He aquí el final tan poco esperado de este fanfic ;.; snif, snif... juro que no quería terminarlo pero como bien aprendimos de Matrix: Todo principio tiene un final, y pues... este es el final de mi amado fanfic u.u espero que les vaya a gustar.

"..." diálogos

'...' pensamientos

(...) cuando yo diga algo

CcCcCcCcCcCc cambio de escena

Ahora los datos del fic:

Titulo: Una gota de lluvia. Ay como adore esta gotita de lluvia T.T

Genero: Shonen-ai, yaoi... y pues... lo mismo de siempre hasta el final XD

Parejas: Kai x Rei y Yuriy x Bryan. ¡Si se pudo, si se pudo! xD

Disclaimer: Pues desde que empecé este fanfic hasta ahora que lo estoy terminando... Beyblade sigue siendo de Aoki Takao que yo sepa ¬¬ así que no me demanden please.

-.-.-. Dame una pluma vieja y una servilleta

Siéntate a mi lado y duérmete en mi inspiración... .-.-.-

Capitulo X: La calma...

Paso la toalla por su cabello rojizo, quitando los excesos de humedad que este tenia, mientras que caminaba por los pasillos sin el mas aparente animo alguno, afuera llovía torrencialmente y con claridad podía escuchar el golpetear de las gotas de agua de manera insistente, si el mismo acababa justo de salir de aquella tempestad y a manera de no enfermarse hizo lo mas lógico que se le pudo ocurrir: Tomar un simple y sencillo baño llano que recuperase la temperatura normal que su cuerpo debía tener. Llego hasta una pequeña sala de estancia que normalmente solo utilizaban los miembros de importancia en la abadía, y eso incluía al jefe de jefes (hey nada que ver con una canción que tenga esa frase XD) que era claramente Kai Hiwatari, a los "subjefes" que resultaban ser Yuriy Ivannov y Bryan Kuznetzov, y a algunas personas mas que implicaban ser de importancia para el mantenimiento correcto de la abadía y de los chicos que en ella vivían, bajo la dirección de Hiwatari el lugar había cambiado bastante y sin duda alguna se podría decir que para un bien.

Yuriy se sentó en uno de los sillones dejándose caer pesadamente, aun llovía afuera por lo que le era imposible siquiera pensar en la posibilidad de salir, además ya había oscurecido, mas ¿Para que querría el salir? Bueno tenia una muy buena razón que en ese momento le estaba inquietando de sobre manera. Aun pasando la toalla intentando secar sus cabellos rojizos que ahora lucían alborotados y sin cuidado alguno de ser peinados, escucho algo que llamo su clara atención, el sonido inconfundible de pasos y al girarse para ver quien había entrado sus ojos azules dieron un ligero chispazo de felicidad, desde que había puesto sus sentimientos en claro sin duda alguna se sentía completamente mas lucido y mejor.

Bryan había entrado observando el al pelirrojo secar su cabellera de manera poco esmerada, aparentemente pensando en otras cosas y seriamente ya se temía que fuesen ser aquello que ocupaba la mente del ojiazul... Kai, el idiota de Hiwatari no estaba ¡No había llegado aun! .¿Que hora seria ahora? Quizás mas de la media noche y media, cerca de la una de la mañana y ni señas de que el bicolor se fuese a aparecer. Cuando Yuriy y Bryan habían llegado mojados de esa lluvia lo primero que habían hecho era tomar un baño o cambiarse de ropa en el caso del ojilavanda, sin embargo habían constatado antes la ausencia del heredero Hiwatari y ahora, cuando se suponía que ya debía de estar ahí en realidad se encontraba perdido en ve a saber cual que lugar. Y sin duda Bryan sabia que ahora el chico que llamaba "mejor amigo" estaba más que preocupado por la ausencia no anunciada del bicolor, pero por su parte Bryan estaba más que molesto ¿Cómo se atrevía Kai a preocupar de aquel modo a su ángel? Si el pelilavanda pudiese, le evitaría toda pena y dolor a Yuriy, desgraciadamente eso no estaba en sus manos.

"Y supongo que el idiota no ha llegado" -replico Bryan, casi gruñendo-.

"No, ese Kai... si tan solo trajese un teléfono móvil consigo al menos podríamos llamarle" -dijo resignado, suspirando después a lo que el pelilavanda se molesto aun mas-.

"Deberíamos ir a dormir, que Hiwatari llegue cuando quiera pero nosotros no seremos sus idiotas y lo esperaremos" -replico el, cruzando los brazos de mala gana-.

"Lo se... pero se me hace tan extraño que no llegue ¿Dónde esta? .¿Y si algo malo le paso?" -Yuriy realmente y hasta cierto punto se veía abatido-.

"No Yuriy no le ha pasado nada malo" -dijo de una manera bastante reconfortante- "Ya sabes que el se puede cuidar solo, así que no te preocupes tu noviecito esta bien" -replico, con algo de acidez en la ultima palabra-.

"Oh..." -mas en cuanto escucho precisamente la ultima palabra que el ojilavanda se había encargado de acentuar, una idea regreso a su mente la cual se suponía desde hacia ya mucho debía haberle dicho al otro- "Si me preocupo por el, pero no es mi noviecito" -bajo la cabeza, sonriendo con cierta melancolía aunque no supo porque fue causada-.

"¿Qué?" -la pregunta broto por si sola de su garganta-.

"Lo que oíste" -Yuriy levanto la vista para encarar la mirada del otro, y en los labios del pelirrojo una ligera sonrisa se mantenía- "Hoy terminamos... tenias razón, era solamente una pequeña obsesión de mi parte".

Bryan se quedo sin saber que hacer, la noticia acababa de caerle como balde de agua fría encima... era algo tan irreal que le pareció que las palabras que acababa de escuchar no se trataban mas que de una mera mentira. Pero se deshizo de la idea al instante, el bien sabia que Yuriy no solía jugar de aquella manera cuando de asuntos serios se trataban, pero ahora ¿Qué haría? .¿Que debía pensar? .¿Que le diría ahora?

"Lo siento" -¡Oh! Pero que genial frase tan mejor estructurada y pensada-.

"¿Por qué?" -más animado el ojiazul pregunto-.

"Pues porque supongo que lo tengo que sentir" -dijo de una forma tan... tan... suya...-.

"Hmpf estúpido" -se rió un poco Yuriy-.

"Hmpf imbécil" -respondió el otro comprobando satisfactoriamente que el pelirrojo no estaba dolido con su aparente ruptura con Hiwatari-.

"¿Se puede saber porque me insultas?" -refuto divertido el ojiazul, dejando por fin la tarea de secar sus rojizos mechones-.

"¿Y se puede saber porque me insultaste tu primero?" -dijo Bryan, sentándose al lado del pelirrojo a una distancia prudente-.

"Por diversión" -enarco las cejas sonriendo-.

"Nunca cambias" -respondió sonriendo con algo de sarcasmo- "Y dime..." -no quería cambiar el tema, pero debía saber- "¿Cómo paso? .¿Porque?" -no podía evitar su curiosidad-.

"Eh..." -al instante había entendido las preguntas del otro, así que se tomo un poco de tiempo para poder responder mejor- "Pues... Lo pensé mucho y pasaron algunas cosas que me hicieron darme cuenta de que Kai no era la persona que quería... además estoy seguro de que Kai tampoco me amaba" -y era verdad, luego de meditarlo un poco había llegado a esa resolución-.

"Maldito Hiwatari... ese estúpido" -apretó los puños con fuerza mas después los relajo, no era nada conveniente que el otro notase cuanto le molestaba eso, y sencillamente era porque Kai había tenido en sus manos lo que el tanto había deseado- "¿Y como se lo tomo?".

"Bien... bastante bien" -frunció el seño de manera graciosa- "Pero creo que fue mejor así, no se que hubiese pasado de enojarse".

"Seguro que hubiese querido matarte a ti o al bastardo por el cual lo dejabas" -comento riéndose, aunque no sabia hasta donde llegaba la verdad de sus palabras-.

Yuriy le miro con la clara ansiedad en los ojos, sabia que tenia que decirle... debía decirle, era una necesidad que el lo supiese y aunque le rechazase al menos habría tenido el valor de confesar sus sentimientos que a fin de cuentas era lo que le importaba, sabia que Bryan no era para el y que jamás lo seria pero pese a todo ello debía decirle, no sabia cuanto tiempo mas podría guardar silencio y hacer caso omiso a ese sentimiento que apenas había descubierto pero que tenia casi toda una vida dentro de su ser.

