Origen Desconocido

Capítulo 6: Una sirvienta más

'Kagome porqué lo hiciste?' se preguntaba InuYasha mientras se incorporaba, Kagome había utilizado el encantamiento del collar de InuYasha para impedirle seguirla, y él todavía no sabía porque lo había hecho. Sango y Miroku se acercaron al pequeño cráter que InuYasha había creado.

"Tratamos de seguirlos pero perdimos su rastro en las montañas." declaró Sango con una mirada triste, odiaba sentirse inútil, y más aún cuando la vida de su amiga peligraba. El pequeño Shippou seguía sollozando por la perdida de Kagome.

"Buuaaa!! Kagome fue secuestrada!!" lloraba en los brazos de la taiji. InuYasha gruñó: había sido secuestrada por nada mas y nada menos que su hermano Sesshoumaru. Algo que no llegaba a comprender era porque Sesshoumaru no había utilizado a Tokijin o sus garras para matar a Kagome.

Miroku suspiró "Algo muy extraño está ocurriendo, al parecer Sesshoumaru no tiene la intensión de matar a la señorita Kagome, al menos eso fue lo que demostró hace poco." Recordó el beso que le había dado a la joven miko. Le parecía extraño que un youkai que dice odiar a los humanos hubiese "ensuciado" sus labios besando a una mujer.

"Maldición!" InuYasha golpeó la tierra bajo sus pies, su frustración era notable pero su determinación seguía en pie. "Tenemos que encontrarla." dijo clavando su mirada en los ojos de sus compañeros.

"Pero a donde?" preguntó Sango con desesperación.

"Al palacio de las tierras del Oeste claro está!" exclamó InuYasha.

"Espera un momento InuYasha, acaso no te parece extraño que la señorita Kagome te haya impedido rescatarla?" notó Miroku, el hanyou quedó en silencio de repente.

"Es cierto, porqué habrá hecho eso?" se preguntó Sango.

"Miroku… no querrás decir que…"

"Si, yo pienso que la señorita Kagome tiene algo planeado y que no desea que interfiramos."


Mientras tanto Kagome seguía recostada en su espalda, la cosa peluda que le impedía moverse se había ablandado lo suficiente para crear una especie de almohada así que no se sentía incómoda como al comienzo del viaje. 'Cuanto más falta?' pensó, de alguna manera no tenía miedo por lo que le fuese a pasar, mas bien estaba preparada para todo lo que pasara.

'Lo siento tanto InuYasha, pero me tengo que encargar de esto yo misma. Colmillo de Luz es mi responsabilidad.' En parte estaba en lo cierto, esta nueva arma le había proporcionado poder a Kagome un poder en el que podía confiar y que no estaba dispuesta a renunciar a él. Pero otra razón oculta nublaba sus pensamientos, algo que no podía entender… ese beso había despertado algo oculto en su corazón, y quería averiguar de que se trataba.

"Ah-Un desciende." ordenó el señor despertando a Kagome de sus pensamientos. La bestia gimió pero hizo lo que se le ordenó.

Al llegar a tierra un youkai verde con un báculo de dos cabezas llegó corriendo hacia Sesshoumaru, Kagome sabía muy bien que se trataba del odioso Yaken.

"Amo Sesshoumaru que bueno que está de vuelta! Como le fue? Recuperó la daga?" preguntó servicialmente el monstruito.

'Ha! Yo diría que le fue bien considerando que también me secuestró y que tiene control completo sobre mi cuerpo!' pensó Kagome con disgusto, un pensamiento no muy correcto también pasó por su mente haciéndola temblar de miedo. Sesshoumaru movió la daga haciendo que Kagome se incorporara a su lado, con su cola seguía sujetando su esbelta cintura. Kagome trató de luchar por liberarse pero no pudo, lo único que supo que podía hacer era hablar.

"Ay! Amo Sesshoumaru pero que hace esta mocosa aquí?!" preguntó un muy atormentado Jaken. Sin hacerle caso Sesshoumaru pasó por su lado guiando a Kagome a una de las habitaciones.

Era una habitación estilo occidental para la sorpresa de Kagome, se podía ver una mesa y estanterías con varios libros, un sofá cerca de una chimenea y un escritorio lleno de papeles le hizo deducir que se trataba del estudio del taiyoukai.

