Apuesta Pérdida

Disclaimer: Los personajes aquí planteados son propiedad del sensei Inoue.

Advertencia: Este fic contiene shonen aí en algunas de sus partes. No se recomienda para homo fóbicos. Gracias nn


Capitulo III

Escape

El sol apenas hacía su aparición, relegando a un lado las tinieblas de la noche, para dar pasó a una hermosa mañana, según se podía notar. Lentamente comenzó a desperezarse al tiempo que abría sus azulados ojos.

Un destello de luz lo cegó por un momento, sus manos se colocaron automáticamente sobre sus ojos cubriéndolos de esa luz… era muy brillante y blanca…

Gomene… - oyó una voz, al igual que unos pies apresurándose a llegar a la ventana.

¿Sakuragi? – preguntó para confirmar si era él.

Cuando ya no hubo luz que lo cegará, observó al dueño de aquella imponente voz… en efecto, era Sakuragi… sus ojos se clavaron en la avellanada…

Pues claro ¿Quién más creías que era? – dijo con una sonrisa irónica en su rostro.

Pues… - comenzó a decir sonrojado.

No digas más… - le cortó tajantemente -… creías que era ese bastardo ¿verdad?

La verdad… sí…

Mmppphh… - se enojó Hanamichi – Será mejor que te levantes ya

¿Por qué? – preguntó mientras sentía como el pelirrojo lo alzaba del brazo.

Ese hombre no tardará en llegar… recuerda que dijo que vendría a primera hora de la mañana…

¡Es cierto! Pero… ¿A dónde iríamos? Él sabe donde vivo y…

Pues a mi casa – y le dedicó una sonrisa.

Bien… ¿y si nos lo cruzamos?

No se dará cuenta que pasaste por su lado

¿Eh? – Kaede no comprendió ese comentario, parpadeó perplejo… - ¿Qué… qué me quieres decir Sakuragi?

Hanamichi no le contesto, sólo se acercó al kitsune y de repente le colocó lo que al parecer era una capa…

Auch… oye…

Quédate quieto… - cuando por fin se lo puso se le quedo viendo -… bien, así nadie te reconocerá…

¡DO'AHOU!

Je… ya vamonos… - le cortó aguantando la risa.

Después de unos minutos, ambos muchachos salían de la habitación… Kaede estaba cubierto de pies a cabezas por una capa (ne/a: o mejor dijo una manta XDD… no me hagan caso… ya que ni yo se XDDDu) y se estaba muriendo de calor…

Subamos al elevador – dijo el pelirrojo mientras apretaba el botón.

El elevador rápidamente llegó al piso donde estaban… entraron con paso lento y cuando las puertas apenas se cerraban, Kaede se giró con Hanamichi, se quitó de la cara la capucha y le dijo:- ¿Crees que esto funcione¿Y si me reconoce?

¿Cómo te reconocerá, kitsune? Estás totalmente cubierto, no se te ve la cara... no te preocupes ya…

Sí tú dices… - de pronto, el elevador se detuvo, Kaede se apuró a volverse a cubrir el rostro y al abrirse las puertas esperó a que el pelirrojo pasará primero. Sentía un extraño escalofrío recorrerle el cuerpo.

Entonces, ambos muchachos se sorprendieron al ver que Yota iba entrando al hospital a paso calmado. Kaede se asustó mucho y se apresuró a salir del ascensor. Comenzaron a caminar con un poco de temor.

Hanamichi no evitó voltea a verlo con cierto rencor, mientras que Yota atrapó su mirada con una sonrisa en sus labios. No dijeron nada, sólo se pasaron como si no se conocieran, pero cuando Yota se cruzó con Kaede, este se tensó y el mayor lo notó y lo miró con especial interés… después de un momento de pasear su mirada por su cuerpo subió por las escaleras.

Kaede no pudo evitar dar un profundo suspiro, una vez tranquilo, se apresuró a alcanzar a Hanamichi. Cuando lo hizo, lo sujeto del brazo con mucha suavidad, cosa que sorprendió mucho al chico, provocando un muy leve rubor en sus mejillas.

Domo arigato gozaimasu, Sakuragi – susurro el ojiazul totalmente agradecido.

¿Eh?– reaccionó, volviendo a su color normal –No hay de que……

Salieron del hospital con lentitud, una vez afuera. Kaede soltó al pelirrojo y se adelantó un poco, cuando Hanamichi iba a intentar no quedarse muy atrás…

¡YAMERO!- se oyó un grito.

Ambos chicos se detuvieron ante el grito, Kaede sintió un horrible escalofrío recorrer su cuerpo por completo… sabía quién era… cuando Hanamichi se volteo para enfrentar al que había gritado, se halló con un enojado Yota, que se les acercaba corriendo.