Mas el pelirrojo mordió sus labios para callar lo que quería decir. Ya habría mas tiempo, ya después tendría la oportunidad.

"Y tu... ¿Cómo te sientes?" -quiso indagar después Bryan, rompiendo el corto silencio que entre ellos se había formado-.

"Bien supongo, fue lo mejor" -sonrió ligeramente-.

"Y... ¿No sufriste a su lado?" -arqueo una ceja mirando con impaciencia al otro-.

"Es raro pero, no... Kai nunca me hizo sentir mal, hasta eso que es buen novio" -se echo a reír de buena gana- "Pero después de todo no es la persona que quiero".

"Ah ya llegara... tu por eso no te preocupes" -y coloco una mano sobre el hombro del pelirrojo en señal de apoyo-.

Al sentir aquel contacto lo único que Yuriy pudo hacer fue sonreír con un deje de ternura, y sus orbes azuladas brillaban con un sentimiento que el otro no supo descifrar, pero sin embargo que casi provoca un ligero sonrojo por la intensidad con la cual lee estaba mirando.

"Gracias" -murmuro Yuriy-.

"¿Por qué?" -pregunto como el mismo tono suave que había utilizado el ojiazul-.

"Por ser mi amigo, por estar conmigo" -dijo el, conservando en sus labios una de esas sonrisas que tan encantador le hacían verse-.

"No seas tonto... sabes que siempre estaré aquí" -le dijo Bryan, y aunque fuese raro sus palabras tenían un trasfondo muy dulce-.

Ambos intercambiaron miradas muy suaves, extraño hecho entre ellos pues era muy poco común que eso ocurriese. Más prefirieron no decir nada mas, esta vez las palabras salían sobrando aunque realmente no estaban seguros siquiera de que era lo que se estaban diciendo. Hasta que al fin luego del silencio Bryan dejo escapar un ligero suspiro mientras se ponía de pie para luego girarse quedando casi frente al pelirrojo.

"Vamos" -dijo aunque el otro no le entendió-.

"¿A dónde?" -Yuriy frunció el seño ligeramente-.

"Pues a dormir... no se tu pero yo no voy a estar como idiota esperando a Kai, por mi que se lo trague la tierra" -y su tono de voz había sonado con tanto cinismo que sin duda lo había dicho el-.

"¡Bryan!" -le regaño divertido-.

"Oh esta bien, que se pierda solamente por las calles... bueno ¿Vienes o te quedas?".

"Voy" -y al ver como Bryan estiraba su mano en un claro ademán que indicaba que le ayudaría a pararse, la acepto- "Gracias".

Bryan tan solo hizo un gesto y comenzó a caminar hacia la salida de la habitación, seguido muy de cerca por el pelirrojo. Y así juntos avanzaron por unos cuantos pasillos mas.

"Oye Bryan... y si Kai no llega ¿Qué vamos a hacer?".

"Dormir" -dijo muy quitado de toda pena-.

"Esta bien, pero si mañana no se presenta comenzare a preocuparme" -sonrió ligeramente-.

"Bueno, solo por tratarse de ti, me preocupare un poco contigo" -dijo con un tono de voz bastante neutral-.

Yuriy sonrió mas, negando ligeramente con la cabeza... había tantas cosas que conocía del pelilavanda, sabia mucho más de Bryan que de lo que conocía de Kai... y eran esas mismas cosas las que ahora le hacían saber porque quería a Bryan de aquella manera ¿Amor? Quien sabe si lo era, pero se le parecía mucho.

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El sol hacia poco que había salido, dándole un poco de calor a un lugar tan frió como era Rusia, por la amplia ventana se colaba la luz solar iluminando casi por completo aquella habitación y muchas otras que también contaban con ventanas. Frunciendo ligeramente el seño por la molestia de la luz, poco a poco fue abriendo sus ojos revelando unas orbes rubíes de un profundo color, que ahora lucían un tanto adormiladas. Parpadeo un par de veces para acostumbrar su mirada a la luz, apenas si recobro la conciencia de si mismo pudo percibir la tibieza de un cuerpo junto al suyo, la suavidad de una tersa piel pegada a la suya. Al instante sonrió pues aquello le decía que no había tenido un sueño mas, bajo la vista para encontrarse con el rostro dormido de Rei, algunos mechones negros desordenados por su fisonomía se apreciaban, se veía tan calmo e inocente, sin duda angelical. Con cuidado deslizo una de las manos que tenia sobre aquella acanelada espalda y la llevo a una de sus mejillas acariciándola con sumo cuidado, apenas rozándola con sus dedos. Mas prontamente en los labios del otro una sonrisa se curveo.

"Hmm... ya despertaste" -murmuro suavemente el chino, aun permaneciendo con los ojos cerrados-.

Los ojos rojizos del bicolor se abrieron con un tanto de sorpresa pues definitivamente no se esperaba aquello, mas pronto el asombro paso tan rápido como había llegado y nuevamente se relajo.

"¿Hace cuanto que lo hiciste tu?" -pregunto con suavidad, mientras una ligera sonrisa se formaba en sus labios-.

"Creo que ya tiene tiempo..." -y al fin aquel par de orbes doradas cual soles se abrieron para alegría del bicolor enfocando su brillantez sobre el, mirándole con una pureza ámbar divina- "Y tu... ¿Acabas de despertar?".

"Si" -susurro mientras de nuevo acariciaba aquella acanelada mejilla-.

"Me parece que estoy soñando" -casi ronroneo aquellas palabras, gesto que hizo que el ojirojo tan solo le adorase mas-.

"También yo" -susurro de una forma tierna-.

"Bueno entonces no hay que despertar" -dijo Rei mientras cerraba los ojos nuevamente-.

Ante el gesto el bicolor tomo con un poco mas de firmeza la mejilla que antes acariciaba y la atrajo hacia su rostro, donde junto sus labios con los del chino en un beso tranquilo, suave. Como pudo el ojidorado saco sus brazos de ambos cuerpos para pasarlos alrededor del cuello de su ruso abrazándolo delicadamente, mientras que sentía como Kai se daba paso entre sus labios a través de su lengua la cual se introdujo en su boca con delicadeza, con gusto la acaricio con la suya de manera calmada. Lentamente se separaron mirándose a los ojos de manera profunda, llena de sentimientos que solo ellos podrían ver y comprender en aquel momento tan etéreo y bello.

"Creo que podría dormir para siempre" -susurro Rei, haciendo una alusión hacia lo antes dicho sobre el sueño-.

"Dormiremos juntos de ser así" -Kai no podía imaginar momento mas perfecto y mas dicha que la que aquella ahora estaba pasando-.

"Oye Kai" -el chino cambio un poco la expresión de su rostro, mientras que sus brillantes ojos adquirían algo de seriedad y con delicadeza una de sus manos acariciaba aquel cabello bicolor de sedosas hebras azuladas- "Estaba pensando... ¿Y Yuriy? .¿Qué vas a decirle? .¿Que vamos a decirle?" -y ahora una chispa de preocupación se asomaba por su ámbar mirada-.

"No hay porque darle explicaciones" -frunció con ligereza el seño-.

"Pero Kai" -entrecerró los ojos- "¿Qué va a decir? Terminas con el y no esperas si quiera un día cuando ya estas conmigo... va a odiarme y ni hablar de cómo se siente ahora... debe estar muy mal" -la preocupación estaba perfectamente enmarcada en sus ojos-.

"Hmmm... no creo que le inquiete" -divertido con la reacción del oriental, Kai negó suavemente con la cabeza- "Fue Yuriy quien termino conmigo".

"¿En serio?" -el chino parecía inocentemente sorprendido-.

"Si".

"Vaya... eso me parece extraño, se veía que te quería mucho... y ustedes dos se veían tan bien juntos" -murmuro un algo de pesar por el recuerdo-.

"No pienses tonterías..." -de nuevo acariciaba su mejilla- "Olvida ya eso".

Y sin darle tiempo de replicar, Kai atrapo sus labios nuevamente en un beso evitando así cualquier queja que Rei pudiese dar. Una de sus manos bajo por la suave y acanelada espalda del oriental, acariciando con delicadeza y deteniéndose en su cintura, donde la rodeo y atrajo mas hacia si haciendo que sus cuerpos que de por si ya estaban juntos, entrasen aun en un mayor contacto. Un suave gemido salio de los labios del chino más murió en la boca del bicolor. Se separaron un tanto agitados mirándose a los ojos.

