un cap mas y recuerden solo son 4 sencillos capitulos asi que espero puedan aprender algo de lo que pienso y como veo la vida


Cáp. 3

El Desarrollo del Curso ( la vida )

La mañana me sorprendió en brazos de Harry; nunca supe en que momento me desvestí. De hecho, pude haber jurado que me dormí vestido, y al igual que yo, Harry estaba desnudo, apoyando su cabeza en mi pecho. Fue una sensación tan gratificante... su calor, su respiración lenta y cálida provocando ligeras cosquillas en mi pecho. Aun no se por que cuento esto. Mejor lo dejo para mi.
Como sea, me tomo por sorpresa la situación; como pude lo desperté poco a poco. Su cabello enredado era muy cómico, y en cuanto pudo enfocar bien me miro con cierta sorpresa. Eso fue un avance¡había mostrado una emoción!. Una idea se formo en mi cabeza; el director me había dicho que cuando algo que normalmente le heriría emocionalmente subía a la torre, buscaba de algún modo evadir el dolor. Pues bien, mientras no le hiriera todo estaría bien. El buscar los sentimientos opuestos al dolor podía ser la clave para curarlo; después de todo, él mismo me había dicho que debía recordar que no solo hay dolor, sino que también alegría, amor y esperanza.

Después de mirarme me preguntó que hacía en su cama, y desnudo. Pude ver claramente su turbación; durante un momento dudé si decirle lo que había pasado la noche anterior, pero él se me adelanto. Solo se llevo las manos a la frente y pronunció que lo había vuelto a hacer. Me pidió que le disculpara por las molestias, que ahora mismo se marchaba; le pedí que me explicara si sabía lo que le pasaba y si estaba consiente de sus acciones.

No me respondió. Solo se vistió y se marcho de ahí. Esto sería mas difícil de lo que pensaba; había que planear bien las cosas... y mas que nada debía vestirme, pues hacía mucho frío.

Durante todo el día me dedique a observarle e investigarlo; era claro que conocía muchas de sus expresiones, pues anteriormente era muy fácil sacarlo de sus casillas. Pero ahora no podría darme ese lujo, puesto que si le ofendía o le trataba mal, su condición podría empeorar. Aún así, debía hacer que reaccionara.

El director cumplió su promesa; me dijo que me ayudaría directamente en mis calificaciones, y yo di por sentado que me pondrían las notas mas altas sin esforzarme. Grave error. Me dijo que me ayudaría, no que me pondría buenas calificaciones; así que desde ese momento tomé clases particulares y trabajos extras de prácticamente todas mis materias. Eso, aunado a vigilar a Harry en el día y velar con él por las noches, poco a poco fue haciendo que llegara a mi limite. Trate muchas veces de que no fuera así y le recrimine a Dumbledore el por que me hacía esto, a lo que contesto que me estaba ayudando como habíamos pactado. Además, era necesario que me prepara lo mejor posible para cuando llegara el momento de seguir mi camino, y que él me daría su apoyo, pero que era necesario que mostrara ser digno de plena confianza y capacidad. Me dijo que estaba en verdad sorprendido y orgulloso de mi cambio, que sabía que podía confiar en mi; eso de alguna forma me dio fuerzas, pues para ser francos, nunca nadie había dicho que se sentía orgulloso de mi, de mi trabajo y dedicación. Entendí que lo que hacía el profesor era por mi bien. Me estaba ayudando y enseñando que no todo en la vida es fácil, que hay que esforzarse y sentir la verdadera satisfacción de hacer la cosas y hacerlas bien.

Por otro lado, mis ataques al trío maravilla (como se les llamaba en los bajos mundos) fueron abandonados. No tenia ni tiempo ni ganas; además sabía perfectamente el como afectaban a Harry, así que no me atrevería a provocar mas ataques de esos.

Durante los siguientes dos meses desde la primera noche que vi a Harry en la torre, acudí a su encuentro, y de la misma manera despertabamos en mi cuarto; en las noches me platicaba sobre lo que había pasado en su niñez, de sus sueños y fantasías. Me explicó que al estar en contacto con la magia, ésta le enseñaba cosas nuevas y antiguas, y él me las enseñaba a mi; pronto comprendí que todos tenemos magia, hasta los muggles. Esta era una magia muy diferente: la fuerza de voluntad, el deseo, y lo mas importante, lo que esta detrás del deseo. No es solo desear algo; es el porque deseamos que suceda y pensar en sus consecuencias. Aprendí mucho sobre la magia de él; era muy cariñoso conmigo, y me preguntaba lo que hacía y lo que pensaba. Me escuchaba atentamente y siempre me aconsejaba si podía. En verdad disfruté de su compañía; podía ser quien en verdad era con él. No había reclamos o dudas; él confiaba en mi.

