Si he regresado, pero no se hagan muchas ilusiones de que actualice mis demás historias, ya no tengo tiempo ú.ù pero encontrare un espacio para poder escribir... o mi nombre no es Celen Marinaiden... esperen, creo que ese realmenteno es mi nombre X.x jejejejeje
"..." diálogos
'...' pensamientos
(...) cuando yo diga algo
CcCcCcCcCcCc cambio de escena
Ahora los datos del fic:
Titulo: Una gota de lluvia.
Genero: Shonen-ai, yaoi, lemon... juar ustedes lo pidieron y yo lo hago... oh si que sacrificada soy jajajajaja...
Parejas: Kai x Rei y Yuriy x Bryan al fin ya casi resuelvo el problema XD
Disclaimer: Beyblade no me pertenece, es de Aoki Takao y yo no hago esto con fines de lucro ni nada, así que no me demanden y esas cosas.
Advertencia: O.o ¿Para que la hago? .¡No se! Como sea este capitulo tiene contenido sexual explicito, si no te gusta el genero o no eres apto para el no leas, y blah, blah, blah... ¡No quiero quejas! Ya saben que yo siempre advierto.
-.-.-. Dame un fin de semana que viene de vuelta
Dame una aventura en nuestra habitación... .-.-.-
Capitulo IX: Después de la tormenta...
"¿Ka... Kai?" -en medio de su estupefacción el chino logro atropelladamente preguntar-.
Pero la respuesta a aquel quedo llamado no llego, porque prontamente el bicolor del brazo lo soltó, para llevar sus manos hasta sus mejillas, y sin más besarle. El rojizo de sus mejillas subió, mientras sus doradas orbes delataban la inmensa sorpresa por la que estaba pasando. Los fríos labios del ruso sobre los suyos le dejaban en desconcierto mas la sensación era tan embargante, tan de ensueño que no pudo evitar cerrar los ojos a causa de la inercia misma. Disfrutando de aquella felicidad derramada en su ser, tan solo ocasionada por aquel acto espontáneo pero que representaba uno de sus mas inalcanzables deseos... ahora, en una realidad aparentemente se había convertido si es que soñando no estaba.
Kai pudo sentir la calidez de aquellos labios, de esos mismos labios que había deseado desde hacia ya tanto tiempo probar, sabia que no era merecedor de tal gozo, y menos al tratarse de un beso robado mas no podía evitar sentirse dichoso por un roce tan sencillo. Y aunque en el alma le costo, se separo que aquel sutil contacto lentamente, para después extender sus brazos y atrapar en cuerpo del chino entre ellos, apretándolo fuertemente contra si, como si temiese perderlo.
"Rei perdóname... lo siento tanto, tanto" -comenzó, mientras cerraba los ojos pues no sabia de donde iba a sacar el valor de decir todas las cosas que le había guardado al chino, pero sin duda iba a hacerlo- "Yo... no... nunca quise lastimarte ¡Jamás!...".
"Kai por favor" -el chino coloco sus manos sobre los brazos del bicolor, que le estrechaba con fuerza- "No entiendo... no entiendo lo que esta pasando..." -negó débilmente con la cabeza, sincerándose... puesto que era verdad que todo aquello se había salido de su entendimiento-.
"Rei..." -susurro el ojiescarlata, mientras pasaba una de sus manos por la cabeza del chino, acariciándola suavemente- "Tengo tanto que decirte, hay tantas cosas que debes de saber..."
"Kai... ¿De verdad me amas?" -temió preguntar aquello, como si creyese que lo que había escuchado no era más que un error, una mala traducción de su parte-.
"Mas que a nada en el mundo" -lentamente lo separo de su cuerpo, buscando con la mirada aquellos ojos dorados que eran su adicción-.
"Sigo sin entender" -sus ojos ambarinos se veían mas brillantes, mas cristalinos de lo normal... una clara señal de que las lagrimas no tardarían en llegar-.
"Rei yo... cuando me confesaste lo que sentías aquel día... juro que quería decirte lo mucho que también te amaba, quería que lo supieses... pero días antes Yuriy también me había confesado lo mismo, yo... estaba seguro de que no correspondías a lo que sentía, por eso... por eso decidí aceptar la propuesta de Yuriy de que estuviésemos juntos... es mi amigo y no quería lastimarlo... además el único que me importabas eras tu ¿Qué mas me quedaba hacer si tu no sentías nada por mi?... creí que era lo mejor para ambos ¿Cómo iba a saber que me querías? Y yo... no podía traicionar a Yuriy porque ya estábamos juntos ¡No sabes lo mucho que a mi también me dolió rechazarte! Cuando te fuiste quise ir tras de ti, pero temía solo empeorar las cosas... perdóname Rei, por favor..." -trato vagamente de explicar, sintiendo que las palabras se revolvían en su mente antes de decirlas, sintiendo que solo de su boca salían tonterías, que se comportaba como un verdadero torpe ante la situación-.
En aquellos ojos dorados la confusión estaba mas que enmarcada, le miraban con extrañeza, con asombro... con incredibilidad, como si las palabras que ababa de escuchar fuesen mentiras, bromas engañosas. ¿Realmente Kai le había dicho eso o lo estaba imaginando? .¿Esto era una realidad o un mero sueño?
"Kai..." -apenas si pudo decir aquello, como un débil clamado que rogaba por una respuesta- "Lo que dijiste... ¿Es cierto?" -¿Realidad o mentira?... fuese cual fuese el caso debía saberlo-.
"Claro que si" -y con algo de aflicción observo como el chino bajaba la vista, impidiéndole ver su rostro- "Rei... tu... aun..." -no sabia si debía preguntarlo o no, después de todo lo que había pasado...- "¿Aun me quieres?".
