Tokio Vampire Apocalypse
"Me he dormido... siento perecer los últimos estragos de la noche dentro de mí... y me he agitado pensando antes de entregarme al sueño profundo: Shal... mi Shal... has huido de mí... y pensar que pudimos tener un gran futuro...
El Adeín ha tocado mi puerta en medio del sueño... la acudo y me dicho solo una palabra: Midrash..."
Bitácora de Etanus, Shalteonic 12-2
Soley de Lioncourt (poned especial atención) Capítulo undécimo: Midrash(L.hebreo:búsqueda... estudio de las cosas)
Shalteonic II-buenos días joven Manta-dijo una mujer saliendo de detrás de las escaleras de mármol de la gran casa de Asusa Tokikara; era la mucama.
-buenos días-contestó pesadamente el atractivo joven de cabellos castaños y lacios, mientras ajustaba el corbatín a su cuello. O era la imaginación de la mujer o el joven de verdad tenía el rostro un poco paliducho.-no preguntes-añadió el joven, notando la mueca de preocupación de la mujer.- anoche no pude dormir casi nada... tuve que trabajar en la computadora hasta muy tarde...
-ya veo señor; ¿desea que le prepare un café bien cargado?
-no cafeína mujer... declina las energías-contestó el joven intentando sonreír-por cierto-hizo una pausa.-¿ya ha bajado a desayunar la señorita Pilyca?-añadió con apuro.
-pues si señor, hace unos cinco minutos... pero se fue directo al jardín, y como ni habla... deduje que quizá ella deseaba desayunar con usted... - o era su imaginación o miró por unos instantes un leve sonrojo en las mejillas del joven.
-e... esta bien... puedes servirlo ya Kaine.-dijo él y sonrió nuevamente. Ya había descendido por completo por las escaleras y se encaminó al jardín, sin antes detenerse frente al vitral que aguardaba detrás la sala de estar, para mirar su reflejo. Se alisó los cabellos con la mano y sonrió para sí mostrando su blanca dentadura.
Casi terminaba de cruzar la sala de estar para llegar a la puerta trasera que iba a los jardines cuando el sonido insistente del teléfono rompió el silencio de la residencia...
/Rinngggggg...riiiingggggggg../Manta se detuvo, como si aquel sonido de pronto materializara una barrera entre él y su camino.
-¡¡¡¡¡kaine¡¡¡¡-exclamó, mas el sonido del teléfono siguió crispándole los nervios. Y un poco apesadumbrado fue de vuelta a la sala de estar preguntándose si Kaine había escuchado ese sonido o se estaba haciendo la sorda.
-diga?-preguntó al auricular cuando al fin lo descolgó y el sonido cesó, con un tono de voz bastante poco amable. Un sonido se escuchó del otro lado del auricular, contestándole, los ojos de manta se abrieron un poco a pesar de lo pesados que estaban sus párpados por el desvelo.-si-añadió Manta, transcurridos unos segundos añadió-tengo entendido que no me llamaría a menos que-la voz le interrumpió-ya veo... a las diez de la mañana esta bien.-añadió haciendo un gesto para si mismo, una mueca con la boca un tanto de asco.- ajá -añadió.-¿hoy?-preguntó un tanto sorprendido-¿ya está en Tokio?-preguntó nuevamente y parecieron responderle.-esta bien, esta bien... ya entendí... alas diez.-cesó su voz y colgó el teléfono un tanto violento.
Su rostro reflejaba un poco de preocupación, miró su reloj de muñeca, frunció el cejo y maldijo a un ser invisible. No se dio cuenta que la joven del cabello celeste estaba de pié detrás del vitral frente a sus ojos, a unos metros, donde antes el había mirado su reflejo, hasta que se pasó la mano por la frente como si se limpiara algunas gotas de sudor y alzó la vista.
-Pilyca...-casi en un susurro la voz del chico, levantándose apresuradamente del sillón y caminó hacia ella, rodeó el vitral y miró frente a él sus ojos oscuros, dilatados, radiantes. Vestía un hermosos vestido rosa, ceñido a sus pechos y su cintura, dejaba a la vista sus claros hombros y su cuello, llegaba a la media pierna y ella calzaba sandalias blancas; la saliva del chico se acumuló de sobremanera en su garganta, la tragó, se sintió avergonzado de pronto por mirar a la joven de esa forma, volvió a su rostro y se fijó en él, inexpresivo. No pudo evitar desear tocar su mejilla blanca, tersa... y dejó que su mano derecha se guiara por si sola, y lo hizo, ella no hizo ningún gesto, lo miraba fijamente, como si estudiara detrás de su mirada. Pero eso solo pareció provocar que sintiera un extraño y tibio cosquilleo en el estómago, algo inusual que sin su permiso subió hasta llegar a sus mejillas. No escuchó nada. El ambiente era azul cielo como sus cabellos lacios.
-¡¡ya está servido el desayu...-venía exclamando Kaine, y se detuvo para observar la escena, entrecerrando los párpados con una sonrisita dibujada en sus labios violetas. Manta retiró con rapidez la mano del rostro de Pilyca y miró a la mucama, carraspeó, pero el sonrojo de sus mejillas era bastante notorio por lo blanca de su piel.
-vamos a desayunar juntos ¿ah Pilyca?.-dijo él al fin, como en una especie de balbuceo que provocó que la mucama no pudiera ocultar una discreta risita tonta. El chico se volvió para mirar a la mucama con el ceño fruncido y esta se dirigió al comedor nuevamente, un poco apenada. Pilyca puso su mano en la de manta, él le sonrió tiernamente y la condujo al comedor a pasos lentos, pareciéndole que no tenía ninguna preocupación en esos instantes... que acontecieron casi imaginariamente con lentitud.
XxXxX
En Tokio todavía, en un lugar un tanto alejado de ahí.
Residencia de Shaoran Lí, para ser más exactos.
Tock...tock...tock...-un golpeteo insistente en la puerta, los golpes de unos fuertes puños, quizá.
-¡Shaoran¡ ¡están tocando la puerta¡ ¡tu tienes la llave¡-exclamó un mujer desde el sofá, resignadamente sentada con cara de pocos amigos.
-¡no te muevas¡-exclamó un joven mientras bajando las escaleras se dirigía a la entrada y señalaba a la chica con un amenazador dedo índice.
-a esto se le llama secuestro¡¡¡...
El joven sacó las llaves de un saco beige que portaba, entreabierto sobre su pecho desnudo y bien trabajado, la introdujo en el candado que había colocado en la puerta, además de otros cerrojos... la abrió.
-¡¡¿quie...
-Hola Shaoran...-frente a él se encontraba la silueta de un chico, enmarcada por la luz del sol de fuera, Shaoran apretó los párpados y se cubrió la cara cuando de nuevo el sol se apoderó de su piel en un contacto primero. El que le había dedicado el saludo portaba unas delicadas gafas oscuras, y un sombrero negro sobre una gabardina del mismo color, había hablado en un tono de voz agudo y sensual. Irrumpió en la casa en menos de un parpadeo y Shaoran cerró la puerta de súbito, confundido.
-¿qué haces aquí Eriol?-preguntó Shaoran, sin disgusto alguno.-¿terminaron tus vacaciones?...-añadió mientras observaba de pies a cabeza al joven que se había quitado la gabardina, el sombreo y los lentes y los depositaba sobre una mesa pequeña, rodeada de 4 sillas y ahora estaba mirando con desconcierto y cejo fruncido a la chica que estaba sobre el sofá. Ella también lo miraba desafiante, y a la vez algo temerosa.
-¿quién es ella?-preguntó Eriol a Shaoran, sin quitarle los ojos de encima a la chica, y de pronto, adentrándose en aquella mente inválida y humana comprendió su respuesta-oh... si... creo que alguna vez nos hemos visto... pero no presentado... ¿Con que Li Meiling?-preguntó Eriol, a nadie en específico, y sonrió con el cejo fruncido.- Shaoran... parece que tienes problemas familiares...-dijo amablemente Eriol, mirando hacia Shaoran, este frunció el cejo y se cruzó de brazos.
-deja de sonreír de esa manera hipócrita... -contestó Shaoran a pesar de no tener nada que ver con el comentario anterior. Eriol se puso serio unos instantes y habló.-nunca te dije que siempre he odiado eso de ti-Eriol no inmutó.
-deberías hacer a un lado estas cosas dificultuosas...
-¿crees que todo es tan fácil?
-y por que no la matas como lo hiciste con Wey...-dijo Eriol, la Chica resopló y se levantó del sillón. Eriol rió maliciosamente.-¿así que no le dijiste?-añadió divertido, recargando sus brazos en el respaldo alto de una de las sillas del pequeño comedor que se encontraba a unos metros de Mei ling, en el mismo aula que la sala de estar cerca de la entrada principal. Shaoran se quedó en silencio, mirando la nuca de Eriol con enojo.
-¿es verdad eso Shaoran?-preguntó Mei Ling de pié, en voz alta con reproche, y un dejo de frustración. Pero Shaoran no le prestó atención.
-si sigues mirándome de esa forma... me darán escalofríos... Shaoran-dijo Eriol sonriente, colocando sus mejillas entre sus manos, recargado en el respaldo, a un Shaoran que se encontraba a espaldas suyas. Como no hubo respuesta añadió:-vine en son de paz Shaoran... iba a intentar hacer "cositas chistosas" contigo... pero... -dirigió sus ojos nuevamente a Meiling, con el cejo fruncido, Meiling sintió escalofríos y se dejó caer en el sofá nuevamente, con lágrimas en los ojos.-creo-añadió cerrando los ojos e incorporándose nuevamente.-que no podremos hacer nada con ella aquí...
-¡hacer que?¡-volvió a preguntar MeiLing, frustrada por completo. Pero fue ignorada nuevamente.
-¡jajaja¡... ¿y que cosas "chistosas" podrías hacer conmigo Hiragizawa?-preguntó Shaoran riendo con sorna, recargándose en la pared.
-muchas más de las que tu retorcida y sucia mente imagina...-susurró Eriol en su oído, sorprendentemente ya estaba frente a él, había saltado Mei ling sobre el sillón cuando le vio materializarse en menos de un parpadeo frente a Shaoran...
-y ... ¿crees... que a mi me llenaría de placer estar contigo?... –preguntó Shaoran también en un susurro seductor en el oído de Eriol. Éste sin reparar siquiera en la presencia de Meiling se dedicó a olfatear la cabellera de Shaoran.-¡¿con un sucio y retorcido espécimen anormal y homosexual?¡-añadió Shaoran con arrebato, exclamando frente al rostro de Eriol, ahora que lo tenía sujeto por el cuello de su camisa. Y escupió en su rostro... la sangre escurría por el rostro hermoso de Eriol, acariciando su nariz, sus mejillas, sus labios, una seductora salpicadura irrumpiendo en el fango de su propio pensamiento.
Shaoran se separó de él, con asco. Hiragizawa se pasó la manga de su camisa por la cara y sonrió con los labios entrecerrando los ojos.
