Origen Desconocido

Capítulo 7: Incapaz de matarte

InuYasha miraba hacia la lejanía, habían pasado ya dos días desde que su hermano había secuestrado a su amiga. 'Amiga? Acaso Kagome no es algo más para mi?' se preguntó cerrando los ojos y pensando en su cálida mirada, en su destellante sonrisa y en su cabello salvaje. Sacudió su cabeza para tratar borrar las imágenes en su mente 'No es momento para pensar en eso.' Se dijo comenzando de nuevo a saltar de árbol en árbol ; Miroku, Sango, Kirara y Shippou habían ido a la aldea más cercana para recolectar información sobre el palacio de las tierras del Oeste, Inuyasha había decidido no ir con ellos necesitaba descifrar algunas cosas. Y por eso, había ido a la guarida del anciano Totousai, forjador de las armas demoníacas.

"Anciano Totousai!" gritó entrando a la cueva con forma de cabeza de demonio.

"Ah InuYasha eres tú!" exclamó el viejo Totousai sentado cerca de su fogata. "A que haz venido?"

"Vine porque tengo que hacerte unas pregunta sobre el alma encerrado en Colmillo de Acero." Inuyasha explicó sentándose a su lado.

"Quieres decir el alma del gran Eikan?" replicó el anciano rascándose la cabeza.

"Entonces así es como se llama?"

"Si, era uno de los Tres Grandes, demonios que lucharon al lado del gran Inutashou. Déjame decirte que era un guerrero formidable y por ende Colmillo de Acero resultó ser la espada más fuerte entre las tres forjadas." InuYasha asintió, estaba seguro que la daga que poseía Kagome no tenía el mismo poder que Colmillo de Acero, y por otra parte Colmillo Sagrado no era un arma de destrucción sino más bien de creación. La pregunta era:

"Porqué cada una tiene poderes distintos a las demás? Acaso no eran guerreros poderosos?"

Totousai lo miró indignado "Por supuesto que lo eran! Todos y cada uno de ellos, pero fueron las almas que decidieron otorgar cada poder a las espadas. Por eso es que el espíritu de Kaiya que se encuentra en Colmillo de Luz fue tan difícil de domar, no decidía que poder otorgar." Explicó sabiamente en viejo con su dedo levantado para más efecto.

"Y qué poder decidió al final?" preguntó InuYasha ansiando saber los secretos de Colmillo de Luz.

"Pues porqué no le preguntas?" dijo burlonamente le viejo, lo que le costó un coscorrón en la calva. "Oye pero porque me pegas si te digo que no se!" InuYasha furioso gruñó.

"Como puedes saber los poderes de Colmillo de Acero y de Colmillo Sagrado y no saber los de Colmillo de Luz?!"

"Pues porque… cuando probé las armas no pude desenfundar a Colmillo de Luz y por eso nunca pude saber los poderes de la daga, aún así la guardé según las instrucciones de tu padre para dársela a la señorita Kagome. A decir verdad me estaba preguntando que había pasado. Como le ha ido a la señorita con Colmillo de Luz?" InuYasha bajó la mirada un poco entristecida.

"Pues fue secuestrada por Sesshoumaru por culpa de esa estúpida daga!"

"Que?? Que Sesshoumaru está en posesión de Colmillo de Luz! Ese Sesshoumaru es tan codicioso que seguramente se quiso apoderar de los poderes ocultos de Colmillo de Luz! Debes detenerlo Inu-…" un pie se puso en la cabeza de Totousai haciéndolo caer en el suelo.

"Yo ya sé todo eso anciano! Estamos buscándola pero vine a preguntarte algo más importante!" le gritó InuYasha mientras lo soltaba.

"Y que podrías ser más importante?!"

"Pues… he estado teniendo visiones últimamente."

"Visiones dices? Que clase de visiones?"

"No sé, son muy confusas no distingo muy bien cada una pero casi todas son de una mujer que se parece enormemente a Kagome. Otra es de una batalla… no se, no entiendo mucho lo que está ocurriendo. A parte de eso Colmillo de Acero se ha debilitado." InuYasha le entregó la espada al anciano que la recibió con cuidado.

"Debilitado? Pero cómo?"

"No sabría explicarlo… está más pesado, menos poderoso y se transforma con dificultad." Totousai miró la espada profundamente.

