Apuesta Pérdida

Disclaimer: Los personajes aquí planteados son propiedad del sensei Inoue. Yo sólo los manejo.

Advertencia: Este fic contiene shonen ai en algunas de sus partes. No se recomienda para homo fóbicos. Gracias nn


Capitulo VIII

Promesas

Hanamichi estaba inmensamente feliz a pesar de que no era el momento adecuado para estarlo.

Kaede lloraba desconsoladamente en sus brazos, estrechándolo contra su cuerpo semidesnudo… sentía sus cálidas lágrimas mojar su camiseta….

Con delicadeza lo separó de él, y le obligo a que lo viera a los ojos.

- Vamos a casa… - Kaede asintió levemente, sin dejar de estrujar con sus manos parte de la chaqueta del pelirrojo. - … será mejor que te vistas… no vaya a ser te cojas un resfriado… - su voz tenía un tono dulce.

El kitsune se sonrojo al recordar que sólo estaba en bóxer… cubriéndose nada más que con la cazadora, comenzó a recoger una por una, sus prendas. Sakuragi se dio la vuelta para que se vistiera con tranquilidad.

Su mirada se posó en el inconsciente cuerpo de Yota… una oleada de furia lo invadió, se acercó a él y le dio una patada en el estomago, tan dura, que ese mal nacido escupió sangre involuntariamente.

- Te mereces eso y más, estúpido…

- Sakuragi- llamó Kaede, mientras se limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano. Ya estaba vestido totalmente.

Su blanca mano busco la del pelirrojo, quien volteo, sorprendido ante el contacto.

Kaede se quedó un momento en silencio, observando los avellanados ojos de su salvador.

- G-gracias do'aho…

Una sonrisa adorno el rostro de Hanamichi. Extrañamente, no le reprocho el que le dijera do'aho, ya que… Kaede lo dijo en un tono de absoluta gratitud…

Salieron lo más rápido que pudieron de ese lugar, llegando hasta el frío y oscuro parque, mientras a lo lejos oían el molesto sonido de las sirenas…

- ¿Cómo sabías que regresaría?- pregunto Kaede después de un pequeño silencio.

- No se… - se rascó la cabeza, mientras una sonrisa tonta y unas mejillas levemente sonrojadas le adornaban.

- ¡Kaede!- le gritaba alguien. Con un poco de temor volteo, Hanamichi por su parte se preparaba para acertar un buen golpe si fuera necesario.

- ¿Tío?- pregunto Kaede, extrañado.

- Vaya, parece ser que no me has olvidado, ingrato – se quejo mientras se cruzaba de brazos.

Aquel hombre apenas si pasaba de los 32 años, tenía el cabello del mismo color que el de Kaede y unos ojos cafés muy expresivos.

- Tío Kazukata – la voz de Kaede tenía un timbre ¿infantil? Esto sorprendió en sobre manera al pelirrojo. - ¿Qué haces aquí¿Tú no vives en Shinjuku?

- Uno de tus vecinos me llamo (¿como consiguió mi número? No preguntes que ni yo se) reportándome que desde hacía¿Qué serán¿Dos, tres días? Un hombre estaba rondando tu departamento… llegó y me encuentro con la policía, preguntándome si conozco a un tal Yota, el cuál estaba tirado en medio de tu habitación con toda la cara golpeada y una que otra costilla rota… ¿Y tú me preguntas: "Qué haces aquí"?

Una expresión de falso disgusto se apoderó del rostro del ojiazul. Hanamichi se sentía fuera de lugar, hasta que el mayor se dirigió a él.

- ¿Eres amigo de Kaede?

- ¿Eh? Si – agitó la cabeza de forma descuidada – Eh… mi nombre es Sakuragi Hanamichi…

Aquél hombre sonrió mientras alargaba el brazo. – Dr. Rukawa Kazukata, mucho gusto Sakuragi-kun

El pelirrojo también sonrió, mientras respondía el gesto.

- Kaede… vámonos ya, que te quedarás a vivir conmigo… ya Sakuragi-kun a hecho mucho, dejándote holgazanear en su casa, pero nada más espera a que lleguemos a casa… te pondré a trabajar hasta que me ruegues compasión…

- ¡TÍO!- grito Kaede, preocupado.