Ante aquella pregunta el chino claramente se tenso, y un escalofrió recorrió su cuerpo, ese tipo de reacción claramente no paso desapercibida por el bicolor, que sintió un desazón temiendo cual seria la respuesta, sintiendo como las esperanzas que aun tenia y que se habían forjado en apenas hacia unos instantes, ahora se rompían.
"Tonto..." -susurro el ojidorado y ante aquello Kai se crispo, pensando que las siguientes palabras serian una negativa rotunda- "...claro que si, ni un solo día he dejado de quererte" -y después de decir aquellas palabras sintió como su cuerpo temblaba débilmente-.
No era posible describir la inmensa felicidad que lo que había escuchado ahora le traía, no dudo ni un solo instante y de nuevo atrajo aquel cuerpo al suyo, cerrando sus brazos en la espalda del otro y tratando de apaciguar la felicidad descarriada que ahora le llenaba.
"Lo siento Rei, perdóname... lamento que todo esto haya pasado" -susurro, con un nudo en la garganta y sin saber que mas decir-.
"Esta bien... ahora todo esta bien" -pronuncio suavemente cerrando los ojos con fuerza, temía que eso solo fuese un sueño-.
El chino coloco sus manos sobre su pecho, apretando con fuerza la camisa que este traía. De sus orbes cerradas algunas lagrimas resbalaban a pesar de que intentaba contenerlas, pero no podía, no quería... luego de haber llorado tanto en el pasado, luego de decidir que no derramaría ni una sola lagrimas mas, luego de todo aquello finalmente se rendía... pero lo hacia porque ahora las gotitas saladas que de sus ojos salían... ¡Eran de alegría! De la infinita alegría ahora sentía... ¡Era tan dichoso en ese momento!
"Rei" -le llamo suavemente el bicolor, a lo que abrió los ojos y unas perladas gotitas cayeron con esa acción, mas subió el rostro encarando el otro que a muy poco espacio se encontraba del suyo- "Te amo tanto" -le dijo, con una dulzura que jamás creyó que fuese para el-.
"También yo" -sonrió sutilmente mas de manera hermosa-.
Sin mas acercaron sus rostros hasta que sus labios se fundieron en un beso, esta vez correspondido por ambas partes, entregándose completamente hacia el otro, disfrutando de aquel contacto que durante tanto tiempo habían anhelado con desesperación, haciendo del roce entre sus labios una caricia llena de ternura y amor (ok ya me pase de cursi, lo siento ñ.ñ).
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La lluvia caía torrencialmente, y las calles a esa hora ya estaban mas que desiertas y ahora mas con justa razón.
"Me voy a enfermar" -se quejo aquella persona, que bajo la lluvia y buscando el cobijo de lo que fuese contra esta, caminaba deprisa intentando llegar a su destino-.
"No te quejes Yuriy, mojarse con la lluvia no ha matado a nadie" -replico el pelilavanda que a su lado venia, tan mojado con el pelirrojo de pies a cabeza-.
"¿Qué no? .¿Y la neumonía, la hipotermia? No que va, esas cosas no matan a nadie" -bufo mientras con desdeño soplaba con fuerza hacia arriba, en un intento de hacer a un lado los mechones de su cabello que ahora caían libres por su cabeza-.
"Exagerado... mejor cállate y apresura el paso que ya quiero llegar" -replico Bryan, al cual no le molestaba en lo mas mínimo mojarse, levanto un poco la vista mas la bajo al instante pues la lluvia molestaba a sus ojos- "Hmm... se parece a aquel día..." -pensó en voz alta, recordando como hacia ya tiempo, había encontrado bajo una lluvia parecida a un par de ojos dorados que lloraban destrozados-.
"¿Qué día? .¿De que estas hablando?" -el ojiazul alcanzo a oírle a la perfección, al tiempo que hacia lo que Bryan le había pedido y comenzaba a caminar mas rápido, abrazándose a si mismo como si eso en algo le protegiese de seguirse mojando-.
"De nada" -negó al instante con la cabeza- "Te aseguro que el maldito de Kai ahora mismo esta en su habitación despreocupadamente, mientras que aquí tu y yo nos empapamos como perros callejeros" -torció los labios en gesto de molestia, sin duda Hiwatari estaba mas que cómodo en la abadía-.
"Creí que te gustaba la lluvia" -replico Yuriy mirándolo de reojo-.
"Y me gusta... pero cuando voy solo sin tener que escuchar las quejas de un aquafóbico a mi lado" -soltó con burla, pues pese a la situación no podía dejar su forma de ser a un lado-.
"Tampoco es para tanto" -frunció el ceño en gesto gracioso-.
"Ya... no te alteres, mira que todavía nos falta mucho camino" -le recordó, con una sonrisa burlesca en los labios-.
"Gracias por hacérmelo saber" -respondió el, con un claro sarcasmo en sus palabras-.
"De nada" -le dijo Bryan, hablando justamente de la misma manera que el otro-.
A diferencia de los otros dos faltantes, ellos si habían esperado a que la dichosa película terminase, y por lo tanto la lluvia repentina que había salido de la nada los tomo por sorpresa. Y no les quedo ninguna otra opción mas que avanzar entre ella, pese a que se estuviesen mojando. Bryan no podía quejarse pues si era cierto aquello de que disfrutaba de la lluvia, mas ahora no podía ir tan tranquilo como en las muchas otras ocasiones en las que disfrutaba de "paseos" en días así. El "problema" era simple, y lo tenia al lado. Le era imposible ignorar la presencia de aquel ser que representaba su amor, el único amor que había conocido toda la vida, no podía negar la belleza que veía en el y que a su parecer ahora bajo aquel torrente le parecía que era aun mas. Ah... si tan solo Yuriy no estuviese con Kai, si tan solo Yuriy supiese lo que el sentía... si tan solo el le correspondiese.