-eres un pequeño lobo desagradecido...-dijo Eriol secamente, mas luego sonrió para Shaoran con los ojos cerrados, como cuando eran estudiantes de primaria. Shaoran le retó con una mirada soberbia.
-creí que ya te había quedado claro...-dijo Shaoran.-no quiero saber nada de ti... aléjate... ¡aléjate para siempre¡
-no voy a rendirme así como así... solo por que tú lo dices...-dijo Eriol, poniéndose nuevamente la gabardina oscura.-supongo que aquel impulso que te llevó a besarme la ultima vez fue por nada...-añadió Eriol mirando el suelo, serio. Enseguida la voz de Meiling se escuchó nuevamente.
-¡¡¿Quéeee?¡¡-exclamó ella-¡¡Cómo pudiste Shaoran¡¡¡ cómo besaste a un...-Pero Shaoran le había tapado la boca a Meiling.-mhhhMjjjj¡¡¡¡
-¡ya lárgate¡¡vete de aquí¡-exclamó Shaoran a Eriol.
-¿por qué te da miedo que ella lo sepa?... ¿Acaso te vas a ir con ella a Hong Kong a volver con tu madre y te da miedo que lo sepan?...
-no tengo porque tener miedo...
-OH si-contestó Eriol, mientras se acomodaba el sombrero y metía sus manos en los bolsillos.-lo olvidaba, eres fuerte, un vampiro en extremo invencible, una completa bestia asesina... cuya naturaleza humana ha desaparecido por completo de su vida...-musito con algo de burla.-todo gracias a mi estupidez...
-¡¡ya vete¡¡-exclamó Shaoran, pero Eriol ya salía por la puerta con las gafas oscuras puestas, no sin antes dedicarle una tierna sonrisa.
-volverás a mí Shaoran... lo sé-dijo antes de cerrar la puerta... en voz un tanto baja pero audible.
Ya fuera del que ahora era el hogar de un Shaoran muerto, hecho vampiro, Eriol Hiragizawa abordó de nuevo en su camioneta ya cubierto por una buena capa a su alrededor de vidrios oscuros, polarizados y sintiendo la reconfortante sensación de un asiento cómodo bajo sus glúteos, se ensimismó unos momentos justo antes de adentrar la llave para accionar el motor...
Una tibia voz surgió de la nada y prontamente, inundándolo en vivencias, en el recuerdo vivo de una persona y de sus palabras...
/es solo que en tu lugar no hubiese hecho vampiro a alguien sin antes asegurar que será la persona correcta y que seré correspondido... como tu deseas que sea... simplemente lo que hiciste fue una estupidez...-dijo Lizerg- no me hubiese gustado sufrir por algo como eso... como tu lo haces...-agregó con ligera tranquilidad, con comprensión, con pureza sin entender porqué.../
No entendía aún porqué, en esos estratégicos instantes estaba pensando en aquel maldito... su voz había llegado a él surgida de la nada de pronto, dejándolo pensativo indefenso, con una inmensa furia albergándose, capaz de expulsarle de él mismo en fantasías inmensas; podría ir a buscarle incluso, e ir a golpearlo, maldecidlo, atacarlo como le fuese posible, buscando alguna manera de desaparecerlo por completo de la faz de la tierra para que dejara de mancharla con su sola presencia... ¿Porqué le molestaban tanto las palabras de Lizerg?...¿su sola voz?...¡¿su solo recuerdo le era molesto?¡... ¿¿porqué?...
/ es verdad... -dijo Lizerg intentando hacerlo con esfuerzo ya que aquella presión en su garganta le hacía dificultosa la tarea de responder-... no solo no te odia... tu has sido un estúpido... al confiarle esta naturaleza... a alguien como él.../
La voz de ese Lizerg... nuevamente. Dejó caer la llave a sus pies y se recargó en el volante, sosteniendo su propia cabeza como si estuviera a punto de caerse de su lugar.
/-/si... sufres...-contestó Lizerg entrecortado...
-y ¿acaso eso te preocupa?-dijo Eriol cuestionando, mientras acercaba su rostro al de Lizerg y toco la nariz de este, acariciándola juguetonamente con la suya propia como si de un padre y su hijo clamándose amor se tratara.-silencio... -agregó con voz divertida y canturreada Eriol, como si le hablara a un niño./
El ultimo recuerdo, fue seguido por un gemido, miró en sus adentros el rostro claro de Lizerg, bañado en sudor de sangre, sus hermosos ojos vibrando con la intensidad de cada una de sus mordidas, de sus besos... bajo la luz de la luna... un verde claro, precioso... sus labios húmedos. Un gemido más...
/-Hiragi...zawa¡¡/
Eriol apretó sus uñas contra su rostro fuertemente, mientras apretaba los párpados, impedido por el mismo, parar en sus memorias… los hilitos de sangre comenzaron a bañar su rostro nuevamente, pero no era la sangre de Shaoran... era la suya.
/-¿Es que acaso crees... que no me di cuenta que... solo pensabas en él... mientras... teníamos sexo?...
-era obvio que lo haría... aún así te prestaste al juego... tú eres el estúpido.-/
Recordó al final la hermosa silueta de Diethel sobre el suelo, echado, ultrajado como un juguete más... y su mirada de reproche, de vacío al mismo tiempo... de sufrimiento tal vez... incluso parecía herido... no... no solo físicamente.
Pero no tendría que sentir remordimiento alguno... ni mucho menos por la forma tan cruel en que sus palabras se habían expresado...¿cierto?...
Maldijo a Lizerg Diethel desde lo mas profundo de su ser por hacerle eso... por provocarle esos míseros pensamientos... por hacerlo recordar... realmente... realmente... ¡cómo deseaba verle extinto¡.
El vehículo tembló, el sonido del motor le sacó de sus pensamientos, de sus divisiones... se sintió un poco débil... pero echó a andar su medio de transporte... ya no deseaba estar ahí de nuevo. Recordando su inmunda realidad.
UuUuUuU
Hotel Saint Dissenter DI' Coll´s
Parte de la embajada inglesa
Tokio Japón
La puerta se azotó de súbito. Ni siquiera se escuchó abrirse. Un joven de cabellos verdes claros estaba en la entrada, exhausto y demacrado, dejó su valija en el suelo, junto a él... incluso daba miedo el solo observarlo a simple vista.
-no deberías salir así a la calle... Diethel... te ves desagradable.-los ojos verdes escrutaron al joven rubio, hermoso y algo bajo de estatura, pero ya no estaba en harapos; estaba impecable, en ropas de Lizerg, color beige y que se le veían un poco holgadas para su talla. Pero ni esa visión hizo que Lizerg cambiara la expresión de su rostro, siguió inexpresivo, y hasta ese momento Kami no reparó en la visibilidad de aquellas venas de su rostro y las violetas ojeras bajo sus ojos. Pronto Lizerg volvió su mirada al suelo y se encorvó sobre el mismo, recargándose en la puerta. Estaba Ido completamente.-creí que te quedarías en ese lugar hasta mañana... como dijiste...-silencio en el ambiente. Kami arqueó las cejas observando.-escucha... tú eres una buena persona... -añadió Kami como si eso cambiara la situación, pero no ocurrió nada y supuso que tampoco podría llevar a Lizerg a una nueva y hostil discusión como las de hace dos noches...
La suite que más bien tenía la apariencia de un apartamento, con absolutamente todas las cortinas del lugar corridas, estaba sumido en las sombras a pesar de que afuera, el sol estaba acechante sobre la ciudad de Tokio.
-¿Estas mal verdad?... no has bebido nada...-dijo la dulce voz de Kami, la dulce voz tierna que un adolescente a quien no le a madurado la voz perfectamente dejaría que se escapara de sus labios. Pero Lizerg siguió sin responder, ya se había dejado caer por completo sobre la alfombra de la entrada, con la cabeza gacha. Quizá si hubiese estado en sus cabales en esos instantes, se habría sorprendido de cierto cambio en la forma de hablar de su nuevo huésped... pero parecía que ni siquiera le escuchaba. Kami pensó en algo, no estaba seguro... pero lo intentaría...
Se apresuró a desabotonar la camisa blanca que llevaba puesta hasta dejar su cuello y su hombro completamente descubiertos y se aferró a Lizerg rodeándolo como en una especie de abrazo, ladeando la cabeza de este, con su mano para que sus labios tocaran su blanca piel desnuda.
-bebe... –musitó Kami, aferrándose a un más-no me moveré hasta que lo hagas...-añadió apretando más la débil cabeza de Lizerg contra su cuello. Pasaron unos instantes más cuando al fin sintió a Lizerg moviéndose, quien luchó contra los brazos del muchacho vampiro, tratando de no dañarlo y pudo deshacerse de ellos, apartándose de Kami, levantándose tembloroso del suelo y comenzó a caminar a cuestas, tambaleante.
-déjame... déjame en paz... –dijo Lizerg entrecortadamente y con la voz un tanto ronca, sosteniéndose de la pared, mientras se dirigía a su habitación.
-¡tienes que beber¡...-exclamó Kami-¡tu mismo me lo dijiste la otra noche¡¡por ella vivimos y somos...
-¡¡¿y alguna vez te pusiste a pensar en que podría suceder si no lo hacemos?¡¡-exclamó ahora Lizerg en voz alta, esforzándose para poder usar su voz.
-¡espera...-iba Kami tras él mas no lo alcanzó cuando cerró la puerta de su habitación frente a él...
-...yo quiero averiguarlo...-añadió Lizerg, en voz baja, desde le otro lado de la puerta, tristemente. Kami se inclinó frente a la puerta... y miró al vacío...
#flash back#
-quizá sería como morir-dijo Lizerg con una sonrisa, mientras los chorros de agua que surgían del monolito del centro de la fuente dibujaban hermosos arcos cubiertos de color al reflejo de las pequeñas luces a su alrededor.-No beber la sangre... abstenerse a ella... tu pregunta es muy interesante Lían... creo que resultaría más fácil que dejarse al sol y menos doloroso... para alguien que desee suicidarse...-añadió mientras observaba los juegos de agua.-pero por ella vivimos... creo.-concluyó.
Estaban sentados en la rama de un enorme roble en el parque Ueno de Tokio, bajo la brisa nocturna, y frente a ellos las personas, bordeando la zona de fuentes cuyos chorros de agua jugueteaban de lado a lado, siendo disparadas y cayendo en otro punto, yendo hacia allá y hacia acá... los niños miraban asombrados, la magnificencia del agua.
-hace unas horas... cuando te vi con Courht... me ha dado mucha envidia, Lían-dijo Lizerg, amablemente, la charla entre ellos se había hecho un poco más amena conforme avanzaba la noche... sin explicación alguna.-envidia de la buena, claro-añadió.
-¿por qué?-preguntó tímido el chico rubio... un tanto sorprendido.
