bueno esta es la ultima entrega de este fic, debo agregar que en este fic plasme parte de mi alma y corazon, espero lo disfruten aunque sea una pequeña parte de lo que yo disfrute hacerlo
Cáp. 4
La evaluacion de lo aprendido
El inicio del séptimo y ultimo año en el colegio me hacía sentir nostálgico, pero no importaba. Aun cuando todas las vacaciones las pase en el castillo, no me basto para recorrerle del todo, y seguí con mi entrenamiento. Fue una pena el no ver a Harry, pero sabía que debía permanecer con su familia para mantener el hechizo de protección que tenía; así que ocasionalmente subía a la torre y sentía su presencia conmigo; por eso no me sentía tan solo. No obstante, algo muy importante rondaba mi mente, y era el que ya no podía seguir negando lo que sentía. El seguir callando me carcomía por dentro. Amaba al chico de ojos verdes; y tenía que sacarlo de mi corazón, o ese amor se volvería amargura si no era correspondido. Sin embargo, tenía que intentarlo aunque fuera una vez.
Aunque ciertamente yo había tenido novias y había pasado de un simple morreo con ellas, no me sentía listo para llegar mas adelante; en principio por que no estaba cómodo, y en seguida, lo hacía por que los demás lo hacían y eso se esperaba de mi. Nunca me habían rechazado y cierta incertidumbre me bloqueaba, pero como él me decía, siempre hay una primera vez para todo. Tenía que arriesgarme, y si me rechazaba, siempre estaba la opción de la amistad; aunque ese pensamiento tampoco era muy alentador, pero prefería compartido antes de alejarlo de mi vida. Aunque él no me amara yo lo seguiría haciendo; Harry era muy tierno y dulce conmigo, y ese pensamiento me alentaba. Aunque también con ese mismo podría estarme engañando a mi mismo; pero no importaba. Lo haría, por que si había algo peor que el rechazo, sería el nunca haber tenido el valor y siempre pensar y lamentarme por no haberlo hecho.
Cuando los demás alumnos y compañeros del colegio llegaron, le volví a ver y sentí algo que nunca he vuelto a experimentar: un calor y una alegría infinita que me embargaron con el simple hecho de verle. Sabía que pasara lo que pasara, todas las penas valdrían la pena solo por volver a ver esos hermosos y alegres ojos.
El comienzo de las clases fue muy pesado; las pruebas finales y esas cosas. Lo peor para mi fue el lidiar con mis compañeros de casa, ya que corría el rumor que me había revelado contra mi padre y estaba siendo manipulado por el director del colegio. Pobres débiles de mente. Pero no me importaba, ya que había aprendido mucho y podría defenderme de cualquier problema; los muy tontos creían que con quitarme la varita podrían conmigo. Lo repito: pobres débiles de mente, tan cerrados al creer que un mago lo es por su varita. No comprendían que la magia es magia y esta presente en todas partes, y que sin necesidad de ella se pueden hacer encantamientos difíciles. "La magia sin varita no existe" dijeron. Estúpidos. La magia es eso: hacer lo imposible posible, y si creían que era imposible hacer magia sin varita, se llevaron el susto de sus cortas vidas. Hacemos magia con pociones, con las manos, con el corazón y con la voluntad, y uno no puede decirse mago si no comprende esto. De lo contrario, son lo que odian: simples muggles con una varita. Es como una persona con un arma. Tal vez no te dañara si le quitas el arma, pero si en verdad desea hacerte daño lo hará, con o sin arma. La magia es mas que simples pases con la varita o con frases.
Después de eso no volvieron a meterse en mis asuntos; me temían, y si bien no es una sensación agradable, era la única forma de lidiar con ellos. Después de todo, todavía faltaba un año, y el jefe de casa me informó que sería nuevamente prefecto. Eso me permitía seguir con los privilegios nocturnos y con mis encuentros con Harry.
La primera semana fue muy difícil para mí; aunque coincidíamos en varias aulas, no podía hablar con él. Sus amiguitos lo acaparaban. Mi mente siempre estaba con él, y tal vez por eso sentía como si algo me envolviera; un perfume y un calor ya familiar me cubría y me hacía sentir seguro y confiado, me daba valor. Cuando finalmente la semana concluyó, subí a la torre de astronomía a la media noche, a esperar si él iba. Tal vez solo fueron minutos, pero a mi pareció una eternidad hasta que entro en la torre. Su físico había cambiado, pero no lo describiré por que carecería de objetividad, ya que no importara como le viera siempre le veía hermoso y tierno. Yo estaba sentado en el piso y él se sentó a lado mío; lo primero que hice fue darle un cálido abrazo de bienvenida, y él me correspondió.
