Notas de Autor: Para evitar problemas de autor y todo esos enrolló. La idea de la historia es totalmente mía como los personajes aquí mencionados con exacción de Salazar Slytherin, Godric Gryffindor, Helena Hufflepuff & Rowena Ravenclaw. Ellos le pertenecen ha J.K.R. y a todos los demás que compraron los derechos. Yo no estoy lucrando con esto, así que no estoy quebrando ninguna ley internacional. No molesten, ni fastidien con ese punto. Solo espero que se diviertan con la lectura, así como yo me divertí escribiéndola en clase. Si quieren pueden dejar su opinión que será bien aceptada. Cuídense mucho Sak.
Los Herederos!
Por Sakuracorazón
Capitulo XII
Cold and SilverI... I came here by day, but I left here in darkness
And found you, found you on the way
And now, it is silver and silent, it is silver and cold
You, in somber resplendence, I hold1
El suave raso de la cortina ondea libertino al sentir las caricias sutiles de la hermosa brisa. Dos personas se encuentran en la habitación. Una mujer de anciano aspecto; finas arrugas recorren el rostro que alguna vez fue joven y vivabas. El hablar bajo y moderado de la anciana mujer se va encendiendo como hoguera en pleno día de cacería. Las suaves arrugas que cubren el rostro se muestras insidiosas. La mujer está de pie, mientras un hombre joven de cabellos dorados se encuentra sentado en la suntuosa silla que mira a la ventana. Su mirar perdido en el horizonte indica que no le interesa en lo mínimo lo que habla la anciana mujer. A su lado la mesa de madera finamente tallada se yergue erecta sobre el piso de piedra con una copa.
Salazar tiene que salir – apremia con insistencia por quinta vez en la hora que lleva ella haciendo el monologo.
No quiero nana, ahora déjame tranquilo – dice calmado el joven. Con cuidado deja en la mesita el libro que leía antes de ser acosado por el argumento de la mujer. Está cansado de tanta insistencia que solo le hace recordar lo que desea olvidar.
No puedo Salazar, tienes que salir, no puedes pasarte la vida aquí. Tu abuela esta preocupada por ti, lo mismo que Errol y que decir de tus vasallos. – disgusto tiñe las palabras dichas.
No entiendes amable nana, no deseo salir. No insista. Aquí tengo cosas para hacer. – responde en tono conciliador, no desea herirla con verdades.
Cosas que hacer, tú a mí no me engañaras Salazar – rezonga con brío – Te estás escondiendo de todos nosotros para no ver la compasión que reflejas nuestros rostros. Te da terror el salir y vernos, y es por ello que te escondes y te digo que eso que haces no es bueno. – El sonido de un cristal quebrándose en pedazos suena en la mente de Salazar. Y la amargura insana regresa con ímpetu. La mujer da dos pasos hacia atrás al ver en los ojos de su niño amado. Irritación, amargura, perturbación lee con claridad en esos ojos amados.
No me digas – ironía cargada de rabia, en la voz escucha la vieja – pensé que eras tú la que hacia eso al no salir de castillo. – la anciana se lleva a la mano a la boca. Miedo, desea salir de la habitación, la va a herir con sus palabras. – te escondes aquí por miedo a que te encuentre la familia de la pequeña que no pudiste salvar hace muchos años atrás, o tal vez del hombre a quien le mentiste y por vanidad le mataste a mujer que amaba con vehemencia.- se levanta como sombra malsana que sé está convirtiendo. Con sutileza en su sisear, la va sacando del cuarto – No, eso es poca cosa, mejor el pequeño hijo que abandonaste en la abadía y murió por el frío de esa noche. – su mente no da crédito por lo que escucha.
¿Cómo te atreves? - la voz le tiembla.
No ¿cómo te atreves tú al juzgarme? Creerme igual a ti y decirme que hacer con mi vida. ¿Cómo te atreves mirarme a los ojos y decirme que tengo miedo de vivir¿Qué soy un cobarde al no salir de está habitación?. – la mujer tiembla con vehemencia, siente las frías palabras incrustarse en su piel como dagas ardientes – ahora tomas tus cosas y lárgate de mi presencia, y dile a Dana que no la quiero husmeado en mis aposentos. – sentencia al tiempo que mira por la ventana el horizonte. La mujer temblorosa lo mira sin saber realmente que hacer.
FUERA – le grita y la mujer sale despavorida, envuelta entre las lagrimas, de la habitación.
Salazar queda caminando en círculos tratando de calmarse, hasta que no puede y estalla con rabia. Su desahogue se manifiesta golpeando la desnuda pared. Los retratos pintados lo miran, unos con misericordia, otros con lastima, y los mas osados con burla. Rabia e ira se reflejan en cada golpe que da, pareciera que peleara con un fantasma, una sombra, mas es con él mismo con quien pelea, por creer en alguien, por amar a alguien.