-porque vuestro mutuo amor es verdadero... es recíproco...-Kami se sonrojó ante esas palabras, aunque no era muy notoria gracias a la oscuridad de la noche pero Lizerg si lo percibió cuando se volvió hacia él.
-...
-lo sé...-inquirió Lizerg como si Kami le hubiese dicho algo con ese silencio- sé que no entiendes exactamente de que hablo... me refiero, por supuesto a ese lazo que los une, no solo el de la sangre, si no ese algo que nació la noche en que te hizo vampiro, cediste bajo su hechizo de amor...
-... ¿qué
-un vampiro no hace a otro si no le ama...al menos ese siempre ha sido mi pensamiento; él debió amarte desde el primer momento en que te vió, creo yo, la vez primera... la misma noche en que te hizo... te conoció, te poseyó... y tu ... cuando le has visto nuevamente, vi en tus ojos ese amor... el amor puro y verdadero al que me refiero... el que los une... porque tu le correspondes...-musitó Lizerg, mientras Kami mirada a sus piernas, con la cabeza gacha.
-¿qué hay de ti?-preguntó Kami de pronto, serio, mirando a Lizerg... -me refiero... me refiero al vampiro que te ha hecho a ti.-Lizerg lo miró en silencio unos instantes más luego agachó la cabeza.
-por desgracia... mi relación con esa persona no es muy parecida a la tuya... digamos-hizo una pausa mientras movía sus piernas que colgaban de la rama, de adelante hacia atrás y viceversa.-no hubo mucho tiempo para compartir los dos ese sentimiento que compartes con Courht, ella decía que me amaba... cuando al fin supe lo sentía por mi creadora fue tarde... ella... está muerta...
-pero los vam...
-no importa como haya sido, ella está extinta verdaderamente... nunca supe como fue... ni en que instante... pero estoy convencido de que así es...-interrumpió con una especie de disgusto al hablar, y frunciendo el ceño.
-¿por qué estas tan seguro, Diethel?
-la busqué... y poco tiempo después entendí que así era... no se como pero me he convencido de ello...
Pasaron unos instantes en que ninguno dijo nada más...
-¡bueno¡-dijo Lizerg de pronto, mas animado, cambiando el rumbo de la conversación, en voz mas alta de la que había estado usando la mayor parte de la noche.-espero que todo lo que te he dicho esta noche no lo olvides, todo lo que sé sobre nuestra naturaleza...
-no.-contestó Kami un poco seco, con su tono habitual.
-¿y sabes?
-que?
-no eres un crío tan desagradable, malcriado y hostil después de todo...-afirmó Lizerg sonriendo, aquello hizo hinchar una pequeña vena en la sien de Kami.
-...gracias por el cumplido-contestó Kami con sarcasmo...
-lo digo en serio... no se como pero me estas cayendo bien...-espetó Lizerg, dando un salto para aterrizar en el suelo.
Kami aún con el cejo fruncido a causa de ese comentario, no midió bien la distancia entre el suelo y la rama y cayó de manera equivocada, iba a dar de cara contra la tierra; más las manos de Lizerg lo detuvieron en el aire, sosteniéndolo de la cintura esbelta, procurando no dejarle caer. Y lo colocó en el suelo suavemente, como si se tratara de un objeto delicado, no antes de encontrarse sus mutuos ojos... dos hermosos círculos de azul de cielo y dos igualmente hermosas esmeraldas. Kami se safó lo mas pronto posible de las manos de Lizerg, un poco apenado, e incómodo... no le gustaba que lo tocaran...
-nadie... que no sea Courht-anunciaron las palabras de Lizerg, suavemente, sorprendiendo a Kami, quien lo miró con desconcierto.-cuida lo que piensas Kami... cualquiera puede saber lo que pasa por tu cabeza si no te esfuerzas en poner barreras mentales...
-...-Kami se quedó en silencio, ceñudo nuevamente, un labio de temblaba un poco.
-Eres un chico muy lindo, Lían Kami-repuso Lizerg, con una sonrisa en los labios, cerrando los ojos, sinceramente. El muchacho rubio se sonrojó nuevamente, y dirigió su mirada a otro sitio. Había querido decir algo el también, pero se contuvo, y mientras el ambiente era de cuchicheos de la gente junto a las fuentes, que parecían no percatarse de ellos, el joven miró a Lizerg una vez más, aquellas esmeraldas estaban mirando el firmamento de estrellas en el cielo, aun tenía esa sonrisa dibujada...
Había sido una noche muy agradable... sin duda la más agradable y amable que había tenido nunca antes... y se había dado cuenta de una cosa: ese Lizerg... era un vampiro muy amable... no era desagradable ni mucho menos hostil... sin duda compartían la misma opinión... había algo en él que durante esas horas vagando le había anunciado que las intenciones de Lizerg no eran de maldad... si Courht le había elegido aun sin consentimiento de él había sido por algo, y se sintió un poco más tranquilo.
-¿quieres volver al hotel Lían?-preguntó Lizerg de pronto, sacando a Kami de sus pensamientos.
-si-contestó.
-bien... vamonos entonces nn-dijo Lizerg comenzando a caminar, con voz amable.
-oye...-le llamó Kami, Lizerg se detuvo y le miró.
-dime...
-yo...-parecía que le costaba articular las palabras que iba a decir, mas pronto se decidió-gra... ¡gracias por todo¡...-dijo al fin en voz mas alta, soltando las palabras de súbito. Lizerg abrió de sobremanera los ojos unos instantes, mas pronto sonrió nuevamente.
-de nada-contestó suavemente, y se giró para seguir caminando, con Kami tras él.
El joven Kami también pareció sonreír pero solo fue una ilusión muy fugaz. Instantes después ya se encontraban los dos vampiros caminando lentamente, con tranquilidad hacia un destino quizá no fugaz como las fantasías.(O.o?)
#fin del Flashback#
Kami seguía en silencio, tenía la frente recargada en la puerta de la habitación del joven Diethel... no sabía que hacer en esos instantes. ¿Podría ser aquello un berrinche vampírico común?... ¿Debió suceder algo para que Lizerg deseara algo tan cobarde como la extinción?...
En Tokio Nuevamente... en la Asamblea General de Vampiros de Tokio (AGVT)
-vengo a ver al señor Lerathdum...-dijo seriamente la chica, tenía el cabello negro y ondulado, le llegaba a la cintura, tenía la piel blanca y los ojos de un hermoso violeta azulado; No le pareció cortés saludar, el hombre (si se le podía llamar hombre) calvo solo la había mirado hostilmente.
Estaba vestido como una especie de monje, le cedió con desconfianza el paso a la señorita.
-por aquí-le dijo con voz queda. La guió por el majestuoso camino de madera iluminado solo de antorchas, los pasillos infinitos se abrían como laberinto, mas el hombre parecía saberse perfectamente el camino a través de esa enorme mansión japonesa.
El monje calvo se detuvo frente a una puerta gris, adornada en cada esquina con dos serpientes entrecruzadas. El monje tocó tres veces. La puerta se abrió lentamente, rechinando el oxidado y duro metal, la chica no parecía sorprendida y sin inmutarse se apresuró a entrar a la estancia, dejando al monje a sus espaldas. Al principio la minuciosa oscuridad afloró sobre sus ojos, bañándola en su silencio, en su fragante ambiente recreado. Mas ella sabía perfectamente que había alguien ahí dentro, cerró la puerta y se quedó de pié, esperando alguna señal.
En unos míseros instantes dos antorchas se encendieron, la chica fue deslumbrada y se talló los ojos con sus manos. Un hombre estaba en el fondo de la habitación, semi vacía, con unos cuantos muebles que parecían ser bastante antiguos, él estaba echado sobre un sofá enorme y de tapiz rojo oscuro, ataviado de pequeños cojines en los costados, que acariciaban el suelo; tenía el mismo aspecto de siempre, el cabello negro y lacio un tanto despeinado, la típica expresión de descaro, su hermoso rostro vampirizado a una perfección casi absoluta y su cuerpo varonil, sus hombros anchos... todo aquello que secretamente parecía volverla loca en sus adentros.
-estaba por salir pero...que milagro que vienes a visitarme...-inquirió Lerath, rompiendo el silencio.-debe ser un asunto muy delicado el que te trajo hasta aquí...
-no tan delicado como para ser desesperado pero lo es...
-vaya-repuso él, resoplando y se incorporó lentamente.-querida Tomoyo Daidouji...-la chica lo miró fijamente, tratando de que su barrera mental no fuese derribada, tratar con vampiros, ella sabía, es un asunto de cuidado.
-veo que has adquirido velocidad... y fuerza... lo que tanto deseabas... Touya...-dijo ella, y sonrió. Touya frunció el ceño y caminó hacia ella lentamente.
-¡Lerath¡-dijo seriamente-Le...rath... no se te olvide-añadió y acarició sus labios con su lengua.
-es difícil recordar que tienes un nuevo nombre...-dijo ella amable- Sakura me recuerda al Toya de hace años...
-ya esta muerto-dijo él, ya estaba frente a ella, le acarició el cabello con maldad.
-¿sabes que ella te ha visto?
-si-contestó él.
-¿porqué no la dejas en paz?-preguntó ella insistente, él se apartó unos metros y le dio la espalda.
-creo que... eso es algo que a alguien como tu no le interesa...
-pues si me importa... sabes que siempre he pensado que ella debe saber que...-Lerath la silenció con sus dedos suavemente.
-no va a saber nada porque Toya esta muerto... ¿comprendes?
-¿vas a decirme que no queda nada de él?-preguntó Tomoyo, mirándolo con ansiedad.
-¿Y porqué te interesa tanto que haya algo de él en mí?-le infirió Lerath en cuestión, y se acercó a su rostro, las pupilas de Tomoyo se dilataron un poco pero permaneció firme, aunque un notorio sonrojo se apoderó de la superficie de sus mejillas. Lerathdum sonrió.
-te sigues sonrojando como cuando eras solo una mocosa-dijo Lerath. Tomoyo parpadeó y frunció el ceño cuando escuchó aquellas palabras en un susurro.-aunque-añadió Lerath-sigues pareciéndolo... je.
-...-ella quedó en silencio, sin saber como contestar.
Ya te vas o que?-le preguntó Lerath no muy cortés.
Debo decirte una cosa...
¿Qué?
Tu hermana esta muy extraña últimamente...¿tienes algo que ver con eso?
Toya la miró fijamente y luego negó con la cabeza sonriendo con los labios y cerrando los ojos como si aquello fuera evidente y no una nueva noticia para él.
-ha bebido sangre alucinógena-dijo él con tranquilidad y se recargó en la superficie de la pared, metiendo las manos en los bolsillos. Tomoyo hizo una mueca de terror.-pero no te preocupes... tu querida Sakura ya está a salvo del vampiro que la sedujo a beber su sangre...
-¿Acaso se iba todas esas tardes a buscar a ese vampiro?... ¿cómo estas tan seguro de que esta a salvo de él?
-porque le maté-dijo tranquilamente.