Por su parte el pelirrojo tan solo se quejaba de esa manera para aparentar naturalidad, para intentar parecer normal a su lado, mas le parecía que aquello costaba demasiado trabajo. Ahora que sabia, ahora que estaba consiente, ahora que estaba mas que seguro de sus sentimientos hacia aquel ojilavanda, ahora era imposible estar tranquilo como si nada estuviese pasando, se sentía nervioso e incluso estaba mas que seguro que actuaba de una manera muy torpe... pero no podía evitarlo. Tan ciego había sido que todo ese tiempo frente a sus ojos había tenido a esa persona verdaderamente especial, a esa persona que amaba desinteresadamente e incluso sin darse cuenta... y que había necesitado de tanto para poderse percatar de ello.
Agradecía sin duda alguna a Kai, y la forma tan serena en que había tomado el termino de su "relación" y ahora estaba mas que seguro que el bicolor no le amaba, quizás le quería, quizás le había tomado cariño pero lo que Kai sentía hacia el jamás fue amor. Ahora se daba cuenta de que siempre lo había sabido, mas no le importaba con tal de estar al lado del ojirojo, y no podía quejarse porque en realidad había vivido cosas lindas a su lado, cosas que guardaría con cariño... mas nada de eso se comparaba con lo que quisiese pasar al lado del pelilavanda, solo esperaba el momento para confesar sus sentimientos... y aun estaba en la incertidumbre de saber si seria correspondido o no, y lo mas seguro es que fuese la segunda opción lo que vendría. Quizás Bryan si estaba con Rei, quizás entre ellos dos había algo mas... quizás se querían... Ante el pensamiento siquiera de que eso pudiese ser posible, Yuriy apretó los puños con ira, para después perder la fuerza con resignación y tristeza... no importaba, aunque ese fuese el caso que era de lo mas seguro, el le diría al ojilavanda lo que sentía ¡Era algo que no podía callarse! Que no quería.
Cierto... aun tenia que decirle lo de Kai...
"Oye Bryan..." -comenzó, mas no termino porque un repentino estornudo lo hizo callar-.
"¿Salud?" -pregunto divertido al ver el gesto tan cómico que apareció en el rostro del pelirrojo después de eso- "Creo que tienes razón, mejor nos apresuramos a llegar antes de que te mueras aquí".
"Ja, ja, ja" -expreso Yuriy, a manera de reproche usando una risa por demás fingida y que demostraba molestia- "Mira que no voy a darte el gusto de morirme" -decidió seguirle el juego, e incluso se olvido de que era aquello que tenia pensado decirle-.
"¿No? Pero que malo eres conmigo ¡Nunca me quieres cumplir ni un gustito!" -se bufo, mientras seguía observando la expresión del rostro del ojiazul-.
"¿Siempre eres tan cínico?".
"No, solo los días laborales, fines de semana y suspensiones" -alego, tan solo para ver si podía sacar de sus casillas al otro, aunque de ante mano sabia que eso no iba a pasar, entre ellos dos llevaban ya años con el juego del cinismo y del sarcasmo, y debían aceptar que les divertía-.
"Si ya decía yo" -suspiro con aparente resignación, encogiéndose de hombros mientras movía la cabeza de un lado a otro en señal de negación-.
"Anda, en vez de que estemos parloteando deberíamos ir mas rápido, no falta mucho para que lleguemos y yo no quiero que te sigas mojando, te puedes enfermar de verdad" -todo aquello que había dicho tenia un extraño tono serio, como si realmente lo estuviese diciendo porque lo sintiese-.
"Vaya, que sarcasmo tan bueno" -debió aceptar el pelirrojo, pocas veces Bryan jugaba de esa manera y no pudo evitar expresar aquello-.
"No es sarcasmo, de verdad no quiero que te enfermes" -dijo el otro mirando hacia el frente, con el rostro serio-.
Yuriy no supo como tomar aquellas palabras que le habían agarrado desprevenido ¿Lo estaba diciendo con sinceridad? Eso era... eso era tan extraño, algo inesperado desde luego, y no podía evitar pensar que aquello era de lo mas dulce, un gesto de preocupación expresado de esa manera por parte del pelilavanda valía casi oro. Eran contadas las ocasiones en las que Bryan hacia eso... y sin duda esta lo había dejado sin nada que poderle contestar.
Por su parte el ojilavanda aun meditaba lo que acababa de decir, no acostumbraba a hacer cosas de esa ende, pero en esta ocasión decidió ser un poco mas abierto con lo que pensaba, después de todo si le preocupaba que el pelirrojo se enfermase, de ninguna manera quería verlo mal... y sin saber porque, se lo había hecho saber.
"Gracias" -dijo quedamente el pelirrojo luego de un corto silencio-.
"De nada" -respondió Bryan, lo hizo por inercia pues no sabia porque Yuriy le estaba agradeciendo, quizás ¿Por lo que había dicho antes?-.
Y así ambos caminaron todavía mojándose bajo la lluvia, ya sin cruzar palabra pues era mucho lo que sus pensamientos los tenían presos, captando su atención e impidiendo que pudiesen hablar entre ellos... había tantos sentimientos mezclados que ahora debían poner todo en orden, que difícil es tener al ser amado al lado y sin poderle expresar lo que se siente.
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Sus orbes rojizas se reflejaban en el cristal frente a el, igual que el resto de su rostro y parte de su cuerpo, mientras que su mirada se perdía en las luces de las afueras, donde casas, callejones y algunas edificaciones se podían observar desde aquel piso, realmente la vista era destacable. Se perdía entre el sonido inconfundible de la lluvia caer con cierta fuerza, la suficiente como para hacer que las personas huyesen casi despavoridas de ella, el cielo ya estaba completamente oscuro y quizás ya pasaban de las nueve de la noche.