De pronto el sonido de pasos se escucha, él sigue golpeando con avidez y furia a ese fantasma que lo atosiga sin piedad y del que no puede escapar. El tocar despacio de la puerta lo regresa con rapidez a donde se encuentra en realidad. Su mente prepara el ataque verbal. Palabras malintencionadas se agolpan en su mente. La puerta se abre con lentitud, los segundos se vuelve tensos, tirantes, con su paso. Y ahí la ve, y se maravilla con lo que ve. Largos cabellos negros como la noche más oscura de verano; de nieva piel, perfecta, pura; cuerpo esculpido por los dioses. Y dolorosamente ve los ojos de plata inmaculada de la mujer, mas no recuerda en donde los ha visto.
¿Quién eres¿Qué haces en mis aposentos? – cuestiona de manera fría. Trata de ocultar el dolor que le ocasiona el mirar inocente de la mujer. Su mente juega con los recuerdos. Un cuerpo cálido abrazándolo y susurrando palabras de aliento. Clama y piedad en el suave hablar, tal vez será amor.
Yo... Disculpe, mi Lord. – una pequeña reverencia formula la mujer – Estoy algo perdida, no fue mi intención molestarlo – manifiesta apenada – pensé que iba a los aposentos que me habían asignado, soy algo olvidadiza.
Equivocaste el camino, estás en el ala norte del castillo. – aclara mas sereno – regresa por donde viniste, y en la siguiente escalera que veas baja, te llevara a tus aposentos.
Muchas gracias, Mi lord, gracias por la información, disculpe si lo moleste, me retiro – Y observa la mujer, que las manos del Lord heridas y nota que sangra que mana. – Mi Lord está lastimado.
¿Qué? – no se ha dado cuenta. Y ella con la pasión que la caracteriza por ser hija de una curandera, toma las manos de él entre las suya y se las lleva a los tiernos labios donde susurra suaves palabras que sanan las magulladuras. Él estupefacto la mira obrar su magia.
Ya esta mucho mejor verdad – dice; al levantar la mirada, las dos lunas que tiene por ojo se encuentran con los hermosos pastos de trigo verde que la observan maravillados. Y sin darse cuenta, lo que niega sucede, se enamora del ser que clama por comprensión.
Disculpe mi osadía – dice nerviosa, sin comprender consiente porque de la repentina ansiedad que lo brota del corazón herido. Y recuerda ver ese rostro, a ese hombre llorar entre sus brazos de miedo y angustia como un niño; y la muerte, que en esos ojos, como el trigo verde, observó mientras lo arrullaba. Lo suelta delicada y se marcha por donde se presentó. Salazar no hace nada por retenerla.
I've
Become so numb
I can't feel you there
Become so tired
So much more awareI'm becoming this
All I want to do
Is be more like me
And be less like you 2
El crepitar de los leños en la chimenea resuena con fuerza en la habitación, sin embargo la mente de Salazar Slytherin yace lejos, muy lejos de ahí. Con pastosidad y pasmosa tranquilidad toma la copa que reposa en la mesa y bebe, el rojo liquido corre por sus labios tiñéndolos de escarlata viva, para olvidar. Trata de lavar de sus labios el sabor y los besos dulces que recibió alguna vez de la mujer que amo.
Ese pensamiento hace que frunza el seño mas, con rabia lanza la copa contra la pared. El sonido del metal cayendo, y el vino derramado hace eco en la lóbrega habitación. Respiración alterada, un grito del alma, golpes contra la fría pared. La mirada alegre y ansiosa de ver todo, es sombría, alejada de la felicidad. Traga con dificultad, quiere quebrar en mil pedazos todo lo que encuentra a su alrededor, Quiere llorar, desea llorar. Sensaciones encontradas, sentimientos encontrados, quimera de amor. Quiere morir.
Salazar se tira sobre el sillón, su mundo esta reducido a nada, solo el rostro amado, pero traicionero de la mujer de cabellos dorados. Cuanta angustia, cuanta soledad, cuanto dolor siente su corazón maltratado, corazón herido por la traición.
La puerta de la habitación se abre de manera sigilosa, suave. Por ella entra su guardia. Errol sin miedo entra a la habitación que esta oscura. El heredero no se inmuto con la presencia del hombre, solo miraba el vació de la venta, como hacia desde un tiempo atrás. Desde el día que recobro la conciencia y se dio cuenta que lo vivido con Sonne solo había sido una mentira, una quimera de un amor que no valía la pena, de su destrucción, así era su destrucción, porque no podía vivir día ha día con el dolor en su pecho, clavado tal cual flecha maldita. La nieve caía libre por el cielo, esperando su destino final el sucio e impuro piso.
Errol se sienta en la silla continua a Salazar. El silencio lo reconforta diligente, le da lastima verlo tan triste, solo es roto por los chispazos de la madera al ser quemada por las llamas ardientes. Salazar sigue divagando en su mente, no le importa la compañía mientras no hable, mientras no lo interrumpa. Sin embargo lo deseado no se cumple.
¿Cuánto tiempo te piensas quedar aquí, en tu cuarto, lamentándote?. –pregunta sin miramiento. El aludido lo ignota campantemente. No quiere contestar, no desea.