"¿Sabes? Mejor nos podemos de pie ya, o si no terminare haciéndote el amor de nuevo" -y ante la poco inhibida confesión del otro, el rojizo en las mejillas del ojiámbar aumento-.

"..." -mudamente Rei asintió con el rostro teñido de escarlata-.

Kai soltó el cuerpo calido del otro de entre sus brazos, dándole espacio al pelinegro de incorporarse en aquel sillón, quien quedando sentado atrajo las rodillas hacia su pecho donde las rodeo con sus brazos, aun un tanto apenado por la nueva faceta que ambos ahora estaban conociendo el uno del otro, como amantes. Cuando sus ojos dorados y por accidente repararon en el reloj de pared que estaba frente a ellos, dejo salir una exclamación que alerto al otro.

"¿Qué pasa?" -al instante Kai se giro para mirar al chino-.

"Es tarde, tenia que estar en mi trabajo a las ocho ¡Tengo media hora de retraso!".

Y por la mera inercia dejo su posición haciendo un ademán rápido de levantarse mas no pudo, porque tan pronto había conseguido ponerse de pie, una mano le sujeto del brazo aplicando fuerza y regresándole de nuevo hacia el mueble, mas esta vez unos fuertes brazos se cerraron sobre su pecho mientras que su cabeza encontraba respaldo en el dorso del bicolor.

"Rei dime una cosa... ¿Para que trabajas?" -pregunta aparentemente fuera de lugar-.

"Kai" -su nombre pareció un reproche- "¿Cómo que para que?... Pues para poder vivir aquí, tengo que pagar muchas cosas si quiero mantenerme en Rusia" -explico como si repentinamente dudase de que el ruso realmente no sabia porque trabajaba-.

"Exactamente" -mas o menos es ahí a donde quería llegar- "Trabajas para permanecer aquí... pero ya no mas... vivirás conmigo en la abadía, si no te parece también tengo una mansión aquí... ya no necesitas trabajar" -comenzó a besar su cuello suavemente-.

"Claro que no Kai, yo no quiero ser ningún mantenido ocioso, trabajo porque no me gusta depender de los demás y yo no quiero ser una carga para ti" -repuso firmemente, mas por mera reacción inclino un poco su cabeza a un lado dejándole al otro mas libertad para llevar a cabo lo que estaba haciendo, sencillamente los labios de Kai se sentían tan bien-.

"No te estoy preguntando Rei" -sentencio, y aunque había firmeza en sus palabras no sonaban toscas pese a la frase dicha-.

Oh bien... conociendo a Kai eso era una orden que no iba a poder discutir ¿Por qué ese ruso tenia que ser tan necio con lo que decía? Bueno, así era Kai, acostumbrado a que su voluntad se cumpliese sea cual fuese esta... y no iba a ser Rei el pobre ingenuo que la pusiese en duda. Sonriendo por sus pensamientos consiguió girarse en brazos del otro para encarar su rostro y besarle tranquilamente.

Sin duda alguna sentían que al fin sus problemas se habían esfumado.

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"¿Y bien?" -pregunto con una enorme sonrisa, esperando con sus brillantes ojos ámbares clavados en el, una respuesta-.

"Pues creo que al restaurante le va a costar perder a un cocinero como tu, eres magnifico" -dijo con sinceridad el ruso, llevándose otro trozo de desayuno a la boca-.

No hacia mucho que ambos habían tomado una ducha rápida que se vio un tanto retrasada por ciertas cosas que pasaron entre uno y otro, ya que habían decidido bañarse juntos (neh, ustedes saben de que cosas hablo xD) mas cuando por fin terminaron de asearse, dispusieron de sus ropas y uno que otro detalle para que su arreglo estuviese completo. Ya sin preocupaciones por su trabajo Rei decidió preparar un desayuno que fuese sencillamente perfecto, digno de Kai Hiwatari y aunque parecían cosas simples, su sabor era lo que las convertía en un deleite. Ahora ahí sentados en la pequeña mesa que el chino usaba de vez en cuando precisamente para comer, ambos disfrutaban del desayuno sin ningún otro por menor, siendo capaces al fin de regocijarse por la presencia del otro plena y libremente.

"Hmm... ¿Sabes una cosa Kai?" -pregunto de la nada el ojidorado-.

"¿Qué?" -el ruso centro toda su atención en el neko-.

"Que esto parece un cuento de hadas" -sonrió ensoñadoramente, con una ternura que sin duda alguna era adoración de Kai-.

"Jeh" -apenas si pudo expresar, porque muy en el fondo el también pensaba algo parecido por mas tonto que se escuchase-.

"Lo digo en serio... es decir... hace cuatro meses que yo... bueno te confesé lo que sentía y tu... de la nada te fuiste... y ahora regresas, no tiene ni siquiera una semana que estas aquí y... ¡Míranos! Estamos juntos ahora" -y la ultima frase la saboreo en sus labios-.

"Si... quizás es un poco raro... pero no deberíamos quejarnos... aunque desde que llegue he querido saber algo" -y miro expectante al chino que arqueo una ceja-.

"¿Qué quieres saber?".

"¿Cómo fue que te quedaste aquí?... mas bien ¿Qué te dijo Bryan para que te quedases?" -frunció en seño al mencionar aquello, pues bien sabia que el único motivo por el cual se había quedado Rei había sido por obra del pelilavanda-.

"Bueno..." -parpadeo comenzando a recordar al instante- "Pues... en realidad no me dijo mucho... solo que lo mejor seria que me quedase, que podría quedarme con el mientras encontraba donde instalarme... que quizás necesitaba un amigo que me comprendiese... que juntos podríamos superar lo que había pasado".

"Jah" -se burlo al instante Kai- "Esas palabras de seguro ni el mismo se las creyó... ¿Superarlo juntos? Si el problema era tuyo, no de el".

"Si ¿Verdad?" -sonrió bajando la vista, pensando dioses saben que cosas-.

Más Kai no perdió detalle de aquella sonrisa ligera en los labios del otro, como si guardase dentro de si una complicidad y una dulce ironía, como si un secreto bien guardado acompañado con ella la delatase. Indago un tanto mas en el gesto de su chino, si, ahora si podía llamarlo como SUYO sin sentir que era una mentira, sin temer a ninguna represalia, sin molestarse siquiera por pensar que no pudiese ser de ese modo. Entrecerró sus orbes rojizas dejando que decenas de ideas le rondasen por la mente, hasta que una en claro y hasta cierto punto apareció rondando por su mente como si de un pensamiento descabellado se tratase... ¿Podría ser...? ... no, que locura... ¿O si?...

"Rei" -le llamo el ruso-.

"¿Si?" -olvidándose momentáneamente de sus pensamientos, el pelinegro levanto la vista-.

"¿Por qué Bryan habría de querer que tu y el superasen lo que había pasado juntos?" -cuestiono, arqueando una ceja-.

"No se" -se encogió de hombros haciéndose el desentendido, pero conservando su dulce sonrisa-.

"A Bryan le gusta Yuriy ¿Verdad?" -si, aquella había sido la conclusión a la que innegablemente acababa de llegar-.

"No se" -respondió de nuevo, conservando asombrosamente esa inocencia cual niño pequeño se tratase-.

"Rei" -aquello ya había sonado como un ligero reproche-.

"Esta bien" -sonrió tiernamente, divertido con la actitud del otro- "A Bryan no le gusta Yuriy".

"..." -mas ante lo dicho, Kai arqueo una ceja como si con ello dejase ver que no le creía-.

"Bryan ama a Yuriy que es una cosa muy diferente" -especifico, ante la mueca que había puesto el otro-.

"Ahora entiendo... sospechaba algo como eso pero realmente nunca creí que pudiese ser en serio".

"Bryan fue el primero en enterarse que tu y el estaban juntos... y también fue el primero en sufrir las consecuencias... al final ese día cuando yo te dije mis sentimientos ¿Recuerdas que salí corriendo? Pues bien Bryan me encontró y creo que hasta llore en sus brazos" -y sonrió nostálgicamente- "Luego me entere que se habían ido... y bueno decidí quedarme solo porque el me lo pidió".

"Hmpf" -desvió la mirada de mala gana-.

