Apuesta Pérdida
Disclaimer: Los personajes aquí planteados son propiedad del sensei Inoue. Yo sólo los manejo.
Advertencia: Este fic contiene shonen ai en algunas de sus partes. No se recomienda para homo fóbicos. Gracias nn
Capitulo V
Problemas
Caminaba lentamente por la calle, intentando mantener el equilibrio, ya que el dolor le estaba cegando…
Había decidido salir a caminar un poco, necesitaba aire… se sentía encerrado en la casa del do'aho… aunque la verdad era que no quería estar cerca de él…
Apenas había caminado unas cuantas calles, cuando un agudo dolor, acompañado de un insoportable calor lo invadió… rápidamente se apoyo en una pared para evitar caer…
Qué… ¿qué demonios me sucede? Me duele… me duele mucho… un gemido escapo de sus labios, mientras que se apoyaba contra la pared.
Después de unos momentos, apoyado en la pared, se volvió a erguir, y comenzó a dar pequeños pasos torpes. Iba a dar vuelta a la esquina, cuando sintió que se tropezaba con algo… iba a caer…
Iba a caer, cuando sintió que alguien le sujetaba firmemente…
- ¿Estás bien? – oyó que le preguntaban. Era una voz suave… tranquila y dulce… pero también se le hacía familiar…
No pudo contestarle… entonces, sintió como era llevado con delicadeza…
- Venga… vamos a sentarnos… no te ves muy bien…
Hubo un momento en que no pudo interpretar los sonidos a su alrededor, pero aún así, pudo sentir como era sentado en una banca, al parecer.
Después de unos instantes, después de que un silencio ensordecedor lo lleno, sintió el contacto de una mano… su contacto era tan cálido… tan acogedor… y su piel… era tan suave… ¿quién estaba a su lado?
Como pudo, logro abrir lentamente sus ojos y toparse con unos ojos azules, preocupados… esos ojos… ya los había visto antes… los recordaba… pero… pero… ¿Por qué no podía decir nada?
- ¿Está bien, Kaede-san? – pregunto, un joven de la misma edad de Kaede, y cabellos castaños, al tiempo que recogía su mano.
- ¿Eh?... Sí… gracias… - y le sonrió -… gracias Ohmura-kun…
El muchacho se sonrojo al ver que aún recordaba su nombre, cuando reaccionó, le devolvió el gesto, pero con más tranquilidad.
- Puede… puedes llamarme Sakae…- se quedó un momento en silencio, viendo a detalle los movimientos del ojiazul, para ver si reaccionaba o algo.
- Sakae-kun – dijo Kaede con una sonrisa, mientras en sus labios se dibujaba una sonrisa. Un leve rubor recorrió sus mejillas.
Sakae también se sonrojo, al tiempo que le regalaba una de sus mejores sonrisas…
Que chico tan majo pensó el ojiazul y esos ojos… siento que me derrito cuando me mira… Kaede… espérate un momento… si, es cierto que estuviste pensando mucho eso en estos días… y mira que sólo han pasado dos… y te diste cuenta de algo muy importante… ¡te enamoraste como una tonta chica¡Idiota!... Mira que si tienes vergüenza… te enamoras del primer chico que se te cruza enfrente… fue una suerte que no te enamoraras de… Akagi… tembló al imaginarlo, mientras sentía un tremendo asco… o de Sakuragi entonces se quedó pensativo…
-.-.-.-.-.Flash Back-.-.-.-.-.-.
-… ¿Qué haces aquí?... – Kaede palideció – No… ¿no se supone que estabas entrenando con el equipo?
- Ya terminamos – y le sonrió.- Me gusta como cantas.
Se quedaron en silencio un momento… las mejillas de Kaede se tiñeron de un rojo carmín muy bonito inmediatamente al oír las palabras del pelirrojo… y esté… bueno, pues cuando se dio cuenta de lo que dijo, se quedo a cuadros, y se sonrojo de golpe…
-.-.-.-.-.Fin Flash Back-.-.-.-.-.