Sesshoumaru guardó la daga en su cintura y Kagome sintió como su cuerpo volvía a ser suyo, empezó moviendo las manos y miró a Sesshoumaru quien le dio un vistazo indiferente antes de ordenar.

"Siéntate." dijo en su usual tono frívolo. Kagome miró el sofá y no dudo en obedecer, después de todo no tenía como defenderse y escapar no parecía una opción. Un largo silencio se instaló en el estudio Sesshoumaru fue hacia su escritorio, movió unos cuantos pergaminos y luego decidió sentarse en una de las sillas en frente de Kagome. La luz rojiza de las llamas de la chimenea se reflejaban sobre su piel blanca, le hizo pensar en la visión que había tenido de Kyujo.

"Porqué no me dejas ir?" preguntó finalmente Kagome, frustrada por el largo silencio y las muchas preguntas en su mente. El taiyoukai no respondió.

"No te sirvo de nada aquí, ya tienes lo que querías…" volvió a tratar Kagome. Sesshoumaru la miró intensamente.

"Lamentablemente no puedo separarte de la daga, al parecer cualquier movimiento de esta controla tu cuerpo onna."

'Ya lo noté si no te haz dado cuenta!' pensó Kagome con disgusto. "Entonces que propones?" Sesshoumaru solo dijo en un tono un poco fuerte "Mizuki." Al instante un sirviente entró a la habitación, era una youkai con orejas de perro como las de InuYasha y vestía un kimono púrpura con mangas anaranjadas que llamaban mucho la atención, también tenía puesto un delantal blanco. Sus ojos verdes vivos miraron hacia el piso mientras hacía una reverencia a su amo, su corto cabello anaranjado cayó sobre su rostro.

"Hai, Sesshoumaru-sama." dijo en un tono obediente y lista para cualquiera de los caprichos de su señor.

Sesshoumaru indicó a Kagome y dijo en un tono autoritario "Lávala y dale una habitación en el ala de servicio." Kagome quedó perpleja, acaso Sesshoumaru iba a dejarla quedarse en su palacio?

"Hai, Sesshoumaru-sama." replicó de nuevo la youkai, mientras le hacía señas de Kagome de moverse, la chica rápidamente entendió y siguió obedientemente bajo la mirada sigilosa de Sesshoumaru.


Ya fuera de la habitación Mizuki suspiró. Kagome alertada por esta primera señal de vida de su compañera la miró, la youkai le sonrió.

"Soy Mizuki, según Yaken-sama tú debes ser Kagome, mucho gusto." Kagome solo le sonrió, no estaba acostumbrada a la gentileza de los youkais puesto que casi todos los que llegaba a conocer trataban de matarla y apoderarse de su fragmento del Shikkon no Tama. Hablando de eso la pequeña semi-esfera seguía colgando de su cuello, para la sorpresa de Kagome Sesshoumaru no había tratado de quitársela, quizás no la buscaba como todos los demás youkais.

"No sé de donde vienes ni de donde sacaste ese extraño atuendo, pero una vez que estés limpia y cambiada en un atuendo mas… apropiado te podré enseñar el lugar." Tanta sinceridad, compasión y simpatía en unas pocas palabras hicieron escapar una sonrisa en el rostro una vez triste de Kagome. En un día había sido arrebatada de sus amigos y llevada al palacio de las tierras del Oeste.


Después del baño Mizuki le dio a Kagome un kimono muy parecido al suyo con un delantal y un pañuelo "Para que el pañuelo?" preguntó la muchacha, nunca le había gustado recogerse el cabello. La youkai la miró confundida "Bueno las encargadas de cocina siempre deben usar algo para evitar que sus cabellos caigan en la comida y también en las tareas como barrer, pulir, jardinería y lavandería uno llego a acalorarse, te recomiendo usarlo te será útil."

Algo andaba mal… algo andaba muy pero muy mal.

"Cocina? Barrer? Pulir? Jardinería? Lavandería?" preguntó casi a punto de llorar de la triste realidad que tenía en frente suyo.