"Kai" -aquella voz llamo al instante la atención de todos sus sentidos-.
El aludido volteo al instante hacia a un lado, encontrándose en una de las puertas que daban hacia esa pequeña sala de estar al chino, que lucia unos ropajes que se había cambiado y en sus manos traía una toalla de color blanco, le miro acercarse hasta que llego a el y le extendió lo que en manos tenia.
"Toma" -le dijo el ojidorado, ofreciéndole aquel pedazo de tela blanca-.
"Gracias" -fue lo mejor que pudo contestar mientras tomaba entre sus manos la tela-.
Sin más paso la toalla por sus azulados y húmedos cabellos, al tiempo que con algo de esmero intentaba secarlos. Mientras hacia aquello, Rei se aparto de su lado para irse a sentar en uno de los sillones que ahí había. La lluvia les había tomado por sorpresa hacia unos instantes, y aunque se apresuraron a entrar al edificio, esta había alcanzado a mojarlos lo suficiente. Así que al instante el chino le había ofrecido que fuesen a su departamento localizado en una de las plantas altas, mas en el camino casi no hablaron. Al llegar lo primero que hizo el chino fue irse a cambiar de ropa y a Kai solo le quedo esperarlo aunque no fue demasiado el tiempo que tardo. El departamento que rentaba no era una maravilla más si le costaba un precio de considerar. Tenía un baño, una cocina, una sala y una habitación... y por esas cosas vaya que debía pagar una buena cantidad. Pero no podía quejarse pues todo aquello lo había obtenido con la ayuda del pelilavanda.
Salio de sus pensamientos cuando sintió que a su lado alguien se colocaba, y volteo sus orbes hacia Kai, que no le miraba y aun sobre sus hombros seguía la toalla que le había dado para que se secase.
"Vives en un lindo lugar" -comento vagamente Kai, al mirar la sencillez de todo mas la presencia del chino podía hacer de cualquier cosa algo encantador-.
"Gracias, Bryan me ayudo a..." -mas tan pronto como dijo esas palabras guardo silencio, pues no consideraba lo mas adecuado el decirlas-.
Durante un instante el silencio de nuevo se hizo entre ellos, Kai se quito la toalla que estaba alrededor de su cuello y la dejo por ahí, fugazmente dio una mirada hacia un lado y enfoco su vista en una silla, donde su bufanda también húmeda se encontraba, junto con su chaqueta de manga corta. Mas repentinamente se giro hacia el chino, extendió sus brazos y con ellos rodeo el cuerpo del ojidorado, atrayéndolo hacia su pecho suavemente.
"Entonces creo que debo de agradecerle a Bryan el haber cuidado tan bien de ti todo este tiempo" -dijo al fin el bicolor, recargando el mentón sobre la cabeza del pelinegro que estaba apoyada en su pecho-.
"Kai" -susurro apenas Rei, con un color rosado en sus mejillas, realmente no creía que la situación fuese real-.
"Es la verdad... si no fuese por ese idiota tu no estarías aquí... no hubiese tenido la oportunidad de verte de nuevo" -entrecerró los ojos mientras disfrutaba de la cercanía del otro, cuanto había deseado tenerlo de aquella manera-.
"Creo que tengo otro motivo mas para estar en deuda con Bryan" -susurro el chino sonriendo sinceramente-.
Rei se separo un poco del lugar tan cómodo en el que se encontraba para encarar su mirada con la del ruso, y aquel contacto visual no tardo en darse, estaban a tan poco espacio que tampoco el roce que se dio entre sus labios, seguido de un beso dulce y dedicado. No duro mucho y cuando sus rostros se separaron el chino volvió a recargarse en el mismo lugar en el que antes estaba, se sentía tan tranquilo y tan protegido así, entre los brazos al fin de la persona que amaba.
"¿Es cierto?" -pregunto el bicolor, aunque el chino no le había entendido del todo-.
"¿Qué cosa?".
"Lo que Bryan dijo... ¿De verdad te besaba?" -y aunque había intentado pronunciar aquello con calma, el solo hecho ya le molestaba y dejaba ver eso en el tono de voz que utilizaba-.
"¿Eh?... Oh..." -titubeo un poco ante la respuesta que daría- "...si..." -susurro al fin-.
"Hmpf" -espeto claramente con molestia mientras fruncía el ceño-.
"Es que bueno..." -quiso explicarle, después de todo se lo debía ¿No era así?- "Nunca supe porque lo hacia pero deduje que solo era otro de sus juegos... pero entre nosotros nunca hubo algo" -especifico como si creyese que el ruso necesitaba confirmar aquello-.
"Supongo que solo me queda resignarme, no fui el primero en probar tus labios" -dijo al fin, una media sonrisa- "Pero espero ser el único de ahora en adelante".
"Claro que si Kai, yo quiero que seas el primer y ultimo hombre en mi vida" -rectifico las palabras del otro, mas callo al darse de algo en la frase que acababa de decir-.
Las mejillas de Rei adquirieron un tono rojizo muy notorio, mientras que las del ruso se sonrojaron suavemente... y el motivo era tan sencillo, aquellas palabras dichas apenas sin pensarse a la perfección podrían interpretarse de otra manera (especialmente para las pervertidas como yo XD) y es que habían sonado en un sentido que el ojidorado no había planeado.
"Soh... Kai... yo no quería, es decir..." -las palabras se le trabaron por el nerviosismo que tenia-.