¿Qué siento por él? se llegó a preguntar.
- ¿Kaede-san, se encuentra bien? – pregunto Sakae, notablemente preocupado.
- ¿Eh?... Si – le sonrió, para tranquilizarlo – Estoy bien.
- Esto… Kaede-san… yo… - Sakae dudaba en decírselo.
- ¿Qué sucede?
- Pues… yo… quería preguntarle si… pues… si… Ud… digo… pues… - su rostro estaba totalmente sonrojado, y eso le gusto mucho al kitsune… se veía tan lindo, pensó.- ¿Le gustaría salir conmigo? – dijo de golpe y de corrido.
Kaede parpadeó, sorprendido por la inesperada invitación, que enrojeció levemente cuando asintió con la cabeza para aceptar su oferta.
- Claro.
El muchacho, totalmente feliz, le sonrió para después levantarse lentamente de la banca y despedirse…
- Entonces… nos vemos… - comenzó a decir Kaede, al tiempo que también se paraba.
- ¿Qué tal mañana? Temprano… - propuso Sakae.
- De acuerdo
Se sonrieron mutuamente, y después, para sorpresa de Kaede, Sakae se despidió con un beso en la mejilla.
- ¡Hasta mañana entonces! – y se alejo corriendo mientras agitaba su mano en el aire.
- Hasta… mañana…
Acercó su mano a su rostro, y la posó sobre su mejilla, sin creerse que Sakae le había besado.
- Fue en la mejilla… no fue nada…
- ¿Dónde estabas, Kitsune?
- Por ahí – su voz se oía muy suave y lejana.
- ¿Qué te pasa?
- ¿Eh?
- ¿Qué que te pasa?
- Nada – y le sonrió.
Sakuragi se desencajó… Rukawa… le… ¡le sonrió… a él! Se acercó al kitsune y colocó su mano en su blanca frente para ver si tenía fiebre, pero no… estaba bien.
- ¿Por qué hiciste eso? – pregunto secamente, mientras apartaba su mano.
- Quería ver si estabas enfermo – se escudó Sakuragi.
- Te he dicho que estoy bien – lo miró fríamente, después se dirigió a su habitación.
Cuando Kaede hubo desaparecido de su campo visual, Hanamichi suspiró… no le gustaba para nada tener que estar de niñero de un desconsiderado kitsune… pero…
Maldito kitsune¿Qué ha hecho conmigo?
Subió las escaleras lentamente, cuando vio que Kaede estaba sentado en el suelo, apoyado contra la puerta de su cuarto y viendo hacía la pared.
- ¿Qué te pasa? – le volvió a preguntar, pero más suavemente.
- Es que… - hizo una pausa, después se giró hacía el pelirrojo -… tengo una cita…- y un rubor se hizo presente en su pálido rostro.
Pero Hanamichi, muy al contrario de Kaede, que estaba feliz, palideció al oírle.
- ¿Qué ocurre do'aho?- pregunto con desconfianza.
El pelirrojo negó, al tiempo que intentaba despejar su mente.
- ¿Con quién?
- Con… con un chico… se… se llama Ohmura… digo… Sakae
- ¿Chico¿Sakae? ¿De cuando lo conoces?
Kaede se estaba incomodando con las preguntas de Sakuragi, pero quería contarle su dicha, así que le respondió:- De… pues… hace dos días… cuando vino a entregar la pizza…
- ¡Y así como así sales con desconocidos! – se alteró Hanamichi.
- ¡Oye!- se molesto un poco por el comentario – En primer lugar, a ti no te importa con quien salga yo… y segundo, para que se te quede claro ¡él me gusta!
Hanamichi sintió un pinchazo en su pecho… cuando lo oyó se sintió fatal… no podía ser que apenas aclarados sus sentimientos… la persona que más amaba amase a alguien más… ¿Por qué?
