N/A: Para este capítulo utilicé la canción Gravity interpretada por Maaya Sakamoto y escrita por Yoko Kanno (la mejor música japonesa para mi). Les recomiendo escucharla, o bajarla (es muy rápido) en www . maayasakamoto . net/cds/gravity . html. Más tarde usaré la canción Okitegami (carta de adiós) que pueden también escuchar en www . maayasakamoto . net
Disfruten el capítulo y gracias por los reviews!
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Origen Desconocido
Capítulo 15: Gravity
Naraku descendió en su nube de veneno, habiendo encontrado la tumba de Kikyou. Se detuvo en frente de esta: una simple roca y unas flores que ya habían comenzado a marchitarse. El olor del hanyou, Inuyasha lo hizo fruncir el ceño con enojo.
"Kikyou…" llamó en voz alta arrodillándose en la tierra fresca, pequeñas manchas de sangre adornaban el césped a su alrededor 'Sangre de Kikyou' identificó Naraku. Finalmente decidido a averiguar lo sucedido ordenó a la horda de demonios sirvientes que desenterraran el cuerpo, pero que no lo tocaran o le hicieran daño. Así se hizo. Al cabo de algunos minutos, yacía el cuerpo inanimado de Kikyou en el fondo de la tumba.
Con sus poderes el malvado la hizo levantar y recostar contra el tronco del árbol. Examinó el cuerpo: una mirada serena, los ojos cerrados y lo que parecía el fantasma de una sonrisa de alivio estaban pintados en sus rasgos. Una única herida impecable en su pecho le hizo entender que no había luchado de ninguna manera, su hanten estaba empapado de sangre.
No pudo evitar tomar su mentón entre sus dedos, como había deseado hacer desde tantos años.
Todo: ella, la tumba, las flores, hasta la tierra hedía a Inuyasha.
'Inuyasha…!' pensó con ira Naraku cerrando su puño.
"Iré por ti Inuyasha, mas vale que te prepares." Advirtió en voz alta antes de levantarse con el cuerpo de Kikyou en sus brazos, la carga sin vida reposó en sus hombros antes de ser llevada sobre el lomo de un dragón. Las avispas cómplices de Naraku se acercaron a su maestro, susurrando algo a su oído.
"Con que la reencarnación se encuentra en el palacio del Oeste." Comentó Naraku con malicia, todo un plan comenzó a crearse en su mente.
'Ojo por ojo, Inuyasha. Ojo por ojo.' Pensó antes de elevarse a los cielos en dirección primero de su palacio, y luego, cuando el momento llegase, al palacio del señor de las tierras del Oeste: Sesshoumaru.
Kagome escuchaba música en su walkman, esta vez había traído algunas cosas del futuro, sabiendo muy bien que iba a hospedarse por un poco más tiempo, y de alguna manera la música le hacía olvidar durante un instante su soledad y todos los eventos inauditos que la agobiaban.
"Been a long road to follow. Been there and gone tomorrow. Without saying goodbye to yesterday." Cantó Kagome mientras caminaba por los pasillos. Al parecer Sesshoumaru tenía que encargarse de algunos asuntos de sus tierras así que tuvo que suspender la pequeña reunión en la terraza.
"Are the memories I hold still valid? Or have the tears deluded them?" siguió cantando sentándose al borde del bosque, cerrando sus ojos al sol y la brisa cálida del día. La madera calentada por el sol de la tarde se sentía bien contra su piel. El sonido de una chicharra a lo lejos no interrumpió el encanto de la canción.
Kagome me subió el volumen.
Algo en esta canción la tranquilizaba. 'Yoko Kanno es la mejor.' Pensó dejándose llevar por la letra de soledad, tristeza pero siempre con una pizca de alegría y esperanza. Aunque se tratase de una canción en ingles Kagome no se preocupaba, era la mejor en su clase de ingles y tenía una pronunciación bastante buena para ser japonesa.
"Maybe this time tomorrow. The rain will cease to follow and the mist will fade into one more today. Something somewhere out there keeps calling…" Comenzó a cantar de nuevo, el piano parecía real, todo a su alrededor pareció cambiar, nada parecía existir.
Kagome no se dio cuenta que se encontraba en frente del salón en donde Sesshoumaru y los señores de las tierras del Norte y del Sur estaban reunidos.
"Las fuerzas del demonio Naraku siguen aumentando Sesshoumaru, nunca antes se había visto un enemigo de tal magnitud. Debemos unir nuestras fuerzas y atacarlo cuanto antes." El lord del Sur parecía bastante agitado, claro sus tierras eran las que habían sido las más saqueadas por los monstruos de Naraku en estas últimas semanas.