¡Era tan agradable sentir su calor! Me acurruqué en su pecho; podía sentir su corazón latiendo muy fuerte, y me alarme. Posiblemente le estuviera pasando algo, así que intenté separarme para preguntar que ocurría. Pero no me lo permitió; me abrazo con mas fuerza, y pude comprobar nuevamente que era mas fuerte que yo. Era como si temiera que le dejara. En parte era agradable, pero me inquietaba ciertamente; él era cariñoso conmigo, pero este abrazo era muy diferente a los que nos dábamos hacía algo mas de tiempo. No sabía que era, pero me encantaba.
En verdad no quería separarme de él, pero reuní mucha fuerza y me alejé lo suficiente para ver su rostro. Lo que vi me dejo muy confuso: de sus hermosos ojos brotaban unas silenciosas lagrimas. Me asuste, pues hacía tiempo que no lo veía llorar y temí lo peor; sus lagrimas me contagiaron y de mis ojos brotaron al igual que de los de él. No sabía por que, pues no sentía esa poderosa magia que al principio del año pasado había sentido; esto era diferente, y aunque sabía que tenía la voz quebrada, me arme de valor y le pregunte el por que de su sufrimiento. Si le había pasado algo necesitaba saber para ayudarlo.
Harry solo me abrazo mas fuerte y puso su rostro en mi cabeza; permanecimos asi no se cuanto tiempo, hasta que habló y me confeso que estaba feliz de volverme a ver, que el verano había sido de lo mas horrible por que no me había podido ver. En ese momento me sentí el ser mas feliz del mundo... no, del universo, pues todo ese tiempo había estado pensando en mi. Me dijo que veía a diario la foto que le regale para que no me extrañara; lo había tomado muy en serio, aunque yo nunca pensé que lo fuera a hacer. Solo se la di en plan de broma y no pensé que él en verdad me echaría de menos, pero fue muy lindo saberlo.
Aun que me dijo que lloraba por que me había vuelto a ver, ya había estado con él mucho tiempo y soy una persona muy observadora; sabía que había algo mas, así que presione a mi suerte. Le pregunte si era solo por eso, y el me dijo que había algo mas pero no sabía como decirlo; que aunque se sentía solo, tenía la certeza de que me volvería a ver, la esperanza de encontrarme de nuevo. Y que esta vez no me dejaría alejarme de él, que me quería a su lado para siempre.
Bueno, debo confesar que para algunas cosas yo era muy lento, sobre todo con lo relacionado al corazón. Pensé que me quería a su lado como uno de sus amigos; por un lado era bueno saber eso, pero por otra parte me sentía desilusionado. Sin embargo, le quería ver tranquilo, y si le preocupaba el que no siguiéramos siendo amigos, lo animaría. Le dije que él siempre sería mi mejor amigo, que nunca dejaría de ser su amigo le pesara a quien le pesara.
No sabia si lo había dicho bien o si cometí un error, pero en lugar de calmarlo, nuevamente empezó a derramar lagrimas; no dejaba de preguntarme que había hecho mal para provocar esa reacción en él.
Lo abrace y le acaricie el cabello una y otra vez, hasta que se calmo un poco y pudo volver a hablar; me dijo que él me quería a su lado, pero no como simples amigos. Él quería mas, y eso le ponía aún mas triste, por que pensaba que yo solo le veía como mi mejor amigo. Dicho esto, me abrazo con mas fuerza, y me dijo que no me dejaría ir hasta que le diera una respuesta.
¿Que fue lo que hice? Creo que lo mas natural cuando la persona que amas te dice que desea estar contigo para siempre. Simplemente le bese. Fue tan mágico... el calor que me rodeaba me embargó por completo; el sentir esos suaves labios como bombones y ese sabor a limón dulce y embriagador, fue y ha sido una de las mejores cosas que he experimentado nunca. Lo que diga no se acerca ni un solo ápice a lo que sentí; no existen palabras exactas para describir ese mar de emociones que me arrastraron. Era como si el tiempo se detuviera, como si mis sentidos dejaran de existir; la vista, el oído, el olfato, todo desapareció. Solo mi corazón podía percibir lo que pasaba y se llenaba de un gozo infinito; nunca supe cuanto tiempo paso ni quien rompió el beso, pero poco a poco mis sentidos volvieron a mi, con mayor intensidad aún. Con la vista podía verme reflejado en ese mar verde que eran sus ojos, con el olfato percibía ese dulce aroma que emanaba; con el tacto su calor tan tierno y cariñoso, y con el gusto el sabor dulce y electrizante que aun estaba en mis labios. No miento al decir que fue en verdad mágico.
