demonios, Helga? – pregunta su padre al verla en el piso.      Empuja a Fionna y Mark, y llega al lado de su amada hija.    Ve el corte en la frente y la sangre que mana de la corta. - ¿Qué ha pasado?

- Es una traidora, todos son traidores – exclama irritado Salazar ante la llegada de los intrusos.    Esta de pie apenas, su respiración es esforzada y su rostro bañado en sudor da a entender que tiene fiebre.   Manchas rojas de diferentes tamaños y pequeñas pústulas purpúreas se muestran libertinas sobre la nívea piel del torso desnudo de él heredero de Slytherin.  Sin titubeo apunta con el izquierdo hacia Helga.- DESTRUO – el rayo escarlata viaja con vertiginosa velocidad contra la mujer en el piso.      Un hábil movimiento de la varita de Fionna hace que se desvié la ráfaga y pegue contra la pared, destrozando inclemente donde impacta.     Mark observa mudo lo que pasa.

- No lo ataquen – pide Rowena temerosa por lo que suceda.     Lord Hufflepuff se coloca delante de su hija de manera protectora.      Esta de rodilla y observa el panorama que se desarrolla delante de sus ojos.

- CALLA – grita.  La aprisiona mas, Rowena suelta un quejido de aflicción.  Rowena mira a los ojos a Mark y muestra su preocupación y miedo. Mark siente temor por su amiga, con cautela se acerca donde están ellos, pero la mano de Fionna lo detiene.  La nana esta al lado de Helga atendiéndola.

- No es buena idea lo que piensas hacer – dice fría. Salazar los mira de manera indiferente.  Fionna observa que las pupilas verdes de él se muestran vacantes de la alegría y ambición qué percibió en la competencia.  Siente como la alma del joven heredero es consumida por el rencor y el odio desmesurado que lo envuelve, y que lo convierte poco a poco en un cadáver andante. Y ahí esta de nueve ese repugnante olor de la muerte.     Esto alarma a Fionna, no esta bien lo que ve.    No lo es.    Aprieta con fuerza su varita, se lo debe.

- Aléjate si no quieres salir herido – manifiesta Salazar. – no lo pienso repetir –

- ¿Quién ha podido quietarle de esa manera las ganas de vivir?.- piensa con aflicción la anciana que ha visto también el vació en los ojos de su querido niño, el corazón se estremece y horroriza.- Atúrdanlo – dice decidida la mujer después de sopesar las secuelas de esta acción – utilicen el hechizo stupefacio.

- Esta loca... puede matarlo – Helga exclama preocupada por la idea.- no hay otra forma. – Joshua observa los movimientos que hace Salazar, son ansiosos y perturbados, pero al mismo tiempo precisos y  ordenados.       Como los de un buen soldado.       Nota que no ha bajado la guardia en ningún momento, listo para cualquiera maniobra a tomar.

- Errol lograste un excelente guerrero – piensa con gracia.        Repara que Rowena habla con Salazar.   Las facciones de ella se le hacen familiares, demasiadas.       Inicia a pensar en una estrategia para controlar la situación.

- Tienes que calmarte primero que todo. – dice determinada a que se acabe todo.       Por dentro tiembla de miedo, no quiere morir todavía.     Una vez esta bien, ya dos es mucho para ella sola.  Esta asustada, pero no lo demuestra para nada. – ellos son tus amigos.

- Mentira – sisea peligroso, su percepción se dirige a la mujer que aprisiona, sin dejar de mirar a Helga. Mark se suelta de Fionna y se acerca con sigilo a ellos, planea someterlo por la espalda.– ella... me traiciono y debe pagar.

- Entones crees que ella... dios... ella no es quien te traiciona. Mira bien... – Salazar la observa en el piso siendo atendida por una mujer entrada en años, se le hace familiar la anciana.   Rowena toma de nuevo la palabra, su voz dulce llega a los oídos del joven, no hay malicia.