- Bien, no me importa – dijo, herido, mientras se levantaba del piso.
- ¿Y ahora que te pasa?
- Nada que te importe – se acercó a las escaleras, y bajó por ellas.
- Que extraño… - se dijo a si mismo.
Se levanto, abrió la puerta de su habitación y entró, par después echarse a la cama a dormir.
¿Qué le pasará al do'aho? Ha estado muy extraño desde que llegue… se quedo un momento pensativo, viendo solamente la blanca almohada. En sus ojos se formaron pequeños cristales líquidos, cuando…
Regálame tus lágrimas…
Un recuerdo centelló en su cabeza… ¿Por qué? Ya lo había olvidado
Cómo aquélla noche…
Unas gruesas lágrimas rodaron por sus pálidas mejillas, mientras estrechaba una almohada contra su pecho…
Por fin era sábado… había salido de la casa del pelirrojo a veinte para las ocho…
- Ah de estar dormido aún… - pensó Kaede, mientras se sentaba en una banca.
- Buenos días, Kaede-san – una voz lo llamó a sus espaldas.
Cuando se volteo, vio a Sakae vestido con unos vaqueros y una camiseta azul… la verdad, se veía muy bien…
- Sakae-kun. Buenos días – y le sonrió dulcemente. El gesto le fue devuelto con la misma dulzura.
Pero… había algo que desencajaba en esa escena… oculto tras unas matas se encontraba Sakuragi, al parecer estaba espiando a Kaede en su cita…
- Maldición… - gruñó molesto, mientras veía como se alejaban.- No puedo perderlo… no puedo… no ahora - y los siguió, con cuidado de que no le viesen.
- ¿A dónde vamos, Sakae-kun? –pregunto Kaede, que caminaba a su lado.
- Podemos ir al cine – y le sonrió.
- Claro – le dijo con una sonrisa.
Siguieron caminando por la avenida, hasta llegar al cinema… entraron a la sala y escogieron unos lugares céntricos y esperaron a que la película empezara…
Hanamichi se quedó fuera de la sala, esperando que apagaran las luces para evitar que su trabajo de espionaje se fuera a la basura…
Una vez que la película empezó, Hanamichi se deslizo hasta un asiento justo atrás de Kaede y Sakae, así no perdería de vista todos sus movimientos…
Con la poca iluminación de la sala, podía ver sus rostros… podía ver el delicado rostro del kitsune, sus facciones relajadas, una mirada serena y sus labios entreabiertos, casi como formando una sonrisa…
El pelirrojo se quedó embobado viendo al hermoso efebo, hasta que algo hizo crispar sus puños… Sakae había recargado su hombro en el de Kaede, mientras que su mano buscaba la suya y sorprendentemente, la halló.
Gruño levemente para que no le oyeran, y después maldijo entre dientes al castaño…
¿Qué tiene ese mocoso que no tenga esté Tensai? Alardeó para si mismo Soy guapo, inteligente, carismático mientras pensaba en ello, un pequeño monito pelirrojo hacia poses que describían aquellos adjetivos… pero, entonces, algo lo hizo salir de su ensimismamiento…
Un pensamiento…
Un pensamiento tan hiriente como una filosa y fina navaja que se le clavaba en su pecho que se retorcía lentamente para matarle sin remordimiento alguno…
Nunca me ha amado… nunca me amará… me odia… y… y todo ha sido culpa mía…
Hanamichi se sintió verdaderamente fatal… todo su interior se derrumbo… pero… una pequeña vocecita… tan lejana como el sonido de la película olvidada que seguía proyectándose frente a él… no le prestaba mucha atención… pero aquella vocecita, dulce y aflautada, le dijo algo que le llamó mucho la atención y le hizo recobrar sus ánimos de siempre…
¿Cómo saber si te ama o no? Nunca le has dado la oportunidad
Esas palabras hicieron que Hanamichi saliera de si mismo… de su corazón mal herido… donde se había acurrucado como un niño pequeño que necesita de su madre, que tiene miedo, que necesita un poco de calor para quitarse el quemante frío de sus propios pensamientos…
No puedo permitirme el perder a Kaede… no después de saber que ese estúpido de Sakae estará ahí, a su lado, quitándome el lugar que por derecho es mío…
Sus ojos volvieron a dirigirse hacía la pareja, notó que, extrañamente, Kaede se había puesto serio, pero a la vez… ¿melancólico?