"Claro, que acaso pensabas que eras un huésped aquí?" preguntó Mizuki entretenida por la mueca de desesperación de Kagome. El mundo de Kagome se derrumbó por una vez que pensaba descansar en la lujosa mansión de Sesshoumaru se daba cuenta que ahora formaba oficialmente parte del servicio. Kagome sabía que Sesshoumaru no podía devolver a Colmillo de Luz a la tumba de su padre por la simple razón que Kagome era una simple, asqueroso, repugnante y horrible humano y Sesshoumaru nunca se atrevería a profanar la tumba de su querido padre llevando a una mujer humana. Los pensamientos de Kagome fueron interrumpidos cuando Mizuki le puso un cucharón en la mano.

"Comenzarás desde hoy, tu primera tarea será cocinar. Ven te enseño donde queda la cocina." Mizuki se parecía mucho a una de las amigas de Kagome, la mandona Yuca que siempre le ordenaba a Kagome hacer cosas por ella. La degradada miko fue literalmente arrastrada hasta la cocina, ahí varias youkais mayores la miraron con curiosidad. Se escuchaban susurros como "Una humana." y "El señor Sesshoumaru trayendo una humana eso si es extraño." Pero Mizuki las mantuvo a todas en orden antes de presentar a Kagome.

"Por favor atención, tenemos una nueva integrante, su nombre es Kagome. Sé que muchas de ustedes se preguntan como es que el señor ha traído un humano otro que Rin-sama al palacio. Pero eso no debe interferir con nuestro trabajo." volviéndose a Kagome le susurró "Kagome dí algo… por lo menos di si sabes hacer algo."

"Ah.. de acuerdo." asentó Kagome poniéndose en frente de todas las youkais.

"Hola soy Kagome, vengo de… 'el futuro?' un país muy lejano…" esto suscitó el interés de todas. Se escucharon murmullos como "Vaya seguro sabe platos exóticos que podríamos probar." Esto hizo que la confianza de Kagome aumentara. "Sé lavar, pulir y algo de hierbas medicinales." De nuevo mas murmullos "Oh es muy hábil para ser humana!" Mizuki intervino "Lo ven sabía que nuestro señor no nos daría una integrante inútil!" todas asentaron muy convencidas de que Kagome sería una buena adhesión.

Susurrándole a Kagome Mizuki sonrió "Parece que hiciste furor! Ahora déjame presentarte a las demás."

"Ayumi, Kotari y Hana. Estas tres son nuestras chefs y se encargaran de enseñarte donde quedan todos los utensilios." Ayumi no parecía un demonio fuera de lo común salvo talvez que tenía una cola larga y escamas en todo su cuerpo. Kotari era una neko-youkai sus ojos azules brillaban con un poco de travesura y su pelaje manchado se parecía al de Buyo el gato de Kagome. Hana por otra parte se parecía mucho a Mizuki, las mismas orejas pero su pelaje era totalmente negro salvo por el contorno de su cara que era blanco como la nieve. Todas hicieron una reverencia y Kagome las imitó.

"Haruka y Momoko son las encargadas de la jardinería y necesitan una ayuda desde hace ya un tiempo." Haruka le sonrió a Kagome era una kistune-youkai su pelaje amarillento llamaba mucho la atención y Momoko era una youkai sin orejas y con los ojos achinados su pelaje era marrón.

"Y finalmente te presento a Yuri, Sayuri y Mayuri las tres hermanas encargadas de la limpieza. Seguro encontraras a más personas pero estas son las principales." dijo rápidamente Mizuki fastidiada de tener que presentar a todo el mundo. Kagome las miró a todas, no parecían malas personas, sintió que iba a estar muy bien en el palacio mientras intentaba recuperar a Colmillo de Luz. Mizuki aplaudió con sus manos y empezó a agitarse de nuevo "Bueno ya es suficiente con el parloteo todo el mundo de vuelta a sus tareas Kagome quédate con Ayumi, Kotari y Hana. Te vendré a buscar si necesito de tu ayuda en otro lugar." Kagome asintió y en un santiamén a velocidad de todo buen youkai todos habían dejado la cocina vacía. Ayumi se acercó a Kagome.

"Entonces…"

Kagome la miró extrañada "Entonces que?"