-¿ah sí?-preguntó incrédula y se puso las manos en la cintura- ¿y como?
-es... un secreto-canturreó Toya y tronó un beso al aire, mirando a Tomoyo.
-No te creo...-repuso ella firmemente.
-ese enfermizo cariño hacia mi hermana te ha cerrado la mente hacia la realidad... pequeña Tomoyo...-dijo él como si esa fuera una buena respuesta. Tomoyo apretó sus puños.
-bien-musitó ella suavemente. Y cambió su mueca seria a una sonrisa fingida, cerrando los ojos, si decir más, se dirigió lentamente a la puerta, la abrió nuevamente para salir, cuando escuchó la voz de Touya.
-espera...
-¿sucede algo señor Lerathdum?-preguntó volviéndose nuevamente hacia él.
-si-dijo él, meditó unos instantes más- ¿entonces es verdad que lo que siempre has sentido por mi hermana es...
-Eso es... algo que a "alguien como tu no le interesa"...-interrumpió ella con parsimonia y se volvió de nuevo hacia la puerta sonriendo con los labios, pero no se movió.
-¿quién te viera? pequeña fiera... has de tener tu carácter... nadie lo creería con esa carita de inocencia... antes no eras tan...
-la gente puede cambiar... y tu mejor que nadie sabes lo que es eso-interrumpió Tomoyo y salió por la puerta sin volver a escuchar las palabras del vampiro.
En otro sitio... mas bien:
Tokio-Japón Calle Ozuma-Ozuma Residencial Tokikara-por aquí señor-dijo la mucama, después de hacer una reverencia al hombre que acababa de llegar, era alto, delgaducho y de piel clara, cabello castaño y ojos azules, usaba gafas, era un extranjero, sin ningún rasgo que lo identificara como Japonés, vestía un traje color hueso camisa blanca y corbata marrón; portaba un portafolios.
-Arika-tou...ko sat masu-intentó decir el hombre, mas su japonés era aun bastante malo en cuanto a pronunciación, la mujer se reservó una risita.-enseguida le llamo al joven Oyamada...
-déjalo Kaine...-dijo Manta desde las escaleras, bajando rápidamente.-no te entiende ni papa-añadió él, sonriendo.-es un hombre griego...
-¿usted habla griego joven Oyamada?-preguntó la mujer al joven, mientras el extranjero los observaba con desconcierto parlar en japonés.-je,-rió Manta-la verdad no soy muy bueno haciéndolo pero me comunico con él en inglés...-añadió y dirigió su vista al hombre quien le sonreía desde el marco de la puerta.
-Good morning Sr. Eurípides…-salud Manta con una reverencia, la mucama hizo lo mismo y se retiró.- espero que no se le haya hecho muy pesado el viaje…
-oh claro que no joven Oyamada, el asunto lo ameritaba, no es algo que se pueda tratar por medio de cartas... y pues aquí me tiene.
-¿desea algo?... ¿Una taza de café, un vaso de agua o..
-nada, muchas gracias, ya he desayunado...
-supongo que quiere ir al grano cuanto antes
-si no es mucha molestia... nn-contestó el hombre con una sonrisita .Manta estaba un poco serio.
-bien, acompáñeme a mi despacho...-dijo Manta, haciéndole una seña al hombre con el brazo, y caminaron hacia el lado contrario del vitral que daba a la sala de estar. Ahí había una puerta más, la cerró cuando accesaron.
-vaya que ha llegado muy puntual...-dijo Manta, mientras se acomodaba en su silla de piel detrás del escritorio, del otro lado se sentó el hombre, un poco intimidado.
-es verdad... me gusta ser puntual en todo.
-me alegra.-contestó Manta.-y bueno, ¿qué es ese asunto del que me tiene que hablar?
-No he venido por parte de la universidad, joven Manta.
-¿ah no?-preguntó un poco desconcertado, y se inclinó sobre el escritorio.
-La... Organización...-pronunció el hombre casi en susurro, como si aquella palabra fuera muy delicada para pronunciarse en alto. Manta se incorporó sobre el escritorio, recargando sus manos en él, mirando fijamente al hombre, dándole a entender que sabía perfectamente a que se refería.
-...¿qué... ha ocurrido...?
-siguen investigando la muerte de Daniel...-contestó el hombre, aun en voz baja.
-¿han encontrado algo?
-muchas cosas... demasiadas... es un infortunio que usted no esté ahí porque ha habido mucho movimiento.
-¿y quien fue?
-ellos... los nosferatus...-dijo el hombre, con voz un poco temblorosa. Manta no se inmutó.-entonces era verdad que usted ya lo sabía y no quiso infiltrarse en las investigaciones-añadió el hombre al ver la no reacción de Manta.
-¿quién te ha dicho eso?-preguntó Manta serenamente.
-el Conde Uriu...-contestó –Eurípides.
-deja lo de conde...-Manta cruzó los brazos-Lo sabía... siempre fue mi espía...
-pero joven... ¿por qué no lo dijo antes?
-tengo mis razones.
-¿cuáles?
-Te lo diré solo porque has sido mi confidente mucho tiempo Euri-dijo Manta un poco sombrío.-yo estuve en la escena del crimen.-añadió un poco entrecortado. Eurípides abrió los ojos de sobremanera, sorprendido.
-...entonces...usted...
-no, no vi los rostros de los asesinos... si eso preguntas.-El hombre inclinó la cabeza.-fue en la oscuridad... y yo... salí huyendo... Sabíamos que era una investigación riesgosa... y aún así...-Manta suspiró con algo de dolor, se dejó caer de nuevo en su silla, pesadamente como si cargara en su espalda las desgracias del planeta.-fue horrible Euri... hicimos la investigación a espaldas de la organización-añadió y se llevó las manos a la cabeza, apretándose los cabellos, como si quisiera arrancárselos en cualquier instante.-y la mañana siguiente encontraron su cuerpo... mutilado...-el hombre pareció dar un incómodo trago amargo de su saliva.-me sentí como un cobarde, y eso fui en efecto-inquirió.-por ello volví a Tokio Euri-san... y no pensaba volver a Grecia...
-entiendo joven Manta-espetó el hombre, abrazando su portafolios.-entiendo perfectamente, mi lealtad hacia usted por sobre todas las cosas.
-gracias Euri-san
El hombre carraspeó en su sitio y prosiguió.
-también, joven, Uriu, él ha metido sus narices en la organización.
-¡¡¡¿QUÉ DEMONIOS HAS DICHO?¡¡¡ ¡COMO ES POSIBLE?¡¡-exclamó Manta iracundo, el hombre pareció dar un saltito en su asiento, mas recobró su postura.
-Nos puso en contacto con la organización hermana Talamasca en América nuevamente, pidió autorización para relevarlo a usted de su cargo.
-¡¡¡¿QUÉ?¡¡¡-espetó Manta en voz, alta sin poder contenerse-¡¡¿quién demonios le ha dado a ese patán el derecho de hacer eso?¡¡
-la...-titubeó el hombre, un tanto nervioso, sin duda sabía que se atenía cuando el joven Manta estaba realmente enfadado (si que daba miedo...)- la Jefa... es decir... su propia madre señor.-añadió muy intimidado por el hombre bajo el yugo de la Ira.
-mi madre... ¡¡¡mi madre¡¡¡-Manta golpeó el escritorio con fuerza, al hombre se le resbaló el portafolios de las manos en ese instante, tenía las manos demasiado sudorosas.-¡lo sabia, lo sabía¡-siguió golpeteando el escritorio mirando sus puños.
-lo sabía?
-algo así imaginaba-le respondió manta, jadeante por el coraje-siento esto-añadió Manta, un poco apenado-es solo la impresión, y el coraje...
-lo entiendo joven Manta no se preocupe.
- ¿y han enviado respuesta?-añadió Manta, tratando de cobrar su compostura.
-aun no señor, estan dando tiempo a usted de defender su cargo con una contra demanda de derechos funcionales en la Erisca... pero el señor Uriu repuso que esos derechos deberían otorgársele a alguien mayor de edad, ya que usted aun era como un niño para la organización, que un mocoso de solo diecisiete no podía llevar bajo su cuesta la organización entera... y... una sarta de cosas mas que... sin duda rodean el mismo asunto...-inquirió el hombre aun un poco tembloroso.
-lo entiendo...-aventuró Manta, como meditabundo.-ese patán logró manipular a mi madre... ella sabe que ese derecho es mas mío que de un maldito ex presidiario al que acaba de conocer... por el hecho de ser su hijo... ahora representante de Oyamada Corp. Ahora solo falta que mi madre me quite los derechos de la compañía familiar...
-joven Manta...
-seguro se le metió por los ojos con mentiras-añadió Manta sin mirar hacia el hombre, en voz baja como para él mismo, tenía el la faz una severa mueca de disgusto.
-joven, estoy de su lado como usted sabe, estoy dispuesto a irme en contra de la organización y apelar en su nombre si usted lo desea... y creo que sería lo más benéfico.
-La Erisca no puede tener como comandante a un imbésil mediocre... como Uriu...
-bien, comenzaré a preparar el papeleo suficiente para...
-No...-dijo Manta interrumpiendo sus palabras y de pronto sonrió de forma maliciosa y jugó con sus dedos.-esperarás un poco más... mas bien, "esperaremos" un poco más...
-¡pero joven la fecha de...
-no... no interesa... deja que pase el plazo de la apelación...
-¡pero eso sería..-exclamó el hombre mas volvió a ser interrumpido.
-¡¡yo se lo que te digo¡¡-Aclaró Manta, en voz alta-... mis neuronas comienzan a formular una especie de plan... si ellos quieren guerra, incluso mi madre y su amante en turno...-añadió frunciendo el ceño y sonriendo con los labios- GUERRA LES DARÉ...-concluyó el joven Manta, y mas pronto caminó hacia el librero que estaba a sus espaldas y tiró de un de los libros. Hubo un sonido sordo en algún punto de la habitación, Eurípides se levantó de súbito, un poco alterado; el escritorio en medio de ellos comenzó a moverse, tembló primero y luego se movió lentamente de su lugar, arrastrándose hacia la derecha, jalado por un par de rieles debajo de él... dejó al descubierto una trampilla de color negro con una argolla dorada. Manta tiró de ella con fuerza, la trampilla salió fácil de su cuenca y quedó al descubierto un pasaje que iba al interior del suelo, unas escaleras para ser guiados a la oscuridad que parecía reinar ahí debajo. El hombre griego quedó completamente anonadado mirando lo ocurrido.
-no te preocupes... no hay demonios ni nada por el estilo allá abajo...-le dijo Manta tratando de aminorar el asombro del hombre, quien hace unos segundos había tenido la boca abierta.-te dije que me imaginaba que algo así ocurriría... fue entonces cuando recordé la trampilla.
-joven yo...