"¿Estas enojado Kai?" -pregunto suavemente el otro, no había motivo para enojarse pero siendo Kai como era, seguramente hasta a Rei le tocaría pedir perdón-.

"No... pero pienso que ahora le debo mas a ese estúpido" -suspiro cansinamente, ante lo cual el chino sonrió gustoso-.

"Yo le debo mas... Bryan ha sido una persona muy especial y querida en mi vida... le debo tantas cosas que ha hecho por mi, si el no hubiese estado a mi lado todo este tiempo seguramente yo... no sabría siquiera que hubiese pasado" -comenzó a jugar con una taza de cerámica que entre las manos, colocada sobre la mesa- "Me resulta extraño pero... se me hace difícil creer que el mismo Bryan que me ayudo haya sido el mismo que hace un par de años me mando al hospital... si que la vida es rara" -frunció el seño de manera graciosa-.

"Ahora que lo mencionas a mi también me parece eso... de hecho fue ese día cuando yo..." -mas no termino la frase, bajando la mirada-.

"¿Cuándo tu que, Kai?" -quiso al instante saber el otro-.

"...Ese día fue cuando yo me di cuenta de mis sentimientos por ti... cuando realmente me di cuenta que no solo era un gusto el que te tenia, sino que... era algo mas grande que eso..." -confeso, y aunque pareciese extraño un suave tinte

rosado adornaba sus mejillas tatuadas-.

"¿E... en serio?" -un tanto anonado Rei pregunto-.

"..." -pero Kai solo respondió con un asentimiento de cabeza, sin verle todavía-.

"Va... vaya... y yo solo que creí que estabas preocupado por mi" -sonrió recordando el hecho- "Era la primera vez que te veía demostrando ese tipo de interés y sinceridad".

"¿Lo notaste?" -arqueo una ceja divertido, al fin encarando la mirada del chino- "Te estaban dando un paliza y aun así... ¿Reparaste a ver si me estaba comportando extraño o no? Vaya Rei quien lo diría ¡Ya en ese tiempo te morías de amor por mi!" -dijo de buena gana, relajado y animado a hablar con soltura... solo Rei podría crear tan embriagante efecto en su persona-.

"Yo no..." -sintió enrojecer repentinamente- "Bueno... si..." -sonrió con algo de ironía- "Cuando peleaste por primera vez con Takao en el torneo regional... desde ese momento me gustaste..." -seguía jugando con su taza mientras el que rubor de sus mejillas se hacia mas notorio- "Pero fue hasta el torneo asiático cuando perdí a Driger en mi batalla contra Kevin y que tu personalmente fuiste a reprenderme... que me di cuenta que tus palabras dolían no por ser ciertas, sino porque las estabas diciendo tu... me sentía mal por haberte decepcionado y bueno... creo que ahí comprendí que lo mío hacia ti era mas que simple atracción..." -finalizo, esperando ver la reacción del otro-.

"Vaya... tu y yo necesitábamos hablar y pasar mas tiempo juntos... mira que tardamos tanto en decir la verdad".

"Oye... ¡Tu eras la frialdad encarnada! Hablaba contigo pero siempre parecía que estaba manteniendo un monologo sin sentido... además de que en los siguientes torneos ¡Ya ni siquiera me hacías caso como antes!... y yo pensé que... si tenias aprecio por mi al ser amigos, ya lo habías perdido" -agrego con tono un tanto melancólico, pues era verdad que en ese tiempo se había sentido muy mal-.

"No pienses mal Rei... creí que lo mejor para ti y para mi seria que me alejase... eras un imposible y no podía pasar mi vida soñando con que me correspondías... por eso apareció esa distancia entre nosotros... y cuando dejaste el equipo y te fuiste con tus aldeanos parientes a su supuesto equipo yo ya no le vi sentido a quedarme con Takao... acepto que las cosas que siguieron fueron malas entre nosotros... y yo cometí muchos errores pero siempre mantuve que si estaba lejos de ti seria lo mejor... creo que me centre mucho en buscar ser el mas fuerte y el mejor solamente porque ya no te tenia a ti como motivo para guiar mi vida" -suspiro cansinamente- "Pero me di cuenta de el error que había cometido y trate de enmendarlo después, estaba seguro de que no me corresponderías pero al menos podría tener tu amistad... claro que lo mío con Yuriy también fue otro tropiezo de mi parte".

Los ojos dorados de Rei examinaron con cautela aquellas orbes rojizas cual gemas con detenimiento, mirando y buscando en lo más profundo del brillo esos sentimientos que acaba de nombrar... y una fina sonrisa apareció en los labios del oriental después.

"¿Sabes Kai?... tienes una tendencia muy graciosa a cometer errores y sin embargo, eres perfecto" -comento suave y dulcemente, a olvidar el pasado y a vivir el presente... este presente en el cual al fin estaba al lado de la persona que amaba, Kai-.

Al escuchar aquellas palabras el ruso no pudo mas que sonreír para después negar suavemente con la cabeza, mirando fijamente al chino a esas hermosas y doradas orbes suyas.

"Bueno, entonces creo que tendrás que ayudarme a ya no cometer errores ¿Estas dispuesto a permanecer conmigo el resto de tu vida para evitar que yo siga haciendo tonterías?" -pregunto serenamente, mas en sus palabras la profundidad de sus pensamientos ya se delataba a la perfección-.

Ante lo dicho por Kai, el oriental abrió bien sus ojos de par en par midiendo y analizando cada una de las palabras que acababa de escuchar y que en conjunto finalizaban una de las frases mas hermosas que en su vida hubiese escuchado... parecía algo tan irreal y aun el hecho de que probablemente estaba soñando inundo sus pensamientos de manera insistente... mas estaba consiente de que aquello por mas utópico que fuese no se trataba de un vago sueño, no, era la realidad, la dulce realidad.

El bicolor espero la respuesta del otro, todo ese tiempo había estado esperando el momento para usar las palabras de manera adecuada y pedir aquello, poder pedir al ser que amaba con toda su existencia el que pudiese pasar una vida entera con el... quizás Rei no aceptaría, quizás no se sentía preparado... pero fuese cual fuese su respuesta el la tomaría de la mejor manera.

"Esta bien..." -murmuro vagamente el ojidorado- "Acepto estar contigo siempre con tal de que ya no cometas errores..." -y de la misma manera en la que Kai había jugado con las palabras para hacer su pedido, el le había dado una respuesta clara y concisa-.

Ante la respuesta que prácticamente estaba seguro que le iba a dar, Kai se puso de pie haciendo a un lado la silla en la que estaba, avanzo un par de metros hasta llegar al lugar donde se encontraba el pelinegro, se agacho lo suficiente como para que sus rostros estuviesen a una distancia considerable, mas aquello acabo cuando subiendo mas su faz el chino alcanzo los labios del otro y la distancia murió mientras nacía un beso... tierno, suave, anhelante.

Era pues ese beso, el sello de una promesa que acababa de hacerse con mudas palabras.

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Impaciente sus ojos azules chispeaban quizás de preocupación o molestia, tal vez de ambas cosas. La hora, que ya marcaban aproximadamente la una de la tarde le exasperaba más pues entre mas pasaba el tiempo mas se acrecentaba la ausencia del otro... más bien, de los otros. ¿Ahora cual resultaba ser el problema? Pues Kai... ¿Dónde estaba? Solo los dioses lo sabrían, pero sin duda alguna ya le había preocupado y bastante ¿En donde se había metido ahora? No, no había llegado a dormir y a pesar de que le había estado esperando toda la mañana el ingrato no se apareció y menos se digno a llamar para avisar donde estaba, o que era lo que había estado haciendo ¡Nada! Ese Kai era un completo desconsiderado... aunque... ¿Y si algo le había pasado? No, no, no... esa idea no era aceptable ¡Claro que no! Kai estaba mas que bien y seguramente el muy maldito estaba pasando el rato de una manera agradable haciendo solamente el sabe que cosas, mientras que aquí, Yuriy iba a morirse de la preocupación (como adivino? XD). Y ahora estaba Bryan... el muy tonto se había ido dejándole solo con sus preocupaciones porque según el, iría al restaurante donde trabajaba Rei para preguntar sobre el paradero de Kai o al menos algún remoto informe que pudiese darle. Mas ahora le parecía que también ya estaba tardando, y aunque no quisiese admitirlo el pelirrojo comenzaba a ponerse de nervios. Cuando y justamente al fin la maldita puerta de esa maldita abadía se abría (esta enojado, déjenlo jajaja) revelando unos cabellos lavandas al igual que una intensa mirada del mismo color. Bien, ahora que Bryan había llegado ya podrían preocuparse y maldecir juntos ¡Genial!