"Eikan desea decirte algo, no entiendo lo que es pero seguramente tiene que ver con Kaiya el espíritu en la daga de la señorita Kagome." Totousai observó el arma, y era cierto lo que decía el hanyou, estaba más débil y más pesada que de costumbre. 'Me temo lo peor…' pensó mientras entregaba la espada a su dueño.

"Y bien?" preguntó un exasperado InuYasha.

"Es claro que el espíritu se está revelando…"

"Pero porque? Que está ocurriendo?!" gritó InuYasha enojado golpeando el suelo con su puño y creando un agujero.

"InuYasha…" el hanyou miró al anciano que había perdido su carácter elocuente y hablador para adoptar una actitud seria e imponente "Alguna vez haz escuchado hablar de las "vidas pasadas"…?" preguntó el herrero.


Inuyasha salió de la cueva de Totousai después de un largo rato y se dirigió a donde sus camaradas lo esperaban impacientemente. Cuando tocó tierra Sango se apresuró hacia él:

"Averiguaste algo?" le preguntó preocupada, tenía miedo que Sesshoumaru le hiciera daño a su amiga. InuYasha se sentó y Shippou se acercó a él, sabía que algo andaba mal.

"Que pasa InuYasha?" preguntó el zorrito.

"Averigüé que Sesshoumaru es incapaz de matar a Kagome." Rostros de alegría lo rodearon, no tendrían que preocuparse más por el bien estar de su amiga. Sango suspiró fuertemente sabía que InuYasha no bromeaba por como su voz sonaba y ahora lo único que debían hacer era encontrar el palacio de Sesshoumaru y rescatar a Kagome. Pero algo parecía fuera de lugar… todos se volvieron hacia InuYasha, su rostro seguía borroso, mirando fijamente al suelo con su cabello plateado tapando sus ojos. Todos quedaron en silencio, era cierto que habían obviado lo más obvio: porqué Sesshoumaru no era capaz de matar a Kagome?

El monje se acercó a la casi petrificada figura de InuYasha lo miró con inseguridad antes de pronunciar la pregunta que resonaba en las cabezas de todos:

"InuYasha, porqué Sesshoumaru es incapaz de matar a la señorita Kagome?"

InuYasha tembló un momento antes de responder con una voz tétrica "Porque…" InuYasha miró al monje sus ojos dorados ya no destellaban como antes "Porque Kyujo ama a Kaiya…" Todos lo miraron confundidos hasta que la pulga Myoga que estaba en el hombro de Shippou saltó exclamando:

"Eso significa que el señor Sesshoumaru y la señorita Kagome…!" se detuvo al ver el rostro entristecido de InuYasha "Amo… amo InuYasha lo… lo lamento tanto… disc-" pero InuYasha se levantó bruscamente y con unza voz entrecortada susurró "Voy a dar un paseo."

Miroku gritó corriendo hacia él "Matte yo InuYa…!" pero ya se había ido, había desaparecido en la oscuridad de la noche. Sango caminó hacia el monje pensó lo peor "Su excelencia acaso está ocurriendo lo que creo que está ocurriendo?" el monje cerró los ojos un momento recordando el beso que Sesshoumaru le había dado a Kagome hacía un día. Miró a Sango y contestó "Me temo que si Sango." Se dejó caer sobre un tronco, suspiró sabiendo muy bien que la reacción de InuYasha era más que predecible.

Shippou los miró, aunque era joven y aunque no entendiese por completo todo aquello de las vidas pasadas y de los espíritus en las armas demoníacas, algo sí podía entender: que Kagome había sido raptada y que, ahora que sabían las intenciones de Sesshoumaru, iba a ser casi imposible recuperarla.

'Casi, siendo la palabra clave, claro está!' pensó el astuto zorrito. Se montó sobre Kirara, sabía que aunque fuese difícil y casi imposible, necesitaba la ayuda de InuYasha más que nada en este mundo para poder recuperar a su querida Kagome "Kirara vamos a buscar a InuYasha!" exclamó, instantáneamente el gato de fuego se elevó en los cielos obviando los gritos y regaños de su ama.

"No te preocupes Sango! Solo iré a buscar a InuYasha!" respondió Shippou desde las alturas mientras iba tras el rastro del hanyou.