"Sabemos que haz recaudado información en tus viajes por las tierras Sesshoumaru, acaso no existe alguna manera de vencerlo?" el señor del Norte preguntó con ilusión. Sesshoumaru estuvo a punto de responder cuando algo lo detuvo, una voz, un canto al otro lado de la puerta. Algo hermoso que los tres demonios no podían describir.
"Am I going home?" todos se levantaron maravillados por la voz, y al abrir la puerta corrediza ahí estaba, Kagome con los ojos cerrados, algún artefacto en su mano y oídos, cantando.
"Quien, es ella mi lord?" preguntaron los dos lords en unión. Pero antes de poder decir algo el canto los interrumpió.
"Will I hear someone singing solace to the silent moon? Zero gravity what's it like?" y ahí se detuvo la miko, abriendo sus ojos y comenzó a estirarse, lista para moverse de nuevo. Kagome puso Stop en su walkman y pudo escuchar el sonido de lo que parecía… 'Aplausos?' volteándose vio a dos youkais bastante viejos y a Sesshoumaru mirándola intensamente.
"Pero que voz tan hermosa, al igual que la cantante! Estupendo!" aplaudió el lord del Sur acercándose a la ya muy roja y apenada Kagome. La miko trató de esconder su walkman pero fue inútil puesto que los lords ya la estaban ayudando a levantarse y Sesshoumaru se había apoderado de los audífonos y la máquina.
"Hermoso! Y que extraña lengua, de donde proviene?" preguntó el señor del Norte, Kagome no encontraba palabras, solo podía musitar algunos sonidos y sonreír apenada.
"Dime Sesshoumaru quien es la talentosa mujer?" preguntó de nuevo el señor del Norte al no encontrar ninguna respuesta por parte de Kagome.
"Es una sirvienta, su nombre es Kagome." Presentó Sesshoumaru tomando del brazo a la muchacha, lo suficiente como para que ella pudiese hacer una reverencia. El taiyoukai la tomó cerca de él y le suspiró en el oído "Hablaremos de este artefacto más tarde, ahora solo haz lo que ellos deseen."
"Una sirvienta! Vaya si que tienes un gusto excelente, porque la dejas entretenernos un poco, quisiera escuchar esa voz de nuevo!" sugirió el lord del Sur deseoso, el lord del Norte asentó a su lado mientras arrastraban a Kagome a la sala. Los señores se posicionaron en frente de ella mientras que decidía que cantar. Durante varios minutos Sesshoumaru sonreía con la mirada, esto iba a ser algo inolvidable.
'Y ahora que hago?' se preguntó nerviosa 'Necesito un piano, algún instrumento! Algo!' pensó con nerviosismo, finalmente divisó su walkman pero se encontraba en las garras de Sesshoumaru que al verla ansiosa por su extraño artefacto simplemente la apresuró un poco más.
"No nos dejes esperando, onna." Los lords lo miraron y luego le sonrieron a Kagome indicándole que estaban ansiosos por el espectáculo.
'Ja! De seguro cree que no puedo cantar sin el walkman! Pues estas muy equivocado Sesshoumaru y te lo voy a demostrar!' pensó Kagome. Se posicionó, las manos sobre su pecho, cerró los ojos para concentrarse más y comenzó.
"San-gatsu jyuu-roku nichi gozen go-ji san-jyuppun…" todos quedaron sorprendidos por la voz que surgió de la nada, sin instrumentos, ni acompañante, solo ella. Sesshoumaru la observó todavía con los ojos cerrados.
"Watashi wa kyou, kono machi wo dete ikimasu.
Kariteta mama no hon wa tsukue no ue.
Orenji no nitto wa imouto ni.
Sakana no esa wa ichi-nichi ni-kai desu." Cantó la sacerdotisa. Sesshoumaru no pudo evitar notar que la canción era extraña, de una manera bella, pero aún así jamás había escuchado un Gagaku como este, pero aún así era hermoso. Tampoco pudo evitar como la boca de Kagome musitaba esas palabras tan comunes y las trasformaba en bellos sonidos, su boca parecía divina en tantos niveles.
Al terminar la canción Kagome fue alabada por aplausos, Sesshoumaru tuvo hasta el coraje de levantarse a aplaudirla por supuesto nunca diciendo nada, solo mirándola intensamente. Kagome dio la mejor sonrisa que podía dar e hizo una reverencia mientras los señores la aclamaban como una diva.
'Gracias a Dios por esas clases de canto!' pensó Kagome dando una última reverencia antes de disculparse y retirarse.