Más sintió como una de las manos que sobre su espalda se encontraban, se deslizaba con delicadeza hasta llegar a su barbilla tomándola delicadamente, sintió como el cuerpo del bicolor se alejaba un poco del suyo y como elevaba su rostro para hacer que mirase el de Kai. Sus ojos dorados chocaron con aquellos escarlatas que no tardaron mucho en ocultarse bajo sus parpados, casi al mismo tiempo que sentía los labios del ruso sobre los suyos nuevamente.
Kai le abrazo esta vez mientras que giraba su cuerpo, cambiando de posición y esta vez quedando frente al chino, quien no hizo mas que corresponder esa nueva caricia dada con los labios, pasando sus brazos alrededor del cuello del bicolor mientras que también cerraba sus ambarinas orbes. Era un beso, tan casto e inocente como hasta ahora los habían compartido, mas aquello cambio cuando lentamente la boca del ruso se abrió, dejando pasar su lengua que llego hasta los labios del otro, donde suavemente comenzó a lamerlos obteniendo como resultado que la boca del otro ese fuese abriendo, concediéndole el permiso para entrar. No paso mucho para que diese con lengua del pelinegro y que ambas se tocasen, ahogando un suspiro en las bocas de ambos. El ojiescarlata comenzó entonces a explorar toda esa cavidad húmeda, pasando su lengua por donde pudiese, acariciando de vez en cuando la del chino, más cuando palpo con ella el paladar de este, el ojidorado dejo escapar un gemido que apenas y si murió en la boca del bicolor. Todos tenemos una parte sensible, oídos, cuello quizás... pues bien la de Rei era esa muy poco usual pero una caricia totalmente intencionada hacia ese lugar de su boca sin duda hacia que casi se derritiese. Y para Kai eso ya era una señal para continuar con lo que tenía pensando hacer.
El ruso se despego de aquella boca, comenzando suavemente a besar las mejillas de Rei, que debido al sonrojo que conservaban se sentían mas tibias de lo normal. Comenzó con un camino de besos que llego hasta el cuello del pelinegro que beso con afán, comenzando a probar aquella piel.
"¿Kai?" -Rei pregunto entrecortadamente, había quedado agitado por aquel apasionado beso, y ahora la acción que estaba haciendo el ojirojo también comenzaba a robarle el aliento-.
Al escuchar su nombre dicho de aquella forma, como si fuese una pregunta que pedía el saber de sus acciones, Kai subió hasta llegar al oído del chino, donde dejo chocar su calido aliento con el de este.
"Rei déjame... déjame mostrarte de cuantas maneras puedo amarte" -le susurro suavemente, y sintió como ante sus palabras el cuerpo entre sus brazos se estremecía-.
El sonrojo en las mejillas del chino se volvió aun mas intenso, mientras sentía como los labios del bicolor regresaban a su cuello besando con suavidad, Rei cerro los ojos al tiempo que suspiraba e inclinaba su cabeza hacia un lado, dándole mas espacio al ruso para actuar, y al mismo tiempo que también le daba una afirmación a la petición que el otro hacia hecho. Kai inclino su peso hacia delante, obligando al ojidorado a retroceder hasta que su espalda quedo sobre el asiento del sillón en el que estaban, los brazos del ruso que permanecían en su espalda se retiraron con suavidad, mientras el ojirubí colocaba los codos a los lados de su cabeza, buscando un soporte con eso y así mismo ambos intentaban acomodar sus cuerpos en aquel espacio tan reducido como para moverse a su entera libertad.
Dejando su cuello los labios del ruso se posaron de nuevo sobre los del ojiambarino, donde suavemente comenzó a rozarlos para después intimar hacia un beso mas apasionado de nuevo. Las níveas manos de Kai se encargaron de deslizarse hasta el pecho lenta y suavemente, acariciándolo casi al tiempo que mantenía el equilibrio apoyándose sobre sus rodillas, que se encontraban a los costados del chino, atrapándolo bajo el. Sus lenguas se degustaban la una a la otra con algo de desesperación, mientras que las manos del ruso se encargaban de ir abriendo la camisa china con algo de delicadeza, esperando para poder sentir esa piel acanelada que tanto había deseado tocar casi en el mismo instante en el que había visto por primera vez al chino. Lentamente y sin poder resistirlo despego sus labios de los del otro, abandonado su boca nuevamente y esta vez yendo a parar a aquel pecho descubierto, y ya muy pronto lograría despojar al chino de aquella camisa por completo. Se encargo de ensalivar, lamer y disfrutar de aquella piel a placer mientras que escuchaba como Rei dejaba salir suspiros completamente audibles y a veces algún pequeño gemido, todo eso solo lo incitaba más a seguir.
El ojidorado permanecía con los parpados cerrados, disfrutando completamente de aquella tibia lengua que se paseaba por su torso, era una sensación tan placentera y excitante que no podía evitar dejar salir ahora tenues gemidos de sus labios al tiempo que su respiración se agitaba mas. De un momento a otro junto fuerzas y colocando sus manos sobre los hombros de Kai empujo al ruso hacia delante mientras que el mismo se incorporaba apoyándose en sus rodillas. Ante aquella acción las rojizas orbes de del bicolor se abrieron con sorpresa, mas los labios de Rei atraparon los suyos al instante y sintió como las manos del chino que estaban en sus hombros comenzaban a descender hasta meterse bajo su camisa y comenzar a subir llevándose la consigo. Separaron sus bocas mientras que el mismo Kai se encargaba de librarse de aquella prenda que le estorbaba, aunque la camisa china de Rei desde hacia mucho que había ido a dar al suelo. Se miraron a los ojos perdiéndose por un instante en la mirada del otro, respiraciones agitadas, rostros sonrojados y miradas ansiosas y desesperadas. Se fundieron nuevamente en otro beso y en un abrazo también, sintiendo el roce de sus pechos desnudos y el contacto entre sus pieles, tan deseado, tan embargante, tan excitante.