"Atchu!" Kagome estornudó mientras lavaba su ropa en las frías aguas del riachuelo del palacio del Oeste y escalofrío corrió por su espalda algo o alguien la observaba desde hacía ya un tiempo pero ahora la mirada se hacía más y más penetrante. Finalmente Kagome sintió como la tela que estaba lavando se cayó de sus manos. Cuando tuvo la intención de agarrarla de nuevo sintió como su cuerpo no respondía a sus órdenes.

'Sesshoumaru…' pensó sabiendo muy bien que el youkai era el que la observaba y con la daga le impedía hacer cualquier movimiento voluntario. "Que quieres?" preguntó en voz alta suficiente como para que el señor la escuchara y olvidando todo su cordialidad.

Su cuerpo se incorporó bajo las órdenes mágicas de su amo y señor y sus pies se dirigieron hacia un árbol 'Rayos odio no tener el control!' gritó en su mente mientras intentaba descifrar en donde podía estar el odioso taiyoukai. Notó como el señor estaba sentado en una de las ramas de un árbol, su espalda contra el tronco, en su mano colgante estaba la daga brillando bajo la luz de la luna, Kagome podía sentir como la llamaba. Divertida por la costumbre de Sesshoumaru de sentarse en las ramas de un árbol Kagome se acordó de InuYasha y de cuantas veces lo había acompañado a mirar el cielo sentada a su lado.

Obiviando sus pensamientos Kagome retomó su papel de sirvienta calculando que sería la manera más sencilla de que el taiyoukai la dejara sola por un rato "Que desea, mi señor?" dijo obedientemente y gruñido escapó los labios del youkai, al parecer no le gustaba la actitud dócil de la muchacha.

"Me desilusionas miko, tu rebeldía se ha esfumado."dijo lastimosamente.

'Eso es lo que tú crees…' pensó astutamente Kagome, un silencio se formó por unos momentos antes de que el taiyoukai retomara la conversación, por más insólito que parezca.

"Esa comida… no es de ninguna región de este mundo." declaró Sesshoumaru con voz monótona.

'Se supone que no la conoces porque es de mi época, tarado! Una hermosa época en donde no existes!' pensó con furia.

"De donde provienes exactamente onna?" preguntó el señor con su característica voz de villano. Raro, Sesshoumaru hablando tanto en una misma noche.

"Lamento no poder respon-…" fue todo lo que pudo decir mientras sentía como su estómago era apretado fuertemente, cortándole el aire "Itai…" gimió cerrando sus ojos con dolor.

"Dime." ordenó.

"N-no!" gritó. La daga dejó de ser apretada y Kagome cayó sobre sus rodillas aspirando con dificultad, el taiyoukai bajó graciosamente de la rama en donde había reposado y cayó cerca de la miko del futuro. Caminó hacia ella, se arrodilló a su nivel y con una garra le levantó la mirada hacia él.

"Tarde o temprano." Dijo con una voz frívola y peligrosa. La soltó y caminó elegantemente hacia la entrada más cercana a su palacio. Kagome se incorporó retomando su aliento, gritó a su espalda desesperada, no sabía que hacer necesitaba recuperar la daga de alguna manera y no entendía porque? Porque? "Porque no me matas de una vez! De que te sirvo?! SESSHOUMARU!!" a la mención de su nombre con tanta fuerza Sesshoumaru se detuvo pero nunca se dio vuelta hacia ella.

De la nada una sensación inundó a Kagome, sintió calor y como si algo la acariciaba desde adentro, la sensación fue breve pero real pero se esfumó al mismo tiempo que la presencia del taiyoukai.

"El… acarició a Colmillo de Luz…" susurró atónita. El calor que había sentido se esfumó una brisa helada la sacudió, rápidamente buscó su ropa empapada y se dirigió al interior del palacio y hacia su cuarto siempre la misma confusión en su cabeza. Había sido una caricia o simplemente lo había imaginado ella?


N/A: El capítulo no terminó muy bien….. ay bueno no importa aún así me pareció que quedó muy original la caricia inconsciente de Sesshoumaru, en el próximo capítulo el taiyoukai peleará internamente por la impulsividad de sus ultimas acciones con respeto a la miko. Y lo siento mucho pero estoy bajando el ritmo de mis updates por problemas en mis estudios y estas semanas que vienen serán pesadas así que disfruten este capítulo y prometo poner uno tan pronto como pueda!

Bueno eso es todo!

Gracias por leer y por todos sus comentarios!!

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