Kotari saltó un poco emocionada "Enséñanos tu comida exótica! Tenemos muchas ganas de hacer un gran banquete para el señor esta noche!" Hana le dio un pequeño coscorrón a Kotari en la cabeza.

"Basta Kotari-chan la estas asustando! Por favor perdónala tiende a emocionarse en la cocina." dijo Hana un poco apenada, Kagome rió y asintió.

"Bueno que les parece si preparamos uno de mis platos favoritos?"

Kotari no se controló "Si! Un plato típico de tu país!" Kagome asintió.

"Bueno a trabajar! Les encantará el tempura!" exclamó Kagome felizmente.


Esa noche se hizo un banquete con todas las recetas que la madre de Kagome le había enseñado. Los señores se sentaron en el largo comedor estilo oriental, la pequeña Rin que Kagome reconoció al instante se sentó a la derecha de la punta en donde estaba sentado su Majestad el Gran y Poderoso Sesshoumaru-sama.

'Asco!' pensó Kagome desde que había llegado el solo pensamiento de tener que obedecer a alguien como él la disgustaba totalmente pero no podía hacer nada tenía que recuperar a Colmillo de Luz. Pero lo que más le molestaba de toda la situación era tener que llamarlo como un inferior: Sesshoumaru-sama. No se merecía tal respeto, era cierto que era fuerte, increíblemente fuerte e inteligente pero cruel y arrogante, peor que InuYasha.

'InuYasha…' pensó un momento en su pobre InuYasha, lo quería mucho pero después de tanto romper su corazón por ir en la búsqueda de Kikyou, Kagome había aprendido a controlar sus sentimientos por InuYasha y hacerlos menos presentes. Pero en esa situación anhelaba su presencia, sus tontos intentos de hacerla sentir mejor y hasta sus gruñidos cuando probaba algo que no le gustaba.

Fue interrumpida por una exclamación "SUGOI!" se oyó en el gran comedor, Kagome que había estado parada en la entrada de la cocina conectada con el comedor, Ayumi estaba a su lado. Miró hacia la gran mesa la pequeña Rin sonreía deleitada por la comida. Kagome no pudo impedir una sonrisa, le gustaba cuando reconocían su talento en la cocina. De repente sintió algo golpearla suavemente en el brazo, cuando miró era Ayumi sonriendo con esa mirada que decía "Tuviste éxito!" Kagome le regresó la sonrisa y de nuevo otra exclamación la desconcentró.

"Sesshoumaru-sama a Rin le encanta esta comida!! Está deliciosa!!" Sesshoumaru solo asintió y miró a Kagome, le hizo un gesto con la mirada. Kagome se acercó no muy segura de lo que fuese a pasar.

"Hai. Sesshoumaru-……sama?" dijo forzada. Sesshoumaru sonrió satisfecho por el respeto que la intrépida miko le mostraba.

"Rin deseas decirle algo?" Sesshoumaru miró a la pequeña que se había quedado atónita mirando a Kagome.

"Etou… está muy rico." dijo mirando su plato con pena en su rostro.

Kagome le sonrió "Me agrada que le guste Rin-sama son recetas que mi madre me enseñó."

"Llámame Rin… etou…"

"Kagome. Y puedes llamarme Kagome-chan si así lo deseas." Rin le sonrió "Hai Kagome-chan!!" Sesshoumaru repentinamente chasqueó con sus dedos indicando a Kagome que era suficiente y que estaba listo para el próximo plato. Ayumi comenzó a recoger los platos mientras Kotari y Hana llevaban el próximo plato a la mesa. Kagome entró a la cocina.

'Parece que le caigo bien a Rin.' Pensó extrañando a su pequeño Shippou que seguramente estaba preocupado por ella.

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N/A: Hola! Traté de poner este cap tan rápido como pude porque las clases se están poniendo rudas (detalle sobre mi: estudio en un colegio francés así que los estudios son en frances ((segunda lengua natal)) y son muy pero muy exigentes!) Bueno espero les haya gustado, se que no tenía muchos momentos Sess/Kag pero tenía que hacer este cap para situar la historia blablabla jeje!

Ya nos vemos!

WP