El beso se corto, mientras que Rei recargaba su mentón en uno de los hombros del bicolor, escondiendo su rostro en la curvatura de este, permaneciendo abrazados solamente disfrutando de todas las sensaciones que les recorrían solo por estar de aquella manera juntos.
"Kai..." -susurro el chino, aferrando sus manos a la espalda de este con delicadeza- "¿Por qué haces esto?" -pregunto con dulzura, mas con un toque de ansiedad por escuchar las siguientes palabras del otro-.
El ruso suspiro ante la pregunta, mientras cerraba los ojos pensando mejor en la respuesta, aun regocijándose por el calor que emanaba del cuerpo entre sus brazos, y el olor natural del chino que le llegaba sutilmente a la nariz.
"Porque..." -comenzó el con calma- "Porque he sido un idiota que ha sufrido mucho sin ti todo este tiempo, porque soy un maldito afortunado al tener tu perdón, porque he sido bendecido con un amor que no merezco... porque quiero entregarme a ti en cuerpo y alma... porque quiero que sepas cuanto te amo" -termino, son una ligera sonrisa adornado sus labios, había querido decir palabras como esas dedicadas a su ahora chino, desde hacia ya demasiado tiempo-.
Ante aquellas tiernas palabras Rei no pudo mas que sino sonreír con sinceridad y alegría, ahora se sentía tan seguro de lo que iba a hacer, tan seguro de que sus sentimientos hacia Kai eran verdaderos, tan seguro de los sentimientos mismos del bicolor hacia el. Beso suavemente el níveo cuello del ruso para después enderezarse y buscar los labios del otro con los suyos. Entre caricias, besos y suspiros terminaron deshaciéndose de aquellas ropas que ahora tanto incomodaban, las cuales quedaron esparcidas por el suelo y poco les importo saber donde habían caído. Lentamente el ojidorado quedo recostado de nuevo, mientras y con todo el cuidado del mundo el bicolor se colocaba y acomodaba sobre su desnudo cuerpo, haciendo que sus pieles entrasen en un contacto pleno que fue imposible contener el gemido de satisfacción que salio de ambas bocas. Sentir la piel del otro, su calor, su suavidad era sencillamente un goce que no habían imaginado antes, había tanto amor de por medio y tanto deseo que muy fácilmente les nublaría la razón, sus despiertos miembros no eran mas que una prueba de que necesitaban terminar pronto con aquello, ya no podían esperar por poder completar aquella unión que tanto deseaban.
El chino beso suavemente los labios de Kai, para después dirigirse hacia su cuello y besarlo de la misma forma como instantes antes el bicolor le había besado a el, sin perder tiempo el ruso se llevo tres dedos a la boca mientras el chino le besaba, y se encargo de ensalivarlos completamente, con cuidado bajo la mano acariciando a su paso la hermosa piel acanelada de Rei, con algo de esfuerzo la situó entre los glúteos el pelinegro los cuales separo con delicadeza buscando aquella entrada hasta que dio con ella, introdujo un dedo sin premura y noto como el chino dejaba de besarle al tiempo que dejaba escapar un quejido de total incomodidad. Se giro hacia un lado para ver el rostro del otro, y no tardo en ver en aquellos ojos dorados la molestia, mas se acerco besándole dulcemente en los labios y sintiendo como era correspondido poco a poco.
Rei cerro los ojos al sentir como aquel intruso dentro de su cuerpo comenzaba a moverse con suavidad, causándole un ligero dolor sin duda alguna, lo sentía moverse de un lado hacia otro, circularmente y comenzando a entrar y salir después con ligereza. Quiso centrarse mas en el tierno beso que el bicolor le obsequiaba y trato de ignorar como un segundo dedo se le unía al otro, mas un quejido leve contra los labios del otro le delato. Cuando un tercer dedo se les sumo a los otros dos ya no hubo queja, Kai lo estaba haciendo todo con tanto cuidado que el dolor ya había cesado y comenzaba a acostumbrarse a aquello.
El ojiescarlata considero que ya era suficiente preparación, pues al ver al chino tan relajado no dudo que el momento ya hubiese llegado. Separo sus labios de los del Rei y los dirigió al oído de este, lamiendo con ligereza su lóbulo.
"No te obligare a nada..." -susurro apenas, pues sin duda estaba agitado- "¿Estas listo?" -pregunto consideradamente-.
¿Qué si estaba listo decía?... ¡Claro que lo estaba! No lo sabia si físicamente, pero al menos estaba consiente de que en su corazón y mente lo estaba, amaba tanto a Kai que aquello era una de las cosas mas hermosas que podría compartir con el.
"Si" -murmuro decididamente-.
Una pequeña sonrisa se poso en los labios del bicolor, mismos que besaron al chino cortamente para después comenzar a incorporarse, quedando apoyado sobre sus rodillas mas la vista que tuvo del ojidorado le dejo completamente sin aire. Definitivamente era una visión que solo en sus mas locas fantasías había tenido, ahí tendido bajo el, con su hermoso cuerpo completamente expuesto, su miembro tan erguido como el suyo, sus mejillas ardiendo, su boca ligeramente entreabierta, y una mirada tan tímida e inocente en sus ojos completaban aquella imagen tan sensual y bella (oh si, soy una depravada, déjenme me traigo un platito para la baba porque se me cae xD). Por su parte Rei, al enfocar el oro de sus ojos sobre el cuerpo de blanca piel que ahora se exponía frente a el, sintió como aun mas el sonrojo de sus mejillas crecía si es que aquello era posible, el cuerpo de Kai era tan perfecto como solo el mismo bicolor podría serlo, su piel tan blanca, hermosamente pálida, su pecho y músculos bien marcados, sin duda aquello era algo que le quitaba el aliento, mas cuando enfoco su atención en la mirada fija del ruso que estaba sobre si mismo, desvió la vista en un gesto tenuemente avergonzado, todo esto era tan nuevo para el.