Inuyasha se acercó a la cueva con forma de una gigante calavera, humo salía por la parte trasera lo que indicaba que el herrero se encontraba en casa. A causa de los humos tan fuertes Shippou no pudo seguir adelante, por lo que se quedó con Sango y Kirara.
"Anciano Totousai!" llamó el monje antes de entrar, pero no hubo respuesta. Irritado el hanyou no espero a que alguien lo dejara pasar, caminó hacia adentro solo para salir del otro lado y encontrar al herrero youkai tomando un baño.
"Ah, eres tú Inuyasha?" preguntó el anciano desde lo alto de su gran bañera "Que bueno, llegas justo a tiempo serías tan amable de avivar un poco el fuego, muchacho?" el viejo no sabía con quien se estaba metiendo, después de todo Inuyasha había tenido dos pésimos días de viaje hasta la montaña de Totousai.
"No he venido a servirte como esclavo, anciano!" reclamó el hanyou, pero la mano de Miroku en su hombro lo detuvo durante un instante.
"Anciano, cosas extrañas han ocurrido últimamente." Informó le monje mirándolo seriamente "Las espadas han transmitido más de lo necesario a sus portadores, Inuyasha hasta ha tenido una visualización del espíritu de Eikan." Totousai de repente estaba serio, algo grave estaba ocurriendo. Se levantó y se puso una toalla alrededor de su cuerpo, bajó de la tina y los invitó a tomar un poco de té.
"Totousai… hay algo que no nos haz dicho. Estas visiones no son normales, verdad?" preguntó Miroku desde su asiento, Inuyasha estaba recostado contra la pared tratando de calmar su enojo.
"Bueno no pensé que llegaría a este punto." Confesó Totousai mirando su té.
"A que te refieres?" preguntó Inuyasha mirándolo de lado.
"Pues que se revelen así de seguido los espíritus es algo muy extraño, están demasiado despiertos."
"Kagome-sama al llegar de un aldea nos dijo que los portadores corrían el riesgo de intercambiar sus almas con las de las espadas, es esto cierto?" continuó Miroku, al oír esto la sangre de Inuyasha comenzó a bullir bajo su piel, como era posible que este herrero había olvidado decirles algo tan importante?
"Me temo que lo es." En ese instante Myoga apareció saltando al hombro de Totousai.
"Esa daga…" comenzó Inuyasha "No es normal, es decir, tiene una energía muy extraña a su alrededor, algo que hizo que Colmillo de Acero reaccionara extrañamente, ahora a duras penas se puede transformar y…" se quedó callado. Otra visión.
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Eikan y Kyujo están entrenando en los jardines del Inutashou, luchando el uno contra el otro mientras que Kaiya los observa tranquilamente. Eikan ataca frontalmente a Kyujo pero este con su gran velocidad lo esquiva y ataca su flanco izquierdo. Bloqueado.
"Vaya haz mejorado bastante." Aprueba Kyujo retirándose unos segundos. Eikan le gruñe y pone su espada en sus hombros, empieza a fanfarronear como siempre lo hace.
"Por supuesto que si, acaso creías que te iba a dejar creerte el más fuerte del grupo?" Al oír esto Kaiya no pudo evitar sentir lástima por Eikan, era una buena persona, a veces. Bondadoso aunque un poco egoísta y bastante engreído. 'De nuevo bajando su guardia.' Pensó Kaiya, esto siempre sucedía, Eikan bajaba su guardia y en ese instante Kyujo inteligentemente lo atacaba cuando menos se lo esperaba.
Y así fue, un paso hacia delante, una finta a la derecha, no, a la izquierda. Y Eikan estaba desarmado. Kaiya aplaude desde su asiento de primera fila.
"Rayos, me distraje!" maldijo Eikan inmóvil por el filo de la espada de Kyujo en su cuello.
"Eso es lo que siempre dices Eikan." Reprochó Kyujo todavía con la espada en el cuello de su compañero. Sintiendo que algo se avecinaba, Kaiya se levantó de su puesto y caminó hacia los dos youkais.
"Kyujo, baja tu espada." Pidió Kaiya, en el momento Kyujo bajó su espada y se volteó hacia la cabaña. Kaiya miró hasta que Kyujo estaba fuera de vista y se dirigió a Eikan, la mirada del youkai estaba enojada.
"Deberías escucharlo Eikan, no es difícil! Tan solo debes concentrarte más eso es todo, estoy segura de que serías el mejor con un poco más de concentración." Le sonrió, que debía decir ella en una situación como ésta? El orgullo de Eikan era su punto débil y a Kyujo no le gustaba nada más que herirlo donde le doliera.