"¿Y bien?" -pregunto Yuriy caminando hacia donde se encontraba el recién arribado al edificio- "¿Supiste algo?" -más repentinamente cayo al ver la expresión del otro-.

Si, el rostro de Bryan no tenía la mejor de las muecas, se veía un tanto ¿Preocupado? Como si algo malo hubiese pasado... y eso ya no le había gustado en nada a Yuriy.

"¿Bry?" -pregunto, usando el apodo con el que pocas veces llamaba al otro-.

"Rei no fue a trabajar... lo fui a buscar a su departamento y... tampoco esta" -y su gesto fruncido hacían notable su aflicción por el hecho-.

"¿No?" -los ojos azules del pelirrojo se abrieron bien- "¿Y si están juntos? .¿Y si algo les paso después de que salieron del cine?" -comenzó a hacer sus hipótesis. Aunque todas ellas parecían que no acabarían del todo bien-.

"Yo también ya he pensando en eso... he pensando en muchas cosas pero no puedo adelantarme a ellas... creo que esta vez no nos queda mas que esperar, y si no aparecen pues... iremos con las autoridades" -dijo, con una extraña madurez que pocas veces le veía Yuriy-.

"Da" -asintió ante la idea Ivannov, quedándose los dos ahí parados y en silencio-.

Silencio fue lo que siguió impasible entre ellos, sumergidos en sus mares de pensamientos, preocupados, confundidos, alterados... ¿Qué es lo que había pasado con sus dos "amigos"? la respuesta no la tenían y eso era algo mas que obvio, mas una terrible coincidencia les parecía la desaparición simultanea y sin explicación de ambos. Justo cuando Yuriy estaba sugiriendo un par de cosas para que comenzasen a actuar de manera razonable... el portón de aquella abadía de paredes de piedra se abrió, llamando la atención de los dos rusos presentes y revelando una figura tremendamente conocida.

"¡REI!" -grito Bryan apenas si vio aquellos brillantes ojos ambarinos-.

"Oh... Bryan" -el chino pregunto, pues el tono de voz del otro le había dejado en desconcierto y mas cuando lo vio correr hacia el, aunque la distancia en aquel patio que les separaba no era demasiada-.

"¿Donde has estado?" -apenas si llego con el lo sujeto de los hombros de manera tosca, olvidando medir su fuerza lo que hizo que un quejido escapase de los labios de oriental-.

"¡Bryan!" -le clamo una voz profunda- "¡Suéltalo!".

Y ahí estaba Kai Hiwatari, recién entrado por el mismo umbral que antes había cruzado el chino, y con el enojo grabado en la mirada de manera mortal. Percatándose de su acción, el pelilavanda soltó los hombros del chino que aun le miraba sorprendido.

"¡KAI!" -de nuevo otro grito irrumpió, esta vez proferido de los labios del pelirrojo de azules e intensos ojos- "¿Dónde demonios te has metido? .¡Nos tenias preocupados estúpido!" -mas callo repentinamente, al percatarse de sus ultimas palabras-.

¿Estúpido?... ¿Le había llamado de aquella manera a Kai?... ¿Hacia cuanto tiempo que no le dirigía un insulto por mas pequeño que fuese?... bueno, su relación con Kai como amigos era una muy parecida a la que tenia con Bryan, la suficiente confianza y tosquedad como para insultar al otro sin que se molestase tomándolo como algo mas que normal. Pero desde que habían comenzado una relación "amorosa" esas cosas habían quedado en el pasado, la confianza de la amistad se había esfumado entonces.

Kai permaneció callado ante la forma tan despectiva que el otro había usado, Bryan miraba a Yuriy con algo muy parecido al asombro, mientras que Rei se sentía fuera de lugar y mas que nada confundido.

"Mira cabellito de manzana... donde yo haya estado o dejado de estar resulta ser un problema mío ¿No te parece?" -arqueo una ceja Kai, hablando con ese sarcasmo suyo mas su tono de voz no podía ocultar lo divertido que sentía con la situación-.

En ese momento una sonrisa de lo mas hermosa fuese formando en los labios de Yuriy, mientras que sus ojos brillaban... ¡Ese era el Kai que conocía! .¡Las cosas ya volvían a su anormal normalidad! Kai sonrió, si, pero de una manera muy ligera que apenas se notaba... si, las cosas ya parecían normales ahora.

"A ver, a ver ¡Paren este tren que yo me quiero bajar!" -se quejo Bryan, cruzándose de brazos y acercándose hacia los otros dos rusos- "A ver tu bebe de Voltaire ¿Dónde demonios estuviste toda la maldita noche? No, no me estoy ateniendo a tu buena fe de responderme ¡Te estoy ordenando hacerlo!" -grito mordazmente el pelilavanda-.

"Y quien si se puede saber ¿Eres tu para ordenarme?" -replico Kai, encarando al otro-.

"Oigan no empiecen que esto es serio... Kai ¿Dónde estuviste? Ahora si que la hiciste grande, mira quizás a ti no te importe pero a nosotros si ¡Estábamos preocupados!" -refuto Yuriy, entrando en la conversación-.

"Oh... ¿Y debo tomar un pañuelo y llorar por eso?" -sarcastéo el bicolor- "Me siento tan conmovido".

"Eres un desconsiderado Hiwatari ¡Si estábamos preocupados por ti! Si te mueres seguro que Voltaire nos mata, capaz que nos refunde en una celda el resto de nuestras vidas todo porque no supimos cuidar a su mocoso" -siseo Bryan-.

"Kuznetzov mira cuidado que te has mordido la lengua ¿No te parece?" -respondió Kai ante eso-.

"Ya basta... ¿Podemos comportarnos como lo que NO somos y hablar civilizadamente?" -frunciendo el seño, espeto Yuriy-.

"Dile a tu ex-novio no a mi" -el otro se cruzo de brazos-.

"A ver tu, ex-novio ¿Vas a decirnos si o no donde estabas?" -pregunto impaciente Yuriy-.

Mas ninguno de los otros tres rusos sigo hablando porque un sonido les llego... una risa, suave, divertida, de buena gana. Los tres voltearon hacia el mismo punto y vieron al risueño chino mullido de la risa, dejando ver sus blancos colmillos y los espasmos en su cuerpo que eso provocaba.

"¡Ejem!... Rei" -le llamo firmemente Kai-.

Mas en cuanto escucho su voz, tragándose esa risa que le había atacado se irguió intentando mirar de manera seria al otro.

"Lo siento" -dijo apenas, pareciendo cual chiquillo- "Pero es que ustedes tres... deberían ver lo graciosos que son cuando pelean... bueno, cuando conversan como gente normal" -y no pudo ocultar su sonrisa divertida-.

"¡Kot!" -esta vez le regaño Bryan-.

"¡Anda Bry-chan!" -el chino en encamino hacia el pelilavanda y ante el desconcierto de este le tomo del brazo- "Vamos a hablar" -declaro, muy sonriente-.

"¿Rei?" -desconcertado el ojilavanda levanto una ceja, mientras que comenzaba a ser jalado del brazo que el oriental tomaba-.

"Te lo voy a explicar todo" -aclaro, como si con aquello el otro fuese a ceder-.

Y así fue, con esas palabras Bryan ya no pudo quejarse más, y se dejo arrastrar por el sonriente de Rei, caminando por toda la extensión del enorme patio hasta que se perdieron de vista muy cerca de una valla de árboles invernales.

Las miradas de los otros dos les siguieron muy de cerca... mas la de Yuriy centellaba con furia, con celos... ¿Bry-chan? .¿Desde cuando Rei llamaba de aquella manera a Bryan?... que descaro por parte del chino... mas rápidamente olvido esos pensamientos, porque ciertamente el ojidorado era libre de hacer lo que quisiese, ni el ni Bryan le debían ningún tipo de respeto a alguien mas. Los rojizos ojos de Kai solo dejaban ver resignación... ¿Por qué el pelinegro debía ser tan efusivo con aquel idiota?... ese Rei... bueno, al menos ahora era SU Rei... y ante el pensamiento no pudo mas que sonreír.