Ya han pasado dos meses, tienes responsabilidades que atender. – le recuerda. No se piensa ir sin respuesta.
No me interesa – responde como susurro de otoño.
Salazar
No Errol, no estoy interesado.
No, escúchame bien –estalla, harto de la autocompasión que le muestra sin orgullo.- todos aquí lamentamos lo sucedido con Des Mond. Eso no ha detenido que el tiempo pase. – Salazar trago con fuerza, no quería escuchar, no quería hablar, no. Claro que no, para que. Para que lo viera como un niño débil, ya Errol lo sabia según Salazar. Ya lo había demostrado, Errol siempre lo sabría, y para que desee que lo confiese. ¿Para qué? Tal vez para poder comprender, después de todo, el porque del sufrimiento.- comprendo que estas pasando, y se que estas dolido y que es difícil de seguir
!Difícil! – ira, lista para explotar, al borde de sus labios, con razón de la rabia contenida. – siento que muero cada día, una y otra vez. Me duele respirar y no tenerla a mi lado. Tu no sabes que estas hablando Errol.
Entonces vas a tirar por a la basura todo lo que has estudiado y vivido, por una traidora. – arremete verbalmente, ignorando lo dicho. Porque él si sabe lo que es sufrir por no tener a su lado al ser amado. – tienes que dejar pasar lo sucedido y avanzar – no puede continuar, la voz de Salazar lo interrumpe, rabiosa.
¿Avanzar, a donde?. Por favor Errol, lo que tengo es traiciones y más traiciones, toda mi vida ha sido una mentira y solo por un patético reino que cuidar.
El golpe directo al rostro acertó con pulcritud en la quijada del heredero. Salazar cae de espalda al piso. Como un lobo hambriento y colérico se alza Errol en todo su esplendor.
¿Como te atreves? – estalla en ira Salazar. Con agilidad se levanta y devuelve el golpe, mas Errol lo espera con ansia y bloquea sin miedo.
Porque no tienes derecho de hablar como lo has hecho. La gente que vive aquí, no lo hace por la protección, sino porque cree en nosotros y cree en los ideales por los que vivimos. – responde serio, sus ojos azures brillan peligrosamente, entre la sanidad del asesinó controlado que es en realidad.
No me hables de ideales. Porque no me sirven para nada – grita – PARA NADA. SOLO MUERTE ES LO QUE TRAEN. MUERTE. - otro golpe y el joven cae al piso con fuerza por segunda vez. Errol lo toma por el cuello de la camisa y lo alza. Lo mira a los ojos y ve sufrimiento, pero sobre todo rencor. Esto lo desconcierta. Salazar aprovecha la distracción, con agilidad se desprende del agarre.
Estúpido. Crees que tu abuelo estaría orgulloso si te escuchara hablar así.- Salazar lo empuja, quiere salir corriendo de ahí.
NO LO METAS – esta fuera de sí. Le se abalanza con sus setenta y cinco kilos de hombre fuerte, Errol lo recibe con todo. Ambos caen al piso. Salazar a hojarasca sobre Errol arremetiendo con fuerza toda su rabia.
Si lo meto Salazar. – lo patea y se lo saca de encima.
CALLA – Salazar ataca, lo golpea en el abdomen. Su mente ya no ve a un amigo, si no a un enemigo y tiene que acabarlo. Errol se lo saca de encima con una serie de golpes, hasta que logra inmovilizarlo con una llave.
No, debes comprender. Debes recapacitar. - suaviza su voz. Le duele verlo destruido como est�, le trae recuerdos amargos. Silencio. La respiración jadeante de ambos mantiene. Errol cansado baja las defensas pensando que había terminado la violencia. Error. Salazar con maña se lo saca de encima y lo tira contra una pared, se levanta con fuerza renovadas. Errol sacude su cabeza, lo enfoca, y con asombro puede ver la insana verdad en los ojos verdes de su pupilo.
Te lo vuelvo a repetir Errol, no quiero saber nada de este reino. Y como le dije a Nana, no quiero que nadie me moleste. Ahora largo de mi habitación – espeta con autoridad.
Errol lo mira detenidamente, se levanta, con la esperanza rota al comprender que talvez lo ha perdido. Salazar de pie le devuelve la mirada, con la seguridad que le da su fuerza. Errol con lentitud amenazadora inicia a caminar hacia Salazar. Ambos se miran detenidamente. Con pasmosa lentitud, o fue rapidez, Salazar yace en el piso, sobre él está Errol repartiendo golpe a diestra y siniestra sobre la blanca cara.
¡ERROL! – grita la mujer que ha entrado a la habitación atraída por violentos ruidos y gritos. Es Aislin con rapidez sale, sabe que ella no puede detenerlos.
Entiende Salazar. Tu abuelo murió por su ideal, por que creía en la paz y porque deseaba un mejor lugar para que tu vivieras. – brama molesto – Ahora tira por el piso su sacrificio, no deberías llevar su sangre – sentencia harto de la pesadumbre que tiene su amado señor, harto de la agonía de su futuro.