"No necesito tus consejos Kaiya." Le reprochó Eikan. Kaiya frunzo en el ceño con enojo.
"No me hables así Eikan, no me lo merezco, solo trato de ayudarte!" explotó Kaiya, pero se tranquilizó respirando lentamente "Sabes que? No me meteré más en tus asuntos, si eso es lo que quieres. Ambos sabemos quien tiene razón." Se volteó para irse pero Eikan la tomó de la mano y la jaló hacia él, poniendo sus brazos alrededor de su cintura.
"Quiero que te entrometas. Me gusta que lo hagas. Kaiya…" susurró en su oreja, la youkai se sintió cerrar los ojos. Las manos de Eikan corrieron por los lados del cuerpo de Kaiya, a su cuello en donde comenzó a plantar besos.
"No me toques. Basta." Murmuró Kaiya abriendo los ojos y volteándose hacia él.
"Basta? Kaiya, ambos sabemos quien tiene la razón, no es verdad?" preguntó retóricamente antes de poner una mano en su nuca y llevar sus labios a los suyos, pero a pocos milímetros ella se alejó. Kaiya pudo sentir la presencia de Kyujo cerca, y al darse vuelta la presencia se alejó. Kaiya se volteó hacia Eikan y le pegó una cachetada.
"Como te atreves a intentar algo así, sabiendo… sabiendo lo que Kyujo y yo tenemos! Tú y yo tuvimos nuestra oportunidad, Eikan! Y lo lamento mucho pero tú no tomaste la oportunidad! He seguido adelante! Y ni tú ni nadie hará que me aparte de él!" gritó Kaiya antes de salir corriendo detrás de Kyujo. En la imagen de Kaiya alejándose al bosque, Eikan se quedó mirando la daga en su cintura, una daga que le había tratado de regalar la youkai a él, pero que él había rechazado.
Estaba cayendo la tarde, y la noche se avecinaba.
Para entender lo que sucedió lean el flash back del capítulo 4
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"La daga…" murmuró Inuyasha despertando de su trance "Esa daga! Existía, antes, quiero decir… era la daga de Kaiya!" Totousai y Myoga se vieron muy nerviosos de repente, Miroku se levantó hacia Inuyasha.
"Eso quiere decir que el anciano Totousai no pudo haber creado la daga." Dedujo el monje volteándose hacia el herrero que estaba tratando de escapar por la entrada de su cueva, Miroku con su báculo le golpeó en la cabeza y lo llevó a donde estaba sentado hacia unos momentos.
"Anciano mentiroso!" comenzó a vociferar el hanyou mostrando su puño. Miroku lo detuvo.
"Usted no creó la daga no es cierto, anciano Totousai?" preguntó calmadamente el monje.
"Técnicamente esa daga me fue dada por el gran Inutashou, quien me pidió cambiarle el filo y poseerla con el espíritu de la mujer." Explicó Totousai tratando de desviar la atención de Miroku e Inuyasha. "Pero aún así me tomó siglos poder terminarla, recuerdo que fue encontrada en un campo de batalla. Cuando el señor Inutashou me la dio me tomó días quitarle la sangre, al parecer toda una tragedia."
"Y tú Myoga acaso también sabías de esto?" preguntó Inuyasha tomando a la pequeña pulga en sus dedos y apretándola.
"Ay, amo Inuyasha por favor no me exprima! No, por supuesto que no sabía. Bueno sabía de la parte del colmillo de su padre pero por favor! Piedad!" rogó la pulga tratando de luchar contra el dedo de su amo.
"Bueno ambos se han ganado un viaje al castillo del señor de las Tierras del Oeste no es así Inuyasha?" dijo Miroku empujando al viejo y la pulga a la entrada de la cueva.
"Feh! Lo sabía, y de seguro nos dirán más si les mostramos la daga. Así que andando!" Inuyasha pateó a Totousai quien rodó sin problemas hasta llegar a su vaca voladora.
"Pero quien se va a ocupar de mi casa mientras tanto?" Comenzó a quejarse el anciano mientras Inuyasha lo montaba a su vaca. "Debes estar bromeando si crees que voy a dejar mi casa sola sin ninguna seguridad!"
"Vamos anciano, los humos de la montaña no dejan acercarse a nadie, además a mi que me importa? Por mentiroso harás todo lo que yo te ordene!" gruñó Inuyasha mientras cargaba a la vaca lenta y comenzaban a descender el monte.
Mientras tanto en el palacio…
Kagome estaba leyendo un libro en la terraza del palacio, su linterna a la mano. Después de haber cantado en frente de una audiencia tan importante, según le habían explicado Momoko y Kizuna, se sentía de lo mejor. Tan realizada y feliz.