-te voy a confiar algo...-le dijo Manta-tomé precauciones en caso de algún incidente así... aproveché mis últimos momentos con las llaves del "archivo" de la Organización... y pues... me aproveché de lo lindo. Digamos que... tomé algunas cosas importantes en cuanto a las investigaciones supersecretas de refiere...-añadió y sonrió, parecía que al mirar la trampilla una especie de orgullo le dio de lleno luego del coraje anterior.
-¡¿qué?¡-preguntó el hombre completamente asombrado, una especie de terror parecía acalambrarle los huesos porque temblaba.
-sí, le he robado a mi propia Organización-añadió Manta con una expresión sombría en la mirada, y seriamente.
-¡¡pero...pe...¡pero si descubren lo que...
-tranquilo-le volvió a interrumpir manta con pasividad.-no creo que suceda nada todavía, nadie tendrá acceso al archivo hasta que haya nuevo comandante, que supongo será Uriu...-añadió-pero... aver cuanto le dura el gusto.-el hombre asintió con la cabeza, sudoroso.-y ahora, querido "secretario"... acompáñame bajo tierra...
En otro lugar, un pequeño apartamento en la ciudad de Tokio...
Un hombre joven, un tanto pálido de cabellos claros y platinos, lacios y un poco largos se encontraba encorvado sobre el sillón, a sus pies habían filosos pedazos de vidrio y un líquido rojo bordeándolos en el suelo de azulejo blanco. Lo miraba con atención, fijamente, con los brazos cruzados y las piernas abiertas. Usaba gafas, pero en esos instantes no las portaba, su rostro muy por debajo de su flequillo se veía un poco demacrado, no se arruinaba su belleza pero sus ojos podían acentuar lo que eventualmente parecería tristeza.
Sus manos se movieron temblorosas, extendiéndose hacia el suelo, cuando la punta de su dedo tocó un pedazo bastante grande y filoso de esos vidrios, el sonido de timbre de la puerta lo sacó de su ensimismamiento (mas bien una especie de paroxismo)... se preguntó si iría o no... si tendría sentido o no. Pero lo hizo sin tener tiempo de responderse.
Tras abrir la gastada puerta de madera barnizada en un casi brillante color vino, unos ojos castaños claros se habían aferrado a los suyos con solo una mirada, el cabello tupido y rojizo lo hizo reaccionar mas debidamente.
-Kaworu...san...-dijo casi en un susurro Yukito, abriendo completamente la puerta. Se llevó la mano izquierda a la cabeza y se alisó un poco el pelo, sin poder ocultar su faz de depresión.
-buenos días...-dijo tímidamente.-siento venir hasta tu casa pero no tuve otro remedio.-añadió el joven Kaworu, tratando de sonreír.-¿no estas bien... verdad?
-mira yo...-iba a decir Yukito, mas la mirada de reproche de Kaworu lo hizo silenciarse. Kaworu lo estaba observando sin ningún tipo de discreción, aquel su rostro sus mejillas, sus facciones desmejoradas, vistiendo una playera de tela delgada y blanca, sin mangas, un pantalón color gris, bastante desgastado, y unos calcetines blancos.-kawo...
-Escucha... no has ido a trabajar estos días, necesitamos que hagas tu trabajo o todo se caerá. Necesitamos que vuelvas.-replicó Kaworu seriamente.
-... sabes bien que mi ocupación tambien la lleva Ikari, y no por eso todo se caerá, puede perfectamente y eso no requiere mi presencia Kawo-san-infirió Yukito, como dejando en claro, como si Kaworu estuviera en un error.-es solo una veterinaria.
-si pero...
-no voy a volver kaworu... ya no.-musitó Yukito y miró a los ojos a Kaworu.
-esta bien... ellos no... ¡yo soy el que quiere que vuelvas¡... no puedes encerrarte aquí... en tu soledad, en tu tristeza...-Yukito se sorprendió ante aquellas palabras.
-¿y porqué no puedo?-preguntó afanado, seria y tristemente.
-porque... tu...-iba a decir Kaworu mas pareció meditar sus palabras-...¡desde lo que sucedió en el restaurante tu...¡¡
-ya no importa...
-¿Te hizo algo aquel sujeto?-preguntó insistente Kaworu, con el ceño fruncido, en voz alta como si Yuki no lo escuchara. Las pupilas de Tsukishirou se dilataron de sobremanera ante aquella mención.-por tu expresión sabes a que me refiero...
-n... no me ha hecho nada...-contestó Yukito y entrecerró los ojos con tristeza como si el mismo se provocara un dolor en el pecho con cada palabra que profería su boca.
-¿es algo que no puedes contarme?...
-yo...
-¿sabes?-preguntó Kaworu, aquello hizo que se volvieran nuevamente a él los ojos de Yukito.- creo que debí haberte propinado un golpe en la cara por haberme besado de esa forma... al principio pensé en seguirte luego de que te fueras casi corriendo, por haberme hecho pasar tal vergüenza y molerte a golpes por ello.-replicó Kaworu, a Yukito le tembló un labio pero no lo miró a los ojos.
-yo...
-pero...-le interrumpió.- luego pensé que... debiste tener tus motivos... que eres débil a mi manera de ver, y que no merecías que te golpearan por tus preferencias ni nada... y que sobretodo... eres mi amigo. Por eso...
-lo siento mucho Kaworu... siento lo que hice... gracias por comprender... no me gustaría que pensaras mal de mí...
-sé que no lo hiciste por que sientas algo por mí, porque sé perfectamente que no es así.-Yukito dejo fija su mirada en él, como contestándole que no se equivocaba.-...lo hiciste... por ese sujeto de los baños...
El gesto que hizo Yukito, y aquellos puños apretados le anunciaron sin necesidad de palabras la verdad a Kaworu.
-¿me equivoco?-añadió en forma de cuestión el pelirrojo, Yukito negó con la cabeza, con una expresión de profundo pesar. Kaworu sonrió con los labios como si ahora comprendiera. Yukito meditó unos instantes, con expresión de profundo sufrimiento, y los ojos a punto de remojarse. Kaworu le puso una mano en el hombro sin mas miramientos y sonrió con los labios.
-quiero ayudarte... Yuki-san...-añadió suavemente. Pero no hubo respuesta en palabras del mismo Yukito, se había refugiado en los brazos de Kaworu sin más, su cuerpo estaba temblando y las pequeñas gotas comenzaron a empapar la camisa blanca de Kaworu Shinkoku. Correspondió a su abrazo, ahí en medio del marco de la puerta del apartamento, sin reprimir sentimientos de consuelo, una tibia llamarada de viático podría haber consumido tal desenfreno interior, delicadamente escrutadas desde distancia, por un par de ojos felinos... desenfrenados.
En algún sitio de la ciudad de Tokio en esos instantes...
-mira que llevo bastante tiempo aquí esperando...-se dijo a si misma la joven, estaba echada sobre el suelo, recargada en la puerta de entrada de uno de los apartamentos de ese edificio bastante alto, ya había salido por completo el sol y le había dado calor...-es increíble como cambia el clima en cuestión de instantes... esta ciudad esta de locos-añadieron sus palabras, mientras se quitaba el abrigo de color rosa pastel y lo echaba sobre sus piernas, aun así dejando al descubierto sus brazos desnudos además de parte del pecho, hasta donde le permitía el escote de su vestido; se miró la ropa, se sonrojó cuando se vio el pecho casi descubierto.-sabia que no debí haberme puesto esta ropa...-dijo ella, agachó un poco la cabeza.-no le hubiera hecho caso a la señora Kino.-añadió como si alguien le fuese a responder, aún recordaba a la perfección la voz de la señora Kino/"¿de que te avergüenzas? Esa es la ropa que usan las chicas en Tokio... tienes que enseñar tus atributos a no sobrevives jejeje"/ había dicho divertida la señora, pero Tamao, tenía la ligera sospecha que la señor Kino no tenía ni la mas remota idea de lo que estaba diciendo cuando recordó las palabras de la mujer del bar de aquélla noche...
/-que niña eres... no deberías estar aquí.-dijo la mujer, con un tono bastante altanero, como si de una burla, mientras llenaba el vaso de agua, desde una jarra color azul transparente.-una niña tan atractiva no puede andar vagando así a estas horas... -añadió la mujer, Tamao frunció el ceño.- a menos que seas una pequeña de burdel... –Tamao abrió los ojos con sorpresa, con enfado, y se levantó de su asiento.
-¡Oiga usted¡ ¡ ¿qué demonios se ha creído insultándome así?¡¡-exclamó Tamao, con indignación, y bastante furia. El volumen de la voz despertó al hombre gordo que dormía a dos asientos a su derecha y la mujer rubia a su lado se giró para mirarla. Detrás de ella escuchó cuchicheos.
-baja ese volumen chiquilla... lo dije por tu ropa¡ no me hagas escenitas, que ya es muy normal todo eso aquí.-dijo la mujer, con cierta tranquilidad, Tamao se desplazó casi eufórica hacia la puerta.
-¡no he venido a Tokio a que me insultaran¡-decía entre dientes Tamao, casi llegando a la puerta del bar./
Se sintió un poco incómoda y pasó por su mente la idea de cambiarse de ropa en cuanto pudiera... o siquiera en cuanto regresara el joven Yho...
En unos instantes pareció dibujarse en sus mejillas una especie de rubor, mas sacudió la cabeza casi al unísono.
Se quedó estática unos instantes, mientras observaba algunas manchas en las suelas de sus botas, su estómago hizo un ruido extraño...
-tengo hambre...-dijo con parcimonia y miró hacia las escaleras de pronto; el sonido de los pasos ascendiendo la hicieron recobrar postura y se levantó del suelo rápidamente, se sacudió el vestido y aguardó a mirar quien era en cuanto fuera visible, el nombre de Yho Asakura resonaba en su mente, mas cuando los pasos se hicieron mas cercanos, dedujo que no era él... sintió una presencia completamente diferente y con un dejo de desilusión aguardo a mirar pasar al sujeto extraño.
Pronto esa persona desconocida estaba ahí, de pié en uno de los escalones cercanos a Tamao, vestido con gabardina negra y sombrero de ese mismo tono, pareció observarla unos instantes detrás de aquellas gafas oscuras y ella a él, sintió una pequeña opresión en el pecho y aguardó a que siguiera su camino.
Era uno de ellos... se sintió completamente sorprendida ante tal hecho, el sujeto estaba rodeado por un aura espectral como la de todos los vampiros, tenía la lucidez en la piel, en andar casi felino... pero en esos instantes no el interés para comunicarse ni mucho menos alimentarse...
Como lo predijo siguió su camino, paso de largo frente a ella sin chistar, siguió ascendiendo hacia algún piso superior del edificio, pero ella se llevó la mano al pecho... y recordó las vagas palabras que le habían hecho sentir lo mismo esa noche...