¡McColt déjalo! – ruge Lord Hufflepuff al entrar a la habitación, Aislin va detrás de él, lo mismo que una preocupada Rawenclaw.
¡DEJALO! – grita Rowena, sin darse cuenta de las miradas de los acompañantes, al ver la sangre manar de la nariz de Salazar.- �¡LE HACES DAÑO!.
¡Esto no es su asunto! – responde de manera cruda Errol.
Salazar, abrocha la distracción, un golpe bien dado deja aletargado a Errol ante los expectantes ojos de los presentes; se levanta, con violencia levanta el cuerpo de Errol, lo golpea y lanza contra la pared más cercana. Esta preparando una serie de goles, lo quiere matar. Uno menos de quien preocuparse. Lo levanta listo para terminar su plan de acción.
Rowena ve con horror que lo va ha matar. Se cuelga del brazo, sus ojos suplicantes en respuesta. Salazar la mira con frialdad, mas ella no se deja amedrentar y le hace frente.
¡Basta¡ – exige determinada a terminar con la absurda pelea. Hufflepuff ve con que facilidad ella lo domina, da gracias a dios de ello. Su mente ahora tiene un millón de pregunta ¿Qué demonios esta pasando ahí?. Salazar deja caer el cuerpo de Errol al piso, un quejido débil brota de los pálidos labios. Rowena lo saca de la habitación, donde unos asombrados Lord Joshua y Lady Aislin los ven partir.
¿Qué demonios! – algo aturdido exclama Errol. Lord Hufflepuff lo ayuda a ponerse de pie
¿Qué te pasa? No puede estar repartiendo golpes por hay Errol – exclama alterada Lady Aislin
No juzgues lo que no sabe Aislin. El muy tondo de Salazar no quiere ser Regente
¿QUÉ? – exclamaron los oyentes de la confidencia.
No quiere ser Regente – sorpresa. Simples palabras desalientan tanto.
Exacto. Ouch – exclama ante de caer al piso nuevamente- que golpe me dio.
Errol.
I just wanna feel, real love fill the home that I live in
Cause I got too much life, running thru my veins, going to waste
I don't wanna die, but I ain't keen on living either
Before I fall in love, I'm preparing to leave her 3El caminar acelerado retumba entre las paredes del largo pasillo, fuerte, preciso, molesto. Salazar camina adelante, no se ha detenido. Quiere salir del castillo. Rowena lo sigue diligente, le preocupa las heridas visibles en el rostro. Se da cuenta que se dirigen a la torre mas alejada del castillo, a la del ala norte.
¿Estás bien? – Pregunta preocupada, la sangre sigue corriendo por el rostro pálido.
Sí – responde de manera seca. Rowena le da alcance, en su mano porta un pañuelo. Con suavidad lo detiene y puede ver que se encuentra molesto, no con ella, con el mundo en general. Esto la estremece toda.
Déjame ayudarte – su timbre es sin reproche y mucho menos súplica; es un pedido, no una orden.
Salazar no responde, simplemente la toma de la mano y entra por una angosta puerta de madera; ella se deja guiar tranquila sabe que no le pasara nada. Suben por la escalera y llegan ha una amplia cámara. Salazar se sienta en un cómodo sillón. En la mesa al lado del sillón aparece una palangana con agua y una serie de pociones.
Sonríe al ver que puede ayudarlo. Moja el trapo blanco en el agua, lo tuerce; inicia a limpiar la sangre. Salazar gruñe al sentir presión
Creo que te quebró el tabique. Voy a tener que llamar a la curandera – sugiere, no quiere meterse en problema con la curandera del castillo – no me arriesgo a acomodarlo, no quiero causarte problemas respiratorios. - La mano que limpia las heridas es detenida. Rowena lo mira preguntándose que le pudo haber dolido.
Tienes miedo al dolor – pregunta al ver que no la suelta. No le responde, Salazar con su propia mano se acomoda el tabique. Rowena se sorprende.
Estas loco – recrimina alterada. Ella como curandera sabe las complicaciones que le pude traer eso en el futuro. – aun así deberías ver a la curandera.
Puede quedarte callada – pide. Irritación en su voz.
Ella lo ignora, sigue hablando.
¿Por qué te golpeaba tu guardián? – pregunta directa a la llaga.
Salazar la mira como si viera a un ser inferior, alguien que no meceré respuesta. Rowena se indigna al ver que no le contesta la pregunta.
¿Por qué te golpeaba tu guardián? – pregunta nuevamente, la seguía ignorando – si crees que ignorarme es la solución estas equivocado.
¿Para que quieres saber? no eres un mago, mucho menos formas partes de nuestro clan para estar interesada. – responde cansado, mucho más tranquilo de lo que se encontraba anteriormente, pero manteniendo un dejo de irritación visible.
Para escucharte, sabes que hablar con alguien te puede ayudar a aclarar las ideas. – Salazar la mira con extrañeza. No le contesta, esta meditando las palabras dicha por la mujer.