¿Qué le pasaba?...
Después de un rato, la película por fin terminó… nunca supo de que trataba la misma, pero al fin de cuentas, no le importaba…
Cuando salió del cinema, se dio cuenta de que se había hecho ya muy tarde… el sol ya se había ocultado tras las suaves nubes, mientras el cielo de záfir se teñía de pequeñas manchitas blancas que resplandecían acompasadamente con el murmullo de los grillos… la luna se revestía de suaves rayos plateados que palidecían la penumbra en la que poco a poco se iba sumiendo la ciudad…
A pesar de la brisa que golpeaba la ciudad, está iba acompañada de un calorcillo que le hizo sentirse abochornado. Sus mejillas se tornaron un poco rosas, por el mismo calor, y comenzó a caminar para intentar refrescarse… aunque en vano, claro.
Iba unos cuantos metros alejado de Kaede y Sakae, cuando comenzó nuevamente su marcha.
Pero, sintió la presencia de alguien tras él, siguiéndolo… no le hubiese importado mucho, si esa presencia no se le hubiese hecho malignamente conocida…
Cuando volteó, se encontró con el cínico rostro sonriente de Yota3…
- Konishiwa Sakuragi-kun
- Tu… - dijo con cierta repulsión.
- Si, yo - su sonrisa se amplio.
- No te acercarás a Kaede – advirtió Hana, solemnemente.
- ¿Quién me lo evitará? – se inclinó un poco a su derecha y observo al aludido caminando junto con otro chico que, ciertamente, no era ese molesto pelirrojo que tenía enfrente.- Pues veo que ahora, quién cuida de él, ya no eres tu – y soltó una risita que le puso los cabellos de punta.
- Ni creas que me das miedo
- ¿Y crees que me importa? Tú y ese mocoso que esta con mi Kaede no son nada…
Hanamichi gruño, furioso – Ni… ni siquiera lo amas… - dijo muy levemente.
- ¿Amarlo?– pregunto con un dejo de ironía.- Claro que lo amó… amo como lo cojo, incapaz de detenerme… amo como llora a causa del dolor que siente al penetrarlo… amo como su sangre se derrama sobre la cama, caliente, en cada embestida… – enumeró con una sonrisa enorme cínica.
- Bastardo – gruñó… su furia estaba había pasado los límites… cerró los puños, aguantando las ganas que sentía en partirle su cara… en dejarlo morir lentamente sobre el asfalto… sus ojos destellaban ira contra aquél hombre, que ni se inmutaba antes sus desplantes de odio puro… puesto que la verdad, ese muchacho pelirrojo no le interesaba en lo más mínimo…
Yota bostezó abiertamente, mientras que comenzaba a caminar en dirección contraria a la que venía…
- ¿A dónde crees que vas, bastardo!
- Esto es aburrido… - dijo sinceramente.- Además… no tengo ninguna razón por la cuál estar aquí contigo… así que ciao – y comenzó a alejarse.
- Bastardo…
Entonces recordó que estaba persiguiendo a Kaede, así que corrió y con la mirada lo buscó… espero con todo su corazón no haberlo perdido… entonces ahí los vio… sentados en una pequeño restauran.
- Fue una excelente noche… ¿no crees, Sakae-kun?- pregunto Kaede, mientras apoyaba sus codos en la mesa, y apoyaba su cabeza en sus manos.
- Oh, claro que lo fue – y rió levemente.