/-¡Oye niña¡ ¡mejor no salgas¡¡hay vampiros afuera¡-exclamó la mujer desde su posición. Tamao detuvo sus pasos al unísono, en que a su cabeza penetró la palabra "vampiros".Tamao giró para mirar a la mujer con cierto asombro, sus pupilas se dilataron... tenía que averiguar porque la mujer había dicho eso//"¿vampiros?...¿Vampiros en Tokio... y la gente sabe de ellos?"/ .../
También recordó al chico misterioso de cabello en pico de aquel bar... había percibido en él la misma aura de "ellos"... había estado sentada junto a uno por unos instantes... y ahora se había encontrado con uno más...
/quizá sea verdad lo que el señor Lerath sospecha...-pensó ella-algo extraño esta ocurriendo... y tiene que ver exactamente con los vampiros... me dijo que los vampiros se estaban reuniendo en esta ciudad precisamente... al igual que cazavampiros pero no terminó de decirme nada más que eso...-añadió diciéndose a si misma en su mente, y se llevo el índice a los labios-¿qué esta sucediendo/
-¡es cierto¡-exclamó de pronto, un tanto emocionada, recordando de pronto-¡¡la Asamblea de Tokio¡¡... –añadió y de inmediato se tapó la boca mirando hacia los lados, aunque no había alguna persona cerca, debía tener cuidado al hablar de esa forma sobre asuntos delicados y sobre todo secretos.
/Masaki se encuentra en la asamblea de Tokio¡¡... hace tanto que no le veo...-añadió en pensamientos-lo malo de todo-frunció el ceño- no tengo ni la menor idea de donde se localice la asamblea...-añadió desmesurada-además... ¿Con que cara voy a mirar a señor Masaki ahora que sabe que han robado la bitácora...?¡¡-se preguntó con un dejo de nerviosismo-luego de que confió en mi...no pude hacer nada-se llevó las manos a la cara-soy tan débil... incluso debieron matarme y no entiendo por que no sucedió eso... /-la llamarada que se había encendido débilmente dentro de ella se esfumó de pronto...
-ni modo... no me moveré hasta ver al señor Yho.-dijo ahora en voz alta, decidida, sin siquiera sospechar parecía, que pasaría esperando un buen rato más.
En "Chet Purple" en esos instantes...
-¡es todo por esta mañana¡-concluyó el profesor, quitándose el mandil- quiero los reportes a computadora, tipo de letra Arial tamaño diez, el lunes a primera hora.
Los alumnos del grupo específico que asistían a la preparatoria Shikigate y que se encontraban actualmente en una práctica estudiantil en las afueras de la ciudad, abandonaron el aula, donde habían tenido su práctica matutina acerca de las propiedades químicas y medicinales de la variedad de plantas que se cultivaban en en el lugar; dos de ellos se quedaron al aire libre en lugar de volver al área de cabañas...
-bueno, al menos si hacemos un buen reporte vamos a exentar la materia...-dijo uno de ellos, tenía el cabello castaño oscuro y los ojos negros, se encontraba guardando unos cuantos cuadernos en su morral del colegio, el muchacho que estaba frente a él rió.
-já, si te fijaste bien, faltaron unos cuantos de nuestros compañeros... –dijo el chico de cabellos azul celeste y que portaba una banda sobre la frente, de ella caía en cascada su cabello un tanto largo.-por ejemplo... un ser que vino hasta Chet purple y hoy no vi por ninguna parte a Lizerg Diethel... que por cierto parece hacer caso omiso de nosotros... –añadió con el cejo fruncido-y yo que creí que era nuestro amigo...
-que mal que resultó no serlo nn-repuso Yho.
-si...
-¡y nuestro compañero de habitación¡... también despareció
-ese tío raro...-dijo Horo-Horo, por alguna extraña razón se llevó la mano a un costado bajo su vientre, en la cintura, y se quedó mirando unos momentos el suelo, pensativo.
-pero si... ¡a ti te gustó¡
-¡eso no es verdad-exclamó HoroHoro sonrojado y alterado de cierta forma, Yho se divertía mirando sus muecas.
-jeje... por la forma en que lo miraste ayer...
-¡¡no lo estaba mirando a él¡¡ es solo que vi...-repuso HoroHoro meditabundo al mismo tiempo-¡a mi no me gustan los hombres¡-añadió.
-jajajaja
-no te burles-HoroHoro también rió, ver a Yho sonreír era mas de lo que podía pedir ahora que ya había pasado tiempo en que la muerte de su prometida había ocurrido.
En la colosal Tokio (de nueva vez)
-es de mañana...-aventuró el joven a si mismo, se encontraba sobre la alfombra de su modesta Suite, echado boca abajo, recargando su cabeza en sus brazos, observando atentamente el claro de sol que se colaba por aquel resquicio de las cortinas por debajo, ya no se encontraba soñando, no más, se había tomado muy enserio su aburrición inclusive tomando de manera divertida la rutinaria vida humana, cediéndole paso a esas deliciosas gotas de sangre, ahora más que nunca se merecía una especie de premio para vampiros con un titulo algo quisquilloso:"El más glotón en solo una noche"... pero darle rienda suelta a un solo placer por mero aburrimiento a pesar de la satisfacción corría los terribles riesgos de quebrantar su mente en superficiales maneras de esconder un cadáver cuando dejaba consumir sus deseos o emplear dejándose cansado aquel poder psíquico que solo era partícipe a las criaturas de la noche.
Se preguntó porque los humanos llamaban con tantos sobrenombres raros una sola especie, no era verdad el solo manifestar que eran "criaturas de la noche" cuando en realidad los miserables humanos no tenían ni la menor idea de lo que era capaz aquélla especie ni ,mucho menos de sus cualidades...
Durmió de noche... solo unas horas, estaba cansado de nada, estaba sediento de sangre inmaterial...
Se conservó quieto.
Una pequeña hormiga se dificultaba la vida a cuestas caminando débilmente por la alfombra, era tan pequeña, tan miserable que simplemente con presionarla con le dedo sin imponer fuerza mayor quedaría aplastada. Estaba aburrido. La aplastó con el dedo. Sus felinos ojos casi dorados parecían brillar resplandecientes entre las sombras de la habitación, sus cabellos azulados estaban despeinados, revueltos... simplemente se había delimitado a siquiera tomar el fijador para volver a transformar su peinado en un colosal y amenazante pico.
Estaba desnudo, solo cubierto por la manta blanca que se había permitido desprender de la cama, en su garganta aún podía sentir el sabor de toda esa sangre bebida... había sido demasiada... aun estaba absorto pero el placer... el placer de la sangre seguía pareciéndole insaciable.
Sentía los latidos de su corazón muerto... simplemente parecía que el efecto de toda esa sangre estaba empezando a consumirse dentro de él, y mientras divagaba en él mismo un rostro le vino a la mente: blanco como coral, inexpresivamente hermoso y típicamente vampírico... delicado cabello rojizo oscuro, al igual que sus ojos, dos hermosas, sobrenaturales y brillantes perlas rojas, parecía en mas bello aspecto que un verdadero demonio podría tener...
Courht... mi padre Courht...-dijo de pronto Len Tao al aire, sus cejas se fruncieron y un místico y congelante sentimiento a su hilarante antes y ahora apaciguado sentir, le invadió... ¡¡¿Por qué demonios en un momento tan tranquilo tenía que recordarlo?¡¡... recordar a ese maldito entre los malditos... demonio entre los demonios... y amado entre los amados...
Era para él siniestra, la idea de que aún en su ser se albergara un sentimiento fijo... un maldito sentimiento hacia ese padre...
Se quedó serio unos instantes, mirando cualquier lugar en la alfombra, se sintió frustrado ahora, convaleciente de esa herida nuevamente... una herida completa y ensoñadoramente interior.
Pero el sonido del ingenioso teléfono le distrajo unos momentos de su fatal pensar...
-diga...-dijo él cuando levanto el auricular, extrañamente algo humano se escuchó el trino de su voz, algo completamente distinto a lo que es agudo y grave y a la vez de mortal; estaba tan aburrido que cualquier cosa era lo bastante magnífica (incluso el despreciable sonido del teléfono cuando suena) para osear un rato... estaba realmente aburrido... aburrido completamente... y sin embargo hasta los mortales parecían írsele ese "algo" que le parecía deseable y único entrañable y sobrio...
La voz del otro lado del teléfono... una misteriosa emoción de instantes resentidos...
-...Hola... querido Len...-aquella voz le resultaba extrañamente familiar... sin duda había algo en ella que marcaba una línea entre lo amado y lo mas odiado...
-¡Jun¡-exclamó él agitado por la sorpresa. La sábana con la que se había estado cubriendo instantes atrás estaba flácida sobre el suelo, sin forma, y aun conservaba aquella su virginidad... la que solo las sábanas color de nube vacía presentan y sin embargo puede arrebatárseles en una sola noche... ¿os de dicho que la noche puede estar absorta de pasión?... sí, cada instante, cada segundo...
-¿Tan largas temporadas han acontecido como para ser justificante el olvido de mi voz?... querido hermano...-aventuró la mujer, con una dulce voz. El joven vampiro Len se sabía ofuscado por tan repentina adición de emociones.
-... Jun-su poderosa voz sonó débil, por alguna inquietante circunstancia.
-Me alegra escuchar tu voz nuevamente Len, no pienso tardarme mucho, solo quería saber que estas bien... me ha intrigado mucho la idea de que nunca contestes mis cartas y por ello...
-te dije que no enviaras nada Jun, ya no estoy en esa dirección que posees y que no se como conseguiste, soy nómada ahora...-contestó al fin Len, cortante.
-..e... entiendo-musitó Jun débil-pero... quisiera...-hubo un pequeño espacio de silencio en el que ninguno dijo nada, mas ella, meditabunda aún continuó-Len, yo... necesito verte.-replicó.-ahora.
-¿Qué dices?... yo te...
-es que...-interrumpió ella, con nerviosismo- Estoy en Tokio.
Las pupilas del atractivo vampiro se dilataron casi al unísono en que la palabra Tokio retumbó en las cavernas de su mente...
-¡¡Acaso estas loca¡¡-exclamó él a la bocina, casi iracundo.
-sé que lo que menos deseas es verme pero... por favor... necesito hablar contigo.
-ya estas hablando conmigo...-repuso fieramente.
-si pero... personalmente...
-no hace falta, no me interesa ningún asunto, no me interesa nada... ya debes saberlo.
-Pero Len...
La voz de la mujer dejó de escucharse para él en cuanto le arrancó el cable al teléfono. Era evidente que lo que menos deseaba era volver a verla... le era completamente imposible... era difícil... no solo por diversos motivos obvios... si no porque precisamente de ella había estado huyendo en los últimos tiempos.
Residencial Tokikara
(actual hogar de Manta Oyamada)
El hombre temeroso bajó las escaleras angostas detrás de Manta, era un espacio bastante comprimido como para dejar acceder a un hombre obeso, aquellas constituciones aun así les causaban dificultades, pero lograron bajar con éxito.
-¿cómo sabia usted que su madre permitiría algo así?-infirió el hombre griego.