Rowena retoma la curación donde la dejo. Con cuidado le coloca la poción sobre el labio partido. Las cálidas manos lo fueron relajando poco a poco con los cuidados que prodigaban Rowena lo observa detenidamente, nota con agrado que sé esta calmando. Y la pequeña llama que duerme en su ser va poco a poco cobrando fuerza, sin que ella sé de cuenta, de manera increíble y profunda.
Salazar se da cuenta de quien es en realidad. Nuevamente, la sensación de tranquilidad invade su acongojado corazón y su calma se ata irrevocable a ella. Siente como las venenosas palabras de Sonne van desapareciendo, y los recuerdos atados a ella.
Eres muy silencioso, lo sabias – un bufido salió de los labios del hombre al verse interrumpido de sus pensamientos.
Y tú muy escandalosa. – le responde sin malicia. - ¿Por qué te preocupas por mí, Esta no es la primera vez que me cuidas las heridas.
Supongo porque no me gusta ver a la gente lastimada. – responde con algo de satisfacción al ver que le dirige la palabra.- ¿Quieres por favor quitarte la camisa, Quiero asegurarme que no tiene lastimadas las costillas. – trata de no sonrojarse cuando ve el fuerte torso desnudo. Ve con intranquilidad un moretón de gran tamaño en el abdomen.
Por lo visto ustedes si que tenían ganas de matarse. Te duele – presiona con delicadeza, un gruñido claro brota - creo que sí te duele.
No presiones muchos – mira con cierta aprensión las cicatrices de la espalda y el cuello del hombre, se pregunta como las abra adquirido siendo un noble.
¿Quieres quedarte quieto? – Con la delicadeza de una rosa abierta, posa su mano contra la tibia piel. Un pequeño salto da Salazar, no espera ese contacto. De la mano, como la vez anterior brota una tenue luz verdosa. Al cabo de un rato el dolor cede.
Necesito un vendaje para asegurar la curación que he realizado, puede hacer que aparezca uno, como apareció el agua. – le pide, al instante aparece el vendaje. Con gentiliza inicia a colocarle el vendaje. - Mucho mejor verdad, debes cambiártele al menos una vez al día.
No me has dicho tu nombre. – siente curiosidad por ella. Le llama la atención la cantidad de magia que existe dentro de ella. Magia que no ha sido educada, en su más pura expresión.
Soy Rowena Ravenclaw, mi Lord. – Responde sin darse cuenta que desencadenara una pelea que sellara su vida con la de Salazar para siempre.
No soy tu Lord – niega tajante – no soy el señor de nadie.
Pero... No eres Salazar Slytherin. – le indica de manera rápida y precisa. Tal cual puñal afilado – Dueño y señor de las tierras del oeste. Heredero de este Regentado.
NO, no, calla tus palabras mujer. Te lo pido
¿Por qué no me cuentas que te aflige? Siento que tu corazón y alma sufren de manera muy cruel– susurró apena audible.
¿No te puede callar¿Es tan difícil!. ¡Ya detente! – grita eufórico.
Rowena baja la cabeza, con suavidad se levanta. Salazar quita la mirada y la posa en la ventana, que muestra el inicio de la negra noche al caer. Trata de calmarse. Se calma. Inicia a divagar en sus pensamientos, por fin hay silencio a su alrededor.
Ella lo mira con tristeza. Rostro perdido e inconsciente contempla, y como botella de champagne al ser destapada, su mente explota en mil pedazos. Recuerdos perdidos, recuerdos sepultado. Baja la mirada con pesadumbres, y en vislumbra algo. Locura. Su bello Mark, en el piso, mirándola sonriente, tan quieto y silente. Tan muerto.
- Muerto...
La ira se prende como hoguera de media noche en su mente. No hay control, la llama crece y crece. Solo puede ver a su amigo en el piso. Sus ojos argento liquido se posan sobre Salazar. Lo ven tan quieto, tan abstraído, ajeno a su dolor. Golpe certero la frágil mente recibe, resuena en su mente el sonido del cuerpo al caer.
Asesino – murmura. Loca furia siseando en su mente.
Salazar voltea a verla. Perplejo la ver transformarse en una hermosa diosa de marfil y mirada helada como el hielo del norte. De pronto como animal salvaje por sus venas el miedo brota cruel. Es inútil sentirlo ahora. Manos invisibles lo toman por el fino cuello marcado, frías y crudas son. Lo levanta sin piedad, y lanzan contra la pared. Cae son fuerza en el piso, a los pies de la hermosa mujer de mirada inhumana.
Salazar Slytherin – inflexible, dura, áspero suena su nombre de los labios de la mujer – Aquí me encuentro, yo la Vengadora. Estoy para juzgarte por la muerte de Mark McDell.
¡No he matado a nadie! – exclama Salazar. – no lo hecho.
Niegas haber matado a Mark McDell – mirada imponente le da la dama, al no creer lo que dice. Ella la gran vengadora de todos los tiempos.