- ¡Nada! Además me explicaras todo lo que pasó y con lujo de detalles¿entiendes?– hizo una pausa, mientras giraba su cabeza para otro lado, y una expresión de cansancio apareció en su rostro – Que muchachos estos… sólo quieren divertirse… y uno que se friega de día y de noche para darles lo que quieren… que ingratos son T.T

- Tío… compórtese como el adulto que es ¬¬

- Disculpe Sr. Rukawa…

- No me digas así, que me siento viejo… dime sólo Kazukata…

- Kazukata-san… me preguntaba si esta noche le dejaba a Rukawa pasar esta noche en mi casa…

- Claro – sonrió – Kaede, te quiero en mi casa a primera hora de la mañana¿entiendes? – le dirigió una mirada de "Hazme caso o verás lo mal que te va a ir"

- Si tío --

- Bien… con permiso, me retiro… - hizo una leve reverencia hacía Hanamichi, que también se inclinó… Momentos después, Salía del parque…

- Tu tío te quiere mucho… - dijo Hanamichi, con una sonrisa en sus labios.

Kaede también sonrió. – Yo también le quiero mucho… ¿sabes porque? Porque él fue el único que velo por mí después del accidente de mis padres… todos los demás me dieron la espalda y me dejaron a mi suerte. Estoy demasiado agradecido con él…

En la voz del kitsune había un dejo de tristeza y añoranza, que sin evitarlo, rodeo su figura con sus brazos y lo estrecho contra si.

- Pero desde ahora no estarás solo – le dijo al oído – yo… yo permaneceré a tu lado…

- ¿Por qué?– susurró Kaede, aún entre sus brazos - ¿Por qué, -repitió - ¿Por qué harías eso por mí?

- Me preocupo por ti… - dudaba en decirle lo que sentía.

- No es necesario – dijo – No es necesario que te preocupes por un maldito homosexual…

- ¡No digas estupideces!- regaño Hana, mientras se separaba de él lo suficiente para verle a la cara.

- ¡Pero si es la verdad!- recrimino – Sólo soy un maldi… - una bofetada le hizo callar.

- ¡Eso no es importante¡YO TE AMO¡¿Qué no entiendes!

Kaede se quedó de una sola pieza… ¿Qué le había dicho ese do'aho? Pero tan rápido como había llegado la sorpresa, así llego la furia…

- ¡Por que te burlas de mí!- riñó.

- No me estoy burlando… ¡es la verdad!

- ¡Mentiras¡Siempre son mentiras!- unas lágrimas amenazaron con derramarse.

- ¡Por que no quieres creerme!

- ¡Por que no es verdad¡Tú no puedes estar hablando en serio¡Tú no puedes amar a un asqueroso ho...!- otra bofetada le calló.

- ¡No vuelvas a decirlo!- Hanamichi tenía la cara tan roja como su cabello, pero por la impotencia que sentía.

- Deja de mentir- dijo ya llorando. No porque le doliera el golpe, si no que se sentía frustrado.

Hanamichi volvió a abrazarle, y le dijo al oído – No te estoy mintiendo… te amo… - le miró directamente a los ojos -… te amo… - repitió. Lentamente acercó su rostro al del chico que tenía enfrente… casi podía sentir su aliento en su rostro… sus labios estaban a punto de tocarse cuando Hana volvió a hablar - ¿Tú me amas?- pregunto. Había esperanza en su voz.

Kaede se quedo hipnotizado con los hermosos ojos de Sakuragi, pero cuando oyó aquella pregunta, no supo que responder… ¿El amaba a ese pelirrojo tan impulsivo?

Si… lo amaba… y demasiado… pero todo ese amor desapareció… ¿cómo? Aún se lo preguntaba… pero al final… no todo ese amor se vio extinto… no… aun quedaba dentro de su corazón una pequeña llamita de ese amor…

- Si… - dijo simplemente, antes de que los labios de Hanamichi sellaran los suyos…

Esos labios… ya los conocía… ya los había sentido antes… pero¿Cómo? Intento recordar… no eran como los de Sakae… ni mucho menos a los de Yota… no, pero… entonces recordó su sueño: en el que un extraño chico le declaraba su amor y le besaba con pasión…

- Eras tú… - murmuró Kaede, cuando se habían separado -… siempre fuiste tu… - sus palabras le sacaron una sonrisa al pelirrojo.

- Kaede…- sus manos se movieron de su cintura a sus manos. Acerco una a sus labios y le besó - ¿Quisieras ser mi novio?

- Hana… - murmuró, con las mejillas completamente rojo.

- ¿Es eso un si?- pregunto, mientras lo miraba a los ojos.