-digamos que... últimamente la he hecho enfadar mucho nn... o mas bien mis travesuras...-contestó manta, ya con un poco más de clama, mientras gotas de sudor a causa del reducido espacio y el calor que emanaba de lo profundo del destino que aguardaba esa trampilla, resbalaban por su rostro, lentamente, a cada paso que daban. El hombre griego comenzó a abochornarse.
-hemos llegado-dijo Manta, pisando el suelo firme en medio de la oscuridad, las escaleras habían terminado-espero no sufras de claustrofobia ni en la más mínima cantidad... Manta accionó alguna especie de palanca, las luces encendieron dentro del vestíbulo y al mismo tiempo el mecanismo de la seguridad de la trampilla ocultaba la entrada lentamente con el escritorio. Eurípides tembló un poco.
-la verdad... no se si tengo claustrofobia...-inquirió el hombre, a la vez que con asombro observaba a su alrededor el destino final.
Un vestíbulo un tanto reducido, pero al final lo bastante amplio para todo ese montón de documentos que rodeaban cada uno de los sin numero de estantes en las paredes. Un escritorio pequeño y de color paliducho se hallaba rezagado contra la pared del fondo, unas silla de madera estaba volteada sobre la superficie del escritorio.
-siéntate... –dijo Manta a Eurípides, colocando la silla a un lado de él-pero..
- no te preocupes, me sentaré en el escritorio. Claro...
El hombre accedió un tanto intimidado.
-bien-aventuró Manta, mientras se cargaba con un sobre que al parecer contenía algo grueso y con forma de libro, que había sacado de entre un tanto de documentos mas en una de las repisas cercanas al suelo y a la silla donde Eurípides.-esto-añadió sacando el contenido del sobre; un libro lo bastante viejo como para estar rezagado en un museo, ya con las hojas amarillentas, casi a borrarse las escrituras en tinta, escrituras al parecer hechas en distintos idiomas... –es el corazón, el centro de la investigación prioritaria de la Erisca; la "ERISCA"... la organización Asiática del estudio de lo paranormal... de la cual soy (al menos aun sigo siendo) el comandante... el presidente... fundada hace dos siglos, hermana de la Talamasca en América y el Plelietit en Europa... nos enfocamos a toda clase de estudios que tienen que ver con lo que aun es incomprensible para le hombre, el lado oscuro de la ciencia y el conocimiento: lo desconocido...
Estas últimas décadas, las hemos dedicado al estudio y la comprensión del vampirismo... y volviendo al asunto-Manta golpeó suavemente la portada del libro antiguo, del cual emanó una ligera capa de polvo.- el hallazgo de esta Antigua bitácora, de la cual no sabe nada la Talamasca (cuyos archivos sobre vampirismo son muchos mas extensos que en la ERISCA), me ha llevado a tener la necesidad de robarla para dedicar mi tiempo en turno a ella...
-¿bitácora?-preguntó el griego, como si no comprendiera esas palabras.
-si, La BITÁCORA Et-ANUS, incompleta como verás-contestó Manta levantando cuidadosamente el objeto, a pesar de ser grueso parecía faltarle la contraportada... y un pedazo de la pasta. Eurípides miró anonadado- le faltan páginas... y al parecer, bastantes más...-añadió Manta, inspeccionando el objeto cuidadosamente.-durante varias noches me he enfrascado en su estudio, en traducir la mayor parte de los vocablos entendibles y que no se han borrado del todo... latín, griego, japonés, chino, inglés... inclusive egipcio antiguo... y el egipcio antiguo llena la mayor parte de las páginas primeras, he deducido que quizá ha pasado por muchas manos a lo largo de los siglos... un sin número de siglos... inclusive podría llegar a pensar que data desde el tiempo en que los egipcios asentaron en el Nilo, o un poco mas después... cuando se unificó el lenguaje y la escritura de ese sitio...
-¿pero esa bitácora es...
-tiene que ver con ellos... con los vampiros.-el hombre abrió los ojos de súbito, y un labio le tembló.-al haber trabajado en la Erisca como un simple secretario, era absolutamente obvio que no supieras exactamente para que tipo de organización trabajabas, nunca se te dijo y no eras privilegiado a saberlo; sé lo que piensas, lo mismo que piensa la mayoría de las personas sobre los fantasmas, las apariciones, la brujería, los demonios... etc... etc... incluyéndome a mí a los 14 años... antes de tener un encuentro a vivo pulmón con lo sobrenatural, inclusive antes de ser enviado a la Universidad Grecorromana y un año después trasladado por mi eficiencia a la organización Erisca a la que yo no tenía idea que afiliaba la Oyamada Corp. de mi familia; todo ello... inclusive el vampirismo son tan reales como la tecnología, como el hombre en la luna y como tu y yo y el solo hecho de nuestra mísera existencia en la tierra... –El portafolios de Eurípides volvió a resbalarse de sus manos.-puede que no estés convencido, no soy quien para convencerte de nada... eso es solo algo que queda a tu propio criterio... mas después de las muchas cosas que yo he visto y te puedo asegurar; vivido... mi criterio se ha vuelto a una sola verdad existente para mi propio universo exterior. Sabes, todo agente que trabaja en la investigación, en este tipo de organizaciones, tiene un "algo" especial que aporta algo apoyativo a nuestro sistema... ese algo puedo tomarlo como un sentimiento religioso... que no es otra cosa que la cuestión del hombre sobre su existencia, sobre que está ligado a algo más que su propio ser material... algo espiritual, o algo desconocido... es una búsqueda de esa verdad a la mayor parte de esos fantasmas interrogantes dentro de cada ser, que la mayor parte reprime dentro de sí y algunos pocos, la dejamos escapar... guiarnos...
Manta pausó, mirando fijamente y con convencimiento al hombre griego, quien solo asintió tembloroso.
-Eurípides... sé de tus capacidades... has trabajado antes a mi lado y ahora... te invito...-el hombre se volvió hacia él, correspondiendo su fijo mirar- te invito a que dejes tus ataduras internas, tus prejuicios e incluso tus tabúes... los mitos... todo aquello que impide liberar tu sed de respuestas-inquirió seriamente el joven Oyamada- y me acompañes... en la búsqueda de esas respuestas, en la investigación, en la teoría en el conocimiento... en el estudio propio de las cosas... que te afilies a mi persona... aun impropiamente alejados de las comodidades de una organización sin frutos... fundaremos nuestra propia organización...
-Pero señor-advirtió Eurípides levantándose del asiento, aturdido.-eso...
-te lo pido como un favor de amigos... Eurípides... no te pido que dejes por completo la Erisca ni la Oyamada Corp. Solo te pido apoyo... facilidad de información, un poco de ayuda... es todo.- Eurípides pareció mas alterado y apretó sus puños, frunció el cejo y por primera vez se atrevió a inferir en voz alta.
-¡¡ACASO USTED ESTA DEMENTE¡¡-Manta dejó la bitácora sobre la mesa nuevamente y se acercó al hombre, cauteloso, como si ya esperara antes esa reacción.-¡USTED CREE QUE YO VOY A PODER INFILTRARME EN LA MISMA ORGANIZACIÓN SOLO PARA COMPLACERLE... ES DEMASIADO RIESGO... ¡¡¡YO NO...
-NUNCA-interrumpió Manta calmado aunque en voz alta-nunca... dije algo sobre "infiltrarte" en asuntos de la Erisca ni mucho menos... no me refería a espionaje... –Eurípides pareció calmarse un poco... y le miró atento, con las pupilas dilatadas y el inevitable sudor en su frente.
-entonces...
- creo que te estas sofocando... –dijo Manta, para aminorar su discusión- y activó un pequeño botón situado en la pared de una de las esquinas de la habitación...-nos va a llevar un poco de tiempo-un ambiente mas fresco comenzó a invadir a su alrededor cuando se activó el aire acondicionado.-el hablar... y el acordar...
En las calles de la colosal ciudad sede de esta historia...
/Yukito-san... estaba muy mal... yo me pregunto, que pudo ser lo que le ha tenido así... no quiso decirme nada acerca de ese "sujeto" de los sanitarios.../
El apuesto joven Shinkoku Kaworu se aventuraba a caminar por las calles sin ningún pensamiento más que el de aquella extraña preocupación, hace menos de tres minutos había abandonado a medio sonreír el apartamento de su joven amigo Yukito Tsukishirou, la calle se encontraba semivacía, lo cual le sorprendía bastante siendo el lugar de vivienda una ciudad como Tokio, se rascó la frente unos instantes mientras caminaba y se metió las manos a los bolsillos del pantalón después. Había estado mirando fijamente el suelo que al segundo se dedicaría pisar, unos pequeños nacimientos de hierva entre las grietas de los adoquines, y pronto el suelo firme de la avenida; la cruzó calmado, solo tres autos pasaron detrás de él y siguió su camino, no estaba el brillo fulminante del sol sobre su cabeza, sin embargo había nubes que parecían tener luz propia a pesar de estar un poco grises, dobló la esquina siguiente, adentrándose en una calle más vacía aun, bastante sombreada, una mujer del otro lado de la acera y prontamente el eco de unos pasos detrás de él, unos terriblemente resonantes zapatos, pisadas pesadas de hombre. Le molestó un poco el ruido, pero siguió despreocupado.
La mujer cruzó la calle y desapareció adentrándose en la puerta de un local de perfumería. Kaworu suspiró, mas los ecos se mantenían a la misma distancia. Decidió mirar atrás, quería saber que clase de persona se pondría esa clase de zapatos tan molestos... el ruido lejano de una sirena de ambulancia y luego el volumen alto de un aparato estereofónico proveniente de alguna casa: nadie detrás. Un inminente fantasma seguramente.
/debió entrar por alguna puerta/... se susurró a si mismo interiormente, mas no se detuvo ni un segundo en su andar... la música que antes era un tanto lejana se comenzó a escuchar mas cerca, mas detenidamente y mas clara... la ventana de donde provenía estaba abierta al par, quiso acortar distancia de esa avenida a la otra cruzando a través de un túnel que se formaba entre dos casas a corta distancia la una de la otra...
My
name is Ariel (mi nombre es Ariel…)
And I
want to be free (y quiero ser libre…)
It is your sorrow
(ese es tu pesar…)
That has made a slave of me (Eso ha hecho un
esclavo de mí…)
Las ondas del sonido de aquella canción a alto volumen parecían chocar y retumbar en forma de eco contra las paredes que escrutaban a Kaworu en su andar... mas pronto, sin medir sus pasos había terminado en el suelo, se dio de lleno en la boca y nariz, había tropezado con algo y caído sobre la tierra, aún faltaba un buen tramo para llegar a la avenida mas allá en ese túnel... intentó levantarse, sintió un dolor intenso en los labios, de los que sintió surgir un hilillo de sangre...
Forgive
me (perdóname…)
Forgive me (perdóname…)
But
you are all I know ( pero eres todo lo que conozco…)
Forgive me
for leaving (perdoname para irme)
Una risa un tanto fuerte y con un toque macabro se escuchó aún por encima de la música, que en anda iba con aquella melodía armoniosa y un tanto triste...
