Nota: Los personajes no son míos son de Kurumada y todo el rollo de la legalidad que ya conocen de memoria.

En este Fic, Saori es una chica ególatra y narcisista (sólo en este Fic?) que cree que todos los chicos del santuario se mueren por ella, (nada más alejado de la realidad)

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Saori sigue pensando (realmente algo raro pasa) Seiya no llena sus expectativas para ser el novio de una diosa tan importante como ella. Y visto que los otros chicos de bronce tampoco podrían ser un buen reemplazo del Pegaso, piensa que tal vez los dorados podrían ser útiles a sus propósitos.

El primero en la lista es Mu de Aries, un chico muy bien educado y capaz de reparar armaduras, por lo menos alguien con una habilidad a parte de repartir golpes y patadas sin ton ni son, además Mu tenía lindos ojitos negros, o eran rosados, Saori, no podía saberlo con certeza, tal vez el lindo Mu esté utilizando lentes de contacto, bueno ese no parecía ser ningún problema, lo que si era extraño eran esos dos puntitos sobre su frente, eso si era raro, bueno el chico al menos tenía lindo cabello, no tanto como el de ella claro, Mu sería un excelente novio de no ser por Kiki, el alumno de Mu, ese pequeño monstruo tenía cara de diablillo, seguro que le encantaría interferir en su relación con Mu, dado que Mu estaba a cargo del chiquillo salir con Mu sería como salir con un padre soltero, nunca tendrían una velada romántica. Una verdadera lástima pero Mu no podría ser su novio.

El siguiente era Aldebaran, que no está por demás decirlo pero era noble y de buen corazón, aunque esas sean las únicas cualidades que Saori le encontraba, no era lindo, ni siquiera simpático, definitivamente Aldebaran no era del tipo de Saori así que para que darle más vueltas al asunto.

El que seguía era Saga, si bien era cierto que Saga trató de matarla, ahora las cosas habían cambiado mucho, porque pensándolo bien Saga era bien parecido, y definitivamente más maduro y más alto que Seiya, lo malo eran sus constantes cambios de personalidad, que tal si en una de sus salidas se le ocurriera cambiar de Saga bueno a Saga malo, eso podría ser desastroso, porque en lugar de llevarla a ver una película romántica lo más probable era que la llevara a ver una sanguinolenta película de terror. Saga no podría ser un buen novio tampoco, aunque claro también estaba su gemelo Kanon, igual de lindo que Saga, pero que tal si el cambio de personalidad era de familia, mejor no arriesgarse y pasar al siguiente.

Mascara Mortal seguía en la lista, era extraño nunca le había preguntado su verdadero nombre, bueno si salieran juntos seguro encontraría el tiempo para preguntarle. Mascara Mortal no era lindo como Saga o Mu, pero si era apuesto, quitándole la sonrisa diabólica y la mirada asesina, podría ser un chico agradable a la vista. Sin embrago su personalidad dejaba mucho que desear, hay que admitir que el chico era un psicópata con tendencias asesinas, si creía que Saga con sus cambios de personalidad sería un problema a la hora de salir, con Mascara Mortal sus salidas serían muy parecidas a Halloween sólo que sin dulces ni fiestas de disfraces, y ni hablar de los presentes, conociendo el extraño humor de Máscara Mortal seguro le regalaría una araña de caucho o una calavera de plástico fluorescente. No, Mascara Mortal, no sería un buen novio.

Aioria en cambio tenía mejor personalidad que Mascara Mortal, y también era lindo, pero este chico lindo tenía un defecto, parecía preferir a Marin, que tonto es este Aioria, preferir a una masculina amazona a la que nunca ha visto el rostro a una diosa tan hermosa como ella. Si al menos podría llamar la atención de Aioria un poco, pero después de todo por qué tendría que ser ella la que se esfuerce en conquistarlo, debería ser al revés.