Después de que me repuse, él aun no lo hacía. Estaba mirándome fijamente, como si temiera cerrar los ojos, por que al abrirlos despertaría de un sueño. Yo solo le sonreí y lo abrace con todas mis fuerzas, hasta que se quejo que lo estaba asfixiando. Le dije que era para que viera que no era un sueño, que yo también quería estar para siempre con él. Que lo amaba con todo el corazón y en contra de cualquier lógica.
Le comente que desde que lo vi al inicio de clases tenía pensado confesarle lo que sentía, pero nunca estaba solo, y como era algo tan importante quería un poco de intimidad; que desde entonces un calor dulce y relajante me acompañaba y con eso no desesperaba, y que siempre estaba en mi mente. Él me dijo que ya lo sabía, que él también había sentido ese calor recorriéndolo, abrazándole, y que era como si yo estuviera con él; y que estaba seguro de que el calor que yo sentía eran sus pensamientos en mi, por que el calor que él percibía era el mismo que apreciaba cuando yo lo abrazaba. Pero no estaba seguro de lo que yo sentía y tenia miedo de decirme sus sentimientos por temor a perderme; pero cuando me tuvo en sus brazos, comprendió que no podría dejarme ir nunca mas.
Después de eso, acordamos seguir viéndonos en las noches como antes, por que en el día estábamos muy ocupados, cada quien con su entrenamiento. Y eso era algo en lo que no podíamos distraernos. Yo siento que no fue para ocultarnos de miradas curiosas o reprobatorias; era solo darnos la intimidad adecuada, y si la gente sabía de lo nuestro, sería muy mortificante y no podríamos concentrarnos como era debido.
Así que nunca nadie supo lo que teníamos. Bueno, solo el director del colegio, por que yo se lo dije; tenía plena confianza en él, y mas aun por que él también me la tenía a mi, ya que me confeso que me estaba entrenando para que en un futuro yo le sustituyera y vigilara que nunca nadie pasara por lo mismo que tuvo que pasar Harry. Me confeso lo doloroso que fue para él tomar las decisiones sobre su vida, pero era lo correcto, aunque no era lo fácil; yo le comente que ya había hablado con Harry sobre las decisiones que había tomado, y yo le daba la razón. Le explique también que yo al menos me sentía muy agradecido de que lo hubiera mantenido con vida, ya que gracias a eso Harry era una gran persona. Solo había que buscar lo positivo. Obviamente lloramos juntos; fue muy tierno el sentir que aquel poderoso mago era un ser humano después de todo. Poco a poco y sin darnos cuenta, los dos solitarios nos convertimos en una familia. Harry también se unió a nosotros en los entrenamientos. Fue una época muy divertida, y la mejor de mi vida, debo aclarar.
Lamentablemente, todo lo bueno en algún momento termina. Yo lo sabía y lo sentía; bueno, creo que todos los sabíamos, pero eso no me impidió disfrutar al máximo de ese tiempo. Era tanta mi felicidad que me cegué a lo que pasaba. Harry me ocultaba lo de la profecía; eso lo supe después y de la peor manera posible, pero siendo objetivos, él lo hizo para protegerme y dejarme disfrutar de la vida. A un mes de terminar el curso lectivo, sucedió lo que muchos tanto esperaban y temían: la lucha entre el bien y el mal. Fue tan rápido que tarde mucho tiempo en asimilarlo y aceptarlo. La noche fatídica en la que le vi por ultima vez... poco después supe como sucedieron las cosas, y es algo que todos saben y no vale la pena repetirlo, pues es muy doloroso.
Aún cuando el mago tenebroso dejo de existir, el amor de mi vida también sucumbió. Lo se por que yo me encontraba en la habitación que el director me dio cuando el apareció ante mi, hermoso y con una gran sonrisa. Pero yo sabía que algo estaba mal. Él estaba brillando. Quise acercarme, pero mis piernas no me obedecieron. Me hablo por última vez; me dijo las palabras mas dulces y tiernas, y a la vez, las mas dolorosas que jamás pude oír.
-Mi querido Draco, no sabes cuanto te amo, pero mi cuerpo esta muy cansado. Mi mente se aleja de mi y solo mi corazón habla. Mi Gran amor, mi único amor... no sabes lo feliz y afortunado que fui al conocerte, pues toda la soledad y tristeza del mundo que había en mi las borre gracias a ti; se que es muy cruel de mi parte el alejarme de ti, pero no sufras. Siempre estaré contigo y siempre estaré en ti; no hay por que sentirse triste, por que gracias a ti, fui feliz, muy feliz. Cuídate y mantente fuerte como siempre lo has hecho; nunca cambies al Draco del que me enamore y por el cual luche para que su futuro sea el mas brillante, del cual me siento y siempre me sentiré orgullo se haber sido su amor.