– Ella, mejor dicho ellos quieren ayudarte para que sanes, de verdad que necesita ayuda.     La fiebre te esta matando... estas infectado con un veneno...  mírate los brazos y manos... – Salazar duda, pero se observa y ve las marcas... ella se da cuenta que le hace caso y continua con su hablar suave y envolvente.    Siente como afloja su agarre.      Fionna ve con agrado destellos pequeños de emociones entre las sombras del rencor. – vez las manchas, es el veneno.      Tienes que creerme, déjame ayudarte como te ayude hace unos días. Por favor... confía en mi... – pide suplicante.

Un cansado suspiro sale de los labios de él.   Cierra los ojos, esta por bajar la varita para dársela a Rowena. Cuando se da cuenta que el hombre de cabello blanco esta detrás de él, y recuerda a su padre como fue engañado por su consejero y al final apuñalado por la espalda. Esto lo provoca de una manera inclemente, y la animadversión y rencor regresa de una manera poco ortodoxa.   La explosión de magia aleja violentamente de ellos dos el cuerpo de Mark, estrellándolo contra una pared de la habitación.

Y sucedió.  Una monstruosa energía envuelve el ambiente con rabia, crueldad, ira, violencia, desafuero, rencor y sobre todo furia.  Es como un animal salvaje.  Pequeños ases de luz explotan en el ambiente.       El suelo inicia a temblar ligeramente y un emblema aparece en el piso.        Es el emblema de Salazar, una serpiente.       Como consecuencia de lo sucedido parte del cuarto desaparece de manera instantánea.

Helga chilla de dolor al suceder la explosión magia. Se lleva a la cara su mano y se la cubre.        En su mente percibe de nuevo lo visto la otra noche de una manera más intensa y brutal.

Sangre fluyendo por el piso como un rió salvaje...

Espadas golpeándose con saña y cólera...

Maleficios chocando contra los cuerpos con el frenesís de los mil demonios...

Gritos de agonía pura...

El olor a la carne quemada y el sonido del fuego devorando con crueldad y furor todo a su paso...

Dolor inmisericorde corroyendo el frágil cuerpo...

Muerte inclemente...    muerte sutil...    muerte enferma...

Sus pupilas se dilatan por lo que experimenta, observa y siente.       Quiere que se vaya el dolor, sufrimiento, frustración y sobre todo miedo.     Un grito de agónico dolor escapa de su cuerpo.       Nana se acerca donde ella para ayudarla en lo que puede, no ha comprendido porque sufre.      Lagrimas de miedo surcan el pálido rostro mezclándose con los rubio rizos del cabello.      Se afierra con violencia al cuerpo que esta enfrente de ella.

- ¿Qué pare? ¿Qué pare? – suplica entrecortada Helga.     La anciana comprende con horror el porque del sufrimiento de la joven.       Sus manos hábiles aplican presión en el cuello y la deja inconsciente.

El Lord se ahoga, es asfixiante tanto odio que recibe su cuerpo y esencia.  No se ha percatado de lo que le sucede a su hija.      Se lleva con aprensión la mano al pecho, el dolor se esparce con precipitación por su organismo.   Si no actúa rápido...    Saca de entre sus ropajes la varita mágica y susurra

- Schutzfeld – un campo de protección los rodea a ellos tres.    La agitación de sus pulmones se calma al respirar aire necesario y el dolor que lo abruma disminuye de manera considerable.      Siente como le jalan el brazo y al voltear a ver.  Observa con preocupación que Helga esta inconsciente.

- La tuve que dormir.   Ella tiene el don de sentir lo que ahí en el ambiente– manifiesta la mujer preocupada por lo que pasa en la habitación.        Ella no es maga o hechicera, pero si comprende lo que sucede a su alrededor, después de vivir toda su vida entre ellos es lo mínimo.    Y comprende que algo malo esta pasando al ver la dureza de la mirada de su niño adorado.       El frió gélido que siente incrustarse hasta sus huesos como dagas cortantes es su mejor indicador.