Shaka de virgo no estaba nada mal, de hecho era uno de los chicos más lindos del santuario, además uno de los más tranquilos, podría ser un buen novio, eso si dejamos el hecho de que el muchacho era budista y como tal seguro era vegetariano, ese puede representar un problema a la hora de salir, nada de restaurantes franceses caros. Además el chico se la pasaba casi todo el tiempo meditando, y peor aun casi no abría los ojos, por supuesto que esto podría representar una ventaja pues no podría mirar a otras chicas, pero eso de hacer de lazarillo no iba con ella. No, Shaka lastimosamente también estaba descartado.

El que seguía era Dokho de libra, el antiguo maestro,  quien con su nueva apariencia no se veía nada mal, con él no habrían los problemas que se presentaron de inmadurez que parecían tener la mayoría de los santos, pero tampoco habría que exagerar la nota, el tipo tenía más de doscientos años aunque no lo aparentaba, a su lado ella se sentiría como Lolita. Era demasiado mayor, que tal si en una de sus salidas él se moría en el cine o en la disco, nada peor para arruinar una velada romántica.

Continuando con la lista tenía a Milo, además de ser muy agradable y alegre sin ser tonto como Seiya, aunque eso era algo casi imposible, era un chico lindo, un verdadero rompecorazones, pero ese era el problema. Milo era muy mujeriego, que tal si le ponía los cachos a la primera oportunidad (aunque a algunos de sus caballeros no les importara mucho llevar unos como a Mu, Aldebaran o shura), y si se iba detrás de la primera falda que se atravesara en el camino? eso por supuesto ella no podría tolerarlo, antes acabaría con Milo y con lo que hace de él un hombre. Aunque pensándolo mejor, una diosa no puede rebajarse y enredarse en peleas de gatas, así que tendría que eliminar de la lista a ese malvado traidor de Milo con el dolor de su corazón.

Suspirando Saori pensó en Aioros de Sagitario, quien  si era un chico maduro, sin llegar a extremos, y tan lindo como Aioria, pero Aioros había llevado mucho tiempo muerto, demasiado como para estar actualizado en lo que a lugares y bailes de moda se refiere, parecía que con él las salidas sólo serían a las discos de clásicos, nada de la música que una chica como ella le gustara. Además estaba el hecho de que él la había salvado de Saga, y ahora él era más como un hermano mayor que la cuidaba que como una posible pareja, lástima, podría haber resultado pero no fue así.

Shura de capricornio era un chico lindo, serio y bien plantado, al parecer no tenía defectos ni manías como los otros, y con él las cosas podrían salir bien porque era un chico perfecto, aunque penándolo bien ese puede ser un problema porque don perfecto podría empezar a quejarse de los defectos y manías de ella, y alguien que le esté criticando todo el tiempo no era bueno para la relación.

Siguiendo en la lista está Camus, quien era hermoso, seguro él si sabría dar besos franceses, eso era muy bueno, además seguro conocía los mejores restaurantes franceses de la región, Camus sería el novio perfecto si sólo no fuera tan parecido a un cubo de hielo, así como Camus era hermosos era frío, parecía más una nevera, al menos la provisión de helados estaba asegurada. Pero volviendo al tema, Saori imaginó sus salidas con el Santo, con Camus tratando de explicarle por enésima vez el punto de congelación absoluta en la materia y con ella bostezando sin cesar. Camus no parecía el tipo de chico que se relacione con una novia a base de regalos y detalles, de hecho Camus no parecía el tipo de chico que se relaciona con nadie, de no ser por Milo que es tan amiguero, el Caballero de la Ánfora apenas si saldría de su casa para comer, o se la pasaría en la Siberia inventando alguna nueva manera de torturar a Hyoga

Bueno el último de la lista era Afrodita de piscis, aunque Saori dudaba de si a él le gustara ella, de hecho ni siquiera sabía si le gustaban las chicas, o si era del todo un chico, que tal si luego se llevaba una desagradable sorpresa. No lo mejor era no averiguar nunca, por si acaso.

Y Saori volvió al punto de partida, suspirando se acordó de aquel refrán que dice 'a Sei... mejor dicho a caballo alado regalado no se le mira el colmillo.'

FIN

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