El kitsune solamente asintió, completamente ruborizado… no se imaginaba una declaración de amor… y menos en esos momentos…

- Vamos a mi casa… - habló Hanamichi, aún tomando de las manos a Kaede.

- ¿Eh? Si…

Todo el trayecto de regreso a casa, lo recorrieron tomados de las manos, ambos estaban sonrojados… pero por la oscuridad, no se notaba mucho…

EL viento gemía mientras hacía volar la hojarasca del suelo… Kaede miraba maravillado aquello… al final… si fui feliz y una hermosa sonrisa se apodero de sus labios. Hanamichi, que lo veía por el rabillo del ojo, no evito notar eso… se quedó prendado de la extraordinario belleza de su ahora novio…

Llegaron a la casa… Kaede se dirigió a su cuarto… aquella de verdad había sido un día muy exhaustivo… se dejó caer flácido sobre su cama, y cerró los ojos intentando conciliar el sueño… pero la declaración de hace nada de segundos, aun le tenía atontado… especialmente aquellos labios que después de dos años por fin podía probar…

Entonces sintió que alguien se sentaba en la cama, justo a lado de él, mientras que una mano acariciaba su mejilla.

- ¿Ya tan pronto te dormirás?

- Si – dijo – no tengo muchas cosas que guardar…

- Entonces… hasta mañana… - se inclinó y le dio un suave beso en los labios. – Descansa amor…

Kaede se sonrojo por ese nuevo adjetivo que su novio le había puesto…

- Te ves tan hermoso sonrojado – rió Hana.

Frunció el ceño ante el comentario.

- Descansa…- salió de la habitación, cerrando la puerta tras de si.

Kaede se acomodo en la cama, apoyando su cabeza sobre la suave almohada, recordando la pequeña conversación que tuvo con Hanamichi al momento de entrar a la casa…

Flash Back

Apenas Kaede había entrado a la casa, el pelirrojo le abrazo, mientras comenzaba a devorar sus labios con pasión.

Kaede no tardó en responder el beso con la misma intensidad, pero cuando sintió las manos de Hanamichi bajo su camiseta se tensó. Recordó a Yota… ese, ese… imbécil… pero aun así sintió miedo… de un solo movimiento empujo al pelirrojo, que cayó sentado en el piso.

- ¿Qué ocurre?

- Lo…lo siento Hana… es que… todavía no estoy preparado…

La expresión de Hana se suavizó… - entiendo, no te preocupes Kae…

- Pero pronto estaré listo…

- Estaré esperando…

Fin Flash Back

Sabía que Hanamichi cumpliría con su palabra y no se aprovecharía… pero ahora se sentía mal… sentía un profundo sentimiento de soledad…

Hanamichi se estaba acomodando en su cama. Se acostó rápidamente e intento conciliar el sueño… cayó en un estado semi-inconsciente: en el que oyes todo, sin tomarle importancia… pero con la facultad de despertar cuando quisiera.

En eso sintió un peso en la cama que no era de él… y un reconfortable calor junto a él…

- ¿Puedo dormir contigo? Es que me siento solo – unos brazos lo rodearon…

- Mi cama es tu cama – dijo Hana con una sonrisa, y como estaba de espaldas a Kaede, no vio que este también sonreía…

Al poco rato, quedaron profundamente dormidos sintiendo la calidez del cuerpo del otro…

¿Qué pasaría de ahora en adelante? Eso ni ellos mismos lo sabían…

Fin…


¡La Li Oh!

¿Este es el tan esperado final del que tanto se habló? Oo Pues… quería hacer un final mas… ¿Cómo se dice¿Extenso? Pero la creatividad me abandono T-T me dejo en la estacada (ne… no es cierto XD). Lo que pasa es que haré un epilogo (oooooohhhh).

Ojala que les haya gustado el capitulo nn que a mi me gusto mucho el escribirlo. Dejen sus review con sus comentarios, quejas, sugerencias, amenazas de muerte y eso nn

Gracias a Ran-k y a Shadir por sus review. Nishas, las adoro… gracias por seguir hasta el final la historia y por el apoyo que me dieron en sus review (¡Salí bien en mis exámenes de la high! n.n) Este capitulo se los dedico a Ud.

Y también MUCHAS GRACIAS a los demás que también dejaron sus reviews y que me estuvieron insistiendo en continuarle a la historia y hacer un HanaxRu n.n

Pronto subiré el epilogo, así que les pido que no desesperen.

Besos. Aliss.