¿Dónde está, Kaede?- pregunto, una vez que llegó.

No lo se

Mentira. Yo se que tu lo sabes. Me dijeron que fuiste el último que estuvo con él…

Te he dicho que no se, y aunque lo supiera, no te lo diría…

Kisama – farfulló entre dientes, Yota.

Kaede se mantenía al margen de la discusión, sólo observaba… no quería hablar, ya que si lo hacía, sabía que le iría mal…

De repente, la mirada de Yota se posó en el extraño muchacho con capucha… por alguna razón, le pareció familiar, así que dejo con la palabra en la boca a Hanamichi y se le acercó lentamente y cuando estuvo frente a él, estiró su brazo… quería tocarle el rostro… Kaede, instintivamente, dio un paso hacía atrás, pero aún así la mano de Yota se acercaba peligrosamente…

¡Shonen wa hanase! – exclamo Hanamichi poniéndose entre los dos.

Yota bufó enojado, recogió su mano y se dirigió a Sakuragi:- Más te vale que me digas donde esta, o juró que te las verás conmigo

No te tengo miedo…

No importa – en su rostro se dibujo una extraña sonrisa.

Se dio media vuelta y se alejó de ahí lentamente. Cuando ya no estaba a su vista, Hanamichi se volteó hacía Kaede, preocupado.

¿Daijoubu ka?

Kaede se aferró a su camiseta y se inclinó un poco:- Daijoubu – Sakuragi se quedo estático ante la acción del kitsune, y sin saber aún porque, lo abrazó.

Tranquilízate…

Podríamos… ¿Podríamos irnos ya?

¿Eh? Sí, claro, venga.

Se separaron, y caminaron uno al lado del otro, pero Kaede se veía muy desanimado, y en un acto sin conciencia, lo rodeo con su brazo, sujetándolo del hombro.

El kitsune se quedó sorprendido al sentir el cálido gesto del pelirrojo, su rostro estaba de un color rojo cereza… daba gracias que traía una capucha cubriéndole el rostro… después, simplemente, coloco su cabeza en el hombro del muchacho.

Estuvieron caminando un pequeño tramo en total silencio, entonces, con voz apenas perceptible, Kaede lo rompió…

Si… - titubeó un poco -… si hubiese tocado mi rostro… se habría dado cuenta que ahí estaba… y me hubiese llevado consigo…

¿Por qué lo dices?

Porque seguramente, - sonrió tristemente-, se a de haber grabado la sensación de mi piel en su cabeza…

Sakuragi sujetó con más fuerza a Kaede, temiendo que pudiese llorar…

Pero no se dio cuenta que eres tu… no te encontrará…

Arigato… - murmuró -… domo arigato

Siguieron caminando, hasta llegar a una calle muy concurrida… la gente que pasaba a un lado de ellos, se les quedaban viendo…

Que bonita pareja – le murmuró una señora a otra.

Si, se ven tan bien juntos – respaldó la otra, mientras cerraban los ojos y reían recordando aquellos viejos tiempos.

Después de unos minutos de estar caminando, llegaron a una casa, no muy grande… pero modesta…

Ya llegamos – anunció Hanamichi, soltando a Kaede para abrir la puerta de la casa.

¿Si? – levanto la mirada y examinó la fachada del lugar.

Era una casa no muy grande, pero de dimensiones considerables, las paredes estaban pintadas de una tonalidad verde… Hanamichi abrió la puerta y le permitió la entrada a su zorruno invitado. Pero este seguía observando el lugar.

¿Piensas quedarte aquí afuera o prefieres entrar?

¿Eh? Hai – agachó la cabeza y entró lentamente.

Una vez adentro, se quedó parado observando el piso de cerámica, lentamente fue alzando la mirada hasta posarla en donde estaba.

Se encontraban en la sala, amplia, pero sin llegar a exagerar, sillones de cuero negro, varias –muchas- fotografías posadas en las paredes y sobre estantes de caoba.

En el ambiente estaba fresco y se respiraba un olor muy agradable a vainilla.

Lo único que arruinaba el lugar era que estaba muy desordenado.

Esto… creó que esta un poquito desordenado…

¿"Poquito"? – pregunto viendo las latas de refresco, las bolsas de papas fritas, hojas de libreta hechas bolita, una que otra prenda tirada, zapatos…

Primero voy a ordenar aquí antes de mostrarte donde dormirás… - dijo mientras tomaba las latas de refresco.

Déjame te ayudo… - tomó del suelo las bolsas vacías de papas fritas.