Kaede solamente sonrió, feliz. Mientras afuera, Hanamichi veía con rencor al joven frente a su precioso zorro.
- Kaede-san... yo… quería preguntarle algo…- empezó a hablar Sakae.
- Dime
- Kaede-san… yo… pues… quería saber… si Ud. tiene… tiene novia… - pregunto Sakae más rojo que un tomate, mientras bajaba la mirada, avergonzado.
- No me gustan las mujeres – dijo levemente, mientras ponía sus manos sobre las de él.
A Sakae se le iluminó la cara, levantó su mirada y la posó sobre la de Kaede, que también estaba sonrojado.
- Y… y…
- No… no tengo novio, tampoco – y le sonrió cálidamente.
Sakae le regresó el gesto, después, lentamente fue acercando su rostro al suyo… Kaede entrecerró los ojos esperando que en algún momento, esos labios se unieran con los suyos… de pronto, sintió una mirada atravesándolos… por el rabillo del ojo pudo ver que afuera, pegado a la ventana, se encontraba Hanamichi, con muy, pero muy mala cara… viéndolos con el ceño fruncido.
- Esto… creo que ya me tengo que ir Sakae-kun… - dijo Kaede rompiendo el encanto al tiempo que se levantaba. En su rostro se mostraba enojo, pero no hacía el chico.
- Este… está bien… - también se levanto.
- Adiós – le dedicó otra sonrisa, se dio media vuelta, pero cuando iba a dar el segundo paso, una mano lo sujeto de la muñeca.
- E-espera Kaede-san
Se giró para ver que quería, entonces, sólo sintió unos suaves labios juntarse con los suyos, robándole un beso…
- Nos vemos luego, Kaede-kun – su rostro seguía tan rojo como antes.
- Si… - sonrió, igual de rojo que Sakae -… hasta después…
Salió de la cafetería lentamente, no muy atrás lo seguía Sakae, ya que también se regresaba para su casa, feliz por el avance que tuvo.
- Adiós – dijo alzando la mano.
- Adiós – también alzó su mano y se despidió. Después de unos instantes, Sakae desapareció por la esquina.
Kaede se quedó viendo por donde había desaparecido, su rostro lentamente recuperaba su color, pero seguía estando de color rosa.
- ¿Qué se supone que hacías!- exclamó Hanamichi, irritado.
Pero no hubo respuesta, Kaede comenzó a caminar sin él.
- ¡Hey¡Espérame!
Kaede se detuvo para que Hanamichi lo alcanzara. Después de que esté lo hiciera, emprendió de nuevo la marcha. Kaede aún estaba ido, entonces, acercó sus dedos a los labios y los delineó, como recordando aquél beso. Cerró los ojos y en sus labios se dibujo una sonrisa.
- Fue increíble – dijo suavemente - fue una sensación increíble… el beso
- No creo que un beso con un chico fuera tan "increíble"
- Tal vez porque sólo has besado niñatas…
- Mmmnn… si como no…
- Me gustó mucho…
- ¿El qué?
- El beso con Sakae-kun
Hanamichi en verdad estaba celoso… ese idiota había besado a Kaede… a SU Kaede… si realmente lo quería solamente para él… tenía que tomar medidas… no tan extremas… pero al fin de cuentas, medidas…
¡LA LI HO! Estoy de vuelta… y un sincero gomen nasai, tardé mucho para actualizar, pero estuve con algunos problemas, pero he vuelto jujujuj aunque con distinto pseudo, pero bueno uu
De todo corazón… ¡espero no me maten
Espero, que ha pesar de todo u (ataques contra la autora, paros cardiacos, histeria, etc.) les haya gustado el capitulo nn, y si aun sigo viva, intentaré actualizar lo más pronto posible.
¡Próximo Capitulo¡¡Kaede huye de la casa de Hanamichi¡¿Qué hará el pelirrojo?
Besos… sayo…