- ¿Qué dijiste? – incrédulo a lo manifestado por la mujer. Mira a su pequeña y se extrémese al comprender las palabras de que ha dicho la mujer.       

Un grito del más puro terror escapa de la atemorizada Nana.    Joshua al levantar la mirada se encuentra con la más grande serpiente verde con negro que su memoria guarda registro.    De manera protectora rodea a Salazar y a Rowena la serpiente.   Los ojos bermellones de la criatura cambian entre destellos de furia contenida ha un intenso color ambarino que demuestran la más cruel voluntad que ostenta.    Sisea amenazadora; levanta del piso la cabeza y se yergue medio metro sobre su cuerpo; muestra sus filosos colmillos expectantes de cualquier movimiento para arremeter con toda su saña.

Salazar sigue sujetando a Rowena que se sacude para liberarse del agarre e ir a ver a su amigo.   Las pupilas verdosas de Salazar se muestran austeras de cualquier cálido sentimiento. Mira con sentencia fija de venganza a Helga que se encuentra inconsciente en el piso.      Ve como esta siendo protegida por un hombre de cabellos rubios y mirada inquieta.  Algo pasa, cambia, un dolor intenso invade su cuerpo de manera entrometida, se muerde el labio inferior para mitigar el dolor.

Rowena mira con pánico hacia donde impacto el cuerpo de su amigo. El temor invade su cuerpo como cuando las furiosas aguas de un río desbordado sobrepasan su limite establecido.

Fionna desde su punto de vista observa todo lo que pasa a su alrededor.   Mira entre maravillada y por primera vez en su vida siente el temor correr por sus venas como una caballo salvaje en plena estampida.   No comprende exactamente que esta pasando y esto le molesta, no le permite barajar convenientemente sus opciones.       El olor a tierra mojada invade de una manera obscena su nariz.     Le incomoda, le molesta, le recuerda que la muerte la reclamara pronto.

- ¿Qué demonio sucede? – se pregunta abrumada por la opresión que siente su cuerpo.

La amarga sonrisa recorre su semblante sincero.     En su mente espero nunca esa explosión de magia pura, de magia ancestral, magia peligrosa.   Siente la intensidad de la violencia, la rabia, el odio que brota del animal que radica en lo que queda de habitación, y logra también sentir miedo, no de serpiente, sino de él.     De Salazar Miedo desmesurado, como el de un niño asustado con una tormenta de rayos.

El agudo dolor que jala desde el costado izquierdo de su abdomen la obliga a caer con pesadez sobre sus rodillas al áspero piso de la vivienda.   Una punzada le corta la respiración y cae ahora sobre sus brazos.      Su mano derecha aprieta con fuerza el costado para alivianar un poco el absurdo dolor que la agobia.

- Maldición, se ha abierto la herida de nuevo – piensa molesta al ver la sangre deslizarse con pasmosa tranquilidad por sus dedos enguantados.

- No hagas nada Fionna, – le dice el Lord al ver que la serpiente se acerca de manera peligrosa a la hija de su amigo.

La gran serpiente se acerca a ella. La mira con escrutinio, buscando alguna razón para atacarla.    La viperina lengua le toca el rostro, el frío contacto hace que se estremezca. Los ojos castaños de Fionna se clavan hipnotizados en los ambarinos de la serpiente.   El tiempo se pierde instantáneamente, solo quedan son ellas dos y sus voluntades de acero, una mas férrea que la otra, no ceden terreno en la batalla que hay entre ellas.

El animal sisea furioso y se lanza al ataque, cuando siente un abrupto movimiento detrás de su amor.   Deja a desconcertada a Fionna, por el súbito abandono de la batalla que sostienen.      Con furia desmedida la sierpe arremete contra quien sé esta levantando del piso, no le da tiempo de reaccionar.       Lo envuelve con su cuerpo viscoso.     Los potentes músculos inician a triturar lo que ciñe. Mark en vano trata de escapar del agarre en que esta envuelto por la poderosa serpiente.