¿No sé de quién estas hablando?.
¿No lo sabes? – la diosa mueve la mano izquierda y un vértice aparece. Plata pura y pulida como espejo.
Se materializa una secuencia de eventos, de hechos, del pasado. Salazar se ve a sí mismo, sus pupilas se dilatan al ver las atrocidades que comete. Se observa a sí mismo sometiendo a Rowena; Como lastima a Helga con su magia; Contempla con horror a la serpiente y como esta levanta a un hombre de cabellos blanco.
Ese hombre es Mark McDell. Ese hombre era amigo de Rowena Rawenclaw. Ese hombre amaba a Rowena Rawenclaw. Ese hombre le iba a pedir matrimonio y tu SALAZAR SLYTHERIN, LO MATASTE SIN PIEDAD. Y YO SOY, QUIEN VA A COBRAR LA VENGANZA. AHORA. – brama con fuerza. Levanta la mano y el techo de la torre desaparece en un abrir y cerrar. Un haz de luna creciente ilumina la habitación con intensidad, una fulgurante y letal espada aparece en su mano. La espada cae sin preámbulo, bella rubí. No hay tiempo para ruegos, solo hay tiempo para venganza. Directa al cuello.
¡Detente! – Ordena una voz gélida e cruel. Del grácil cuello de Salazar un delgado hilillo de sangre inicia a brotar. La espada no se mueve. Salazar abre con cuidado los párpados.
Vengadora no lo hagas, te lo pido. - la nube de humo se disipa. Conmoción, la imagen de Helena se materializa.
Lady Stanwall – reverencia de la dama. Salazar se talla los ojos para comprobar que no es una ilusión de su mente. Es real.
Por favor, vengadora, el tiempo de partir de Salazar no ha llegado aun. – le informa directa.
Debo cumplir lo demandado dama. No puedo hacer lo que ha pedido.- decepción al escuchar las palabras se nota en el rostro bello de la mujer. Salazar todavía en el piso mirando con ansiedad lo que sucede a su alrededor, su mente trabaja a mil por hora, trata de darle un cuerpo a lo que sucede.
Lamento escuchar tu resolución vengadora, no me dejas mas remedio que confinarte. – la dama retrocede instintivamente.
Confinarme - de los labios de la cuidadora de la muerte, es una horrible sentencia. De las manos de Helena, hilos plateados brotan y sujetan a la vengadora sin escrúpulos. Ella desesperada trata de liberarse mas no puede. La espada cae al suelo. Un movimiento ágil y la vengadora es alzada de manera sutil del piso.
¡NO PUDES, NO DEBES¡ – grita trastornada, se debate con todas su fuerzas. A sus pies un circulo de humo leve se forma. El sonido de agua corriendo se escucha y unas manos putrefactas apareasen en el piso alzándose para tomar a su victima. Helena observa y ejecuta poco a poco el hechizo para sellarla. Al mover sus manos Lady Stanwall, un grito de dolor se escucha por toda la habitación. Esta siendo separada del cuerpo de Rowena.
¡NO LO HAGAS, SOMOS UNA¡ – aúlla alterada – ¡SOMOS UNA! SI ME CONFINA, ELLA MUERE. – de pronto todo se detiene. La respiración agitada de la vengadora se escucha, su cuerpo etéreo esta a medio camino de ser desprendido totalmente del de Rowena.
No le hagas daño – balbucea Salazar, al comprender lo que esta sucediéndole a Rowena. El cuerpo de Rowena inicia a tener convulsiones, cae al piso, mas no se golpea al ser atrapado por los fuertes brazos de Salazar. Él la abraza con ternura para calmarla y para que no se lastime. La vengadora presencia esto con sorpresa, no se lo espera. De pronto nota un brillo especial en las pupilas de trigo de Salazar. Amor. Y cae en cuenta de que es él, el destinado a su señora.
Vengadora, - llama tranquila – ahora tu vida, no la de Rowena le pertenece a Salazar, trata de matarlo o de cumplir tu venganza y no lo contaras.
Si mi señora, así será – un sonar de sus dedos y el cuerpo etéreo de la vengadora es liberado y regresa de inmediato a su portadora. Salazar se queda de rodilla con Rowena en sus brazos, ella duerme tranquila.
Helena – susurra. Se da cuenta que la noche a caído gradualmente. De pronto nota que todo esta detenido. El tiempo ha sido interrumpido.
Ya hablaremos Salazar – levanta sus manos, a sus pies aparece su símbolo mágico, la dama y el dragón protector. Todo regresa a su lugar, es restaurado. Una delicada bruma aparece a los pies de Lady Stanwall, el tiempo inicia a correr nuevamente, como si nada hubiera pasado ahí. – sabes Salazar, las respuestas a todas las preguntas las tienes tu, solo tienes que buscar bien y la encontraras. Y sobre ese miedo que te carcome por dentro, enfréntalo. Muchas vidas dependen de las decisiones que tomes en el futuro. Eres el Regente.