"¿Y ahora esa sonrisa que?... ¿Se va a acabar el mundo y solo tu lo sabes?" -repentinamente la voz de Yuriy le saco de sus pensamientos-.

"No... pero tu y yo también tenemos que hablar" -borro el gesto de sus labios, y de nuevo su mirada se torno fría-.

"¿De que?" -extrañado le miro ¿Y si Kai ahora iba a reprocharle algo de la relación que habían terminado?-.

"De tonterías" -se encogió de hombros mirando distraídamente hacia otro lado- "¿Te gusta Bryan?..."

"¿Qué?".

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"¡Rei tu estas loco! .¡Se te fue el sentido! Estas enfermo" -replico exasperado el pelilavanda, ante el gesto divertido que mantenía el oriental-.

"Bryan por favor" -susurro sintiendo un poco de pena ajena, mas con una sonrisa en los labios-.

"¡Que por favor ni que nada!" -el otro nuevamente le tomo de los hombros mas esta vez no aplico fuerza de mas- "¿Cómo que estas con Kai?".

"Si... estoy con el".

"Ay Rei deja de decir locuras ¡No me hagas meterte en un psiquiátrico!" -exasperado el otro siguió-.

"Bryan... por favor..." -pidió de nuevo, divertido a pesar de que se suponía el asunto debía ser tomado con mas seriedad- "Es verdad..."

"¡Hmpf!" -le soltó hecho una furia, cruzando los brazos y dándole la espalda en claro gesto de enojo-.

"Bryan entiende... yo se que el me ha hecho sufrir mucho todo este tiempo pero... arreglamos las cosas... dice que me ama y yo le creo".

"No Rei, tu le crees porque es eso lo que siempre has querido escuchar ¡Kai no te ama!... mira que absurdo es esto ¡Termina con Yuriy y no espera ni un día para tirarse encima de ti!... Rei hay que estar ciego o ser muy idiota como para no ver que Kai solamente quiere jugar contigo" -realmente el haberse enterado le había puesto de un muy mal humor-.

"Dime Bryan... si Yuriy viniese y te dijese lo mismo ¿No le creerías?... ¿No estarías feliz?" -la voz del chino sonó suavemente-.

Justo cuando escucho esas palabras, el pelilavanda pareció comenzar a analizarlas con mas cuidado, sintiendo que entre mas las pensaba mas sentido cobraban. Cierto... si existiese la remota e improbable posibilidad de que eso pasase... lo mas seguro y certero seria que reaccionaria del mismo modo en el que ahora veía al oriental... tan feliz, tan esperanzado... tan vivo. Cierto, no podría recriminarle nada y ya no pensaba en seguirlo haciendo... después de todo quizás Kai si quería con sinceridad al chino, llego a pensarlo un par de veces mas desecho la idea cuando se entero de la relación que comenzaban Yuriy y Hiwatari. Bueno lo hecho, hecho ya estaba... no diría nada mas, ni a favor ni en contra pero se juraba a si mismo en aquel instante que si Kai llevaba a lastimar aunque fuese tan solo un poco a Rei... ¡El mismo iría a vengarse!

"De acuerdo Rei... tu sabes lo que haces" -suspiro cansinamente, dejando caer sus brazos-.

"¡Gracias!" -dijo de manera entusiasta al tiempo que el ruso se daba la vuelta para mirarle mejor, y no tuvo duda, el chino realmente era feliz ahora-.

"Pero dejare algo en claro, no importa que tu estés con Kai..." -coloco una de sus manos sobre el hombro de Rei- "Siempre serás mi kot así Hiwatari se infarte" -dijo regalándole una sonrisa al otro-.

"Ay Bryan" -negó suavemente el otro- "No sabes lo agradecido que estoy contigo".

"Hmmm ya te dije kot que la amistad no se agradece, se corresponde" -sabiamente aquellas palabras salieron de sus labios-.

"Jeh, si ya me lo dijiste..." -tomo la mano de Bryan que permanecía en su hombro entre las suyas- "Y ahora dime... ¿Cuándo le dices que Yuriy que lo amas?".

"¿Qué?".

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"¡Kai eres un cínico!" -refuto molesto Yuriy-.

"¿Tu crees?" -sarcásticamente pregunto el otro- "Yo solo dije la verdad... eres un cobarde retraído que no sabe lo que quiere falto de valor y sumiso" -repitió nuevamente sus palabras como si dudase que hubiesen quedado en claro la primera vez que lo dijo-.

"Mejor ni te respondo" -el otro bajo la vista-.

"Ya díselo Yuriy ¿Para que seguirse negando? Si igual sabes que también te quiere" -impasible, Kai permanecía con los brazos cruzados aguardando por una respuesta- "Si, ya se que no tenia que habértelo dicho pero ¡No iba a esperar a que tu te dieses cuenta solo! Lo que son tu y Kuznetzov son mas ciegos que nada".

Ante eso Yuriy guardo silencio... era cierto... apenas escasos minutos que había escuchado de los labios del bicolor salir palabras tan increíbles y anheladas que por un momento le parecieron una broma cruel por parte del otro... Kai le había dicho que... ¿Bryan lo quería?... no, esa si era una tontería... mas ante la idea no pudo evitar que su corazón latiese con rapidez, la sangre se aglomerara en sus mejillas y la indescriptible emoción que había embargado su pecho no residiese ahora en todo su cuerpo ¿Era verdad? Y aunque resultase ser el hecho imposible creía firmemente en las palabras de Kai... porque sabia que el bicolor seria incapaz de mentirle luego de que el mismo Yuriy le había confiado esos sentimientos que de manera recelosa guardaba. Y la segunda razón era que dentro de toda su desesperación quería creer con firmeza que aquellas palabras resultaban ser ciertas... que existía esa posibilidad... quería creer que Bryan sentía algo por el.

"Anda... ve a buscarlo y a habla con el..." -y se dio media vuelta- "Ten al menos el valor de ser sincero con la persona que realmente quieres".

Y sin importarle ya el asunto, o al memos fingiendo que era de aquel modo, Kai se fue caminando sin voltear ya siquiera a su confundido amigo pelirrojo. Yuriy se sentía tan perdido en aquel momento, tan confundido... tan lleno de emociones y sentimientos que en un pasado creyó que solamente el bicolor era capaz de crear en el... pero no, esta vez las sensaciones eran mas palpables ¡Mas intensas de lo que alguna vez pudo creer! No tenía la más mínima duda, el cariño que sentía por Bryan era verdadero... pero se resumía a eso, cariño por este momento, mas podría dar la vida misma en una apuesta asegurando que pronto en un futuro no tardo, eso se convertiría en amor.

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Sus ojos acostumbrados a la oscuridad divagaban por las puertas, por los pasillos buscando en específico un solo lugar. Al fin paro su caminar frente a una puerta y por un vago instante dudo en tocar, mas prontamente elevo su mano y con firmeza golpeo solo dos veces sobre ella. Si Bryan no le había mentido o no se había confundido en aquel momento, eso quería decir que estaba en el lugar correcto. Aun recordaba como en su ausencia, el pelilavanda le había llevado al mismo lugar alegando que aquella puerta era de la habitación de la persona por la cual en ese tiempo, el chino sufría tanto.

"¿Quién?" -toscamente la voz proveniente del otro lado le saco de sus ligeros pensamientos-.

"Soy yo Kai" -dijo suavemente, mas lo suficientemente alto como para ser escuchado del otro lado-.

Al instante aquella puerta de abrió dejando ver la silueta de Hiwatari, quien se apresuro a tomarlo del brazo y prácticamente meterlo al interior mientras cerraba la puerta nuevamente.

"¿Siempre eres tan impulsivo?" -pregunto con gracia Rei, mientras su mirada divaga en la habitación que Kai tenía en aquella abadía-.

"Si, siempre" -sonrió a medias, de alguna manera estaba seguro de que Rei le encontraría a pesar de que no le había dicho donde estaría-.

"¿Hablaste con Yuriy?" -pregunto el ojidorado, yéndose a sentar en la cama del bicolor, demostrando la confianza que tenia en el-.

"Si" -una vez completamente asegurada la puerta, fuese a sentar al lado de su chico- "¿Tu hablaste con Bryan?".

"Oh si" -asintió- "¿Qué resolviste tu?".