The
day is breaking now (ahora el día se esta rompiendo…)
It's
time to go away(es tiempo de salir..)
Los brillantes ojos castaños miraron alarmados a su alrededor, muy abiertos... se giró sobre si mismo aun en el suelo, quedando de cara al cielo... entre las largas paredes: un hombre... gafas oscuras... cabello negro... alto con un atuendo elegante...
I'm
so afraid to leave (estoy tan asustado de partir…)
But more
afraid to stay (pero mas asustado de permanecer…)
En los labios del desconocido se dibujó una sonrisa, mas pronto pasó su lengua por encima de sus labios, humedeciéndolos, aprovechó al sol escondido aún y se arrancó las gafas. Estaban sus ojos puros como el azabache brillante y aros de luz extraordinarios parecían dibujarse en sus pupilas... Kaworu le miró detenidamente, reconociéndole... la música se volvió ligera... unos instantes...
-tu...-exclamó Kaworu con el cejo fruncido, tratando de asimilar ese encuentro...-...tu eres el que...- intentó incorporarse mas aquel hombre se abalanzó sobre él, deteniéndole las muñecas de las manos contra el suelo, dejándolo expuesto... incluso aquellas piernas de Kaworu se encontraban entumidas bajo el yugo de la fuerza de las piernas ajenas... indefenso...
Forgive
me (perdóname…)
For leavning (para irme…)
The
sadness in your eyes (la tristeza en tus ojos…)
Forgive me
(perdóname…)
-es que ni siquiera sabes quien soy…-le dijo Lerath al oído, sensualmente, Kaworu alarmado intentaba deshacirse de aquellas manos, mas le era dificultoso. Se sintió débil, expuesto.../ ¿Y si ese sujeto era un maldito ultrajador?... ¿y si estaba intentando hacerle algo?... ¿Podría haber sido verdad que este sujeto le hubiera hecho algo así a Yukito-san a pesar de que él lo negó/
-y no me interesa saberlo... ¡¡¡¿qué inten...
El volumen de la música se hizo mas alto... dejando al aire las palabras de Kaworu.
Let
the wind and ocean water (permito que el viento y el agua del
océano)
Wash across your hands (laven atravez de tus
manos)
Wash away a thousand footsteps( laven lejos miles de
pasos…)
Wash us all away(lavenos a todos lejos…)
Like sand
(como el arena…)
-¡¡¡NOOOOOOO…
The
sky has fallen (el cielo ha caido)
Now the earth is dry and torn
(ahora la tierra es seca y agrietada)
I know you're tired (sé
que estas cansado…)
From the violence of the storm( por la
violencia de la tormenta…)
I love you (te quiero…)
I
love you (te quiero…)
But you are all I know (pero tú
eres todo lo que conozco…)
Forgive me(perdóname…)
Let
the wind and ocean water (permito que el viento y el agua del
océano)
Wash across your hands (laven atravez de tus
manos)
Wash away a thousand footsteps( laven lejos miles de
pasos…)
Wash us all away(lavenos a todos lejos…)
Let
the wind and ocean water (permito que el viento y el agua del
océano)
Wash across your hands (lave atravez de tus
manos)
Wash away a thousand memories(lave lejos miles de
memorias…)
Wash us all away(lavenos a todos lejos…)
Like
sand (como el arena…)
La sangre salpicó ambas paredes… dejando su rastro incesante, aun más cuando los ojos del pelirrojo hicieron una especie de danza en el aire, como sintiéndose libres, justo cuando salieron disparados de sus cuencas... en donde ya no estarían aprisionados jamás... incluso las pupilas aun permanecían dilatándose y normalizándose animadamente, aun cuando el nervio que las unía a Kaworu se había roto...
La inquietante e incesante agonía parecía escucharse en todas partes y al mismo tiempo en ninguna... las palabras faltaban cuando el llanto se hizo infortunio y las heridas embriagantes...
El ultimo grito desesperado se ahogó cuando aquel corazón antes palpitante, pudo también mirar el exterior, las arterias vividas sonrieron ante tal hecho, tímidas al principio, ahora florecidas fraternizaron con la brisa, y su hogar aun latiendo, a través de aquella piel del pecho, pálida, ahora completamente bañada en aguas del antiguo Nilo envenenadas por la plaga...
My name is Ariel…
To be continued...
¡¡¡¡KOÑAÑACHIWA¡¡¡¡
Soy Soley… (nooo¡¡¡ ¿de veras?)
Que gusto en saludarte después de tantas eternidades... se me están haciendo cortos los capítulos... (¿qué os parece?) me gustaría alargarlos muuucho hasta llegar a las 46 páginas... mas no podría (es demasiado exasperante no saber como plasmar la escena que deseas u.u) quizás esa sea la razón por al que no puse completamente la muerte de Kaworu como aconteció... mas claro que la pondré... ¿en ke capi? Sepa dios, dejen saber si vivo entonces (je P)... y como comenzaran ya a venir las muertes del docho al hecho... pues necesito estudiar más (¿estudiar? O.o) para que me queden pasables y les agrade...
(¡¡¡¿k carambas caramboleiras es "docho"?¡¡)
La canción utilizada pertenece a October Project y se llama Ariel (me encanta y no se porke¡¡)(la traducción es mía u.u (con razon ... esta como patas de araña ... lo siento por mi inglés u.ú))
nosferatus: habla de vampiros nn
Talamasca: hago una mensión honorífica al best seller de mi amada Anne Rice(¡¡¿amada?¡¡) kien ya lo haya leído bien por él... quien no... pues... (ya lean flojos¡¡)... En esta susodicha obra de mi amada, la Talamasca (ke le pertenece a mi amada y son suyos todos los derechos u.u) juega un papel importante (no tanto como el de mi querido hombre de Lioncourt) ya que es una organización que casi tiene la misma función de la Erisca... (u.u que original soy TT espero que mi amada no me demande u.u) no diré mas... espero que podais leer el tercer libro de las crónicas vampíricas nn?¡¡
No sé ni de que va mi vida... se me acaban las ideas si no es que ya lo hicieron... asi que no se cuando podré acabar el capi doce TT anímenme con sus reviews no sean gachouuuuuusssss.
extra ¿Alguien de por ahí es algo así como "adicto" al anime (no hablo de los que salen en la tele(por cierto no se pierdan Naruto por cartoon network)) si no a todo el material anime japonés no doblado habido y por haber que es subtitulado y que se puede conseguir en convenciones, lugares inesperados y hasta en tianguis con los que pierdes toda tu quincena y no mas no acabas por estar satisfecho por tanto que hay que ver?
Bueno pues kien cumpla con esa característica, kiero recomendarle ampliamente un anime que (creo que no es para menores de edad y que sin embargo llegó a mis manos n.n) se llama "Ganz" esa serie es la ostia... no pierde ese toque raro y a la vez realista e inhumano... (que me llegó por k por lo general esa tipo de series no me gustan)... no a menores n.n
Bueno me voy les dejo los reviews... jejeje... les deseo un gran día... o una gran tarde o una gran noche... sonreíd please¡¡¡¡¡
Kurashte sonríe tu también¡¡nn… por cierto please si pueden pasennce por los fics de kurashte, porke escribio un fic sobre Soley de Lioncourt (o sea mua) y por supuesto merece acreditación y felicitación… gracias amiguicho nn
Yuni:gracias por tu review, siento la tardanza pero me absorbe la school u.u TT a pesar de las vacaciones u.u no pude actualizar pronto pero aquí está, gracias por decir que está buenísimo t-t (ojala fuera asi u.u en k mal concepto me tengo u.u nn pero gracias¡(¡
Cirihtt Awen:gracias por tu review, si lei tu fic, y espero dejarte pronto un review porque como no he entrado en fanfiction últimamente, me perdi capitulos por lo que veo TT deja otro review, aki esta la actualización nn
Hermi-black: oye ¡¿Cómo que reina del yaoi?¡ o.o mi no entender si soy un fracaso TT pero gracias, aki esta el capitulo nuevo, y sobre Hao… sin comentarios aún, ya lo veras a su debido tiempo nn, y sobre la rubia creo que andas por buen camino pero aun asi ya lo veras pronto nn muy pronto nn demasiado. Gracias, deja otro mensaje nn.
Minineko: hola amiguita ¡¡¡¡¿ me alegra que te haya gustado el capi anterior, sobre todo saber que no me abandonas como algunos lo han hecho TT pero no importa, lo han hecho keske por el yaoi (al fin y al cabo es mi fic y escribo lo ke kiero ¿no? Nn) claro que me pasaré por solo kedate en silencio (en cuanto me permita esta mugre maquina u.u) si, erial es un ciego… bueno mas bien ya no usa lentes porke su vista de vampioro es perfecta, pobre lizerg, supongo ke ya viste lo que ocurrio con él u.usineto la tardanza del capi TT de verdad lo siento. Pero gracias por tu review, deja mas n.n
Rey dragon utimatum (jeje) eso ke: hola compadre nn que bueno ke sigues leyendo, jaja, y ademas de tus dudas, te van a kedar muchas mas u.u debo informarte. Tt pero es inevitable. Erial es cruel… si un poco… pero todo es acausa de su naturaleza vampírica (desde mi teoría) es la que los vuelve asi pero ya lo veras (no a todos u.u pero si) ke bueno ke te guste tamao a mi tambien (jeje que cosas digo o.o¡¡) y sobre sxs pues ke te puedo decir, seguiran alejados hasta que asi lo desee mi mente jejeje deja otro review compadre please y perdona por cambiarte el apodo nn con cariño nn.
Gabrielle Lefrent: hola amiguis¡ como te ha ido? Me alegra saber de ti y de tu fic que me deja kada vez mas picada ¿Cuándo actualizas?¡¡¡¡¡¡¡¡ tampoco me has constestado mi correo que no se si te llego pero bueno, lo espero n:n cuidate nn
Kurashte: hola pekeño, como de lunes a viernes te veo casi no hablamos de los fics menester u.ú pues te dire que me alegra que no entiendas ni madres, ponte a leeer hasta que entiendas si no abandonalo u.u me alegra yo si entender tus fanfics u.u… pero bueno… ya sabes que ya lei tu fic sobre Soley ¡¡¡¡¡¡¡por cierto¡¡ leanlo ¡¡¡¡¡¡¡¡ me ha sorprendido de sobremanera como evoluciona su escritura nn
Isis tsurumi:¡¡¡¡¡¡¡¡¡felicidades¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ (creo k ni gracia da, hasta ahorita voy leyendo tu review ¡ perdoname (soley se inclina apenada¡¡¡¡¡¡¡¡¡ tt sorry soprry) pero no habia podido ver nada de reviews perdoname TT pero aki esta, please deja un review, de nuevo mil disculpas isis u.u (no tengo perdón¡¡)ttTT