Pero... – calla, su corazón esta a punto de llorar. Le duele tanto el aceptar lo que le depara el futuro y comprender que no puede escapar de los designios del destino bosquejado. Helena lo entiende, sabe lo que sufre. Ella misma lo sufrió en carne propia hace tanto tiempo.
Lo sé Salazar, pero hay algo que aprendí al ser vidente... – se acerco a su nieto, su fría mano lo toca con delicadeza y ternura - ...a grandes dones, grandes responsabilidades. – Salazar comprende lo dicho, no aguanta mas y llora.
Llora al saber realmente que no puede escapar de su destino como regente y que tendrá que aprender a combatir con el día a día. Llora por sus padres perdidos y su recuerdo que se borra poco a poco de su mente. Llora por su abuelo amado y muerto tan pronto. Llora por las palabras crueles que han lastimado a sus seres amados. Llora al sentir de cerca de la desesperación que tiñe su corta vida y al no poder controlar los sucesos acaecidos y lo que acontecerán en el futuro. Llora al caer en cuenta que Sonne nunca lo amo de verdad, sinceramente y que solo fue un juguete en sus manos. Llora por él mismo, de lo fácil que resulto lastimado y lo fácil que lastima él de vuelta, de no ver con claridad que solo lo desean ayudar, que lo quieren de verdad. Llora por ser tan egoísta y no ver mas que solo su dolor y tristeza, por la fragilidad de su corazón. Simplemente llora.
Helena se conmueve ante las lagrimas, y calla para dejarlo llorar. Sabe que el camino que le queda por recorrer es duro y largo, más sabe y le alegra saberlo, que tendrá a alguien para recorrerlo a su lado, que lo ayudara y si se deja lo llegara a amar como nunca nadie lo amo de verdad. Pero debe continuar, debe ayudarlo y darle las últimas guías como abuela que es en realidad.
Mi niño querido, tienes uno de los más grandes poderes de esta época. Sé que sabrás utilizarlo bien.
No te puedes quedar – sus acuosos ojos la miran suplicante para que se quede, que le haga compañía, para que le hable y le haga entrar en razón, como lo esta haciendo ahora, para que lo consuele y cuide. Inexplicable para él la forma de apego que siente por ella.
Lastimosamente no, mi tiempo aquí, con ustedes termino hace muchos años. – sus manos toman el enrojecido rostro y mira sus ojos dolidos, ella le muestra afecto y algo de esperanza. – Sé que has sufrido y que aun sufres, pero no niegues el amor que pueda surgir nuevamente. No lo asfixies por tu temor a ser traicionado, deje que fluya y crezca, deja que exista. Te ira bien, cree en mi.
Yo...
No me des una respuesta a mí, es para ti. Tú eres quien debe aceptar que en la vida suceden situaciones que uno no puede controlar, aun sabiendo que sucederán. – Helena mira el rostro tranquilo de Rowena y lo toca con delicadeza, un suspiro suave escapa de ella. Una sonrisa comprensiva viste su rostro sereno. Le acomoda un mechón suelto.
Cuídala – le pide con afecto. Salazar la mira y asiente de manera afirmativa. Le da un dulce beso en la frente y con ternura le limpia las lagrimas. - A ella la debes proteger. Ella al igual que tú, ha sufrido mucho, pero a diferencia tuya, sus raíces le fueron ocultadas para protegerla.
¿De que hablas? – Helena se levanta, y se retira un poco de ellos dos. La nube de humo la cubre.
Pregúntale a tu abuela. Ella sabe que estoy hablando. – y desaparece tal cual brisa de verano dejando a un aturdido Salazar y a una Rowena inconsciente.
Take my hand
'Cause we're walking out of here
Oh, right out of here
Love is all we need here
The Space Between
What's wrong and rightIs where you'll find me hiding, waiting for you
The Space Between
Your heart and mine
Is the space we'll fill with timeThe Space Between... 4
Y la noche cae, delicado manto negro sobre los hombros desnudos, cubriendo todo el cielo, donde una luna creciente que baña endeble el paisaje. No hay sinfonía esta noche, solo el silencio roto por el caer del agua en la palangana. Nadie sabe lo que paso al atardecer, todos siguieron sus labores cotidianas. Y como él ordena, nadie se acerca a sus aposentos, mas al ver sus ojos gélidos.
La habitación iluminada por la tenue luz de la chimenea, deja ver tranquila las sombras. El suave lecho cuida con devoción el cuerpo de inconscientes de la mujer. Salazar desde un sillón la contempla reposar. El sueño es pesado, fatigado, herido. Rowena no a dejado de murmurar nombre y lugares olvidados para ella, mas recordado por él con claridad. Lugares donde él, vio desolación y destrucción, devastados hasta su esencia misma hace muchos años atrás por el hombre común. Intranquilidad recorre su cuerpo al pensar que ella presenciaría esas carnicerías de pequeña.