"No mucho... Yuriy me confeso que quería a Bryan y creo que lo convencí de que se lo dijese" -dijo vagamente, restándole completa importancia a sus palabras-.

"Kai" -el chino volteo a verle con los ojos abiertos de par en par- "¡Eso es maravilloso! Oh Kai ¡Eres increíble!" -y efusivamente lanzo sus brazos sobre el-.

"¡Hmn! Lo se, lo se" -gustosamente abrazo al chino por la espalda, apresándolo mas contra su cuerpo y disfrutando de la cercanía-.

"¿Crees que puedan hablar?" -pregunto acurrucándose en su pecho, lo cual logro al instante-.

"Nos hemos tomado muchas molestias por ellos, es lo menos que pueden hacer" -y sonrió, cuando pensó que Rei parecía haber nacido con la capacidad de acomodarse entre sus brazos de espontánea manera-.

"Yo solo espero que se arreglen... se lo merecen" -suspiro, cerrando los ojos-.

"Hmpf... las cosas que hacemos por el mentado amor" -frunció en seño, mas no estaba enojado siquiera-.

"Si, ese amor es tan caprichoso... pero me alegra que al fin nos haya dejado estar juntos" -susurro, no iba a quedarse dormido, pero quería disfrutar de la calidez del otro cuerpo-.

Por instantes mas quedaron así, sin decir ni hacer nada, tan solo deleitándose de su presencia mutua, de todos los sentimientos que desencadenaban, definitivamente no podían pedir dicha mas grande que esa, estar con la persona amada, ser correspondidos de manera sincera. Si en el pasado habían sufrido cada quien a su manera por la lejanía entre ellos, ahora podían cobrar todos esos malos ratos por la belleza que era que al fin las cosas estuviesen claras. Se quedaron ahí solamente abrazándose, escuchando la respiración del otro y sintiendo casi el latir de sus corazones... ah... que felices eran ahora.

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Determinado, el chico de aquellos rojizos cabellos salio al patio nuevamente, había entrado para poder hablar con Kai y llevarse al mismo tiempo una de las sorpresas mas grandes que había recibido con las palabras que el ojiescarlata le había dicho, y ahora de nuevo salía en busca de una sola cosa, en busca de la persona a la cual estaba completamente seguro que quería. Esperaba que aun estuviese ahí pues creía que el momento de hablar ya había llegado sin duda alguna. Detuvo sus pasos cuando parado a mitad del patio el se encontraba, mirando de manera despreocupada hacia el cielo que lleno de un par de nubes cargadas muy seguramente de lluvia se apreciaban. Quedo estático y maravillado por la visión durante algunos instantes... sin duda alguna Bryan se veía tan apacible, tan soñado, tan cerca de el.

Como si hubiese notado su presencia lentamente se giro hacia un lado, y fue entonces cuando sus orbes chocaron contra las del otro, por un momento el azul y el lavanda contrastaron de una caprichosa manera. Se vieron fijamente a los ojos como si fuese la primera vez en toda su vida que lo hacían, mas después y casi a tiempos muy iguales desviaron las miradas con tonos muy diferentes de rosado en las mejillas... justo en ese momento se sentían como un par de chiquillos que conocen y hablan del dichoso amor por primera vez.

Yuriy apretó los puños con firmeza, decidiéndose al fin a avanzar hacia donde se encontraba el otro, ya había pasado por algo muy similar antes así que en ese momento no había porque temer tanto. Se encamino hacia donde se encontraba el pelilavanda de manera decidida aunque por dentro sentía morirse de nervios e impaciencia.

"Hola" -dijo apenas se paro junto al otro, no encontrando nada mejor que decir que aquel saludo-.

"Hola" -automáticamente y sin saber porque, el ojilavanda le respondió de la misma manera-.

"Y... ¿Hablaste con Rei?" -pregunto quedamente el otro, mirando hacia el cielo como instantes antes el otro había estado haciendo-.

"Si" -imitando la acción de Yuriy, el pelilavanda nuevamente regreso su vista hacia arriba-.

"Yo hable con Kai" -respondió, aunque no se le había preguntado-.

"¿En serio?... ¿Sabes que ellos dos están juntos?".

"Si, me lo dijo... jeh... ahora entiendo porque cuando termine nuestra relación no le importo en lo mas mínimo" -sonrió con algo de sarcasmo-.

"Yuriy, estoy seguro de que un día mas a encontrar a la persona adecuada para ti" -mas de mordió la lengua para no tener que decir otra cosa- 'Y me gustaría ser yo' -pensó para sus adentros-.

"Si, también pienso lo mismo..." -susurro-.

Por unos instantes mas permanecieron ahí, sin decir nada cada quien pensando solo ellos sabían en que. ¿La hora de ser sincero con Bryan había llegado?... ¡Al demonio! .¡Claro que si! No había porque seguir con aquel juego de "entre nosotros no pasa nada" cuando sabía perfectamente que el otro guardaba sentimientos hacia el que eran muy similares a los suyos. Entonces ¿Por qué temer ahora? No... ya había sido suficiente de incertidumbre y de indecisiones, ahora solo estaba seguro de una cosa y precisamente por ella se armaría de valor.

Bryan divagaba sobre la presencia del otro... ¿Qué haría ahora?... bueno había hablado con Rei y este le había animado entusiastamente a confesar esos sentimientos suyos que temía no fuesen correspondidos... mas estaba seguro que no importaba cual fuese la respuesta del otro, eso es algo que debía de saber... aunque quizás pudiese costarle su amistad con Yuriy, iba a arriesgarse ya había sido mucho tiempo de silencio. Después de todo el era Bryan Kuznetzov y solo por el simple hecho de serlo ya era una persona en extremo valiente, mas en ese momento sentiase dudar de eso.

"Bueno ya basta ¿No?" -replico el pelirrojo de la nada, haciendo que aquellas lavandas orbes se posasen sobre el- "Me refiero... a esto..."

Mas Bryan aqueo una ceja dejando ver que no comprendía para nada la actitud del otro. Yuriy inhalo profundamente decidido a hablar de una buena vez... bien, aquí venia... ¡El todo por el todo!...

"¿Yuriy?" -la voz del pelilavanda había sonado con confusión-.

"Si, ya basta de jugar a esto... mira seguramente tu ya lo sabes y si no lo sabes pues tendré que decírtelo... no te amo, pero lo que si, es que te quiero... no como amigo, sencillamente solo se que siento algo por ti, algo profundo que aunque se que quizás no es aquel famoso amor que normalmente esperas tener... yo se que es algo que se le parece mucho... tu... bueno, creo que estoy enamorado de ti y... y... yo solo quería que lo supieses..."

De acuerdo... que alguien le diese un buen golpe porque sentía que acababa de entrar a la dimensión desconocida... ¿Qué Yuriy había dicho que cosa?... ¿Eran ciertas aquellas glorificadas palabras que habían llegado hasta sus oídos?... contuvo las enormes ganas de gritar, de dejar ver aquel infinito regocijo que estaba invadiendo sus pies hasta la punta mas inerte de sus cabellos... ¿Era feliz? Si, en aquel momento lo era... ¿Estaba satisfecho?... si, ahora lo estaba... ¿Se creía soñando?... si, seguramente eso pasaba... mas sin importar o no cuan frágil pudiese ser la realidad de aquel instante, alargo sus brazos atrapando el otro cuerpo entre ellos, de manera delicada pero firme, no ligera pero tampoco sofocante. Y como si de magia se tratase, todo el cuerpo del ojiazul se relajo, como si sintiese que aquel era su lugar, entre los brazos de Bryan... si, seguramente debía de serlo.

"Eres muy poco romántico con las confesiones" -dijo el otro, quizás un suave sarcasmo, quizás una firme realidad... sea cual fuese, había sonado delicadamente-.

"Idiota" -sonrió plasmando en sus labios la mas hermosa de las sonrisas... era correspondido, podía sentirlo-.

"Estúpido" -a pesar del insulto su voz no denotaba nada en ella que pudiese ser hiriente-.

"¿Bryan?" -le llamo, colocando las manos sobre el pecho del ojilavanda y alejándose de el lo suficiente como para encararlo con la mirada- "¿Tu me quieres?".

"No" -negó, ante el inicial asombro del pelirrojo- "Yo te amo" -y coloco una de sus manos sobre las tersas mejillas del taheño-.

"¿Sabes?... a mi también me dan ganas de querer intentar amarte" -sonrió ante la expresión del otro, que le pareció de lo mas dulce- "¿Me dejaras?".