Con esas palabras se despidió de mi. Su esencia, por que eso era la imagen que estaba ante mi, se acerco y me besó. Fue el ultimo beso, la única prueba de amor que me dejó; aun después de tanto tiempo, puedo sentir sus labios en los míos. Desde entonces, jamás se han visto manchados con otros labios.
-Hasta que nos volvamos a encontrar, mi amor verdadero- fueron sus ultimas palabras.
Lo demás ya lo saben. Salí del colegio y seguí con mis estudios y preparación. Espero que estén satisfechos, Granger y Weasley
-Te agradecemos el que nos hayas contado este pasaje de tu vida; sabemos que es doloroso para ti, pero era importante para nosotros el saberlo. Digo, después de todo, era como nuestro hermano- hablo al fin una joven de cabellos castaños, acercándose al rubio que estaba postrado frente a una lapida blanca tallada en fino mármol.
-Disculpa si te ofendimos, pero gracias a eso ahora comprendemos muchas cosas que no entendíamos; por ejemplo, el que tu eres quien año con año trae las rosas verdes- dijo una voz grave y fuerte, propiedad de un joven pelirrojo.
El escenario de ese singular encuentro era el cementerio de los Magos Ilustres, el cual era la ultima morada de los magos que habían trabajado y sobresalido para hacer del mundo un lugar mejor. En el centro se encontraba una estatua del mago Merlín, y a un costado, la estatua de un joven de 17 años que lucho valientemente por el bien del mundo mágico, apenas hacía 5 años atrás. Al lado de esta se encontraba la de un viejo mago llamado Albus Dumbledore, quien había fallecido apenas 2 años atrás por causas naturales, y era reconocido en el mundo mágico como un hacedor de héroes e incansable luchador de la justicia.
-No, yo mas bien les agradezco el que estuvieran a su lado cuando todo eso paso; a mi me hubiera gustado estar ahí con el, pero me engaño para que me quedara en mi habitación- confeso el joven rubio de ojos grises, ahora rojos por las lagrimas- Recuerdo que Harry siempre me pidió que me portara bien con ustedes y que fuéramos amigos, y la verdad necesito poder contar con alguien... llorar juntos la misma pena.
-Draco, en verdad te agradeceríamos que fueras nuestro amigo. Yo creí que solo nosotros, sus mas cercanos amigos, lamentábamos su pérdida; pero el vacío que dejo en ti nos supera y con creces. Queremos darte las gracias, por que nosotros si vimos el cambio que operaba en Harry; era mas feliz que como nunca lo habíamos visto, y ciertamente, cuando se marcho lo hizo con una sonrisa- hablo la joven, con la voz quebrada y los ojos empañados de lagrimas
-Entonces seamos amigos y recordemos con cariño a la persona mas importante en nuestra vida- prosiguió el joven pelirrojo.
-Gracias, muchas gracias... a Harry le hubiera gustado mucho. Ron, Hermione, les agradezco con todo el alma- dijo el joven de piel pálida, acercándose y ofreciendo la mano a la pareja frente a él.
Fin
Otra vez yo XDDD. espero lo hayan disfrutado y proximamente habra sorpresas.
bueno no puedo exigir ni siquiera soñar con que me manden comentarios pero aun asi mantengo la esperanza de que algunos llegaran
por otro lado, este lo escribi para el concurso de la torre, la cual es custodiada por "Gaia y Duare" va dedicado con mucho cariño para ellas y mi gran amiga en este mundo del slash "lanthir", aunque ultimamente no hemos sabido mucho de ella, planeo hacerla volver pronto XDDD
como podran imaginar no gane XDD, pero si lo hizo un buen fic, "arena" de psique felicidades peke
un atenuante si no les gusto el fic, es que lo comenze cuando esta muy inspirado con 39 o 40° de fiebre, y cuando la fiebre bajo... digo la inspiracion bajo, ya no me sentia con mucha confianza por ello pido disculpas si les hice perder su valioso tiempo y prometo esforzarme para mejorar
por otro lado el fic que tengo pendiente, deberas que me cuesta porque por mas que lo leo aun no me convezco, pero espero subir pronto lo siguiente ya me ando por terminar al menos el primer libro a mi version XDDDDD
sale eso eso todo por ahora y por si no lo mencione antes " muchas Gracias" por leerme y llegar a este punto. les he abierto parte de mi forma de ver la vida y si heri suceptibilidades lo hice sin intencion, de haberlo hecho hasta yo me ofenderia XDDDD
gracias y hasta el proximo
p.d. escribi mucho verdad, pero si les gusta digenmelo y seguire escribiendo