Después de un tiempo sus ataques fueron disminuyendo; por un lado fue un alivio, pues ese ritmo no lo habría podido soportar por mucho tiempo. Pero por otro lado me sentía solo muy solo. De hecho nunca me había sentido tan solo, y comprendí parte de lo que debió sentir Harry cuando perdió a su padrino. Cuando ya has probado algo y lo pierdes es terrible, por que siempre estarás con el anhelo de volver a tenerlo; y creo que eso me estaba pasando. Pero me alegré de verdad cuando poco a poco Harry volvió a ser expresivo y a mostrar sus sentimientos. Aun no sabía el por que de ese cambio, pero me alegre, aunque a mi me estuviera destrozando; no supe en que momento dejo de ser mi responsabilidad y se convirtió en mi amigo, un amigo verdadero.
Y fue peor cuando empecé a quererle. Sabía que no podía ser, que no podía sentir algo así por él, por que sabía que nunca me correspondería; pero aun así mi corazón me llevo la contraria y le ame en silencio. Las visitas nocturnas cesaron prácticamente; muchas veces estuve tentado a molestarle para que así subiera en las noches, pero no quería ser responsable de una recaída. Si lo estaba superando, que bien por él; yo no sería un obstáculo. Al contrario, sería la mano invisible que le ayudaría a salir del bache emocional.

Pasado ya un tiempo, di por zanjado el tema. El director me dijo que parecía que ya estaba curado, me agradeció la ayuda y me dijo que cumpliría con su palabra. Pero que las clases extras seguirían, y tendría que estar alerta por si Harry tenía una recaída. Le explique que aun no sabía como le había ayudado; solo platicábamos y compartíamos momentos, solo eso. Aun no sabía por que se había curado. Él me dijo que en ocasiones es mas fácil para la gente abrirse con los extraños que con los propios seres queridos, por que el extraño era objetivo; tal vez eso era lo que necesitaba, hablar y compartir con alguien que sintiera lo mismo, que en verdad le comprendiera, o al menos que él así lo sintiera.

Cuando finalmente llego la navidad, no quise ir a mi casa. Tenía mucho trabajo extra y en casa siempre había fiestas y esas cosas, que en lo personal aborrecía a muerte. Eran tan tediosas y decadentes, tan falsas, que me hacía repugnar sus actitudes. Creo que en ese entonces ya estaba mas influenciado por Harry de lo que quería reconocer.

En esa navidad fue cuando, sintiendo algo de nostalgia por el amigo encontrado y luego perdido, me aventure a subir a la torre de astronomía, solo para recordar. Aunque era un sentimiento triste, también era alegre, dulce y amargo; en definitiva, un verdadero recuerdo, por que siempre estará presente en mi mente y corazón. Cuando estaba en la puerta, mi corazón golpeaba violentamente mi pecho; en verdad anhelaba verle sentado en el suelo. Cuando gire la perilla mi corazón ya estaba en mi garganta, y cuando finalmente pude abrir la puerta, vi su espalda y su cabello negro. No quería cerrar los ojos por que temía que fuera un sueño, pero tuve que hacerlo; y al abrirlos, lo que me temía: tan solo había sido una cruel broma de mi mente.
Fue entonces cuando ya no pude soportarlo mas. Había reprimido mis sentimientos; las lagrimas, tan cálidas y frías, salían a raudales de mi ojos. No solo lloraba yo, todo mi ser se sentía solo; quise gritar, pero contuve ese impulso mordiéndome los labios. Ahora, un poco después y cuando lo veo en retrospectiva, fue uno de los pocos momentos en que en verdad me sentí vivo, en pleno contacto con mi corazón.

Había perdido la compostura; nunca supe cuanto tiempo tenía llorando o en el suelo, hasta que sentí una suave caricia en mi mejilla que secaba mis lagrimas. Era un tacto muy familiar, un aroma dulce y refrescante; pensé que mi mente cruelmente me atormentaba de nuevo, así que cerré mis ojos con mas fuerza y me mordí los labios hasta que broto la sangre de ellos. Pero el aroma no se iba, así que decidí enfrentar a mi mente; y cuando abrí los ojos, le vi sonriéndome con una de esas cálidas y adictivas sonrisas suyas, por que él, cuando reía, lo hacía con el corazón y el alma.
Me sorprendió muchísimo el ver ese gesto, puesto que prácticamente el Harry de noche ya no salía; estaba muy confundido, no sabía si era el Harry de día o de noche, así que no me quede con la incógnita y le pregunte que quien era. Él me respondió que era simplemente Harry Potter, mi amigo.
Le abrace con todas mis fuerzas y me correspondió de la misma manera; ahí comprobé que tenía mas fuerza que yo. Me pregunto el porque de mi sufrimiento. Quería contarle la verdad, decirle que lo extrañaba, que quería estar con él, pero solo le dije que me sentía solo y que esas fechas siempre me ponían nostálgico; el ver a todo mundo feliz y sonriendo me hacía sentir melancólico. Sabia que no debía quejarme, pero él mejor que nadie me comprendía, por que él siempre se sentía así.