El lord Joshua trata de ponerse de pie y ayudar al hombre, pero algo se lo impide de manera drástica.   La magia en el ambiente lo ataca.      Los destello de luz que flotan en el ambiente se vuelven dagas y se le incrustan en parte del brazo.        El daño que recibe es pétreo.        Joshua logra a duras penas alzar un escudo mucho más resistente que el anterior, en dónde impactan las dagas que quedan en el aire.        El lugar se llena de chillidos de agonía perversa, de muerte prematura.

- DETENTE – grita Rowena al borde del llanto. Ella se esfuerza por soltarse del agarre que es sometida, pero no puede, en cambio el agarre se hace más tenaz.       De pronto el sonido de varias ramas quebrarse es audible en lo que queda de la habitación.  Se escucha de una manera extraña, casi irreal.        Los gritos terminan.    Con horror cae en cuenta que su amigo ha muerto.

Fionna observa muda desde el piso lo que acontece.        La serpiente la mira y forma sádica le sonríe ha ella.       El caer pesado del cuerpo inerte se escucha con repugnante claridad.     Siente nauseas.  El tiempo se detiene.   Y la ve, ve a la muerte.   Su hermoso traje negro siendo movido por el complaciente viento, los largos cabellos de igual color que el traje.       La pálida cara adornada con la siempre taciturna sonrisa y aquellos ojos violetas a los que tanto le teme.        La muerte le sonríe divertida.       Con movimientos sensuales se acerca a ella, nadie mas la ha visto.   Se arrodilla frente a ella.  Con delicadeza le toca el rostro y juguetona le golpea la nariz con la punta del dedo.   Inicia ha hablar dulzona.

- No tenga miedo.       Tu tiempo no es todavía.     Hay una misión que no has terminado y después de ello podrás descansar.       Te lo prometo, y te prometo que tu vida será larga y  fructífera. – la voz cambia se volvió dura, espesa, dolorosa -       Escucha bien lo que digo niña orgullosa y osada.     Cuatro estrellas brillaran en el firmamento y se volverán una, cuando las lagrimas del centinela nocturno se escurran por el firmamento.       Habrá años de paz tranquila, pero no duradera.  De las sombras se levantara un ideal de destrucción y caos, el cual las cuatro estrellas brillantes combatirán de manera tenaz.  Ahora esta el punto importante, las estrellas podrán contra la sombra o será la sombra quien podrá con las cuatro estrellas.       Comunica esto a tu padre y a los trece herederos de los clanes.

- Yo..

- No te preocupes por los presentes en la habitación.       Solo me llevara a quienes necesito – guiña el ojo y la sórdida sonrisa envuelve los labios de la mujer.      Se levanta y se dirige al cuerpo de Mark.        Todo regresa a correr como si nada ha pasado.     Lo ve como un espirito al lado de la hermosa muerte.      Hablan unos momentos y después desaparecen los dos.

Los desorbitados ojos de Rowena contemplan lo sucedido con su amigo.    La serpiente toma la cabeza del hombre con sus fauces y la dobla hasta escuchar otro quebrar sonoro.   Lo deja caer y se aleja del cuerpo al estar segura que no es una amenaza.    El grito mudo esta atorado en la garganta de la mujer, sus ojos ven el exangüe cadáver de su amigo.       Las piernas le fallan, se deja caer al piso.      Su mente colapsa.       Solo puede ver el cuerpo, el lustroso cabello blanco posado sobre el piso como nieve recién caída.    La desesperación y desazón inicia a invadir su corazón y cuerpo.    El sisear del animal la regresa de golpe donde esta.

- MARK – grita desesperada en un intento de recobrar lo robado.       Sus pupilas lastimadas por lo contemplado se clavan impotente en las pupilas sin vida de su amigo. - DEJAME.   MARK.       MARK.- algo sucede, sus ojos plata pura se vuelven azur gélido. El cabello negro cambia también, se blanquea totalmente.

Otro estallido de luz cubre lo que queda de la pobre habitación.        Es diferente al primero, este muestra temor y miedo.       Mucha desazón y cansancio, peor al final un sentimiento de calidez puja por salir, puja por gritar, pujar por hacerse notar y sentir.