Kai sonrió levemente ante el gesto del otro, y hubiese observado más la hermosura del cuerpo de acanelada piel, si no fuese porque su propia necesidad le pedía a gritos hacer suyo al chino. Con suavidad coloco las manos sobre las caderas del pelinegro atrayéndolo hacia el hasta que su excitado miembro choco contra los glúteos del ojidorado, quien dejo salir un gemidillo al sentirlo, deslizo sus manos por las piernas de Rei, acariciándolas y al mismo tiempo colocándolas alrededor de su cintura y sintiendo como el chino por si mismo las cerraba. Esta vez llevo sus manos hacia los glúteos del chino y comenzó a separarlos mientras colocaba su miembro en la entrada ya dilatada.
Rei aferro las manos en los bordes del sillón cuando sintió que el ojiescarlata comenzaba a entrar, cerro los ojos fuertemente y comenzó a soltar tenues quejidos en un intento por disminuir el dolor, mas Kai estaba entrando suavemente, con mucho cuidado en su interior, por lo cual sentía que el dolor podría ser soportado si se esforzaba y resistía. No supo cuanto tiempo estuvo quejándose, ni cuantas veces inhalo aire profundamente, o cuando un par de lagrimas ligeras rodaron por sus mejillas, mas si sintió cuando ya tenia casi todo el miembro del bicolor en su interior, y suspiro intentando acostumbrase a el. Pasaron varios minutos mas antes de que aquella sensación tan placentera se hiciese presente, pero cuando lo hizo una suave sonrisa apareció en su rostro sonrojado, se sentía tan bien ahora.
Kai estaba completamente perdido en la sensación, en aquella tibieza que le envolvía de una manera estrechamente deliciosa, que apenas si podía creer que aquello estuviese pasando, que estuviese haciendo suya a la persona que mas amaba, a la única. Era algo verdaderamente especial, una entrega por parte de ambos más que nada significativa y simbólica, no había duda alguna de lo mucho que ambos se amaban. Se percato de la sonrisa que aparecía en los labios de su chino y capto la señal al instante. Suavemente comenzó a moverse, arrancando unos cuantos gemidos de la boca de Rei, más haciéndolo todo con delicadeza pese a que deseaba ir más rápido. Conforme iba moviéndose comenzó a embestir con sutileza, empezando el también a dejar salir algunos gemidos, sintiendo la estrechez y calidez del ojidorado. Mas sus movimientos no tardaron demasiado en aumentar de ritmo, haciendo estremecer al cuerpo bajo el.
"¡Ahh!... ¡Aahh Kai! .¡Kai!" -Rei aferraba con fuerza sus manos hacia el sillón, sin poder evitar dejar salir el nombre de su ruso con desesperación- "Kai... mas, mas... ¡Rápido!" -suplico, deseoso de sentir más fricción con aquel miembro que tenia dentro de si-.
"¡Hnm!" -exclamo apenas, mientras tomaba con mas firmeza las caderas del chino y comenzaba a entrar y salir con mas rapidez que antes, haciendo caso a la petición del pelinegro-.
Las embestidas aumentaron de intensidad al mismo tiempo que todo el lugar se llenaba de gemidos y algunos gritos llenos de placer. El ojirubí sacaba su miembro casi por completo, para después con fuerza e ímpetu volverlo a meter dentro de Rei, escuchando como gemía ante aquello, inicio a moverse aun mas rápido, entrando y saliendo con mas brusquedad y embistiendo con mas fuerza, gimiendo ante la poca holgura del chino que le oprimía de una manera deliciosa aunque un tanto dolorosa, Rei era auntan estrecho que le hacia desear ser el mismo quien después acabase con ese "problema".
Rei estaba que no cabía en si mismo, sentir a Kai penetrarlo de esa manera tan intensa le daba mas placer del que podía soportar, esa exquisita sensación de vació que dejaba cuando salía para después dar paso a la sensación de sentirse completamente lleno por el bicolor cuando volvía a entrar era algo que sencillamente no podía resistir, y su vista cristaliza casi se nubla cuando sintió una de las manos del ruso cerrarse sobre su expuesto miembro, comenzando a moverse de arriba hacia abajo masturbándolo con dedicación, para que después aumentase el ritmo de las arremetidas que le daba el bicolor, haciendo que disfrutase casi al doble del acto que estaban llevando a cabo.
"¡Kai! Aaahhh... ya... ya.. ¡Aah!." -intentaba hablar entre los gemidos entrecortado que salían de su boca- "... no puedo..." -termino apenas de decir, pues otra estocada le hizo gemir con intensidad-.
El ruso entendió a la perfección las palabras de su ahora amante, y no iba a negar que el mismo también estaba por llegar a su clímax, así que puso aun mas afán en masturbar el miembro del ojidorado mientras que sacaba y metía su excitación en la calida cavidad de Rei, gimiendo al sentirla apretarlo con aquella angostura de sus adentros, tan suaves y ardientes al mismo tiempo. Por unos instantes el gozo nublo la razón del pelinegro, sintiéndose llegar hasta el cielo mismo mientras dejaba esparcir su semilla que baño la mano del bicolor y mancho los vientres de ambos. Justo cuando Rei llego a su auge, sintió como su miembro era presionado con más fuerza, así que haciendo uso de las energías que le quedaban salio para después volver a entrar con gran frenesí, quedándose quieto mientras su esencia se esparcía dentro del pelinegro, quien al sentir el caliente liquido en sus adentros solo pudo suspirar con satisfacción. El ojiescarlata soltó su miembro mientras que se inclinaba ligeramente hacia atrás, respirando aun agitadamente.