Los seres humanos somos la especie mas egoísta del mundo, por que no podemos soportar el que alguien sea feliz; envidiamos y por eso mentimos y hacemos tanto daño. En cierta manera yo envidiaba a los demás, pero sabía perfectamente que ellos no tenían la culpa; cada persona tiene una vida distinta y los problemas a los que se enfrentan están ahí por una razón, aun cuando no sepamos cual es. Pero eso no implica que no este ahí; las experiencias nos hacen mejor persona, siempre y cuando sepamos valorarlas y aprender de ellas, sin culparnos y culpar a otros de nuestras desavenencias. Lo se ahora, por que aunque sufrí y aun lo hago, no cambiaría nada de lo que viví, por que eso implicaría que nunca hubiera experimentado toda esa amplia gamas de emociones que es capaz de sentir el ser humano.

Permanecimos un rato abrazados y en silencio; la verdad, aunque él ya me había visto derramar lagrimas, me dio algo de pena. Pero me dijo que no debía sentirme solo, por que él estaría conmigo, que no me apenara de mostrarme como yo era, por que él ya lo había hecho y al igual que yo, llego a sentirse solo. Pero que yo había logrado deshacer toda esa soledad.
Hoy día, esas palabras aún resuenan en mi mente.

Durante lo que quedaba del año, nos frecuentamos mucho en la torre de astronomía a la media noche, al menos dos veces por semana; nunca hablamos de problemas o de lo que pasaba en el colegio. Siempre hablamos del futuro y lo que haríamos saliendo del colegio, de nuestra infancia y lo que hacíamos en las vacaciones. Él siempre omitía las cosas relacionadas con el Señor Oscuro, pues no era algo de lo que le gustara hablar; yo se que lo hacía para no mortificarme, ya que no tenía caso enojarme por algo que ya había pasado. Siempre me decía que no me hiciera mala sangre, y me comento que le gustaba mucho cocinar, que era algo que en verdad había deseado hacer, ya que cuando niño, si bien no se moría de hambre, tampoco quedaba satisfecho. Después de que se investigo mucho sobre su vida, muchas personas se horrorizaban al saber de las carencias que sufrió, pero si soy franco, y lo estoy haciendo, yo agradezco esto, puesto que le enseño la humildad y le dio armas para salir adelante por él solo. Fue algo que le permitió madurar y estar a la altura de las circunstancias; dicen que los golpes enseñan y ahora lo se, y él, en la materia de la vida, ya era un maestro consagrado. Cuando lo ves en perspectiva, te das cuenta de que no todo en la vida es malo; claro que esta mal comparar, pero solo si lo haces para sentirte superior, la comparación sirve para medir y saber que no importa que tan mal nos vaya en la vida, pues hay que recordar que siempre nos puede ir peor y se debe de agradecer lo que tenemos. Eso lo entendía pero no lo comprendía del todo en esa época; sin embargo, hoy lo comprendo del todo. Por eso, no hay día en que no agradezca al cielo por haberle encontrado.

Para finales del ciclo lectivo, yo había tomado la decisión que seria la ultima vez que regresaría a la Mansión de mi familia, pues aunque no fue la mejor familia, era la única que tenía; pero por mi bien y por no olvidar todo lo que había aprendido, decidí que era hora de crecer y dejar de depender de ellos. Máxime si mi padre influía de mala manera en mi persona, si me violentaba con sus comentarios y actos; yo no quería que mi alma se llenara de odio. Ya no mas. El dinero era lo de menos, ya que cuando fuera mayor, la herencia que dejo mi abuelo estaría en plena disposición para mi, aun en contra la voluntad de mi padre. Y el director del colegio me ofreció alojamiento; aun si mi padre deseaba que no fuera, le sería imposible retenerme. Tenía muchos secretos y no le convenía que salieran a la luz publica. Si, lo sé. Le amenacé, pero no tenía otra alternativa; aun hoy me siento triste de haber tenido que llegar a esa situación, pero yo sabia que al terminar el séptimo año en el colegio, esperaría que me uniera a las fuerzas oscuras, para recibir la prueba fehaciente de que era mi dueño. Alguien me marcaría cual ganado, en prueba de propiedad de un demente.
Contrario a lo que muchos piensan, la marca tenebrosa se recibía al terminar definitivamente el colegio, ya que si un alumno era marcado antes de ello, implicaría el riesgo de que el director lo supiera. Y para ser sinceros, el director era alguien digno de temerse cuando la cólera le invadía; si uno de sus alumnos era marcado, no cesaría en su empeño, y la familia del alumno sería fuertemente investigada; eso no era conveniente para el Señor Oscuro, ni para las familias mágicas que le eran fieles.

Así que ese fue el adiós para mi familia; me había convertido en un paria, pero no me sentía mal. Me sentía libre, dueño de mi y en plena confianza; además, ya no me sentía solo, pues tenía el apoyo del director y el mas importante para mi: el de Harry.

continuara...


uno mas y el gran final