"Eso fue impresionante." Vino una voz detrás de Kagome que ella pudo identificar fácilmente como la de Sesshoumaru, no se molestó en apagar la luz. El taiyoukai caminó hacia ella: una sonrisa cálida en su rostro. 'Sesshoumaru es muy extraño.' Pensó Kagome sonriendole de buena manera, tantas cosas extrañas, pasión y luego indiferencia, cariño y luego dominación. En verdad estaba compartido entre emociones y razones.
El taiyoukai dejó en el piso junto a ella el walkman que había tomado durante el espectáculo. Kagome lo miró desde su asiento, en todo caso había planeado decirle que venía del futuro tarde o temprano. Sesshoumaru la miró maravillado por su calma y aterrado por si mismo, que locuras iban a suceder esta noche? Y quien lo haría, él o Kyujo? No lo sabía, lo único que sabía era que quería conocerla, saber sus secretos, sus miedos, lo que le gusta y lo que no, lo que la haría llorar, lo que la motiva, la causa de esa sonrisa.
Todo. Quería saberlo todo.
"Quieres preguntarme algo Sesshoumaru?" nada de formalidades esta vez, no se encontraban en público.
Sesshoumaru se sentó lenta y elegantemente a su lado, la mirada fijada en algo frente a él, la cara sin expresión, ni siquiera la curiosidad que estaba sintiendo en ese preciso momento. Kagome lo volvió a mirar 'De seguro no se atreve a preguntar, no es de la clase de personas que simplemente dice lo que piensa sin importar lo que los otros piensen.' Eso le agradaba y de seguro era una manera bastante sencilla de mantenerse alejado de los demás y parecer imponente y cruel. Claro solo parecerlo porque en realidad…
"No eres tan rudo como crees q eres Sesshoumaru." Dijo en voz alta la miko apagando la linterna y poniéndola junto al walkman. Aún sin tener una respuesta Kagome tomó el walkman en su mano y se lo mostró al taiyoukai.
"Esto es un walkman. De estos audífonos sale el sonido, mira…" pulsó la tecla Play y se podía escuchar una canción desde los audífonos. Sesshoumaru se quedó perplejo, nunca antes había oído música provenir de un disco tan pequeño, en donde estaban los músicos, los instrumentos?
"Magia?" preguntó finalmente Sesshoumaru resignándose a lo que sabía, Kagome negó con la cabeza. Un brillo extraño estaba encerrado en los ojos del taiyoukai. Parecía que cualquier cosa que ella tocase se volviera mágica, como si ella fuese un hada encantada.
"Tecnología." Respondió, Sesshoumaru saboreó las palabras nuevas en su boca: walkman, audífonos y tecnología, palabras demasiado extrañas y que jamás había escuchado usar. La mirada del taiyoukai se posó en la linterna, un tubo de metal que proyectaba luz a voluntad.
"Esto es una linterna. No como las de papel, sino con electricidad." Explicó Kagome mientras encendía la linterna y alumbraba algo en el jardín. Se lo prestó a Sesshoumaru que trataba a toda costa de tocar la luz, Kagome se puso a reír cuando se le cayó y empezó a rodar alumbrando todo a su paso.
"Electricidad." Repitió Sesshoumaru, encendiendo y apagando la linterna como un niño pequeño que acababa de recibir un juguete nuevo.
"De… donde provienen estas cosas?" finalmente preguntó el taiyoukai poniendo de lado los artefactos extraños.
"Del futuro." Respondió Kagome. "En la aldea de la anciana Kaede, hay un pozo abandonado. Con los poderes de la perla de Shikkon puedo ir al otro lado del pozo, 500 años en el futuro. A los 15 años, me caí en el pozo mientras poseía en mi cuerpo la perla de Shikkon y fui transportada a esta época. La perla se rompió en miles de pedazos y me he dedicado a buscarlos desde entonces, es mi misión."
Sesshoumaru se mantuvo callado. La historia aunque no tenía mucho sentido parecía ser real, no mentía y la sinceridad en sus ojos brillaba como un sol.
"Ahora sabes todo acerca de mi."
Y ahí se mantuvieron, mirándose el uno al otro intensamente.
"Lo sabes todo, Sesshoumaru."
N/A: MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS POR SU APOYO! Parece que al final aunque a algunos no les guste la pareja Sessh/Kag les gusta la historia eso me hace muy feliz. Muchas gracias a todos por el apoyo, en serio es algo duro de superar pero la vida continua verdad? (creo que eso lo pondré en mi fic en algún momento).
Espero les haya gustado este capítulo. Gracias de nuevo, me alegraron el día.
WP