Salazar se ve obligado ha soltar a Rowena que es quien destila la luz.       Se aleja unos pasos y cae de rodilla.     Se cubre el rostro con el dorso desnudo de su mano para proteger su visión.   A los pies de Rowena un emblema en color índigo de descubre orgulloso, es un halcón con las alas extendidas.   Los presente en la habitación observan todo con asombro, tanta magia manifestándose descontrolada.      El cuerpo de Rowena se desprende del piso he inicia a flotar lánguida en el aire.     Un hermoso halcón negro con pintas plateadas se posa sobre su brazo extendido, ella lo recibe como si fueran amigos de muchos años. El rostro de ella cambia al ver a Salazar, se vuelve severo.

Salazar se levanta y contempla a la mujer que a sometido todo el rato.      Es una diosa lo que ve.        Salazar inicia a caminar hacia ella, pero es detenido por un campo.       La mira molesto por esto.     Levanta su varita y la dirige hacia ella de manera amenazadora.       El halcón grazna molesto por esto.        Las energías que hay en el habiente inician a chocar violentas.    Reaparece el emblema de Salazar. La serpiente se pone enfrente de su amo para protegerlo.

Fionna con dificultad se arrastra hasta llegar donde Lord Joshua que mira toda la situación con estupefacción. Las manos fuertes del Lord Joshua la atraen contra sí para protegerla de los rayos que caen a su alrededor. La brisa fría asota inclemente los cuerpos de ellos.   La claridad del día es remplazada por un prematuro atardecer entre colores sombríos y oscuros.

- ¿Qué esta pasando? – pregunta Fionna al ver los emblemas mágicos de ambos en el piso.

- No lo sé – responde el lord en un susurro solo para ella. La anciana protege con su cuerpo a la inconsciente Helga.

Las bestias se lanzan en un formidable ataque.       No hay mucho diferencia entre ellas de fuerza.        La serpiente tira sobre el halcón de manera ágil y veloz.    La ave esquiva el ataque inicial y ataca sin miedo a la bestia rastrera con su pico poderoso.  El graznido del ave se escucha al ser picada por los colmillos filosos. El sisear furibundo de la serpiente al ser arremetido con las poderosas garras.       El pájaro chilla con furor y ataca sin misericordia.    Los dos animales se envuelven en una batalla sin cuartel.    Plumas, pedazos de piel escamosa y sangre es lo que se ve por todos lados.

La serpiente cae al piso con fuerza; sus ojos ambarinos miran irritados al ave.    El halcón también se desploma contra el duro piso, la mirada obtusa del ave se dirige contra la serpiente.   De pronto tanto la serpiente como le halcón desaparecen de la habitación dejando a sus amos a la suerte.

Salazar cae al piso instantes después de la desaparición de las criaturas.   Su rostro febril muestra señas de cansancio prolongado.        Su cuerpo por la enfermedad que lo aqueja esta débil.     Se lleva al cuello su mano, respira con dificultad.  Trata de levantarse, lo logra a duras penas.    Muestra su testarudez, da dos pasos inciertos hacia Rowena.        Inevitablemente cae.   Con rabia golpea el piso con sus puños.

Rowena lo mira pasiva, sus ojos añiles muestras muchos sentimientos mezclados; miedo y valor; pena y consuelo; y otros sentimientos mas que se mezclan de manera perfecta y al mismo tiempo imperfecta.   Una batalla interna se desencadena en su frágil mente y doliente corazón. Sabe que puede matarlo y así reclamar su venganza por la muerte de su amigo, pero algo se lo impide de manera estoica.   Con calma se acerca al cuerpo caído.     Solo ellos dos están en la habitación para ella.    Se rodilla para quedar a la altura del rostro del hombre.   En su mano una daga gran filo aparece.

- ¡Hasta aquí has llegado! – dice levantando su mano...

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Hola!  Aquí le hago llegar otro capitulo de esta historia.