Con cuidado toma la compresa de la frente caliente, la remoja en agua fresca y la coloca nuevamente en su lugar. Le acomoda un mecho rebelde. La mira detenidamente. Ve con curiosidad la cicatriz en la mejilla derecha, y se pregunta como se la hizo, es pequeña, ahí esta. Con docilidad pasa su pulgar, siente la cremosidad de la piel fresca, inmaculada. Sonríe con ternura, mas recuerda lo sucedido al atardecer. Tanta pregunta sin responder nuevamente.
Vengadora – murmura – de verdad asesine a esa persona. De verdad lo hice.
Rowena se revuelve en sueños. La fiebre ha cedido y Salazar respira más tranquilo. Se levanta, mira por la ventana la mansedumbre que lo rodea en ese momento. Contempla con deleite la luna y se zambulle en sus pensamientos para recordar lo sucedido en esa cabaña que solo recuerda en fragmentos. Revuelve la mirada hacia ella con tristeza y cae en cuenta de que algo esta creciendo en su interior, en su corazón, a pesar de todo, a pesar de la traición de Sonne.
¡MARK! – grita Rowena y se levanta totalmente agitada. Su rostro febril ve con desesperación al hombre que esta al pie de la cama. Mira a todos las dos, busca algo, mas bien alguien querido. No lo encuentra. Las lagrimas resbalan solitarias el rostro. En la oscuridad el cabello dorado pálido de Salazar se torna blanco y ella lo confunde.
La mirada perdida de la mujer lo asusta y con cuidado se acerca al borde de la cama. Se sienta. Ella no lo ha dejado de mirar, de buscar ni un minuto. Y Salazar advierte el miedo, la angustia de haber perdido algo querido, en esos ojos de argento que le roban el aliento.
Hola – saluda cordial. Rowena temerosa se aleja de él. Teme estar viendo algo irreal, de ver algo que ha aceptado haber perdido para siempre.
Mark – susurra débil, un sollozo es ahogado. Slytherin la mira con dolor al saber que ella sufre por su culpa. Un destello golpea con fuerza en su mente, un cuerpo tendido en el piso.
No, soy Salazar – pesa ser quien es.
¿Salazar? – parpadea. Es como si lo reconoce y tiembla con fuerza. Sus pupilas se contraen hasta ser un puntito negro en medio del mar plata.- Mark no esta. Mark se ha ido. Mark no volverá.
Sí, Salazar. – y su corazón toma la decisión de ayudarla, de protegerla. – aquí estoy, soy real – le toma la mano y hace que ella lo sienta, le palpe el rostro pálido. – vez, no soy un fantasma, soy real.- Rowena con temor le toca el rostro, siente la calidez que emana. Y percibe en esa calidez sus intenciones - Tú también... Somos ambos reales... Estas aquí conmigo... No desconfíe de mí...
De pronto siente el peso de un abrazo desesperado, ansioso y sobre todo hambriento de protección. El dulce rostro de Rowena se esconde en la curva del cuello y llora todo lo escondido en lo profundo su corazón lastimado. Llora al entender porque fue rechazada por Adrián; Llora al comprender que era y es diferente a las demás personas; Llora al concebir que nunca en realidad tuvo a Mark, y que en verdad no lo perdió, solo lo dejo ir; Llora al sentirse tan perdida, tan sola con su soledad despiadada e ingrata; Llora al considerar que la vida que desperdició al limitarse solo a lo indicado por su madre; Llora al percibir que Mark si se fue de verdad y no fue una ilusión, sí no, la cruel realidad.
Salazar con la timidez de un niño pequeño le pasa los brazos por la delgada cintura y la aprisiona contra su cuerpo como si pudiera fundirse el uno con el otro. Desea que ella le reconozca y que sepa que siempre estará ahí para ella. Los dos tan diferente y al mismo tiempo iguales. Ambos desesperados por encontrar en quien confiar en realidad, en quien creer, en quien depositar sus sueños y verlos crecer.
Rowena se ciñe con mas fuerza al cuerpo de Salazar, quien la acepta sin miedo de ser lastimado. Él con cuidado le pasa un brazo por las piernas, la suave colcha que la cubre cae sobre la cama, y levanta a Rawenclaw como frágil pluma que es del lecho donde dormía. La dúctil luz de la luna creciente cubre el sillón donde Salazar se sienta con ella sobre su regazo. Con pasmosa habilidad toma del piso frío una frazada y con ella cubre el temblorosa cuerpo de Rowena de las inclemencias del ambiente. Ella se acomoda contra el pecho fuerte y acogedor, con la certeza de haber encontrado a alguien en quien confiar plenamente.
Ella vuelve a dormir con la seguridad de todo estará bien al despertar, con seguridad de que alguien velara por su sueño y la protegerá de sus demonios. Él simplemente se queda viendo a la luna, quien silenciosa firma como testigo el pacto que ambos sin darse cuenta han firmado y es por la eternidad.
1 Silver & Cold – A.F.I. – Sing the Sorrow - 2003
2 Numb – Linkin Park – Meteora - 2003
3 Feel – Robbie Williams – Escapology - 2003
4 The Space Between - Dave Matthews Band – Everyday – 2001