"Eso ni se pregunta" -si, ahora podía asegurarle a cualquiera que era feliz-.

Ya no hubieron palabras de por medio, porque después sus rostros se acercaron con lentitud torturante, hasta que al fin el espacio quedo nulo cuando por primera y maravillosamente sus labios se encontraban en ese, su primer beso, el que seguramente seria tan solo uno de tantos que vendrían a futuro. Pasaron sus manos sobre el cuerpo del otro uniéndose en un abrazo, explorando incipientemente la boca generosa del otro. Para sus adentros Bryan sonrió sintiendo como su corazón latía con innegable dicha... sin duda alguna lo que estaba pasando no era mas que uno de los hechos mas fehacientes de que no existían imposibles... pues ahora su sueño mas inalcanzable se presentaba ante el en bandeja de plata, cualquier cosas podría hacerse realidad... quien dijese que los sueños no se cumplían sin duda se había equivocado miserablemente (neh, propaganda de mi fic "Sueños" jajaja, soy de lo peor). Yuriy se perdía entre aquellas sublimes sensaciones, sintiendo como sus labios y boca se amoldaban perfectamente a los de pelilavanda, como si hubiese nacido para ser besado y besarlo solamente a el... si esta era la dicha no había duda de que con Kai no había podido lograrla.

Sin importar nada mas continuaron con su profunda declaración muda, sin palabras, tan solo miradas fugaces que se dedicaban cuando necesitaban separar sus labios, mas prontamente y como si de una adicción se tratase, volvían a unirlos con prisa ahogándose en ese océano de felicidad. Si... ambos eran felices en aquel momento... y así el mundo se fuese a terminar... ya no importaba.

Un tanto alejados de ellos y a su manera, dos brillantes orbes doradas miraban la escena completamente enternecidas. En los labios de Rei una enorme sonrisa podía verse con facilidad... el también estaba feliz, su mejor amigo había encontrando al fin lo que tanto había buscado, y sin duda le causaba dicha el bienestar del otro.

"No se como Yuriy puede besarlo... ya me dieron escalofríos solo de verlos" -comento otra voz muy cercana a el, era Kai quien a sus espaldas y desde aquella ventana que permanecía en aquel piso alto de la abadía, también observaba la escena-.

"Oh vamos Bryan no besa tan mal" -comento divertido el chino- "Bromeo" -dijo después cuando escucho un bufido de molestia por parte del otro- "Al fin todo esta bien... ¡Que feliz me pone esto!" -exclamo entusiasmado-.

"Ya era hora... creo que parecíamos los protagonistas de una novela romántica y absurda con todos los líos que tuvimos" -(no, en serio Kai? XD)-.

"Si, quizás..."

El chino se dio la vuelta, pasando sus brazos sobre el cuello del bicolor, y sin más acercándose mientras le regalaba un dulce beso. Kai no tardo en reaccionar y paso sus manos sobre aquella cintura tan firme, que había tenido la dicha de acariciar sin el estorbo de las ropas. Suavemente se separaron, solo había sido un contacto dulce, tierno, una muestra de afecto infinito que era mutuo. Un suave rosado se divisaba en las mejillas del oriental, mientras que los labios del ojiescarlata estaban adornados por una ligera sonrisa. Separaron también sus cuerpos y el chino fue a poner las manos sobre el marco de la ventana abierta en aquel momento. Esas miradas que se dedicaban decían más que mil promesas. Algo golpeo con suave delicadeza uno de sus dedos y por inercia Rei giro su cuerpo hacia la ventana mirando su mano, después miro hacia el cielo como si buscase algo, saco un poco el brazo extendiendo la palma y después de unos vanos instantes algo cayó en ella.

"Oh" -dijo apenas-.

"¿Qué pasa?" -repentinamente extrañado por la actitud del otro, se acerco aun mas-.

"Nada" -sonrió dándose la vuelta, quedando casi acorralado entre la ventana y el perfecto cuerpo del bicolor- "Es solo una gota de lluvia" -sonrió, extendiendo su palma y mostrándole al otro la diminuta gota de agua-.

"Creo que va a llover entonces".

"Me gusta la lluvia...y hoy me gusta mas".

Sin hablar nuevamente volvió a unir sus labios con los del ruso, que gustosos y sin reserva le recibieron. Kai apreso el cuerpo del oriental entre sus brazos, correspondiendo el beso como pudo lo llevo hacia el borde de la cama, localizada en esa su habitación. Solo tuvo que aplicar un poco de fuerza y el chino cayo de espaldas, mientras que el se acomodaba sobre el, aun besándolo suavemente, aunque sus planes eran ya otros. Muchas cosas eran inciertas, pero sin duda alguna para ellos estaba escrito un "vivieron felices para siempre".

Abajo, ahí en medio del vasto patio, Yuriy y Bryan se miraban hacia los ojos... conservando todo el cariño y el amor que tenían por el otro en el brillo de sus orbes, aun abrazados sin importarles ya nada mas en el mundo que no fuesen ellos dos en aquel momento. Para ellos un "final feliz" también estaba escrito con seguridad.

Mientras, sobre el suelo, una gota de lluvia volvía a caer.

CcCcCcCc F I N cCcCcCcC

CcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcCcC

Oh... ¿Es posible acaso?... ¿Es de verdad? O.O ... ¡SI! .LO TERMINE! .¡Buaaaaaaaaaaaaa! soy tan, pero tan miserablemente feliz... ¡He terminado mi primera serie! Me siento realizada ¡Esto es tan hermoso! .¡No puedo creerlo!... si lo se, que final tan mas mediocre y barato, pero fue lo mejor que pude hacer, lo mismo que con la confesión de Yuriy y Bryan... de verdad, por mas que intente no pude imaginármelos melosos y románticos a los dos ¡Yo espero que les haya gustado! Lo hice lo mejor que pude, esperando no decepcionarlas y que esta cosa que decía llamarse fanfic haya podido cubrir aunque sea el mínimo de sus expectativas. Me siento muy feliz, no solo por haber terminado sino que fue gracias a este fanfic y el apoyo incondicional de su parte que recibí en el, que yo me metí de lleno en esto de la pareja del ruso y del chino... ¡Es su culpa! Sie XD culpen a este fanfic por la escritora de yaoi que soy ahora... y además estoy todavía mas feliz ¡Pude arreglar el titulo con el fanfic! Si, al fin encontré la manera de relacionar ese titulo tan barato de "Una gota de Lluvia" con el fanfic. Y bueno pues no me queda mas que agradecerle a todas las personas que me han estado apoyando en el fanfic, y que se han tomado la molestia de apoyarme también con alguno de mis otros mediocres fanfics, es por ustedes que autoras tan patéticas como yo siguen escribiendo (aunque creo que soy la única patética por aquí ¬¬U)

Y bueno, como estoy de un muy buen, pero muy buen humor ahí les va una súper promoción, a las primeras dos personas que me dejen un review pidiéndomelo ¡Les haré un lindo oneshot KaixRei! .¿Que tienen que hacer? No mucho, solo me dejan el review con su nombre, y me dan una breve reseña de la trama que quieren ver en su oneshot... ¡Solo díganme que quieren que pase y yo seguro que lo hago posible! Hago de todo, AU, drama, lemon, songfic, rape, lime, romance, comedia, tragedia, poesía… así que no se preocupen ¡Yo puedo hacerlo! Anden aprovechen la promoción, es toda una ganga XD bueno ¿Para que le hago al cuento si se que nadie me va a pedir los fics? Bueno, me gusta soñar, déjenme.

Ya, ya... esta nota de autora ya va muy larga, así que la voy dando por finalizada, no sin antes agradecer por última vez sus reviews a las siguientes personas:

Mayi

Naru Narusegawa Hiwatari

Konoto-chan

Galy

Asuka-chan

NeKoT

Murtilla

Nayru Ishida

DarKenjiFujisaki

H.fanel.K

Kira-su

Charo Nakano

Y bueno... ese fue el final... si no era lo que esperaban son libres de recordarme a mi progenitora, pero en serio lo hice lo mejor que pude. Y ya llego la hora... a todas las personas que leyeron esto de principio a fin: .¡MIL GRACIAS! n.n se despide de ustedes:

Celen Marinaiden. "...Soy una soñadora, que algún día volara con sus propias alas..."