Permanecieron unos minutos inmóviles, recuperando el aliento. La fuerza que Rei usaba al sostener los bordes de aquel sillón desapareció, mientras que sus piernas lentamente soltaban al cintura del bicolor. Por su parte Kai saco su ahora flácido miembro de los sutiles adentros del chino, quitando la mano que un permanecía en la cadera de este. Mientras normalizaban sus respiraciones y asimilaban la situación, el bicolor comenzó a lamer su mano limpiándola donde los restos del blanquecino liquido del ojidorado habían quedado, degustando el sabor de su chino. Cuando las cosas ya se hubieron normalizado mas, volvió a recostarse sobre aquel cuerpo con cuidado, esta vez pasando sus brazos por la espalda de Rei, y haciéndolo girar hacia un lado, la espalda del chino quedo sobre el respaldo del sillón donde se apoyo aun con los brazos del ojirubí rodeándole, sus piernas quedaron entre las de Kai ambas ligeramente flexionadas. Coloco sus manos sobre el torso del ruso y ahí se acomodo, sintiendo como el bicolor besaba su cabeza con ternura.
"Rei" -le llamo luego de todo ese tiempo, con suavidad-.
"¿Si?" -respondió el aludido, con un tono cariñoso-.
"No quiero volverme a separar de ti... por favor, promete que siempre estaremos juntos" -pidió, recordando lo mal que la había pasado todos esos meses, al saberse amado por su neko y sin embargo alejado de el y sin poderle corresponder-.
"Lo prometo, siempre estaremos juntos" -sonrió dulcemente, cuanto había deseado escuchar tales palabras del ruso- "Kai... Ya tebya lyublyu" -y su sonrisa aumento después de decir esa frase-.
Al escuchar aquello Kai parpadeo por un instante disfrutando de ello, sin duda alguna esas palabras se escuchaban bien viniendo de Rei.
"Wo ai ni Rei" -respondió dulcemente el otro, haciendo que las orbes doradas del chino se abriesen con sorpresa-.
"¿Dónde aprendiste...?" -no termino de preguntar, pues el otro le corto-.
"No eres el único que practica otro idioma" -aclaro con suavidad- "Descansa" -ordeno sin ser necesariamente una orden-.
Rei asintió, levantando el rostro hasta donde estaba el del ruso, besando efímera pero dulcemente sus labios, para después regresar al calido refugio que tenia en su pecho. Kai tan solo sonrió, como pocas veces en su vida... con felicidad. Apretó un poco mas el cuerpo del ojidorado que estaba en sus brazos contra si, cerrando sus orbes rubíes pesadamente, pero aun conservando esa sonrisa en los labios.
Al poco tiempo ambos quedaron dormidos gracias al inevitable cansancio que tenían, por lo cual no fue muy difícil que se durmiesen con rapidez, mas el que descansasen bien y tranquilamente se debía a que estaban juntos, a que sabían que se amaban... ahora si estaban completos y a su alma nada le hacia falta.
Continuara...
CcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcC
Wiiii ¿Qué les pareció el lemon? A mi en lo personal me gusto n¬n no se fijen quedamos en que soy una pervertida degenerada y blasfema así que no hay problema, aunque si tuve muchas complicaciones a la mitad y ya no podía seguir pero luego de desesperarme, pude acabar y me siento orgullosa XD ¿Alguna queja con el lemon? Solo avísenme y ya XD respecto al fanfic... oh si, se que puse a Kai como un sentimental enfermo de primera, y que? .¿Acaso han estado enamoradas perdidamente? .¿No? pues ni yo pero se ha de sentir bonito y seguramente la forma de actuar de Kai es mas que normal ñ.ñ Por cierto ¿Vieron que escribí mas? Pues como dije es parte de mi campaña de "Escribir mas y mejor" y pues ahí mas o menos voy al paso para eso de escribir mas porque sabemos que jamás podré escribir mejor XD neh como sea ¡Adivinen una cosa! El fic se nos acaba, si señoras, señoritas y seños (para no meternos tanto en detalles XD) el siguiente capitulo es el final ¡Y díganle adiós a "Una gota de lluvia"! en serio voy a llorar, adoro este fanfic pese a todo, será duro darle el final pero bueno, todo lo que empieza tiene que acabar (no, en serio?) y pues ya fue suficiente de mi ¡Nos vemos en el siguiente y ultimo capitulo! Y.Y ya me puse sentimental. Por cierto le pido una disculpa a Galy porque en el capitulo pasado no agradecí su review ¡Se me paso! X.x lo siento tengo siempre tengo la cabeza en otra parte y pues se me paso, y para colmo no es la primera vez que esto me ocurre ú.ù espero me disculpes no lo hice con mala intención.
Y ahora, paso a agradecer enormemente sus reviews a:
Galy
Sandy H.K
Naru Narusegawa Hiwatari
Murtilla
Alexa Hiwatari
Princess Kushinada
Nadryl
Aniat Hikoui
Lady Hiwatari
Agumon girl
Cerry
Angy B. Mizhuara
Birthy
Susaku-sama
Annya Hiwatari
Y bueno mis bien amadas lectoras eso es todo por hoy, espero que el capitulo haya sido de su agrado y nos vemos en otro de mis fanfics si es que me tienen paciencia para esperar a que vuelva a actualizar ñ.ñ ¡Se cuidan! Y gracias por leer.
Atte. Celen Marinaiden. "Si me enseñaste a vivir ahora enséñame a morir..."