Esto… gracias…

Estuvieron limpiando un rato, hasta que la casa estuvo, por lo menos, presentable…

Bien, ahora si vamos a ver tu habitación.

De acuerdo

Hanamichi camino en dirección a las escaleras, seguido de Kaede, quién sólo veía el suelo. Se detuvo al pie de las escaleras y elevo la mirada...

¿No subirás?

Asintió levemente y comenzó a subir escalón por escalón. Cuando llegaron al segundo piso, Hanamichi le hizo una señal al kitsune para que lo siguiese, caminaron lentamente por el pasillo, hasta estar frente a una puerta de caoba.

Aquí es – abrió la puerta y le permitió la entrada – Espero que te sientas cómodo – dijo el pelirrojo como buen anfitrión.

Hai4 – entró y se quedó parado en medio de la habitación.

El cuarto era grande, pero no demasiado, las paredes estaban pintadas de amarillo pálido, igual que las cortinas, con varios cuadros adornándolas, la cama pegada a la pared. En la pared contraria, se encontraba un estante, con varias fotografías.

Se acerco a aquel estante, con curiosidad, y observo detenidamente cada fotografía ahí puesta, hasta que su mirada se cruzó con una en especial.

Era una foto en la cuál salía una hermosa mujer de cabellos castaños que abrazaba a un mono pelirrojo sonriente, y, parado tras de ellos, un hombre de cabello pelirrojo.

Esa es mi familia

¿No están aquí? – pregunto Kaede, volteando a verlo.

Están muertos… - dijo simplemente, con voz quebrada.

Su… sumanai… - se disculpó verdaderamente apenado.

No te preocupes – y sonrió tristemente – hace tiempo que murieron…

Pero aun así a es muy doloroso para cualquiera… - su expresión se torno triste. No hablaba del pelirrojo, si no de él mismo.

En su funeral, llore hasta que creí que me quedaría sin ojos – se rió un poco – pero ahora, trato de reír todo lo que ellos hubieran reído… porque se que a ellos no les gustaría verme triste…

Kaede se giró para verlo a la cara, pero no se le podía ver la cara, puesto que no se había quitado la capa aún. Hanamichi acerco sus manos a la orilla de la capucha y se la quito.

Que demonios… - susurro sorprendido.

El rostro del muchacho que tenía enfrente estaba pálido, y en sus ojos se notaban algunas lágrimas fugitivas. Sorprendentemente, su rostro no mostraba ninguna expresión.

¿Por qué lloras? – pregunto preocupado, mientras, con el dorso de la mano le limpiaba las lágrimas.

No… por nada… - apartó la mano del pelirrojo, y se secó las lágrimas el mismo.

Dejó el portarretratos en su lugar y se dirigió a la cama, donde se recostó un momento.

El baño esta aquí a lado, por si te quieres refrescar…

Bien…


Bien… hasta aquí queda este capitulo non

Espero que les haya gustado… ¿no tarde tanto… verdad? nnU

Bien… ahora dar a paso a contestar sus reviews (me encanta leerlos n.n):

Sakare - Que bueno que te ha gustado el fic n.n Pues, ya… aquí la continuación… por cierto… ¿Quién esta guapísimo O.O?

Ran-K – Bueno… cualquiera denunciaría a ese desgraciado ¬¬ pero tengo otra cosa en mente muahahah n.n

Elena – Pues ya vez uu pero desgraciadamente no había ventanas en la habitación Y·Y

Oruha Shikijou – Ves que no me demore nada, pues ya tienes aquí un tercer capitulo que ni se como me quedo T-T Gracias por leer mis otros fics nn

Balucita – Pues ya le continué nn gracias por el review

Mashou No Tenshi & el kuruta – Si no le hubiese hecho eso, le hubiese hecho algo peor nnU… y bueno… por lo menos terminaron de leerlo… pero no se preocupen, Hanamichi se vengará… ¿En serio es un gran fic OwO? Gracias Y0Y lloró de felicidad, tbn gracias por sus aplausos. ¿Qué harían? Nada, están en un lugar público, así que ni se emocionen… Cuando digo "no review no continuación" me refiero a que si nada deja review en determinado capitulo, simplemente no actualizaré… si, ya se, es cruel uu pero bueno.

Sakura – Pues si necesitarán paciencia para la próxima actualización, porque aún… aún no lo tengo hecho jajajaj XDDu… lo siento uu… Saludos a ti tbn n.n

En verdad espero que les haya gustado el capitulo… y no se preocupen, actualizaré lo más pronto que me sea posible. Sigan dejando sus reviews nn

Besos… sayo…